domingo, 19 de julio de 2020

EURASIA







EURASIA

LA NUEVA NORMALIDAD TIENE QUE SER UN NUEVO MUNDO
UN NUEVO ORDEN: EL DOMINIO DE LA GENTE SIN HISTORIA


Así es como entiendo la nueva normalidad tras esta pandemia convenientemente estudiada por los ricos dueños del mundo.

La pandemia es la maniobra diseñada por los thinktanks (¿no es lógico pensar que semejante agrupamiento de científicos e intelectuales, bien pagados y libres de la presión de la corrección política pudiesen imaginar todo tipo de soluciones, pandemias incluídas?) que los ricos necesitan para ganar tiempo, ante el derrumbe de su mundo se ha gestado, como poco, desde la anterior crisis económica de 2008, y como mucho, desde el colapso de la URSS.

Los ricos, organizados en el complejo militar industrial de EEUU, y toda la maraña de la industria militar de los países industrializados rentabilizó, como no podía ser de otra manera, las luchas populares, en su propio beneficio. En las décadas siguientes la potencia económica que había capitaneado a los Estados burgueses tras la SGM se apropió del esfuerzo combatiente de la URSS, del esfuerzo combatiente de los guerrilleros, que en todo los teatros de operaciones fue organizado por los comunistas, consiguiendo inventarse un relato que tergiversó la historia, sobre todo, cuando la URSS, la potencia militar que era el contrapoder indiscutible, se hundió arrastrada por el cúmulo de contradicciones que ahogaron el impulso inicial de la revolución obrera.

La primera guerra mundial fue la respuesta del recién sobrevenido capital financiero para configurar el nuevo reparto del mundo que fracasó porque la relación de fuerzas no pudo arrasar completamente con Alemania, y por el contrario, despertó la indignación popular de los países que combatieron, incrementando el malestar social y las luchas en el corazón de Europa cuya dirección más firme y consecuente organizó la revolución bolchevique en la monárquica Rusia.

Su respuesta, la respuesta del capital financiero consistió en financiar a la clase media, la pequeña burguesía, que atemorizada por la descomposición de sus valores ideológicos y materiales daba pie a imaginar la recomposición del mundo glorificando la raza, la patria, es decir, fabulando la derrota de la ideología que había guiado al mundo hasta entonces, sin comprender que las fuerzas productivas que el progreso había generado —que el progreso genera de modo continuo, conlleva un mensaje implícito, que se va haciendo más definido cada vez, advirtiéndonos de la necesidad de una utilización racional de las capacidades de las colosales fuerzas recien adquirida por el genero humano en su busqueda de certezas— demandaba implícitamente un nuevo orden que no fue otra cosa que el viejo revestido con nuevos modos, es decir, las ideologías fascistas alimentadas por el capital financiero en la que se reconocían los pequeños burgueses de los diferentes Estados.

La segunda guerra mundial fue ahondar en el error solo que en su transcurso la facción más avanzada del capital financiero, aquella que pudo mantener su territorio incólume, aprendió muy rápidamente el contenido del mensaje, apropiándoselo sin comprender nada, dado que, si en la primera había unos factores de características potenciales indeterminados, en la segunda el contenido de los mismos se había potenciado exponencialmente, y la prueba está en que a pesar del acuerdo —impuesto a regañadientes— de la burguesía mundial, en apenas tres cuartos de siglo las contradicciones inherentes al mensaje implícito en el crecimiento de las fuerzas productivas, que nos advierte de la necesidad de emplear los nuevos poderes adquiridos de forma armónica, la facción dominante persiste en el error de la hegemonía indiscutible.

¿QUÉ OCURRIÓ CON LA REVOLUCIÓN?

La revolución fue la respuesta, podría decirse, pacífica y racional a la matanza y penurias de la primera guerra mundial, que inmediatamente fue atacada por la burguesía europea. Las monarquías europeas se sintieron amenazadas y no perdieron tiempo en apoyar con dineros y tropas a la pacífica revolución rusa, harta de muertes y hambrienta.

Ante esos ataques la respuesta de la revolución no fue la profundización de las luchas populares apoyándose en la clase obrera, que si bien fue mermada durante la primera y segunda guerra mundial, la merma, y es importante entenderlo bien, no fueron los miles de socialdemocratas presentes en las trincheras matándose unos contra otros, sino la debilidad teórica que introdujeron los elementos como Bernstein que no fueron combatidos intelectual e ideológicamente y cuya respuesta combativa hubiera podido dar un giro positivo, por el contrario, fue el ascenso de la burocracia.

Esta es a la clase obrera lo que la clase media, la pequeña burguesia es a la sociedad, el vivero que nutre las filas de los profesionales y funcionarios, imprescindibles para el buen funcionamiento del sistema pero siempre dirigida por la clase dominante sin concepciones ni concesiones, y era claro que la clase obrera no tenía la fuerza conceptual privada del instrumento —la internacional, el partido—para dirigir la batalla.

Fue el empoderamiento de la burocracia que reprimió a la clase obrera porque no tenía respuestas y pretendió ganar tiempo en una búsqueda que solo acentuó el interés de la élite privilegiada, cada vez más cerca y más permeable a la burguesía, y la revolución se convirtió en un fetiche que se disolvió en un mar de prioridades acuciantes en la que el cultivo de las adquisiciones sociales que elevaran a la clase obrera a la categoría de clase dominante, nunca fue una necesidad vital.

Las siguientes décadas están ahí, como nunca antes. Están en la hemerotecas, están en los libros, están en internet, pero sobre todo está en la consciencia viva de las generaciones más viejas, antes que la pandemia consiga silenciarlas, matando la memoria viva de la historia reciente, algo que antes no había sucedido. Esa capacidad de poder organizar la lucha por el futuro contando con la memoria, aún viva es una oportunidad que nos brinda este momento para poder reiniciar la sociedad humana con nuevas concepciones basadas en la ciencia y la consciencia.

¿COMO ENTIENDO EURASIA?

Eurasia es el territorio que va desde el estrecho de Bering al estrecho de Gibraltar y que comprende todos los Estados de Europa y los Estados de Asia que estuvieron asociados a la URSS.

Este concepto es fundamentalmente el predominio del programa de unidad de las nuevas fuerzas productivas que no pueden ser encerradas en el marco de las fronteras de los Estados porque en ese marco las fuerzas productivas son su propia antítesis y la misma humanidad ciega cualquier posibilidad de desarrollar sus potencialidades, es por tanto el inicio de reconciliación del género humano, con la naturaleza y consigo mismo, ya que de otro modo persistirían las divisiones que el proceso histórico ha causado en curso de la evolución.

Es por tanto un proceso de integración que comienza en el seno de un amplio ámbito continental que concentra todas las contradicciones económicas, políticas, sociales, culturales, religiosas, ideológicas, territoriales de lo más variado, que debe ser espejo en donde se miren otros territorios y pueblos, en ese proceso de integración.

Cuando la humanidad es capaz de manejar fuerzas productivas adquiridas en el proceso evolutivo que concentran características de orden geológico o cósmico, con el propósito de predominar sobre otros, las perspectivas de un uso racional y armónico desaparecen como podemos comprobar ahora mismo, cuando las potencias, concentran esas fuerzas productivas en el uso de la tecnología militar que no es otra cosa que la antítesis de las fuerzas productivas.

Esta realidad es una consecuencia evidente deducible del materialismo histórico que tan celosamente callan los marxistas académicos y los partidos que tienen el marxismo como guía, igual que la Iglesia tiene a Jesuscristo, es decir, se ha fetichizado el concepto porque este asegura control y poder sobre los iniciados, pero sin desarrollar el contenido que lleva porque este aclara ideas. Repasemos algunos algunas ideas que nos permitirán entender el asunto. Dos fuerzas iguales y opuestas, se anulan. Empeñarse en dominar la tecnología nuclear para aplastar al enemigo es un juego que todos los bandos saben que está destinado al fracaso, es un juego de suma cero. Otro. El proceso histórico nos ha mostrado que la formación de los Estados europeos modernos avanzó cuando los territorios de estos fueron centralizados: Italia, Alemania, Reino Unido, Francia, España, etc., pero llegados a un punto, estos mismos Estados entendieron que continuar el progreso requería un tipo de centralización más avanzado, y tras la EFTA y la CECA llegaron a la Unión Europea, que está atascada por el pánico de las diferentes burguesías que no quieren el empoderamiento blando que supondría una UE con un gobierno burgués responsable ante los ciudadanos europeos, responsable ante un parlamento con autentico poder.

Creo que se comprende la idea. Por lo tanto, si a eso unimos la proliferación de Estados que ven en esa maniobra el poder de garantizar su seguridad, la seguridad de su clase, estarán reunidas las condiciones de incertidumbre que auguran el dominio, su dominio de clase y se estarán detrayendo recursos de la sociedad que solo benefician al complejo militar industrial, es decir, a la burguesía que al reunir el capital industrial y bancario en ese entramado económico que describe el informe Zurich, ha diseñado un sistema tramposo y separado de la política capaz de impedir que el progreso llegue al conjunto de la humanidad, economizando la capacidad de crecimiento intelectual y ético de la sociedad, economizando la felicidad de los seres humanos.

¿CÓMO UNIFICAR EL CONTINENTE?

El predominio de un territorio sobre otro sería reforzar el nacionalismo y con ello el fracaso del internacionalismo, el fracaso del predominio del programa de unidad de las nuevas fuerzas productivas que no pueden ser encerradas en el marco de las fronteras de los Estados porque pierde efectividad orgánica social y política, perdiendo el afianzamiento de la clase obrera como clase dominante.

El nacimiento de Eurasia, la construcción de Eurasia tiene que ser la respuesta a la acumulación de poder de la empresa privada que va directamente en contra del individuo, del ser humano. Esa acumulación de poder se hace reuniendo la increíble concentración de datos (big data) y estudios que proporcionan un conocimiento sobre la sociedad y el ser humano a la clase dominante, a la burguesía, como nunca antes en la historia ha sido hecho. Por el contrario, la construcción de Eurasia tiene que ser la garantía de condiciones de vida, salud, enseñanza y formación continua en todo el extenso territorio continental, en beneficio del individuo, de la sociedad y no de la empresa privada, y no del mercado, que debe desaparecer. Tiene que ser la construcción de redes de comunicaciones y la construcción de una red de internet propia independiente de los gobiernos, independientes de las empresas privadas, donde la base de datos, en continuo crecimiento, este en manos del conjunto de la sociedad a través de un organismo independiente responsable de garantizar la independencia de la red, del poder, de tal manera que esta sea el centro del debate social, el centro del crecimiento del individuo social, de tal modo que el análisis periódico de los datos volcados en la red le sean devueltos a la sociedad en estudios ponderados, contribuyendo así al crecimiento intelectual de la mujer y el hombre nuevo, sin el tutelaje interesado del poder.

Este párrafo me ha parecido importante precisarlo porque es la posibilidad de hacer realidad la formación intelectual colectiva, que no anularía nunca la necesidad de la formación específica en los terrenos propios del estudio de las diversas ramas de la ciencia, pero en la red, en la que el individuo se desinhibe y se siente más cómodo para expresarse, esos análisis ponderados contribuirían al conocimiento del individuo social. La independencia de la red significaría el desmenuzamiento de los datos volcados y analizados en el seno del organismo independiente, solo que en vez de ser propiedad de una empresa, lo sería para el conjunto de la sociedad, que podría, de ese modo, conocer las pulsiones que motivan al individuo colectivo, dando lugar a ahondar en ese conocimiento.

INICIAR EL EMPODERAMIENTO

El periodo de empobrecimiento del conjunto humano que el capital financiero necesita y que el informe Zurich describe (cómo funciona el núcleo central donde se toman las decisiones), no ha hecho más que empezar, y se pronostican años de penuria. Si una organización moderada como el Comité pour l´abolition des dettes illégitimes, preocupada por la magnitud del empobrecimiento propone la socialización de los bancos auditados por organizaciones de ciudadanos, quiere decir que estamos al comienzo de atravesar un periodo de la historia humana del que pueden derivarse condiciones radicales nuevas y profundamente nefastas para la mayoría, contra la que va dirigida la crisis y la pandemia. Iniciar esta travesía fiandolo todo a los estudios interesados del poder tendentes a mantener a la ciudadanía lejos de la actividad política es cerrar los ojos ante la magnitud de esta guerra del capital financiero contra los seres humanos, que además es imposible acometer si los sindicatos no se movilizan.

Se hace necesario por lo tanto iniciar un proceso de empoderamiento obrero que pasa por acabar con la pasividad sindical que es la demostración más clara de la postración de la clase obrera, o lo que es lo mismo, la derrota teórica y política de su dirección, tanto si se mira desde un nivel estatal como si se mira desde la perspectiva internacional.

Que los sindicatos no hayan movido un dedo para, colectiva y coordinadamente conocer la profundidad de los acontecimientos económicos y sanitarios, revela la pobreza, el olvido de los valores tradicionales que defendieron con sus vidas Luxemburgo y liebknecht, y tantos otros militante menos conocidos pero no menos heroicos. Iniciar la recuperación económica y el apoderamiento social y político pasa, indeclinablemente, por esclarecer que existía una crisis económica previa y que esta se ha convertido en una pieza clave que cuestiona la viabilidad del capitalismo, y que por tanto era necesario desmovilizar a la sociedad para evitar la indignación popular, siendo necesario ahogar la protesta a cualquier precio.

Esta premisa es determinante porque demuestra que la burguesía, como clase social, era consciente de su debilidad sociológica y de la caducidad del sistema material en el que se asienta su dominio —y ese análisis es puro materialismo histórico, siendo consecuentes con el análisis (que se revela como un método de predicción fiable), a diferencia de los marxistas, que no lo tienen en cuenta—, que temía el momento y que todo el aparato montado con los thinktanks y su internacional tenia en mente asegurarse que cuando se produjese la crisis definitiva–esta–, todos responderían sin vacilar acatando la medida, cualquiera que esta fuese, como así a sucedido, pues para eso se mantenían los thinktanks y para eso se mantenía una internacional.

Ese conocimiento significa premeditación y por tanto que se hacía necesario golpear de forma que el conjunto del planeta quedase grogui, sin capacidad de respuesta mientras los contables establecían los baremos, y los estrategas se aseguraban de inmovilizar a los posibles golpeadores, y la muestra que es así, lo expresa el desconcierto que la pandemia está causando en el seno mismo de EEUU, que está diezmando a los ciudadanos, cuando si como dice Trump, los chinos causaron la pandemia, ¿por que no se impone el uso de la mascarilla?, ¿acaso los chinos no lo hacen contra ellos? Todo se revela como una pantomima para desviar la atención con la que el mundo mira a EEUU, porque saben que allí reside la explicación.

El punto de inflexión que temían era esta crisis determinante, y puesto que sabían que tendría que ocurrir, planearon ganar tiempo (porque el modo de producción tiene que cambiar sí o sí, porque cada etapa, cada estadio que avanza la humanidad determina un modo de producción acorde con ese desarrollo, o la humanidad desaparecerá, la inteligencia consciente desaparecerá y tal vez el cosmos produzca el tipo de inteligencia que caracteriza a la humanidad en otro lugar, o tal vez esta exista a la vez en diversos puntos), con objeto de asegurarse una posición de ventaja, por eso, todos los proyectos que hacen referencia a epidemias y vacunas no hacen más que apuntar a los autores que han decidido ponerlo en marcha.

Si la izquierda no se atreve a luchar por esclarecer quien o quienes están detrás de la pandemia, y quienes son los cómplices podemos decir abiertamente que cualquier posibilidad de lograr detener la posibilidad de esta matanza con la que la clase dominante pretende construir el mundo a su medida está sellada, que cualquier posibilidad de iniciar medidas de calado como la socialización de los bancos auditados por la ciudadanía organizada de forma independiente, y mucho menos construir Eurasia como el programa de unión de las nuevas fuerzas productivas, como la forma racional y armónica de lograr la síntesis entre ciencia –conocimiento racional sujeto a controversia (prueba, error)– y conciencia –nacionalismo–(azar y obcecación mítica)– no es otra cosa que un delirio, si los sindicatos obreros no toman la decisión de ponerse al frente de un proyecto de este tipo, empezando por determinar quien o quienes están detrás de la pandemia y quienes son los cómplices, porque sin esto no habrá ningún tipo de avance democrático y podremos aceptar que el fascismos ocupa institucionalmente todo el poder en todos los Estados.


jmrmesas
diecinueve de julio de dos mil veinte




























domingo, 5 de julio de 2020

ENTENDER QUE EXISTE UN GOBIERNO MUNDIAL









ENTENDER QUE EXISTE UN GOBIERNO MUNDIAL

¿PODRÍAN LOS EXPERTOS A AYUDAR A LOS CIUDADANOS DEL MUNDO
ENTENDER EL INFORME ZURICH SOBRE LAS TRANSNACIONALES?


Mi apunte anterior lo titulé ¿Quien teme al gobierno mundial?, dando por supuesto que todo el mundo, es decir, la izquierda con formación técnica y universitaria, comprometida políticamente acepta que ese informe es de hecho, el gobierno mundial, sin darme cuenta que la verdad de ese muy técnico informe oculta el entramado en una densa literatura que requiere recorrer los enlaces y gráficos que se adjuntan para llegar a darse cuenta del funcionamiento de ese gobierno radica en el núcleo, sólidamente estructurado en el que todos los bancos importantes están fuertemente unidos por participaciones accionariales de todos con todos, y que en ese núcleo tienen mayoría las empresas anglosajonas, especialmente el complejo militar industrial de EEUU.

El funcionamiento de la economía que es mundial, pero que los jefes nacionales, tanto económicos como políticos, muy asustados por la importancia política que tiene la sociedad, aunque esta, al carecer de una articulación política autónoma, independiente, insisten en el nacionalismo como garantía de control, de su control, sobre el escenario mundial, sobre el que sí comparten criterios coincidentes porque de otro modo la sociedad se terminará organizando contra ellos, así que insisten en el nacionalismo mientras la izquierda no se atreve a reclamar su internacionalismo.

Me han parecido muy explicativos los dos últimos artículos de Tousaint y sus asociados sobre la trampa de la deuda y sobre el funcionamiento del sistema bancario socializado, pero hay dos temas que están en relación y que no podrán asalir adelante sin una increíble labor de explicación y movilización popular.

La socialización de los bancos será imposible si los líderes, los dirigentes de las dos centrales sindicales —UGT y CCOO— están disueltos en una plataforma de intelectuales organizados para que en esta crisis no se deje a nadie atrás, algo que ennoblece a los intelectuales pero no a los sindicalistas que tienen que hacer de los sindicatos herramientas de movilización popular porque de otro modo jamas el gobierno de Pedro Sánchez recibirá el empujón necesario para gravar a las grandes propiedades, a los grande propietarios, y mucho menos para socializar los bancos españoles todos los bancos situados en el territorio estatal.

Para que esta situación pudiera darse sería necesario desarrollar una serie de explicaciones articuladas con movilizaciones que aclarasen todos los temas importantes relacionados con el funcionamiento del dinero que se mueve en las empresas, tanto la financiación publica como la privada, pues sin estas explicaciones no habrá una movilización popular independiente capaz de empujar al gobierno a ir más lejos de lo que quiere llegar, y eso significa tocar todos los temas relacionados con la economía y con el Estado, y aun más.

Si se socializa la banca en cualquier Estado de Europa, o de la Unión Europea se hace necesario construir la nación obrera de Eurasia por encima de los Estados de Europa, o no habrá socialización de los bancos, pero aun más, no habrá socialización de los bancos, algo que solo está en la cabeza del Comite pour l´abolition des dettes ilégitimes y algunos que otros desquiciados, si ningún sindicato se compromete a organizar una Conferencia Internacional de Sindicatos Obreros para acordar medidas comunes contra la crisis, tarea que de asumirlas UGT y CCOO, podrían asociar a las centrales minoritarias como CNT, CGT y otros que, sin dudar daría un vuelco a la situación mundial —sin dudar, de Europa— y seguramente contaría con los intelectuales de la plataforma en la que se han incardinado los dirigentes sindicales, como si su situación sindical fuera la de simples afiliados y no, los secretarios generales.

LA REVOLUCIÓN AMERICANA FUE LA COLONIZACIÓN DE AMERICA
POR LOS PILGRIM FATHER

La sobreactuación nacionalista es especialmente repugnante en la campaña electoral del partido del presidente Trump. Este individuo, empeñado en ir sin mascarilla está causando una catástrofe sanitaria a todos los estadounidenses y a sus vecinos animando a sus partidarios a saltarse todas las normas elementales de protección, pero lo más repugnante es la defensa de la revolución americana. Su ultimo mitin realizado a los pies del Monte de los Presidentes, el Monte Rushmore es un claro ejemplo de lo que fue y es la revolución americana “No se equivoquen, esta revolución cultural de izquierda está diseñada para derrocar a la revolución estadounidense”.

Ese eslogan es el grito desesperado de la burguesía de EEUU que reconoce implícitamente que cualquier progreso pasa por la revolución social, porque el hecho de que todas las empresas que vuelcan su publicidad en facebook la amenacen con retirarla por los criterios restrictivos para con los usuarios pobres, expresa el miedo a sus ciudadanos, igual que la burguesía de Europa teme a su población pobre, igualmente atomizada en Estados independientes, con el agravante de tener lenguas distintas, en eso, los estadounidenses pobres lo tienen más fácil que los europeos pobres.

En ese mitin, Trump glorificó la revolución americana que fue un calco de la colonización de África y Asia por los europeos y que los padres peregrinos tradujeron en América exterminando a los pieles rojas, los indios, y esclavizando a los negros. Por cierto, no lejos del lugar del mitin hay otro monumento al jefe sioux caballo loco, Tashunka witko, en la lengua sioux, sin que de sus labios saliese un recuerdo para los primitivos pueblos de América, ni para los miles de negros llevados a las plantaciones para esclavizarlos. La revolución americana fue, en conclusión, la expropiación de América del norte por el blanco, anglosajón, protestante, y cualquier embellecimiento del hecho lo desmiente la brutalidad de la policía con los negros y latinos. Las muestras de solidaridad de las empresas contra el racismo no es otra cosa que disimular el miedo a que esa población empobrecida, explotada y contagiada se de cuenta de su poder y demande el poder que le robaron.

SIN PEDAGOGIA NO HABRÁ REVOLUCIÓN

Sí. Existe un gobierno mundial. Lo demuestra el informe Zurich del año 2012, pero sin un decidido esfuerzo de la izquierda por hacer pedagogía, para demostrar con los datos, que quienes tienen el control de los gobiernos son empresas del tipo Black Rock, no podrá haber una respuesta, racional de los ciudadanos del mundo coaligados del mismo modo en el que está coaligado el capital a través de las transnacionales.

Ese informe Zurich demuestra que la estructura económica se llevó a cabo en el transcurso del tiempo ante la pasividad de la sociedad que confió en que los gobiernos de los Estados nacionales defendían los intereses nacionales, cuando unicamente dejaban hacer a los ricos, a los banqueros, ¿creen acaso que la ciudadanía osará moverse sin comprender la complejidad de esa red y su poder?. Eso supondría que la ciudadanía es un títere sin capacidad de análisis, cuando en realidad lo que ocurre es que se le ocultan los datos.

Sin comprender que el poder alcanzado por las fuerzas productivas actuales tiene características cósmicas, y que en manos de un individuo como Trump, que le puede ordenar al rey de Arabia Saudí que suba o baje el precio del petróleo, o en 24 horas deja de ser rey, no es posible esperar que la ciudadanía se mueva, es pues, imprescindible esa labor pedagógica, que al iniciarse también es una movilización política de alcance mundial.

Es imprescindible entender y explicar que una élite muy poderosa tiene en sus manos instrumentos muy poderosos como nunca antes en la historia ha tenido el poder, como lo es el Big Data y como lo es el propósito de informatizar la escalera al cielo que representa informatizar la doble hélice del adn, algo que no es posible dejar en mano de ninguna empresa privada, con poderes para diseñar la vida a voluntad, algo que tiene que ser patrimonio de toda la humanidad, negros, cobrizos, amarillos y blancos, y la responsabilidad que la izquierda contrae dejando hacer a la burguesía supera en mucho la cobardía intelectual de votar los créditos de guerra de 1918.

La izquierda no puede adoptar la cínica actitud del economista Niño Becerra que es consciente del final del capitalismo, pero se lava las manos como si ese final no fuera con él, como si viviera en otra dimensión. La profundidad de la pandemia convenientemente estudiada es la demostración de que la burguesía no renuncia a su poder, aun al precio de acabar con la cantidad de vidas que sea necesario. Por el contrario, la izquierda inconsecuente, falta de enseñanza, falta de pedagogía, falta de la necesaria teoría capaz de entender los meandros por los que pasa el proceso histórico, renunció a Bakunin, renunció a Anselmo Lorenzo, renunció a Malatesta, renunció a Fernando de los Ríos, renunció Kaustky, renunció a Lenin, renunció Trotsky, renunció a Marx, y pronuncia los nombres de Liebknecht y Rosa Luxemburgo como fetiches.

La izquierda no pretende acabar con la vida de nadie, solo pretende acabar con las clases sociales y esa es nuestra fortaleza, por eso al animar a los dirigentes obreros ha hacer uso de sus instrumentos de clases, partidos y sindicatos, estamos animando a luchar por la vida de todos los pueblos, no contra ellos.

jmrmesas
cinco de julio de dos mil veinte