miércoles, 1 de noviembre de 2017

¿ES POSIBLE UNA SOLUCIÓN PARA CATALUÑA SIN SOLUCIONAR ESPAÑA?









¿ES POSIBLE UNA SOLUCIÓN DE CATALUÑA SIN SOLUCIONAR ESPAÑA?

La pregunta que me hago no es un simple recurso para dar una respuesta preconcebida, sino que me viene a la cabeza la complejidad del momento por el que atraviesa nuestro mundo, en los que los modos de vida entran en crisis porque los esquemas de funcionamiento se quedan sin margenes en los que tomar el necesario aliento político e intelectual para encontrar una solución, que no sea solo un parche para salir del paso: el 155 puede ser un parche.

Todas las constituciones tendrán alguna suerte de mecanismo legal equivalente al articulo 155, copiado, según los expertos, de la constitución alemana, pero se dan algunas peculiaridades que me hacen suponer intenciones aviesas en la aplicación del mismo, en el caso de España. Según expertos que en estos días desvelan interioridades del proceso constitucional del 78, el 155 no fue definido en todos sus términos porque los franquistas que se sentaron a negociarlo, con Fraga de padre constitucional, querían una redacción incompatible con el momento político que se vivía entonces, y el susodicho, quedo intencionadamente a falta de precisión. El momento político actual es otro, y lo que no se consiguió antes, pueden pretender conseguirse ahora, más barato.

La medida tomada por Rajoy, elecciones el 21D, podía haberse cedido la formulación al excursionista Puigdemont, pero al reservarse el PP la decisión, queriendo dar una muestra de afirmación, no se ha conseguido otra cosa que enfollonar el problema, que al saltar a la UE, está demostrando como el sistema (el conjunto del capitalismo mundial) tiene carencias porque las estructuras están siendo forzadas por acontecimientos mantenidos en silencio –nacionalismos periféricos– porque las políticas al uso son favorables a los grandes grupos financieros que son los que tienen el control de los Estados, de hecho, aunque los visos den la apariencia de democracia.

Antes de extenderse el procés fuera del Estado, fue entrevistado un portavoz de los mossos, que preguntado sobre la colaboración policial acerca del yihadismo, dejó entrever, en su contestación, un estado de desazón, que personalmente interpreté como de falta de calibración del problema desde las instancias del Estado. Naturalmente, mi impresión puedes ser muy subjetiva y no corresponder con la realidad, pero, ¿no se está comiendo el problema local –independentismo– el problema determinante –la confrontación capitalismo occidental contra el capitalismo oriental (USA vs N.Korea) y solapadamente la apetencia hacia los mercados rusos y chinos–? Creo que sí y lo creo porque la estructura económica del capitalismo, evidentemente, internacional, ha variado profundamente y los Estados nacionales han quedado empequeñecidos por los hechos, económicos, culturales, sociales y políticos, mientras que estas realidades están puestas en sordina, y al no tener expresión dan lugar a la exacerbación de los sentimientos más primarios, que el sistemas aprovecha para impulsar el terrorismo, potenciado, subrepticiamente desde el complejo militar industrial, pero también, a los nacionalismos periféricos jaleados por la pequeña burguesía, cuyo objetivo no es otro que querer manejar más presupuesto a la hora de repartir prebendas; tal es el contenido de los nacionalismos de las regiones periféricas más ricas.

Comprendo que hacerse una idea de lo que ocurre no puede resultar fácil, cuando la izquierda perdió su percepción internacionalista y en Europa (también en otros lugares, pero especialmente en Europa) no quiere salirse del guión, y cada una se agarra al Estado burgués donde habita, no vaya a ser que te acusen de ser lo que no eres, pero la burguesía si cultiva –interpreta– los hechos y los datos en thinktanks como la RAND y otros, que tiene en su plantilla notables científicos, aunque no todos trabajen en proyectos clasificados (estrictamente militares) para las fuerzas armadas USA, dada la vinculación de este thinktank –RAND– con los militares. Entre los científicos que en algún momento trabajó en la RAND, en proyectos no clasificados está el autor del Quark y el jaguar, un muy interesante libro de un muy prestigiado científico y premio nobel, descubridor de los quarks, partículas que componen los protones y neutrones, en el interior del núcleo atómico, el señor Murray Gell-Mann. El libro muy interesante en el que he aprendido que la profunda ignorancia que trato de apartar de mi, requeriría tener tres veces más vida de la que ya he gastado, leo una referencia al filosofo de las ciencias Karl Popper. Este pensador, muy ensalzado por la burguesía, aparta al marxismo de las ciencias porque en sus consideraciones la tesis de Marx sobre la estructura económica, no es refutada por los actuales marxistas, en sus palabras, falsada.

Que alguien de tal calibre –Popper–, apartara al marxismo de las ciencias, me parece, cuando menos, un tanto apresurado, aunque increíblemente jaleado por la derecha –y un tanto forzado por el autor–, teniendo en cuenta que una ciencia tan poco subjetiva como la gravitación se presta poco a interpretaciones ligeras. La falsación –superación– de la gravitación newtoniana, tuvo lugar en 1915 por otro gigante de la ciencia, Einstein, con su teoría de la relatividad general. Entre ambos mediaron casi 230 años y una legión de científicos de todo tipo de disciplinas, sin embargo, tal superación no invalida la física galileo-newtoniana; cada una tiene un escenario determinado por el rango de velocidades comprometido, la primera, es útil para los problemas con los que se lidia en la vida cotidiana, mientras que la relatividad general abarca los universos micro y macro, necesarios para encontrar las respuestas fundamentales a cerca de la cosmología y la cosmogonía.

¿Es posible apartar el materialismo histórico de la ciencia, cuando algo tan sutil como las relaciones de producción –estructura económica– se presta a interpretaciones interesadas? ¿Cuantos economistas se molestan en exponer las sutilezas de las relaciones de producción cuando son preguntados? Ninguno. Rápidamente hablan de la demanda agregada, u otro concepto, sin un detalle, que la mayoría de los que atienden, atendemos, nos podamos hacer una idea de qué se está hablando. Así es difícil, refutar, superar, falsar, el materialismo histórico, cuando desde la izquierda se evita entender, y un partido, como el PSOE, escriba el lema de su último congreso, Somos La Izquierda. Ninguna otra explicación para dar cuenta de como compadece ese congreso los sucesos económicos, políticos, históricos a los que se enfrenta el pueblo trabajador, a diario.

Los marxistas titulados evitan entrar en las honduras de las relaciones de producción porque estas no son apolíticas, no son equidistantes. Son terriblemente clasistas, de la burguesía, de los que tienen el PODER, de hecho y de derecho. Hay un interesante articulo de un marxista que ilustra este concepto, pero antes de entrar en el tema de las sutilezas de las relaciones de producción, me permitiré expresar mi propia captación de los hechos. Estos están anclados en una lenta evolución social que han ido modificando los comportamientos de grupos e individuos en la medida que la industrialización, la guerra, y el trabajo asalariado esclavizante destruían la familia reduciéndola a la pareja, todo lo más, al núcleo de los hijos más pequeños. Los más viejos del lugar notamos esos cambios, que en nuestra juventud eran motivo de escándalo pero que hoy aparecen como de lo más natural. El vivir en pareja, el empobrecimiento de la familia, donde ambos han de trabajar, porque el salario del cabeza de familia no llega, el divorcio, pérdida de poder de la religión, relaciones prematrimoniales, homosexualidad, drogas, la movilidad geográfica (no me estoy refiriendo a los refugiados, que entraría en otras consideraciones, ni criticando o afeando esas relaciones, solo exponiéndolos), cultura desarraigada basada en mitos y héroes de tebeos que carcomen las tradiciones basadas en la solidaridad y en la empatía, todo ello son resultado de unas relaciones de producción que están modificando la sociedad, pero a diferencia de las relaciones de producción que se verifican en el ámbito de la producción de mercancías, que sí están encaminadas a un fin concreto y determinado, y a tener una utilidad –beneficio– dirigido a lugares determinados, aquellas relaciones generales están desorganizadas, interesadamente desorganizadas porque sin esa desorganización interesada, los increíbles beneficios no serían posible, y legislar para que la expropiación tenga una apariencia respetable, no sería posible.
El ejemplo al que me refiero es el de Randall Wray, su articulo sobre la teoría monetaria moderna, MMT, plantea que el Estado asuma competencias que rompen con la filosofía del sistema, algo que no es posible sin una penosa lucha política, que en ningún caso se menciona; ni el entrevistado, ni el entrevistador exponen esa necesaria condición para poder dar cima a cualquier proyecto que pretenda mejorar la vida de la sociedad, la vida del pueblo trabajador, es decir, una asepsia imposible en la lucha de clases (más dura será la caída, citando a un tuit reciente de la fiscalía del Estado en relación al desaparecido Puigdemont, que debería ser ejemplo de asepsia, cuanto más una condición que plantea necesariamente referirse a la utilidad que se le han de dar a los medios de producción).

El señor Wray (no sé si el se considera marxista o de otra escuela, en cualquier caso es un profesional que toma, como tal profesional, distancia con el feo asunto de la contaminación política), toca temas interesantes como la creación de dinero. –Hasta ahora, siguiendo a Marx tengo entendido que el dinero representa y simboliza el equivalente de la riqueza producida que esta en relación a un patrón de valor y a la velocidad con que rueda ese valor–. De acuerdo con él (Wray), un Estado soberano puede emitir moneda en la medida que considere oportuna y la relación de fuerzas, en el mercado, lo consientan. Esto último, me parece a mí. Dado el clima en el que están teniendo lugar los acontecimientos reales. La deuda estadounidense, ¿no revela, pese a la soberanía asumida, y consentida por los socios un mentís a esta tesis? La demanda de un jefe del Pentágono –Mattis– y del jefe de la diplomacia –Tillerson– pidiéndole al Senado que las operaciones militares fuera del territorio USA sean de duración a conveniencia, ¿no revelaría que tal soberanía está seriamente cuestionada por los hechos? Que esta petición esté basada en el atentado que ha tenido lugar en Mogadiscio militares de USA ¿No revela una manera de presión internacional, para hacer prevalecer los intereses de la burguesía dominante del complejo militar industrial? Por cierto, salvo RT, en los medios nacionales y europeos más prominentes, no he visto esa noticia, aunque si he visto que fascistas ucranianos se ofrecen para luchar en Cataluña por la unidad de España. Todo esto revela lo apresurado del diagnostico del filosofo de la ciencia, Popper, de querer comparar las ciencias físicas con las ciencias sociales, apartando el marxismo de la ciencia. De otro lado, que Estados Unidos pueda intervenir en donde estime conveniente, ¿qué es lo que le da derecho? Desde luego, la ONU no es. ¿Qué entonces? Que la fuerza le acompaña, nada más y nada menos, pero desde luego, no es ni la equidad ni la justicia, y ni siquiera la ley.

El señor Wray toca otros temas, no menos interesantes, como el fracaso de la unión monetaria europea, y me pregunto, ¿por qué es un fracaso? Si los Estados que acordaron este hecho son soberanos ¿qué cuestionaría la validez del euro? La única respuesta plausible sería que los Estados que lo decidieron no son soberanos (o todavía peor que, son excesivamente soberanos e irresponsables), pero entonces, ¿en favor de quien se cede soberanía? ¿Del FMI? ¿Del Banco Mundial?, ¿tal vez que el BCE se comporta como un fondo buitre, mientras que nuestros partidos de izquierda –somos la izquierda– cuidan de las esencias democráticas de una democracia corroida de ladrones del tesoro público?

Como, en mis cuitas barrunto, hay una gran diferencia entre las leyes de la ciencias, objetivas y de validez incuestionables y las ciencias sociales, interpretables y muy subjetivas, por lo tanto, nosotros el pueblo, muy apegado al terreno creemos, ilusos, que Cataluña puede tener solución, aunque España, pueda aguardar y cualquier día al yihadismo indeterminado, se le añadan ucranianos determinados o tal vez más legal, Estados Unidos nos ayude, porque su Senado considere que la política, como la guerra para los militares, es un asunto muy serio para dejarla en manos de los políticos locales.

Como he dicho en algún momento, la izquierda mundial, pero sobre todo europea, debería tomar nota y saliendo de los reductos nacionales, unir fuerzas para abordar estos temas, que nos afectan y nos hieren, porque hay datos objetivos que nos indican que los límites nacionales quedaron atrás y hay intereses objetivos en impedirnos levantar la cabeza para atalayar más lejos, y cuanto más se tarde, más difícil será la solución.

jmrmesas

uno de noviembre de dos mil diecisiete