miércoles, 31 de enero de 2018

GOBERNANZA O GOBVENGANZA






GOBERNANZA O GOBVENGANZA CATALANA

Un político puede ser más o menos coherente, gozar de más o menos fortaleza ideológica, pero lo que verdaderamente sostiene a un político es la fortaleza política de su partido, en la medida que ese partido expresa y recoge los intereses objetivos y subjetivos de los que se hace bandera.

Puigmenond – juntos por cataluña – se embarcó en esta apuesta personal que, al parecer, pretendía poner en valor su decisión de haber convocado elecciones, tras el ultimátum del 155 cuando un mensaje en las redes sociales le acusó de ser un judas con ambiciones. La apuesta mantenida desde entonces hasta estas semanas se ha revelado carente de contenido, porque para aceptar, ahora, un candidato a la presidencia a la medida del 155, se podía haber ahorrado todo este tiempo.

A fuer de sincero creo que la independencia de Cataluña solo sería posible si se descubriera un océano de petróleo bajo su suelo, o una veta de un kilómetro de oro que profundizara hasta el centro del planeta, pudiendo esto suponer gozar de la protección de EEUU como avalista de la independencia, pero esto es quimérico.

Esperar que una parte del territorio del Estado español se pueda convertir en república independiente dentro de la Unión Europea, sin que esa opción supusiera, mínimamente, la conversión de todo el Estado español en una Unión de Repúblicas Ibéricas, parece imposible (pues ni los independentistas de derechas ni los de izquierdas miran más lejos, en tanto que eso supondría acabar con el modelo de la transición del 78) ya que Europa supone una cierta entidad de producción globalizada que no puede ir a más por las trabas políticas que el capital financiero estadounidense, lastra la coordinación del territorio para que Europa sea el dique de contención contra la inevitable socialización cautelosa que un territorio tan heterogéneo como Europa – no la Unión Europea –,ha de intentar para poder – diría – ir puliendo las contradicciones, de todo tipo que Europa ha acumulado a lo largo de su historia. Que este terreno de producción centralizado sea operativo sin que esa socialización cautelosa dirigida por el capitalismo se note es casi mágico.

Esas contradicciones se pulen – la UE intenta pulirlas – con el ejercicio de una democracia de baja intensidad que expresa, en mi discutible opinión, la propuesta de Estados Unidos de Europa, que el líder de la socialdemocracia alemana, dejó caer, como sin querer. El ejercicio de una democracia, cada vez más profunda, que garantizara que esa democratización no supusiera la desaparición de las identidades culturales que identifican a los pueblos, es irrealizable sin el empoderamiento de las sociedades que componen el mosaico europeo, y dado que el cauteloso proceso que está llevando el capitalismo podría terminar por convertirse en el centro de desarrollo de un nuevo modo de producción que englobara eurasia, iniciando un proceso que fuera la alternativa al caduco modo de producción mercantil, EEUU lo ve con suma preocupación.

La burguesía estadounidense se ha formado históricamente en un territorio, prácticamente vacío – es cierto que se dieron maña para matar a los nativos, quitándoles sus recursos –, sin las contradicciones que la burguesía de Europa tuvo que enfrentar. Los enfrentamientos entre burgueses y aristócratas terratenientes produjeron contrapesos, de los que la burguesía de Estados Unidos se liberó y eso la ha impulsado a evitar el compromiso y a tratar de imponer sus intereses por la fuerza – américa primero; make américa great again – que equivale a que los finales del modo de producción mercantil sean muy inciertos porque la perdida de liderazgo de EEUU pueden suponer enfrentamientos catastróficos.

¿Será posible que vuelva la normalidad a Cataluña? Parece difícil porque los problemas de Cataluña forman parte de los que tiene España, y que tiene Europa, pero que por circunstancias, Cataluña ha destapado, mientras en España, los políticos, carentes de perspectivas y el pueblo trabajador sin líderes que sean capaces de llevar los problemas que la marcha indetenible del mundo produce, una especie de run run que genera, constantemente microscópicas alteraciones que al cabo de un tiempo se convierten en grandes cambios que terminan afectando a estructuras económicas, sociales y políticas, y que solo un partido revolucionario podría interpretar al tener una perspectiva que integrara esa marcha indetenible del mundo.


jmrmesas

treinta y uno de enero de dos mil dieciocho















domingo, 28 de enero de 2018

CLASE CONTRA CLASE


CLASE CONTRA CLASE

Hay una disimulada intensión de las fuerzas vivas que impulsa el ibex35 de sustituir al corrupto Partido Popular, lastrado por el abrasivo desgaste de los robos a las arcas pública, por la práctica fraudulenta de entender los asuntos que tocan de lleno al conjunto de la lastimada población del Estado, por una edición más aliñada y juvenil, poniendo las caras de Arrimadas y Rivera como mascarón de proa de una edición B del Partido Popular, en la nave de un nuevo partido, Ciudadanos, que no resolverá ninguno de los problemas, pero distraerá la política, mientras los dueños del mundo preparan el próximo golpe.

Metido en el agujero de mi ordenador, tratar de mirar al conjunto del panorama internacional es muy difícil, y sujeto a algún que otro desenfoque, pero es lo que hay, porque ser comparsa de los que creen que tienen mucho que decir, pero no dicen nada que aclare el entendimiento de lo que ocurre es una pérdida de tiempo, de los que empezamos a contar el tiempo en segundos, porque las meses y años quedaron muy atrás y por delante, el panorama es, o parece ser, breve. Se tratará de encender alguna bombilla que pueda arrojar alguna luz.

Naturalmente enfrentar criterios que no entiendan más que gente muy documentada es un error propio de izquierdista incorregible, que trataré de evitar para que los escasos lectores, amigos, que me leen no me tilden de radicalismo ajeno a la realidad cotidiana. Sin embargo insistiré en el apunte anterior porque creo que si es posible arrojar luz para establecer diferencias.

LA TRAMPA DE LA ECONOMÍA

El intercambio de trabajo vivo por trabajo objetivado, es decir, el poner el trabajo social bajo la forma de antítesis entre el capital y el trabajo, es el último desarrollo de la relación de valor y de la producción fundada en el valor. El supuesto de esta producción es y sigue siendo, la magnitud del tiempo de trabajo (decía alguien que dedicó toda su vida a entender por que la riqueza es tan esquiva para la mayoría), el cuanto de trabajo empleado como factor decisivo de la producción de la riqueza. En la medida, sin embargo, en que la gran industria se desarrolla, la producción de la riqueza efectiva se vuelve menos dependiente del tiempo de trabajo, y del cuanto de trabajo empleado, que del poder de los agentes puestos en movimiento durante el tiempo de trabajo, poder que a su vez – su poderosa eficacia – no guarda relación alguna con el tiempo de trabajo inmediato que cuesta su producción, sino que depende más bien del estado GENERAL DE LA CIENCIA Y DEL PROGRESO DE LA TECNOLOGÍA, o de la aplicación de esta ciencia a la producción.

Esto puede parecer un ejercicio de izquierdismo puro, destinado a concienciar, pero sin relación con la pobreza energética y la desvalorización del trabajo, mientras documentados economistas hablan de la sostenibilidad del sistema – mediáticos economistas, vinculados al PSOE, por ejemplo, que no aclaran nada y cuyas recetas no resuelven nada, como tampoco otros – sin embargo, la relación que trataré de establecer espero que sea clara, pretendiendo ser elucidante.

Crear medios de producción para desvalorizar el trabajo vivo, que hace que trabajar signifique, hoy, seguir siendo pobre, creo que siempre ha sido así, pero hoy resulta escandaloso, y se comenta casi con asombro. Veamos. ¿Cuál será el coste de la fabricación de un medio de producción que incorpora lo más puntero de la ciencia y de la tecnología al funcionamiento de ese medio de producción, como por ejemplo un submarino nuclear estadounidense, convertido en arma de destrucción masiva, y que es un dogal al cuello de los trabajadores del mundo? ¿Se atrevería un partido de clase a desguazar los costes sociales y políticos de la inversión de un medio de producción de esa naturaleza, para desmontar el discurso triunfalista de los políticos que nos dicen que hemos salido de la crisis de la economía? ¿Qué supondría esa inversión en relación a la difusión de la cultura o a la pobreza energética? Que un economista, o un partido, o los sindicatos de clase se embarcaran en semejante tarea implicaría que politólogos y sesudos analistas que viven en un, y de un, respetado auditorio, estuviesen en la diana mediática de los medios afines que emponzoñan el entendimiento facilitando la confusión. Claro está que profundizar en este tema requeriría datos e información, inalcanzable para un modesto apuntador, pero haciendo un supuesto ejercicio de proyección, me pregunto, ¿qué relación podría haber en los beneficios que arrojarían la elaboración de ese medio de producción convertido en fábrica de muerte – el submarino nuclear – y los paseantes de foros internacionales, DAVOS, por ejemplo? El entramado de relaciones que estrujan al limón llamado Mundo, planeta Tierra, para que todos los canales terminen en los bolsillos de la élite capitalista, ¿es ajena a la interesada presentación de una determinada faceta de la producción globalizada, que los economistas, al servicio del poder, nos presentan?

¿Por qué el submarino ha de ser estadounidense, y no ruso o chino? El submarino ha de ser estadounidense, porque entendiendo que estamos al final de un ciclo histórico (cuya duración, y sin una información a propósito, es difícil pronosticar) encierra las contradicciones de clase, ya que toda la burguesía mundial acepta, de mejor o peor grado, los parámetros del sistema que lidera Estados Unidos, y además, ni China ni Rusia tienen tradición de pueblos invasores, mucho menos, los koreanos(del norte, por supuesto).

Claro que es más cómodo entrar al trapo de defender la unidad indivisible de la Patria que aclarar estos extremos, tediosos y difícilmente demostrables.

CUAN TRÁGICO SERÍA LA INDEPENDENCIA DE UN TERRITORIO

El BREXIT está suponiendo un duro golpe para los trabajadores británicos, pero el gobierno del Estado del Reino Unido no ha supuesto una conmoción irreparable, y el gobierno de la señora May puede bandear la situación, con la comprensión de la Unión Europea, que no quiere líos.

Si una parte del territorio del Estado de España se desgajara, por ejemplo, Cataluña – algo muy apartado de la realidad –, el resto del Estado español estaría imposibilitado de permanecer tal cual, porque todo el armazón histórico, con las contradicciones introducidas en los intersticios del edificio del Estado, a modo de argamasa para dar coherencia a la construcción política, se derrumbaría con estrépito y eso sería malo para Cataluña, para España y para la Unión Europea, por eso hay una disimulada operación para empoderar a Ciutadans, reforzar la monarquía con la cara lavá y recién peiná, mientras la izquierda, no puede decir nada porque sus conspicuos dirigentes creen que el sistema tiene futuro, y no pueden ir delante sino detrás y a remolque.

Ir delante significa entender qué es la última relación de valor y de la producción fundada en el valor. Que significa el dinero y el trabajo vivo y que significa el dinero virtual y la minería del bitcoin. Por qué trabajar empobrece, y así sucesivamente. Significaría un programa propio y pormenorizadas explicaciones, que arrancando del Estado Español, supusieran, cuando menos, la propuesta de Martín Schulz, de los Estados Unidos de Europa. Por qué Europa debe tomar la iniciativa en Oriente Medio, que Estados Unidos, el imperio del bien, quiere utilizar para anular a Europa, pero, naturalmente, algún politólogo prestigioso, puede desmontar este argumento como extremismo de izquierdas. Qué se le va ha hacer. Ajo y agua.

Entender que la producción globalizada con un reducidísimo conjunto de monedas haciendo las veces de lubricante comercial imposibilita la manipulación financiera, sujeta a los acuerdos Basilea, haciendo muy difícil, que esas monedas puedan fluctuar desmedidamente, haciendo que esa relación de valor sea, cada vez más estable – de ahí que la producción fundada en el valor, sea la última relación – y hay que recurrir a ese dinero virtual para dar sentido a la especulación, siendo esta acción determinante, para tejer conjuntos productivos macros, que no pueden tomar la forma de supra-Estados, porque entonces la ciudadanía tomaría consciencia rápidamente y manipular a gente preparada sería imposible.

En fin, amigos, que me hacéis la distinción de leerme, espero haber satisfecho vuestra crítica sagaz, tomándoos interés por velar por mi salud mental.


jmrmesas

veintiocho de enero de dos mil dieciocho

















jueves, 25 de enero de 2018

TÉRMINOS




 TÉRMINOS

Si Puigdemond se presentara en la Generalidad a tomar posesión sería la confirmación indudable del monumental fracaso, no solo del gobierno del PP sino de todo el entramado articulado en torno al Estado del 78 incluidos todos los partidos, incluido el nuevo partido del transversal Podemos. Ese fracaso encerraría un simbolismo que definiría todo el viejo entramado que viene articulando al mundo desde el derrumbamiento de la sociedad articulada en torno a la confrontación Este-Oeste y que sirvió para desenmascarar el sometimiento, el domesticamiento de la revolución a un puñado de nuevos ricos convertidos en nuevos amos del mundo, agarrados mano a mano con los viejos dueños.

El intercambio de trabajo vivo por trabajo objetivado, es decir, el poner el trabajo social bajo la forma de antítesis entre el capital y el trabajo, es el último desarrollo de la relación de valor y de la producción fundada en el valor. El supuesto de esta producción es y sigue siendo, la magnitud del tiempo de trabajo, el cuanto de trabajo empleado como factor decisivo de la producción de la riqueza. En la medida, sin embargo, en que la gran industria se desarrolla, la producción de la riqueza efectiva se vuelve menos dependiente del tiempo de trabajo, y del cuanto de trabajo empleado, que del poder de los agentes puestos en movimiento durante el tiempo de trabajo, poder que a su vez – su poderosa eficacia – no guarda relación alguna con el tiempo de trabajo inmediato que cuesta su producción, sino que depende más bien del estado general de la ciencia y del progreso de la tecnología, o de la aplicación de esta ciencia a la producción.

Este párrafo escrito hace más de 160 años me sirve de brújula para entender ese fracaso del viejo orden y cómo y por dónde poder vislumbrar las vías, los nuevos caminos por donde se abrirán las nuevas luces. El párrafo tiene una definición lapidaria “es el ultimo desarrollo de la relación de valor y de la producción fundada en el valor”. No creo que haga falta decir que el autor es Marx hablando sobre la importancia de la fabricación de medios de producción para desvalorizar la fuerza de trabajo – hace más de 160 años – y hoy la fabricación de esos medios de producción no son cualquieras, esos medios de producción para desvalorizar a la residual fuerza de trabajo son la fabricación de medios de destrucción. La fabricación de armas de destrucción masivas para que una élite domine al 99 por ciento. Preguntado un economista sobre el repunte de la economía, creo que fue el señor Niño Becerra (ayer 24/01/2018 entrevistado por el periodista señor Ruiz), dijo que ese repunte no se debía a que los trabajadores estuviesen más y mejor preparado, ni se hubiese adquirido mejor tecnología. Sencillamente a que trabajaba menos gentes y las condiciones eran peores, es decir, interpreto yo, factores de conjunto, que en términos generales que significaban elementos ajenos al esfuerzo inmediato, que tendrían su explicación en las condiciones generales de una producción globalizada, determinada por la importancia de la ciencia y de la tecnología en la producción como un todo global.

Todo el discurso de la izquierda oficial, plegada al interés político del independentismo significa la ausencia de discurso de clase, la ausencia de discurso socialista, es decir, no del psoe, no socialdemócrata, ausencia de discurso que tiene en cuenta los intereses generales de la población trabajadora, y cuando esta ausencia desaparece, porque no es compatible con la parafernalia patriotera de banderas que nada cambian las necesidades vitales, la izquierda desaparece arrastrada por el clamor de la pugna entre la pequeña burguesía independentista y la gran burguesía nacionalista, ambas deudoras de la burguesía dominante del capital financiero internacional.

El sistema global, el capitalismo está agonizando porque el trabajo vivo como fuente de valor de la creación de riqueza es residual, y lo es porque cada vez la producción es más automatizada, la robotización y la inteligencia artificial cobran mayores cotas de dominio en la organización de la vida corriente, en esos procesos que garantizan el funcionamiento cotidiano de la vida social organizada.

Pero si en algún dato se demuestra la irrelevancia de los discursos económicos usados por el poder para llevar al animo de la sociedad la importancia del empleo, como excusa para empobrecerla es la desaforada carrera por glorificar la confrontación trabajo vivo y trabajo objetivado, al entronizar a la mercancía por excelencia, el dinero, ya claramente desligado de la simbolización de representar al tiempo de trabajo social. El dinero ha sido sustituido por el dinero digital, que es la expresión cabal de una producción sin utilidad social, útil solo para el reducido ámbito de quienes capitanean al uno por ciento, por eso esta realidad es la mejor demostración de la visión de Marx que condensa el párrafo inicial.

Si la izquierda es incapaz de presentar su propio programa está destinada a desaparecer porque no es capaz de aportar soluciones que hagan la vida más grata ni más fácil para la sociedad, para el 99 por ciento, y pretender defender unas esencias que dejaron de ser esenciales, es una vacuidad. Poner los medios de producción al servicio de la sociedad es lo que daría sentido a quienes pretendan tener algo que decir.
jmrmesas

veinticinco de enero de dos mil dieciocho