sábado, 28 de diciembre de 2019

ESFORZADOS PIADOSOS







ESFORZADOS PIADOSOS

Detesto a los esforzados piadosos. Son los bernstein de nuestros días. Del mismo modo que el fascismo actual no necesita una elaborada ideología para defender los privilegios del reducido núcleo de multimillonarios expropiadores, siendo identificados sin gran esfuerzo como agentes directos del capital financiero, no hay más que escuchar el argumentario estúpido de Vox pidiendo una barrera fronteriza para evitar a los inmigrantes, igual, igual que Donald Trump con la barrera en la frontera sur de USA, los bernstein actuales rezumando bondad impostada, en realidad velan la necesidad de advertir y preparar al pueblo trabajador y a la clase obrera, cada vez más empobrecida y desideologizada, contra todos los que justifican confiar en la democracia como solución para conseguir un mundo mejor, cuando saben, porque son cultos e instruidos, que sin demostración popular, militante, ariscada, dura, la democracia solo les vale a los burgueses y sus agentes: son los que tienen fácil acceso a los medios que vocean en tertulias o escriben en todos los periódicos reclamando calma y respetando los tiempos jurídicos, mientras generales metidos a políticos llaman traidor al candidato, que la ciudadanía ha votado para que les represente, sin que se mueva una hoja, ni de papel, ni arbórea.

Son los dirigentes de las organizaciones de la clase obrera, partidos y sindicatos que expresan la confianza en los tribunales de instancias superiores para que estos revoquen sentencias claramente lesivas para los trabajadores, sin ni siquiera fruncir el ceño.

Los que creen que el sistema, el modo de producción mercantil, el capitalismo depredador desaparecerá en medio de una catástrofe climática, cuando es ese capitalismo depredador el que está poniendo todos los medios para producir esa catástrofe que podrá acabar con muchas vidas, incluso países, pero salvará al sistema porque repartirá culpas entre todos, y mientras tanto, nadie osará decir que es el capitalismo, el único culpable, porque, al apropiarse por la fuerza del planeta, sus recursos, violando los límites naturales está impidiendo que los pueblos, la humanidad decida sobre lo que le es propio y natural: el derecho a vivir a los ya vivientes, el derecho a la felicidad.

Detesto a los esforzados piadosos, pero creo en la posibilidad de recuperación si en vez de argumentar nuestro fracaso, revierten su esfuerzo en demostrar que la propiedad de los medios de producción y de la tierra es la causa de la maldad entre los seres humanos, y al hacerlo así se estará construyendo la alternativa salvadora.

Dicho queda

jmrmesas

veintiocho de diciembre de dos mil diecinueve






jueves, 12 de diciembre de 2019

POR QUÉ SOMOS POLÍTICAMENTE INMADUROS





POR QUÉ SOMOS POLÍTICAMENTE INMADUROS

Explicar lo obvio no es algo sencillo aunque pueda entenderse superfluo porque la obviedad política puede ser el resultado de una construcción cuidadosamente calculada para poder pasar de pormenorizar detalles reveladores.

Las elecciones del 10 de noviembre pasado pudiera ser esa clase de obviedad que disimulase las presiones de los poderes fácticos —ibex35 y otros y otros— haciendo recaer el inconveniente electoral en el fanatismo del poder de un presidente indeseado por esos poderes fácticos, que si son fanáticos del poder, como así lo demuestra el hecho inexplicable, inexplicado y permanentemente ignorado —demandando explicación metódica y pormenorizada — de cómo gente vulgar atesore tanto poder económico y político, si no es por el hecho de pertenecer a un conjunto estructural que permite a gente normal y corriente estar en esas dependencias en donde se organiza el poder económico y político que se oculta a la mirada común para presentar ante el mundo la fachada conveniente, el escenario preciso para que la representación continúe y el poder siga en las manos de los fanaticos del poder, es decir, el capital financiero: banqueros contaminadores, contaminadores consorcios industriales, y una copiosa retahíla de contaminadores velados por los creadores de opinión, que hacen recaer en la gente normal la culpa de todo.

Los fanáticos del poder no ignoran que la plebe, el populacho, la chusma está dolorosamente harta de pasarlas canutas, y todavía más, se da cuenta de la constante tomadura de pelo que supone el sacrificio de los más y del derroche descontrolado de ese reducido grupo de plutócratas que construyen su paraíso en medio de las desgracias.

Como descontextualizar resulta ingrato y peligros, conservar el marco en el que inscribir los hechos se revela util, necesario e imprescidible, mientras no sucedan hechos que les permitan, a los fanaticos del poder, sacar los tanque de los cuarteles imponiendo por la fuerza su orden y ley conveniente, Bolivia, por ejemplo. Desviar la mirada de la ciudadanía, del ibex35, de la monarquía y de unas instituciones trufadas de fascistas acostumbrados a ordenar y mandar significaba, volcar el peso en una maniobra de distracción que debilitase, más aún, al doliente y pagano ciudadano, y de pronto, los estrategas ven una ventana de oportunidad maquinando unas nuevas elecciones.

El proceso ya viene rodado. Siempre habrá un tezanos por ahí que hará creer (increiblemente) que unas nuevas elecciones darán el resultado apetecido, cuando todos (los perdedores) son conscientes del desastre del invento, pero, teniendo en cuenta la necesidad de conservar el marco en el que inscribir las acciones políticas, y considerando lo peligroso de descotextualizar, es decir, poner el foco en esa gente corriente que habita instituciones trufadas de fascistas, en esos nichos económicos donde habita la gente guapa con muchísimo dinero y muchísimo poder, resulta más tragable una nuevas elecciones, y de paso, probar el invento por si fuese útil volver a ponerlo marcha.

La inmadurez política del pueblo es esa construcción de presiones, a veces veladas, a veces, explícita que construyen los fanaticos del poder porque señalar a los codiciosos de las riquezas,no es que sea peligroso, es que es necesario construir una alternativa que la izquierda, diré, timidamente, quiere evitar reconocer, pero es necesario hacerlo, porque sin construir un nuevo marco de referencia no habrá alternativas, ni a la explotación de los seres humanos, ni a la liberación de los lazos que hacen a la mujer semiesclava en las sociedades occidentales y esclavas en las otras, ni a la contaminación, ni al gozo de cultivar las artes y las ciencias, solo fanaticos del poder que contaminan el planeta, industrias de guerra que destruyen vidas de pobres, llenándose los bolsillos y pudriendo sus corazones, eso sí, de una manera cómoda, agradable, y muy llevadera.

Apiademosnos de ellos y expropiemoslos del peso de la riqueza que les pudre el corazón, claro que eso significa construir un marco conceptual, para que avance la construcción de Europa conectada a toda Asia, y no aislada, y en armonía con los demás continentes y no contra ellos. Antiguamente se denominaba socialismo —¿vaselina para infiltrados del ibex?— cada cual saque sus conclusiones, pero para los gonzález que aún andan por el mundo, el vocablo, el concepto debe sonarles a monumental fracaso después de haber hechos congresos para abjurar de Marx. Irónico.

jmrmesas

doce de diciembre de dos mil diecinueve









lunes, 2 de diciembre de 2019

CONSIDERACIONES ECONÓMICAS






CONSIDERACIONES ECONÓMICAS

Que los momentos actuales son pronosticadores de serias consecuencias que transformaran la base de la sociedad en su conjunto se puede conjeturar oyendo, viendo o leyendo a reconocidos autores, divulgadores u opinantes tertulianos hablando acerca de la distribución de la riqueza o de qué cosa es la explotación, para señalar con el dedo a la desigualdad que genera pobreza.

Para gente que se preocupa por entender qué es lo que pasa y por qué pasa, las cosas pueden ser claras, pero hay una enorme masa ciudadana, demasiada absorbida por las crecientes dificultades de la propia subsistencia como para ahondar en los problemas de la política, y aún más, de la economía, y es ahí donde echo de menos la labor esclarecedora de las organizaciones de la clase trabajadora, que podrían aportar luz al entendimiento.

Si leo en un periódico cuantas clases de explotación existen, mi percepción me alerta, y si ahondo en su lectura encuentro desacuerdos que desde mi perspectiva de lector de Marx, me indican que el autor que explica cuantas clases de explotación existen tiene una perspectiva diferente de la mía. Explotación es todo el exceso obtenido (plusvalía) que se apropia el capital después de descontar el precio de la fuerza de trabajo y de descontar el coste de los desgastes producidos en los medios de producción. Todo lo que queda después de esos descuentos es la plusvalía que se queda el capital y que supone su exclusivo beneficio: trabajo no pagado. De ahí las diferencias enormes y escandalosas entre la subsistencia del trabajador y la opulencia del capitalista. Que alguien prestigiado y con los conocimientos necesarios argumente de otro modo me indica que se hace eco de los temores del ibex35 porque hablar de explotación sin hacer mención de la propiedad privada de los medios de producción, sin cuestionarla, siquiera de refilón, me parece una concesión a las presiones del ibex35.

Estas cosas empiezan a tener peso específico, es decir, a tener valor en sí mismas, porque el sistema capitalista se haya en una crisis que es más importante que en otras épocas porque (en mi profana opinión) la fuerza de trabajo pierde relevancia aceleradamente (políticamente, porque los sindicatos limitan su función a la mera negociación y descuidan las labores ideológicas, organizativa y política, y económicamente, porque la automatización, la robótica y la inteligencia artificial amenazan a la clase trabajadora), el dinero se desliga de la producción, y se cuestiona la capacidad de los bancos para crear dinero, algo que bendijo la ley del primer ministro de la era victoriana, Robert Peel, en 1844, que reconocía la potestad de la banca para utilizar los depósitos bancarios sin restricciones —hay que considerar la importancia de la banca inglesa en los comienzos de la industrialización, que sirvió de referencia al sistema bancario mundial, y que hace unos meses tuvo una respuesta concreta cuando los ciudadanos suizos consultados, refrendaron el privilegio de la banca suiza a contabilizar los prestamos como capital, es decir, crear dinero, sin respaldo—, la cuantía de la deuda mundial se profundiza y una agencia de calificación de riesgos, MOODY´S, advierte del riesgo de rebaja de la calificación de la deuda del mundo que estima en 246,5 billones de dólares, y cómo no, … ... la culpa es de los populismos que incendian en mundo, y aunque menciona a Reino Unido, Hong Kong y Sudáfrica, se puede continuar con buena parte del continente sur de América, Chile es el ejemplo más elocuente de lo que significa el hartazgo del latrocinio al pueblo trabajador, por sus burgueses atrincherados en el gobierno y en las fuerzas armadas.

Pero los populismos resisten y persisten en Iraq, Libano, Yemen, porque las condiciones lastimosas de subsistencia de los pueblos populachados, se basan en ese efecto pernicioso efecto resultante de las continuas emisiones de dólares —flexibilización cuantitativa— que llena los bolsillos de los grandes bancos y empresas, mientras los más necesitados ven menguar sus ingresos porque el dinero se devalúa continuamente.

Actualmente debemos interpretar por populismo la antigua diatriba contra los socialdemócratas, comunistas y anarquistas y que ahora encarna el populismo porque hay que tratar con mucho tacto a los actuales agentes del capital enquistados en las organizaciones y partidos obreros. No es políticamente correcto, pero esta cortesía política no es inofensiva. Forma parte de la estrategia de la desinformación del sistema que oculta su proceder enmarañando su funcionamiento, por eso echo en falta la labor ideológica, educativa, organizativa y combativa de las organizaciones obreras, porque la próxima crisis no será más que la continuación de la del 2008, acompañada de un brutal hundimiento del dólar, la referencia del mercado mundial, porque las potencias perjudicadas, no tolerarán su pérdida de poder, porque tienen que responder ante unas demandas cada vez más apremiantes de sus respectivas sociedades.

Los nuevos desafíos que suponen la emisión de monedas virtuales encierran un mensaje que trasciende el poder de los individuos —Nakamoto/bitcoin— i empresas —Facebook/libra— que indicarían la incapacidad del sistema para acoger un nuevo desarrollo armónico de las fuerzas productivas, porque una sociedad que poseyera capacidad de fabricar cosas sin la intervención de la fuerza de trabajo, no tendría sentido (enriquecimiento mediante la explotación), impedida de subsistir, no podría subsistir sin la incorporación de la inteligencia humana, de las potencialidades humanas que enriquecerían a la humanidad para entender el sentido del universo, si es que esconde un sentido.

Responder este tipo de problemas es decisivo para desbloquear la situación actual porque la izquierda carece de objetivos. Los perdió cuando claudicó ante los bernstein que siempre se ocultan en las organizaciones de la clase obrera para pudrirlas desde dentro. La izquierda, desde su inicio histórico se distinguió por su espíritu de búsqueda de la justicia social, de solidaridad.

En España, el proceso de las constantes elecciones indican que una mayoría social está cansada del robo y de la desconsideración que la burguesía, su gobierno, su Estado, su Rey, hacen gala. Carecen de la sensibilidad para hacerse cargo de los padecimientos soportados por el pueblo trabajador, y esto es lo realmente importante: una mayoría social, que a pesar de todas las trapacerías de sus burgueses gobernantes quiere otro tipo de gobierno que atienda las necesidades de ese pueblo trabajador. Si las organizaciones obreras, partidos y sindicatos no se esfuerzan por explicar a ese pueblo trabajador la superchería que consiste en reducir la economía a vivir un poco mejor, sin desvelar que vivir con la opulencia con la que viven los burgueses la determina la capacidad de apoderarse de toda la plusvalía, de todos los recursos, de expropiar constantemente la vida del planeta, sin más objetivos que impedir que las mayorías esquilmadas puedan acceder a su herencia común, porque ningún Dios les otorgo la tierra en propiedad, entonces los demagogos populistas, los fascistas que se disfrazan con nombre de diccionario —Vox— y sus monaguillos cobardes —PP/C´s— encontraran su momento para quitarse la piel de cordero. Exigir ese gobierno debe ir acompañado de la necesaria movilización ciudadana que de la palabra a un pueblo cansado de esperar, y las organizaciones obreras deben tomar la palabra.

jmrmesas
dos de diciembre de dos mil diecinueve


domingo, 24 de noviembre de 2019

SEÑALES DE ALERTA






SEÑALES DE ALERTA

El intercambio de trabajo vivo por trabajo objetivado, es decir, el poner el trabajo social bajo la forma de antítesis entre el capital y el trabajo es el último desarrollo de la relación de valor y de la producción fundada en el valor.

Este párrafo, que he citado varias veces en los apuntes que he publicado, cuya autoría visionaria es del coco del capitalismo mundial, Marx, Karl Marx, es el núcleo que puede explicar la razón de los problemas por los que atraviesa nuestro tiempo.

No es un simple argumento teórico desligado de los problemas nacionales acerca del soberanismo catalán, o de los problemas internacionales sobre la pugna por el control de Oriente Medio, entre USA y Rusia, o la guerra comercial entre China y USA, es el nudo gordiano que necesita ser tajado de un golpe para que el conjunto humano pueda emprender un nuevo recorrido histórico sin el pesado fardo de un modo de producción inútil para ese conjunto humano, pero jugosísimo para el uno por ciento que acumula las riquezas del mundo.

Vaticinar el comienzo de una crisis económica no tiene mucho sentido, aunque hoy, a diferencia de otros tiempos, los estudiosos poseen instrumentos e información sensible, que en otros tiempos eran simplemente especulares, mientras hoy, esos medios proporcionan elevadas dosis de certezas, por ejemplo, el conocimiento de la movilidad de los indices económicos, acomodados al interés de la gran banca, o la emisión de dinero sin más respaldo que el papel en el que se imprimen, repartido generosamete a los ricos, mientras a los pobres no les llega, y así, una ristra interminable de datos de ese jaéz.

Son las señales de alerta que nos indican la proximidad de un cambio de época, un cambio de era, en el devenir del mundo y me duele el poco caso que la izquierda mundial, y la izquierda, en España, no ven, o simulan no ver, porque en mi corto entender quieren creer que esos problemas pueden tener solución dentro del sistema capitalista, cuando todo apunta a la inutilidad del sistema para poder solventarlos. El odio a los migrantes, la epidemia de xenofobia mundial no es ajena a la pugna entre los contendientes económicos que determinan su curso y el pulso económico entre USA, que pierde protagonismo mundial, y China que adquiere una relativa importancia, es contemplada por los halcones pentagonianos atizando la hoguera del odio en todas sus variantes porque hay que preparar masas combatientes que puedan dar oxigeno a la industria del complejo militar industrial, (la secuencia de guerra de divisas, guerra comercial, es seguida de la guerra militar, algo que los entendidos no descartan, aunque saben lo catastrófico de ese proceso). La industria de guerra, la industria de muerte, que es el motor de la economía mundial, y que nadie se atreve a reclamar objeto de expropiación, porque está ligada a la existencia del sistema, como lo está la banca, son la piedra angular del sistema, y por tanto, tabú, algo de lo que no se habla porque es hablar de lo sagrado, pero si occidente se hizo laico fue, precisamente, por abordar lo sagrado. El odio al diferente, la xenofobia tiene ahí su explicación, como la tiene el odio al feminismo, el odio a la mujer que quiere romper cadenas, como lo es el odio al indio americano y se da un golpe de estado en Bolivia, se reprime en Ecuador y en Chile, en Iraq y en Beirut, se machaca en Yemen y se ahoga Africa, y que es preciso abordar porque siempre será mejor que la catástrofe de una guerra en la que los muertos serán afortunados porque las condiciones de los sobrevivientes serán de espanto.

La desvalorización del trabajo humano tiene su raíz en la preponderancia que ha ganado en la producción industrial la robótica y la inteligencia artificial (que Marx previó hace más de siglo y medio, y que es el párrafo inicial de este apunte) explicando a la perfección el abaratamiento que se ha adueñado del trabajo en el resto de las industria, sobre todo, a la industria de los servicios y que, concretamente, en España, pero no solo, explican que los dirigentes sindicales esperen que un tribunal anulen la sentencia judicial que obligan a ir al trabajo, aunque el obrero, el trabajador estés enfermo, cuando en semejante caso, históricamente, la militancia sindical habría levantado en lucha, sin dudarlo a todos los trabajadores. Ahora se pretende que otro tribunal se desdiga, cuando la realidad es que el aparato judicial esta trufado de fascistas-franquistas, y los sindicatos de mediadores del capitalismo.

La lucha de clases creyó pasar página y olvidó los principios que daban solidez teórica al socialismo, y los partidos socialistas se llenaron de carreristas cuyos exponentes en el PSOE son los González, Guerra, Leguina, Ibarra, etc., que la militancia debería de expulsar del partido, porque son agentes del capital, sin ninguna vinculación con el fundador Pablo Iglesias Posse, y menos con el marxismo de Marx, incapaces de comprender que el modo de producción es un instrumento del que se vale el genero humano a lo largo de la historia para dotarse de recursos que le permitan desarrollar las potencialidades humanas, que nunca serán completas si es solo de una élite.

El modo de producción mercantil está obsoleto cuando la mercancía fundamental es la producción de la industria militar, la industria de muerte, y en este proceso, el dinero, cada vez más desvalorizado y con menos vinculación con el tiempo de trabajo humano, socialmente necesario, en la creación de mercancía que justificaba el enriquecimiento de una élite, pierde el espíritu que validaba la propiedad privada porque extiende la pobreza. La humanidad, la sociedad está cada vez más expropiada por que una élite, cada vez más minoritaria posee cada vez más propiedades. El capitalismo industrial convertido en capital financiero ha devenido en un capitalismo de casino para ser, en esta etapa final un capitalismo de refinados trileros, que en vez de poner el tenderete en la esquina, abren sucursales informatizadas en las avenidas principales, mientras las arcas públicas y haciendas nacionales se endeudan, sin que los partidos obreros reclamen la expropiación de los expoliadores, para evitar el genocidio de una guerra mundial.

La fiebre del oro que acomete a las naciones que pretenden poner un coto al liderazgo depredador del capitalismo de EEUU es el exponente que señala la desvalorización real del dólar, hasta ahora, regulador del comercio mundial, pero desde el desencadenamiento de la guerra comercial entre las potencias comerciales, es una señal de alerta no solo de crisis económica sino también de liderazgo acerca del tipo de sociedad que pueda suceder al capitalismo de trileros con diplomas de universidades caras.

El final de este modo de producción, paradojicamente lo señalan las instituciones del mercado, pues la OMC ­ organización mundial del comercio- se mueve al dictado de un socio, es decir, las instituciones esperan el dictado del mandamás, y la mercancía más importante de todas, porque es el compendio de todas ellas, el dinero, se desvincula de la producción y un grupo de privilegiados se dedica a fabricar dinero virtual previendo la debacle del símbolo del capitalismo, el dólar USA.

No me parecería decente terminar este apunte sin mencionar el problema del nacionalismo catalán, pues aunque tengo por cierto que lo determinante, en esta etapa es el pulso USA-China, ambos Estados con poder geostratégico, el asunto de las nacionalidades es la baza que históricamente tocan las grandes potencias para debilitarse mutuamente. Para empezar reconozco que Catalunya es una nación, con derecho a defender su herencia cultural, que defiendo. Que tenga derecho a tener un Estado, lo considero una soberana gilipollez. Si yo pensara que el Estado español (o cualquier otro) es cien por cien soberano, sería un incurable estúpido, no porque pertenezcamos a la Unión Europea, de facto, apéndice de USA en el continente europeo, sino porque el mundo moderno se hace cada vez más interdependiente, está cada vez más vinculado por múltiples razones, intereses y lazos, y tomar decisiones unilaterales y desvinculadas de los socios importante, algo que a todas luces se revela como muy poco beneficioso. Particularmente creía, y los medios que han divulgado la sentencia judicial lo reconocen, el proces fue farol de gente muy poco decente, que quería una teta más gorda de la que chupar. Dicho esto que haya presos me parece una venganza del Estado Español, que como siempre, pagan los más honestos.

Que el asunto catalán es un fabuloso charco en el que pescar a rio revuelto es algo que nos vamos enterando poco a poco. No hace mucho, el ciudadano atento pudo conocer que China fabricaba esteladas para financiar el proces a cambio de tener un puerto para la nueva Ruta de la Seda. Aquello no trascendió porque no tenía mucha credibilidad. Ahora resulta que son los matemáticos rusos del 29155, mientras que otras naciones ¿...? son tan listas y profesionales que ni rastro dejan —malpensando se podría barruntar que son protegidos por los medios o por ciertos servicios del Estado— lo cierto es que en esta pelea todos juegan a ganar, todos menos la clase obrera, huérfana de identidad porque sus líderes piensan en no desestabilizar mientras la desestabilización la hacen otros, los poderosos moviendo peones porque los rojos, marxistas no tenemos un THINKTANK, una nueva internacional, UNA QUINTA INTERNACIONAL en el que poder valorar nuestras ideas, aspiraciones y organizar un mundo nuevo. Toda la crisis de la izquierda la resumiría en la incapacidad de la izquierda para presentar ante la juventud, ante la clase obrera, ante la ciudadanía, el pueblo trabajador un proyecto ilusionante que le movilice y llene de esperanza el futuro, un futuro sin reyes ni tribunos. ¿Un gobierno mundial que evitara las guerras? ¿Podría comenzar por la Unión Europea, impulsada por España? ¿Pudiera ser que los ciudadanos estadounidenses reclaman para sí las riquezas que les quitan los bancos?

Sin duda el mundo cambiará, y trato de aportar lo que puedo para que sea para bien.

jmrmesas

veinticuatro de noviembre de dos mil diecinueve






jueves, 25 de julio de 2019

EL INDIVIDUO COLECTIVO





EL INDIVIDUO COLECTIVO

TEORIA

La teoría, en términos coloquiales tiene un sentido peyorativo con el que se intenta desvalorizar las explicaciones que van al origen del problema, tratando de formar un cuerpo articulable que nos pueda explicar los conceptos complicados para entender el funcionamiento; el por qué y para qué.

Probablemente Europa sea ahora el lugar con mas posibilidades para que una ciudadanía decidida e informada, convenientemente informada, podría dar un giro copernicano a los acontecimientos si esta dispusiera de los dirigentes sociales y políticos con la voluntad de mirar a la historia con la perspectiva capaz de despegarse del acomodo del sillón, zafándose de la dependencia ideológica del capital financiero, de la presión del complejo militar industrial, y sus agentes nacionales tipo ibex35, pero para eso la reflexión teórica es necesaria para llevar al ánimo de la gente la importancia de los problemas.

Cuando me refiero a la dependencia ideológica de los lideres de izquierdas de la burguesía y su caduco modo de producción, me estoy refiriendo a ese tipo de argumentación que explica la lucha contra la pobreza abogando por la renta básica o los servicios básicos universales, y no, argumentando por un reparto de la riqueza, que les es tan favorable a los poderosos porque esta amañado, trucado, para que puedan acumular riquezas sin cortapisas, como es, por ejemplo, entre muchos otros, la emisión de dinero, dólares, que la reserva federal USA, entrega a los bancos sin coste para ellos —a decir de los expertos, significa un rescate encubierto para la gran banca—, cuando el ciudadano corriente, o pequeño industrial ha de pagar interés; un debate que tiene que hacerse acotando la propiedad privada de los medios de producción, sobre todo en industrias que tienen una incidencia mortal sobre el conjunto de los seres humanos, como es la industria armamentista, o la industria de la bioingeniería, donde el fabricante puede modificar la vida, el contenido genético sin tener que responder ante nadie; donde magnates, capitanes de industria mantienen complejos emptresariales de cohetería espacial (Elon Musk –SpaceX–, Jeff Bezos –Blue Origin–), disponiendo y comprometiendo los recursos del planeta porque les resulta gratis, y no estoy ni se puede estar en contra de la experimentación científica, pero debe tener objetivos y contenidos consensuados por la sociedad, que debería contar con órganos y asesores capaces de vigilar los límites que se traspasan —empresas de resuscitación que experimentan con cadáveres e inteligencia artificial—. Tal debiera ser el origen y contenido del debate teórico.

Un debate que debe poner en el centro y en claro que todos los logros conseguidos por los genios —reales (desde Galileo a Einstein) o fabricados (Steve Jobs o Zukerberg)— se han conseguido por el uso, a beneficio de inventario, que esos genios, que los poderosos, que los ricos, han hecho, hacen y hay que impedir que sigan haciendo de la sociedad, como si esta solo tuviera que asentir y callar, pero es necesario poner en valor y tomar consciencia que sin ese espacio organizado, interconectado con multitud de dependencias independientes que hacen posible la individualidad y la asociación, con los recursos y medios reunidos y compartidos, no existirían ni los genios ni sus genialidades, y por tanto, ésta, el común de sus integrantes, la sociedad, tienen derecho a opinar, controlar y decidir sobre los límites porque aquellos que la desprecian o desvalorizan cuestionan el ser de la historia de la humanización, de la civilización que nos ha traído hasta aquí.

La velocidad con la que la ciencia y la tecnología impulsan los acontecimientos trastoca todos los códigos y valores tenidos hasta ahora como inviolables, definitivos, precisamente porque nunca hasta ahora el ser humano dispuso ni de las fuerzas ni de las herramientas que pudiesen acercarse al cuadro de valores y conceptos sobre los que se ha elevado la civilización y la cultura y si ahora no se ponen en claro, en valor, que el poder reside en el conjunto y no en la élite, la humanidad podría dividirse entre individuos fabricados a la carta que configurarían la élite dominante y la humanidad normal que compondría la servidumbre, los replicantes destinados a ser exportados a los confines de los límites físicos, o imaginados porque es carne de cañón, elementos desvalorizados deshumanizables.

Hoy los límites, que no se quieren mirar forman un buen montón de problemas que se enconan porque se mira para otro lado, como son los límites de los Estados pequeños y medianos, que en la práctica son territorios comerciales, extensiones de las grandes corporaciones, permanentemente avisadas, advertidas de sus competencias, y cuando estos avisos y advertencias no son tenidos en cuenta, la soberanía nacional es severamente castigada por el gobierno mundial. Porque existe un gobierno mundial que opera en los hechos y que no cuestiona ni siquiera la Organización de Naciones Unidas. Las sanciones económicas impuestas por el gobierno trumpiano USA a otros Estados soberanos es la demostración práctica de un gobierno mundial, que el mundo no ha elegido y cuyas decisiones no han sido consensuadas. En los hechos, el mercado —en la práctica, inexistente—, cada vez más controlado por un puñado de grandes empresas y los grandes bancos organizados e interparticipados accionarialmente —existe un informe que patrocinó la universidad de Zurich sobre este asunto— demuestra que el modo de producción está globalizado aunque el presidente USA, Trump, lo niegue porque la realidad perversa de esta mundialización es la de ir inoculando en los pueblos un internacionalismo indeseado que se trata de disimular, pero que estalla aquí y allá y que toma cuerpo de diversos modos en las manifestaciones contra la contaminacion del planeta o contra los rancios códigos sexuales, pero sobre todo contra el deseo de igualdad de las mujeres, a las que el rancio patriarcado quiere seguir dominando, por que este ve un peligroso efecto de arrastre, de sumas de colectivos y minorías explotadas y subyugadas que podrían sumarse a la protesta.

Toda una serie de problemas, unos esbozados aquí, y otros que seguramente se me pasan, debieran ser discutidos y presentados en sociedad por figuras y pensadores cualificados porque esa presentación hecha por intelectuales documentados podría ser el mejor antídoto contra el abuso de las grandes corporaciones, y sobre todo, para prevenir las guerras locales y mundial, que el complejo militar industrial busca, sobre todo, en EUROPA como una salida muy peligrosa pero viable para seguir manteniendo apartada a las fuerzas sociales, cada vez mas conscientes de tener que perseguir la auto organización, como las movilizaciones de los chalecos amarillos que tuvieron lugar en Francia recientemente, para mostrarle a su presidente el profundo desacuerdo con la política económica seguida.

Aludía más arriba como los avances en los terrenos de la medicina y la biotecnología esta en condiciones de preparar individuos a la carta, pudiendo escindir a la raza humana en dos especies, aunque ya, la humanidad está escindida por las abismales diferencias sociales producidas por la rapiña, el bien organizado sistema de expropiaciones que la banca coaligada dirige, y cómo esta posibilidad no se traspasa, no se rompe, no se vulnera (al menos, públicamente) porque existen códigos éticos que suponen límites infranqueables que habitan en el inconsciente colectivo del individuo social.

Este inconsciente colectivo, este individuo social es producto de un larguísimo proceso histórico, en el que el poder dejó su impronta y que se cultivó desde la noche de los tiempos por la naturaleza gregaria, social, colectiva que dio origen a la especie humana. La posibilidad material de reunir a la grey y acceder a la inteligencia, pero sobre todo a los sentimientos, a las emociones configuró ese inconsciente común que este largo proceso fue modelando y que evolucionó muy lentamente, y solo en la medida que la instrucción, la educación, algo muy reciente en términos históricos, y también muy acotado, ha permitido, no obstante la variedad evolutiva, cultural, lingüística, que los seres humanos se puedan entender; la aparición de internet, como quien dice, hace un instante, y las redes sociales empiezan a tener una leve incidencia, que el poder trata de corregir para impedir que una masa crítica pueda configurarse como un poder alternativo.

Como el lector habrá podido entender conceptos firmemente asentados como son las identidades nacionales, culturales, sociales y un largo etcétera están en constantemente contradicción causando tensiones y fricciones por la fuerza que los hechos económicos, en sus variados aspectos imprimen a los acontecimientos, que las élites del capital financiero comprende perfectamente, pero que atizan y magnifican porque sirve para garantizar los intereses concretos de las poderosas minorías que se enmascaran como fervientes patriotas cuando no son más que un hatajo de hábiles ladrones y asesinos de pueblos y razas. Bástenos mencionar el terrible crimen del periodista árabe discrepante Jamal Khashoggi, descuartizado vivo en el consulado de Arabia Saudí en Estambul, y cómo el autor intelectual del crimen, el príncipe heredero –MBS– se ha codeado en la última reunión del G20 con todos los jefes del grupo, sin una mínima crítica.

Esto significa que los Estados nacionales, sobre todo los pequeños y medianos, perdieron su condición de defensores de los intereses nacionales porque estos intereses están mediatizados por las grandes firmas industriales, comerciales, financieras que se mueven por la intervención de leyes económicas supranacionales impuesta por Estados Unidos, que tras la segunda guerra mundial obtuvo la aquiescencia de los burgueses europeos asustados por lo que entonces suponía la Unión Soviética, y que en el transcurso del siglo xx, la burguesía, el capital financiero mundial, de consuno configuró para asegurarse que las contradicciones inherentes al sistema de producción mercantil estuviesen controladas, vigiladas, fuesen previsibles para evitar sorpresas. Esa es la causa subyacente que explica la profusión de cumbres internacionales de todo tipo, de acuerdos bancarios tipo Basilea, de sociedades financieras como SWIFT (Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication), de sociedades como la OMC (Organización Mundial del Comercio), una suerte de conspiración contra los pueblos elabotado por los bien organizados THINKTANS que diseñan y presentan estudios, planes, programas sobre las posibles vías y evolución de los acontecimientos teniendo en cuenta factores, tanto económicos, como científicos, tecnológicos y su incidencia en la sociedad y en la política, es decir, evitar la sorpresa requiere de previsión y anticipación.

La élite mundial, ese escaso número de multimillonarios y sus estrategas que se envuelve en el uno por ciento más rico para poder operar a través del complejo militar industrial y las ramificaciones nacionales sabe que su gobernanza mundial tiene que aparentar que existen las soberanías nacionales, algo que parece evidente y comprobable, pero que hace aguas tan pronto como una soberanía nacional choca con la autoridad del sistema encarnada en el pentagoniano complejo militar industrial dirigido por el presidente-delegado (el nombre es irrelevante, pues si no sigue el guión se le asesina y se presenta el hecho como terrorismo).

¿Cómo es posible que el presidente de un Estado nacional (USA) pueda dictar sanciones internacionales fuera del ámbito de Naciones Unidas que no suponen una declaración de guerra porque son respetadas por la práctica totalidad de los gobiernos?

Solo desde una compleja sumisión aceptada por el conjunto del sistema, a regañadientes, y a veces discrepando sin disimulo, pero conscientes del rol de salvaguarda que ejerce el complejo militar industrial, que ventilas sus acuerdos en esa internacional informal que suponen la rondas de encuentros en la cumbre de jefes de Estados y de gobiernos, se pueden entender que el sistema no haya reventado por sus costuras, lo que en los hechos supone un informal gobierno mundial, en el que las alineaciones discrepantes, digamos, la Unión Europea, es hostigada, a veces, sin sutilezas, parar garantizar el rol de Estados Unidos, debilitando (Brexit) todos los que puedan ser molestos.

De todas las condiciones objetivas que el modo de producción de mercancías acumula para poder dar el salto cualitativo la subjetiva es la piedra angular que da todos los problemas. No se entiende, aquellos que quieren situarse del lado de la clase obrera, la terrible la derrota que supuso la traición de la socialdemocracia, de los dirigentes socialdemócratas que se plegaron a las teorías burguesas de la colaboración con el sistema. Aquella traición supuso asesinar el la cuna la naciente consciencia de clase, impidiendo la formación de una concepción de la vida y de la historia vista con una optica diferente a la de la ganancia por encima de todo.

En el inconsciente colectivo se albergan sentimientos contradictorios como pueden ser los deseos y sentimientos de fraternidad e identidad. Uno impulsa a la cooperación, la ayuda solidaria, el otro apunta a la competencia, a la diferencia. Es indudable que prima el segundo sobre la fraternidad, pero la fuerza de los hecho económicos, la fuerza de las cosas, que parecen tener existencia autónoma nos indica, como he tratado de exponer aquí, y en algún apunte anterior, que si los Estados pequeños y medianos han perdido, en los hecho, formalmente son soberanos, poder y autonomía es así porque durante el siglo xx las fuerzas productivas devinieron internacionales, y el hecho objetivo de la globalización, la globalización del mercado y las finanzas, su globalización, con sus secuelas sobre el medio ambiente, y otras lacras, se debe al hecho objetivo de la internacionalización de estas fuerzas productivas y los acuerdos y leyes económicas y financieras que las refuerzan, que no tiene reconocimiento porque choca con la objetividad del sistema por la acumulación y la privatización de los beneficios producidos como conjunto por el sistema.

Esta globalización, su globalización, necesita de los Estados nacionales como una suerte de compatimentación, para la gestión y el control de masas, pues como es fácil de comprobar cuando los Estados soberanos impelidos por la necesidad tratan de acotar el poder de las transnacionales, sean cuales sean, se disparan los reparos y vetos de todos los calibres porque chocan con las libertades económicas, intocables para la supervivencia del sistema. En el transcurso del proceso productivo del modo de producción de mercancías todo el dispositivo económico centrado en la producción se ha evaporado reduciéndose a la industria bélica y a la especulación. Mientras existan los Estados nacionales —que no las naciones— el peligro de guerra es inevitable, y el gobierno informal del mundo, el gobierno en la sombra del complejo militar industrial, necesita de los Estados nacionales y de las guerras locales para el saqueo de los pueblos.

Así, frente a su globalización habría que oponer una globalización fraterna y solidaria que acabara con la industria bélica planetaria y dedicar los cuantiosos recursos liberados a organizar una alternativa basada en la educación y el conocimiento, organizando nuestra estancia en el planeta para convertirlo en el vehículo sostenible que nos lleva por el cosmos.

Es evidente que un gobierno mundial sí podría acabar con las guerras y revoluciones que tienen su causa en la desigualdad de los seres humanos, perseguidas por las élites como garantía de su poder y prepotencia. Que este objetivo sí podría reconciliar al amplio espectro de la izquierda mundial, deshecha por la traición de los dirigentes venales y/o timoratos, pero posiblemente, antes de alcanzar este estadio, el mundo deberá pasar por las asociaciones supranacionales, continentales que serían inevitables para organizar la movilización de recursos energéticos de todo tipo armonizando la convivencia de los pueblos, algo que ahora parece fuera de contexto.

Algo que nunca será posible sin levantar, mejor, sin construir una herramienta capaz de llevar al ánimo de los trabajadores del mundo el convencimiento de que los objetivos son accesibles si se lucha por ellos. Esta herramienta poderosa ha tenido antecedentes históricos en las internacionales obreras y si bien la clase trabajadora está, psicológicamente más dispersa, intelectual y culturalmente está mas preparada para participar y aportar más que en cualquier otro momento, en el pasado. El complicado mundo actual, en el que todo parece ser reconocible, las variaciones habidas merecen ser debatidas porque implican cambios profundos. Comenzando por el aclarar que el modo de producción de mercancías no supone un mero sistema económico sino toda una completa concepcion del mundo, de la vida y de la historia, que pasa desapercibida porque, interesadamente, se reduce a la mera función económica, y esto nunca se tiene en cuenta porque reduciría el margen de maniobras de la economía, enmascarándose en la política y para resaltar este hecho capital se necesita la construcción de la internacional, una nueva internacional.

El afianzamiento de China, de la República Popular, se debe al, en mi opinión, hecho capital, nada desdeñable, que los burócratas chinos se han visto obligados a tener que desarrollar una economía que ha tenido que competir en el mercado mundial por hacerse un hueco y este hecho, que inevitablemente tiene lacras de corrupción porque en todo el proceso habido, la democracia popular se ha reducido al enunciado y a la élite burocrática, ha fortalecido a China, que a diferencia de la suicidada URSS se encerró en sus inmensas fronteras y pretendió construir el socialismo solo en la inmensa Rusia y territorios afines. Al pretender desarrollar la economía sin desarrollar la democracia popular, el resultado fue el despegue de los burócratas de cualquier afinidad con la sociedad soviética que había levantado el colosal complejo industrial soviético y fue a raíz de la victoria del ejercito rojo en Stalingrado, cuando la burocracia, sobrada de soberbia (pretendiendo ignorar la imponente aportación de los guerrilleros, en todos los frentes, en todo el mundo), disolvió la tercera internacional (1943), disolvió el partido de los trabajadores (la tercera internacional), porque pretendía llegar a un entendimiento con los burgueses y cuyo colofón fue el reparto de la Madre Rusia en 1990. Por supuesto, china no pretende exportar el socialismo a ningún sitio, concederemos, que sí a China, pero eso es un objetivo de distracción, el sueño de la élite, no creo que sea ese.

Siempre me ha parecido muy honesta la actitud de Fernando de los Ríos, habitualmente retratado por su informe al Partido Socialista, tras su visita a la naciente Rusia revolucionaria, en este aspecto es el paradigma del intelectual pequeño burgués, aireado con fruición por los anticomunistas, pero su honestidad intelectual se puso de manifiesto cuando tuvo que redactar y defender en el parlamento el proyecto de constitución de la república de 1931 en el que plantea la necesidad de someter la economía a las necesidades de la sociedad, algo que rompe el esquema normal —“economía libre significa hombre esclavo” (algo que ha sido aludido en el reciente debate de investidura fallida)— viniendo a demostrar esa concepción amplia del modo de producción, trascendiendo a la economía, y que hoy enlazaría con las monedas virtuales (el sistema monetario esta carcomido por la desvalorización de dinero, o lo que es lo mismo, la miserabilización del trabajo humano, de la fuerza de trabajo), los intereses negativos, una forma segura de invertir en empobrecimiento, cuando los gestores de los fondos de pensiones tienen que invertirlos en los bonos de la Unión Europea, es decir, el traslado del dinero de la ciudadanía hacia los bolsillos de las grandes fortunas.

Una internacional obrera debería cumplir y rebasar el rol que tienen, para la burguesía los thinktank y su brazo ejecutor, el gobierno del complejo militar industrial, pues la misión fundamental sería la de imaginar las características del modo de producción alternativo al caduco modo de producción de mercancías, debería prever esos macro Estados continentales, destinados a armonizar nacionalidades diferentes, en algún caso, históricamente, enfrentados, enemigos, debería prever las condiciones de movilidad y transporte de las energías y alimentos, con criterios de solidaridad y ayuda mutua y no de explotación i ganancia, debería de prever, proponer y organizar la posibilidad que los ciudadanos cumplieran tareas en las administraciones nacionales, de tal manera que el Estado no estuviera alejado de los ciudadanos, es decir, ir reduciendo el papel de los expertos y burócratas que concentran en sus manos poderes excepcionales.

Construir una internacional obrera debería ser un objetivo que no nos hiciera suponer para un futuro lejano, pues la velocidad de los acontecimientos nos hace pensar que la izquierda no tiene todo el tiempo del mundo sino que es una necesidad apremiante, pues sería el modo de cultivar las posibilidades del imaginario común, el individuo colectivo que necesitará de todas sus potencialidades para prevenir los problemas que las nuevas tecnologías nos traerán cuando estas se diseñan contra el ser humano y no para crear a la mujer y al hombre nuevo. 

jmrmesas

veinticinco de julio de dos mil diecinueve





martes, 26 de marzo de 2019

PEDIR PERDÓN







PEDIR PERDON


Pedir perdón por la conquista de América, por el latrocinio de América que los españoles cometieron, sí que obedece a la leyenda negra que arrastramos, y que se airee ahora, me parece que no es nada inocente y sí muy interesada esa ventilación que perjudica a la izquierda, en España y refuerza a la burguesía, a los terratenientes, a los poderosos, bajo cuya bandera se llevo a cabo el expolio. Que el presidente de Méjico pida al Rey un gesto de reconocimiento no es más que una maniobra para afianzarse en el poder porque, debe saber, desde que fue elegido, por una abrumadora mayoría, que él, AMLO, cuenta con el odio de sus burgueses mejicanos, colabores estrechos del complejo militar industrial de Estados Unidos, que consideran a todos los hispano americanos, poco más o menos que sirvientes. El señor López Obrador debe saber, desde ya, que su destino, por muy bien que lo haga —que espero y deseo, productivo, para nuestros hermanos mejicanos—, está sellado con la suerte que están corriendo los presidentes de Brasil, Lula da Silva y la presidenta siguiente Dilma Rouseff, empapelados y encarcelados por supuestos delitos de corrupción, solo por el hecho de haber gobernado poniendo énfasis en aliviar un poco el sufrimiento de los expoliadores actuales, que nno eran sino sus burgueses y los burgueses del norte, así que, intentar salvar su presidencia señalando a los españoles, no es más que echar gasolina en su alrededor, porque, ¿No es más sangriento los acuerdos de sus predecesores en la presidencia con USA autorizando el uso de armas de guerra al narcofascismo, para controlar el contrabando?

La conquista de América por los Españoles me parece mucho menos sangrienta que la de los ingleses, alemanes y holandeses afincados en el norte, que exterminaron a la población nativa, sin que a nadie se le ocurra pedirle al fascista Trump que pida perdón por las matanzas de indios y por las expropiaciones de sus riquezas.

En España, los romanos estuvieron seis siglos, y los árabes 8, y agitar el señuelo de la ofensa de país conquistado me parecería una soberana estupidez, sin embargo, y esto es actual, me parece de extrema necesidad poner coto al latrocinio actual que las transnacionales nos someten al 99%, azuzándonos a sus trump, bolsonaros, macrons, merkels, mays, y sus segundos espadas, Casado, Rivera y el pistolas.

Me parecería fabuloso jornadas de reconciliación entre los pueblos, que son los que sufren las consecuencias, cuando los burgueses los convienen en carne de cañón o les alienan cono terroristas, mientras esto, sea así, dar crédito a estos arranques de arrepentimientos, me parece falso, y si el Rey debe pedir perdón ahora debe comenzar por reconocer a Franco como hacedor de su reinado, y eso, no es un timbre de gloria.

jmrmesas

veintiséis de marzo de dos mil diecinueve




viernes, 22 de marzo de 2019

UNA INTERNACIONAL...¿FASCISTA?



UNA INTERNACIONAL...¿FASCISTA?


Todo parece familiar, todo parece como siempre. Durante doscientos años las rutinas del común de los mortales han consistido en eso, rutinas que parecían garantizar una cotidianidad, más o menos grata pero en todo caso intrascendente, sin embargo, tras esta aparente normalidad se han ido gestando actitudes y aptitudes producidas por el curso del progreso científico-técnico que modificaban incansablemente el sustrato de esa cotidianidad, podría decirse, que éste, pasaba desapercibido para la mayoría.

Ese sustrato lo componen, de una parte, la compleja interrelación de las fuerzas productivas, que a su vez influyen inexorablemente sobre el sustrato natural, el planeta vivo, el planeta mismo, alterado impunemente por los grandes contaminadores —el desarrollo del modo de producción, el inmisericorde capitalismo, que ha utilizado la naturaleza como si fuera de su propiedad exclusiva—, mientras que, de otro lado, las interrelaciones económicas y políticas, ocultas a la mirada del conjunto social, abonaban el sustrato social, que hace de la rutinas cotidianas el narcótico que adormece y pone en segundo o tercer plano, la consciencia individual y colectiva. Sin embargo, una minoría poderosa, que sí empezó siendo sorprendida, rápidamente se apercibió cabalmente de la importancia de las actitudes y aptitudes que el progreso generaba. La rutina de esa élite, necesitada de tomar decisiones, con la frecuencia necesaria como para notar las sutiles diferencias que se producían, y que se producen y seguirán actuando inexorablemente porque son la esencia de un desarrollo humano, tan dependiente de los artificios que han modificado el comportamiento de la naturaleza en el transcurso del funcionamiento de las tareas concernidas por la economía, los negocios, la política e indeclinablemente, por las ciencias, una ciencia que es financiada por una élite muy concreta, para que arroje resultados en la dirección conveniente y esperada, y esas rutinas generadora de modificaciones y cambios imperceptible para la mayoría| obró el milagro de hacer luz en la cotidianidad de la élite, valorando un terreno que para la mayoría es ajeno.

Ese sustrato, que en términos sociales están oculto a la mirada de la sociedad son la causa de las modificaciones que afectan a las condiciones de la vida cotidiana del planeta, y que solo, cuando saltan las alarmas nos preguntamos qué sucede, qué ocurre.

En los últimos tiempos, los acontecimientos y la posibilidad de tener conocimientos de sucesos que ocurren en el otro extremo del mundo, empieza a despertar una cierta consciencia general, mundial, una cierta percepción de conjunto, que aún no sabemos —en términos generales— como integrar en nuestras reflexiones cotidianas, en nuestro pensamiento, que busca hacer luz para saber qué hacer y como hacer de una situación cada vez mas complicada y agresiva, pero que sigue estando en esos planos subordinados a la perentoria rutina cotidiana que parce garantizar nuestro sustento, mientras que el sustrato, los sustratos, el natural y el de los de contenidos sociales y económicos acumulan tensiones, cada vez mas graves y peligrosas, que escapan a la mayoría, pendiente de las exigencias de sus rutinas, pero muy alertadores de la poderosa élite que controla el capitalismo financiero.

Son las tensiones del sustrato —natural y social—, lo que en mi discutible opinión me hace suponer que el sistema se encuentra en unas condiciones de crisis extrema y que estaría condicionada por la naturaleza cambiante del modo de producción que ha pasado de estar impulsado por la producción de mercancías tangibles, a estar poderosamente volcado en el logro del beneficio obtenido por la especulación, por ese capitalismo financiero que mueve todas las fichas para no perder el control, es decir, acumular dinero fabricando y vendiendo humo.

He leído no hace mucho algunos artículos de documentados columnistas y periodistas que me han hecho reflexionar porque, no obstante de poner nombres y describir problemas echo en falta el reconocimiento de haber llegado a la situación actual sin una expresa manifestación de que tal estado de cosas ha sido posible porque una parte importante de la sociedad, la clase trabajadora, ha ido abdicando en sus intereses, en sus reivindicaciones históricas al estar estos defendidos por unas direcciones políticas, sindicales, sociales e ideológicas completamente capturadas por la ideología burguesa, tendiente siempre a la desmovilización social fiándolo todo a un parlamentarismo vacio que permita el enriquecimiento de los poderosos a cambio de migajas, siempre barridas por las incesantes crisis, hasta llegar a la mas importante de todas desde 1929, la de 2008, según los expertos, no superada, pero sí atenuada, amortiguada por la bien estructurada organización de los medios financieros internacionales, sus redes de territorios de baja tributaciónparaísos fiscales y la coordinación de los gobiernos, prestos a echar un mano y dineros públicos al agujero creado por los bancos.

Las tensiones que se acumulan en el panorama mundial, tanto en los varios escenarios de conflictos de Oriente Medio —Siria, Yemen, Palestina, Irán— como en el continente americano —Venezuela y su lazo de países seguidores del dictado trumpiano— o en Asia —las islas en el Mar de China Meridional, Corea del Norte, Japón— y las mas próximas pero no menos importantes en Europa —Brexit, Francia, Italia, España, Alemania (Deutsche Bank)— serían un alarmante panorama que nos indicaría la rotura del estado de cosas que hacían de Estados Unidos el principal y determinante regidor del escenario mundial.

El temor a perder ese lugar de privilegio obtenido por el rol jugado al final de la SGM-WWII, que hizo posible configurar la estructura productiva y financiera es el que explicaría el encono actual en los campos del comercio mundial, y la comprometida e inestable posición de las finanzas mundiales, que está perdiendo porque el statu quo global ha cambiado y la acumulación de tensiones es el resultado de un balance de fuerzas disconformes con la hegemonía USA que les perjudica.

De lo leído hasta ahora, me ha parecido que el articulo de M. Roberts es interesante porque aborda una cierta perspectiva del sistema que desde su posición de economista profesional, es medida u cauta, pero desde la de la de los luchadores marxista, como desde la que trato de explicar y explicarme, resulta mas evidente de enfrentar. Su artículo comienza planteando la debilidad del capitalismo para crecer en los términos originales (fabricar cosas, mercancías y crear empleo). Todo ese texto es una demostración del, cuando menos, estancamiento de las fuerzas productivas, sin terminar –en ese texto no lo he visto, y dada su formación marxista, esperaba algún atisbo militante–de encontrar la razón del mismo, cuando al menos para mí está claro que se debe a ese cambio experimentado por el capitalismo apoyando el predominio del capital financiero, a la especulación frente a la producción y ese predominio del capital financiero es un salto cualitativo que explica un cierto agotamiento social del sistema, del modo de producción de mercancías, especializándose en una producción que domina y controla fabricando armas de destrucción masivas y dinero desvalorizado porque beneficia solo a una reducida élite, y esa reducida élite buscaría arteramente el debilitamiento de una población a la que teme y desprecia, buscando someterla porque ese es el contenido de las élites dominantes a lo largo de la historia y que Umberto Eco, de una inteligente manera retrata en su descripción del UR FASCISMO pues esas élites gobernantes son, no obstante las etiquetas que quieran colgarse, fascistas.

El clima de terror indiscriminado puesto en marcha por el complejo militar industrial pentagoniano al que se suman todos los fabricantes de armas del mundo es una forma de detraer los fondos que han de tener una visibilidad inevitable, porque los otros fondos privados se ocultan en los santuarios financieros, con el beneplácito de los gobiernos que gobiernan solo para la élite, aunque pretendan decir que gobiernan para todos.

Trump es la cara visible de ese complejo militar industrial, de ese poder pentagonista que defiende los intereses de una riquísima minoría que nunca paga impuestos y que además destruye el planeta. Un terrorismo, bien estudiado para aparecer y desaparecer minimizando los lazos orgánicos, para ser presentando como sin ataduras y sus brazos ejecutores, como lobos solitarios, porque en realidad, esa internacional oculta, esa internacional sin organización formal tiene sus cerebros en los entresijos concomitantes del Departamento de Estado y el Pentágono. En los lazos con empresas dedicadas a la seguridad y sus conexiones, siempre disimuladas en pequeños comercios, empresas tapaderas con sutiles conexiones a los servicios secretos de los Estados asociados, conectados a la Alianza Atlántica que permite a esa reducida pero riquísima y poderosa élite, conectada internacionalmente con sus pares en otros países ir construyendo sus mentiras, que antes fueron los kisinger, mc namara, brzezinski y hoy son los Bolton, Pence, y sus peones en los países asociados.

Esa élite es la creadora del terrorismo, de las diferentes caras con las que aparece el terrorismo, sea el terrorismo cristiano de los Behring Breivik, Brenton Tarrant pero también de los hermanos musulmanes, al nusrra, al qaida creados por las antiguas potencias coloniales o por el moderno imperialismo, pero siempre oculto, y cuando, en algún caso se destapa, rápidamente silenciado, como ha sido el caso del discrepante saudí Kashoggi asesinado y descuartizado en Estambul, luego se termina sabiendo que el príncipe Bin Salman había organizado un escuadrón de torturas para silenciar a los discrepantes.

Ellos, los superricos, los que cuentan su dinero —que nos roban, porque no pagan impuestos y además lo ocultan en los santuarios financieros— por millones, les aterra la toma de consciencia que la sociedad va asumiendo, siempre, a partir de sus capas más débiles, más explotadas y el auge de los movimientos feministas, que en el mundo y especialmente, España ha experimentado un incremento, para ellos aterrador, porque temen que al calor de ese movimiento, justo y necesario, se sumen otros colectivos hartos de ser ninguneados, ignorados, es un movimiento que quieren combatir de forma organizada, porque la táctica puede variar de un país a otro, pero la decisión de los fascismos imperantes desde los Trump, Bolsonaro, Casado-Rivera-Abascal, Macrón (incapaz éste, de controlar a los chalecos amarillos quiere declarar, terroristas, sus protestas) está dictada por Bolton, dejando muy claro que el sistema se encuentra muy superado, porque ellos, hacen política, no solo en las administraciones políticas, cuidan los contactos internacionales para no dejarse sorprender y también analizan y estudian en los thinktank la marcha del mundo y sus posibles derivadas, y saben que su mundo se derrumba porque un modo de producción no cambia, sin antes poner en tensión todos los recursos que pueda contener, y el modo de producción de mercancías es el último desarrollo de la relación de valor y de la producción fundada en el valor, como explicó Marx y los gráficos del articulo de M. Roberts muestran las dificultades de ese crecimiento, ocultando, no obstante, que la economía fundada en el valor –plusvalía– tiene contado su tiempo histórico.

Los autores, de cuyos artículos dejo los enlaces y recomiendo leer, plantean temas importantes que, difícilmente se producirán desde los partidos y sindicatos obreros, muy embebidos en no perder la sintonía con el sistema y puede que crean que el capitalismo será eterno, les plantearía está reflexión ¿Será posible un transito a un modo de producción superior que no mercantilice al ser humano sin superar el nivel de organización de los capitalistas?

No creo que el capitalismo pueda aguantar otros cien años, pero el nivel de tensión y deterioro de las relaciones internacionales, los vaticinios de los economistas pronosticando otra nueva crisis y la guerras comerciales hacen prever un nuevo reparto del mundo, un nuevo ajuste de fuerzas que podría determinar quien guiará la transición a un nuevo escenario para la humanidad, pero mientras tanto eso se ventila, el incremento del fascismo como medio de control de la ciudadanía será una posibilidad a tener presente, por eso las reflexiones que plantean deben ser respondidas con políticas militantes porque el deterioro y descrédito de la política y los políticos como plantea este otro artículo, en mi opinión, se debe a la cobardía de las direcciones obreras incapaces de formular que proyecto de sociedad quieren que no sea una simple mejora de lo que hay, porque lo que existe se debió a una lucha feroz por el socialismo, que el movimiento obrero fue obligado a olvidar al coste de dos guerras mundiales en Europa, y ahora sus dirigentes creen haberse hecho un hueco en el sistema y la lucha por el socialismo es una antigualla innombrable. Los ataque al socialismo, a los sindicatos, a las mujeres y a las minorías diferentes, se incrementarán por que el fascismo es brutal pero camaleónico, y las instituciones creadas al calor de la bonanza se desharán —Unión Europea— porque no existe pueblo europeo porque este debe ser la opción militante de la izquierda de Europa por superar las barreras económicas que generan desigualdad, siempre favorable a esa riquísima élite, y la ciudadanía europea concita el temor de la burguesías del complejo militar industrial de Estados Unidos porque es el núcleo humano mas preparado, organizado y politizado del planeta, y ellos temen que los movimientos populares puedan prender la llama de la solidaridad, la llama de la reivindicación para acabar con la pobreza artificial, porque el ur fascismo es el que mueve a las élites, esas élites que colonizaron el Magreb, Oriente Medio, el Sureste asiático robándoles sus riquezas y ahora, envenenando sus mentes para convertirlos en su legión extranjera, al nusra, al qaida, carne de terrorismo, porque ese complejo militar industrial ha de controlar las fuentes de energías que mueven el mundo, por eso, Venezuela ha de ser expropiada de sus riquezas, sobre todo, su petroleo, planificando una intervención armada, al precio que sea.

CONCLUSIÓN

El modo de producción mercantil es la última relación de valor, y de la producción fundada en el valor(Marx), y este agotamiento tiene su exponente en el agotamiento del país que ha llevado más lejos el capitalismo: su agotamiento, su declive es el declive del sistema mismo. La vieja Europa podría ser la impulsora de la transacción a un nuevo escenario para la humanidad, pero para ello debería subsumir los nacionalismos en la creación de un pueblo europeo capaz de integrar a todo el continente.

jmrmesas

veintitrés de marzo de dos mil diecinueve