¿CÓMO ESPERAR QUE LAS
PROTESTAS DEMANDEN UN CAMBIO DE RUMBO?
Protestar
es la primera respuesta al permanente asalto del capital monopolista
a las condiciones en la que la ciudadanía tiene que esforzarse día
tras día por sobrevivir, por eso no es extraño que la manifestación
convocada hoy 23 de noviembre, la marcha estuviera encabezada por los
trabajadores de la limpieza de Madrid, en su confrontación con la
alcaldesa Botella. Detrás, seguían maestros y profesores, médicos
y trabajadores de la sanidad, en riesgo de privatización, y tras
ellos, políticos y sindicalistas. Este acompañamiento
de los dirigentes, expresa en sí mismo, la relevancia y el papel que
juegan en la lucha, la dirección y la consciencia, en segundo
término, o lo que es lo mismo, arrastrada por los
acontecimientos, desnortados, despistados, sin saber donde hacia
donde camina la historia, ni hacia donde se quiere ir, y
mientras esto sea así, mientras los acontecimientos arrastren
a la dirección, será imposible que las luchas arrebaten la
iniciativa al capital financiero internacional, que al menos,
sí saben que mientras ellos sigan imponiendo sus reglas, la
respuesta de la ciudadanía, de los trabajadores, de la sociedad,
estará marcada por el terreno en el que ellos quieren llevar la
lucha, que no se toquen las bases sobre la que se asienta su poder
de clase, sobre el que reposa su dominio de clase dirigente.
¿QUÉ
BASES?
La
perspectiva es imprescindible para apreciar el conjunto, y el momento
actual está marcado por la política de los años setenta que
propició la alianza Thatcher-Reagan, disparando un ataque continuado
a las conquistas obreras conseguidas tras la SGM en la reconstrucción
de medio mundo que la guerra destruyó. La constante merma de poder
de la sociedad a manos de la coalición burguesa, dio,
consecuentemente el resultado de la minimización de la
economía productiva y el incremento acelerado de la economía
financiera, creciendo sobre la base de una política en la que
Estados Unidos configuraba el mercado a la medida del apetito de su
burguesía. Esta se aseguraba el rol de directora en la formación
del mercado asegurando un papel determinante a sus empresas apoyadas
en el dólar y de ese modo, cuando la moneda de referencia
quebró, en vez de desatarse una crisis que podría haber
comprometido la estabilidad, recién adquirida, del universo
capitalista, la burguesía en su conjunto, decidió aceptar la
ficción de la estabilidad monetaria que ofrecía el dólar, a la
espera de tiempos mejores. El adelgazamiento de la economía
productiva en favor de la economía basada en la especulación,
invirtió la relación hasta el extremo de darle la vuelta a la
relación, 70 por ciento economía productiva, 30 por ciento economía
financiera de antes, se ha convertido en 70 por ciento de economía
especulativa y 30 por ciento de economía productiva.
En esta inversión de la
proporción se ha ido corroyendo, digamos benignamente, la
honestidad profesional de la burguesía financiera mundial, que
cada vez ha ido enfangándose en un barrizal de falseamientos de
cuentas -ingeniería financiera-, cuyo resultado a sido la famosa
pirámide ponziana, a escala planetaria, base de la actual
crisis económica, y que aún no se han tomado las medidas para
evitar una futura recaída, -que se producirá- según opinan los
expertos que analizan las finanzas del mundo, porque la base está
asentada aquí,
17,
2 billones de dólares que no son más que papel, y
esta ¿estafa?,
volviendo a ser generoso, diré que es una estafa inducida por la
incapacidad de tomar decisiones en base a empatizar poniéndose en el
pellejo de los más débiles, pero si lo digo en función del proceso
histórico, he de reconocer que la estafa responde a la naturaleza
explotadora de la clase capitalista, en donde el interés de clase, y
la ganancia, es el motor del modo de producción de mercancías, y
esta realidad está por encima de cualquier consideración
humanitaria, porque es la base en la que descasa su dominio, al haber
descubierto la fabricación de la mercancía por excelencia, el
dinero, cuyo valor de uso, es solo de, y para la élite.
EL
CONGRESO DEL PCE
Habría
sido interesante estar presente en el congreso del pce, porque,
supongo que el tono de los debates tocaría problemas que no siempre
se recogen en las resoluciones, pero que denotan el pulso, el latido
de los militantes, y si en algún lugar se pudiera encontrar a
luchadores que aún siguen considerando a Marx como una guía, sería
en algún evento de este tipo, no obstante, considero que hubiese
sido sorprendente que del congreso saliera algo diferente a lo que
mundo
obrero
publica
en su formato electrónico, sin
embargo, salvo
al experimento del Partido de la Izquierda Europea, en el que se
busca una suma de fuerzas que saque a la izquierda de su debilidad,
no he encontrado, en la resoluciones, nada que haga suponer que en
esa dirección de sumar fuerzas, -proletarios de todos los países,
uníos- responda a las necesidades planteadas por el actual momento
del mundo.
Según
mi entender, si la discusiones más enconadas se desarrollaron en
torno a dos temas importantes, la moneda -euro- y la Unión Europea
instrumentalizada por la burguesía -es su criatura-, las
resoluciones no dicen ni como transformar esta realidad ni que
objetivos se plantean, según deduzco de la lectura vertida por
público,
de lo que se desprende que no se capta en toda su profundidad, el
contenido de la estrategia que maneja el capital financiero
internacional, que controlan el cartel de las 147 transnacionales con
un control real para influir la economía mundial.
En
el congreso, se estableció un debate a diversas bandas, que se
concentraron entre Izquierda Unida y PC, rozando la cautela sobre el
Partido de la Izquierda Europea, en periodo de consolidación, pero
en el que predomina la apuesta de IU sobre cualquier otra, porque IU
es lo real,
lo
que maneja elementos tangibles,
mientras el congreso
es ideología,
sin comprender que el ser humano es ideología,
que la vida real de los seres humanos es ideología, simbolismo,
creencias, fes, que
los portavoces del sistema presentan la realidad viviente como la
única posible real y verdadera;
transcribo lo que publica la fuente -Público-, El
PCE se ha emplazado a una Conferencia económica en la que la UE
ocupará un lugar prioritario. Por cuestión de tiempo y de
organización no podrá celebrarse antes del congreso del Partido de
la Izquierda Europea (PIE) de Madrid el próximo diciembre. Ahí se
definirá más claramente cual es la estrategia común de la
izquierda de cara a las elecciones al Parlamento Europeo en mayo de
2014. Lo
leal y correcto es la idea de los comunistas valencianos: El
partido tiene que tener una postura al respecto,
y no fiarlo al resultado electoral, y si no se hace así, se vacía
de contenido al congreso porque se pretende cultivar
el tema en petit comité,
donde siempre es más posible el acuerdo que no enfrascarse en un
debate congresual, con el tiempo limitado, pero aún así, siempre
los participantes pueden saber que es lo que opinan los congresistas
sobre el tema. Silenciar las diferencias, si las hubiera, las habrá,
siempre es más productivo y enriquecedor discutirlas que callarlas.
La
sociedad requiere ideología para moverse y evolucionar, y todo esto
se lo amalgaman la industria ideológica del capital financiero
internacional, -televisión, cine, prensa-, que se lo ofrece en lo
que se entiende por cultura de masas, y que el congreso no ha tocado
cuando enfrascado en el debate Europa/euro, no tiene en cuenta datos
substanciales sobre el tema.
Euro:
17.219.180.835.191,30$ (diecisiete billones, docientos diecinueve
mil, ciento ochenta millones, ochocientos treinta y cinco mil ciento
noventa y un dólares, con treinta centavos). Escrita da la impresión
de expresar más cabalmente la magnitud de la tragedia que encierran
los números, pero esta es la deuda de Estados Unidos, que ya ha
sobrepasado una vez más, el compromiso de Obama con los
republicanos, y como era de prever y así lo escribí en mi apunte
del 4 de octubre pasado, tendría que retroceder -ha retrocedido- en
su ley sobre la sanidad -Obamacare-. Tras este dato, está toda una
etapa histórica, en la que se ha desarrollado la confrontación
incruenta de la burguesía de Estados Unidos y sus socios europeos,
japoneses y árabes en los que cada uno uno trataba de sacar ventaja
sobre los otros, mientras tejían el entramado del cartel de las 147,
y que Estados Unidos capitalizó a
cuenta del miedo de la burguesía a la revolución,
que la burocracia soviética simbolizaba, pero
que tenían tanto miedo a la revolución,
como los mismos burgueses,
sus teóricos enemigos. El statu quo se mantuvo hasta que el
espantajo del comunismo que simbolizaba la URSS desapareció, y
entonces, el euro, adquirió su dimensión inquietante, amenazando,
sin querer, la preponderancia y estabilidad del dólar. Ver el euro
solo en un sentido económico, sin tener en cuenta su aspecto
político de fricción entre las burguesías, es no entender que el
superimperialismo de las 147 transnacionales, en la que las entidades
financieras -todos los bancos sistémicos están interparticipados
accionarialmente- son los que realmente deciden el funcionamiento de
la economía, mientras que las monedas, que ellos controlan son el
señuelo, como las nacionalidades, o las fes religiosas, mientras que
el control de las finanzas sigan estando en manos de los banqueros
rescatados, mientras sigan existiendo los paraísos fiscales, y
mientras no haya una presión popular internacional que se movilice
contra ese dominio de la economía especulativa es no querer mirar la realidad a la cara.
La
resolución del PCE sobre los paraísos
fiscales
demuestra que no se entiende el fondo del asunto, y este es que
mientras el control de las finanzas escape de la vida política
corriente y cotidiana, cualquier posibilidad de gravar a los dueños
del mundo, menos de diez mil personas entre las que estarían los
dueños de las 147 transnacionales, no tiene ninguna posibilidad de
que mejore la vida de la ciudadanía del mundo, los peligros de
guerra se incrementan y el desastre de la economía basada en unas
finanzas alejadas de todo control son cada día, mayores.
EL
DINERO SIN CONTROL
Los
acuerdo sobre el derecho de Irán a enriquecer uranio en un
porcentaje que no permita su uso bélico, ha disparado alarmas, en
las que se ha aludido a la posibilidad de una guerra, aún no
descartada, así como la pugna entre China y Japón sobre el control
de las islas Diaoyu, la alusión a la guerra es una constante, que no
desaparece del panorama porque la industria militar se refuerza, no
declina, sino que se incrementa. Las fuerzas productivas que son
globales en muchas facetas, principalmente, económica, no aborda
proyectos de colaboración, por el contrario, tienen una vertiente
secreta en la que la industria militar es la principal y única
depositaria de los avances científicos.
Para
un lector de Marx, llama la atención el hecho de que los economistas
actuales no hagan referencia a las fuerza productivas, cuando todos
los escritos de este autor están recorridos por su constante
definición sobre la incidencia de estas fuerzas en la economía, y
por tanto, en la vida de las personas, en su época, como en la
nuestra, y sin embargo, con alguna excepción circunstancial, los
economistas actuales, incluso aquellos que se sienten comprometidos
con los problemas de la ciudadanía, ignoran, o dan por sabido la
importancia y trascendencia de estas fuerzas. Las fuerzas
productivas actuales prescinden de la fuerza de trabajo, porque el
trabajador ocupa la función de supervisión del proceso productivo,
y la principal fuerza productiva se desarrolla en el laboratorio, en
la investigación, y esto que tendría que ser un logro, un hito en
la progresión de la humanidad, se ha convertido en una
contradicción insoluble en la sociedad capitalista,
que hasta el papa Francisco dice, el
sistema mata,
porque es una realidad inocultable, ¿Qué opinión tiene la
izquierda sobre las impresoras 3D, capaces en términos de pocos
años, incluso de reproducir órganos humanos complejos? ¿Qué
opinan la izquierda sobre esas bases de datos en manos privadas que
permiten a sus poseedores tener un conocimiento, cada vez más
preciso de segmentos sociales muy detallados? Esos experimentos en
los que la física
rompe
criterios sólidamente asentados. Todo ello y más que solo aparece
fugazmente en la prensa corriente, pero que forma el campo en los que
se desarrolla el trabajo de la ciencia moderna tiene una aplicación
en la industria y por tanto en la economía, de la que la vanguardia
social y política está en ayuna; el dinero corre en unos sentidos,
caudaloso, en otros, en débiles hilillos,
porque las finanzas las controlan los mismos bancos rescatados en sus
cuentas B, que son los paraísos fiscales y que es ahí donde reside
el poder de los
mercados
para torcer el brazo a la ciudadanía, teórica fuente de
legitimidad.
En
la actualidad, en estas circunstancias en la que los
mercados
tienen la iniciativa, el peligro de guerra no es algo descartable,
porque la fuerzas productivas prescinden de la fuerza de trabajo y
eso supone que un número creciente de personas, en este sistema, no
tienen cabida, porque hay que cambiarlo pero lo trágico es que desde
ningún lado se propone una sociedad que tenga características en
donde la empatía, el ponerse en el pellejo del otro tenga lugar,
porque esa propuesta requiere diseñar un mundo en el que la
utilización de las fuerzas productivas de lugar a otro tipo de
economía, y eso requiere revisar las fes, las creencias, la
ideología que maneja los símbolos que nos mueven, que nos hacen
vivir y morir, y esa ideología, hoy la maneja las finanzas, ¿Cómo
valoran los partidarios o detractores del euro el funcionamiento de
una moneda sobrevenida, el bitcoin? Y que no se piense que tal cosa
es una bagatela, cuando mueve
millones
y su producción escapa
a todo control
gubernamental, porque esta es la consecuencia de unas fuerzas
productivas globales desajustadas, porque el dinero es una medida del
tiempo de trabajo socialmente necesario que ajustaban las sociedades
en el ámbito estatal, y que al globalizarse dichas fuerzas demandan
un control que esté acorde con el ámbito de tales fuerzas -fue eso lo que dio lugar al nacimiento de las naciones que hoy son Estados-, pero en
la medida que tales ámbitos manejan, controlan, sociedades
recorridas por los desajustes del reparto de la renta, la necesidad
de cultivar señas de identidad que homogeneice intereses
contrapuestos, es vital, para el capital monopolista recurrir a a
toda la simbología que enfrente a las naciones a las sociedades.
Salir o quedarse en el euro no es la respuesta, que necesita la
sociedad, ese juego es su juego, la respuesta justa es
desmercantilizar
la sociedad, desmercantilizar la vida, y eso no es tan simple como
salir o no del euro, porque de lo que se trata es de regenerar la
vida social y política dando lugar a la justicia social, a la
solidaridad, al bien común frente al egoísmo, al valor de uso,
frente al valor de cambio, al bien
frente a la mercancía, y eso significa un nuevo
concepto del derecho de propiedad,
que el capital monopolista internacional no puede consentir, con
el euro o sin el euro.
EUROPA
Ucrania
ha tomado el lugar del catalizador, del concepto completo de Europa,
porque políticamente, Rusia no se acepta, en el esquema occidental,
como Europa, por más que geográfica y culturalmente sea tan Europa
como España, algo obvio, pero difícilmente aceptado por la apuesta
alemana que pretendería introducir un concepto europeo muy
particular, por eso, Ucrania no ha recibido el mismo trato que los
demás países que decidieron optar por la Unión Europea; este
tratamiento tendría como finalidad el poner a Ucrania en el punto
de una ruptura con Rusia para demostrar fidelidad a los
mercados, el
capital monopolista internacional, frente a su mercado tradicional, abriendo un combate entre dos
conceptos de burguesía, la tradicional, con origen en la
desaparición del feudalismo y la nueva burguesía con origen en el
hundimiento de la URSS, posible causa de fricción; dos conceptos
sobre el mundo y los intereses en juego, en los que la ciudadanía
europea es el rehén, porque la izquierda no tiene opinión sobre la
desamericanización
del mundo, que no es otra cosa que el agotamiento del sistema, el
agotamiento del modo de producción especulativo, cuya mercancía
favorita es el dinero y la fabricación de armas de destrucción
masivas.
La
ciudadanía mundial está cogida entre estos dos antagonista, el
superimperialismo euro-estadounidense y la nueva burguesía
enterradora de las conquistas de la revolución rusa de 1917, y esta
última -neoburgueses- se siente desafiante, pese a su aparente pacifismo, porque
sabe que en una confrontación, la suma de fuerzas está a su favor.
China
con un billón de dólares estadounidenses, podría desestabilizar el
sistema financiero, si las condiciones del superimperialismo la
fuerzan a tomar decisiones que supongan el ahogo de su economía, y
China, siempre tendrá más que ganar aliándose con Rusia que con
los europeos o con los estadounidenses, pero además, Rusia y China,
han establecido lazos con Brasil, que le abre las puertas de toda
Suramérica, cansada de ser patio trasero de Estados Unidos, y este
bloque económico -BRIC-
se extiende a India, la cual tiene lazos económicos y acuerdos de
cooperación militar con China y Rusia, vecino de ambos, por
proximidad, incluso planteándose la posibilidad de crear una nueva moneda, por lo tanto, ¿Qué se
ofrece a la ciudadanía europea, para salir del fuego
cruzado
entre vieja burguesía euro-estadounidense y la nueva burguesía
chino-rusa?, salir de la Unión Europea no puede ser una pataleta
izquierdista improvisada, sin saber que se quiere hacer.
La respuesta no se puede
improvisar entre el aproximado medio centenar de organizaciones que
se agrupan en torno al Partido de la Izquierda Europea, sino que la
respuesta requiere una lucha en dos frentes, el esfuerzo por
construir los Estados Unidos de Europa, un gobierno responsable ante
una ciudadanía europea, representada en un parlamento con poderes,
pero al mismo tiempo acompañar este objetivo con una movilización
internacional por la erradicación de los paraísos fiscales,
exigiendo una fiscalidad escrupulosa con el capital financiero, el
control de la industria militar, y la aplicación de la ciencia y la
tecnología para facilitar la vida de la sociedad y de los
ciudadanos, porque no se ha llegado hasta aquí por obra y gracia de
un puñado de genios, sino por el trabajo de generaciones que
construyeron la civilización y sus riquezas y que ahora demandamos
reconocimiento para esas legiones anónimas que nos trajeron a las
puertas del conocimiento, y que un pequeño, pero poderoso grupo de
plutócratas, multimillonarios, nos la quieren cerrar ante nuestras
narices, contadonos cuentos y mentiras para engañarnos, una vez más.
Esta, al menos, sería
la respuesta más coherente, la que haría retroceder los
recortes, la que volvería a retornar a la comunidad las
riquezas robadas por este grupo de riquísimos ladrones, que
amañan leyes e imponen a sangre y fuego el derecho
de propiedad, su derecho de propiedad a
poseernos, a expoliarnos, a quitarnos la vida, porque se consideran
mejores que todos nosotros y por tanto a decidir por el conjunto, y
esta apuesta ciclópea, no se puede ventilar dependiendo del
resultado electoral, hay que apostar por ella, antes,
por eso, los que reclamaban en el congreso que hay que tener una
postura -el partido tiene que tener una posición definida-,
llevan razón, porque no es la falta de movilización el problema,
sino la carencia de objetivos de futuro; que clase de sociedad
quieren los militantes de izquierdas para la sociedad,
y por la que llaman a luchar,
poniéndose delante, y
no detrás; la sociedad, la ciudadanía no se sentirá aludida si no
ve perspectivas de cambio real, de futuro, y para dejar de ser
rehenes en manos de camarillas de plutócratas burgueses o de
burócratas enriquecidos, igualmente robándoles al pueblo, la lucha
por los Estados Unidos de Europa, puede ser la síntesis que una
Europa desde Tarifa a los Urales, adquiera toda la significación integradora, porque salir de Europa, sin
proyecto es perder el tiempo en crear reinos de taifas sin
comprender que el dato objetivo es la globalización que está
sostenida por las fuerzas productivas nuevas, que la economía
financiera maneja, poniendo en primer término toda la simbología
subjetiva, porque aún, las fuerzas vivas de la sociedad, no ha
encontrado su atalaya desde la que vislumbrar un futuro solidario y
luminoso, y puede ser que puñado de organizaciones diversas lo
inicien, pero no con taifas de
repliegue, sino con un proyecto común desde el que construir esa
sociedad solidaria, y los Estados Unidos de Europa, podrían ser el
comienzo, teniendo claro que la desamericanización, que el mundo inicia, es la desmercantilización de la sociedad, no para ser sustituida por una rusificación, sino para construir un mundo nuevo, acorde con las nuevas fuerzas productivas, que liberarían a los seres humanos del trabajo embrutecedor, pero no de la chispa creadora.
jmrmesas
veintinueve de noviembre de dos mil trece