martes, 30 de mayo de 2017

EL TERRORISMO QUINTACOLUMNA DEL SISTEMA


EL TERRORISMO QUINTACOLUMNA DEL SISTEMA

Es un lugar común que el terrorismo islamista fue el recurso de USA para hostigar a los soviéticos en Afganistán, sin que se les notara mucho. La base, al-qaeda, fue la creación de Osama bin Laden que montó la estructura para cubrir las operaciones – atentados – desviando la atención de Washington y sus servicios secretos, cuando los soviéticos llegaron – 1980 – con tropas para apoyar al gobierno de Najibulá. Todo el terrorismo islámico hay que entenderlo como parte del declive del modo de producción de mercancías una vez que este, perdida, digamos, la razón histórica que como medio de impulsión de las fuerzas productivas explican, según Marx, las formas sociales de producir y desarrollar la vida cotidiana, su interpretación, y las actividades con las que las sociedades humanas, interpretan y expresan esa determinada concepción – arte, literatura, filosofía, religión, sentido de las ciencias, por qué y para qué, etc., – pues tal razón no contribuye, en nuestros días, a la mejora del conjunto sino a incrementar el poder y la riqueza de una reducidísima élite (lo cuenta, con números, Oxfan), que en la práctica se arroga poderes sobrenaturales (energía nuclear mediante), sobre una humanidad muy poco consciente de las enormes capacidades de control que la reducidísima élite posee sobre el conjunto.

El mundo anterior a la globalización parecería gozar de una dinámica independiente que actualmente empieza a ser cuestionada; esta independencia de la marcha del mundo era la justificación del idealismo anterior a Marx, el cual – idealismo – sigue siendo el alimento ideológico del sistema porque permite la manipulación de los alegres y confiados ciudadanos, mientras los gabinetes ideológicos (thinktanks) conectados por sutiles lazos con los servicios secretos en las cloacas de los Estado, diseñan el próximo bombazo que crispa al establismen y siega la vida a esos alegres y confiados ciudadanos. El mundo, la historia, tenía, según esa concepción idealista, una trascendencia sobrenatural, que permitía determinadas licencias a los estadistas, que por mor de un empequeñecimiento planetario traído por las fuerzas productivas modernas, nos obliga pensar y asumir, que tales fuerzas no pueden estar fuera del control de una sociedad, madura, informada, consciente, porque las consecuencias de tales fuerzas, sin necesidad de que tenga que ser una debacle nuclear nos informa de la capacidad de acabar con la vida en el planeta, o cuando menos, tener consecuencias muy dañinas, de alcance planetario.

Es importante entender la dimensión histórica de la obsolescencia del sistema, el modo de producción, sin la cual, el terrorismo no es entendible como instrumento del capital financiero, como lo fue el fascismo al comienzo del siglo xx – y lo sigue siendo – pero hoy, el tirón lo tiene el terrorismo por que es concreto, y aparentemente desconectados del capital y sus empresas transnacionales, desideologizado, es decir, sin conexión con el expolio de la sociedad en general, ni siquiera con el expolio de los pueblos de Oriente Medio, a manos de las transnacionales. Como ejemplo del cuadro que trato de describir, el debate en la tertulia de la sexta, (pasado día 24 de mayo, primera hora de la tertulia ARV), sobre el atentado de Manchester, Xavier Sardá trae a colación el atentado de la isla de Utoya. La tertulia, hasta ese momento, ha estado controvertida desde diversas perspectivas, cuando el veterano Xavier Sardá habla sobre el atentado – matanza – de Anders Behring. Al empezar su exposición, el curtido tertuliano se da cuenta de haberse metido en un jardín prohibido; el silencio de todos los tertulianos (el portavoz de jueces para la democracia, un coronel y otros periodistas), presentador incluido, se hace notar y discretamente cambia su peroración. Me pregunté ¿Por qué todos han callado?, el presentador podría haber dicho que no era el tema, sin embargo se hizo un silencio incomodo que denotaba limitaciones difíciles de pasar. Behring Breivik mata a 69 jóvenes socialistas mirándoles de frente a través de la mira de su fusil, seleccionandoles uno a uno. Previamente había puesto una bomba que había matado a 8. El actual secretario general de la OTAN era el jefe de gobierno cuando tuvieron lugar los asesinatos.

LA MUTACIÓN
La burguesía es una clase internacional. Su patria son sus negocios, y el territorio de sus negocios es todo el mundo. Es una clase muy poco dada a la especulación idealista, a filosofear (doy por supuesto que mis lectores entienden que no estoy diciendo que sea zafia o insensible), sino muy apegada a la realidad material, es materialista y comprende perfectamente que lo mejor que le puede pasar al mundo es que ellos sigan ejerciendo el dominio, a cualquier precio, y precisamente porque el contacto con la realidad plantea problemas y necesidades que no pueden resolverse sin que las bases sobre las que se asienta su poder se cambien, comprenden que el sistema solo puede continuar si la concepción del mundo se cambia, es decir, dar forma a que quien tenga todo el poder sea el mercado, por otro nombre, ellos, pero eso conlleva costes muy elevados, porque, como delicada crisálida, la mutación debe estar apartada de la mirada pública. Si hasta aquí, se percibía que el sentido de la historia impulsaba a los grupos humanos más capaces de llevar a la humanidad un paso más adelante, esa percepción debe cambiar de tal modo que la humanidad lleve a la cima a una reducidísima élite de una clase social, que simbolizaría a la humanidad, mientras que la otra humanidad, la masa, es solo mercancía desvalorizada, y esto es así porque lo demuestran los hechos, día tras día, mes tras mes, año tras año.

Tal concepción, por supuesto, no es defendible, porque solo el fascismo podría asumir semejante tesis, y la burguesía comprendió – dos guerras mundiales abiertas, fueron suficientes, mientras que guerras locales, no declaradas, desestabilizan y permiten la colaboración y el entendimiento de los poderosos, ya que el objetivo, su objetivo, es la chusma, el pueblo, la ciudadanía – que tales tesis tienen elevados costes que la inhabilitan frente a su consciente mercancía, de ahí, el uso del terrorismo como elemento desestabilizador que permite leyes de excepción, dirigidas contra la sociedad, mientras que el cordón umbilical que alimenta al terrorismo, las finanzas, se cuidan de permanecer bien encubiertas sin leyes excepcionales que las persigan, como no se persiguen las fortunas del capital financieros, y este, puede burlar a la sociedad y no pagar, o cuando menos, pagar a capricho, tras este hecho, el terrorismo, las mafias, defraudadores consentidos, empobrecen a la sociedad porque de ese modo es mas dócil, más moldeable.

A esta conclusión no ha llegado la élite del capital financiero mundial mediante elucubrados y estructurados debates sino confrontándose con la dura realidad del día a día mientras se arrebatan trozos del mercado global, cuidando las formalidades en múltiples cumbres oficiales y oficiosas en donde diseñan acuerdos para que las tensiones no alcancen niveles que escapen a su control consciente de que el funcionamiento, la dinámica del modo de producción propende a la centralización, algo que los profesionales que estudian la economía, saben, por eso pueden anticipar ciclos – ondas largas de Kondratiev – y sucesos a corto plazo – burbujas – porque el modo de producción semeja una máquina, cuya dirección, cuyo conductor, tuviese una posición inestable y recibiese indicaciones confusas y constantes manotazos.

La élite del capital financiero mundial fue consciente de la necesidad de inventar un enemigo público, un enemigo concreto pero de perfiles difuso imposible de ubicar. Eso era al-qaeda, pero en la dinámica de acelerar los ritmos, se ideó el monstruoso atentado del 11S, en el mismo suelo de Estados Unidos (si se analiza ese atentado se llega a la conclusión de que es imposible que ocurriese sin complicidades de parte del aparato del propio Estado USA, sobre todo, cuando profesionales, arquitectos e ingenieros creen que las torres fueron demolidas, encubriendo la demolición con el impacto de los aviones), cargándose de razones para una intervención global. A partir de ahí, la premura de controlar Oriente Medio dio lugar a la creación de ISIS. Los políticos más implicados quisieron redefinr el territorio en un intento apresurado de emular a los agentes imperialistas de comienzos del siglo xx, Sikes y Picot, sin tomar en consideración que un siglo las variaciones sobre el terreno y las personas que lo habitan son muy diferentes y mientras el émulo, senador por Arizona John McCain ¿Sikes?, por afinidad, o tal vez Picot, se reunía con al-Baghdadi – existen pruebas fotográficas –, la situación se les va de las manos porque crear, a estas alturas, un Estado títere, sin tener en cuenta la maceración que el imperialismo ha sometido al mundo, especialmente a los pueblos de Oriente Medio y el Magreb, definidos todos como árabes, fue un invento poco inteligente porque la mano amiga, que debía ser invisible, es muy notable, e imposible de disimular cuando toda la burguesía mira para otro lado ante la brutalidad del terrorismo militar en la zona de expolio-combate, y eso invalida la creación de un Estado títere, amigo, sin la complicidad de toda la burguesía mundial, así pues, esta derrota de ISIS insufla una nueva vida en el proyecto original de al-qaeda.

El terrorismo es el medio de manipulación y control de la sociedad a manos del capital financiero mundial, que combinado con el fascismo trataría de hacer incontestable el dominio de la élite de la burguesía sobre la sociedad, y tal presupuesto debe entenderse como una consecuencia de la globalización, esta, que se ha construido a lo largo del siglo xx, y la demostración de lo que digo tiene su evidencia en los, digamos, estratos en donde la potencia globalizadora de las fuerzas productivas son de evidencia palpable (considero inevitable, al menos, definir mínimamente tales estratos, infra i super, por ejemplo, la contaminación atmosférica y la de las aguas, oceánicas, fluviales, subterráneas, contaminación por radiación, que afecta incluso a las capas estratosféricas que defienden al planeta de la radiación gamma procedente del sol, serían la prueba de esa globalización, despreciable, porque la apreciación conllevaría costes que afectarían al comportamiento, a las bases en las que asienta su poder el capital financiero internacional, por tanto, reglar tales estratos, se hace a beneficio de inventario, o lo que es igual, minimamente), sin embargo, las que afectan al comportamiento de la producción, el comercio, las finanzas, están regladas milimétricamente porque son las que garantizan el funcionamiento cotidiano del sistema, en su más estrecho conjunto, por tanto, ante semejante nivel de interdependencia, cualquier actividad humana que afecte, en un determinado volumen el comportamiento financiero, es rastreable porque deja pistas documentales que un funcionamiento exquisito puede detectar, y el terrorismo yihadista es una empresa muy cara, más, si utiliza medios numerosos en armas y personal en zonas como de conflicto armado – ISIS, BOKO HARAM – y las células durmientes necesitan financiacion para preparar a los lobos solitarios cuando sean convenientes – Abedi fue rastreado por el FBI y estos comunicaron la detección a la inteligencia británica, ¿por qué no se le detuvo? – ¿La posible influencia del atentado en la próxima consulta británica a propósito del Brexit?.

El terrorismo es, como parecen señalar los hechos, una actividad muy controlada y controlable como medio de homogeneizar los comportamientos sociales poniéndolos en manos de legisladores que emiten, emitirían leyes mordazas ex profeso que reducirían las libertades ciudadanas.

VENEZOLIZAR

Forzar la voluntad popular para llevarla a caminos que beneficien a la élite es la práctica que se procura, con la tensión y con la violencia. El complejo militar industrial que lidera a la burguesía se siente amenazado por una sociedad que percibe el expolio como una fatalidad inevitable, casi como un proceso de envejecimiento económico natural, que no tiene arreglo más que cambiándolo todo y tiene toda la razón, porque dentro del sistema no hay alternativa posible, porque desde donde deberían venir las alternativa, si desde la izquierda, las soluciones no son más que parches y remiendos, es lógico que cuando se perciben posibilidades de cambio, la gente dude entre los partidos conservadores porque estos tienen un discurso que les suena conocido mientras la izquierda se muestra pacata, conservadora, transversal, como queriendo quitar hierro, y claro está, para eso, mejor votar a los conservadores originales.

La carencia de la izquierda de discurso de transformación está en el abandono de lo que dio impulso original, el cambio social, acabar con la explotación del trabajo, de los trabajadores. La derrota de la clase obrera no ha sido la represión, por muy dura que esta sigue siendo, sino la traición de sus dirigentes, de sus líderes, de sus partidos, de la socialdemocracia, y no me estoy refiriendo solo a las siglas PS; la socialdemocracia se llamó tal cual hasta el asesinato de los revolucionarios Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, y después de ese asesinato, sería falso y tramposo quitar hierro a la política que fue referencia para la izquierda socialdemócrata mundial, ya denominada comunista. Esa política fue la desgraciada tesis estalinista del socialismo en un solo país, de la coexistencia pacífica que vació a la izquierda del necesario debate teórico capaz de hacer entender a la vanguardia revolucionaria que peleaba y sigue peleando en los centros de trabajo y en el seno de la sociedad, dando palos de ciego porque no veía, no ve alternativas, ¿debe extrañarnos que haya trabajadores que voten a la derecha?, ¿dónde está la explicación de allí donde la ciudadanía alcanza mejoras, el capital financiero mundial vuelque dinero y una jauría de voceros, minando los logros conseguidos, pacíficamente? El inexistente debate teórico cubre con su silencio una falsa aquiescencia.

El sistema, que es internacional no se sostendría ni un segundo si el mundo tuviese un único gobierno, y aunque el funcionamiento intrínseco del sistema obedece a fuerzas internas que se complementan y equilibran (los desequilibrios se expresan por sus crisis), el factor humano ha de ser parcelado bajo el control de los Estados, que no de las naciones (hay naciones sin Estados, los kurdos, por ejemplo), porque son los Estados los que influyen y reprimen sobre los grupos humanos que habitan en los límites del Estado, controlando así, que el sistema no tenga que ocuparse más que de las fuerzas internas que hacen del mundo una fuente de riqueza para el uno por ciento; una suerte de socialismo inverso.

Como trato de argumentar, el sistema utiliza el terrorismo como medio de control sobre la población, pero el terrorismo adquiere formas cambiante dependiendo de quien controla el Estado porque lo esencial es no dar tiempo para que la sociedad se asiente y reflexione. Venezuela es un ejemplo de hasta donde está dispuesta a llegar la burguesía; de lo dependiente que es la burguesía del control del aparato del Estado, porque allí donde pierde el control del Estado utilizará toda la potencia reaccionaria posible para tensar a la sociedad sin importar la sangre que pueda costar. El ejemplo más palpable fue el Chile de Allende. El nueve de septiembre una gran manifestación recorrió Santiago de Chile pidiendo armas, que evidentemente, los manifestantes no obtuvieron.

Venezuela está recibiendo un tratamiento de choque tensando a la reacción al máximo, siendo aplaudida por toda la burguesía mundial que no ve el momento de recuperar el aparato del Estado y deshacer los logros conseguido por el chavismo. Ni una palabra explicando el respeto del Estado a las libertades políticas de los enemigos. Ni una palabra para explicar como han progresado los más necesitados. Todo el dinero y el odio combinado para para que el terrorismo adquiera la forma de contrarrevolución y comenzar la matanza ¿Como en Chile 1973?

La burguesía necesita la desestabilización social porque es ella la que la patrocina y mueve los hilos a su capricho. Donde la burguesía controla el aparato del Estado, el terrorismo tomará la forma con la que ocurren los atentados en Europa – Francia, Alemania, Reino Unido, etc. –, pero si llegara a perder el control sobre el aparato del Estado, entonces comenzará un proceso de venezolizar el ambiente porque si la izquierda llega al gobierno, donde quiera que sea, y utilizara al Estado como medio de llevar el poder popular para que el pueblo controlara a la minoría poderosa, entonces sabrían que ellos, los poderosos habrían perdido el control sobre el modo de producción, al que quieren subvertir para que la sociedad acepte la servidumbre de enriquecer a una minoría que se considera como Dios, cuando no son más que uno de … … ellos.

jmrmesas


treinta de mayo de dos mil diecisiete 

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