martes, 30 de septiembre de 2014

ENTRE EISTEIN Y HAWKING NO HAY NINGÚN DESTINO MANIFIESTO

ENTRE EINSTEIN Y HAWKING NO HAY NINGÚN DESTINO MANIFIESTO

NO DEJEMOS QUE NOS HAGAN EL FUTURO

Entre A. Einstein, – Dios no juega a los dados – y S. Hawking, – somos producto de las fluctuaciones cuánticas en el universo –, no hay ningún destino manifiesto sino la habilidad de una élite que encabeza el uno por ciento USA para burlar las normas internacionales y el Estado de Derecho, que Estados Unidos afirma con su política depredadora, porque en esa política se reconocen todos los burgueses del mundo, para los cuales, los seres humanos corrientes no son sino una plaga, y que en el profundo pensamiento del rey consorte del Reino Unido, Felipe de Edimburgo, capaz, si pudiera reencarnarse, de volver convertido en un virus para terminar con la superpoblación del planeta, – una fluctuación emocional con el ultraderechista señor ébola, JM. Le Pen –, solo existen leyes hechas por lo poderosos del mundo para su propio beneficio, y eso seguirá siendo así porque no existe voluntad política para que en la sociedad, los seres humanos corrientes y molientes, se organicen para tomar en las propias manos el destino común, sacándolo de manos de los que se arrogan el derecho a tomarlo, para beneficiar sus negocios y propiedades, arrebatadas a todos, con engaños, mentiras, la amenaza y la fuerza.

Querer ignorar esta persistente realidad, es cuanto menos, una fluctuación de la consciencia (distingo entre conciencia, un producto de la fe, o si se desea, un producto de la ideología, y consciencia, una derivada del conocimiento; de lo que es comprobable y constatable), por lo tanto, hablar de luchar contra la pobreza, o querer que se acepte una renta básica sin entender que tales cosas no serán aceptadas sin un cambio en la correlación de fuerzas, son ganas de marear la perdiz, pues tales cosas implican, no solo una merma financiera que el poder, y el poder no es el poder del Estado, el poder real es el que emana de los que controlan las cosas de comer, la producción, las finanzas, en suma, la economía, que en la actualidad, está intervenida por esa trama de las 147 empresas, que ya he mencionado en otros apuntes, dado que el poder del Estado se acomoda al dictado de la economía real, que escapa, porque así está aceptado, a la intervención del Estado. Pero la implicación más importante estriba en la potencial amenaza que una sociedad consciente, politizada, entendida, encierra para la continuidad del modo de producción de mercancías, que es equivalente a decir, de la pervivencia del capitalismo.

La lucha contra la pobreza no es un asunto de justicia social, es ante todo, un cambio de la relación de fuerzas tendente a organizar la sociedad con otros criterios, con otras razones, que no se pueden asentar en la propienda privada de los medios de producción y de cambio, sino en el control efectivo de los medios de producción y de cambio por la sociedad, construyendo nuevos medios y modos de controlar esos medios de producción para evitar que tales fuerzas productivas sean controladas por minorías delegadas – burócratas –, o de propietarios privados, que las utilizan para sojuzgar a la sociedad mediante la fabricación de armas de destrucción masiva.

Ese fue el fallo del socialismo de la URSS, al evitar la fiscalización de la sociedad soviética sobre la producción, sobre la economía, quedando esta, en manos de una élite, que termino por expropiar a los trabajadores, a la sociedad, por lo tanto, cualquier cambio que implique una lucha, efectiva, contra la pobreza exige que los partidos, organizaciones, dirigentes políticos y propagandistas lleven al seno de la sociedad la idea fundamental de que ella es el poder, es la fuerza, la creadora de legalidad, y por tanto, la que tiene la razón para plantear cambios en la producción y en las formas y modos de producción, ya que sin está batalla, cualquier idea sobre la distribución de la riqueza está maniatada por el derecho de propiedad de los poseedores de los complejos industriales y bancos.

Los poderes fácticos que emanan de las 147 empresas que intervienen la economía del mundo es de una magnitud descomunal, hasta el punto que cuando los reguladores estatales tienen que indagar alguna de estas grandes empresas, la actitud servil de estos para con los regulados es de sumisión incondicional, como muestra esta técnica – Carmen Segarra – contratada por la FED – Federal Reserve System – y despedida de su trabajo, solo por el hecho de cumplir con su cometido, lo que confirma la teoría sustentada por este blog, acerca del dictado de la política del capital financiero, que el Estado, los Estados, han de trasladar a los ciudadanos, y que casi nunca es primera página en los periódicos de gran tirada. Una muestra; Almunia, eurocomisario de competencia advierte que aún no estamos fuera de riesgo y que una tercera recesión es posible. Comentando, en una tertulia, las declaraciones del eurocomisario Almunia, que echa un cubo de agua helada ( y no es el ice bucket challenge) a las declaraciones triunfalistas de Rajoy, se solicita la opinión del profesor de la universidad de Barcelona G. Bernardos, a través de videoconferencia (una ventaja de la tecnología, usada solo cuando conviene), que certifica lo dicho por Almunia, apostillando lo mal que lo está haciendo la Unión Europea, influida por la decisión de Merkel, mientras que, Estados Unidos, está creciendo a un determinado ritmo, y me planteo la siguiente reflexión porque hay términos que no me cuadran; ¿cómo es que la economía USA puede crecer cuando su déficit está hundiendo la economía global?; trataré de explicarme: la economía actual, controlada por las 147 empresas, supone un circuito cerrado en el que el fluido vehicular es el sistema monetario controlado por el dólar. Si Estados Unidos tiene un déficit de casi 18 billones de dólares – 17.796.258.875.895,73$ – (observan, estimados lectores, que Obama no es hostilizado por los republicanos por el déficit creciente; y no lo es, porque, en gran medida está aplicando la política belicista de estos); volviendo al tema, semejante déficit, que sobrepasa el 100% de su PIB, está carcomiendo la economía mundial porque los ajustes que tendría que hacer la economía USA se transfieren a las otras monedas y el bazo limpiador de semejante circulación sanguínea es el euro, que está obligado a tener que exprimir a los ciudadanos, recetándoles recortes, paro y freno en el crecimiento.

Cualquier intento de salir de este circuito cerrado no hace sino incrementar la hostilidad, mientras que es imposible modificarlo porque eso significaria tocar el adn del sistema, y ese adn esta formado por el derecho de propiedad de una minoría a explotar al planeta de forma y modo que sea beneficioso para el uno por ciento de poseedores y su orla de privilegiados.

Esta situación no puede ser modificada con la políticas bienintencionadas de una izquierda miope que no quiere contemplar como son influidas las economías nacionales por la intervención de las empresas que tienen capacidad de determinar comportamientos globales. La izquierda ha de tener presente que la sociedad actual es global, internacional, primero porque las fuerzas puestas en funcionamiento por la ciencia aplicada a la producción y a los procesos productivos no puede poner fronteras a los fluidos, la atmósfera, los océanos, ni a las radiaciones, sean electromagnética o nuclear, luego porque los comportamientos sociales se copian porque aportan novedad, puntos de vistas, percepciones, vivencias que se reconocen deseables, a veces positivas; cualquier política de progreso que no tenga en cuenta este hecho, la interconectividad multidisciplinar de la sociedad, está destinada a fracasar, porque se priva la causa de la realidad social.

El sistema está agotado y necesita reinventarse para poder volver a tener un trecho espacio-temporal que facilite una era de progreso y confianza en el sistema, a una ciudadanía ahíta de penurias cuando esta intuye que el progreso es para unos pocos, pero negado a la mayoría, por eso el poder está atento a todo lo que pueda suponer un desafío popular y cuando combate al Estado Islámico lo hace porque lee entre líneas y sabe que la captación de militantes deseosos de dar un giro a sus vidas vacías, por el islamismo radical está previniéndose de la posibilidad que los jóvenes y personas que quieran dar un sentido útil a sus vidas puede ser luchar por cambiar el mundo, luchar por la revolución mundial, luchar por el socialismo, y es peligro es el que trata de cortar, bombardeando el yihadismo, pero el sistema no tiene solución porque su adn está podrido y no admite reformas.

Plantearé una hipótesis que podría devenir en una realidad tangible. Supongamos que Podemos obtiene una mayoría absoluta en las generales próxima, y que dispuesto a cumplir su programa solicita al FMI un préstamo que este niega. Sigamos el supuesto y Podemos dispuesto a cumplir solicita el préstamo que el FMI niega al banco de los BRICS, y que este lo concede. ¿Alguien cree que tal situación sería considerada por el sistema como una acción plausible? De ninguna manera; el propio hecho de haber constituido el banco por los BRICS, ha sido interpretado por el sistema como un acto de hostilidad y casualmente el día que se constituyó ese banco fue derribado el B777 de Malasia Airlines.

Tal hipótesis sería algo que engendraría, a ojos del sistema, un peligro de disolución de su poder, porque, el ejemplo de Podemos – hipótesis de trabajo para ilustrar el agotamiento del modo de producción de la mercancía dinero –, podría generar una cascada, un ejemplo a seguir por, sigamos la corriente, Grecia, o incluso, aún más grave, Francia, y este solo hecho vendría a significar la apertura de una etapa de doble poder cuyo desenlace, necesariamente tendría que resolverse con el aplastamiento de uno de los dos poderes.

Sin llevar al seno de la sociedad la idea fuerza de ser el actor principal del proceso histórico, de tener derecho, no habrá cambio positivo para la mayoría, es decir, para la humanidad; todos los peligros se confabulan para que ella, es decir, la mayoría sea la que pague, la que sufra, la que sea carne de experimento de los ébolas potenciales habidos y por haber, la que ponga los muertos, porque los que tienen posibilidades de influir en el imaginario colectivo, de dar forma a una nueva estructura mental, no se atreven a decirle a las masas doloridas que ha llegado un tiempo nuevo, que tenemos que construir.

Ni en reyes, dioses ni tribunos está el supremo salvador. Nosotros mismos realicemos el esfuerzo redentor. Y no hay más, pero tampoco, menos.

jmrmesas

treinta de septiembre de dos mil catorce











martes, 16 de septiembre de 2014

SOCIEDAD Y BENEFICIARIOS



SOCIEDAD Y BENEFICIARIOS


AL SISTEMA CAPITALISTA LE SOBRAN

CINCO MIL MILLONES DE SUBHUMANOS QUE NO SE PUEDEN ACHATARRAR



Seguro que esto puede parecer un desvarío, pero si se analiza el problema en el contexto en el que está transcurriendo el proceso vivo la cosa no parecerá tan disparatada. La lógica del capital es producir al mínimo coste, para obtener el máximo beneficio, y cinco mil millones de seres humanos, obligados a subsistir con una media de menos de dos dolares diarios, es un factor de coste, que no produce ningún beneficio, y además, consumen, pero que, sobre todo, son un peligro potencial en todos los aspectos y por lo tanto, un peligro que habrá que eliminar; el problema estriba en que eliminar 5 mil millones de personas es una tarea que dejaría corto los métodos nazis de matanza industrial, empleados en los campos de exterminio, por el régimen del nazionalsocialismo, pero Estados Unidos, que se quedó con una parte importante de los científicos nazis, también se quedó, con toda la metodología que llevó a Hítler a diseñar una sociedad basada en la mentira, el espionaje a sus nacionales y el adoctrinamiento, y una parte de los intelectuales que no estaban manchados con el  exterminio, y que tuvieron acogida en la sociedad que surgió tras la SGM.

Bordeamos peligrosamente una guerra mundial, que como no podía ser de otro modo, el escenario principal, que se está considerando, con mucho detalle, habrá de ser el viejo continente, Europa; sin la sumisión de la población europea, cualquier maniobra capaz de poner en marcha la eliminación de una población mundial, que excedería a más de la mitad de la humanidad, estaría condenada a fracasar. Tal perspectiva está mandando señales en todas las direcciones, porque la magnitud de la tarea excede las posibilidades de un gobierno concreto, y esto es así, porque para los ideólogos incrustados en el sistema, que defienden la vigencia y preeminencia del uno por ciento de la población, está claro que el modo de producción de mercancías está acabado; que este es incapaz de soportar el mantenimiento de la vida; que para ser el soporte vital de la humanidad, el sistema tendría que cambiar completamente, y si esto hiciese, los cambios, afectarían profundamente a toda la estructura y superestructura, y en este cambio, el uno por ciento, dueños del mundo, serían los perdedores, que pasarían de ser dioses, a ser simples ciudadanos, sin más derechos, que cualquier otro.

El agotamiento del sistema es evidente para todos los analistas, para todos los sociólogos e investigadores de diversas disciplinas que siguen el día a día del proceso, y que ven la imposibilidad de combinar el desarrollo de un proceso que se ha ido configurando lentamente, en el transcurso de la historia de la humanidad, que ha condicionado el proceder de los seres humanos, sin apenas variación, con la dinámica, cada vez más acelerada de las ciencias y de la aplicación de las ciencias al proceso productivo; que para hacer posible tal combinación, hay que desmontar mucho mito, mitos, que para una parte considerable de la sociedad son eso, mitos, pero que en la medida que tales mitos siguen manteniéndose - Dios, patria, raza, etc. -, se aceptan y en cierto modo son unos diques de contención, difíciles de substituir, sobre todo, porque la alternativa al sistema, el socialismo, era peligroso porque al atacarlos, desvalorizaba al sistema capitalista, sin ningún ejemplo práctico que sustentara la alternativa socialista, por eso, cuando antes de la PGM, al votar los créditos de guerra, los parlamentarios socialistas se dejaron llevar del mito patriótico, comenzó un declive ideológico que se ha ido agrandando, hasta no ser más que un concepto vacío, que se puede llenar con cualquier enunciado sin relación con los principios.

El agotamiento del sistema es de tal magnitud que en la reunión del Banco Mundial, que ha tenido lugar recientemente, el drama del empleo ha sido un capítulo debatido como una crisis global que debe ser abordada de forma conjunta, y para la creciente población se hace necesario crear, globalmente, 600 millones de empleos, antes de 2030, aunque no hay varitas mágicas para ello. Esto no solo confirma el agotamiento del sistema, sino que, indirectamente, reconoce que sin variar las estructuras sociales – varitas mágicas –, no es posible la creación de esa fuente de utilidad.


FUENTE DE LEGITIMIDAD ¿FUENTE DE RIQUEZA?


El mapa que muestro está tomado de Público, que a su vez lo ha bajado de una publicación de Estados Unidos, y que por muy incompleto que sea, pues la banca no está representada, cuando en el actual momento histórico del capitalismo, el capital financiero es el autentico dueño de la situación (reflexionaré, para mi consumo, que el capital financiero es la alianza del capital industrial y el capital bancario), y por lo tanto no se explicita, por ejemplo, los lazos de las empresas de Amancio Ortega con los bancos, y que participación hay entre los bancos y las empresas, de este empresario, pero de acuerdo con el informe de la universidad de Zurich, el esquema es que alrededor de la empresa principal se desarrolla una maraña de empresas clientelares con una participación suficiente, capaz de garantizar una determinada cuota de poder a la casa matriz.



Políticamente está aceptado que la sociedad es fuente de legitimidad, porque el poder viene del pueblo, y no de cualquier otro lugar; sin embargo, una vez enunciado, nadie insiste en que este hecho tome carta de naturaleza en las conciencias de los ciudadanos porque poner en valor el mencionado lema nos lleva a la siguiente reflexión, ¿es la fuente de legitimidad, fuente de riqueza? ¿Cual es y donde está el instrumento que expresa la soberanía del pueblo?

El mapa deja fuera de toda duda, que sin una sociedad sólidamente estructurada, conectada y comunicada, no sería posible acumular riqueza, por lo tanto, parece indudable que la sociedad es la principal fuente de riqueza; que sin la existencia de la sociedad, no tendría sentido ni la riqueza ni el poder.  

El mapa también nos dice el grado de injusticia estatal, de un modo indirecto, ya que la acumulación se muestra por la intensidad del color y el más intenso corresponde a España, donde está la 4ª fortuna más importante del mundo, según Forbes; además del dueño de Zara, también hay otros 25, mil millonarios; en Europa, en total hay 468, mil millonarios que en conjunto poseen 1,95 billones de dolares, información tomada de un video que edita la revista.  

Otra información nada desdeñable es la de señalar con nombres y apellidos quienes son los beneficiarios del desmantelamiento del primer Estado Obrero; quienes han sido los que se han adueñado de las riqueza de los pueblos que configuraban el Estado soviético. Casualmente, el nombre del oligarca más rico de Ucrania, Rinat Akhmetov, está ligado, aunque eso no aparece en el mapa, a una baza decisiva en el golpe de Estado, que tuvo lugar en febrero, habiendo pasando desapercibido en toda esta batalla, pero al parecer de los 5 mil millones de dolares que Estados Unidos inyectó en la democratización de Ucrania, una parte importante fue a parar a los bolsillos de este oligarca, hecho que la señora Nuland – que se joda la UE –, aprovechó para apretarle las clavijas.

Creo que este sucinto esbozo apunta razonablemente un argumento que demuestra la importancia de la sociedad como fuente de riqueza, y como tanto este dato, como el primer argumento, fuente de poder y legitimidad, es deliberadamente minimizado por el poder poder político, por lo tanto el conjunto de la sociedad es inconsciente de su propio poder, y la increíble potencialidad y riqueza de las relaciones de producción, no regladas, no sometidas a legislación, fuera de todo convenio de producción industrial y comercial, es canalizado por el poder político, a beneficio de la élite social que se apropia de ella y le permite medrar a costa de la sociedad, enriqueciéndose.  

¿Es posible un vuelco social sin que la sociedad sea consciente de su propio poder?

No. De ninguna manera será posible un cambio drástico que permita cambiar las estructuras que garantizarían la vida de las clases explotadas porque el poder político, manejado por la burguesía, que controla las llaves del manejo del Estado, de los Estados, en todo el mundo, no permitirá, que estos conceptos tuvieran preeminencia en la enseñanza, ni pública ni privada, porque eso, subvertiría la esencia del poder político del capital financiero, que es el dueño, de hecho, del poder del Estado, y el Estado es quien controla el tiempo político, aunque no se presente a ninguna elección. 

¿Por qué es importante este concepto?

Bordeamos peligrosamente una guerra mundial, y si esto sucediera, de nuevo, las masas humanas, estarán haciendo de relleno de una increíble carnicería, porque nadie se atreve a plantear, ante los pueblos, el dato escueto, que hoy, como en los previos a la primera guerra mundial, se le oculta. En aquellos momentos la formidable ascendencia que tenía la socialdemocracia sobre el conjunto de la clase obrera, en Europa, le hubiera permitido hacer un llamado contra la burguesía, contra los respectivos burgueses nacionales, sin embargo, sucumbieron a los mitos nacionales, por eso, no tengo ningún pudor en llamar traidores a la socialdemocracia, y modestamente, considero mi obligación de romper el hilo del discurso oficial, cuando este, miente con descaro, planteando la reactivación de la economía, cuando nada se a hecho por regular las causas que produjeron la actual crisis.


Como he citado más arriba, los 600 millones de empleo – 600000000 – que los expertos del Banco Mundial dicen que son necesario crear en un plazo de quince años, son empleos de alta cualificación, empleos que convienen en reconocer, afectan y exceden las estrictas competencias nacionales, demandando una cierta cooperación global para crearlos. Para hacernos una idea de la magnitud de la tarea, repartidos a lo largo de los años, suponen crear 40 millones de empleos cada año, en todo el mundo y eso, suponiendo un reparto lineal, a un país le tocaría aproximadamente en torno a 200 mil o 220 mil empleos anuales, que en 15 años serían más o menos, tres millones y pico de empleo por país. Si marchásemos en esa dirección, no se potenciaría el clima bélico, que las sanciones puestas en marcha por EEUU, con la complicidad de los dirigentes inútiles de la Unión Europea, hacen, sino que se buscarían formulas de cooperación y entendimiento que impulsaran esa creación de empleo, y que en cierto modo, vendrían a significar, una cierta modificación de las estructuras que lo impiden. Al no hacerlo así, se reconoce, implícitamente, que las estructuras han de ser rotas, por la guerra o por la revolución, y esto es una señal del agotamiento del sistema.


Las sanciones contra Rusia se corresponde con el pánico de la vieja burguesía que domina el mundo, su producción y su economía, porque el sistema tan estructurado, es incapaz de integrar a las economías emergentes y a potencias industriales como Rusia y China, pero sobre todo, por el temor de Estados Unidos a perder su preeminencia en Europa, ya que la política de Rusia empezaba a tender puentes con las economías europeas, y eso asustaba al capital financiero USA, en un momento en el que, el sistema monetario articulado sobre el dólar, con el euro como amortiguador que está absorbiendo los desajustes y tensiones producido por un sistema anquilosado, y que el dólar no podría absorber porque la ciudadanía estadounidense ya está en unas condiciones sumamente intolerables, dispararía los conflictos en el corazón de EEUU.

Todo esto son síntomas del agotamiento del sistema. Señales de alerta, que son un continuo, que están demandando nuevos enfoques a los problemas, que desde el inicio de la crisis no se quieren abordar, y que el capital financiero internacional se niega a encontrar soluciones de consenso porque la lógica del capitalismo es la acumulación y la expulsión de la producción de la fuerza de trabajo, y en este sentido, el empobrecimiento es el método de lograr aumentar la explotación de la clase obrera, unido a la privatización creciente contra la ciudadanía, tratando de someter a la sociedad, a toda costa porque el superimperialismo euro-estadounidense, es más consecuente con la lógica de sus intereses.

Es está lógica la que le lleva a tratar de rediseñar las fronteras de Oriente Medio, tan desconsideradamente acometido en 1916 por dúo Picott y Sykes, despreciando la historia y los lazos establecidos entre etnias y tribus a lo largo de los siglos de dominación del Imperio Otomano, poniendo en marcha el yihadismo, hasta el extremo de tener que aceptar que el Estado Islámico, se les ha escapado de las manos y funciona sin control, otra señal de alerta que emite el sistema, mostrando el agotamiento, y que recientemente, la ultima cumbre de la OTAN mejora, involucrando a los socios de Estados Unidos en una nueva invasión de los territorios controlados por el Estado Islámico, de tal manera, que el control del petróleo, en manos de Estados Unidos, se cubra con las tropas que la OTAN pondrá sobre el terreno en Iraq y Siria.

Esta misma lógica es la que está tratando de introducir en Europa el fracking, un método de producir gas natural y petróleo, dudosamente rentable con un inconveniente peligroso, ya que al descompactar los terreno tiene la característica de ser sensible a los terremotos, ampliándolos; el objetivo de tan discutible método, encierra un doble propósito, compensar una posible restricción del gas procedente de Rusia, y otra menos evidente, pero muy importante, destinada a impedir el abaratamiento de la energía, ya que el potenciamiento del fracking es la negativa del capital financiero que controla la industria petrolera a reducir la importancia de la electricidad; reducir la capacidad de producir electricidad, en la medida que una sociedad avanzada demanda es otra señal del agotamiento del sistema, ya que la producción de electricidad, en modo creciente, así como la fabricación de aparatos más eficientes que demanden menos consumo estriba en dedicar inversión a esta tarea, cosa que el capital financiero internacional impide, porque al facilitar el fracking, en realidad se está magnificando todo una producción industrial basada en el remozamiento del viejo motor de explosión de ciclo Otto. Una industria que no se quiere transformar dando entrada a otro tipo de motores, sencillamente, para evitar que el progreso social se extienda.

LA GUERRA QUE ESTADOS UNIDOS NECESITA

La OTAN es el escudo protector con el que se cubre Estados Unidos, consciente de su necesidad de embarcar en su delirio belicista a los socios euro-asiáticos del superimperialismo, unido esto a las sanciones, da idea de la profundidad política del momento, siendo esto, otra señal del agotamiento del  sistema, pero la élite del capital financiero estadounidense es muy consciente de que su apuesta belicista, únicamente, ella, será la única beneficiaria, y las burguesías euro-asiáticas serán las perdedoras, sobre todo, europeas, más allá de un reducidísimo grupito con el que comparte intereses. Este grupito considería posible una guerra convencional, sin armamento nuclear, ¿también química y bacteriológica?, para presionar a Rusia y que esta aceptase la desmembración de su territorio, poniéndolo en manos de las corporaciones transnacionales, cosa completamente descabellada, así que, únicamente una guerra, puede salvar al dólar, aunque existe la incertidumbre sobre el alcance y profundidad del conflicto.

¿CÓMO PARARLA?

El ejercicio del poder no termina tomando decisiones constatables sino que afecta a las propias concepciones ideológicas, incluso sentimentales desarrollando mecanismos psicológicos que permiten a la élite situarse por encima del bien y del mal, creyéndose que todo el progreso logrado es debido a sus desvelos – el papel de la sociedad es subestimado, como es de suponer, en una élite prepotente – y por tanto – terminan por creerse –, que una guerra pueda suponer una carnicería es algo inevitable si con ello se facilita el progreso. La historia reciente tiene ejemplos con toda una serie de atentados en Europa, realizados por los grupos stay-behind controlados por la OTAN, y parar esta dinámica pasa por tener claro una serie de ideas sobre la probable evolución del sistema.

La primera y más importante es que por mucho empeño que se ponga en querer hacer los cambios pacíficamente, la burguesía y el poder político controlado por el Estado dominado por la burguesía, pondrán todos los medios a su alcance para conseguir un grado de violencia necesaria que les permita endurecer las leyes. Si echamos una ojeada a la evolución del sistema desde el 11S de 2001, el incremento de las leyes antiterroristas han sido una excusa para recortar libertades, porque su apuesta mayor es la necesidad de la guerra.

Dicho esto, es necesario tener muy claro que no se detendrá el proceso bélico, por el solo hecho de desear que la evolución sea pacífica, sino que la ciudadanía y la clase trabajadora deben reivindicar su derecho a ejercer la soberanía compartida, como garantía de que si el sistema prepara la guerra, la clase trabajadora y la ciudadanía no combatirán en esa guerra como carne de cañón, sino por sus propios intereses, y esta tarea pasa, indeclinablemente, por atacar las finanzas exigiendo su publicidad, ¡no nos vale el secreto bancario!, y esto quiere decir atacar los paraísos fiscales.

La esencia del poder del capital financiero es la especulación. Si en 1970 la relación de capitales era setenta por ciento capital productivo, correspondiendo el resto a la especulación, en la actualidad la proporción se ha invertido y el setenta por ciento corresponde al capital financiero. Lograr semejante poder para desestabilizar un país, o todo un conjunto de países -recortes-, se logra sacando de la circulación los beneficios, lo que quiere decir, que a efectos legales el dinero oculto no cotiza, no tiene existencia legal, pero si tiene existencia para intervenir en los procesos de demanda de dinero de especulación bolsista, apareciendo de improviso. Si el dinero oculto, tuviera existencia legal, la inversión productiva y los salarios repercutirían en una sociedad más rica, y una población más preparada, culta y comprometida es lo último que necesita el uno por ciento para su tranquilidad.

No será posible detener el proceso bélico sin estar apercibido del increíble poder que una ciudadanía puede tener organizándose internacionalmente para sacar a la luz la fabulosa cantidad de dinero oculto, pero una cosa deben de tener claro la izquierda radical europea y mundial: sus pasos cautelosos no van a sorprender al capital financiero internacional, porque su peor pesadilla es precisamente esa toma de consciencia de una masa crítica ciudadana internacional, que se aperciba de su poder y de sus razones para demandar la clarificación y publicidad de las finanzas, publicas y privadas, y contra ella, se previenen.

Es muy importante este concepto, porque al capital financiero internacional, al sistema no se le va a sorprender, porque sabe que la clave de una evolución positiva del momento histórico pasa por su final como clase rectora, y como cuerpo vivo que es, se resistirá a desaparecer, incluso si su hipotética supervivencia pasará por un holocausto mundial, aceptarían el reto – ¡están preparando una guerra! – porque saben que la elevación de todos esos seres humanos que viven con menos de un dólar al día, – son prescindibles –, requiere un cambio de las reglas, y en esas reglas, su estatus tiene que desaparecer, por lo tanto los dirigentes que ocultan pudorosamente la necesidad, de expropiar a los expropiadores, son oportunistas, y por tanto, no son fiables. Primero, porque sus cautelas ideológico-políticas, no van a sorprender a la burguesía, y sí van a confundir a la clase obrera y a la ciudadanía. Segundo, porque como dirigentes han de ser claros respecto a los principios, y en esos principios va implícito anticipar que la sociedad que se va a construir, la ciudadanía tiene que saber por qué se lucha y contra qué, y quienes.

EL PODER RESIDE EN EL PUEBLO

Este es el principio, y también, el colofón, pero, ¿qué medios, qué instrumentos posee la ciudadanía para ejercer la soberanía?

Cuando en los años posteriores al final de la SGM, la burguesía decidió hacer extensivo el secreto bancario suizo, el capital financiero sabía que el incremento de los beneficios que se derivaban de la guerra, – en el capitalismo, la guerra no es una fatalidad, sino que forma parte del proceso de la circulación, como las crisis cíclicas –, introducidos en la circulación, terminarían contabilizándose en los balances nacionales de los Estados y eso conllevaría a tener una sociedad más preparada, menos dócil y más respondona, así que decidieron, por las buenas, ocultar los beneficios, con el propósito de impedir el progreso de la mayoría, por lo tanto, reclamar la condonación, cuando menos, de las deudas nacionales, no es ningún disparate, solo que esta evidencia, carece de teóricos dispuestos a asumir la defensa de la causa para la ciudadanía, y es está, la piedra de toque, que distingue una política comprometida, de una política oportunista. La ciudadanía no posee más instrumento para ejercer su soberanía que el derecho a votar para elegir, en frase de Marx, quien aplastará al pueblo en el parlamento, por lo tanto, detener la guerra pasa por dotar a la ciudadanía de instrumentos más sólidos y firmes que unas elecciones, que, como duramente se comprueba, vez tras vez, los programas electorales son burlados, en aras de intereses superiores, tal es la excusa del Partido Popular, liderado por el señor Rajoy, por poner un ejemplo.

Los partidos de izquierdas carecen de la solidez teórica necesaria para asumir el final del sistema capitalista, sin embargo, la sociedad, como cuerpo vivo genera respuestas que pueden abrir cauces al cambio inevitable. En el seno de la sociedad se entrecruzan dinámicas contradictorias, generando síntesis, y de estas dinámicas surgen partidos y organizaciones que tiran adelante del proceso histórico. Durante siglos la fuerza de trabajo fue la principal impulsora de las fuerzas productivas, y esta actitud configuró a las masas como simples ejecutoras de unas fuerzas productivas dirigidas por una élite. Hoy las fuerzas productivas son las ciencias y su aplicación a la producción y los procesos productivos, y estas fuerzas, expulsan a la fuerza de trabajo; es la dinámica de la acumulación capitalista. Cambiar esto quiere decir hacer real que la sociedad que sea, en efecto, fuente de poder y legitimidad, como lo es fuente de riqueza, y sin un partido, sin una vanguardia que asuma el agostamiento del modo de producción de mercancías, el proceso puede ser muy lento, incluso fracasar, porque el capital financiero internacional, como cuerpo vivo, apuesta por su futuro a costa de una hecatombe. Podemos carece de la estructura teórico-ideológica necesaria para liderar este proceso, sin embargo, la ciudadanía se reconoce en ellos y apuesta por ellos para organizarse y avanzar, y en este sentido, son una fuerza positiva a la que animar, no en demérito de las otras organizaciones, sino como un dinamizador.

Los acontecimientos venideros irán seleccionando que lugar ocupa cada cual, quienes quieren apoyar lo positivo y germinal, y quien es un freno al avance.

jmrmesas

dieciséis de septiembre de dos mil catorce 













sábado, 6 de septiembre de 2014

EL CAPITALISMO CAERÁ GLOBALMENTE







RAZONES Y PRINCIPIOS: EL FINAL DE UNA ERA

EL CAPITALISMO CAERÁ GLOBALMENTE TAN PRONTO COMO

SE ARTICULE UNA ALTERNATIVA MEDIBLE



Si echo la vista adelante tratando de imaginarme el futuro, no puedo ver un mundo de progreso en los próximos años venideros, porque el actual estado de cosas que están sucediendo en el mundo han llevado la tensión a un grado extremo, ya que esa tensión está ligada a los intereses de una élite estrechamente informada, articulada y conectada que se reparten el mundo y maquinan acuerdos y pactos contra los pueblos para asegurarse una posición de dominio y privilegio.

El informe de OXFAN, presentado a principios del año actual en el foro económico de Davos, crudamente explica como el uno por ciento mundial posee el cuarenta y seis por ciento de la propiedad del planeta (1% tiene el 46% de la propiedad), y como los 85 propietarios más ricos tienen más riqueza que la mitad de la población más pobre del planeta, como en Estados Unidos el 1% más rico ha acumulado el 95% del crecimiento total posterior a la crisis desde 2009, mientras el 90% más pobre se ha vuelto aún más pobre.

Cómo las leyes favorecen a las grandes corporaciones, y semejante explicación sobre el latrocinio al que está sometido la población del planeta, de un modo legal, es decir, con las leyes a su favor, sin tener que recurrir al cohecho, a la extorsión, o dicho de otro modo, como el cohecho y la extorsión tiene carta de naturaleza en los parlamentos y gobiernos, en todo el mundo no ha sido comentado en ningún parlamento, por ningún partido, ni por ningún gobierno, porque comentar semejante robo implica una revisión total de las leyes internacionales, nacionales y locales, y aún mucho más, una revisión en profundidad del derecho de propiedad.

Hay otro informe de la universidad de Zurich que explica y desarrolla como el entrelazamiento de los capitales hace posible que un grupo de 147 empresas transnacionales tengan una influencia determinante sobre la economía real, porque entre esas 147 empresas están todos los grandes bancos importantes, ligados por participación accionarial; hay además una página en internet en la que, gráficamente, se pueden ver como están entrelazadas las cúpulas empresariales de las empresas de Estados Unidos (que puedo suponer que en el resto de Estados nacionales, es exactamente, análogo, aunque nadie ha publicado semejante estudio -en Europa-, en caso de haberlo hecho), viendo, nominalmente, la extensa red de influencias que hacen de la competencia una una frase vacía, ya que semejante red de conexiones político-financieras, tiende al entendimiento y facilita el acuerdo para repartirse el mercado mundial.

La economía está sólidamente controlada por el capital financiero estadounidense y europeo y este núcleo de poder, por la fuerza que tienen los procesos económicos-productivos puestos en marcha desde la segunda guerra mundial, ha terminado globalizando la vida en general en el planeta, y esto es lo que, a mi modo de ver, es el superimperialismo.

Tal estado de cosas no es inocuo, y sí inicuo, pues en su desarrollo ha generado frustración y daño, y otras naciones, otros Estados se han visto en la tesitura de tener que responder ante el ansia acaparadora del superimperialismo euro-estadounidense, agrupándose en un nuevo bloque -BRICS-, y no es que haya un bloque malo y otro bueno, es que la lógica monopolista obliga a las naciones a agruparse para defender los intereses de las burguesías en conflicto, y la clase obrera, la ciudadanía, en todos los casos, es rehén de esas élites enfrentadas.

Posiblemente, como dice Thierry Meyssan, él crea que Rusia sea hoy la principal potencia capaz de encabezar la resistencia frente al imperialismo anglosajón, pero si desde la muerte de Lenin y tras la dirección de Stalin, la burocracia no ha hecho otra cosa que expropiar a los pueblos que hicieron la revolución de 1917, hasta llegar a convertirse en la actual oligarquía, ¿cómo ahora encabezarían una lucha, que antes no fueron capaces de liderar?, porque lo importante, se argumentaba, era la supervivencia de la URSS, en el marco de la coexistencia pacífica para asegurar el socialismo, que no era otra cosa que el tiempo necesario, para que los burócratas consolidaran la expropiación de los pueblos bajo su dominio. ¿Acaso Rusia es más consciente que la antigua URSS? ¿Acaso los oligarcas que han expropiado a la revolución son más solidarios con los pueblos del mundo que los burócratas de la nomenclatura? O, ¿tal vez han decidido defender los intereses de Rusia envolviéndose en la bandera de la lucha anti imperialista?, porque de ser así, han echado por el desagüe todo el costoso esfuerzo de deconstruir el Estado soviético, precisamente para integrarse en un mercado, que los quiere rendidos sin condiciones.

En el enfrentamiento que se está diseñando por Estados Unidos, con el silencio cómplice de la burguesía europea, escondiéndose tras la OTAN, queriendo dar la apariencia de un asunto compartido; de la visión común de un atropello de los derechos del pueblo ucraniano a decidir su futuro -que casualmente, coincide y está beneficiando a los poroshenko-kolomeiskis de todo pelaje-, es, esencialmente una hábil estratagema, una máscara destinada a tapar el fabuloso agujero económico del sistema financiero del capitalismo especulador euro-estadounidense, y los trabajadores y la ciudadanía internacional, no pueden ser indiferentes y pasivos, sino que han de tomar posición condenando todo el amañado proceso que se está haciendo con el objetivo de reactivar el capitalismo agonizante, mediante la guerra.

Primero, porque es la salida histórica de una crisis de la profundidad de la actual crisis, que tiene su origen en los años 2007/2008, sin que se haya tomado, desde entonces, ninguna medida para corregir la especulación financiera, el sistema monetario, la prepotencia de la banca y el sometimiento de los gobiernos a los mercados, que no hayan sido los recortes y el empobrecimiento de las masas.

Segundo, porque el superimperialismo, la vieja burguesía ha llevado la economía a un grado tal de concentración interdependiente que es imposible seguir porque está chocando con la burguesía de los países emergentes, y los burócratas enriquecidos de los países que componían la fenecida URSS y la pujante economía china -BRICS-, y esta confrontación, que aun no tiene esta forma explícita (porque el viejo capitalismo espera poder romper el nuevo bloque) como se está viendo, no es posible que se solucione pacíficamente, sino que cada vez se fuerza más la máquina guerrera, porque el sistema tiene sus exigencias, y estas son una creciente población que no puede ser empleada, porque las modernas fuerzas productivas expulsan a la fuerza de trabajo del proceso de producción, y para romper este lazo es necesario un nuevo concepto de la producción que pasa por una revalorización de la propia sociedad como creadora de valor, como creadora de inteligencia, como creadora de seguridad y poder, y esos conceptos que no se quieren reconocer, porque reconocerlos significa revisar el derecho de propiedad, el derecho de los poderosos a expropiar a los pueblos, no se hará, a menos que la voz independiente de la ciudadanía no se levante por encima de este ruido agresivo puesto en marcha por el viejo capitalismo.

El capitalismo no puede salir de este bucle porque la lógica del sistema es acumular capital y expulsar fuerza de trabajo, y la acumulación, actualmente, no vuelve a la circulación, porque el capitalismo financiero oculta los beneficios en los paraísos fiscales, y sí se llegará a una guerra entre la vieja burguesía y la burguesía de las economías emergentes, sería el final para todos, porque el proceso no podría ser análogo al que tuvo lugar en los años que siguieron a la SGM, porque todo es diferente, desde las fuerzas productivas a la estructura mental de la sociedad.

LA NECESIDAD DE UNA NUEVA DIRECCIÓN OBRERA

PARA GARANTIZAR VOZ PROPIA A UNA CIUDADANÍA INTERNACIONALISTA

Las pasadas elecciones al Parlamento Europeo supusieron un terremoto en el panorama de dos países, pues pese al esfuerzo del capital financiero internacional de desactivar el efecto político, con la que la izquierda europea esperaba el evento haciendo coincidir las elecciones parlamentarias con las elecciones de los golpistas ucranianos, en Grecia y sobre todo, en España, la candidatura improvisada de Podemos, ha conmovido profundamente el panorama político en el Estado español, dando idea del profundo hartazgo de la sociedad de una política de compadreos y pasitos cautelosos, que el fenomeno Podemos ha demostrado no se corresponde con la idea que una parte importante de la sociedad española espera, y parece dispuesta a mantener, acompañando a la nueva organización de Iglesias y Monedero; basta ver la desazón con la que está reaccionando toda la escoria burguesa para comprobar el terrible sobresalto que supone un grupo de luchadores dispuestos a romper clichés, para comprobar que establishment español no sabe que carta mover.

En mi opinión, creo que una parte importante de la población está dispuesta a aceptar el riesgo de embarcarse en cambios profundos, pero me llama la atención la galvana con la que la izquierda esta dejando pasar el verano, sin llevar a la calle un debate, que parece muy vivo en todo el ámbito mediático, pero del que está ausente el actor principal, la gente corriente, el pueblo, y todavía, ningún twitter puede sustituir a un dirigente, a un militante, que de viva voz pueda discutir, dar explicaciones, proponer, animar a los ciudadanos a participar y tomar parte del debate que impulse el cambio.

Modestamente creo que Podemos no posee la política, la concepción política necesaria y profunda para entender que el momento por el que atraviesa el sistema, todo el entramado que envuelve y acompaña el modo de producción de mercancías, ha entrado en una fase que no puede ser remontada sin profundos cambios, que el sistema no puede acometer, porque dejaría de ser lo que es, un modo de explotación del ser humano, un modo de esquilmación y agotamiento de los recursos del planeta, y que por tanto nos dirigimos, preciso más, la élite que dirige el capital financiero mundial, nos dirige a un nuevo escenario de mayor tensión y agresividad, y que para poder, influir en una situación como la que trato de describir, una fuerza política, tendría que contemplar esta dimensión y tratar de transmitirla a la sociedad, para que esta, empezara por incorporar a su imaginario cotidiano la necesidad de intervenir en el momento presente con sus preocupaciones e intereses, sin hipotecar.

Recordaré, a Podemos, pero también a Izquierda Unida, y a los militantes preocupados del PSOE (el partido socialista, como organización, la socialdemocracia mundial, como organización está definitivamente pasada al enemigo, es decir, es el ala izquierda de la gobernanza mundial), las reflexiones de un personaje, F. Toxo, dirigente de comisiones obreras y de la Confederación Europea de Sindicatos; dichas reflexiones, expresadas en eventos diferentes, pero de una cierta proximidad temporal, recalcaban que no hay políticas nacionales, y que la izquierda no tiene política para Europa, y esta verdad, aún dicha por un personaje como él, no pierde validez y es un aviso a navegantes, que Podemos haría bien en tomar nota, ante la noticia aparecida en la prensa de evaluar formar un sindicato propio, cuando lo más importante, en ese terreno es dar la batalla en los sindicatos, abandonados en manos de una camarilla, alejada, como es evidente, de los problemas de los trabajadores, como clase obrera.

Podemos puede convertirse en la masa crítica necesaria en Europa -no olvidar que no hay políticas nacionales-, y esta masa crítica europea, necesita un partido, no tanto para organizar la lucha, sino como un instrumento capaz de generar ideas para que los profundos cambios necesarios sean los que necesita la humanidad doliente.

Explicar por qué no hay que pagar las deudas nacionales, explicar la necesidad de acabar con los paraísos fiscales, y que las grandes empresas y bancos contribuyan, en modo creciente a la sociedad; explicar la necesidad de una moneda mundial; qué son las fuerzas productivas, cómo influyen en la sociedad; cómo y por qué la geopolitica condiciona las nacionalidades, es fundamental, para que en el imaginario colectivo, el ansia de cambios profundos, cale en las conciencias de la ciudadanía. Es más importante esto que dedicarse a pergueñar estructuras organizativas, y si la izquierda entiende esto, iremos en la buena dirección.

jmrmesas

seis de septiembre de dos mil catorce