jueves, 27 de agosto de 2015

TSIPRAS: ¿NOQUEADO O VENDIDO?





TSIPRAS: ¿NOQUEADO O VENDIDO?


Un mínimo de prudencia me hace suponer lo primero, es decir, Tsipras perdió la oportunidad de haber asestado un golpe de inusitada contundencia a la política del capital financiero internacional que representa la negociación con Bruselas, si tras el no, hubiese forzado a la UE a sacar a Grecia del euro, pero el hecho de aceptar la negociación le ha dejado noqueado, y todavía peor, rompiendo el partido que encarnaba la unidad de la mayoría del pueblo griego, y ahora, como recurso de político con tablas, convoca elecciones para proponerle al pueblo ajo y agua – a joderse y aguantarse –, pero cuanto mejor habría resultado que ese remedio lo propusiese como el coste del pueblo griego por liderar la lucha por levantar Europa contra el dominio del capital financiero mundial, bandera tras la que, presumiblemente, hubieran seguido otros pueblo, entre ellos, el del Estado español.


No creo necesario enumerar que el modo de producción de mercancías – la base material del sistema – sea capaz de generar medidas que beneficien a los pueblos porque todo su arsenal de medidas se resumen en el ejercicio de la especulación con cualquier objeto comercializable, por lo tanto el fondo de la cuestión hay que centrarlo en cómo ayudar a las fuerzas sociales a generar su alternativa, que de ninguna manera puede reducirse a los procesos electorales, vacíos de contenidos de cambios que sean ajenos a la participación social continuada, y esto, tengo que pensar, no parece que sea lo que pase por la cabeza de la izquierda, en general, y mucho menos, por la cabeza de los líderes de Podemos, sin embargo, toda la burguesía europea ha entendido la apuesta de Podemos hermanándose a Syriza, y los populares y Rajoy no dejan de aprovechar el noqueamiento de Tsipras estableciendo la comparanza, algo que los líderes de Podemos refuerzan – Errejon, por ejemplo – al loar la convocatoria de elecciones sin esbozar la crítica, constructiva, por supuesto, a Tsipras–Syriza de transigir entregándole al capitalismo alemán sectores de la producción, prácticamente, por nada.


El hecho de la ausencia de crítica, por parte de Podemos, y el silenciamiento de los que se atreven a esbozarla – Teresa Rodríguez – demuestra que las reivindicaciones que motivaron la puesta en escena de Podemos están madurando aceleradamente ante la posibilidad de acceder a pisar la moqueta de gobernar y, en consecuencia, negociar sin atreverse a plantear el fondo del problema, que es, la expropiación de los trabajadores y la ciudadanía de los recursos que aún conservan, a manos del capital financiero, porque eso sería plantear el problema en unos términos que superan el compromiso de los dirigente de Podemos, así que menos alabar a Tsipras por convocar elecciones a destiempo, que se ha saltado el mandato claro de no negociar, que el pueblo griego le dio, tras el referendum, y sí más explicaciones por entregarse al capitalismo alemán.


Vivimos, en términos políticos, momentos de cambio histórico, entre el viejo modo de producción, agotado en su faceta de generador de progreso para el conjunto de la humanidad, y la agitación económico-socio política de movimientos sociales inconexos porque no hay nadie que asuma la dirección de tales movimientos impulsándolos para que lo que expresan de modo caótico empiece a tomar formas definidas, y eso es así porque los partidos políticos progresistas, generalmente situados en la izquierda han abandonado, en los hechos, la lucha contra la explotación, la lucha por el cambio de sociedad, que eso es la revolución; la revolución no es el simple asalto al poder, la revolución es la transformación de las estructuras sociales para que el pueblo sea, plenamente, fuente de poder y legitimidad, con instrumentos efectivos para tomar decisiones y debatir en función de mayorías organizadas, por eso, los partidos tradicionales del movimiento obrero, al unir su suerte al albur de los procesos electorales han abandonado la lucha contra la explotación, y esta lucha se ha fragmentado en diversos movimientos, desde la domesticación de los sindicatos obreros hasta la proliferación de ongs, pasando por el feminismo y los movimientos de liberación sexual; el abandono de la lucha contra la explotación deja a los luchadores que si quieren impulsar al pueblo trabajador en fuente de poder limitados a unir su lucha a la mera participación electoral, sin querer comprender que la lucha de clases esta unida al objetivo de acabar con la división de los seres humanos, en clases sociales enfrentadas.


La lucha que abandona los objetivos fundamentales se convierte en una pantomima siniestra, porque la lucha contra la explotación está unida a una visión y unos objetivos, que hoy están ligados al futuro, y ese futuro está siendo impedido, obstaculizado por el caducado modo de producción mercantil, por lo tanto transmitir los objetivos y transmitir una cierta visión de la sociedad en la que se quiere vivir es fundamental para dar continuidad a la lucha, más allá de la duración de las campañas de elecciones porque dentro del capitalismo no hay futuro, ya que este, sólidamente estructurado y articulado no tiene la competencia capaz de arrancarle el liderazgo, ya que esa competencia solo puede venir de la clase obrera organizada, dirigiendo al pueblo trabajador.


LAS PÉRDIDAS DE LOS MULTIMILLONARIOS SOLO INDICAN MAYOR CONCENTRACIÓN DEL CAPITAL


Como demuestra la realidad cotidiana, aunque no se quiera ver, las pérdidas de los multimillonarios no repercuten positivamente en los bolsillos de la gente corriente porque si 400 personas más ricas del mundo han perdido 182 mil millones de dólares – 182 000 000 000 $ – esta semana, según el sitio bloomberg.com, ese dinero, ese capital lo habrán ganado otros grupos financieros, significando que tal transferencia forma parte del juego del capital financiero mundial, cuya tendencia es la concentración de la acumulación, por eso la bajada del precio del petróleo, como consecuencia de las maniobras financieras de China, ajustando su moneda, esa bajada no se ha traducido en la misma cuantía, en la ciudadanía porque la solida estructuración del capitalismo organizado en esa red de 147 transnacionales está organizada para evitar que la sana competencia entre los poderosos se traduzca en una malsana preponderancia del incremento de poder para el pueblo, y este tipo de maniobras es el que impide que el pueblo trabajador pueda encontrar futuro dentro del sistema sustentado por el modo de producción mercantil, y este tipo de explicaciones está ausente de la inexistente lucha sindical y de la inexistente lucha idológica, por eso, maniobras como las de Tsipras convocando elecciones, tras haber desobedecido el mandato del pueblo griego de no negociar otro rescate ruinoso significa, mirándolo con cierta consideración, su falta de política y su timidez para denunciar al sistema, siendo pertinente la pregunta ¿acaso espera convertirse en un estadista político?, ¿todo el esfuerzo de años de lucha para hacer lo mismo que sus antecesores? Honestamente creo que este tipo de comportamiento político hunde la moral de los luchadores obreros y es un mazazo en la consciencia de los pueblos, y del pueblo griego, especialmente.Ç


Si Podemos acepta este comportamiento sin crítica habremos de suponerle que su visión de la lucha está destinada a fracasar porque lo que de verdad se necesita es una apuesta clara por acabar con el sistema, y es posible reconocer abiertamente el deseo del pueblo trabajador, de la ciudadanía, de lograr los cambios de forma pacífica, pero quien se atreva a liderar el combate debe de tener claro que el coste será tanto más leve cuanto más claro sean los objetivos y más fuerzas se unan tras ellos, por eso, la el respaldo de Podemos a Tsipras indica que no solo está de acuerdo en la política programática, sino que al no expresar la crítica a la debilidad de Tsipras, se hace responsable de la práctica política coyuntural y tal cosa puede equivocar al pueblo trabajador, por tanto, si un partido pretende educar con su comportamiento al conjunto de la ciudadanía, y no solamente tener palmeros que le jaleen, la actitud de la dirección política de Posemos, yerra.


EL OXIMORÓN DE VARUFAKIS


La acción política que pretenda impulsar cambios políticos profundos tendentes a favorecer al pueblo trabajador debe saber que esa acción política no puede estar condicionada por la época de elecciones, sino que esta etapa de elecciones, solamente va a suponer conocer a los militantes que defenderán en el parlamento las propuestas por las que se luchan día a día, pero teniendo presente que los cambios vendrán de la presión que la lucha sea capaz de movilizar para incrementar la fuerza.


El sistema no es separable de la clase que lo dirige, es decir, el modo de producción de mercancías no es separable de la clase que lo dirige, y si es posible suponer que el modo de producción pudo haber evolucionado de otro modo, de ninguna manera podemos suponer que el sistema desandará el camino recorrido para volver a sendas que pudo haber recorrido pero que no transitó, por lo tanto, que algún dirigente situado en la izquierda internacional, con la sana intención de desfacer entuertos proponga medidas que en su momento no se tomaron, estará equivocado porque la élite internacional que dirige el sistema, lo quiere tal como va, y no desea otro comportamiento, pues esa élite, en esencia, el complejo militar industrial que es el mensajero del miedo del capital financiero internacional que frecuenta lugares donde intercambian sus productos, ideas y concepciones, sabe que cualquier alteración positiva redundará en una pérdida de poder que se transferirá, por la propia dinámica del proceso de interrelaciones, al conjunto de la sociedad, así que si la situación griega pudiera mejorar, porque la UE ayudara a facilitar la vuelta a la moneda nacional – dracma – que era, según creo, el plan B de Varoufakis, la situación no mejoraría especialmente porque el sistema quiere la derrota de la clase obrera, país por país, que es lo que puede ahorrarle una guerra, de efectos imprevisibles, y si esta se llevase a cabo, el manejo de una masa amorfa; la vuelta a las monedas nacionales, que Oskar Lafontaine supone que retomaría la senda de la Europa social es igualmente ilusoria, porque la construcción de la Unión Europea se hizo despreciando la participación de los pueblos de Europa, y la socialdemocracia estaba y está del lado de la burguesía, y en tales condiciones toda la arquitectura institucional se proyectó en función del interés de los mercados, y los mercados, en los estertores de un modo de producción que ha dejado de ser útil al conjunto de la humanidad, quiere una derrota épica de los ciudadanos de los países industrializados, porque al sistema le sobran tres mil quinientos millones de seres humanos, que no son los que agonizan – sobreviven con, a penas, dos dólares al día –, sino los ciudadanos de Europa y la de los países industrializados, con capacidad potencial para organizar una alternativa, por eso, los planes B no sirven porque no pueden rellenar el vacío de poder que significa la falta de fuerza del pueblo trabajador, capaz de imponerlos.


En otros términos, acabar con el modo de producción capitalista significa acabar con el dominio de la clase capitalista, con el capital financiero internacional que esta dirigiendo la producción, las finanzas, dilapidando los recursos humanos y materiales en beneficio de ese uno por ciento mundial, por eso, las medidas tendentes a paliar los efectos devastadores de la actual crisis política, al no plantar cara a las medidas de la burguesía, pierden efectividad, porque no enfrentan su fuerza con la fuerza de la clase obrera, es decir, plantar cara significa poner por delante los objetivos políticos – no pagar las deudas nacionales y la exigencia indeclinables de hacer pagar impuestos progresivos, acabando con los paraíso fiscales – enfrentados a los objetivos políticos de la burguesía tendentes a defender la ganancia, el mercado, su poder frente a la sociedad, lo que quiere decir que está dispuesta a defender su voluntad política de hacer prevalecer el privilegio de la clase capitalista frente al resto de la sociedad.


La falta de decisión de la izquierda para encarar el combate ideológico exigiendo abiertamente modificar la producción, la utilización de los recursos, el control de las finanzas es lo que hace inviable los planes, por muy estudiados que estos sean, porque no se puede poner una vela a Dios y otra al diablo, y esta falta de contundencia ideológica está presente en la izquierda porque está convencida que el sistema capitalista funciona y efectivamente funciona para la élite, para el uno por ciento, pero no para el conjunto de la humanidad, aunque haya recursos suficientes para todos, si el reparto se hiciera con otros criterios, pero si no se esta dispuesto a tocar el núcleo del problema, nunca se llegará a solucionarlo, por eso me parece paradigmático el comportamiento de Varufakis, porque defender la soberanía del pueblo griego, por el que él lucha significa acabar con el sistema, que es quien lo impide, porque ya no desempeña la función que le hizo alternativa al feudalismo, ya que la función de impulsar el desarrollo del conjunto de la humanidad, aunque esta función no sea la que determina la naturaleza del capitalismo, sino un subproducto, está confirmada por los hechos, cuestionada, porque el incremento de la miseria rodeada de lujo y despilfarro de recursos y medios materiales y humanos, resultan obscenamente ofensivos, y Varufakis dice "…pone a la izquierda radical frente a un terrible dilema : ¿deberíamos aprovechar esta profunda crisis capitalista –esas que se dan una vez por siglo— como una oportunidad para promover el desmantelamiento de la Unión Europea, dada la adhesión entusiasta de ésta al credo y a las políticas neoliberales? ¿O deberíamos aceptar que la izquierda no está preparada para un cambio radical, y promover, en cambio, la estabilización del capitalismo europeo? Este trabajo argumenta que, por poco atractiva que pueda sonar esta ultima proposición a los oídos de un pensador radical, el deber histórico de la izquierda, en esta coyuntura particular, es estabilizar el capitalismo."


Cuando yo leí su articulo hice un apunte dando mi opinión, sobre el suyo, y volví a insistir en otra ocasión más porque él tiene el valor de reconocer abiertamente que todo mejoraría, estabilizando el capitalismo, pero como él es un militante y reconocido intelectual, me parece fundamental resaltar la incongruencia de su pensamiento, porque él sí puede entrar en las sutilezas de los argumentos y en lo enmarañado de la práctica política, sin perder de vista los objetivos, y puede reconocer la debilidad de su tesis.


La solidez del capitalismo actual es su increíble articulación funcional en la que, a modo de un selecto club, las reuniones internacionales, oficiales y particulares, y el entramado de las 147 transnacionales les permite una increíble influencia sobre los dirigentes políticos, en las que los diferentes discursos, coinciden en mantener apartado al conjunto de la población mundial, mientras ellos encuentran la solución que mejor les cuadre, y a esta práctica solo podría oponerse la de la propia mayoría social apartada de cualquier tesis por la cobardía política e intelectual de los dirigentes obreros, de los dirigentes de la izquierda, lo que requeriría una política capaz de afirmar con rotundidad la decisión de modificar la estructura productiva y la estructura financiera. En la práctica, esto podría suponer planes que no diferirían de los que se presentan en las negociaciones, de forma rotunda, siempre que se establecieran, como innegociables, el impago de las deudas nacionales, la profundidad de las reformas fiscales progresivas, la erradicación de los paraísos fiscales, y sobre todo, la movilización social, en apoyo de tales exigencias, pues eso es lo que puede entenderse por deconstrucción del modo de producción mercantil, la exigencia de modificar la sociedad, apoyado en la fuerza social, y no en los compadreos de negociaciones, a puerta cerrada, en la que se está ausente del intringulis del debate, porque la fuerza dominante la ejercen los representantes burgueses, los representantes de los mercados, mientras los representantes del pueblo trabajador, asienten porque solo poseen la fuerza de sus razonamientos, porque la fuerza efectiva del pueblo trabajador quedó en la plaza, en el gesto, por eso, la estabilización del capitalismo, que Varufakis cree positiva, o el retorno a caminos que no se transitaron cuando pudieron ser oportunos, son brindis al Sol, por eso, aceptar las explicaciones de Podemos sobre la actitud de Tsipras, no sirven más que para ocultar la carencia de política que sea capaz de decirle al pueblo trabajador que el capitalismo ha acabado su ciclo histórico y hay que buscar nuevas alternativas.


jmrmesas


veintisiete de agosto de dos mil quince

























domingo, 9 de agosto de 2015

DICIENDO



DICIENDO

Sin romper ataduras con el capitalismo no hay futuro. Lo estoy diciendo y sería muy lamentable tener que decir, ya lo había dicho antes, pero si los asesores económicos de Podemos se empeñan en decir que la deuda española es manejable, me parece que estos asesores olvidan, o quieren olvidarse que la deuda de España, como el conjunto de las de Grecia, Francia, Alemania, Japón o la propia deuda de EEUU – 18 156 488 807 846, 63$ –, son partes del sistema financiero internacional y del sistema monetario mundial, ligados al conjunto de países del planeta, incluídos los que están formando el nuevo bloque de los BRICS y que las deudas forman parte del proceso de desarrollo desigual y combinado, y este proceso contiene factores diversos que tienen que ver con otros factores de orden específico que forman el conjunto de elementos que las burguesías nacionales manipulan para poder controlar a las sociedades respectivas, haciendo que los Estados puedan controlar el descontento de la ciudadanía.

Las magnitudes deudoras no pueden crecer indefinidamente sin comprometer al conjunto en su totalidad, pero este proceso no es evidente por sí mismo, y por tanto, la ciudadanía no lo percibe porque permanece ensombrecido por la dificultad que entraña plantearlo, dado que afecta, directamente, a la naturaleza del dominio de la clase capitalista, es decir, al conjunto del capital financiero internacional, que es, de hecho, el dueño del mundo.

Así como el proceso productivo es global, porque la economía, a la escala en la que trabajan las 147 transnacionales ha terminado conectando producción y comercio, a través de continentes, las imbricaciones que ligan a los Estados con la economía, ni son evidentes por sí solas, ni hay interés en manifestar tales relaciones de dependencia, porque esas relaciones de dependencia, ocultas, son las que manipulan los gobiernos para dar apariencia de soberanía – el caso de los portahelicópteros mistral, que Rusia contrató con Francia, y que esta ha tenido que deshacer, a un coste ruinoso por presiones de USA –, ilustra la afirmación, por lo tanto, enrevesar esas relaciones de dependencia es lo que le permite a los gobiernos manipular las emociones nacionales ocultando la dependencia de los grandes magnates, que sin ser elegidos por nadie, dirigen el mundo, a su capricho.

La ciudadanía, está lejos de entender el proceso porque, en principio, tiende a confiar en los dirigentes, y estos, moderan su discurso. Podríamos decir que en los comienzos de los procesos de cambios profundos, y la sociedad industrializada, en términos generales, está atravesando uno de esos procesos de cambio profundo, se producen situaciones en la que la ascendencia de los dirigentes sobre la sociedad hace que estos moderen su discurso, y en este proceso de querer ser uno con la sociedad, esta, en vez de progresar en su comprensión, en la profundidad de los cambios que tienen lugar, fragmenta la masa social, por eso, ha descendido el porcentaje, que las encuestas arrojan respecto al lugar que Podemos obtendría ahora, mientras ha subido el porcentaje del partido popular, porque la gente tiende a pensar que no hay alternativas, y que lo que hay que hacer es depurar al partido popular de corruptos, sin entender que la corrupción forma parte del sistema capitalista.

La corrupción forma parte de las señas de identidad del capitalismo, no importa que país miremos, pues en todos, la corrupción está presente, sin embargo, el hecho de la corrupción en España, resulta tan evidentemente repugnante porque la burguesía española ha gobernado, practicamente, sin el contrapeso de la democracia, y esta se ha dotado, en las sociedades con larga tradición democrática, de controles para reducirla a niveles tolerables, pero la corrupción está en la entrañas del sistema. En la medida que la situación se endurezca se producirá el proceso inverso en el contenido del discurso y los dirigentes empezaran contagiándose de la radicalización de las masas, y si la dirección no tiene política alternativa, sobrevendrá una fase caos, porque previamente, la dirección no puede sacarse de la manga, soluciones que previamente no ha explicado, por eso es importante introducir la dimensión internacional en el discurso político nacional, porque modificar el sistema financiero y el sistema monetario mundial, para dar cabida a las necesidades de las sociedades, requiere un acuerdo internacional, porque los mercados, los multimillonarios dueños del sistema, a los que sobran la mitad de la humanidad, ya tienen su internacional con sus diferentes secciones, la bolsa de valores, sus cumbres, en la que discuten sus enfrentamientos, sus thinktank, etc., mientras que los trabajadores y los pueblos no tienen nada.

Podemos empieza a ocupar la tercera plaza en las quinielas electorales, empieza a ocupar el lugar de izquierda unida, porque sus propuestas moderadas contemplan una larga vida en un sistema obsoleto, al que el viejo Marx ya definió con acierto los fundamentos de su utilidad histórica, el momento en el que el tiempo de trabajo socialmente necesario se vuelve superfluo, y cuanto más tiempo se tarde en trasladar este concepto a la calle, universalizándolo, más difícil será ocupar la primera plaza.

jmrmesas

nueve de agosto de dos mil quince








lunes, 3 de agosto de 2015

EL PUNTO DE INFLEXIÓN Y EL BUEN CONTABLE PIKETTY


EL PUNTO DE INFLEXIÓN Y EL BUEN CONTABLE PIKETTY

PRECISIONES Y COMPROMISO

Punto de inflexión, como todo el mundo sabe, es un concepto de la matemática, en la que al graficar la evolución de una función, es el instante donde cambia el sentido la curvatura pasando de cóncava a convexa o viceversa; si el punto coincide con el origen de coordenadas, su raíz es cero, y cuando lo hace en cualquier cuadrante sus raíces son positivas o negativas. En sentido coloquial viene a significar el momento donde se produce el cambio de contenido, y en este sentido, y en la medida que el capitalismo tiene como objetivo magnificar la ganancia, y que este contenido sigue siendo el adn del capitalismo, tanto del siglo xix, como del siglo xxi, para obtener ganancia, el capitalismo estaba obligado a fabricar objetos útiles – mercancías –, que pudiesen ser consumidas por una mayoría que compondrían el mercado. En este proceso, la burguesía – los fabricantes –, decidiendo magnificar la ganancia pasaron a fabricar mercancías en la que ellos se reservaran el control de la misma – armas de destrucción masiva y especulación financiera productora de dinero desvalorizado –; esto fue un proceso largo y el punto de inflexión se produjo en el momento en que la producción solo beneficia a la clase poseedora, contra la mayoría, es decir, el capitalismo era útil porque en el proceso de obtener ganancia, las fuerzas sociales se desarrollaban impulsando el crecimiento de las fuerzas productivas sociales.

Como decía en mi anterior apunte, los datos son relevantes y como este dato no puedo demostrarlo, grosso modo, tengo que suponerlo entre un periodo de tiempo que iría desde el momento en el que el capital productivo, que fabrica objetos materiales con valor de uso, es el capital dominante y el capital especulativo tendría una función secundaria. En la actualidad, la economía está determinada por la preponderancia del capital especulativo contra el capital industrial. Entre estos dos sucesos, que se puede establecer entre los años setenta del siglo pasado y la actualidad, se ubica el punto de inflexión. Quiere esto decir, que en la actualidad, la economía beneficia, en una medida sin precedentes, a una minoría de riquísimos propietarios, y que, socialmente, el beneficio, para el resto, la mayoría, para la humanidad, es anecdótico.

Un amigo me fustiga, — no tengo muchos amigos, y entre ellos, no hay ninguno que sea incondicional, respecto a mis opiniones políticas, por lo que, cuando nos vemos, me chinchan, llevándome la contraria. Decía que un amigo, que está leyendo el libro del señor Piketty, y que ha prometido pasármelo cuando lo lea, refiere que encuentra cosas en la que coincido con él, así que, picado por la curiosidad trato de buscar elementos de la afirmación de mi amigo y encuentro, en internet una larga entrevista que el editor Fontevecchia le hace Thomas Piketty, asi como otra en la televisión pública argentina.

La entrevista de Fontevecchia me parece suficientemente interesante como para poder hacerme una idea del libro de Piketty, y la primera cosa que aprecio es su cuidado por no incordiar, por mantener una posición profesional, alejada de politiquerías, y esto es una diferencia notable con Marx, que sí tomó posición frente al capital, y en ese sentido, EL CAPITAL – en el siglo xix – me parece mucho más clarividente que el capital, en el siglo xxi – de Piketty, porque Marx, pese a no tener la abundancia de datos, que el de Piketty, dice poseer, si tiene los conceptos claros, que Piketty, en la entrevista, no define, al menos para rebatir el concepto de la duración en el tiempo, del sistema capitalista, la obsolescencia, la durabilidad del invento, o sea, EL CAPITAL de Marx no solo ubica el capital en un momento concreto, sino que lo ubica en relación al modo de producción que lo contiene, cosa que Piketty insiste en definir su libro en relación al presente siglo, confiando en que el modo de producción, aún tiene larga vida.

La equidistancia que él trata de mantener para no ser etiquetado me parece de una afectación irreal, porque es imposible desligar los sucesos económicos de los intereses de clase, la propia entrevista está etiquetada con las palabras poder y honor, y la ciencia carece de honor, o el honor de la ciencia es su poder para demostrar sus predicciones, sin eso, la ciencia no es tal, es magia irreal, por lo tanto, su exquisitez evitando hablar de explotación y crimen, que eso es el distanciamiento de la economía cuando oculta que si r > g el excedente es el resultado del expolio, es siniestro porque, ese rendimiento, cuando el capital productivo era determinante, aún podía tener sentido – ¿de donde salían los beneficios cuando en el siglo xix el Reino Unido y Francia estaban por debajo de la tasa de retornos, porque tenían deficit comercia?, pues del expolio colonial –, pero cuando el capital especulativo ha pasado a ser determinante ¿qué es?: son los ochenta multimillonarios, con una tendencia progresiva a seguir detrayendo dinero para pagar excedentes.

Desligar esta parte, presentando los hechos económicos sin el entramado de la ideología que glorifica el dominio, el poder, el afán de imponer normas y modelos, porque la imposición va a beneficiar a una élite, cuyas clases dominante, en el proceso histórico, se copian unas a otra en el oficio de mandar, de disponer, de decidir, es dibujar un cuadro mágico, sin relación con el sufrimiento humano. Desligar el dolor, el sufrimiento, la miseria, el espantoso derroche de trabajo humano, que decía Marx, que sí empatizaba con los débiles, se parece mucho al fascismo, aunque, él, Piketty, no lo sea, ni crea que al separar la ciencias sociales del dolor, se acerque al fascismo, pero la realidad es, exactamente, esa; cuando se puede pasar por encima del sufrimiento porque los objetivos son los que cuentan, hay que preguntarse y preguntarle al poder, ¿a quien beneficia? Porque si ha de beneficiar al conjunto, queremos ver resultados, ahora; queremos que haya una correspondencia, que si los de abajo están escatimados, los de arriba guarden una compostura, y no una exhibición de despilfarro obsceno, porque esa exhibición se hace ante el pueblo, fuente de poder y legitimidad, constantemente, burlado.

El capitalismo, en su desarrollo, tiene un comportamiento que está ligado a una forma de hacer, mercancía, y al igual que ella, política, historia subyacente, y la mercancía abundante, la baratija que se ofrece para el consumo masivo de la gente, con medios de subsistencia limitados, es de usar y tirar. Este proceder es la manera habitual del comportamiento de la burguesía, usando recursos naturales y humanos, como si estos fueran ilimitados, cuando al hacer esto, el obsceno derroche de recursos, que la naturaleza a generado durante milenios, para poder limpiar el aire y el agua, mediante una flora y fauna capaz de reciclar los desperdicios, el capitalismo, al derrochar semejante montaña de recursos, está alterando el patrimonio común, porque puede hacerlo, es decir, contamina, porque no tiene la ética necesaria para respetar el patrimonio común, la naturaleza, y nadie le pedía cuentas.

Semejante comportamiento para con los recursos naturales, eran aplicados a los recursos humanos. Durante los siglos xix y xx, los sucesos económicos estuvieron recorridos por una lucha de clases feroz que atisbaba destellos fugaces de consciencia, produciendo teorías políticas, económicas y ecológicas, que no han tenido el mismo resultado entre las clases en conflicto, pues mientras el comportamiento de la élite dominante ha sido capaz de articular una red mundial que facilita la toma de decisiones de la clase dominante, que controla la situación internacional, la ciudadanía mundial, desarticulada porque todo los factores contribuyen a diferenciar los intereses comunes alentados por un nacionalismo falaz, tantea el camino sin una dirección clara, porque no termina de reconocer que dentro del sistema no hay salidas.

Al terminar la SGM, el bando vencedor tomo buena nota del funcionamiento del fascismo europeo, poniendo especial atención en Alemania. Estados Unidos dio cobijo a un numero indeterminado de científicos nazis en el marco de la operación paperclip, porque era consciente, no solo de la potencialidad de los conocimientos científicos sino también, y esto es un asunto vidrioso, a un cierto comportamiento en la organización de los procesos de producción del trabajo esclavo de los pueblos sometidos por el nazismo, y ese comportamiento despreciativo para con el trabajo humano ha informado la intima convicción que anima el concepto de trabajo, de la burguesía, de la economía, en el proceso de producción, desde entonces, y en este proceso, la creación de los paraísos fiscales no fue excepcional, sino consecuencia lógica, porque los economistas convencidos de la deriva del proceso de producción, sabían que era inevitable un crecimiento, económico y político de la fuerza de trabajo, así, que cuando ese poder empezó a tomar fuerza, la intervención conjunta Thatcher-Reagan puso fin a un proceso que alarmaba a los economistas.

Este complejo proceso es obviado en la entrevista, por el señor Piketty, como si el fracaso de la Unión Soviética, se hubiera debido a una economía mal gestionada, cuando, en realidad era debida a la asfixia de una economía sin proyección.

En la misma respuesta que da al entrevistador sobre los problemas de la economía soviética, la defensa que hace de la propiedad privada como garantía de la libertad, me parece falsa, cuando según Oxfan, un mínimo porcentaje del conjunto humano dispone de propiedad, porque el resto es propiedad hipotecada, controlada, sencillamente es invertir los términos, porque los expropiadores son los mercados, los ochenta multimillonarios cuya riqueza equivale a la mitad de la humanidad más pobre, y me parece importante remachar la diferencia del mercado, en el origen, precisar que cuando las comunicaciones se reducían al telégrafo, el mercado tenía un cierto grado de indeterminación que varió drásticamente, cuando las comunicaciones son en tiempo real, en las que el capital determina el contenido del mercado, y no una población desorganizada e inconexa.

Llegados a este punto, en mi opinión, creo firmemente que el modo de producción de mercancías se ha convertido en un dilapidador de recursos naturales, sociales, humanos; es irrespetuoso con el medio ambiente, consume recursos porque asume que el planeta es suyo, y puede usarlo a capricho, es irrespetuoso con las personas, mercancías abundante, a la que puede despreciar, pues de hecho, media humanidad es sobrante, pero sencibilizados por el horror de los campos de exterminios nazis, estos tres mil quinientos millones de seres humanos, en la práctica, están contenidos es campos de exterminios, que son los países con un grado muy bajo de desarrollo, y precisamente el hecho de ser países soberano, Estados soberanos, permiten que ppuedan agonizar delante de nosotros, siendo ingorados por todos. Esta es la demostración del punto de inflexión, por lo tanto que Piketty hable de crecimiento – en la entrevista –, en tal o cual dígito, sin referir el horror de millones de personas que subsisten en el mundo, es decepcionante, y probablemente, en el libro, tampoco lo haga, pero me va dejando claro, el sentido del texto: el capital tiene futuro, aunque a mí, ese futuro no me guste.

De la entrevista, la conclusión que saco es que el señor Piketty es un buen contable, preocupado por el futuro imperfecto del capital, pero, desde luego, tampoco el lo pretende, un revolucionario, aunque sí podría ser muy importante abordar el problema que plantea respecto a la alternativa al capitalismo. El hecho de plantearse evitar la improvisación, me parece lo más positivo. Leeré su libro tan pronto como pueda, pero El Capital, en el siglo xix, me parece capital.

jmrmesas

tres de agosto de dos mil quince