sábado, 24 de marzo de 2012

SACAR LA LUCHA DE CLASES DE LA CLOACA NACIONAL

DONDE ESTA EL INTERNACIONALISMO

Es más que probable que cada cambio histórico en donde las sociedades han dado un cambio, un vuelco a la historia, los individuos más perspicaces, sensibles y avanzados, hayan percibido que los acontecimientos que les tocó vivir, supondrían alteraciones substanciales en el modo de vida de sus contemporáneos, pero nunca como ahora, esta percepción es tan vívida, aunque no se sepa en que manera afectará a la estructura de la sociedad, esta sociedad convulsa y profundamente injusta, que es puesta en tela de juicio desde todos los ángulos.

Este apercibimiento social se evidencia de múltiples y diversas maneras a través de artículos, páginas en la red, conferencias, etc., que sin ser expresos en el cuestionamiento del sistema, discuten aspectos importantes del comportamiento del mismo como es el funcionamiento de sistema monetario, cuando se plantea la teoría monetaria moderna -TMM - sin querer entender que cualquier teoría que afecte al sistema de la circulación monetaria es un aspecto fundamental que atañe, directamente, a la esencia del poder político de la clase dominante, los mercados, que es la manera en la que sociólogos, economistas y políticos evitan designar a la burguesía, para enmascarar la crudeza de las luchas sociales, que no son otras que la inacabable lucha de clases.

Queriendo dar esquinazo a los términos, en realidad se enmaraña la madeja de las relaciones de las clases sociales, siempre, relaciones de producción, pues siguiendo este esquema, y dado que el modo de producción mercantil es el modo de producción antagónico, cuya máxima es la ganancia al coste de disminuir la fuerza del trabajo (la ciencia, también es fuerza de trabajo elevada a un determinado exponente), única fuerza productiva que rinde plusvalía, y dado que, para mantener una tasa de ganancia alta es preciso extraerla de una masa -fuerza de trabajo- en disminución, las consecuencias es un aumento de la explotación, recortes, que pudren las condiciones nacionales, sin la posibilidad de modificar las condiciones que regulan la extracción, toda vez que la modificación, modificaciones, requeridas, suponen la intervención de los poderes políticos más allá del estricto marco nacional, y siempre es excusada la intervención, porque el sistema garantiza que únicamente el capital, los mercados, tienen el reconocimiento de poder intervenir internacionalmente, aunque su intervención suponga violar la voluntad de las soberanías nacionales, cuyos interpretes, los gobiernos democráticos, no dudan en romper sus compromisos contractuales con la ciudadanía que los eligió, aparentando plegarse a decisiones objetivas, como si de fuerzas de la naturaleza se tratará, mientras respeta el latrocinio de las fuerzas del mercado, internacionalmente recogidas en los acuerdos entre países, que admiten, explicitamente, la capacidad de movimiento de este.

Este internacionalismo económico de los mercados y sus agencias, por muy objetivo que pueda presentarse no es más que una variante de la ideología dominante, cuyo objetivo es empobrecer, pauperizar a la ciudadanía, percibida por los mercados como el más peligroso elemento capaz de dar en tierra con su cada vez más cuestionado, omnímodo poder, muy acertadamente recogido por los occupys estadounidenses, de ser el uno por ciento, que se enriquece a expensas del 99 restante, y este internacionalismo ideológico y efectivo, este internacionalismo real, que ni siquiera la izquierda es capaz de defender la reivindicación ideológica del proletarios de todos los países,¡Uníos!, no es posible mantenerlo dentro de las fronteras nacionales, porque la incapacidad de los gobiernos para organizar la economía, integramente al arbitrio de los mercados, no hace otra cosa que pudrir la convivencia ciudadana, potenciando la incapacidad de la pequeña burguesía, siempre proclive a las actitudes nacionalistas y siempre utilizada por el fascismo en cualquiera de sus manifestaciones, y lo que es más peligroso y difícil de deslindar, pues el fascismo no hay que buscarlo en conspiraciones internacionales, que sin duda existen, sino que el fascismo anida dentro de los estados democráticos, como lo demuestran los hechos y los datos (la célula alemana durmiente durante más de diez años, ignorada por la policía que debía investigarla), es la demostración palpable de estos extremos, pues seguro que todos los estados, los cuales, al no ser estrictamente investigados regular y metódicamente, podría decirse que ocultan actitudes y elementos fascistas, por lo que, en condiciones como las actuales, quererse encerrar dentro de los ámbitos nacionales, es alimentar las condiciones que favorecen las actitudes fascistas, nazis, racistas, chovinistas, fácilmente manipulables por la burguesía y sus capataces dispuestos hacer el trabajo sucio.

ECONOMIA POLITICA: LA CLAVE

Estoy escribiendo esto, cuando me entero del abatimiento del yihadista francés, que estaba siendo investigado durante, creo, dos o tres años, antes por la policía, y que oportunamente ha sido abatido en medio de la campaña electoral, permitiendole al candidato presidente Sarkozy anunciar un endurecimiento de las leyes antiterrorista, que dirigen su filo contra la posibilidad de buscar información, en donde el informando desee, con lo que se pretende establecer, al solape del terrorismo, medidas de recortes políticos que no es otra cosa que el complemento directo de las maniobras financieras de los mercados, que dirigen toda su poderosa influencia a empobrecer a la ciudadanía, como medio de asegurar su dominio, y esto que escribo, no es que sea la intención escondida de las políticas de recortes, en todo el ámbito euro-americano, es que, expresamente, en el Reino Unido, el gobierno de Cameron, con una grisácea relación con el entorno del magnate de la prensa sucia R. Murdoch, ha bajado los impuestos de los más ricos, y este tipo de política es la que se sigue en el ámbito, donde la ciudadanía está más estructurada y preparada para exigir claridad en el manejo de esa economía, de apariencia matemática objetiva, sin nada que ver con la ideología, cuando es precisamente alrevés.

Como no me cansaré de repetir, toda la complejidad de la economía política se encierra en entender que la acción gubernamental, no importa de que país, está dirigida por la idea de querer facilitar los medios económicos a los mercados, -la burguesía- poniendoselo muy difícil a la ciudadanía, ya que, dado el comportamiento cotidiano del quehacer normal, en el que las relaciones sociales -todas, relaciones de producción, tanto si son objeto de un contrato y por tanto, pagadas, como las entendidas por otro tipo de estructura (sociales, grupales, deportivas,religiosas, familiares, etc.,etc.), que pueden ser pagadas o no, y por tanto mucho más complicado y difícil de demostrar, pero todas tendentes a facilitar el complejo entramado social, y por tanto, mantenidas por una estructura destinada a garantizar el funcionamiento de un determinado modelo productivo, todas estas relaciones, son relaciones de producción y aquellas que están dentro de la órbita de la empresa, son fácilmente entendidas como beneficiosas para los mercados, mientras que las restantes, mucho más complicadas de relacionar con el beneficio de la clase dominante, que caen dentro de lo que se entiende como vida privada, vida social, comunal, etc., son las que el poder articula y legisla, con la intención de garantizar el predominio de ese pequeño porcentaje social del uno por ciento, pero cuyo poder es el que configura todo el conjunto, y todo este entramado, para ser efectivo necesita ser mantenido dentro de las fronteras nacionales en la que la acción gubernamental es determinante, mientras las otras, las financieras-gubernamentales (las concernidas por la acción de los mercados), son internacionales, y por tanto, objeto de una difusa legislación sumamente elástica y adaptativa, y que son las que atañen a la deuda pública, regulación financiera, regulación monetaria, donde, de no mediar la decidida voluntad de la ciudadanía, nunca se t0cará, sino es para dificultar la vida de los pueblos, y en este terreno, la voluntad política de la izquierda, brilla por su ausencia.

En este terreno me parece que lo que se está escribiendo al rededor del problema del euro, presentándolo como una cuestión sobre la aplicación de la teoría monetaria moderna -TMM- , es querer disimular la pugna entre la burguesía dominante -estadounidense- y el conglomerado de la burguesía europea, que ambas burguesías juegan sobre las espaldas de la ciudadanía a ambos lados del océano, porque la posición de la moneda estadounidense, el dólar, no es fruto de esa teoría, sino que la teoría acomoda unos hechos que se derivan de acontecimientos políticos muy concretos y determinados.

El dinero fiduciario, dólar está basado en la aceptación del resto de los actores económicos, las burguesías del resto del mundo, que transigieron en la ruptura del sistema monetario pactado en BW, por el temor a debilitar a la burguesía estadounidense ante el peligro del comunismo soviético, y este hecho excepcional no es ningún patrón extensible a otras monedas, el euro, sin ir más lejos, (en cierto modo el yuan/renminbi, está siendo presionado, sus autoridades, para que se acomode a las necesidades de la economía dominante, la de EEUU), porque, el dinero fiduciario no se puede aplicar en unas relaciones antagónicas, competitivas, conflictivas por tanto, porque el objetivo del dinero, no es poner en circulación las mercancías producidas, en términos económicos, ese es el objetivo del dinero, sino que el dinero se usa como medio y control del poder político, por eso el tema de los paraísos fiscales no es un tema meramente económico, sino principal y determinantemente, político, en la que las relaciones de clases, entre los burgueses, poniendo todo su empeño en dificultar su esclarecimiento y control y entre la burguesía y el proletariado mundial, ocultando el papel que juegan los paraísos fiscales como especie de presas hidráulicas, que retienen durante más de sesenta años el dinero, impidiendo que este fluya hacia la ciudadanía y soltándolo a raudales para la especulación es un tema ante la que los políticos de izquierdas vacilan al no querer entender la economía como la culminación de la lucha de clases, cuando toda la actividad cotidiana de la crisis económica está demostrando día tras día que una respuesta adecuada para el conjunto del mundo tiene que ser tomada a escala mundial, internacional, y que las medidas nacionales, no son más que parches.

Otro punto de la TMM, relativa a la emisión de moneda compete a la decisión de proporcionar medios financieros a los sectores no-públicos, es decir, a los bancos privados, pues si en virtud de su ejercicio de emisor el estado emite moneda, que no puede ni quiere controlar, porque los bancos privados, por triquiñuelas contables dificulta la circulación del dinero (paraísos fiscales y máquinas informáticas que mueven continuamente el dinero, creando interés sin crear mercancía), ademas de facilitar la inflación y la mendacidad económica, es fuente de tensión social, porque, en la medida que las fuerzas productivas son internacionales, y que el medio de circulación, dólar, es aceptado intenacionalmente por todos como instrumento de esa circulación, toda la tensión, en el complicado tema de la economía, estriba en que el sistema monetario, al carecer de una medida de referencia con la que pueda contrastarse la moneda, un patrón, que no es preciso que sea el patrón-oro, pero que, necesariamente ha de ser un patrón capaz de medir el valor del trabajo, fuente de la creación de riqueza, y en la medida que este, el sistema monetario mundial, carece de él, ya que el acordado tras la SGM fue roto en 1971, sin que hasta la fecha se tenga una referencia fija, es precisamente esta falta de referencia, la que motiva el ataque de los mercados al euro, primero, porque, en función de los intereses contrapuestos, en el comercio internacional, el dólar ve mermada su prevalencia, y segundo, a mayor abundamiento, porque las autoridades económicas europeas, no quieren convertirse en defensores y garantes del euro, emitiendo moneda, porque tomar esta decisión, implica transferir poder a la ciudadanía europea, en la medida que habrían de constituirse instrumentos de control supranacionales-europeos, dificultando la manipulación política de la dividida burguesía europea, coyuntura, que los mercados aprovechan para especular contra la moneda europea, haciendo recaer todo el peso sobre la ciudadanía de las sociedades más avanzadas y preparadas, sin que desde ningún lugar, a la izquierda, se eleve un programa, una tesis capaz de aportar coherencia y sentido al problema de la ideologizada economía de la burguesía, que no puede convertirse más que en caldo de cultivo del fascismo y de la represión política.

UNA ALIANZA INTERNACIONAL CIUDADANA

Sacar la lucha de clases del estrecho ámbito del marco local, nacional, debería ser la principal preocupación de la izquierda, ya que todo el esfuerzo y sacrificio que imponen las decisiones económicas, se toman en un marco internacional, del que la ciudadanía se siente ajena porque no ve medios de hacerse valer, y las luchas nacionales, por duras y heroicas que puedan ser están destinadas a perderse si su filo no se dirige contra ese inabarcable elemento que se denomina los mercados.

La burguesía, los mercados, estarían prácticamente impotentes si tuvieran que enfrentarse a una respuesta ciudadana de ámbito internacional, sobre todo si esa respuesta ciudadana pusiese el foco en el único elemento, cuya existencia política, está oculta y protegida por una espesa muralla de silencio técnico-económico, político y mediático, que son los paraísos fiscales, santuarios del terrorismo económico-político.

Una alianza internacional ciudadana habría de articularse en torno a esos elementos comunes que afectan a la ciudadanía de todos los continentes, en una proporción equiparable y los elementos que habrían de estar contemplados en esa plataforma, ser claros y diáfanos en su formulación, erradicación de los paraísos fiscales, cuantificando el volumen del dinero oculto, este capítulo es determinante, porque ese dinero no es solo riqueza, es, sobre todo el instrumento, el vehículo que pone en circulación la mercancía, y en tanto que instrumento que el estado garantiza, sus poseedores no pueden represarlo, sino que ha de ser contabilizado y controlado fiscalmente, y sus tenedores, gravados, tanto más cuanto lo inmovilicen y lo oculten.

La condonación de las deudas pública, y la convocatoria de una conferencia internacional para acordar una medida de valor, referencia de una moneda mundial, podrían ser los elementos que articulasen una propuesta de plataforma internacional, de cualquier modo, la peor respuesta, en una situación como la actual es dejar la cancha vacía, pues es terreno propicio para ser ocupado por el fascismo, y la izquierda tienen ejemplos como para no volver a tropezar en la misma piedra.

jmrmesas

24 de marzo de 2012





jueves, 15 de marzo de 2012

RELACIONES


RELACIONES

http://theyrule.net. Este enlace, muestra las relaciones de las empresas estadounidenses, y sería muy interesante hacer lo mismo con las empresas europeas, pero probablemente esto no exista y si existiese, sería de agradecer, que alguien lo divulgara, porque es la más clara demostración del enorme y colosal entramado de poder, de aquellos que definen nuestro destino, y semejante capacidad de entrelazamiento, desconocido para la ciudadanía, y seguramente, solo conocido por un selecto grupo de expertos, influye, decisivamente, en la marcha cotidiana de todo el planeta.

Es increible el grado de estrechez de las empresas entre sí, a través de los consejeros que ejercen sus funciones en diferentes empresas, pues, al azar, elegí dos empresas, Northrop Grumman y Goldman Sach, y resulta que, através del Instituto Smithsoniano, se abren una serie de abanicos que abarca empresas como Texas Instruments, Target Corporation, Exxon Mobil, Council on Foreing Relations, Wal-Mart Stores, Aspen insttute, Cisco Systems, Kraft Foods, State Street Corp, PepsiCo, etc.

Este reducido grupo de personas posee, muchisimo más poder que el del mismísimo presidente de Estados Unidos, pues mientras este, está supeditado a seguir, estrictamente, el curso de la ley, como no puede ser de otra manera, ya que existen el congreso y el senado para controlar el poder ejecutivo, y más o menos, esta norma es la habitual en las democracias formales, las empresas, -tanto si son estadounidenses, europeas o de cualquier otro lugar- tienen criterios mucho más flexibles, y por supuestos, menos controles a la hora de tomar decisiones, que no por el hecho de no ser leyes escritas, tienen menos influencia en el comportamiento de las personas, pues, estas, las personas, son el destinatario de las decisiones empresariales, que trasciende el exclusivo ámbito nacional, para ser compartido por todos los países hasta donde pueda llegar la potencia empresarial, que no es otro que el mundo, pues para algo la economía esta internacionalizada.

¿Qué se desprendede esto?

Veamos un nombre que aparececió entre los consejeros de Goldman Sach, el señor Lakshmi Mittal, indú, residente en Londres; es un importantísimo industrial productor de acero con industrias en Rumanía, Polonia, Sudáfrica, Indonesia, Bosnia-Herzegovina, Kazajistan, Méjico, España y Estados Unidos, este caballero, además, creo recordar recibe una subvención de la Unión Europea, porque una de sus fincas, en Europa está considerada como contribución al mantenimiento de la flora y fauna autoctona; este poderoso señor, necesariamente ha de considerar que el funcionamiento de sus internacionalizados negocios requiere el mayor campo de operaciones posibles, por lo que cualquier intento de elaborción legislativa que dificulte la movilidad financiera de sus internacionalizados intereses, podría entenderlo como causa de cuantiosas pérdicas, toda vez que la legislación más favorable es la que está por escribirse, por lo cual, es entendible que él, como todos los burgueses, considere la libertad de mercado, así como pagar impuestos, algo intocable, por lo que a todos los que se obstinan en querer explicarnos las claves de la crisis en el terreno nacional, están muy equivocados, o peor, quieren engañar a la ciudadanía al considerar que semejante entramado de poder es posible corresponderle con medidas de recortes locales, cuando este caballero, elegido al azar, no es más que, el botón de la muestra.

En realidad, la economía es la mejor máscara de la lucha de clases, porque camufla los datos, tras asépticos informes que dificultan entender los datos reales de esa lucha, porque, en el caso de España, se conviene en reconocer que la deuda del estado -pública- es de la más bajas de Europa, y que, el problema se deriva de la falta de crédito, producido por la crisis, pero, que sin embargo, la deuda de las familias es muy elevada, de lo que se extrae la, apresurada conclusión de haber vivido por encima de las posibilidades, porque, este endeudamiento familiar es la conclusión de unos salarios muy bajos, y de una condiciones sociales, precarias, que en otras sociedades europeas, las cubre el estado, mientras que en España es el soporte familiar, quien cubre las carencias sociales -guarderías, ancianos, etc.- que se debe a la escasa capacidad reivindicativa y organizadora de los sindicatos y los partidos de izquierdas, demasiado absorbidos por el discurso de la derecha, temiendo desentonar.

Esta actuación timorata de la izquierda, incapaz de exigir, se palia, equivocada y falazmente, con comportamientos amiguistas, que la derecha ventila en el momento en que se conoce; fue en los años ochenta, el reparto de las administraciones de loterías, que la derecha denunciaba, cuando ellos habían hecho eso desde que ganaron la guerra, o el caso del ERE, en Andalucía, en la actualidad, que han lastrado la militancia de los luchadores, y que está en el origen de aquella renuncia de Felipe Gonzáles al marxismo, por eso, la pronosticada derrota del psoe, en la elecciones andaluzas, tendrá mucho de catarsis en la que los militantes sinceros deberían de plantearse sino será el momento de reivindicar los orígenes del partido y recuperar el marxismo, porque las mañas de la derecha, les puede ir bien a la derecha, pero a la izquierda, le va y le favorece la lucha, la reivindicación, el compromiso, la defensa de lo público, y este entramado de poder, con el que comencé el apunte, no es posible combatirlo con medidas timoratas, sino reivindicando la capacidad transformadora de la izquierda para poner el modo de producción al servicio de la sociedad, de las personas, de los pueblos, por eso, ese entramado de relaciones, que no se discute, en cuanto a su legalidad, tiene que ser clarificado, en cuanto a su fiscalidad, corporativa y personal, de todos sus integrantes, y eso significa políticas de fiscalidad progresiva, significa transparencia, y eso quiere decir erradicar los paraísos fiscales, con la exigencia de retornar los dineros escondidos para dedicarlos a la investigación científica, a la enseñanza pública y gratuita, a la economía productiva, significa exigir la condonación de las deudas soberanas, y sobre todo, organizar el sistema monetario y financiero, consensuando esa moneda mundial, que en los hechos, es el dólar.

jmrmesas

15 de marzo de 2012




jueves, 8 de marzo de 2012

LOS LIMITES DEL DERECHO DE PROPIEDAD


QUE ES LA REVOLUCION

A estas alturas de la crisis económica, casi no merece la pena entretenerse en disquisiciones sobre si ahorrar (para los mercados), o incrementar la inversión en la economía productiva, porque en los medios hay análisis suficientes como para que cualquier persona interesada pueda hacerse una idea, según sus preferencias, más sin embargo, no encuentro ningún artículo, en la prensa nacional e internacional en el que se plantee si la decisión sobre la cuestión habría de ser enfocado con una perspectiva más amplia que la de los estrictos analistas y los mercados, propugnan.

Hay una percepción muy extendida, de que esta crisis es un atraco monumental, de los poderosos banqueros del mundo -mercados-, de lo que se ha dado en llamar, economía de casino, por lo que una, cada vez mayor, porción de la ciudadanía mundial, se considera agraviada, expoliada, agredida en su modo de vida cotidiano, aunque no manifieste, explícitamente la opinión porque desde los centros de poder y desde todo el entramado que forma el stablishment, se acepta dogmáticamente, que para funcionar bien es necesario que los bancos funcionen bien, y funcionar bien quiere decir, que sus ganancias no mengüen, aunque para ello haya de perecer medio mundo.

Desde esta perspectiva, claramente comprendida por los poderosos, que pueden ser calificado con todos los epítetos menos con el de estúpido, se valora la idea de una guerra como medio de desactivar ese sentimiento rebelde de percibir el atraco sin poder oponer ninguna alternativa que no sea la del pataleo porque desde las direcciones de la izquierda oficial, otra parte del stablishment, las propuestas que se pregonan son anodinas y respetuosas con el sistema.

El sistema, el modo de producción mercantil, operando sin más control que su propio criterio, dejó de ser útil en la medida que la mercancía, producida en cantidades colosales, el dinero, se ha convertido en instrumento de dominio y control de la sociedad, por una élite reducida que dicta a los gobiernos amigos, qué política han de aplicar para que la maquinaria -el sistema- pueda seguir funcionando, pero esta economía de casino se ha convertido en un siniestro juego de monopoly mundial, donde unos potentados compran tierras en África para sembrar biocombustibles, aunque la población local esté famélica, u otros, en Perú, agoten y contaminen recursos hídricos, alterando la zona para extraer minerales, oro, que es una buena baza, en cualquier momento, pero que en tiempos de crisis, es el mejor aval de riqueza, y aunque el modo de producción dejó de ser útil para la sociedad, nadie lo dice porque eso potenciaría las expectativas revolucionarias, y nada mejor contra eso que una guerra, y hay que estar muy prevenidos porque la visita de Netanyahu a Obama, no es sino el acuerdo para fijar día y hora para agredir a Irán.

Estamos viviendo tiempos revolucionarios, que comúnmente se entienden solo en el sentido político, pero que hoy por hoy hay que entenderlo con un criterio más profundo porque no atañen solo a los comportamientos políticos sino que abarca todo el amplio espectro de comportamientos sociales en la medida que todos los clichés, que sirven de modelo para articular la vida de las gentes, por la propia dinámica de las cosas, de una u otra manera se revisan continuamente, y este es el verdadero sentido de los tiempos de revolución, de cambios profundos de las estructuras sociales, por eso, una guerra es, pese al caos y a la destrucción que causa, un paliativo frente a la revolución, porque la guerra no afecta a la estructura de poder con la misma intensidad y profundidad que la revolución, que por su propia naturaleza afecta profunda e intensamente a la estructura de poder, en todas sus manifestaciones, pues el viejo orden perdió toda su influencia y capacidad orgánica, y el nuevo poder naciente está constantemente siendo cuestionado hasta que el proceso de cambios empieza a sedimentarse, por eso, el complejo militar-industrial opta por la guerra, dando a Netanyahu el consentimiento para que este pueda atacar, en el momento oportuno, que será cuando los procesos revolucionarios, árabes y norteafricanos se intensifiquen, o si la ciudadanía europea se revelara contra los planes de austeridad que han diseñado los mercados.

Pero desde ninguna parte de la izquierda se previene contra esto, ni se analizan sus porqués y consecuencias ante al falta, irónicamente, en tiempos de movimientos globales, de la necesaria perspectiva mundial, en el que tienen lugar los hechos presentes.

Todo los dirigentes del mundo se atrincheran en el ámbito local para hacer política, sin ni siquiera atreverse a sacar la cabeza fuera, como no sea para llevarla de paseo a alguna cumbre internacional, en la que ya está todo amañado, hablando sin parar de recortes y de exprimir a Grecia, pero en mayo del año pasado la deuda USA era de 14,3billones de dólares y hoy, en el momento de hacer este apunte,la deuda USA es de 15,5 billones de dólares, en nueve meses la deuda USA ha crecido 1,2 billones de dólares, sin que nadie diga nada, y eso que el señor Obama se comprometió con los republicanos a recortar la deuda en 4 billones de dólares, si logra un segundo mandato, pero Grecia debe pagar, sin que nadie repare en semejante crimen, mientras los mercados siguen empeñados en poner condiciones a un país asfixiado por la deuda de sus gobernantes y gestores, que, además, sacaron sus beneficios a los paraísos fiscales, dejando el pufo a la ciudadanía, y mientras esta, sus dirigentes, los políticos y los gobernantes no hacen sino dar vueltas a la noria, pues no otra cosa es ver la política local sin querer entrar en los múltiples lazos que unen lo nacional con lo internacional, la nación, es decir, los trabajadores, funcionarios, ciudadanos, deben de padecer las calamidades derivadas de este expolio global.

Es necesario que la ciudadanía del mundo se haga oír y entender, que no son simples paganos, simples pagadores de la crisis, elementos susceptibles de ser recortados, entontecidos por la letanía de vivir por encima de las posibilidades, cuando la mitad del mundo vive con menos de 2 dólares al día, pero además, la ciudadanía debe estar claramente apercibida de que el funcionamiento del mundo, en cualquiera de sus manifestaciones cotidianas se debe a la constante creación de riqueza, generada por el esfuerzo social y financiada por el esfuerzo fiscal de la ciudadanía con una carga impositiva, incomparablemente mayor que los que roban a la sociedad ocultando sus beneficios en los santuarios financieros, por eso mismo, la ciudadanía debe ser consciente de que le asiste el derecho legítimo de exigir reformas en el modo de producción mercantil, porque la sociedad, las leyes reconocen al pueblo como principio y fuente de poder, como principio de legitimidad, y en tanto que tales, es preciso organizar el debate, la lucha por imponer al capitalismo reglas, normas, controles, porque, le asiste todo el derecho a decidir como han de revertir en la sociedad el esfuerzo que realiza, empezando por exigir transparencia contable y eso significa la necesidad de saber que se esconde en los cubiles que generan la capacidad del escaso uno por ciento global para corromper, desvincular y torcer la voluntad de los gobiernos, que nunca cumplen las promesas electorales porque los mercados mandan, y la primera necesidad, en este ejercicio de voluntad y poder ciudadano es luchar por la erradicación de los paraísos fiscales, porque no son sino, cubiles, antros de corrupción, política social y moral.

UN RETO AMISTOSO

Los recortes son un intento desesperado de la burguesía, los mercados, de empobrecer a la ciudadanía, en los centros, socialmente más importantes, Europa y Estados Unidos, para desmovilizar y dificultar la organización de la ciudadanía, de los trabajadores en la lucha por no dejarse arrastrar al abismo, queriendo buscar respuestas, que necesariamente le llevarán a plantearse lo que cínicamente se ha planteado la burguesia, vale el capitalismo para el siglo 21, y no, no vale, el capitalismo perdió toda su legitimidad desde el momento que chantajea a la humanidad con el potencial de las fuerzas destructivas, condenando a toda una generación a la incuria, a la postración porque la percibe como un gran peligro, precisamente por su preparación, por su capacidad innovadora, por su rebeldía para disentir y discrepar, no, no vale, porque existen los medios materiales, para organizar el mundo con una perspectiva mejor, acabando con el hambre, la enfermedad y la incultura, y no no vale, porque como fuente de derecho y legitimidad, pueden plantearse que el modo de producción de mercancías tiene que ser regulado, controlado y vigilado para poderlo usar a favor de las personas.

El capitalismo, como modo material para generar los medios de vida del conjunto humano, desistió, si es que alguna vez, sus teóricos lo presentaron con el propósito favorable a liberar a la humanidad del sufrimiento, de tal idea, en la medida que su objetivo es la ganancia, el beneficio, la plusvalía, y si en algún momento primó el afán de realizar el trabajo bien hecho, hoy, la máxima que campea en sus pregones, fundamentalmente, lo que retratan toda la producción de consumo cultural, que el cine y la televisión recogen muy crudamente es el éxito, el éxito a cualquier precio, y el éxito es, por encima de todo, dinero, cuanto más dinero, más éxito, más fama, más poder, y si eso significa extorsión, violencia, se presenta como el riesgo de una inversión fallida, en caso de ser cogido con las manos en la masa, y como medio de asegurar el éxito, ocultar el botín, sobre todo, del fisco, por eso, el capitalismo es proclive al latrocinio, en la medida que maximizar la ganancia requiere ocultar el fallo.

Por eso, igualmente, la política consciente es una buena manera de llenar la cotidianidad social, pues en la medida que la apatía gana terreno y pierde influencias la política consciente, en la medida que el compromiso y la participación ciudadana se retrae, ese terreno abandonado lo gana el crimen organizado, que es la forma institucional de la extorsión y de la violencia, la cual se presenta como una especie de tara inevitable, cuando en realidad es la demostración evidente de un sistema social terriblemente injusto, que empieza por favorecer a los rectores sociales con leyes particulares, privilegios asumidos, porque el poder viene de Dios, claro que esto se decía antes, cuando los reyes lo eran por la gracia divina, ahora, en la modernidad, formalmente, se reconoce que el poder viene del pueblo y que este es fuente de legitimidad, pero hacer esto efectivo es una constante lucha de la que han abdicado las organizaciones de izquierda, la intelectualidad, aceptando que el sistema es inatacable, como tal sistema, y aquí es donde hay que poner todo el potencial para crear opinión, no bastando solo con el reconocimiento del comportamiento nefando del psoe (en el caso de España) de la etapa zapaterista, que comenzó mucho ante, en el momento en que el psoe se plegó a los presupuestos ideológicos de la burguesía española, (por española, hay que entender, todo el conjunto del estado, desde gallegos a catalanes y vascos), sino que por contra hay que explicar que toda la carga de crimen y extorsión se genera por la permanencia de un sistema, el capitalismo, que ha perdido toda su utilidad social, y este es el reto amistoso que los ideólogos, los intelectuales, los pensadores, sobre todo, los que asumen una posición de izquierdas deben de esforzarse en demostrar que el sistema está acabado, que perdió su utilidad social, y que es un freno de las fuerzas positivas de la sociedad, las fuerzas productivas, empezando por el elemento humano, en principio, toda una generación, la mejor preparada de la historia humana, que deberá ser ganada para la revolución, si queremos que el mundo no termine devorado en un caos de guerras, porque las fuerzas destructivas -la imponente industria de armamentos mundial- no disminuye ni su producción ni su venta.

Irónicamente, cuando todo los factores, tanto si se toman en su conjunto como si se toman individualmente, tienen una dimensión y proyección mundial, la izquierda carece de estructuras y foros internacionales desde los que discutir y organizar la lucha de clases, que por su propia dinámica es global, primero, porque los mercado, ese pequeño grupo del uno por ciento global, es una élite cosmopolita, con una visión global de los problemas del mundo, en muchos casos con vivienda en varias ciudades de diferentes naciones, coincidiendo en diferentes foros en los que deciden como hacer negocio, es decir, como disciplinar a la chusma, para pagarles menos y que trabajen más, y segundo, porque toda la ofensiva contra Europa, contra el euro, es una maniobra de alcance para exprimir y debilitar a la ciudadanía europea, un peligroso incordio, si pudiese organizarse a escala continental contra los mercados nacionales, las burguesías propias, y es muy importante entenderlo así, como una batalla, que la burguesía da en el terreno global, mundial, pero que es contestada en el terreno local, nacional, sin ninguna imbricación, sin ningún lazo con la ciudadanía de otras naciones, de otros estados, por eso es importante entender la dimensión global de la maniobra de los mercados, porque mientras la respuesta se de en el terreno local, nacional, estatal, llevan las de ganar, y la respuesta debe ser organizada, coordinada y llevada a cabo, mundialmente, que es como se habrían de articular las respuestas.

Es preciso tener muy en cuenta, que toda la política de recortes, para ser efectiva, para que estos se transformen en una incapacidad de movilización, de la ciudadanía, los gobiernos deben hacer lo que los mercados exigen, amparados en el subterfugio de introducir leyes que modifiquen las condiciones laborales que no es otra cosa sino acompañar de recortes políticos, los recortes económicos y sociales que dejen sin efectos las conquistas democráticas, duramente conseguidas en muchas batallas, en muchas luchas, sangrienta, muchas veces, y cuya pérdida volverá a ser tan costosa siempre, volviéndose como un castigo siniestro, ante la falta de determinación para encadenar al capitalismo poniéndolo al servicio de la sociedad, o lo que es lo mismo, dotar a la sociedad con los medios para controlar la economía, para regular, controlar y vigilar el capitalismo, que es lo que temen los mercados, los burgueses, si la oleada de indignación creciera.

Embridar el capitalismo significa controlar y regular el mercado y eso quiere decir erradicar los paraísos fiscales, verdadero centro de poder político espurio de los mercados, contabilizar las cuentas secretas, exigir el retorno del dinero oculto para dedicarlo a la investigación científica a favor de proyectos que beneficien a la ciudadanía, para dedicarlos a la enseñanza pública y gratuita, capaz de preparar ciudadanos responsables, preparados y capaces de impulsar las fuerzas productivas, para dedicarlo a la economía productiva, organizando procesos de producción, que en Europa, supongan coordinar la producción entre diferentes naciones, igualmente, significa la condonación de las deudas soberanas de todos los países, como compensación por más de sesenta años de latrocinio consentido por los gobiernos, que nunca cumplen sus promesas, significa, de igual modo, establecer un criterio universal para medir el trabajo humano y el intercambio entre las diferentes naciones y estados, porque la economía está globalizada, las fuerzas productivas son mundiales y la moneda de referencia, el dólar, es la moneda mundial, y debe ser controlada y vigilada mundialmente.

jmrmesas

8 de marzo de 2012