lunes, 7 de febrero de 2011

EGIPTO




No ha caído Mubarak; el hecho de que este negociando, con un nuevo gobierno las reivindicaciones de las masas que durante días han estado, indesmayables, luchando en la plaza de Tahrir, en la que han puestos, como siempre, los muertos, los pacíficos, y la agresión las fuerzas que aún controla Mubarak, es la señal de la debilidad de una oposición, que no ha sido capaz de encontrar la sincronía con la ciudadanía sublevada para abatir definitivamente al hombre fuerte de El Cairo, pues aceptar discutir las reivindicaciones de la ciudadanía con el nuevo gobierno es la señal de la debilidad la oposición y la fortaleza del régimen canalla, que empieza por subir los sueldos de militares y policías.

Esta baza, claramente favorable a la reacción es una baza, no solo perdida por los luchadores egipcios, es también una baza que pierden las movilizaciones norteafricanas, pero sobre todo, es una baza que ganan los gobiernos europeos que han temido y aún temen el estallido huelguístico en Europa, porque imponer la decisión de los mercados va a ser muy difícil de aceptar, y cuyas consecuencias empiezan a ser percibidas; es también una baza que perdemos los trabajadores europeos, pero es sobre todo la confirmación de una carencia monumental de perspectiva política de una izquierda europea falta de teoría y análisis político; de todo un conjunto de factores que no sabe como encajar, y así, mientras Merkel y Sarkozy ejercen de presidente y vicepresidente, de una Europa huérfana de dirección política, los partidos políticos se encierran en el estrecho marco nacional, mientras los lideres de izquierda consideran, mimeticamente, que por estar en facebook o twitter, la revolución se hará sin programa ni dirección. Triste, muy triste papel, pues internet y las tecnologías de la comunicación facilitan la comunicación, pero el análisis y el programa, la reflexión del mundo y sus problemas no es cuestión de unos minutos  frente a una pantalla, es una confrontación de ideas y conceptos, de experiencias y visiones, no siempre fáciles de expresar;  la izquierda ha perdido un tiempo valioso en hacerle llegar a las masas norteafricanas su apoyo solidario y de este modo mandar el mensaje solidario, y al mismo tiempo restar influencia a las políticas integristas y reaccionarias, pero, claro, aún queda mucha lucha  que pelear, el fin de la historia, aun no esta escrito.
                                                               jmrmesas  

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