jueves, 26 de noviembre de 2015

TURQUÍA ¿LA TORPEZA DEL TAHUR?


TURQUÍA
¿LA TORPEZA DEL TAHUR?

Todo el ruido del islamismo yihadista, todo el ruido sobre el Estado Islámico, la sangre derramada en París, Nigeria, Túnez, etc., hubiera colado sin problema si Turquía no hubiese derribado el avión ruso sobre Siria. Al hacerlo, todo el ruido queda amortiguado por el derribo del avión ruso sobre Siria a manos de Turquía porque apunta a intereses más determinantes que no están en manos del Daesh, y este aparece como un señuelo oportuno destinado a conseguir intereses más importantes, pero también, más ocultos y fuera del escenario, en el que se representa esta hecatombe internacional, destinada a velar el objetivo a batir.

Rusia argumenta que su avión no violó el espacio aéreo de Turquía, y la misma OTAN recomienda templanza a Turquía, antes de implicar a los socios aliados. Porque es inaceptable que dos naciones que no están enfrentadas, que no tienen conflicto, la violación accidental del espacio aéreo de cualquiera de ellos, tenga como respuesta, el derribo; una respuesta, claramente beligerante, que los socios atlantistas tienen que respaldar, a regañadientes porque compromete el objetivo fundamental.

El derribo del sukhoi 24 tiene que ser cargado en la cuenta del presidente de Turquía, Erdogan, que, en último término, asume la responsabilidad del derribo, y al hacerlo descubre un doble juego en la medida que su acción inmediata no fue comunicar un incidente desafortunado a Rusia, que hubiese cubierto el expediente, sino una acción consciente, previendo el desencadenamiento de acciones y consecuencias de alcance, mucho mayor que una disputa puntual, por lo que solicitó el respaldo de la Alianza Atlántica; como su decisión ha sido extemporánea, su acción descubre una intención ventajista, respecto a sus aspiraciones sobre Siria ¿cuales? Veamos si es posible descubrirlas.

El fuego amigo no debe hacernos perder de vista que el objetivo de la pugna entre USA, que pierde poder e influencia, y Rusia, que gana poder e influencia, es Europa. Se intentó con Ucrania, pero el tiempo transcurrido no parece haber hecho ganar prestigio y poder a Estados Unidos entre los ucranianos, descontando, como debe ser, a los directos beneficiarios, engolosinados en el saqueo de los presupuestos, y en la medida que Ucrania, y la templanza de Rusia no convertirá a aquella en un factor de discordia en el corazón de Europa, se intenta, de nuevo, con el terrorismo como fondo, pero la precipitación de Turquía ha descubierto la trampa al tirar de la manta, insinuando intereses propios en el asunto.

Europa, al albergar al conjunto social más preparado, previendo la posibilidad de cambios substanciales en los próximos meses vía elecciones, se está intentando acondicionar al pueblo trabajador para sujetar la previsión que los cambios pudiesen tener consecuencias en la relación de fuerzas, y estas acciones apuntan a limitar el terreno a la influencia rusa. Un primer paso descubierto, que ha pasado como un soplo en los medios nacionales, es la intención de Estados Unidos de controlar, mano a mano con los policías españoles los aeropuertos importantes de España; noticia a penas aireada, es decir, debatida, en cuanto a la significación, teniendo en cuenta que los policías propios se encuentran capacitados para una función básica, o tal vez, no es tan básica y requiere otro tipo de policía dependiente de instancias más ignotas, porque, a decir de los expertos estudiosos del terrorismo, desde el 11S, la aparición de documentos y pasaportes en lugares, donde previsiblemente no deberían aparecer, llama la atención.

La precipitación de Turquía abatiendo un avión no hostil revela las intenciones propias de Turquía en la cuestión Siria, no solo por la permeabilidad de su frontera, para los yihadistas, el aprovisionamiento y la flagrante colaboración en la comercialización del petroleo robado al pueblo sirio, sino en la posibilidad de querer forzar la ocupación del territorio sirio por tropas rusa y la previsible respuesta otanista, que rompería la colaboración franco-rusa en la resolución del conflicto, encubriendo intereses en la división de un Estado, el sirio, posibilitando un reconocimiento, de hecho, del Estado Islámico.

jmrmesas

veintiséis de noviembre de dos mil quince

jueves, 19 de noviembre de 2015

TEORIA DEL JUEGO



LA PROVOCACIÓN CON NOMBRE INOFENSIVO,

TEORÍA DEL JUEGO.

EL TERRORISMO ES EL ASPECTO SANGRIENTO DE LA LUCHA DE CLASES

Comenzaré por señalar que no todos los muertos valen igual, ya que en los periódicos de formato digital que suelo mirar, ninguno menciona los muertos del atentado de Nigeria; el estadounidense Business Insider, en su pagina de inicio, el terrorismo, el perpetrado en París, está como una noticia más, y entre las diez cosas importante ahora mismo, una llamada de atención, en su página, el terrorismo de Nigeria no aparece. En Der Spiegel, en su formato digital, Nigeria no está, ni tampoco en Le Monde, donde al final de la página digital, aparece otra marca del terrorismo islamista Boko Haram. En los españoles, tampoco está Nigeria, y como no creo que deba seguir insistiendo, porque solo lo cercano nos inquieta, y esto no es una lección de buenismo, vale más que comprendamos, que evidentemente, Europa está en el punto de mira, y las próximas elecciones, que habrán de tener lugar en España, inquieta a los burgueses europeos y allende el océano, qué ocurrirá en España, en medio de una crisis europea repugnante, que no se mira como tal, sino parcelandola, de tal modo que los Estados puedan seguir siendo fichas en el tablero del mundo.

Cuando aún estaba en activo, había dos compañeros, a los que supongo fallecidos porque el mayor murió cuando yo aún no me había jubilado, y el otro tenía trece años más que yo, que se jugaban el café todos los días a cara o cruz; la regla era sencilla pero tramposa: “si sale cara gano yo, si sale cruz, pierdes tu”. Alguien advirtió al pagante repetidor que siempre perdía porque la regla la ponía el otro y el bueno del perdedor pilló un cabreo monumental, pero a los pocos días, se habían reconciliado aunque cada uno se pagaba su café.
Es posible que este ejemplo un tanto extravagante para introducir el tema de la provocación como causa para poder desarrollar una respuesta favorable para el que lo inicia, no se ajuste por completo a la realidad que quiero describir, porque el desarrollo humorístico y su final amistoso no se corresponde con la teoría del juego que se aplica en el continente europeo pero me parece, el tema, muy pertinente porque, como vengo repitiendo, Europa es el objetivo; no es su industria, sus bancos, sus riquezas; el objetivo del terrorismo, el objetivo de la lucha de clases que se juega en Europa, vertiendo sangre, es su sociedad, sus gentes, su modo de vida que les hace libres, descreídos, divertidos, pero también, críticos, laboriosos y organizados, y esto, como decía en mi anterior apunte, es percibido por los mercados como un peligro latente porque la sociedad industrializada, de forma genérica, pero en Europa, el numeroso conjunto de profesionales que describen las trampas del comportamiento corporativo, está un tanto harta de los modos chupasangres del capitalismo, y se hace necesario para el sistema, en esta fase de su agonía, desarrollar todo el arsenal posible de medidas cautelares, no para garantizar las libertades políticas sino para, cuando menos, entorpecerlas.

La lucha de clases, ahora, empieza a tomar la forma de la represión de las libertades porque, atemorizar al pueblo trabajador requiere poner todas las trabas posible en la medida que los recortes tienen un límite y el proceso se acelera; el mismo día de la matanza de París, podía leer que los bancos españoles, Bankia, entre ellos, habían superado en el tercer trimestre las ganancias del mismo periodo del año anterior, y me dije ¿cuantos políticos en campaña serán capaces de relacionar lucha de clases y terrorismo islamista?; la pregunta permanecerá abierta durante toda la campaña, porque el problema del terrorismo está ligado a la expropiación a que están sometidos los pueblos de Oriente Medio, y mientras sea así, las medidas de urgencia, tomadas en el apresuramiento de la campaña tienen mucho de improvisación, porque el problema del terrorismo reciente ha tardado 14 años en recalar en Europa, tras el abatimiento de las torres gemelas del WTC de Nueva York, y aquí es donde entra en escena la teoría del juego, que no es otra cosa que el refinamiento de la provocación echando mano de los algoritmos matemáticos para desencadenar la respuesta favorable para el que inicia la jugada.

Estos enlaces desvelan los entresijos de tan elaborada estrategia, que, pronostico, no dará resultado si la izquierda europea se da cuenta de lo mucho que el mundo se juega en Europa, si su sociedad que superó las Ordalías, los tribunales de la Santa Inquisición, las quemas de brujas, el fascismo, los campos de exterminio nazis y la burocracia acaparadora soviética se somete a los estados de excepción y recortes de derechos y libertades; y no me estoy refiriendo a la posibilidad de que el islamismo retrógrado se apodere de Europa, un delirio suicida para ellos; de donde sacarán sus sus toyotas, sus kalasnikov, si sus jeques no hacen otra cosa que gastarse el dinero en relojes suizos y coches de lujo siendo incapaces de crear su propia industria, y no estoy despreciando la cultura árabe, y citaré solo un invento no superado, en aquella lejana época medieval en la que echaron raíces en Toledo, relacionado con el llenado de dos estanques cuyo cometido era señalar las horas, durante el día y la noche, así como visualizar el movimiento de las fases lunares*, refiriéndome a Azarquiel, cuyo nombre completo era Ishaq Ibrahim ibnYahya al-Naqqas ibn al-Zarquellu, es decir, la aportación a la cultura universal del pueblo árabe esta fuera de toda duda, pero querer retrotraernos a la época de las cruzadas tiene todo el marchamo del imperialismo, en esta fase agónica de su etapa histórica, donde una sociedad culta pero desconectada de la importancia de la política cotidiana, dirigida por políticos faltos de la grandeza de querer liberar a la humanidad de un sistema, que históricamente está superado, porque los medios de producción en manos de la burguesía no traen más que muerte y destrucción, represión y miseria, tiene que acabar, aquí, en Europa, donde nació, porque organizar la producción de otro modo, con otra visión, es lo que nos puede garantizar paz y estabilidad, a condición de repartir la riqueza, que la sociedad genera, de un modo justo.

Sin esta condición, las medidas cautelares para impedir el terrorismo islámico es tan vacía que toda pretensión de argumentarlo es inútil, porque siempre habrá otro pueblo expropiado y gente que se sienta ofendida de la misma manera que se sienten marginados los pueblos arrancados de su tierra por la rapacidad del capitalismo y la complicidad de la burguesía, en este caso, árabe, dispuesta a considerar a los suyos, perros a los que echar de sus tierras, para que las multinacionales petroleras se enriquezcan.

Construir la nación europea construyendo el intelectual colectivo debería de ser un elemento a valorar por las diferentes sensibilidades democráticas, presentes en Europa, como medio de poner coto a la estrategia del capitalismo, en esta fase agónica de su existencia, ya sin ninguna posibilidad de repartir migajas de la riqueza generada, de lo contrario, esta tercera guerra mundial, en capítulos fáciles de asumir corre el riesgo de tomar mayores proporciones, porque el género humano se ha convertido para el uno por ciento, en el mayor peligro para que la tierra siga siendo su paraíso terrenal, pero para esto, la tarea, la visión, debe se abarcar más allá del próximo periodo de elecciones, porque corremos el riesgo, para el capitalismo rampante de valer lo mismo que los muertos de Nigeria, y humanamente, no valemos más.

jmrmesas

diecinueve de noviembre de dos mil quince





*.-PLANETAS
Eduardo Battaner López
ISBN 84-206-0543-3










martes, 17 de noviembre de 2015

LA TERCERA GUERRA MUNDIAL EN FASCÍCULOS


LA TERCERA GUERRA MUNDIAL EN DOSIS DE BAJO APERCIBIMIENTO

O UNA EXPLICACIÓN DEL TERRORISMO CON EL QUE SE CUBRE

EL SISTEMA EN SU AGONÍA


Europa está en el punto de mira del Estado Islámico, pero sería muy poco práctico mirar a Daesh, y si entender la compleja red de relaciones que asume esta tercera guerra mundial, que en opinión del Papa Francisco, se lleva a cabo con matanzas y destrucciones; opinión que me parece acertada, porque enmascara las hostilidades entre los contendientes, interponiendo entre ellos mafias y terrorismos, que si proliferan – Oriente Medio, Méjico, América del sur –, es por el consentimiento tácito de los poderosos, y así van desarrollándose actualmente los enfrentamientos, por ejércitos incontrolables, asentados en territorios inciertos, pero ahí reside el entendimiento de esta confrontación, ante la que la izquierda se cierra empeñada en hacernos creer que la nación, el Estado nacional es la clave del arco, cuando no son más que fichas en el ajedrez del mundo. En la historia moderna, Francia es una pieza determinante en esta partida mundial porque encarna, como ningún otro Estado los valores democráticos que han formado la Europa moderna – podríamos decir, el mundo actual – al ser la nación en la que se han llevado a cabo los movimientos sociales más audaces, y el paso más audaz, en el terreno presente, cuando está claro que Ucrania no será motivo de confrontación con Rusia, es lograr que los burgueses europeos se impliquen en la defensa del sistema capitalista, más allá de sus propias fronteras.

La desestabilización de Europa (no puede se entender una tercera guerra mundial sin que Europa sea el teatro de operaciones para resolver quien o qué será la condición que determine el problema del Poder capaz de poner fin al controlado descontrol del capitalismo en esta fase agónica de su existencia), se está probando con la llegada de refugiados, que vienen porque una mafia organizada los descarga en Europa, y como eso es insuficiente y lento, se ha perpetrado la matanza de París para condicionar la cumbre del G20 y forzar a la burguesía francesa que decida si se determina a llevar tropas a Siria, con lo que la burguesía monopolista que dirige Estados Unidos interpondría entre ella y Rusia una fuerza militar, digamos, legal, para controlar el rompecabezas de Oriente Medio, es decir, hasta ahora, defender el interés del sistema ha corrido por cuenta de Estados Unidos que ha puesto el dinero y sus soldados, y ahora, de lo que se trata es de que la burguesía europea asuma la parte fundamental en la defensa del sistema capitalista del que extraen la riqueza.

La campaña de Rusia atacando a Daesh tiene la legitimidad que le da intervenir defendiendo al régimen constitucional, y todos los intervinientes contra un gobierno legítimo, en su territorio soberano, que lo atacan militarmente, está fuera de contexto; o sea, atacar a Siria, sin declararle la guerra, es terrorismo, y todas las oposiciones moderadas tienen la misma consideración que el Estado Islámico, por mucho que los jeques que lo apoyan, se incomoden, por mucho que Israel de cobertura humanitaria a Al Nusra, por mucho que Estados Unidos bombardee a ISIS, y falle, tanto en sus objetivos como en la entrega de material a los defensores de Kobani, que siempre lo aprovechan los yihadistas, por lo tanto, aparte de disimular sobre lo que ocurre en Oriente Medio, conviene mirar de frente de que es de lo que se trata.

Se trata que mientras Europa no acate los planes de Estados Unidos y la OTAN, la supervivencia del capital monopolista internacional, del capitalismo, está amenazada por un grupo social (la ciudadanía europea) muy crítico con el funcionamiento depredador de las empresas y bancos que controlan el mundo, con sus formas de operar, que empobrecen al conjunto humano. La abundante cantidad de analistas políticos, economistas, sociólogos, filósofos y profesionales que escriben, informan y desvelan los comportamientos fraudulentos del capitalismo, en los campos de su competencia, suponen un peligro latente para el capitalismo, que tiene eco en esa sociedad expectante que permanece pasiva porque nadie la convoca, pero que ellos, el capitalismo internacional, estructurado estrechamente en sus organizaciones internacionales, saben que todo eso puede tomar la forma de una oposición estructurada si las protestas esporádicas comienzan a señalar las lacras y maneras con el que las empresas transnacionales y la banca, condicionan nuestra existencia cotidiana, y si surgiera una organización que la convocara a organizar el cambio de modelo social, el cambio de modo de producir, de consumir, de vivir, que planteara para qué vale la ciencia, para qué vale la tecnología, para qué vale la cultura, para qué vale la riqueza que ellos generan pero que no les sirve a ellos, a la humanidad, y si a un grupo de riquísimos propietarios del mundo, las cosas podrían torcerse para ese dominio que un grupo reducido de riquísimos propietarios tienen sobre el mundo; de eso se trata, por eso Europa es la clave de arco de la situación internacional, ahora, y no el Estado nacional, destinado a ser, ahora, fichas en el tablero del mundo.
Creer que la matanza de París se puede realizar sin dejar un reguero de pistas supuestas es de una candidez rebuscada, aunque tampoco conviene ser tan simplista como para decir que Obama y Clinton son responsables del Estados Islámico, porque el problema del terrorismo se puede considerar con dos vertientes, la vertiente ejecutora y la vertiente estratégica, y esta es la realmente determinante, teniendo siempre en cuenta que el terrorismo, de cualquier signo, dirige su filo contra los débiles, contra el pueblo, contra el vulgo, nunca contra el poder, nunca contra los poderosos, porque lo que se persigue es mantener al vulgo, al pueblo, en la ignorancia, en la incuria, en la adoración de la magia.

La vertiente estratégica comienza con la destrucción de las torres gemelas del WTC de Nueva York el 11S de 2001, esa destrucción icónica fue el certificado de legalidad que necesitaba el capitalismo para llevar a cabo en el mundo un recorte de derechos y libertades en los países industrializados, y esa onda de represión de libertades y derechos tiene que asentarse en Europa porque una sociedad tan estructurada como la europea no puede ser manipulada fácilmente sin atemorizarla y empobrecerla, por eso, analizar el terrorismo, es fundamental entrar en el complejo mundo de las relaciones que se cuecen en las cumbres oficiales y no oficiales, porque hasta ahora, al terrorismo de Daesh se le ha permitido financiarse con el petroleo robado sin hacer averiguaciones, y está claro que ese tipo de negocios no puede hacerse sin la complicidad de las redes técnicas comerciales reconocidas que distribuyen un combustible que está muy bien documentada su procedencia, y ahí el control de Estados Unidos es de sobra, conocido.

ESTADOS UNIDOS Y RUSIA: DOS CARAS DE LA MONEDA CAPITALISTA

Rusia es comedida porque es consciente de que debe ganarse el respeto de sus socios capitalistas demostrando que es seria y que no va a recurrir a una confrontación bélica, en la que, probablemente, tiene ventaja, porque tal ventaja no le valdría de nada en un mundo reducido a cenizas, y Rusia sabe, que eso lo saben los Estados Unidos, por eso se lo toma con calma, porque el tiempo está de su lado, y en contra del tiempo de Estados Unidos, inmersos en las redes de una próxima crisis económica, que se mantiene porque los tenedores de deuda de Estados Unidos – China, entre otros –, igualmente, una potencia militar, están sujetando el río de dólares para no desbordar un sistema monetario, productor de papel.

Esta es la situación, y en ella ¿qué pinta el proletariado, la clase obrera, sus problemas, sus desahucios, sus puestos de trabajo? NADA, y la izquierda se agarra a contarnos el cuento de la creación de empleo, cuando las fuerzas productivas introducen la mecanización automatizada de la producción, así, por tanto, se trata de esto, de evitar que el núcleo humano más preparado del mundo, la sociedad europea tome consciencia de su poder y se organice para reclamar el control de los medios de producción para darles una utilidad social, para favorecer a la sociedad, y no al mercado, a un grupo de riquísimos propietarios, dueños de bancos y fábricas que deciden como se produce, que se produce, donde se produce, donde se vende y donde ocultan sus fabulosas ganancias producidas por el conjunto social; de eso se trata, de que la sociedad europea se atemorice y deje hacer a un grupo de políticos prudentes que creen que pueden pasar por la lucha de clases como un rayo de sol, a través de un cristal, sin dejar rastro.

En esta compleja trama que estructura la sociedad actual, el mercado es la el conjunto de organizaciones que articulan todo el funcionamiento, y el pueblo trabajador no puede lograr avances significativos porque no tiene una estructura equivalente, una internacional que impulse la construcción de la nación europea, como primer paso capaz de abrir camino hacia una nueva sociedad.

Mientras no exista una articulación intereuropea que organice la lucha por los intereses comunes, todas las posibilidades permanecen abiertas para que los poderosos diriman sus intereses con los nuestros, atacándolos, porque ellos tienen mucho que perder, y sus escuderos, el terrorismo, siempre podrá atacar una sociedad amorfa. Libertad, igualdad, fraternidad, estos lemas de la burguesía revolucionaria, siguen siendo logros dignos de conseguir, aunque ella, la burguesía, ya no es la que los impulsa, pero los pueblos de Europa, sí pueden hacerlo suyos, y la marsellesa siempre evocará la lucha por la revolución, aunque sea el himno de Francia.

jmrmesas

diecisiete de noviembre de dos mil quince







viernes, 6 de noviembre de 2015

EUROPA: CONSTRUIR UNA NUEVA NACIÓN

EUROPA ES SUJETO Y OBJETO

CONSTRUIR UNA NUEVA NACIÓN


Los Estados Unidos se construyeron hace casi dos siglos y medio para liberarse de la ambición y presión de la corona inglesa minimizando las diferencias de las diferentes nacionalidades que poblaron las colonias, y esa tónica se ha reforzado y refuerza constantemente porque los Estados Unidos son una mezcolanza de razas y el blanco, sajón, protestante sabe que el predominio que poseen, en la dirección de la nación que formaron, tiene unos límites, que saben, no pueden traspasar porque podría deshacerse y esa es la razón por la cual, cada crisis les une más, porque es una decisión política, mantenida a consciencia; la burguesía europea, recién acabada la SGM, formó el cartel del carbón y el acero porque aceptaron que Europa no tenía territorio para la competencia y era necesario buscar la colaboración frente al protagonismo adquirido por la recién venida burguesía americana, ganadora de la guerra. Nunca estuvo en el objetivo de los iniciadores de la EFTA y la CECA, crear una nación, y la izquierda no fue capaz de separarse de las concepciones de la burguesía. Esta diferencia es capital para entender que la Unión Europea no sera una nación sin la voluntad de formar esa nación, y la burguesía europea no será quien lo haga, porque su opción es la Unión Europea, tal como es, y formar la nación europea rompe todos los esquemas; es la Izquierda, pequeñoburguesa la que resalta los fallos de la construcción del euro, sin construir una fiscalidad común, ¿acaso piensan que la burguesía es estúpida y no sabían lo que hacían?, lo sabían y lo saben, pero han tenido que ir vistiendo su idea para acomodarla a las circunstancias cambiantes, por eso, cada crisis, desune.

La misma redacción de la constitución europea y la fría acogida popular demuestran que la Unión Europea es el máximo compromiso al que los burgueses europeos son capaces de llegar, y todo lo que se quiera aportar de positivo tendrá que venir de fuera, tendrá que venir de la nueva sociedad que está dispersa porque aún no ha sido llamada a ser la verdadera constructora de una sociedad nueva, igualitaria, equitativa, solidaria, culta, sensible, audaz, una sociedad europea que sería la iniciadora de un cambio, consciente, de época histórica.

Toda la historia de la civilización demuestra que son los poderosos los constructores de naciones y las clases poderosas, y entre ellas ahora, la burguesía dueña del capital financiero mundial, sabe que Europa es el elemento determinante que puede cambiar su estatus, por eso quieren desestabilizar Europa, habiendo iniciado en Ucrania el intento de ruptura, y ahora, ORGANIZANDO la traída de refugiados para forzar el clima de desestabilización, “en medio de una crisis europea repugnante”, porque no es posible considerar que los refugiados vienen espontáneamente, sino que la mafia que organiza la traída está organizada y compinchada, probablemente, por los mismos financiadores de las oposiciones moderadas en Oriente Medio, para fomentar la desunión, el nacionalismo, pequeñoburgués, o el nacionalismo imperial, por eso, en Europa, las crisis desunen, porque la burguesía es una clase acabada, porque su modo de producción, ya no puede ser, para ella misma, y una nueva sociedad debe reclamar para el conjunto humano, los instrumentos de la producción para darles un nuevo contenido, una nueva utilidad.

La burguesía, ni siquiera al comienzo del siglo xx tenía una idea del funcionamiento del mundo porque carecía del conocimiento que la ciencia ha aportado en las décadas finales del siglo xx, y mientras para el conjunto de la sociedad, el mundo "siempre ha sido así" la élite fue apercibiéndose de los cambios y de sus potencialidades, dándose cuenta de su terrible debilidad: una sociedad culta es imposible de manipular, y dirigirla, en pie de igualdad no es posible porque sería consciente de la terrible injusticia del reparto, de ahí, que las políticas públicas sean los recortes, porque hay voluntad política de empobrecer .

CONSTRUIR LA INTERNACIONAL CONSTRUYENDO EUROPA

Dadas las posibilidades, me esfuerzo en tratar de demostrar que dentro del sistema no hay solución posible y las bienintencionadas aportaciones de los economistas que creen que transfiriendo fondos de un lugar para otro sería posible remontar la pobreza creciente, es entender la economía desde una perspectiva mecanicista , que no tiene conexión con la realidad cotidiana, pues bastaría con analizar con un mínimo de atención, los movimientos mundiales, que son, dada la interrelación de las fuerzas productivas, quienes condicionan las políticas de los Estados nacionales, para ver que tales movimientos implican concepciones, psicológicas, culturales, sentimentales, que hacen de los contenidos económicos, bombas de tiempo. Por ejemplo, las propuestas del brillante economista Varoufakis, que podríamos suscribir sin más, son, algo así, como una fantasía; trataré de hacerme entender. Se está destrozando Oriente Medio, machacando las vidas de millones de seres humanos, alimentando un grupo terrorista – Estado Islámico –, porque es la manera de hacer una guerra no declarada, con tropas incontrolables desalojando territorios para transferir masas de refugiados a Europa (estimándose, en pocas semanas su número rondará los tres millones), y eso, unido a la practica política de imponer recortes, hace inviable las propuestas de señor Varoufakis, si además tenemos en cuenta que en el plazo de la última década, se han incrementado el número de robot industriales en un 72%, el llenar Europa de refugiados, necesariamente se transforma en un proceso desestabilizador, ante el que se cierran los ojos, dejando las propuestas, que podríamos suscribir, a corto, medio y largo plazo, que expone, tan notable profesional, vaciás de contenido porque fueron pensadas para una situación pasada.

Europa seguirá desunida y desuniéndose porque la burguesía es una clase superada por la historia, sin embargo, su comportamiento demuestra la necesidad de centralizar las decisiones, al menos, en el terreno que le asegura su dominio como clase; todo el empeño de Bruselas en querer hacernos tragar el TTIP yanki, no se debe a una sumisión incondicional de la burguesía monopolista europea, sino que en último término es el reconocimiento de la necesidad de supeditar a la sociedad a las que explota al arbitrio de un gobierno internacional, mundial, para los asuntos de la economía. Las crisis que fomentan la desunión europea es una práctica cultivada, de la misma manera que las crisis en los Estados Unidos de América es una decisión política cultivada desde Washington D.C. para mantener un núcleo de poder nacional.

Europa no mejorará por una adquisición graciosa de políticas públicas sino porque la ciudadanía europea, el pueblo trabajador sea llamado a construir una nueva nación, hecha por sus pueblos, superando el sentimiento nacional del lugar de nacimiento, y si eso se pudo hacer en América del norte, eso se puede hacer en Europa, si la clase trabajadora se convence de que estará haciendo su patria común, hecha por ellos, a su medida, y no arrastrando la herencia de una aristocracia y una burguesía que utilizan la patria para encadenar las vidas de los más desfavorecidos, al carro de los mercados, el núcleo de los multimillonarios, que cada vez concentran más la riqueza, producida por el conjunto global.

La historia ha formado y moldeado en el continente europeo una sociedad muy acompasada, igualitaria, culta y preparada, que se mantiene compartimentada en las cárceles de los Estados nacionales porque la burguesía no se ve capaz de formar una nación con un gobierno común; le viene bien la estructura de la Unión Europea porque aparenta independencia nacional, pero se mire por donde se mire, el mundo está formado a la escala que impuso la burguesía dominante estadounidense desde el final de la SGM, y Europa es su mayor logro, por eso, si el pueblo trabajador quiere mejorar, debe saber que no es posible tal cosa sin desmontar un sistema que ya solo beneficia al uno por ciento del mundo, y la izquierda, empezando en Europa tiene que llamar a construir un mundo nuevo, construyendo la Europa plebeya, proletaria, rompiendo con las ataduras que la unen a un pasado, que es el pasado de todas las clases dominantes que han transitado por la historia del mundo.
Es la tarea por la que tiene que optar y apostar la izquierda, si quiere deshacer sus lazos con la burguesía a la que se encadenó al comienzo del siglo xx, votando los créditos de guerra, si quiere recuperar el discurso de la construcción del socialismo, del mundo, como patria común del género humano, y eso es perfectamente posible, porque hoy construir una Europa plebeya, una Europa proletaria, una Europa para el vulgo, es una tarea perfectamente asumible, pues el vulgo, el proletariado es el que hace la riqueza, el que hace literatura, arte, filosofía, el que hace tecnología, el que hace ciencia, y para eso, es necesario construir el intelectual colectivo, la internacional capaz de iniciar la lucha para convertir Europa en la adelantada de un nuevo mundo, una nueva sociedad haciendo, inventando un nuevo modo de producción, marcándole el terreno a la burguesía y a su modo de producción, depredador, destructor, agresivo, explotador.

Si la izquierda europea no entiende que tiene romper con los modos burgueses de hacer política construyéndose como un poder frente a la burguesía, única manera de dialogar de tu a tu, asumiendo parcelas de poder, para el pueblo trabajador, haciendo partícipe al conjunto de la sociedad en la toma de decisiones, que cada vez serán más complejas, su tarea no pasará de ser simples funcionarios a las órdenes de los poderes financieros camuflados en los entresijos de las instituciones públicas y omnímodos déspotas, en sus instituciones económicas.

Es cierto que un importante handicap en la formación de una Europa plebeya como nación de naciones tiene un obstáculo difícil para transmitir sus mensajes que es el idioma. Es evidente que a corto plazo el problema no será resoluble, y que exigirá voluntad de entendimiento entre los dirigentes capaces de iniciar la tarea, pero mirándolo en perspectiva podemos saber que durante la edad media, la lengua que hacia posible la comunicación en Europa era el latín, y puesto que el latín y el griego ha tenido un importante papel en la formación de la ciencia, podrían ser lenguas comunes, sin necesidad de que las naciones que componen Europa se sintieran marginadas.

jmrmesas

seis de noviembre de dos mil quince