UN ESTADO FALLIDO
BIDEN PREPARA EL TERRENO CALIFICANDO A CUBA DE ESTADO FALLIDO
Me inquieta que Biden haya definido a Cuba como un 'estado fallido'
porque es el mejor modo de ir preparando el terreno para facilitar el
pasillo humanitario y la subsecuente entrada de la ayuda humanitaria
en forma de tropas que 'garantizarían la distribución de la ayuda',
osea, un clásico, una clásica injerencia.
Un estado fallido es un Estado que no tiene ni puede tener control ni
mando sobre sus órganos constituidos, y que estos, ejército,
policía, tribunales, cada uno por su lado, van a su aire ante la
impotencia del gobierno y de sus ciudadanos. Algo así como que
cuatro vehículos cargados de hombres armado se presentan ante la
puerta del presidente de la república, dicen que van en nombre de la
DEA y la guardia presidencial les escolta hasta la habitación donde
duerme el presidente y lo asesinan sin más. Eso es un estado
fallido, preparado durante años por la mano invisible de la poderosa
potencia del norte.
Haití es un estado fallido cultivado durante décadas para no tener
preocupaciones con él, y si se barruntan problemas se resuelven
expeditivamente.
Un estado fallido es Libano, en donde las partes constituidas,
ejército, policía, funcionarios de todo grado tienen que buscarse
la vida porque el gobierno corrompido hasta lo más hondo es incapaz
de organizar ningún tipo de ayuda o beneficio para el maltrecho
pueblo, que no sea peor que la rutina cotidiana que sus ciudadanos
conocen.
El ejemplo de estado fallido es una lista numerosa cuya
característica más notable es estar en la complicada órbita de la
influencia USA, por eso me inquieta que Biden defina Cuba como un
estado fallido, porque visto el magnicidio de Haití, en el que los
asesinos detenidos son todos elementos preparados por una empresa de
seguridad, que tiene el precedente de las empresas de seguridad
ligadas a las instituciones del Estado, cuya referencia de
modelo empresarial fue Blackwater, su nefasto ejemplo ha
producido una secuela que se está utilizando desde la intervención
USA en Iraq para dejar las acciones de represalias claramente
punibles fuera de la implicaciones políticas y diplomáticas al ser
hechas por elementos civiles contratados por particulares en diversos
lugares salvando al estado patrocinador de tener que responder ante
la ley y la sociedad como causante directo, aunque todos piensen, no
obstante la imposibilidad de demostrar probatoriamente donde está el
autor intelectual que mueve los hilos, por eso, la definición de
estado fallido es abiertamente preocupante. En Méjico, la entrega de
armas de guerra al norcofascismo, tuvo ese contenido que consintieron
los anteriores presidentes, algunos de los cuales estuvo en la nómina
de agente de la CIA, todo un presidente de Méjico, ¿Fox?,
¿Salinas?, ¿Calderón?, ¿Peña?, la lista tiene varios, trabajando
por el bien de la patria, ¿cual de ellas?, ¿¡se puede ser más
traidor!?
El
asunto de mis conjeturas es que, como vengo observando desde mi
escasa lucidez estriba, en la situación está determinada por
el agotamiento del capitalismo como modo de producción
(Justo antes de que la pandemia de COVID-19 golpeara la economía
mundial, las principales economías capitalistas ya se
dirigían hacia una nueva recesión,
la primera desde la Gran Recesión de 2008-2009.
La rentabilidad del capital estuvo cerca de mínimos históricos;
hasta el 20% de las empresas estadounidenses y europeas
solo obtenían los beneficios suficientes para cubrir los intereses
de su deuda, y no
tenían nada que gastar para nuevas inversiones.
Las tasas de crecimiento del PIB real habían caído a las
tasas más bajas desde 2009 y la inversión empresarial se estaba
estancando. Se avecinaba una recesión mundial)
y este paréntesis que incluyo porque, en mi opinión confirma mi
idea de la pandemia interesada en ocultar una recesión que hubiese
puesto en pie a los trabajadores del mundo — este
enlace es el articulo del autor del texto que cito,
que no es que me de la razón,
sino que yo uso libremente para confirmar el interés
del capitalismo en ocultar una crisis que ya estaba en proceso de
dejarse sentir,
y que convendría enfrentar con una humanidad exhausta,
desarmada ideológicamente y atónita
— explicaría por que EEUU está obligado a afirmar su poder e
influencia en toda América del sur, ante potencias como China,
principalmente, pero también ante rusos y europeos, y ante las
propias burguesías y gobiernos nacionales porque su patio trasero es
la zona que garantiza su seguridad territorial, su espacio vital que
quiere dominar en nombre propio,
por eso Biden comienza su mandato aclarando que EEUU está de vuelta:
EEUU ha vuelto.
El
objeto de mis disquisiciones está relacionado con la ensoñación de
los Estados nacionales en los que está dividida América de sur, de
poder enfrentar al vecino del norte, no porque así lo crean los
gobiernos, en la mayoría de los casos, aliados económicos
y políticos del poderoso vecino, sino porque también lo puedan
creer los pueblos, y eso es un error, primero, porque así se acepta
por el conjunto de la burguesía mundial al considerar el continente
sur de América como zona exclusiva y, segundo, porque el complejo
militar industrial sí es capaz de tomar decisiones sangrientas (la
pandemía y todo el proceso de investigación de la gripe española
de 1918, así lo demuestra)
y si China está dispuesta a ir a la guerra por Taiwan, EEUU irá a
una guerra si se considera amenazado en su vecindad, en su espacio
vital. De ahí mi idea de barruntar que la definición de Biden de
llamar estado fallido a Cuba encierre una amenaza, porque aunque
Biden no pudiese tener intención de ir muy lejos, hay
senadores que no cesan de
agitar la tesis del abandono de latinoamérica y consecuentemente, la
falta de financiación del órgano militar encargado del área
geográfica concreta, el
Comando Sur.
LA HISTORIA DE ESPAÑA
España
es un pequeño país al sur del continente de Europa, y Europa es
imposible de entender sin España, de la misma forma que sería
imposible de entender occidente sin Roma y su imperio, pues la
simbiosis Roma-España ha sido la que consolidó el continente para
el modelo de sociedad que hoy es el mundo. Hoy en la situación
concreta de la que estoy conjeturando, España no movería una
pestaña por América, su América, porque América fue española de
norte a sur y de este a oeste. España se encontró un continente y
trató de llevar a él, lo mejor que tenía, su fe y su
cultura y que lo diga un
obrero rojo, comunista y fusilable es un ejemplo chocante de la
naturaleza de los españoles, de los que nunca tuvimos nada, ni
tenemos nada, la burguesía española que heredó el poder, porque
cuando estuvo en condiciones de reclamar su lugar en la historia, fue
decapitada por el rey emperador,
no fue nunca internacionalista, los que quedaron simplemente se
dejaron llevar, aprendieron a medrar y hacer negocio sin
la visión colectiva de querer hacer historia,
esta se hizo a pesar de ella misma, porque en el fondo, como pueblo
hemos heredado conceptos y valores antiguos que se resumen
en la solidaridad y en querer ver en el otro un hermano,
un doliente, alguien
con el que podemos avanzar mientras rodamos por la vida,
algo que queda de los siglos de la historia, en ver la salvación más
allá, en un dejar el goce y el deleite para otro momento, que nunca
llega, que creemos que disfrutaremos pero que siempre se tuerce,
siempre se rompe y ha que volverse a rehacer y componer.
Todo
esto está dicho no porque lo que suceda en América no nos importe,
nos importa a los de abajo y a los de arriba, aunque por motivos
diferentes y a veces, opuestos. Lo que sucede en el mundo nos atañe
y afecta porque éste se ha enanizado
en la misma proporción en la que las fuerzas productivas se están
haciendo geológicas y cósmicas
y el margen de error se reduce a la misma velocidad, pero hemos
terminado por creer y aceptar que no podemos hacer nada y por
supuesto, ni el establisment ni el gobierno español ni los gobiernos
americanos se atreverán a romper el esquema que determina que papel
juega cada cual. Los roles aceptados no se rompen más que
cuando existe un proyecto,
una visión de a donde vamos,
y al menos a mí me parece que no existe tal proyecto, sino que nos
llevan, que el capital financiero mundial dirigido por el complejo
militar industrial, nos lleva a una destrucción selectiva y gradual,
tratando de hacer el menor ruido posible para que no reaccionemos. Es
decir, la sociedad, el conjunto de los pobres del mundo camina sin
una idea aproximada de hacia donde nos dirigimos, mientras la élite
que hace que el mundo funcione está conectada y coordinan sus
preferencias, miden sus fuerzas y hacen sus jugadas moviéndonos como
peones en el tablero del mundo.
En este esquema, lo que suceda en el mundo –siempre se piensa– es
cosa de otros capaces de asignar roles que se harán cumplir de una
forma u otra. ¿Qué sentido tendría reivindicar la unidad de
España? Porque España ha trascendido sus límites
como atestiguan el hecho de sus raíces hincadas en tierras que están
cruzando mares y océanos, que a veces, algunos se atreven a
reconocer pero que gobiernos y aveces, también los pueblos, se
consideran como distintos, ajenos, sin tener consciencia de estar
haciendo el juego al capitalismo cuyo credo es solo la ganancia. Está
claro que existen historias, no la historia, la que es común, la que
es el relato continuo, con sus grandezas y sus, no pocas miserias,
pero que es común y nos identifica, nos obliga a reconocernos,
incluso cuando nos enemistamos, perseguimos al enemigo con más saña,
porque antes fuimos hermanos, amigos.
Esa historia común está oculta, no es la que aparece en los textos
escolares porque en la escuela –en las escuelas del planeta– no
se preparan los ciudadanos del mundo, solo se preparan a
eficientes profesionales y obreros para que cumplan las tareas que se
les ordenen.
Acude a mi memoria la imagen de un mapa de EEUU coloreado por la
importancia del cristianismo allí, que está pintado en función de
las tres corrientes más importantes, catolicismo en rojo,
protestantismo en azul y mormonismo en verde, el predominio del azul
es indiscutible y en ese mar de azul están salpicando débiles
manchas rojas que tienen un mayor predominio en el oeste, donde
también está asentado el mormonismo. Parecería que la fe dominante
en EEUU es garantía de cohesión porque todo el sur es azul, Tejas,
Florida, Georgia, Alabama, Misisipi, Tennessee,Virginia, Arkansas,
Nuevo Méjico, pero en esas zonas también hay afroamericanos que
también son protestantes, y la característica más importante de
EEUU, además de su cruel desigualdad es su feroz racismo,
algo que el luteranismo no puede corregir porque de suyo el
luteranismo es racista, misógino, antisemita y separatista, porque
no hay que olvidar que Martín Lutero fue la creación teológica
de los príncipes europeos descontentos de Roma y contrarios al
emperador, y que influidos por el imperio otomano, envidiosos de la
liberalidad del islamismo otomano que otorgaba al sultán el relax
del harén, deseaban romper la hegemonía romana que limitaba el
ejercicio de su poder, frente a Roma, frente al emperador.
Contra esta teología se desgastó España porque iba
contra los valores ancestrales de la fe y el amor al prójimo
–solidaridad–, al primar sobre todas las cosas, la realización
personal, que tan buen partido sacó, andando el tiempo, la
burguesía europea ascendente, cercenada inicialmente en España. Tal
vez por esto o por eso, España, las Españas se desgajaron,
asumiendo los burgueses españoles en América la defensa de la
patria chica –sus propiedades allí–, frente a la patria grande,
porque esta, convulsa trataba de librarse de la desgracia
napoborbónica.
Los burgueses americanos temerosos de la incipiente revolución
gaditana como garantía de salvaguardar sus propiedades frente a la
rebelión que se iniciaba en la convulsa España en los comienzos del
XIX, terminaron rompiendo la unidad y España, fragmentada por los
regionalismos peninsulares, en realidad, la carencia de un
mercado interno que habría corregido los desequilibrios soldando las
diferencias que agrandaban los burgueses, estas, las rivalidades
interburguesas fueron confiadas a la corrección de un Estado podrido
por una monarquía corrupta y una corte y cohorte de personajes
acordes con los tiempos. Por eso, España se considera desligada de
América, de la América que fueron provincias ultramarinas, y si
Biden dice que Cuba es un estado fallido, desde luego, desde el poder
no se le dirá que eso es lo que Biden, el complejo militar
industrial quiere que sea Cuba, un estado fallido al que se le allana
el camino para que se derrumbe, pues esa es la concreta ambición del
bloqueo a Cuba, como lo es el bloqueo a Venezuela.
A QUIEN SERVIRÍA LA UNIDAD
La unidad no la quieren los poderosos, los poderosos quieren la
separación, la división, fomentan la diferencia. En un principio,
el continente estuvo repartido en dos virreinatos que se unían en el
centro del istmo continental, Nueva España al norte y Perú al sur.
Perú era todo el continente sur, menos la parte
interceptada por el meridiano del acuerdo de Tordesillas, que luego
sería Brasil, no el pedacito que es hoy, que gobernará, pese a
Keiko Fujimori, Pedro Castillo. Tuvieron que pasar dos siglos hasta
que la perseverancia inglesa consiguió con el ransomware
de entonces dividir el continente sur, al que no consiguieron someter
por la fuerza de las armas, pero sí, atrevés de sus agentes
contrabandistas, hackeando el continente para
impedir la naciente industrialización hispanoamericana,
que empezaba a querer despegar, en el este en Buenos Aires, y en el
oeste, bueno en el oeste es curioso la forma que va tomando toda la
costa este, en forma de cuchillo primero, de sable al final,
arrebatando terreno a lo que sería Argentina. La estrechez del
territorio de Chile revela la intención de los ingleses de la
necesidad de terrenos en donde descargar la mercancía, más que de
adentrarse al interior. Perú se fue dividiendo en Nueva Granada y
luego en capitanías generales en la misma medida que desde el
centro, España, los sucesivos ministros —Galvez, héroe en la
independencia de EEUU –Galveston–, Floridablanca, Aranda— que
se ocuparon de las provincias de ultramar imaginando soluciones para
las cuales los Borbones sucesivos y sus ministros pretendían
liberarse de una tarea que les rebasaba.
Ni el rey ni la burguesía peninsular ni la burguesía de las
provincias ultramarinas fueron capaces de evitar la división y
España que era, no solo la península sino América y Filipinas –les
costó a los yankis fusilar uno de cada cinco varones filipinos
imponer el inglés en el archipiélago, tan pronto como estos pisaron
las islas en 1898, la brutalidad y la premura que el presidente Mc
Kinley azuzó a sus tropas dificultó el inicio del inglés. Algo que
recriminaron filólogos y lingüistas estadounidenses y en tiempos
tan próximos como 1968, el 60% de los filipinos no sabían
expresarse en inglés. Tal exceso de apresuramiento mckinleyano no
pudieron compensar la inteligencia del franciscano Pedro de San
Buenaventura que hizo el primer diccionario de tagalo en 1613,
facilitando la introducción del español allí. Una lengua aceptada
en todas las islas en la que se expresaban con comodidad y soltura,
ya que esa práctica —recoger vocabulario nativo y hacer gramaticas
nativas— se empezó realizando en el Nuevo Mundo, donde los
misioneros estudiaron las lenguas nativas para predicar la palabra de
Dios–, es decir, la unidad de España, una nación que trascendió
sus límites naturales, geográficos, fue
condenada por la geopolítica a reducirse a sus límites
naturales, mientras nacía una nación que sí pudo
trascender los nuestros porque la burguesía fue y es
incapaz de reclamar la unidad, al garantizar la división, su estatus
económico.
Al pueblo, a la clase obrera, la unidad le resultaría claramente
beneficiosa pero tiene que reconocer la falsedad de la historia
oficial que es motivo de enfrentamiento y empobrecimiento colectivo,
general, extensivo.
No me parece superfluo retomar el hilo de la desatención sanitaria,
en términos generales y al sur de EEUU, en particular, porque me
parece que la carencia de vacunas está relacionada con la necesidad
de mantener a la población del continente sur en un estado de
necesidad creciente, porque ese espacio vital le es necesario para
cumplir la tarea de organizar el mundo a la medida de sus intereses,
es decir, la posibilidad de que se produzcan cambios positivos para
el conjunto de la humanidad está directamente relacionado con
entender que la pandemia ha sido planeada por el núcleo del capital
financiero USA, sabiendo que las crisis
económicas se van a suceder cada vez a mayor velocidad,
porque el crecimiento de la población y la incapacidad del sistema
para coadyuvar al mantenimiento del conjunto social es imposible. Las
crisis de 2008 y la de 2018, disimulada con el covid19 fueron
acciones, hechos económicos de recoger beneficios, pero habrá una
tercera crisis que estará determinada por la necesidad de
ajustar el balance, de aquilatar el valor real descontando el
crecimiento del dinero circulante emitido mediante el cual se ha
incrementado la valoración de complejos
industriales,infraestructuras, laboratorios científicos,
urbanización y un numeroso etcétera que artificialmente inflado
con dinero gratis, desvalorizado porque no tiene su equivalencia en
trabajo socialmente necesario, forma una montaña de papel, osea, el
dólar tiene que adquirir el valor real y esa acción afectará al
conjunto de la población del mundo que sufrirá las
consecuencias de la escasez, de la desocupación
habitacional y del desempleo, y ese ajuste no puede hacerse
queriendo volver a un mundo acabado, superado, sino inventando nuevas
modos, nuevas prácticas y sobre todo, tomando consciencia de la
necesidad de empoderar al conjunto social,
para que sea capaz de controlar el poder de los administradores
políticos.
Sería muy ingenuo creer que la política de EEUU la decide el
presidente y su administración, cuando más bien la administración
y el presidente son los valedores del complejo militar industrial y
ese núcleo duro del capital financiero posee herramientas que no
podemos ni imaginar, estando en condiciones de poder diseñar una
humanidad a su capricho, por eso, la pandemia está lejos de haberse
sofocado y el mundo que hemos conocido no volverá.
Si he hablado de la unidad de España no es para reconstruir un
imperio que se agotó, ni siquiera para construir un gran Estado
nacional, mi ensoñación (próximo a los 80, los proyectos a más de
un telediario de distancia es un delirio), de una unión de
repúblicas socialistas ibéricas tiene el delito de
creer que mi origen cultural me hace entendible y que por eso mis
conjeturas pueden tener un determinado calado a la hora de luchar por
levantar la bandera roja del socialismo redentor.
Dije al principio que el mundo se enaniza en función del crecimiento
de las fuerzas productivas que adquieren carácter geológico,
cósmico y esta manifestación evidente del materialismo histórico,
que imponen los hechos nos obliga a revisar los comportamientos
subjetivos, vale decir ideológicos, más no por ello, despreciables
puesto que tomar consciencia de esas fuerzas productivas requiere
valorarlas y aquilatarlas desde conceptos, éticos, filosóficos,
jurídicos, religiosos-morales. Demandar acabar con la
indecencia de la propiedad privada de los poderosos que se arrogan el
privilegio de atesorar la riqueza generada socialmente,
distribuyendola al capricho de leyes inicuas es intolerable.
La propiedad privada de los medios de producción es
abiertamente nociva, delictiva y criminal contra
el conjunto de la vida en el planeta. La facultad de
fabricar lo que al propietario le apetezca, ha
de ser revisada sin dilación, porque forma
parte de las herramientas inimaginables que poseen los poderosos.
Empoderar a los débiles es la tarea para lograr una humanidad
más justa, o lo que es igual,
menos egoísta, más compasiva.
Claro esta, que esto no lo dice un doctor en … , ni un economista
de … ni siquiera el presidente de la comunidad de vecinos, pero
sería bueno, estimado lector que te parases a meditar sobre lo que
aquí se dice, que va contra una estructura social no
contra ningún pueblo, no contra ninguna nación.
Dicho está
jmrmesas
veintidós de julio de dos mil veintiuno