jueves, 28 de abril de 2011

P E R S P E C T I V A S



La Unión Europea es la demostración negativa de la falta de empuje de los burgueses de Europa para resolver el cúmulo de contradicciones que tiene este continente, que no es diferente del que tienen otros continentes, pero que aquí, en Europa, el continente posee la base esencial para resolver estas contradicciones si contara con una dirección capaz de transmitir el mensaje de fin de etapa que es el contenido de los nuevos tiempos.

La base material a la que me refiero es la sociedad, el conjunto humano que es el soporte para la construcción del nuevo orden, y que la falta de claridad de una clase dirigente atada a viejos modos se incapacita para comprender por donde pasa el hilo que teje el nuevo cuadro de la historia humana; la Unión Europea es una realidad que expresa el esfuerzo combinado de un nucleo de dirigentes burgueses por armonizar intereses contradictorios entre los diferentes países que empezaron a levantarse penosamente, tras una guerra que demostró el fin del predominio europeo en la dirección de los asuntos del mundo; a partir de ahí, el nucleo burgués que tomo consciencia de la imposibilidad de apoderarse de la dirección política de Europa a beneficio de una determinada nacionalidad, empezó a dar pasos, pequeños y cautelosos coordinando políticas sectoriales y que en el devenir se concretó en la actual Unión Europea; esta, desde el comienzo estuvo cortada y alejada de cualquier interés popular, pues no era esa la finalidad que se perguía, y solo cuando los eurocratas comprendieron que construir un mercado implicaba la participación de una población que le era ajena, intentaron remediarlo queriendo hacer una constitución europea, que la burguesía temió porque se veía desbordada y la ciudadanía no le prestó su apoyo más que a regañadiente porque no terminaba de convencerla como garantía sino más bien como cortapisa.

Pero quiérase u ódiese, la Unión Europea, hoy por hoy, regula nuestras vidas con una capacidad que es subestimada por los propios europeos, incapaces de mirar fuera de sus fronteras porque toda la información deformadora que reciben desde la derecha y desde la izquierda se inscriben dentro del marco nacional, precisamente, cuando la globalidad es la que configura las políticas nacionales, dejándoles a los mercados, todo el inmenso campo sin que nadie objete la más mínima alternativa, y esto lo digo porque las palabras del compañero Anguita, en su conferencia-debate en Madrid no terminaron de convencerme en tanto que su propuesta de ruptura de la actual situación adolecía de la necesaria base política e ideológica que de ninguna manera, tampoco daba su aceptación del articulo de Monereo respecto a una alternativa proviniente de la otra orilla del Atlántico; asumiendo la propuesta de ruptura del compañero Anguita, esta estaría más acorde -la ruptura- con otro articulo, este deÉric Toussaint, que si toca el núcleo del problema, a mi modo de ver, determinante,
aunque, en mi opinión de manera tangencial.

El núcleo del problema es Europa, y la manera tangencial, en que se refiere a Europa estriba en que, a mi modo de ver, ni Toussaint, ni Álvaro Rein, mencionan que el ataque desencadenado contra el euro, por los mercados, y con los mercados quiero referirme a la burguesía estadounidense que forma el complejo militar industrial, cuyo recorrido es universidad-empresa privada-gobierno-empresa privada- no es una maniobra simplemente financiera, sino que es una maniobra estratégica de amplio contenido tendente a desmoronar el tímido intento que comenzó siendo la EFTA/CECA y que devino en la Unión Europea, porque ven ganar protagonismo social a las masas europeas aún faltas de dirección política, social e ideológicas, y por eso mi desazón es que, cualquier idea de ruptura, que desde la izquierda no de respuesta al cúmulo de contradicciones presentes en Europa, no podrá responder adecuadamente al ataque del complejo militar-industrial USA, y mucho menos ser la alternativa a los nuevos tiempos que se abren en los comienzos del siglo xxi, lleno de posibilidades, porque el modo de producción mercantil está, históricamente, caducado, incapaz de responder a las necesidades que plantea un mundo que ha cambiado drásticamente, y que solamente proponiendo ante la ciudadanía mundial su enfrentamiento contra la deuda nacional, exigiendo la condonación universal de esta, pues es usada como chantaje contra los pueblos para justificar el empobrecimiento colectivo, como será posible crear el clima de ruptura de la ideología capitalista basada en la explotación esquilmadora, por eso ese enfrentamiento contra la deuda debe ser acompañado de la exigencia de la erradicación de los santuarios financieros, los paraísos fiscales, y sobre todo de una reforma fiscal para que paguen los grandes empresarios, banqueros y millonarios; del necesario instrumento para evaluar el trabajo, una moneda mundial, porque las fuerzas productivas son globales, los mercados globales y el capital, global, por eso, mi desazón al escuchar al compañero Anguita, me pareció, moralina carente del contenido político que si tocan tangencialmente Toussaint y Alvaro Rein, por lo demás, hay que romper con el sistema, y el modo nos lo ofrecen los pueblos árabes y magrebíes, especialemente en Siria, como antes Túnez y Egipto y tambien Yémen y Bahrein, demostrando su necesidad de vivir y sentir los cambios, pero todo esto está por estrurturar y organizar políticamente, y esa dirección hoy por hoy no existe.

28/04/2011                                                              jmrmesas

domingo, 24 de abril de 2011

SOMOS SU PROPIEDAD PRIVADA




Me trago un articulo en el que el autor, según creo, trata de demostrar lo equivocados que están los, economistas de izquierdas -algunos- por atacar al euro como medio de capear la crisis económica, sin llegar a entender porqué, el autor no hace una propuesta de alcance, y solo se limita a señalar lo mal que le iría a los trabajadores alemanes si tratan de desvincular su suerte de las de sus compañeros de la periféria; el largo y denso articulo, pormenorizando la debilidad de fijar una posición en los desequilibrios estructurales, es un magnifico trabajo muy util para sacar nota en un examen, pero muy poco útil para entender como un país, Japón con una deuda de más o más del 200 % de su PIB, es olvidado por las agencias de calificación, o un país, USA, con un endeudamiento del cien % de su PIB a recibido un discreto aviso del FMI, mientras la UE tiene una deuda conjunta del 79 % de su PIB, y ha concitado las furias de las agencias de calificación que no cejan en en empeño de torpedear al euro, y al decir de los expertos, a España, ya que si esta fuera tocada, la estabilidad del conjunto de la UE estaría en riesgo de hundirse.

Modestamente creo que este tipo de análisis, en el que se ignoran las causas que nos han traido hasta aquí, no explican, a mi parecer, de que va la película, y esta va de un tipo de sistema que ya agotó su periodo de validez histórica y que en su declive se resiste a entregar el "testigo", porque nadie se atreve a cojerlo; el ataque al euro está enfocado al hecho de carecer de los mecanismos necesarios para garantizar su estabilidad, pues las medidas tendentes a garantizarlas son de índole política, y esta es orientativa ya que los estados nacionales son los que se reservan la capacidad de aplicar las acciones pertinentes en función de coyunturas que se acomoden a los diferentes gobiernos en ejercicio, y esto, que es percibido por los mercados meridianamente claro, por otro lado, con un color político nacional basado en Wall Street, es obviado por los "eurócratas", que saben que una administración política centralizada, -un estado- es impensable porque semejante decisión certificaría el fin del predominio de los intereses burgueses europeos como factor principal, transfiriendo importancia a los intereses de la ciudadanía.

Esta política europea centralizada, en donde sí podrían hacerse las transferencias fiscales entre los diferentes países de la UE, sería la que moldearía una nueva ciudadanía que ganaría peso político en detrimento de los límites de la economía al servicio de los capitalistas, y esto que tanto lo saben a ambos lados del Atlántico, es la razón por la que se ataca al euro desde un lado, mientras que la defensa es vacilante y timorata, desde el otro.

La situación actual de la economía es el resultado de las decisiones políticas del pasado, que no se respondieron en su momento, porque las prioridades eran la contención del comunismo, y con ello me estoy refiriendo a la decisión unilateral de los USA de abandonar el patrón oro para mantener la masa de dolares en circulación como moneda mundial, disparando la inflacción, ante la adquiesencia del resto de la burguesía mundial que veía en la burguesía yanki, al lider al que seguir, porque era eso o la revolución.

Lo que la izquierda no entiende es que hay que perder la correción política para encontrar una respuesta a la economía al servicio de los capitaistas, y encontrar esa respuesta es romper el discurso de los mercados respecto a la deuda soberana porque las deudas adquiridas por las sociedades, cuyos gobiernos permiten la fuga de tributo de los ricos hacia los paraísos fiscales, tiene el decidido propósito de empobrecer a las sociedades para mantener el predominio de una clase, porque somos su propiedad privada, la que les garantiza el paraíso en la tierra a ellos y el infierno a nosotros, y, o este discurso se rompe proponiendo políticas que exijan la condonación universal de la deuda, por que la deuda es el chantaje a la humanidad; un reparto más justo de las rentas exigiendo una moneda única para todo el mundo, persiguiendo la erradicación de los paraísos fiscales, y la revisión del conjuntos de las instituciones internacionales, más acorde a la correlación de fuerzas en donde el peso de las sociedades esté más representado, o la izquierda y sus jefes, economistas o no, seguirán perorando académicamente sobre el sexo de los ángeles, porque para dirigir a una ciudadanía necesitada de propuestas y políticas tendentes a mejorar las condiciones de una vida cotidiana, cada vez más axfisiante, no valen; porque tienen que entender que la globalización significa que no hay posibilidades de hacer políticas nacionales, cuando todos los instrumentos que marcan la política nacional, se imponen en foros internacionales, sin que las sociedades tengan capacidad de hacerse oir, por eso enclautrarse en la política nacional es un error del que la izquierda, internacionalista que fué desde el comienzo, ha de tener la osadía de pensar más allá del discurso que le viene bien a la derecha.

24/04/2011 jmrmesas


jueves, 21 de abril de 2011

R E L E V O



Zapatero no se presentará en las próximas elecciones a primer ministro de su majestad, y con esto se abre la carrera en el psoe para encontrar el relevo que compita con el pp al cargo del feo papel de castigar aún más al sufrido ciudadano-trabajador, porque se tratará de eso, un castigo, en el que Zapatero, fustigado por los “mercados” tomará las medidas que les garantice que lo que nos han robado, además, habremos de “pagarlo”, por las buenas o por las malas, y una vez hecho esto, es decir, después de proponer las leyes que nos harán más dura y difícil la subsistencia, el relevo que le sustituya sea del psoe o sea del pp, tendrá que aplicarlas, y aunque es posible que el pp tenga menos escrúpulos a la hora de aplicarlas, tanto uno como otro no tienen solución para un problema cuyo planteamiento escapa de los estrechos límites del marco nacional para entrar dentro de las políticas globales que sí son patrimonio de los mercados, a los que no quieren enfrentarse.

Existe un tercero en discordia, izquierda unida, pero, lastimosamente ellos tampoco tienen una política que pueda ilusionar a la ciudadanía porque en su afán de exhibir corrección y moderación, tampoco proponen nada que se salga del patrón nacional, y esta falta de perspectiva lastra la formación de la consciencia global de una ciudadanía en manos de una caterva de políticos ineptos, incapaces, o peor aún, en connivencia con los mercados, y esto, que sí puedo entenderlo desde las filas de la derecha, no lo entiendo de la misma manera desde las filas de la izquierda, sea la socialdemocracia, o sea desde la filas de los resto del naufragio de los partidos comunistas, porque si la derecha se aferra a unos modos que no quiere cambiar porque entonces todo su mundo se caería estrepitosamente, la izquierda no puede a hacer lo mismo porque no tiene mundo al que acogerse, ya que no existe nada material, y quiero recordar que, material quiere decir, que las ideas que sustentaban la ensoñación del “socialismo realmente existente” o, del “comunismo en un solo país” se fue por el desagüe a la cloaca, sin que se hallan extraído las lecciones que nos permitan asimilar y entender que es lo que está pasando, y esto ocurre en toda Europa, en determinados ambientes de Estados Unidos y en un variado mosaico de países en donde arraigaron las ideas de cambiar el mundo sin intentar comprender los ritmos y los tiempos.

El mundo está cambiando aceleradamente, pero esos cambios no los percibe la sociedad porque hay toda una industria de propagadores, defensores y cantores de las “bondades y maravillas” del sistema capitalista, sin que nadie discuta los múltiples agujeros de un sistema que ha dejado de ser útil para el conjunto humano -fue útil para la humanidad solo mientras se desarrollaban los medios materiales- pero ya no lo es porque sirve en exclusividad a un puñado de atracadores millonarios ocultos tras el anodino apelativo de “los mercados”, y para que esto cambie, desde algún lugar de la sociedad debe de surgir la idea y la fuerza necesaria para cambiar el estado de cosas.

Puedo comprender, que las cosas tal como yo las veo, pueden ser muy personalmente entendida, y que la marcha del mundo ni va ni tiene que ir por donde yo creo que van, ni tienen que ir por donde yo creo que irán, y mis reflexiones sean pura especulación sin sentido, más el caso es que, al parecer, mis interpretaciones no parecen ir en dirección equivocada; las movilizaciones árabes, nubladas por el humo de la intervención en Libia, adquieren la dimensión épica de las precedentes de Túnez y Egipto en el enclave de Siria, donde las manifestaciones no cesan pese al terrible saldo de vidas, y a la retorcida política de Bashir al Assad, y es así, porque la necesidad de vivir los cambios y sentirse dueños de sus destino es el alimento espiritual e ideológico que recorre estos países, pero esa señal es algo más que la necesidad de sentirse iguales a nosotros, esa señal es la expresión de que los criterios que hemos heredados de épocas pretéritas, tienen que cambiar en todo el orbe para acoger un nuevo modo de vida, cuyos parámetros estén fundamentados y recorridos por el interés social y no por el interés de una minoría de plutócratas, que se creen los dueños del mundo, con derecho a imponernos un modo de vida subordinado a sus intereses egoístas y mezquinos.

No creo que nuestras condiciones de vida sean mucho mejores que las de los ciudadanos que están demandando cambios en el norte de África y en el medio oriente, sino que lo que nos diferencia de ellos es esa necesidad de querer cambiar un aspecto de sus sociedades, eso que ellos demandan respecto a las libertades “formales” y sentido como una necesidad vital para articular su modo de vida, nuestras sociedades no lo perciben respecto de organizar una economía que tengan en cuenta las necesidades de las sociedades “postindustriales”, porque este aspecto del cambio, no es un cambio cosmético, sino un cambio que afecta a la raíz del modo de producción, que afecta a toda la estructura de la sociedad capitalista y cuyas consecuencias serían globales, y en este campo nadie se arriesga a pronosticar, y menos, proponer, políticas que vayan a la raíz de la causa que no es otra que atacar la propiedad privada, que un puñado de ricos tienen para controlar los destinos de pueblos y países, como es el caso de imponer las centrales nucleares, o jugar con la agricultura para mantener la industria del automóvil, transformando los cereales en combustibles; hay multitud de ejemplos de los que estos dos, forman parte, pero nadie quiere aventurarse por estos vericuetos, porque seria perder las formas de hacer lo políticamente correcto.

El caso es que izquierda unida, en España, como otros partidos de izquierdas en Francia, Alemania, Italia, o Reino Unido, pongo por caso no serían capaces de proponer nunca un gobierno europeo y presentar en toda Europa, en la próximas elecciones al parlamento europeo un programa que recogiera las claves de una política común en la que la ciudadanía europea se reconociera, y pretenden presentar soluciones nacionales a problemas que son de raíz y estructura global, mundial, internacional; la extrema derecha reconoce implícitamente su contenido en el hecho de negarlo, oponiendose a las consecuencias que las decisiones que imponen los mercados, aunque el coste político de un gobierno europeo lo padecen en negativo Portugal, Grecia, Irlanda, España, y hace méritos Islandia, todo ello, sin ninguna de las ventajas de un gobierno común, responsable ante la ciudadanía.

El ataque al euro desatado por los mercados, no es una simple maniobra económica destinada a engordar las cuentas ocultas en los santuarios financieros llamados paraísos fiscales, en una política de alcance destinada a quebrar el cauteloso y tímido intento de los burgueses europeos de construir una entidad política en la que garantizarse un mercado europeo, pero si las cautelosas decisiones tenían cabida en un entorno sin convulsiones descontroladas, en el actual momento político, las cautelas no valen más que para envalentonar las maniobras financieras y a la extrema derecha, porque ese ataque encierra el temor a que, efectivamente, se puedan dar los pasos precisos para la construcción de una administración política estatal centralizada, y eso es percibido por los mercados como una amenaza que socavaría el predominio del modo de producción mercantil, toda vez, que un estado europeo centralizado terminaría por escapar del control de los burgueses para ser controlado por una ciudadanía que terminaría planteándose el sentido de una economía que solo sirve a un puñado de plutócratas.

Somos rehenes ideológicos de una serie de argumentos manipulados en interés del puñado de millonarios que manejan los hilos de la economía para su propio beneficio, porque el discurso de la deuda soberana es una patraña para mantenernos sometidos a unos dictados sumamente dúctiles, que según quienes, el dato “objetivo” es vital o es prescindible, pues la deuda USA está en el cien por cien de su PIB, y todavía se estima que llegará al 110% en unos cuatro o cinco años; ya en 2010 rondaba el 90 %, y las agencias de calificación, ignoraban el problema pues la primera economía mundial, aún puede emitir papel moneda, sin ningún respaldo, porque lo que hay tras ello, no es que funcione la economía sino que el modo de producción capitalista no se cuestione, y esto es lo que hay que discutir, pues va en ello la vida de casi la mitad de la humanidad, y si para garantizar el derecho a vivir hay que tocar la deuda, habrá de exigir la condonación global de la deuda, como de igual modo, exigir la erradicación de los paraísos fiscales, santuarios del terrorismo político financiero, consentido y amparado por la “gobernanza mundial”, la imposición de un sistema monetario con una única moneda, la revisión profunda y sobre nuevas bases más justas de los organismos internacionales, desde la ONU, al FMI, y todo lo que no sea esto, es vender humo a la ciudadanía, manteniéndola en la inopía, y esto, tenemos derecho a exigirlo, porque pagamos impuestos, los ricos no pagan, y si los “mercados” se empeñan en empobrecernos, tal vez haya que elegir la plaza de tahrir y ocuparla hasta imponer una economía al servicio de la sociedad y no que esta este al servicio de los mercados.

21/04/2011                                                     jmrmesas

jueves, 14 de abril de 2011

EUROPA DEBE INVENTAR LA PLAZA TAHRIR



*Condonar las deudas soberanas
*Reorganizar el sistema monetario introduciendo una moneda única global
*Erradicar los paraísos fiscales
*Restituir el dinero oculto en los santuarios fianciero a la sociedad incorporandolo a la produccion
*Reorganizar las instituciones financieras internacionales
¿Qué pasaria si desde una organización de izquierda, fuera esta un partido, o sindicato, o cualquier otra con capacidad para llegar a amplias capas sociales planteara esta propuesta de programa?

Probablemente no dejaría indiferente a nadie, pues desde todos los ámbitos surgirían opiniones que contribuirían a establecer un necesario debate acerca del enfoque de la economía, que no es solo cosa de expertos y "mercados" sino que, el otro factor económico, la fuerza de trabajo tambien podría, legítimamente, expresar sus ambiciones y necesidades, pues no se puede olvidar que además son los creadores de riqueza que cotizan a los fiscos nacionales, mientras los banqueros, grandes empresarios y grandes fortunas, evaden su contribución con argucias legales y el beneplácito de los gobiernos nacionales.

Que las cosas relacionadas con la economía, de modo formal, estan en trance de cambiar dan testimonio, detalles, que por si solos pierden relieve y pasan desapercibidos, pero mirados en conjunto expresan convinción, desde las esferas del poder, de la imposibilidad de seguir por los caminos ya abiertos sin hacer modificaciones conducirían a respuestas sociales imprevisibles, de ahí que el FMI trate de encauzar medidas cuyo norte no sea, exclusivamente, la robustez de la economía USA; de igual modo, las alarmas al continuado endeudamiento de esa misma economía cuyo montante está próximo a alcanzar el cien por cien del PIB es otro dato para uso expertos, aunque aún no es el centro del foco; otro dato es el control que empezará a llevar el banco de España de los sueldos millonarios de la banca, o el control para evitar la lucha por captar depósitos a costa de elevar la rentabilidad, es decir, existe una consciencia de la necesidad de regular la economía, que por el momento no rebasa el ámbito de los muy entendidos, y por supuesto de los gobiernos, que muy a su pesar, toman tímidas medidas, mientras las endurecen contra la ciudadanía, pero ya no es posible negar que es necesario ese control, que tendrá que ir a más.

La atonía de la respuesta mundial, dada hasta aquí, a la expropiación que los ricos, banqueros y grandes empresarios llevan contra la ciudadanía de todos los países pero particularmente, de los ciudadanos-trabajadores europeos, seguidos muy de cerca por los estadounidenses, es la señal evidente de que no es posible esperar ninguna medida que mitigue los sufrimientos, por parte de las instituciones y organizaciones políticas, que en las proximas convocatorias electorales, sean estas nacionales o supranacionales -europeas sin ir más lejos- tendran lugar en los próximos meses, pues no se atisba ninguna reacción que cuestione este asalto a las condiciones de vida, de por sí, ya dificiles, de una población duramente castigada por la voracidad de los capitalista, los mercados, dispuestos a conseguir todo, lo cual quiere decir, exigir la privatización, de cada vez más partes del conjunto nacional que pueda reportar negocio.
No es es posible esperar nada de las viejas instituciones políticas oficiales, pues los gobiernos, de derechas o de izquierdas se han aprestado a cumplir con lo que demandan los ricos, sin importar que coste social suponga para la sociedad, porque además es para nuestro propio bien, argumentan, con el descaro más indecente, por lo que empieza a quedar claro, que no serán procesos electorales formales los que torceran el brazo de los mercados, sino que esos procesos han de ser, además, pruebas de fuerza en la que la ciudadanía tendrá que demostrarle a los mercados la voluntad decidida a que las formas de entender, ejercer y aplicar las decisiones económicas tienen que cambiar porque tenemos no solo derecho, sino, además, la fuerza para que la economía se aplique en beneficio de la mayoría social y no de una minoría selecta, porque sin esa prueba de fuerza, los resultados electorales, ya se han torcido, cuando en el caso concreto de España, la política comprometida por un gobierno, el de Zapatero, ha debido de modificarse para tranquilidad de los mercados.

Y la prueba de fuerza no podrá ser solo el resultado electoral, porque como queda dicho, los "mercados" no aceptarían de buen grado la erradicación de los paraísos fiscales, ni aceptarán de buen grado una moneda mundial y mucho menos, que los capitales ocultos en los santuarios financieros se inviertan, pero eso ya lo sabemos y lo hemos comprobado, por eso creo que será necesario la prueba de fuerza, pero esta prueba de fuerza será menos costosa socialmente, si se prepara el debate, si empieza a calar entre la ciudadanía los objetivos por los que hay que movilizarse y luchar, porque siempre nos podemos inventar la plaza de tahrir, pero hay que dejar muy claro quien es para nosotros, proletarios de todos los países, nuestro "mubarak"



                                                                            jmrmesas


14 de abril                                                                                                                                 

lunes, 4 de abril de 2011

L I B I A




                                                                        LIBIA
Desde el primer momento tuve claro que la llamada comunidad internacional, intervendría en Libia para tratar de sacar la mejor tajada posible para cada uno de los participantes en la operación "humanitaria" destinada a impedir que Gadafi continuara en el poder en Libia, pero si para los intervinientes había alguna duda respecto a como llegar a un acuerdo de previo para ejecutar la intervención, de lo que se trataba en los momentos iniciales era de impedir que los ardores revolucionarios prendieran con fuerza y hubo de permitir que Gadafi desangrara al pueblo libio para que la llama revolucionaria se agotara degenerando en una lucha de clanes que robaría protagonismo a las masas y frenarían la exigencias revolucionarias en una zona tan sensible con Argelia y Marruecos, al oeste y Jordania, Siria y Arabia, al este, así pues, una vez conseguido el propósito inicial, la intervención se desarrolla como era previsible que se desarrollaría, y a nadie debería extrañar que así suceda porque de lo contrario el mundo no sería como es.

Y si la comunidad internacional se mueve como era previsible que se movería, mi idea era, y es, aunque cada vez está más oscuro, que la izquierda, fundamentalmente, la izquierda europea se movilizara con criterios diferentes de los que exhiben la socialdemocracia de gobierno, tanto si gobierna como si no, pero la dura y cruda realidad es que la izquierda no tiene ideas con criterios independientes, pues tantos años de antimarxismo han dado como resultado análisis en donde las diferencias de clases desaparecen como si no existieran cuando la realidad es que el mundo, una parte creciente de la población del planeta percibe, no de forma consciente, pero sí de modo entremezclado y difusamente, que somos utilizados para producir beneficio para los ricos sin importar el coste que semejante proceder supone, y aunque estas sean las causas del malestar generalizado, ligar las movilizaciones norteafricanas y árabes con el ataque deliberado de los llamados mercados a las economías europeas, por lo que la Unión Europea supone -aunque no sea esta la intención de la UE- de amenaza para la hegemonía de los Estados Unidos, es un ejercicio de análisis de conjunto, que solo puede hacerse si se persigue utilizar el impulso de las movilizaciones con el deseo de querer variar el curso de los acontecimientos llevándolos a un punto que supongan un nuevo hito desde el que tomar nuevo bríos para romper un modo de producción que ya solo es útil para los millonarios que controlan el poder a través de los gobiernos.

La respuesta de la izquierda es ignorar que mientras en la crisis del sistema, que atraviesa diversas fases, económica destapada por la quiebra bancaria; monetaria, porque Estados Unidos dejó en los setenta del pasado siglo, de respaldar su moneda con el oro; política, porque las sociedades son cada vez más reacias a vivir en la estrechez mientras que los ricos hacen ostentación de sus riquezas; social, porque los viejos patrones de comportamientos se desvalorizan porque nadie se los cree, y a todas ellas tratan, los poderosos, de darles una respuesta global, buscando diversos foros en el que armonizar su dominio para someter a la bestia que no es otra que el resto del mundo, la izquierda se afana inútilmente de buscar la solución país a país, cuando cada vez está más claro la necesidad de encontrar respuestas globales para comportamientos globales pues el sistema de producción es global, y por lo tanto, los logros nacionales en cualquier orden no son otra cosa que efímeras victorias, sin más poder que proporcionar respiro a un modo de producción que ya no vale porque perdió su utilidad social, aunque no de clase para los “mercados”.

Mas de catorce billones de dólares tiene EEUU de deuda, sin que los “marcados” importunen su cuantía con las agencias de calificación jugando al monopole con ella, y no hay periódico, economista, teórico, político, sociólogo que se aventure a pronosticar una salida; esta deuda se incrementa en un promedio diario de 4110.000.000 de dólares sin que nadie quiera verla; nos transfieren su deuda, sin que nadie cuestione su moneda, pero mientras que empezamos a echar cuentas, estamos en la época, de cuanto tendremos que cotizar a hacienda, los “mercados” encontraran el seguro refugio de los paraísos fiscales, esos territorios desde el que se practica el terrorismo político-financiero, sin que se exija la erradicación de tales santuarios; sin que los sindicatos hagan huelga para exigir una reforma fiscal para los poderosos; pero eso sí, en cuatro semanas saldrán a la calle para gritar en el primero de mayo contra el capitalismo, o igual, tampoco gritan.

04/04/2011                                                jmrmesas