CONTRIBUCION INTERESADA A LA
ASAMBLEA DE SOCIALISMO 21
PRECEDENTES
Los últimos años del
siglo 19 y comienzos del siglo 20, la lucha de clases estuvo dominada
por la potencialidad de las grandes empresas, los grandes monopolios
que dominaron la economía reduciendo el ámbito del mercado, cada
vez más dominado por el papel de estos monopolios que fijaban
precios y controlaban la producción hasta el punto en que la
burguesía industrial terminó por entregar el control de la
producción a la gran banca nacional.
Esta época etiquetada
como imperialismo, fue la causa que empujo a las diversas burguesías
europeas a competir por la conquista de nuevos mercados, que en su
afán de repartirse el mundo, dio lugar a las dos guerras mundiales,
habidas en las primeras décadas del siglo 20, sin embargo, la
consecuencia que esa disputa por el reparto del mundo tuvo, fue la
pérdida del control del conjunto de la burguesía europea, que hubo
que ceder ese control a la floreciente burguesía de Estados Unidos,
y otra aún más dolorosa, que fue el nacimiento, primero y un
aparente afianzamiento posterior, del primer país que
culminó con éxito la primera revolución social, en Rusia.
Estos precedentes son los
que habremos de considerar para tratar de enmarcar las
características del capitalismo habido a lo largo del siglo 20, y
que configuran las condiciones en las que se desarrolla la lucha de
clases en la actualidad, pues estas características definen las
condiciones requeridas para poder responder, eficazmente, a las
maniobras del capitalismo, en esta etapa decadente, en la que está
sumiendo a la humanidad en unas condiciones de empobrecimiento
artificial, ante la carencia de una política de clase que
sea capaz de expresar el sentir de la ciudadanía mundial.
Tras la SGM, las
maltrechas burguesías europeas empezaron a entrever que la pérdida
del control de los asuntos del mundo pasaba a las manos de la
floreciente burguesía de la otra orilla del Atlántico, la cual, era
consciente de su poder y desde ese momento, tomó la dirección de
los asuntos del mundo, comenzando por la decisión de convertir su
moneda, el dólar, en la moneda que regularía el comercio mundial,
decisión percibida, claramente por el representante europeo en las
discusiones de Bretton Woods, Keynes, que propuso el bancor,
como la moneda que habría de regular ese comercio internacional.
Ese enfrentamiento blando entre el representante
europeo y el representante de Estados Unidos, definía la
desconfianza entre las burguesías europeas y la burguesía de EEUU,
que evidenciaba, no obstante el peligro soviético, la inicial
voluntad de las burguesías europeas que se resistían a perder el
protagonismo que tuvieron durante el siglo19 y comienzo del 20.
El resultado fue una
larga etapa de enfrentamiento colaborador, en la que la
burguesía europea puso toda las posibilidades que podía en impedir
el papel del dólar como única divisa internacional, y mucho antes
de que el presidente Nixon, tomara la decisión de sacar el dólar
del patrón oro, EEUU, previendo la imposibilidad de que el dólar
cubriese las necesidades del comercio mundial, ya en tiempos del
presidente Kennedy, se propuso una suerte de moneda alternativa, los
DEG -derechos especiales de giro- que pudiesen paliar el déficit de
divisas capaces de cubrir las necesidades del comercio internacional.
Aún así, existió una guerra sorda en la que se hacía
fluctuar el precio del oro, o se especulaba contra el dólar, en un
intento de restar poder a la burguesía del complejo
militar-industrial de EEUU, que aprovecho todo ese tiempo en extender
sus empresas monopolistas a lo largo y ancho del mundo, configurando
el inicio de la globalización capitalista y financiera del mundo.
ESTRECHANDO LAZOS
A lo largo del siglo 20,
las necesidades de la reconstrucción de medio planeta, al tiempo que
se reconvertía la tecnología militar en artilugios para el
consumo,imprimió un desarrollo desconocido hasta entonces que
contribuyó a mejorar las condiciones de vida de la población, a
ambas orillas del Atlántico, con unas consecuencias ambivalentes,
pues la mejora de esas condiciones dio pie a una ofensiva ideológica
para carcomer la conciencia de clase, y cuya principal víctima
fueron los dirigentes obreros, que sin política de clase -eran
los tiempos de la coexistencia pacífica- sucumbieron, no sin
duras luchas a la ofensiva del capital financiero, ya capital
financiero internacional. Fue la etapa de los reaganomics
propiciados por el pacto Thatcher-Reagan, -permeados por
las teorías económicas de Von Hayek y Fieedman- que
significaron un drástico recorte en las retribuciones salariales, y
el auge de los impuestos indirectos.
Esa etapa fue la del
estrechamiento de los lazos de clase entre las burguesías de ambas
orillas del océano, extendida posteriormente hasta el Pacífico para
acoger a la burguesía nipona, y este estrechamiento de lazos de
clase se hizo, no por prolijas discusiones ideológicas, sino por la
más efectiva de compartir asiento en los consejos de administración
vía participación accionarial, mientras que el entramado de
instituciones internacionales, como el FMI, daba las pautas de los
acuerdos, y así, una vez pasados los embates contra el dólar, y
afianzada esta moneda como única divisa efectiva del comercio
mundial, los DEG, que durante los setenta del pasado siglo, jugaron
un papel de contención, empezaron a perder vigencia. Este papel de
los DEG expresa, mejor que cualquier otro dato el acuerdo de las
principales burguesías (estadounidense, europea y japonesa), pues en
su origen, el valor de su cotización se hacia en función de una
cesta de monedas que reunía, cito de memoria, más dieciséis o
dieciocho monedas, y actualmente, la última valoración que tuvo
lugar, creo, en 2010, se hizo en función de cuatro monedas, dólar
de EEUU, libra esterlina, euro y yen japonés, y a esta participación
accionarial y a esta dinámica de encuentros internacionales,
informales y formales, particulares y gubernamentales, es a lo que
denomino superimperialismo.
Este funcionamiento del
capitalismo, que disparó el crecimiento económico, durante al
menos, tres décadas, varió la estructura económica de la sociedad
mundial varias veces, pues el crecimiento de las fuerzas productivas,
que la ciencia, la tecnología y los procesos de producción
trajeron, configuraron la estructura del mercado, haciéndolo
internacional, interrelacionando territorios, materias primas,
procesos, empresas, bancos, y finanzas, como nunca antes, reduciendo
la tendencia del desarrollo desigual, (por eso se deslocalizan
las empresas de Europa y EEUU) pues las fuerzas productivas, no cesan
de crecer, aunque el principal consumidor de estas fuerzas
productivas, no es la sociedad civil sino la industria militar en su
conjunto, pero principalmente, el complejo militar-industrial de
EEUU, el cual incluso financia un programa HAARP
que pretende modificar un sector limitado de la ionosfera, -¿Una
deformación del viejo sueño de Tesla?-, pero que otros
consideran que la finalidad es utilizar el clima
como arma de guerra,
por lo tanto, podemos decir que el capitalismo ha internacionalizado
el mundo, y que lo nacional es solo el señuelo para mantener
distraída a una madura ciudadanía funcional, pero carente de la
visión política de conjunto, y que la burguesía como clase,
conocedora de la necesidad de romper el marco nacional, en cuanto a
la producción, las finanzas, la economía, cultiva la ficción
nacional, para controlar a una población desinformada, empobrecida y
engañada.
EL CAPITALISMO EN SU FASE
AGONICA
Así como en la etapa
imperialista del capital, la economía estaba dominada por las
políticas empresariales de las multinacionales, en esta nueva etapa
del capital financiero internacional, la principal característica
del capitalismo, es la de dictar la política a los gobiernos,
estos, escudados en el genérico y enmascarado nombre de los
mercados, se pliegan a las condiciones del capitalismo, para
imponer a las sociedades las decisiones, que a juicio de la burguesía
financiera, deben de aceptar los ciudadanos, como medio de seguir
ejerciendo el control sobre los pueblos, empobreciendolos, y a esta
política mentirosa, ladrona y de sometimiento abyecto, no se
contesta ni desde las instancias gubernamentales ni desde las
organizaciones políticas de la clase obrera, que se refugian en el
nacionalismo torpe, porque creen que ahí esta su fuerza, sin
comprender, que en esta nueva etapa, el, proletarios de todos los
países, uníos, cobra su verdadera dimensión.
Por lo tanto, la
denominación -superimperialismo- no es una cuestión menor,
ya que determina que clase de política es la necesaria para oponer
al núcleo internacional de la burguesía, cuya principal
característica es la de definir el ámbito internacional de sus
decisiones, a las que se le opone la torpe política nacional, o
todavía más mala, independentista, cuando la independencia
no existe, ni en lo económico, ni en lo político, valga un ejemplo,
como el acontecido con el buque-escuela argentino, detenido en Ghana, porque un fondo
de inversión reclama los derechos de propiedad sobre un navío de la
marina argentina, o este otro, también argentino, en el que la
reciente nacionalización de YPF,
encuentra dificultades para encontrar inversores que pongan en
producción los nuevos yacimientos.
En esta fase de declive
del capitalismo, la economía productiva ha dado paso a la economía
especulativa en donde el capital financiero internacional, los
mercados, utilizan la mercancía por excelencia, el dinero,
el cual derraman como valor de uso, mientras que la ciudadanía tiene
que utilizarlo como valor de cambio para supervivir, cada vez en
mayor proporción, en donde, en los últimos años los delitos
económicos son el pan nuestro de cada día, tanto en la manipulación
de los índices de referencia, como en la manipulación de
información privilegiada, como en el falseamiento de los datos, y un
largo etcétera, que demuestran, de un lado, la inutilidad del
sistema como medio de garantizar las necesidades de la sociedad,
cuando existen los medios necesarios para que así fuese, y de otro
lado, la quiebra moral de los encargados de velar por la limpieza y
honradez de los dineros confiados a su custodia, y esto es así,
porque mientras se estruja a la ciudadanía de mil u una manera, los
poderosos, los que controlan, guardan y manejan los dineros, es
decir, financieros, especuladores: banqueros, los
mercados, cuentan con la protección y el beneplácito
de los gobiernos, que mientras escudriñan la nóminas de los
trabajadores, profesionales y pequeños empresarios, facilitan medios
para que los poderosos se lleven las ganancias a los antros del
terrorismo económico, los paraísos fiscales, en donde, según
indagaciones, se estima que el valor del dinero oculto es billones de
dólares, pudiendo alcanzar más de treinta billones de dólares,
quedando patente, que semejante cantidad no podría esconderse sin la
colaboración de los estados y gobiernos que prestan protección a
los que eluden la carga fiscal, y aún todavía más sangrante,
cuando semejante cantidad de dinero está controlada, manejada y
negociada por los mismos bancos y banqueros, a cuyo rescate han
acudido los estados y gobiernos, que ponen a disposición los
caudales públicos, con facilidades insultantes, para la enorme
mayoría social que soporta el esfuerzo de la crisis.
LA RESPUESTA DE CLASE
Ha sido ese crecimiento
de las fuerzas productivas el que ha dejado pequeño el marco
nacional, sobre todo, en Europa, donde la interrelación de los
procesos de producción necesitaban deshacerse del corsé nacional
para crecer, pero como las contradicciones del capitalismo no pueden
ser abordadas más que mediante el choque, pues en la medida que la
sociedad se compone de clases enfrentadas, estos intereses no admiten
conciliación sino enfrentamiento y eliminación, y dado que esos
intereses no son solo entre burguesía y proletariado, sino
interburgueses, la burguesía de EEUU, temerosa del papel que
adquiría el euro como moneda de reserva -la deuda de UE, en
términos globales, es menor que la deuda de EEUU- la
respuesta a los cautelosos pasos que da la burguesía europea, ha
sido el ataque al euro, cuyas debilidades son conocidas, poniendo en
marcha las agencias de calificación de EEUU, como medio de presión;
el resultado es que tras cinco interminables años de recortes, el
proceso no ha variado porque en lo fundamental, el mundo financiero
sigue sin ser regulado, es decir, los problemas que darían
estabilidad a la economía son la regulación del conjunto de las
finanzas internacionales, el sistema monetario, y el desbloqueo del
comercio agrícola (el único que está estrechamente sometido a la
protección de los grandes países capitalistas de los países
industrializados), y esto no se hará de un modo favorable para la
ciudadanía mundial, sin un levantamiento, que se quiere pacífico,
más no por eso menos firme y exigente, de al menos, la ciudadanía
europea y si fuese posible acompañada del resto de la ciudadanía
mundial reclamando para la sociedad el modo de producción de
mercancías, en una primera etapa, para cubrir las necesidades del
conjunto humano, siendo esta, la respuesta de clase, por donde pasa
hoy el socialismo, en una primera etapa, que habría de llevarnos a
la superación del modo de producción antagónico.
En estos últimos años,
el asedio al que los mercados están sometiendo
a la ciudadanía, especialmente europea, con la complicidad de los
gobiernos, han ido muy lejos y se empieza a reconocer la
necesidad de introducir alguna medida de freno a los recortes porque
de continuar, se estaría poniendo en peligro al conjunto de la
economía mundial, lo que, leyendo entrelíneas, significaría que el
sistema podría entrar en barrena, por eso, el FMI, recomienda
contención y pautar los recortes, y ante esto, la respuesta de la
izquierda, sin política alternativa es salir del euro. Eso va
contra el sentido del curso de la historia. ¿Por qué los
compañeros de socialismo 21 se consideran más de izquierdas que
Syriza? ¿Por qué si se considera que el euro no es la solución se
pretende retroceder? ¿Por qué si las debilidades del euro son su
carencia de una fiscalidad, un tesoro, no se lucha por los Estados
Unidos de Europa? Hay que ir, al menos, un paso por delante de lo
que las burguesías europeas pretenden, y si ellos pretenden la
unión bancaria, nosotros debemos exigir un gobierno europeo,
responsable ante un parlamento europeo, con una ciudadanía
organizada en partidos europeos, con políticas europeas, y si
alguien pretende remedar una edición del octubre de 1917, es que no
ha aprendido nada.
Las elecciones en Galicia
y en Euzkadi demuestran que las políticas sin objetivos no son
tenidas en cuenta a la hora de elegir, y si de algo vale una idea
consiste en proclamarla, explicarla y luchar por ella; somos mayoría
y somos la mayoría que cotiza y financia a los estados, por
lo tanto exigimos que ese núcleo poderoso de multimillonarios que no
cotizan y que se llevan sus dineros a los paraísos fiscales,
tributen proporcionalmente al monto de sus reales fortunas,
por eso es preciso organizar una movilización internacional por
la erradicación de los paraísos fiscales,
porque no estamos ya dispuestos a soportar la expropiación constante
y continua de nuestras condiciones de vida y de nuestros derechos.
Una
dirección política de izquierdas, si se respeta a si misma, no
puede ni debe enmascarar su política, sus intenciones ni su
ideología buscando el voto fácil y cómodo, sino que ha de utilizar
su política para conseguir la fuerza social, la masa
crítica a partir de la
cual los procesos de cambios se desencadenaran, porque esos procesos
ya están en el interior de la sociedad y habitan en las consciencias
de las gentes, sino ¿Como el movimiento social desencadenado por el
15M iba a cruzar el océano y producir los movimientos de occupys?,
en esta pujanza social que reclama una nueva sociedad, un nuevo
mundo, baso mi esperanza en que esa gente acoja y articule el
programa común, un programa mínimo pero de contenido mundial: 1.
Erradicación de los paraísos fiscales, porque el dinero circula a
capricho de los especuladores, y eso debe de terminar. 2. Condonación
de todas las deudas, porque durante más de sesenta años ocultar el
dinero socialmente producido por el esfuerzo común, ha supuesto un
gran robo al conjunto humano,
lo reclamamos para impulsar la ciencia al servicio de la sociedad,
para impulsar la enseñanza pública y gratuita para todos, como
fuente de progreso y conocimiento. 3. Una moneda mundial, porque no
llegaremos a un gobierno mundial, de un día para otro, y en ese
transito, vencer las resistencias y recelos nacionales requerirá del
vehículo monetario que contribuya a bajar las tensiones entre países
propiciando un comercio justo. Este programa mínimo, articulado por
la lucha para poner el modo de producción de mercancías al servicio
de la sociedad, y no al revés, como lo está ahora es el germen
inicial para la recuperación del socialismo, y esto sí va a favor
del curso de la historia.
¿EPILOGO?
En
todos los apartados de este apunte he hecho referencia al comunismo
soviético. Yo mismo fui un militante de base, en los años sesenta,
cuando participaba en ccoo, y lo que me llevó al PC fue constatar
que ocurriese lo que ocurriese, los militantes del PC siempre acudían
y nunca fallaban, a menos que los hubiesen detenido la policía, eso
me llevó a la conclusión de que eran gente seria, responsable y
confiables, y siempre he guardado por ellos respeto, porque se
comprometían con el partido y con su política, y cuando abandoné
el partido lo hice para militar en el trotkismo, porque consideré
que la política soviética no representaba los intereses de los
trabajadores, no ya mundiales, ni siquiera soviéticos, por eso me
parece indecente que tras el hundimiento de la URSS, que se
llevó por delante la decepción una enorme cantidad de militantes de
todo el mundo, aún esté por
hacerse en la izquierda el balance de tan catastrófico hundimiento,
y no quería terminar esta contribución, que nadie me ha pedido, a
la asamblea de socialismo 21, sin dar mi opinión sobre este evento.
Si la izquierda quiere convertirse en una referencia social con una
perspectiva global tiene que hacer ese balance, no solo del comunismo
soviético, sino de todo un periodo de la historia que abarca,
prácticamente, todo el siglo 20, es decir, el balance de nuestro
tiempo presente, por eso, querría que esta contribución,
interesada, partidista y sesgada, pero que pretendo, veraz y honesta
pueda servir para avanzar algunos metros en ese curso histórico.
jmrmesas
23
de octubre de 2012