domingo, 24 de noviembre de 2019

SEÑALES DE ALERTA






SEÑALES DE ALERTA

El intercambio de trabajo vivo por trabajo objetivado, es decir, el poner el trabajo social bajo la forma de antítesis entre el capital y el trabajo es el último desarrollo de la relación de valor y de la producción fundada en el valor.

Este párrafo, que he citado varias veces en los apuntes que he publicado, cuya autoría visionaria es del coco del capitalismo mundial, Marx, Karl Marx, es el núcleo que puede explicar la razón de los problemas por los que atraviesa nuestro tiempo.

No es un simple argumento teórico desligado de los problemas nacionales acerca del soberanismo catalán, o de los problemas internacionales sobre la pugna por el control de Oriente Medio, entre USA y Rusia, o la guerra comercial entre China y USA, es el nudo gordiano que necesita ser tajado de un golpe para que el conjunto humano pueda emprender un nuevo recorrido histórico sin el pesado fardo de un modo de producción inútil para ese conjunto humano, pero jugosísimo para el uno por ciento que acumula las riquezas del mundo.

Vaticinar el comienzo de una crisis económica no tiene mucho sentido, aunque hoy, a diferencia de otros tiempos, los estudiosos poseen instrumentos e información sensible, que en otros tiempos eran simplemente especulares, mientras hoy, esos medios proporcionan elevadas dosis de certezas, por ejemplo, el conocimiento de la movilidad de los indices económicos, acomodados al interés de la gran banca, o la emisión de dinero sin más respaldo que el papel en el que se imprimen, repartido generosamete a los ricos, mientras a los pobres no les llega, y así, una ristra interminable de datos de ese jaéz.

Son las señales de alerta que nos indican la proximidad de un cambio de época, un cambio de era, en el devenir del mundo y me duele el poco caso que la izquierda mundial, y la izquierda, en España, no ven, o simulan no ver, porque en mi corto entender quieren creer que esos problemas pueden tener solución dentro del sistema capitalista, cuando todo apunta a la inutilidad del sistema para poder solventarlos. El odio a los migrantes, la epidemia de xenofobia mundial no es ajena a la pugna entre los contendientes económicos que determinan su curso y el pulso económico entre USA, que pierde protagonismo mundial, y China que adquiere una relativa importancia, es contemplada por los halcones pentagonianos atizando la hoguera del odio en todas sus variantes porque hay que preparar masas combatientes que puedan dar oxigeno a la industria del complejo militar industrial, (la secuencia de guerra de divisas, guerra comercial, es seguida de la guerra militar, algo que los entendidos no descartan, aunque saben lo catastrófico de ese proceso). La industria de guerra, la industria de muerte, que es el motor de la economía mundial, y que nadie se atreve a reclamar objeto de expropiación, porque está ligada a la existencia del sistema, como lo está la banca, son la piedra angular del sistema, y por tanto, tabú, algo de lo que no se habla porque es hablar de lo sagrado, pero si occidente se hizo laico fue, precisamente, por abordar lo sagrado. El odio al diferente, la xenofobia tiene ahí su explicación, como la tiene el odio al feminismo, el odio a la mujer que quiere romper cadenas, como lo es el odio al indio americano y se da un golpe de estado en Bolivia, se reprime en Ecuador y en Chile, en Iraq y en Beirut, se machaca en Yemen y se ahoga Africa, y que es preciso abordar porque siempre será mejor que la catástrofe de una guerra en la que los muertos serán afortunados porque las condiciones de los sobrevivientes serán de espanto.

La desvalorización del trabajo humano tiene su raíz en la preponderancia que ha ganado en la producción industrial la robótica y la inteligencia artificial (que Marx previó hace más de siglo y medio, y que es el párrafo inicial de este apunte) explicando a la perfección el abaratamiento que se ha adueñado del trabajo en el resto de las industria, sobre todo, a la industria de los servicios y que, concretamente, en España, pero no solo, explican que los dirigentes sindicales esperen que un tribunal anulen la sentencia judicial que obligan a ir al trabajo, aunque el obrero, el trabajador estés enfermo, cuando en semejante caso, históricamente, la militancia sindical habría levantado en lucha, sin dudarlo a todos los trabajadores. Ahora se pretende que otro tribunal se desdiga, cuando la realidad es que el aparato judicial esta trufado de fascistas-franquistas, y los sindicatos de mediadores del capitalismo.

La lucha de clases creyó pasar página y olvidó los principios que daban solidez teórica al socialismo, y los partidos socialistas se llenaron de carreristas cuyos exponentes en el PSOE son los González, Guerra, Leguina, Ibarra, etc., que la militancia debería de expulsar del partido, porque son agentes del capital, sin ninguna vinculación con el fundador Pablo Iglesias Posse, y menos con el marxismo de Marx, incapaces de comprender que el modo de producción es un instrumento del que se vale el genero humano a lo largo de la historia para dotarse de recursos que le permitan desarrollar las potencialidades humanas, que nunca serán completas si es solo de una élite.

El modo de producción mercantil está obsoleto cuando la mercancía fundamental es la producción de la industria militar, la industria de muerte, y en este proceso, el dinero, cada vez más desvalorizado y con menos vinculación con el tiempo de trabajo humano, socialmente necesario, en la creación de mercancía que justificaba el enriquecimiento de una élite, pierde el espíritu que validaba la propiedad privada porque extiende la pobreza. La humanidad, la sociedad está cada vez más expropiada por que una élite, cada vez más minoritaria posee cada vez más propiedades. El capitalismo industrial convertido en capital financiero ha devenido en un capitalismo de casino para ser, en esta etapa final un capitalismo de refinados trileros, que en vez de poner el tenderete en la esquina, abren sucursales informatizadas en las avenidas principales, mientras las arcas públicas y haciendas nacionales se endeudan, sin que los partidos obreros reclamen la expropiación de los expoliadores, para evitar el genocidio de una guerra mundial.

La fiebre del oro que acomete a las naciones que pretenden poner un coto al liderazgo depredador del capitalismo de EEUU es el exponente que señala la desvalorización real del dólar, hasta ahora, regulador del comercio mundial, pero desde el desencadenamiento de la guerra comercial entre las potencias comerciales, es una señal de alerta no solo de crisis económica sino también de liderazgo acerca del tipo de sociedad que pueda suceder al capitalismo de trileros con diplomas de universidades caras.

El final de este modo de producción, paradojicamente lo señalan las instituciones del mercado, pues la OMC ­ organización mundial del comercio- se mueve al dictado de un socio, es decir, las instituciones esperan el dictado del mandamás, y la mercancía más importante de todas, porque es el compendio de todas ellas, el dinero, se desvincula de la producción y un grupo de privilegiados se dedica a fabricar dinero virtual previendo la debacle del símbolo del capitalismo, el dólar USA.

No me parecería decente terminar este apunte sin mencionar el problema del nacionalismo catalán, pues aunque tengo por cierto que lo determinante, en esta etapa es el pulso USA-China, ambos Estados con poder geostratégico, el asunto de las nacionalidades es la baza que históricamente tocan las grandes potencias para debilitarse mutuamente. Para empezar reconozco que Catalunya es una nación, con derecho a defender su herencia cultural, que defiendo. Que tenga derecho a tener un Estado, lo considero una soberana gilipollez. Si yo pensara que el Estado español (o cualquier otro) es cien por cien soberano, sería un incurable estúpido, no porque pertenezcamos a la Unión Europea, de facto, apéndice de USA en el continente europeo, sino porque el mundo moderno se hace cada vez más interdependiente, está cada vez más vinculado por múltiples razones, intereses y lazos, y tomar decisiones unilaterales y desvinculadas de los socios importante, algo que a todas luces se revela como muy poco beneficioso. Particularmente creía, y los medios que han divulgado la sentencia judicial lo reconocen, el proces fue farol de gente muy poco decente, que quería una teta más gorda de la que chupar. Dicho esto que haya presos me parece una venganza del Estado Español, que como siempre, pagan los más honestos.

Que el asunto catalán es un fabuloso charco en el que pescar a rio revuelto es algo que nos vamos enterando poco a poco. No hace mucho, el ciudadano atento pudo conocer que China fabricaba esteladas para financiar el proces a cambio de tener un puerto para la nueva Ruta de la Seda. Aquello no trascendió porque no tenía mucha credibilidad. Ahora resulta que son los matemáticos rusos del 29155, mientras que otras naciones ¿...? son tan listas y profesionales que ni rastro dejan —malpensando se podría barruntar que son protegidos por los medios o por ciertos servicios del Estado— lo cierto es que en esta pelea todos juegan a ganar, todos menos la clase obrera, huérfana de identidad porque sus líderes piensan en no desestabilizar mientras la desestabilización la hacen otros, los poderosos moviendo peones porque los rojos, marxistas no tenemos un THINKTANK, una nueva internacional, UNA QUINTA INTERNACIONAL en el que poder valorar nuestras ideas, aspiraciones y organizar un mundo nuevo. Toda la crisis de la izquierda la resumiría en la incapacidad de la izquierda para presentar ante la juventud, ante la clase obrera, ante la ciudadanía, el pueblo trabajador un proyecto ilusionante que le movilice y llene de esperanza el futuro, un futuro sin reyes ni tribunos. ¿Un gobierno mundial que evitara las guerras? ¿Podría comenzar por la Unión Europea, impulsada por España? ¿Pudiera ser que los ciudadanos estadounidenses reclaman para sí las riquezas que les quitan los bancos?

Sin duda el mundo cambiará, y trato de aportar lo que puedo para que sea para bien.

jmrmesas

veinticuatro de noviembre de dos mil diecinueve