domingo, 20 de febrero de 2011

FOLKLORE O REVOLUCION


 

Un individuo de una ONG en Paris, disfrazado de Robin Hood, simula dirigir su flecha al  corazón del G 20, pidiendo que el capitalismo pague  una tasa; en Madrid, dos individuos tocados con chisteras simulan repartirse el mundo, mientras denuncian los paraísos fiscales; dos días más tarde en una reunión del salón de actos de CCOO, en Madrid, convocados por Socialismo 21, en donde a la entrada, unos jóvenes reparten panfletos denunciando los pactos sindicales contra la clase obrera, y el Sindicato de Estudiantes, reparte otro, denunciando la represión policial contra la juventud, identificando, correctamente que no hay diferencias de clase entre oriundos y extranjeros, ambos llamando a la lucha y denunciando las carencias ; en tanto comienza el acto en el que el orador pretende, que en estos momentos de ataque del capital, la izquierda debe de estar unida, algo muy socorrido en un discurso, pero ni una sola idea de entorno a qué unirnos; ninguna mención a la matanza producida en Libia, ni en Bahrein, ni en Yemen, probablemente porque eran recientes, y no lo recogieron, ni una orientación sobre para que organizarse en paralelo, porque si es así, para que vale el sindicato, los sindicatos, los partidos de izquierdas: como dijo un dirigente dando por concluido el acto, en el que se convocó una comisión organizadora, “Esta comisión es como el que tiene un tío en Graná, que ni tiene tío, ni tiene ná.” Es verdad, que lo dijo en un tono eufórico, y como queriendo quitarle importancia, pero un agrupamiento sin ejes, es difícil que valga.

El asunto es que las personas con chisteras que simulaban repartirse el mundo, mientras denunciaban a los paraísos fiscales, estaban en ese acto, y qué es lo que diferencia la denuncia en la calle y el silencio en sede sindical: folklore. 

Denunciar en la calle los paraísos fiscales, en medio de un gentío, en el que cada cual va a su  tarea, y como mucho, el viandante, recoge un panfleto y sigue su camino, es algo completamente asumible, mientras que exigir, en sede sindical medidas contra los paraísos fiscales, santuarios del terrorismo político financiero, es un acto de lucha revolucionaria, porque los recortes que se dan en los convenios colectivos; la no indexación de los salarios al coste de la vida van a parar a los santuarios fiscales -las 80 firmas empresariales del ibex 35, se ocultan en los paraísos fiscales- y eso, ya no es folklore, eso esta ligado a la facilidad de los trabajadores para pagar los recibos de la luz, el agua, el gas, el teléfono,  la hipoteca, el colegio, la comida -y no es por casualidad que la comida esté al final de la lista-, y por tanto, se convierte en una lucha política: esto no se dijo en sede sindical, como tampoco se dijo, aunque había economistas con cátedra, que las deudas soberanas son un chantaje a los pueblos, un dogal para llevarlos, si hace falta, a las guerras, porque, el mayor deudor USA, con 8 billones de dólares, que no pagará nunca, con una capacidad para emitir papel moneda, y por lo tanto transferir fuera de sus fronteras el empobrecimiento, es un chantaje indecente, que no se corregirá disfrazándose de Robin Hood, por mucha flechas que simules enviar al G20, mientras que eso, dicho en sede sindical, es una lucha revolucionaria, que es lo que reclamaban de los  sindicatos los jóvenes que repartían “El Militante”.

Mencionar Túnez y Egipto, sin tomar acuerdos para, al menos emitir un comunicado de apoyo solidario a los pueblos de Oriente Medio y Magrebíes, es  de una ceguera lastimosa, porque no se ha comprendido que sus tiranos son nuestros tiranos, y sus ansias de libertad y justicia, son nuestras ansias de libertad y justicia, que eso era lo que pedían los jóvenes del Sindicato de Estudiantes con su lema “¡nativa o extranjera, la misma clase obrera!”, y sin embargo esto, también estuvo ausente en la reunión.

Unidad: de acuerdo, pero fijémonos en para qué, porque a mí me gustaría la unidad para luchar por la erradicación de los santuarios capitalistas; por la condenación universal de la deuda, por una moneda universal, y por una Unión Europea Socialista, porque esta unidad daría frutos sustanciales a corto plazo,  pero me temo, que el próximo gran evento de izquierda, el primero de mayo próximo, las pancartas que abrirán, las manifestaciones no dirán,          ERRADICAR LOS PARAISOS FISCALES; CONDONACION UNIVERSAL DE LA DEUDA; UNA MONEDA MUNDIAL, porque esto sí sería incrementar la consciencia de la clase obrera, dándoles elementos para la movilización y la lucha, eso si sería avanzar en la unidad contra el capitalismo, lo demás es folklore y buenos deseos.
                                                    jmrmesas



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