EL
TERRORISMO QUINTACOLUMNA
DEL SISTEMA
Es
un lugar común que el terrorismo islamista fue el recurso de USA
para hostigar a los soviéticos en Afganistán, sin que se les notara
mucho. La base, al-qaeda, fue la creación de Osama bin Laden
que montó la estructura para cubrir las operaciones – atentados –
desviando la atención de Washington y sus servicios secretos, cuando
los soviéticos llegaron – 1980 – con tropas para apoyar al
gobierno de Najibulá. Todo el terrorismo islámico hay que
entenderlo como parte del declive del modo de producción de
mercancías una vez que este, perdida, digamos, la razón
histórica que como medio de impulsión de las fuerzas productivas
explican, según Marx, las formas sociales de producir y desarrollar
la vida cotidiana, su interpretación, y las actividades con las que
las sociedades humanas, interpretan y expresan esa determinada
concepción – arte, literatura, filosofía, religión, sentido de
las ciencias, por qué y para qué, etc., – pues tal razón no
contribuye, en nuestros días, a la mejora del conjunto sino a
incrementar el poder y la riqueza de una reducidísima élite (lo
cuenta, con números, Oxfan), que en la práctica se arroga poderes
sobrenaturales (energía nuclear mediante), sobre una
humanidad muy poco consciente de las enormes capacidades de control
que la reducidísima élite posee sobre el conjunto.
El
mundo anterior a la globalización parecería gozar de una dinámica
independiente que
actualmente empieza a ser cuestionada; esta independencia
de la marcha del mundo era la justificación del idealismo anterior a
Marx, el cual – idealismo – sigue siendo el alimento ideológico
del sistema porque permite la
manipulación
de los alegres y
confiados
ciudadanos, mientras los gabinetes ideológicos (thinktanks)
conectados por sutiles lazos con los servicios secretos en las
cloacas de los Estado, diseñan
el próximo bombazo
que crispa al establismen y siega la vida a esos alegres y confiados
ciudadanos. El mundo, la historia, tenía, según esa concepción
idealista, una trascendencia sobrenatural, que permitía determinadas
licencias
a los estadistas, que por mor de un empequeñecimiento planetario
traído por las fuerzas productivas modernas, nos obliga pensar y
asumir, que tales fuerzas no pueden estar fuera del control de una
sociedad, madura, informada, consciente, porque las consecuencias de
tales fuerzas, sin necesidad de que tenga que ser una debacle
nuclear
nos informa de la capacidad de acabar con la vida en el planeta, o
cuando menos, tener consecuencias muy dañinas, de alcance
planetario.
Es
importante entender la dimensión histórica de la obsolescencia del
sistema, el modo de producción, sin
la cual, el
terrorismo no es entendible como instrumento del capital financiero,
como lo fue el fascismo al comienzo del siglo xx – y lo sigue
siendo – pero hoy, el tirón lo tiene el terrorismo por
que es concreto, y
aparentemente desconectados del capital y sus empresas
transnacionales, desideologizado, es decir, sin
conexión con el expolio de la sociedad en general,
ni siquiera con el expolio
de los pueblos de Oriente Medio,
a manos de las
transnacionales. Como
ejemplo del cuadro que trato de describir, el debate en la tertulia
de la sexta, (pasado día 24 de mayo, primera hora de la tertulia
ARV), sobre el atentado de Manchester, Xavier Sardá trae a colación
el atentado de la isla de Utoya. La tertulia, hasta ese momento, ha
estado controvertida desde diversas perspectivas, cuando el veterano
Xavier Sardá habla sobre el atentado – matanza – de Anders
Behring. Al
empezar su exposición, el curtido tertuliano se da cuenta de haberse
metido en un jardín prohibido; el silencio de todos los tertulianos
(el portavoz de jueces para la democracia, un coronel y otros
periodistas), presentador incluido, se hace notar y discretamente
cambia su peroración. Me pregunté ¿Por qué todos han callado?, el
presentador podría haber dicho que no era el tema, sin embargo se
hizo un silencio incomodo que denotaba limitaciones difíciles de
pasar. Behring Breivik mata a 69 jóvenes socialistas mirándoles de
frente a través de la mira de su fusil, seleccionandoles uno a uno.
Previamente había puesto una bomba que había matado a 8. El actual
secretario general de la OTAN era el jefe de gobierno cuando tuvieron
lugar los asesinatos.
LA MUTACIÓN
La burguesía es una clase internacional. Su
patria son sus negocios, y el territorio de sus negocios es todo el
mundo. Es una clase muy poco dada a la especulación idealista, a
filosofear (doy por supuesto que mis lectores entienden que no
estoy diciendo que sea zafia o insensible), sino muy apegada a la
realidad material, es materialista y comprende perfectamente que
lo mejor que le puede pasar al mundo es que ellos sigan ejerciendo el
dominio, a cualquier precio, y precisamente porque el
contacto con la realidad plantea problemas y necesidades que no
pueden resolverse sin que las bases sobre las que se asienta su poder
se cambien, comprenden que el sistema solo puede
continuar si la concepción del mundo se cambia, es decir, dar forma
a que quien tenga todo el poder sea el mercado, por
otro nombre, ellos, pero eso conlleva costes muy
elevados, porque, como delicada crisálida, la mutación debe estar
apartada de la mirada pública. Si hasta aquí, se percibía que el
sentido de la historia impulsaba a los grupos humanos más capaces de
llevar a la humanidad un paso más adelante, esa percepción debe
cambiar de tal modo que la humanidad lleve a la cima a una
reducidísima élite de una clase social, que simbolizaría a
la humanidad, mientras que la otra humanidad, la masa, es solo
mercancía desvalorizada, y esto es así porque lo
demuestran los hechos, día tras día, mes tras mes, año tras año.
Tal concepción, por supuesto, no es
defendible, porque solo el fascismo podría asumir semejante tesis, y
la burguesía comprendió – dos guerras mundiales abiertas, fueron
suficientes, mientras que guerras locales, no declaradas,
desestabilizan y permiten la colaboración y el entendimiento de los
poderosos, ya que el objetivo, su objetivo, es la chusma, el
pueblo, la ciudadanía – que tales tesis tienen elevados costes que
la inhabilitan frente a su consciente mercancía, de ahí, el
uso del terrorismo como elemento desestabilizador que permite leyes
de excepción, dirigidas contra la sociedad, mientras que el cordón
umbilical que alimenta al terrorismo, las finanzas,
se cuidan de permanecer bien encubiertas sin leyes excepcionales que
las persigan, como no se persiguen las fortunas del capital
financieros, y este, puede burlar a la sociedad y no pagar, o cuando
menos, pagar a capricho, tras este hecho, el terrorismo, las mafias,
defraudadores consentidos, empobrecen a la sociedad porque de ese
modo es mas dócil, más moldeable.
A esta conclusión no ha llegado la élite del
capital financiero mundial mediante elucubrados y estructurados
debates sino confrontándose con la dura realidad del día a día
mientras se arrebatan trozos del mercado global, cuidando las
formalidades en múltiples cumbres oficiales y oficiosas en
donde diseñan acuerdos para que las tensiones no alcancen niveles
que escapen a su control consciente de que el funcionamiento, la
dinámica del modo de producción propende a la centralización, algo
que los profesionales que estudian la economía, saben, por eso
pueden anticipar ciclos – ondas largas de Kondratiev – y sucesos
a corto plazo – burbujas – porque el modo de producción semeja
una máquina, cuya dirección, cuyo conductor, tuviese una posición
inestable y recibiese indicaciones confusas y constantes manotazos.
La élite del capital financiero mundial fue
consciente de la necesidad de inventar un enemigo público, un
enemigo concreto pero de perfiles difuso imposible de ubicar. Eso era
al-qaeda, pero en la dinámica de acelerar los ritmos, se ideó el
monstruoso atentado del 11S, en el mismo suelo de Estados Unidos (si
se analiza ese atentado se llega a la conclusión de que es imposible
que ocurriese sin complicidades de parte del aparato del propio
Estado USA, sobre todo, cuando profesionales, arquitectos e
ingenieros creen que las torres fueron demolidas, encubriendo la
demolición con el impacto de los aviones), cargándose de razones
para una intervención global. A partir de ahí, la premura de
controlar Oriente Medio dio lugar a la creación de ISIS. Los
políticos más implicados quisieron redefinr el territorio en un
intento apresurado de emular a los agentes imperialistas de comienzos
del siglo xx, Sikes y Picot, sin tomar en consideración que un
siglo las variaciones sobre el terreno y las personas que lo habitan
son muy diferentes y mientras el émulo, senador por Arizona John
McCain ¿Sikes?, por afinidad, o tal vez Picot, se reunía con
al-Baghdadi – existen pruebas fotográficas –, la situación se
les va de las manos porque crear, a estas alturas, un Estado títere,
sin tener en cuenta la maceración que el imperialismo ha
sometido al mundo, especialmente a los pueblos de Oriente Medio y el
Magreb, definidos todos como árabes, fue un invento
poco inteligente porque la mano amiga, que debía ser invisible, es
muy notable, e imposible de disimular cuando toda la burguesía mira
para otro lado ante la brutalidad del terrorismo militar en la zona
de expolio-combate, y eso invalida la creación de un Estado títere,
amigo, sin la complicidad de toda la burguesía mundial, así
pues, esta derrota de ISIS insufla una nueva vida en el proyecto
original de al-qaeda.
El terrorismo es el medio de manipulación y
control de la sociedad a manos del capital financiero mundial, que
combinado con el fascismo trataría de hacer incontestable el
dominio de la élite de la burguesía sobre la sociedad, y tal
presupuesto debe entenderse como una consecuencia de la
globalización, esta, que se ha construido a lo largo del siglo xx, y
la demostración de lo que digo tiene su evidencia en los, digamos,
estratos en donde la potencia globalizadora de las fuerzas
productivas son de evidencia palpable (considero inevitable, al
menos, definir mínimamente tales estratos, infra i super, por
ejemplo, la contaminación atmosférica y la de las aguas, oceánicas,
fluviales, subterráneas, contaminación por radiación, que afecta
incluso a las capas estratosféricas que defienden al planeta de la
radiación gamma procedente del sol, serían la prueba de esa
globalización, despreciable, porque la
apreciación conllevaría costes que afectarían al comportamiento, a
las bases en las que asienta su poder el capital financiero
internacional, por tanto, reglar tales estratos, se hace a beneficio
de inventario, o lo que es igual, minimamente), sin
embargo, las que afectan al comportamiento de la producción, el
comercio, las finanzas, están regladas
milimétricamente porque son las que garantizan el funcionamiento
cotidiano del sistema, en su más estrecho conjunto, por tanto, ante
semejante nivel de interdependencia, cualquier actividad humana que
afecte, en un determinado volumen el comportamiento financiero, es
rastreable porque deja pistas documentales que un funcionamiento
exquisito puede detectar, y el terrorismo yihadista es una empresa
muy cara, más, si utiliza medios numerosos en armas y personal en
zonas como de conflicto armado – ISIS, BOKO HARAM – y las células
durmientes necesitan financiacion para preparar a los lobos
solitarios cuando sean convenientes – Abedi fue rastreado
por el FBI y estos comunicaron la detección a la inteligencia
británica, ¿por qué no se le detuvo? – ¿La posible influencia
del atentado en la próxima consulta británica a propósito del
Brexit?.
El terrorismo es, como parecen señalar los
hechos, una actividad muy controlada y controlable como medio de
homogeneizar los comportamientos sociales poniéndolos en manos de
legisladores que emiten, emitirían leyes mordazas ex profeso que
reducirían las libertades ciudadanas.
VENEZOLIZAR
Forzar la voluntad popular para llevarla a
caminos que beneficien a la élite es la práctica que se procura,
con la tensión y con la violencia. El complejo militar industrial
que lidera a la burguesía se siente amenazado por una sociedad que
percibe el expolio como una fatalidad inevitable, casi como un
proceso de envejecimiento económico natural, que no tiene
arreglo más que cambiándolo todo y tiene toda la razón, porque
dentro del sistema no hay alternativa posible, porque desde donde
deberían venir las alternativa, si desde la izquierda, las
soluciones no son más que parches y remiendos, es lógico que cuando
se perciben posibilidades de cambio, la gente dude entre los partidos
conservadores porque estos tienen un discurso que les suena conocido
mientras la izquierda se muestra pacata, conservadora, transversal,
como queriendo quitar hierro, y claro está, para eso, mejor votar a
los conservadores originales.
La carencia de la izquierda de discurso de
transformación está en el abandono de lo que dio impulso original,
el cambio social, acabar con la explotación del
trabajo, de los trabajadores. La derrota de la clase obrera no ha
sido la represión, por muy dura que esta sigue siendo, sino
la traición de sus dirigentes, de sus líderes, de sus partidos, de
la socialdemocracia, y no me estoy refiriendo solo a las siglas PS;
la socialdemocracia se llamó tal cual hasta el asesinato de los
revolucionarios Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, y después de ese
asesinato, sería falso y tramposo quitar hierro a la política que
fue referencia para la izquierda socialdemócrata mundial, ya
denominada comunista. Esa política fue la desgraciada tesis
estalinista del socialismo en un solo país, de la coexistencia
pacífica que vació a la izquierda del necesario debate teórico
capaz de hacer entender a la vanguardia revolucionaria que peleaba y
sigue peleando en los centros de trabajo y en el seno de la sociedad,
dando palos de ciego porque no veía, no ve alternativas, ¿debe
extrañarnos que haya trabajadores que voten a la derecha?, ¿dónde
está la explicación de allí donde la ciudadanía alcanza mejoras,
el capital financiero mundial vuelque dinero y una jauría de
voceros, minando los logros conseguidos, pacíficamente? El
inexistente debate teórico cubre con
su silencio una falsa aquiescencia.
El sistema, que es internacional no se
sostendría ni un segundo si el mundo tuviese un único gobierno, y
aunque el funcionamiento intrínseco del sistema obedece a fuerzas
internas que se complementan y equilibran (los desequilibrios se
expresan por sus crisis), el factor humano ha de ser parcelado bajo
el control de los Estados, que no de las naciones (hay naciones sin
Estados, los kurdos, por ejemplo), porque son los Estados los que
influyen y reprimen sobre los grupos humanos que habitan en los
límites del Estado, controlando así, que el sistema no tenga que
ocuparse más que de las fuerzas internas que hacen del mundo una
fuente de riqueza para el uno por ciento; una suerte de socialismo
inverso.
Como trato de argumentar, el sistema utiliza el
terrorismo como medio de control sobre la población, pero el
terrorismo adquiere formas cambiante dependiendo de quien controla
el Estado porque lo esencial es no dar tiempo para que la sociedad se
asiente y reflexione. Venezuela es un ejemplo de hasta donde está
dispuesta a llegar la burguesía; de lo dependiente que es la
burguesía del control del aparato del Estado, porque allí donde
pierde el control del Estado utilizará toda la potencia reaccionaria
posible para tensar a la sociedad sin importar la sangre que pueda
costar. El ejemplo más palpable fue el Chile de Allende. El nueve de
septiembre una gran manifestación recorrió Santiago de Chile
pidiendo armas, que evidentemente, los manifestantes no obtuvieron.
Venezuela está recibiendo un tratamiento de
choque tensando a la reacción al máximo, siendo aplaudida por toda
la burguesía mundial que no ve el momento de recuperar el aparato
del Estado y deshacer los logros conseguido por el chavismo. Ni
una palabra explicando el respeto del Estado a las libertades
políticas de los enemigos. Ni una palabra para explicar como han
progresado los más necesitados. Todo el dinero y el odio combinado
para para que el terrorismo adquiera la forma de contrarrevolución
y comenzar la matanza ¿Como en Chile 1973?
La burguesía necesita la desestabilización
social porque es ella la que la patrocina y mueve los hilos a su
capricho. Donde la burguesía controla el aparato del Estado, el
terrorismo tomará la forma con la que ocurren los atentados en
Europa – Francia, Alemania, Reino Unido, etc. –, pero si llegara
a perder el control sobre el aparato del Estado, entonces comenzará
un proceso de venezolizar el ambiente porque si la
izquierda llega al gobierno, donde quiera que sea, y utilizara al
Estado como medio de llevar el poder popular para que el pueblo
controlara a la minoría poderosa, entonces sabrían que ellos, los
poderosos habrían perdido el control sobre el modo de producción,
al que quieren subvertir para que la sociedad acepte la servidumbre
de enriquecer a una minoría que se considera como Dios, cuando no
son más que uno de … … ellos.
jmrmesas
treinta de mayo de dos mil diecisiete