domingo, 22 de enero de 2017

LOS OCHO MAGNIFICOS


LOS OCHO MAGNIFICOS
O
LA PERVERSION DE UN SISTEMA

LA INVESTIDURA DE TRUMP ¿EL COMIENZO DE UNA NUEVA ERA?

Si hubiesen sido siete se podría dar lugar a la confusión con la película del Oeste, Los siete magníficos de Sturges, o tal vez con Los siete samurais de Kurosawa, pero al ser ocho, no ha lugar a la confusión ya que me quiero referir a los ocho multimillonarios que, según Oxfan,en Davos, tienen tanto dinero como tres mil seiscientos millones de las personas más pobres.

El dato refrenda la tesis de la tendencia del capital financiero a la acumulación y concentración del dinero, y con el dinero, influencias, persuasión,poder. El dato es revelador, relevante, demoledor y terriblemente repugnante al mostrar la injusticia sin ningún atisbo de pudor, propósito de corrección ni de valor para la discrepancia de los políticos, los nuestros, para denunciar esa perversión; por supuesto, la prensa airea el dato, el tiempo justo en la que es, ineludiblemente, noticia, y luego, a otra cosa.

Los ocho multimillonarios, en el que en orden de acumulación, el segundo lugar lo ocupa un compatriota, el señor Ortega, Amancio Ortega, de Zara-inditex, así como la naturaleza de los multimillonarios, cuatro de ellos ligados a la tecnología con base en internet – Microsoft, Facebook, Oracle y Amazon – y solo los otros cuatro, con empresas como textil, moda, medios de comunicación, seguros, me plantea preguntas, pues los ligados a la red – internet – tienen un origen, diré, reciente, y los otros cuatro, entre los que está el español, Ortega, no me parecen el tipo de empresas, salvo las ligadas a la red, recientes pero sin el tiempo suficiente para haber marcado el terreno de la organización del sistema (otra cosa es el rol que empiezan a jugar la informática en la producción y los negocios), hace preguntarme, ¿son los grandes banqueros, que sí tienen poder e influencias, más pobres, o más listos?, porque el modo de producción mercantil está marcado por esa alianza de la banca y la industria, el capital financiero, que parece estar en contradicción, últimamente, como revela la tensión en Estados Unidos, a tenor de las recientes elecciones, en la que ha sido investido presidente un multimillonario desvinculado de la industria pesada, base de la industria militar.

Pero esta reflexión no agota otras preguntas más, políticas, menos teórica, pero no menos importante, porque son ellas, ese tipo de preguntas las que se evitan en los medios y en los cenáculos políticos, porque pondrían al descubierto la perversión del sistema, por eso está mal visto que Oxfan incordie, desde que sustituyó a la ONU cuando esta varió la presentación de sus informes cambiando ese dato por el más digerible indice de desarrollo humano que sirve lo mismo para un roto, que para un descosido, es decir, camufla el expolio, la expropiación del pueblo trabajador, de la que son cómplices necesarios, los Estados y sus camarillas políticas, incluidas las leales oposiciones, sin las cuales, en los diferentes Estados soberanos saltaría el engaño, la perversión, que al hacerme la reflexión, aparece con claridad, desde los muertos del Yak 42, a las subidas, tres veces, en tres días, del precio de la electricidad; la exportación de electricidad a Europa, más barata que en España, porque así se obtiene beneficio.
Esta acumulación y concentración, nucleada en estos ocho multimillonarios, ¿tendrá algo que ver con la guerra no declarada a Oriente Medio? ¿Tendrá algo que ver con las subidas de la luz tres veces, en tres días? ¿Habrá alguna relación entre los ahogados en el Mediterráneo cuando huyen de sus países porque los matan y no tienen futuro?, porque a mí me parece, que sí, que hay una relación. Tal acumulación y concentración de dinero sería imposible sin una red estructural, a escala globalizada que permiten los negocios libres de impuestos, con el silencio cómplice de Estados, gobiernos, medios y oposición. ¿Se atrevería Unidos Podemos a plantear en la Cámara esta cuestión?

Si Unidos Podemos hiciese esa pregunta en sede parlamentaria tendría la virtud de sacar el dato repugnante de la distribución de la riqueza del aséptico foro de Davos y plantarlo en medio de la política real, sin posibilidad , a partir de ahí, de eludir el tema, un tema que está en la raíz de los problemas cotidianos de la gente corriente, que a pesar de lo que dice la BBC, la gente común y corriente sí aporta, sino, ¿de donde iban a sacar el dinero?, ¿la riqueza? Es el pueblo trabajador el que genera beneficios porque se trabaja para una sociedad, a la que se empobrece, por eso, si se hiciera esa pregunta en el parlamento, sería referencia para todo el orbe. Tendría alcance global, ámbito internacional, convirtiéndose en referencia estratégica. Unidos Podemos tiene militantes y dirigentes capaces, formados, cultos y con acceso a datos oficiales que les da el ser parlamentarios, representantes electos, teniendo la virtud de aclarar mucho el próximo debate, que tendrá lugar en Vista Alegre. Si eludieran el reto, la gente no les tomará en serio, al considerarles más de lo mismo.

¿SERIA POSIBLE UNA GUERRA CIVIL EN ESTADOS UNIDOS?

Estados Unidos ha animado muchos golpes de Estado fuera de su territorio. Analistas documentados han referido que el 11S de 2001 hubo un golpe de Estado encubierto durante el tiempo en que Bush estuvo transportado de la escuela en la que había ido de visita en Florida, y el reciente golpe de Estado turco, contra Erdogan, tuvo detrás la inteligencia de un general estadounidense, de cuatro estrellas, retirado del servicio, es decir, jubilado, extremo este, muy obscuro, pero, dentro de Estados Unidos, el ejercito no tiene tradición golpista; allí, en la sede del capitalismo global, manda la burguesía que forma el complejo militar industrial. ¿Por qué esta digresión?

Lo que ocurra en un gran país, y Estados Unidos, lo es, tiene importancia global y conviene prestarle atención porque esa potencia es además, la que lidera a la burguesía, en su conjunto, que a pesar de las diferencias entre las diferentes burguesías, esta es referencia obligada, teniendo en cuenta, a mayor abundancia, que la estructura internacional surgida de la guerra mundial, tiene el sello bien visible de sus decisiones, que fueron aceptadas de grado o por fuerza, y que siguen vigentes, así que las tensiones internas que empiezan a revelarse a raíz de la elección del multimillonario señor Trump, ya 45º presidente de Estados Unidos requiere la atención necesaria para conjeturar las posibles opciones; desde luego, con una buena información, el perfil sería mucho más nítido, pero ese no es mi caso, ya que mi única opción es la red.

Es necesario empezar poniendo de manifiesto la hostilidad que el personaje se ha granjeado dentro de los mismísimos Estados Unidos, y es muy sintomático el despego que suscita en amplias capas de la ciudadanía, pero lo más relevante es la observación de una tensión política en la propia élite del capitalismo. Caractericé la política de Trump de pequeñoburguesa, no obstante ser él un gran burgués, un multimillonario, pero su política, rompe con la solidez de la élite capitalista, en la medida, que otros burgueses desaprueban sus acciones, al romper la dinámica que la administración, en los sucesivos relevos presidenciales a la cabeza del Estado habían, aceptado sin ruido, los cambios de los partidos. Un Estado como los USA, tiene una inercia que no puede variarse de buenas a primera porque la maquinaria presenta resistencia y la previsible ruptura de tratados, que deberíamos suponer – TTP/NAFTA/TTIP – no son caprichos de un presidente, por ejemplo, Obama, sino expresión de los intereses de la clase capitalista estadounidense, que recoge su vitalidad expansiva, no como pueblo, sino como clase que quiere expandir su mercado, un mercado mundial, sujeto a sus leyes y reglas. Esta ruptura es la que causa las tensiones y la que manifiesta las contradicciones de la política expresada en su discurso de investidura, que resaltan los propios medios estadounidenses.

Su desacuerdo al criticar el dinero invertido en el proyecto de Lockheed-Martin es un desacuerdo con el sector industrial que la burguesía industrial estadounidense tiene que maridar, necesariamente, con el capital bancario nacional, ya que ese producto industrial, esa mercancía, el caza furtivo, y otro productos semejantes, no puede ser fabricado más que dentro del marco nacional estadounidense, por eso, su decisión revela falta de entendimiento de la necesidad expansiva de la propia burguesía estadounidense.

Su visita a la sede de la CIA, la Agencia, es otro escollo no pequeño que tiene en su carrera de los próximos años, ya que los espías, la inteligencia ( destruir después de leer, otra película, sarcástica ), no confiarán en un presidente que desconfía de ellos, complicando el necesario entendimiento. Sin duda, Trump es un hombre inteligente, no podría ser de otro modo, el hombre que tiene en su cartera el armagedón, y a un ex general de cuatro estrellas, al mando de las fuerzas armadas, al que le gustan las peleas, no puede ser muy descuidado pero ese hombre, Trump, no tiene las simpatías de una gran parte de sus conciudadanos, desde luego, las mujeres no lo aprueban al convocar, en un pis pas, una manifestación al día siguiente de su investidura que a decir de la prensa, nunca ante se vio en Washington una manifestación política más numerosa, 500 000 mujeres, la mayoría tocadas con un gorrito pussy, que no significa precisamente, gatito – miren el dicionario –. Otra parte, el mundo del cine le es desafecto y los abogados han prometido asistir gratis a los manifestantes en discrepancia, detenidos, y además, el comercio minorista ha acordado un boicot a las empresas de Trump y familiares.

Pero es en el discurso de investidura donde el electo presidente, muestra las contradicciones más obvias; no negaré que las intenciones puedan ser limpias y sinceras pero no se puede decir al pueblo que que quieres devolverles el poder, cuando se toman medidas para que los bancos campen a sus anchas y que suponen un regalo de 25 mil millones de dólares para los poderosos, si además lo haces creyéndote el héroe liberador, Batman, pero empleas el lenguaje del villano malvado, Bane, porque eso dice mucho de las inquietudes de donde recibe el nutriente espiritual el hombre más poderoso del mundo. Tal vez, por aquí comencemos a entender los desacuerdos en el seno del complejo militar industrial – entre industriales y especuladores – y por qué una guerra entre ellos no sería una guerra civil sino el comienzo de una guerra mundial, o una revolución, igualmente mundial, que pudiera alumbrar una nueva era.

La tendencia a la acumulación y concentración de la riqueza no se detendrá y habremos de estar muy atentos a que pasará en Oriente Medio y con los combatientes que salen del escenario de la guerra, porque su destino es Europa y Bill Gates nos previene, en Davos, de lo terrible que sería el terrorismo químico-biológico. ¿Podrían los terroristas tomarlo como una señal?

Una pregunta en el parlamento, por parte de Unidos Podemos podría poner sobre el mundo real, al descubierto, la perversión de un sistema que acumula y concentra riqueza en muy pocas manos, mientras empobrece a la sociedad, y esclaviza a los trabajadores; mientras el presidente de los burgueses del mundo se cree Batman, pero, entre dientes, se le escapan las palabras del malandrín Bane. Inquietante, porque entre tanto, los recortes continúan, los salarios y las pensiones bajan y precios no paran de subir.

jmrmesas

veintidós de enero de dos mil diecisiete




domingo, 15 de enero de 2017

¿TODO BAJO CONTROL?



¿TODO BAJO CONTROL?

Decía en mi anterior apunte de la importancia de la información para poder conjeturar acerca de las consecuencias de los acontecimientos y resulta muy conveniente, después de la información, tratar de entender el significado más profundo de lo que suele aparecer en los medios porque siempre lo que aparece es una parte del todo y a veces no es la más reveladora.

Creo interesante resaltar el curioso dato del electo Trump, encabezando un gobierno compuesto de millonarios, de hecho, y prácticamente, los dueños del Estado, que está recibiendo una hostilidad increíble por parte del propio núcleo que compone el sistema, teniendo, este dato, que encerrar claves importantes que nos permitan entender cuales son los reales intereses que se juegan en este relevo presidencial.

La elección de Trump, pese a las apariencias, no ha debido ser una cuestión personal sino una acción meditada y apoyada por un grupo más nutrido y dispuesto a tomar el relevo porque el equipo relevado en el proceso electoral no debía de hacerlo todo lo más acorde y beneficioso para el grupo encabezado por Donald Trump, que pese a su aire vulgar y descuidado, en realidad, escondía los intereses del grupo financiero más importante, a tenor de las ganancias que están teniendo los bancos americanos, dejando claro que, que ese grupo de los capitalistas estadounidense, la parte financiera del complejo militar industrial, no estaba dispuesto a permitir que le arrebataran una victoria que consideraban suya, de ellos, amenazando, en nombre de ellos, Trump, con impugnar las elecciones, si no ganaba. La victoria de él, Trump, pese a tener menos votos que los demócratas, es una victoria de la parte financiera del complejo militar industrial de la burguesía estadounidense.

El complejo militar industrial, la burguesía, no es homogénea, ni en Estados Unidos ni en Europa – ni en el resto del mundo – y probablemente, los burgueses, individualmente tomados como interlocutores no sean conscientes que el sistema capitalista, el modo de producción de mercancías tiene, históricamente, fecha de caducidad, pero los grupos organizados que cuentan con asesoría de experto en variadas disciplinas, difícilmente pueden escapar a la realidad de las consecuencias de un modo de producción que cada vez saca a masas – fuerza de trabajo – del proceso de producción y que una sociedad empobrecida no está en condiciones de soportar, de ser soporte instrumental de una sociedad compleja como es una sociedad moderna, haciendo del funcionamiento de ella, fuente de tensiones, y aquí es donde se confrontan los intereses hostiles entre los grupos burgueses.

En las últimas semanas, antes de las elecciones, un grupo de republicanos se oponía al nombramiento de Trump, ¿estaría entre ellos el senador por Arizona John McCain?, porqué este senador republicano es opuesto a la política de Trump de combatir al Estado Islámico. Es más, el senador por Arizona ha tenido un relevante papel en el arranque del Daesh, ya que existen documentos gráficos publicados, y es de suponer, que también, otro tipo de documento, en los que el grupo que discutía las condiciones de la ayuda de USA contra al Asad, en los que estaba Abú Bakr al Baghdadi, entre otros jefes islamistas, reunidos con el senador estadounidense – y esto señala a Estados Unidos – al complejo militar industrial, el sector del capital financiero ligado a la producción de las armas de las tecnologías más caras – F35 de Lockheed Martin, portaaviones Gerald Ford de Northrop Grumman, destructor Zumwalt de General Dynamics –, como contrario a la decisión de Trump de combatir al Daesh, y por tanto, como activos discrepantes y alimentadores del descontento mediático con el advenimiento de Trump a la Casa Blanca. Estos discrepantes de todos los rincones del capitalismo estadounidenses, pero también, provenientes del Reino Unido, forman un conglomerado del capital financiero ligado al equipo saliente de la administración de Obama que alimenta la producción ligada al mantenimiento de la tensión bélica, a la violencia, en todo el mundo.

La hostilidad manifiesta contra Trump, tendría su explicación, en estas intenciones de acabar con el Estado Islámico y poner fin a las sanciones contra Rusia, ya que estas ideas son las que disparan los presupuestos militares que alimentan a grupos de lobbystas y a una administración que ha hecho de la guerra y de la violencia un modo de vida, modo de vida, con larga y amplia trayectoria, ligada a la historia de Estados Unidos, en la que se han turnado los dos partidos dominantes que paradójicamente, no se reflejan en el producto industrial que son las armas, esas armas, tecnológicamente caras, pero que fallan cual escopetas de feria, por tanto, no sería extraño que la asunción de Trump, y el desempeño de su tarea, estuviese recorrido por una etapa de violencia interior, ya que, junto a las promesas de incrementar el empleo, se abren sombras con la intención de su política de aislar Méjico, reduciéndolo a la incuria económica, y de contener el expansionismo chino.

LAS TRECE COLONIAS

Nada más elocuente que la historia de las trece colonias para demostrar la relación de las fuerzas productivas y los límites territoriales, que tanto se evita querer debatir porque mirar ahí es mirar un supuesto abismo, en el que caer, es mortal, y sin embargo la historia expansionista de las trece colonias es mucho más voraz y despiadada que el supuesto expansionsmo chino construyendo islas en el Mar de China. Las trece colonias, prácticamente toda la costa atlántica de la extensión central del continente Norte de América, de la que Inglaterra se apropió, es la historia del empuje del naciente modo de producción de mercancías. Que este hecho se desarrollase en un continente virgen, chocando con aborígenes que vivían en la edad de piedra expresa el rápido expansionismo de los europeos snob, blancos anglosajones, que tuvieron la previsión de dejar, al sur del rio Grande, territorios para que se asentaran los no blancos y los no anglosajones, porque toda la franja central, despoblada y bajo dominio del decadente gobierno español, era indefendible y toda la costa del Pacífico, de Méjico, eran el territorio natural para el crecimiento del capitalismo pujante. Todo parecía indicar que el territorio era suficiente para una población tan limitada, pero la inmigración procedente del viejo mundo durante todo el siglo xix y comienzos del xx terminaron por convencer a la élite gobernante, la posibilidad de poder controlar todo el territorio norte.

La colaboración taimada de los políticos mejicanos – la venta de armas de guerra de Estados unidos al narcofascismo mejicano, socapa de seguirles la pista, hubiese sido imposible sin la aquiescencia de ellos – revelando un consentimiento que dice más por omisión que por la propia acción, y la decisión de Trump de levantar un muro, y que los mejicanos, lo paguen, encerraría un consentimiento tácito, ¿de qué discutirían Carlos Slim y Trump en su entrevista? Mi conjetura anexionista de Trump sobre Méjico, no hay que leerla como una anexión militar, una anexión por la fuerza, sino como una política que minaría las capacidades de subsistencia de Méjico, combinada con una colaboración de la parte más poderosa de la burguesía mejicana, que finalmente aceparía una integración en pie de igualdad. Sería una política de riesgo calculado para asegurarse el dominio de todo el territorio, dado que la colaboración con Canadá – USA-CANADÁ – es mucho más estructurada.

De todas maneras, la hostilidad hacia Trump tiene muchos ángulos para los que han cultivado la política belicista, de presupuestos militaristas hinchados; ojo, que no estoy diciendo que Trump sea un pacifista, sino que este comprende que el sistema no tiene enemigos estatales, el caso chino lo miraremos en breve, y que los puntos de tensión en el mundo están, en último término, en esos presupuestos, que el terrorismo islamista, una vez desmontada la financiación petrolera a través de Turquía, de la que Erdogan, extraía dividendos jugosos, es extremadamente cara y riesgosa para que, otros erdoganes se arroguen derechos. El terrorismo islamista y el antirrusismo washingtoniano es el caldo de cultivo del malestar que recogen y expresan los medios y probable fuente de conflictos, en Estados Unidos, del sector del complejo militar industrial, apartados de la escena, y que vería amenazado su estatus de estar presentes, en todos los frentes.

El expansionismo chino tiene ciertos visos de verosimilitud, que no son, precisamente, las islas artificiales, en mi opinión, sujeta a controversia, como no podría ser de otro modo, sino que se derivaría de la potencia industrial y comercial de las fuerzas productivas chinas. El expansionismo ruso no existe. Un país expansionista no hubiese vendido parte de su territorio en América, Alaska, porque es contradictorio con la política de expansión. Rusia ha mirado, históricamente, a Europa y no como tierra conquistable sino como vecinos amigables, porque tiene un extenso territorio, fértil y vacío, con la mayoría de la población concentrada en las lineas fronterizas porque es donde se concentra la vida comercial y cultural, pero Rusia se vio obligada a intervenir en Siria, porque de no hacerlo hubiese tenido que echarse en brazos del capital financiero dominante que hubiese cortado cualquier esperanza de tener un rol de independencia política y comercial.

La hostilidad de Trump hacia China comunista – mis lectores notarán cierta mordacidad en la palabra en itálica, de un país, China, que busca integrar su moneda en la cesta de monedas que evalúan los derechos especiales de giro – se llama Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras, al que se han acogido socios europeos, incluido los británicos y que es la piedra angular de los BRICS, por cierto, muy poco mencionados últimamente; esa es, modestamente, la causa de la hostilidad de Trump hacia China, y no las islas artificiales que esta pueda crear en el Mar de China. La potencia industrial de China y los tres billones de dólares en deuda USA, que estos tienen y que podrían hundir la moneda americana, sin necesidad de ir a una confrontación militar es la causa de esa hostilidad.

En términos militares, probablemente, Rusia sea la potencia más fuere, y la alianza militar chino rusa estaría, sin duda, en términos de superioridad manifiesta, pero, políticamente, el sistema, hoy por hoy, lo lidera Estados Unidos apoyado por los burgueses de, prácticamente, todo el mundo, y Rusia y China quieren un puesto al mismo nivel.

EL DESACUERDO DE UN AMIGO

Un lector amigo me lanza, perplejo, — he leído tu último apunte sobre Podemos, y no dices nada de ellos; y la mención de Stalin no me ha gustado en absoluto. — Qué tendría que haber dicho. Pregunto. Que fue el liquidador de los compañeros de Lenin en los procesos de Moscú. ¿Habría valido eso mas? ¿No es suficientemente claro decir que convirtió al Partido en un policía? ¿Que abandonó a la clase obrera soviética?

En realidad, al lector amigo no le pareció suficiente que hiciese el paralelismo de la política staliniana y la actual política rusa de querer llegar a estar en pie de igualdad con Estados Unidos, pero ¿Qué era la construcción del socialismo en un solo país? ¿Qué implicaba la coexistencia pacífica? Implicaba la renuncia a expropiar a los expropiadores, a aceptar que sesenta personas tengan tanto dinero como la mitad de la humanidad más pobre, y mucho más poder e influencia que esa mitad de la humanidad, a la que formar y educar para que entienda lo que pasa en el mundo es una tarea ciclópea, y eso es lo que implicaba y lo que implica, que fue a lo que renunciaron los que votaron los créditos de guerra, los que decidieron tomarse un respiro para construir el socialismo en un solo país, que fue aquello del 36 de ganar la guerra y después, la revolución, que es a lo que renuncian todos los que buscan su sitio en el sistema.

Hablar de los nombres no es relevante porque, cuanto más nombre aparezcan, más particularidades y más renuncia a defender los intereses comunes. Se empezó justificando, matizando, lo de no pagar las deudas, esas deudas por las que ha habido que rescatar a los bancos europeos y americanos. Ante aquella reivindicación, Podemos era uno; los matices eran tenues, sin aristas y todos eran uno solo, pero tan pronto como se tocó moqueta, se empezó a buscar acomodo; está pasando con Podemos como con las nacionalidades, cuanto menos relevante es el objetivo, más se resalta lo particular, lo superfluo. Si en Vista Alegre no se centra el la lucha por los intereses comunes, si en Vista Alegre no se entiende la importancia internacional de la lucha de clases, si no se es capaz de entender la necesidad de construir un partido obrero internacional e internacionalista que busque un modo de producción capaz de lograr la colaboración para alcanzar una civilización tipo I, Podemos estará sentenciado, recorrerá el mismo camino que la socialdemocracia anterior a la votación de los créditos de guerra, el mismo camino que la burocracia soviética, el mismo camino que todos los que renunciaron a la lucha con identidad propia, pero el camino será mucho más acelerado y no aguantará una legislatura. Sinceramente sería muy lamentable.

jmrmesas

quince de enero de dos mil diecisiete



lunes, 9 de enero de 2017

VISTA ALEGRE 2


VISTA ALEGRE 2

CONTRIBUCION A UN DEBATE IMPORTANTE PARA LA IZQUIERDA DESDE LA
LEJANIA PERSONAL PERO DESDE LA CERCANIA POLITICA E IDEOLOGICA

EL AÑO DEL CENTENRIO

Este año es el del centenario de la primera revolución proletaria triunfante, la Revolución de Octubre en Rusia en 1917. Probablemente el acontecimiento histórico más documentado y debatido, también, tergiversado e intencionalmente interpretado y combatido por el enemigo capitalista y desde la cúspide, por los propios actores, y sin embargo, sus enseñanzas, múltiples, se ha evitado profundizar en ellas desde las filas de la izquierda que lo sustentaba. Es innegable el impulso que supuso para la Rusia de entonces, convirtiendola en el terreno material en una superpotencia, a pesar de los cuantiosos reveses sufridos, y en el terreno político e ideológico, en lo que pudo ser y no fue porque Stalin, en su afán de lograr un respiro, apartó al pueblo, a la clase obrera soviética, haciendo del partido, un policía, en vez de hacer del pueblo soviético impulsor ideológico y cultural de la clase obrera mundial, como era el objetivo de Lenin.

También es el año en el que el complejo militar industrial de Estados Unidos toma el control del gobierno en nombre propio conducido por uno de los millonarios, en apariencia, menos conectado a ese mundo de las finanzas que tiene su origen en la industria de la producción orientada a la guerra y a la violencia como medio de dominación, y pese a la buena relación personal entre el presidente entrante, Trump, y el saliente adversario ruso, Putin, me temo que de esa aparente, buenas intenciones de ambas partes, para con su oponente, en el fondo se estaría maquinando un nuevo reparto del mundo, light, no escrito, que nada bueno puede augurar para ciudadanía, para los trabajadores.

En este contexto tendrá lugar la convocatoria de un evento político que puede tener una importante capacidad para trasformar la izquierda a una escala muy importante. Dependiendo del enfoque con el que se plantee el debate, esa escala podría ser mundial, o no se nada – una tormenta en un vaso de agua – ya que, atendiendo a los actores que determinan la política global, Europa, se considera un todo, desde Bering a Tarifa, y esta consideración, y a esta consideración, no escapan los pueblos de Europa, y Unidos Podemos, supongo, es consciente de ello.

Las formas dulces con las que Podemos aborda la lucha de clases no engaña a los capitalistas y tiene el inconveniente de desorientar al pueblo trabajador haciéndoles creer en la falsa idea de que no será necesario ir más allá, pero como la realidad demuestra, en la medida que esas formas amables han ido adquiriendo influencia, la ciudadanía trabajadora se ha ido desentendiendo, por eso creo que el enfoque que, personalmente intuyo, sería más acertado, pero indudablemente, más duro es el de aceptar que el capitalismo es un sistema internacional e internacionalista y que las contradicciones inherentes a esta perspectiva derivan de la incoherencia de aceptar que como unidad de producción y mercado es universal, mientras que políticamente, se mantiene la ficción de la validez de los Estados nacionales, como diques que sujetan a la ciudadanía mundial, haciéndoles creer en la valides de una falsa soberanía estatal.

Según Oxfan, el uno por ciento posee más dinero que el noventa y nueve por ciento restante y pertenecer al uno por ciento no es muy cuantioso; se requeriría tener la casa sin hipoteca y poseer un exceso de dinero disponible que no llegaría a los 4000 dólares, y eso ya es una señal del expolio al que un sistema global, internacional, somete a la unidad de producción llamado mundo. Que sesenta y cuatro personas tengan tanto dinero como tres mil quinientos millones de personas – más pobres – es la confirmación de una expropiación, imposible, sin un entramado internacional capaz de dar soporte legal y organizativo a una élite que acumula poder e influencia sustanciada en esa red de 147 multinacionales transnacionales con capacidad suficiente como para influir, decisivamente, en la marcha de la economía mundial, y sin cuyo entramado organizativo y legislativo planetario, la crisis actual habría estallado, reventado en mil pedazos, porque aflojando aquí y estrujando allá, se puede contener la situación donde esta sea más crítica, impidiendo que estalle, si no conviene, el momento.

El sistema capitalista basado en el modo de producción de mercancías ha agotado su ciclo histórico porque este solo beneficia a la élite burguesa que posee tanto dinero como la mitad de la humanidad más pobre, pero en tanto que no haya una alternativa a ese modo de producción, el sistema capitalista buscará dar cima, legal y política a la contradicción que causa los conflictos buscando la posibilidad de llegar al Estado que le permita gobernar el mundo, un Estado con capacidad legal sobre el conjunto humano.

En este contexto la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, rodeado de un grupo de multimillonarios significaría un paso decisivo para llegar a un acurdo con el adversario irreductible, Rusia, que no cuestiona el sistema pero sí discute su estatus, el de Estados Unidos por exceso y el propio, el de Rusia, por defecto queriendo llegar a un acuerdo beneficioso para ambos, el viejo objetivo de Stalin.

Me parece muy importante el hecho que la propia élite del poder estadounidense haya decidido gobernar sin intermediarios para entender la deriva que tomará el rumbo político y social en estos primeros lustros del nuevo siglo porque el poder de las fuerzas productivas es difícilmente evaluable sin disponer de datos, pero si el siglo xx supuso un salto gigantesco, el nuevo siglo, con el actual estado de la ciencia y la tecnología, puede ser de consecuencias difícilmente imaginables, por eso y por el hecho de que el sistema, el capitalismo, no es discutido por ningún poder estatal, pues ni Rusia ni China comunista discuten el funcionamiento, un acuerdo tácito sobre un reparto de zonas, me parece que estaría en el fondo de las simpatías que el equipo que encabeza Trump y el que dirige Putin se manifiestan.

Ese entendimiento tácito no tendría recorrido sin pensar en qué hacer con una humanidad sin oficio ni beneficio, y si existe una idea en las élites que gobiernan el mundo, que, lógicamente han de tener sobre este dato, no me parece posible que el futuro que imaginen para la gente corriente pueda ser muy beneficioso.

EL ACUERDO SOBRE EL PETROLEO
¿FORZAR LA INVERSION FINANCIERA EN LA ACUMULACION DE ELECTRICIDAD?

El acuerdo sobre el petroleo es a varias bandas entre los dos principales intervinientes, EEUU y Rusia; esta se apresura a tejer su espacio político en la sensible zona de Oriente Medio, cultivando sus relaciones con Irán, Siria y el agente privilegiado de Estados Unidos, Israel, mientras USA hace saber a Erdogan – Turquía – que un cambio de alianza favoreciendo al adversario no es bien visto en Washington, haciéndoselo notar con dolor. Los acontecimientos de los últimos días de Obama, previos a la entrega de los controles a Trump tienen sentido enmarañando el teatro de operaciones porque el complejo militar industrial no es homogéneo pero casi es El Partido del capital financiero mundial.

Dos noticias sobre Méjico confirman mis supuestos sobre el reparto del mundo tácito; el acuerdo hay que entenderlo en función de la pérdida de importancia estratégica que significaría la proximidad geográfica para instalar bases militares de capacidad táctica, en los aledaños del territorio enemigo (las capacidades de las armas estratégicas está en esa pérdida de importancia del terreno en el orden táctico), dado que una amenaza estratégica cerraría cualquier posibilidad de negociar, entrando abiertamente, en el terreno de solventar los desacuerdos militarmente, y esto no resultaría beneficios, y sí, terriblemente pernicioso para el conjunto, por lo tanto, Estados Unidos, en la nueva etapa, consideraría que al sur de la frontera de Rusia, Europa sería el territorio de expansión económico y financiero natural, dado que las alianzas políticas para variar los colores del mapa no serían entendibles sin cuestionar el sistema, y eso, se acepta como incuestionable, por todos los Estados. Mientras Estados Unidos tendría la posibilidad de anexionarse Méjico, como su vieja tendencia obsesiva de querer hacerse con todo el continente norte de América. La obsesión de Trump por aislar a Méjico irían en esa dirección, y la orden a Ford de cancelar su inversión mejicana, una de las noticias, así como el aviso de Trump a Toyota sobre la posibilidad de invertir en Méjico, la otra noticia, estaría en los sobrentendidos que los tanteos de los equipos de EEUU y Rusia se hacen en las horas previas a la toma del poder por el electo Donald Trump.

La derivada más notable está en la reducción de la producción de petroleo. El cese de la inversión de Ford en Méjico no ha sido solo por orden de Trump, sino que se combina con la nueva tendencia que se observa en el mercado de la producción de automóviles a fabricar automóviles eléctricos y esta producción está limitada por el excesivo coste que supone la acumulación de electricidad, tanto en términos económicos – la investigación es cara – como en términos de peso en el propio vehículo, y Ford no invertiría dinero sin asegurarse la ganancia, el petróleo, por tanto, estaría reservado al uso militar y espacial.

El petróleo y sus derivados es, por ahora, el único combustible capaz de mover grandes cargas y poner en órbita cargas pesadas con un coste, relativamente, aceptable porque existe una tecnología muy probada y está documentado la cantidad en los yacimientos, convirtiéndose, por tanto, en un recurso con valor estratégico para uso militar. Todas las sociedades se han lanzado a la conquista de nuevos territorios, nuevas fronteras tan pronto como han dispuesto de los instrumentos y los conocimientos suficientes para el objetivo propuesto y la investigación espacial, debo suponer, habrá de rentabilizarse buscando el mercado necesario para fabricar las mercancías que hagan posible obtener ganancia. ¿Y si la colonización marciana no fuese una quimera? ¿Y si los motores EM driver acortasen la duración del viaje? ¿Y si la colonización requiriese unos millones de seres humanos a la búsqueda de el dorado?

Todo esto puede sonar delirante pero mirado con el prisma de la historia no es nada descabellado y mucho menos suponer que la burguesía que compone la élite del mundo está de brazos cruzados a ver que depara el destino, cuando ellos saben como fabricarlo y si algo debe – debería – caracterizar a un partido que quiere defender los intereses comunes es una cierta capacidad de leer las señales que la historia, las ideas dominantes, las creencias, la producción, la economía, la po lí ti ca nos dicen con su retorcido desarrollo, con su retorcida actividad, y según lo que puedo vislumbrar es esto. La guerra, una guerra mundial no es descartable, pero pensar en una guerra con frentes delimitados y tropas uniformadas es algo que no se va a dar, porque si algo enseña la guerra (no declarada) en Siria, es que los contendientes – el complejo militar industrial USA y sus aliados europeos – se valen del terrorismo como su fuerza encubierta, clandestina, incontrolable, por eso, apiadarse de los refugiados – y no estoy diciendo ni desentenderse, ni desapiadarse – no solventa el problema, porque se concede a la guerra de rapiña estatus de catástrofe de la naturaleza a la par que un terremoto o un huracán, y eso no es así; primero porque hay que denunciar la guerra, luchar por parar esas guerras de los ladrones capitalistas, denunciar la movilización de seres humanos para vaciar el terreno de sus naturales habitantes y llevarlos a donde no se les quiere dejandoles abandonados a su suerte porque no se financia su estadía y los gobiernos que los reciben, encima, además, bombardea sus países, silencia las matanzas y tropelías del yihadismo político, porque son sus hijos de puta, y es muy posible que la llegada de Trump a la Casa Blanca, alivie la presión en Siria, pero el terrorismo islamista será la forma de traer a Europa la guerra para presionar cuando convenga.

EL GUETTO NACIONAL

En el siglo xix o en las primeras décadas del siglo xx creer que la lucha de clase era – es – una cuestión internacional era casi un acto de fe, no verlo hoy es de una cobardía ideológica e internacional lastimosa. La lucha de clases, siempre empieza en un país, pero sacarla del país, convertirla en el inicio de la liberación fue la aspiración y el objetivo de la socialdemocracia clásica, la que se fijaba como objetivo la expropiación de los capitalistas y hacía bandera del internacionalismo proletario traicionado en las votaciones de los créditos de guerra, por eso hay que insistir en resaltar las consecuencias de variar el rumbo político para no romper con el sistema – las formas amables, corteses, con el sistema – lleva inevitablemente, a la traición, no porque se busque, sino porque el sistema obliga a definirse porque, por encima de todo está el negocio, está el beneficio empresarial y financiero, por eso es necesario romper, porque el compadreo no vale. Nos lo ha demostrado el siglo xx muy bien y documentadamente.

El sistema, como vengo diciendo está, históricamente, obsoleto. Su rentabilidad es para 64 personas y una orla del uno por ciento de la humanidad, y se empieza a percibir como insoportable porque la tendencia a la acumulación y concentración de la riqueza es indetenible, a menos que haya una respuesta social claramente opuesta y expresa al latrocinio continuado. La característica, a mi parecer, más clara, de la desafección que provoca el sistema se haya, paradójicamente, en la proliferación de los nacionalismos, no solo en España, también en Italia, y muy llamativamente en la aparición de los autonomistas californianos y tejanos, queriéndose desenganchar de la Unión, de Estados Unidos. Esa es la expresión más clara de la pequeña burguesía queriendo salvar los muebles del desastre porque el sistema ya no lle ofrece garantías y quiere separarse para no hundirse con él.

Como decía al comienzo, el ciclo histórico del capital está agotado, pero sin una alternativa expresa y sin una voluntad clara de los que pretendamos acabar con el modo de producción de mercancías ayudando a traer un modo de producción solidario y colaborativo, un modo de producción socialista que habrá de buscar sus características básicas y fundamentales, el modo de producción mercantil buscará dar cima a su necesidad, acorde con el tamaño y capacidad de las actuales fuerzas productivas, un Estado mundial, un aparato para legislar aspectos determinantes a escala internacional, para lograr atenuar las contradicciones del sistema. Que la izquierda, sea esta griega, inglesa, alemana o francesa crea que puede solucionar los problemas sin salir del gueto nacional es un error insoportable cuando 147 transnacionales tienen capacidad para influir decisivamente en la marcha de la economía mundial.

Los Estados nacionales como Alemania, Francia (previsible Frexit), Reino Unido (Brexit), España, Italia, etc., tienen una soberanía de pacotilla, limitada, es decir, los instrumentos que determinan la soberanía, la moneda, la diplomacia, las alianzas están previamente, limitadas, viniendo a significar la obsolescencia de tales Estados, mucho peor si lo Estados son más minúsculos, por ejemplo, un supuesto Estado catalán (que siempre podría, el capital financiero, utilizar como plataforma fascista contra España, como utiliza a los Estados bálticos o Ucrania, contra Rusia),
significa que el sistema tiene contradicciones muy profundas derivadas de una estructura productiva, económica, mundial global, que choca con la estructura política y social del medio con el que se controla a las personas, que necesariamente deben ser apartadas de los entresijos del poder. Esta es mucho más que una contradicción política, mucho más que una contradicción de clase, es una contradicción que afecta a la propia esencia de la humanidad que deja de ser materia de los filósofos y pensadores para convertirse en un desafío en la supervivencia de la especie humana, que podría ser abordado como un aldabonazo colectivo a la búsqueda de una respuesta.

Esa búsqueda puede comenzar sacando la lucha de clases del ámbito nacional, planteando la necesidad de buscar un nuevo modo de producción más acorde con los intereses del conjunto humano, construyendo una dirección internacional, capaz de responder a esos problemas comunes, que hoy por hoy abordan, torcidamente, las élites que dominan el mundo. A lo largo del proceso histórico, el lento avance en la adquisición de conocimientos hizo que el desarrollo de las fuerzas productivas fuese lento fijando a los seres humanos a tierras concretas, pero si algo positivo tuvo el nacimiento de los Estados Unidos de América del Norte fue que los europeos sin nobleza ¿snob?, construyeron un país con gente de aluvión, y lo más positivo de la Revolución de Octubre, que el enorme desarrollo material no es nada sin el desarrollo cultural y espiritual que hace libres a los hombre.

Sinceramente, desearía que el próximo debate de Vista Alegre se llegase a conclusiones coherentes y concordantes con estas notas, que honestamente creo que aportan porque el debate sin conceptos no vale de nada y si Unidos Podemos puede significar una referencia, esta será mundial, arrancando de Europa el germen del cambio de era histórica, porque el pueblo trabajador necesita construir su equipo pensante y puede caberle a Europa, a España, comenzar esta andadura.

jmrmesas

nueve de enero de dos mil diecisiete