sábado, 25 de octubre de 2014

NARCOFASCISMO, ISLAMOFASCISMO



NARCOFASCISMO, ISLAMOFASCISMO


ESTAMOS AL FINAL DEL CAPITALISMO Y LOS “MARXISTAS” DUDAN


En pocos días el número de muertos por la represión del Estado turco se ha elevado a 30 muertos reprimiendo las manifestaciones que la sociedad turca, echándose a la calle, trataba de impedir la matanza de los defensores de Kobani a manos del Estado Islámico, protegido, solapadamente, por el gobierno de Erdogan, mientras el islamofascismo hace la limpieza étnica en Siria e Iraq, a cuenta de los planes elaborado por la élites de las empresas petroleras de las transnacionales angloamericanas, y la ayuda de la Francia del socialdemócrata Hollande, queriendo, de este bárbaro modo, redefinir las fronteras de Oriente Medio, mientras se espera la ocasión de atacar la jugosa pieza de Irán. Sin embargo, este apunte no va dirigido a ahondar en la geopolítica de la zona – el lector interesado puede encontrar fuentes mucho más informadas, que este cuaderno de apuntes –, sino a destacar el papel relevante del fascismo, en esta baza política, ya que siempre que históricamente, la situación política se encuentra en trance de abordar cambios de honda importancia estratégica, el fascismo, el instrumento político del capital financiero mundial, entra en escena, preparando el terreno para la intervención decidida de los Estados con intereses determinantes en la zona.


En los años veinte del pasado siglo, el fascismo efervescente, surgido tras la PGM, abrió un periodo de convulsiones planetaria, precursora de la confrontación determinante que supuso la SGM, ante el fracaso de las sociedades fascistas que preconizaban los líderes fascistas europeos, cuyos más conspicuos elementos fueron el nacional socialismo de Hitler, en Alemania, y el fascismo en Italia, de la mano de Benito Mussolini, incapaces de someter a sociedades muy complejas, como era la sociedad europea, en los comienzos del pasado siglo xx.


La incapacidad del fascismo de entonces, para domesticar a sociedades, tan articuladas y conectadas de hace casi un siglo, fue, sin embargo, de suma eficacia para preparar la guerra donde hubieron de decidirse los intereses en conflicto de las burguesías europeas, con el resultado ya conocido, y ahora, con una sociedad no menos conectada que la anterior, el fascismo adquiere nuevos modos, más informales, aunque no menos brutales y terroríficos, sino más, porque en términos generales, la sociedad está más desarticulada y dispersa, pues en estos años de dominio del capital financiero mundial, el dislocamiento del movimiento obrero ha sido y es muy profundo, y el abandono de la lucha ideológica por las organizaciones de izquierda, ha sido total, y aunque hay gradaciones entre las diferentes sociedades, el abandono de la lucha sindical ha sido generalizado, pues tal ha sido la derrota de la izquierda en todo el mundo, por eso al fascismo actual le basta la exhibición de la fuerza bruta sin el adorno del componente ideológico, superfluo, por demás, puesto que los valores dominantes en esta sociedad moderna corroída por los modos y valores del capitalismo imperante, en el que el lujo y el triunfo, a cualquier precio, tiene la recompensa del dinero, cualquier justificación ideológica se condensa en la cuenta corriente del triunfador.


En Méjico, el narcofascismo es el ejemplo más brutal de lo que digo, pues la implicación de los cuerpos policiales y militares penetrados por la corrupción que tiene en el manejo de la droga su fuente, no termina en esos escalones inferiores sino que están en la médula de la élite de la sociedad mejicana, afectando al conjunto del Estado, pues de otro modo es imposible de entender la impunidad con la que se mueven a lo largo y ancho del territorio. Cuando esto sucede quiere decir que la solución no es una simple depuración de algunos escalones, sino que el problema radica en la descomposición social, que habiendo perdido los valores por los que se regía la sociedad, la única manera de evitar que la indignación popular estalle se contiene por el terror indiscriminado y brutal del matonismo, propiciado y fomentado por las élites enfangadas que, además, gozan de la ventaja de desligarse del narco-matonismo, presentándolos como delincuentes, cuando en realidad, mantienen el orden que permite medrar a las élites corrompidas, por eso, el fascismo mejicano, pasa desapercibido, porque la lucha contra el narcotráfico está separada de la lucha por lograr una sociedad más justa, cuando será luchando por una sociedad más justa y transparente, como se podrá acabar con el problema del tráfico de las drogas y las armas, y eso hoy, ahora, va unido a la lucha contra el capital financiero mundial, en esta etapa de hundimiento del sistema capitalista, como un modo de producción útil para la humanidad.


ISLAMOFASCISMO


Las sturmabmanteilung, las SA, escuadras de asalto nazis llegaron a ser un incordio para la jefatura de la werhmacht, hasta que fueron disueltas tras la aniquilación de sus líderes. Ese es el rol que está jugando en Oriente Medio el Estado Islámico, siendo las escuadras de asalto del capital financiero. El fascismo desideologizado imperante en Méjico, habría supuesto un exceso sobre un exceso, por lo tanto, cuando se creó el ISIS a cuenta de Estados Unidos e Israel, financiados por las burguesías árabes sunitas, el terrorismo desatado había que revestirlo con un ropaje acorde con el medio en el que habría de desenvolver su acción, y la religión coránica fue y es la coartada perfecta para encubrir el terror brutal.


Resulta extremadamente notable, que un pueblo continuamente machacado como el pueblo palestino, el fundamentalismo islamista del ISIS no solo no haya arraigado, sino que además, el ISIS se vea de modo risible, haciendo de su acción humor corrosivo, resaltando quienes son los beneficiarios del yihadismo, pero eso ocurre en la sociedad palestina, donde la religión no es el centro de la acción política, y mujeres y hombres identifican quienes son y donde están sus enemigos, y sobre todo, una sociedad en la que el debate democrático no aparta a la mujer de la acción política, que es muy diferente de la relación que la sociedad islámica guarda para la mujer, como esposa y madre, y nada más, apartándola de cualquier otra consideración profesional o intelectual.


El yihadismo, que predica el advenimiento del califato es entendido como una regresión funesta porque no puede ser interpretado como paso progresivo sino como una vuelta a los privilegios para la minoría, que ya los tiene, y por tanto, la avanzada políticamente sociedad palestina, no se puede sentir identificada con el Estado Islámico, sin embargo, sirios, iraquíes, yemeníes, etc., impedidos por la represión política imperante, son presa fáciles para las atrocidades del ISIS, dedicándose este a la limpieza étnica y a mantener el orden que beneficia el interés de las transnacionales que manejan las 147 empresas que son el núcleo duro del superimperialismo euro-estadounidense,redefiniendo las fronteras de Oriente Medio, a gusto de Estados Unidos.


Para Europa y Estados Unidos, la amenaza del yihadismo es la excusa perfecta para atacar las libertades democráticas, para recortar libertades, pero el nivel de barbarie al que se ven sometidos los ciudadanos árabes que han de convivir con los militantes del yihadismo en sus calles, viendo, cotidianamente cuerpos decapitados en putrefacción, cabezas cortadas enhastadas en verjas y palos, es repugnante en grado superlativo y mantener el silencio ante semejante nivel de barbarie, es complicidad de las agencias de noticias en manos del capital financiero, que velan semejantes atrocidades, de la misma naturaleza que silenciar la represión policial en Estados Unidos, pues en Ferguson las protestas continuan, aunque la repercusión en la prensa no tiene acogida, y todo esto son síntomas inequívocos del final del modo de producción de mercancías, abiertamente enfangado en evitar la toma de consciencia por la sociedad de una situación, que la crisis económica no ha hecho más que sacar a la luz porque el sistema está podrido.


Tal brutalidad del Estado Islámico no puede ser indiferente para la izquierda del mundo, y menos para la izquierda europea, pues eso es el fascismo en estado puro, aunque se recubra del manto de la religión islámica, o de cualquier otra, pues eso ha de ser combatido. La dureza en el combate puede tener una cierta explicación pero toda la civilización humana se ha levantado sobre el respeto a los muertos, y la exhibición de despojos humanos nos retrotrae a épocas muy atrás en el tiempo, por lo tanto, es inasumible el silencio ante tales prácticas, y la izquierda no puede mirar para otro lado porque el fascismo anida entre nosotros.


jmrmesas


veinticinco de octubre de dos mil catorce



jueves, 16 de octubre de 2014

LA DEUDA NACIONAL



LA DEUDA NACIONAL

¿QUÉ PARTE ES LEGÍTIMA?


Oír a los dirigentes de la izquierda radical hablar de la deuda nacional es un ejercicio de equívocos constantes porque el concepto no parece que parta de una idea bien determinada, bien discutida. Parece que el concepto del que se parte es un concepto de la red Alternet, que es un concepto radicalmente distinto del que debería partir de las organizaciones de la izquierda, basadas en los criterios de la lucha de clases y que desde los apuntes de este blog se trata de mantener.


El concepto de la deuda nacional es una cuestión que se presta a equívocos si el defensor de la lucha contra la deuda no tiene claro de donde se parte, pues si se entra en los conceptos jurídicos que puedan manejar organizaciones bienintencionadas, o aún más concretas, la propia economía del sistema, del capital financiero internacional, la deuda, el conjunto de la deuda nacional, toda ella es legítima, y desde ese punto de vista del capital financiero mundial, es cierto, la deuda nacional es legítima en todos sus términos. Podría entrarse en detalles puntuales, como me parece que es la perspectiva de esas redes benéficas, como pueda ser Alternet, u otras, pero, ni siquiera, desde ese punto de vista merece la pena luchar contra la deuda.


Si el luchador, el militante que pretende concienciar, difundir y movilizar contra el pago de la deuda no tiene claro que su concepción de la lucha contra la deuda nacional parte de un origen radicalmente diferente, un origen de clase diferente, estará aceptando los criterios del capital financiero mundial, de la burguesía, o cuando menos, de organizaciones, en cuyos conceptos, la lucha de clases no forman su razón de ser, estará aceptando sus leyes, y desde sus leyes, la deuda es legítima; hay por tanto, que partir de un concepto radicalmente diferente, cual es que la deuda nacional fue urdida, desde el principio, como una maniobra para empobrecer a la sociedad, y desde 1949, fecha en la que se concretó lo que hoy conocemos como paraísos fiscales, la deuda se aceleró en el incremento de su formación, al detraer, año tras año, los beneficios generados socialmente, ocultándolos en esos paraísos fiscales, e impidiendo que la sociedad se beneficiara de acuerdo a los propios criterios de retribución burguesa.


Este concepto es en el que hay que fundamentar la lucha contra la deuda, pues si no es de este modo, la lucha contra la deuda se convierte en una batalla legal, jurídica, en la que todas las bazas juegan a favor de la burguesía, y el militante que lucha contra ella, aparenta defender un apatraña, un farol, sin fundamento, porque será incapaz de volcar su ímpetu en algo que no tiene claro, algo que cojea.


Está claro, que desde esta perspectiva de clase, la lucha contra la deuda no es una batalla nacional, ni siquiera continental, es una batalla mundial, una batalla de clase, que va indisolublemente ligada a la lucha contra los paraísos fiscales, que va unida a la lucha contra la permisividad de los gobiernos a dejar escapar a las grandes empresas y grandes fortunas sin tributación, o con tributaciones simbólicas, por lo tanto va unida a la lucha por una fiscalidad progresiva para grandes empresas y grandes fortunas, y es igualmente una lucha internacional por aunar fuerzas entre las naciones, entre las clases trabajadoras en esas sociedades, porque ellas son las avanzada de la sociedad, y en ese sentido, es un acicate por la necesidad de construir una dirección, el intelectual colectivo necesario para dar perspectivas al caos, que en el que está inmerso el capitalismo, en esta etapa crucial de su final.


Esta batalla internacional es muy difícil de articular sin el instrumento que puede dar coherencia intelectual a una vanguardia internacional – una nueva internacional, el intelectual colectivo – que ha de esforzarse por encontrar la alternativa al modo de producción mercantil, especializado, en este final de su etapa histórica, en las dos únicas mercancías que maneja con impunidad: dinero y armas; arma y dinero, la batalla contra la deuda es la lucha de la vanguardia consciente por dar sentido y consciencia a la sociedad en su conjunto porque, primero es la generadora de la riqueza, la verdadera generadora de la riqueza, y es, en términos formales, fuente de poder y legitimidad, y ese formalismo se llenará de coherencia política, luchando contra la explotación.


Si esto no está claro para los luchadores que asumen, como principal reivindicación, la lucha contra la deuda nacional, esa lucha se convierte en una patraña negociable, en un bluff, un farol de mal jugador, y la lucha no es un juego.


jmrmesas


dieciséis de octubre de dos mil catorce


jueves, 9 de octubre de 2014

ALARMA


 ALARMA

Al arma. Era el grito del vigía, cuando detectaba peligro y prevenía a los descuidados a estar atentos ante el peligro. Su generalización, alarma, se ha convertido en el aviso de peligro inminente, y el ébola en Europa es una señal de alarma, no por el hecho de haberse producido un caso de contagio sino porque el contagio ha sido introducido como un factor de miedo, con el fin de atemorizar a la ciudadanía.

En apuntes anteriores he reseñado los avisos sobre la posibilidad de epidemias esparcidas como medio de debilitar a las poblaciones como medio de controlar los estallidos de protestas contra las políticas que los gobiernos están aplicando, en un intento de evitar la auto organización de los ciudadanos que perciben, con una cotidianidad desmoralizadora, el insoportable empeoramiento de las condiciones de vida, pese a los cantos triunfalistas sobre una recuperación, que la gente corriente no percibe.

Hay una intención de dañar a las ciudadanías más cultas y preparadas, y potencialmente más peligrosas, como medio de asegurarse el control del mundo, por ese uno por ciento mundial que sabe que la situación actual no puede permanecer sin cambios, mucho más tiempo, del que ya dura, contemplando la posibilidad de diezmar a la sociedad por medios de estrategias, aparentemente, blandas, estrategias que comporten menos peligro y destrucción que una guerra, que siempre disparará los odios y los resentimientos. Esto, puede pensar el lector, es una invención sin ninguna base, pues si tuviera un fundamento comprobable, se sabría, por medios más creíbles que los puedan merecer estos apuntes.

Sin embargo, estos apuntes tratan de prevenir a la ciudadanía, poniendo el dedo en la llaga y en el afán de dotar los apuntes, de un máximo rigor y coherencia, tratar de relacionar noticias que tienen importancia estratégica, en campos, como, por ejemplo, la investigación sobre biología y medicina, que pueden pasar desapercibidos, pero que para quienes tengan atenta la sensibilidad, resulta inevitable relacionar tales noticias con fines inconfesables, aunque siempre son otros, los fines que se dicen. Por ejemplo, resulta llamativo que este doctor haya investigado una cepa del agente N1H1 2009, para recrear la cepa de la gripe de 1918, modificandola para escapar a cualquier posibilidad de cura, lo que querría decir que la investigación por la investigación ha de estar financiada con algún criterio de utilidad práctica, toda vez, que cualquier investigación demanda cantidades de dinero para llevarla a cabo, y si, como digo, la utilidad práctica es nula, la finalidad no puede ser otra que convertirla en un arma de destrucción masiva, como cualquier otra arma de última generación.

Abundando en el tema, tanto el presidente Obama de EEUU, como el primer ministro, Cameron, por el Reino Unido, en diversas ocasiones han aludido a extremar las precauciones sobre los contagios, en un esfuerzo para prevenir pandemias, algo, en principio, loable y lógico, más cuando el ébola estaba contenido solo en el continente africano, en zonas muy determinadas, hubiera sido posible erradicar el virus en el lugar de origen, si el combate contra dicho mal no hubiese quedado en manos de organizaciones bienintencionadas, pero carente de medios, como las ongs; hablar de peligro, de contaminación, resulta un tanto chocante, si las expresiones de alerta no conllevan medidas prácticas concretas para estar prevenido. Resulta inevitable que las cosas se desarrollen, de un cierto modo natural, en que el daño se va expandiendo sin ruido, subrepticiamente, hasta que, de repente, se nos cuela en la propia casa y entonces se exclama — ¿cómo ha sucedido? —, pues sucedió porque hubo una cadena de errores que fue cultivada como algo que no podía preverse, aunque, lógicamente, era previsible; en realidad es sibilino y retorcido, pero aquí, no se trata de intereses estratégicos entre potencias, sino intereses estratégicos entre clase enfrentadas, en la que una de ellas, tiene toda la información, todo el poder, y la otra no tiene más que una información filtrada, y no es consciente de sus intereses de clase.

Los recortes entrarían en la lógica de eliminar aquellos elementos de lujo, por tanto, superfluos, y alguien debió considerar como un lujo superfluo una unidad de infecciosos para control de enfermedades tropicales, como la que había en el hospital Carlos III, de la Comunidad de Madrid, de cuyo consejero de sanidad, partió la decisión de su desmantelamiento. Lo demás es sobradamente conocido, incluida una ministra incapaz, de la que la prensa corriente da puntual información, sin embargo, el asunto no esta en enrollarse con lo mal que lo hacen, sino que esta contaminación, como otro caso ocurrido en Estados Unidos, Tejas, donde un ciudadano anduvo infestado, estriba en que tales manejos forman el entramado blando de la lucha de clases, sin que los partidos y sindicatos obreros, relacionen una y otra cosa, porque no es correcto en el entendimiento político; el uno por ciento que posee la práctica totalidad del mundo, porque este es su escenario, y eso lo convierte en su propiedad, de hecho, de tal modo, que esa poderosísima élite, sabe que la muy compleja sociedad actual no puede funcionar a la buena de Dios, y prepara el terreno para controlar la situación, a la que una sociedad como la actual, está abocada, cuando el colapso previsible, se produzca, como anuncia un informe de la NASA, comentado por estos medios, cuyos enlaces dejo, para que el lector saque las conclusiones que mejor le cuadren, y que, en mi modesto parecer, ocurrirá porque las cadenas de errores forman parte de ese comportamiento extendido que consiste en pensar — esto no puede ocurrir aquí —, hasta que ocurre, y entonces te das cuenta que no puede ocurrir tal cadena de despropósitos, más que sí se hace dejación de las tareas de previsión, que son competencia de la gobernanza, que previó un comportamiento natural, y por tanto, letal.

Este es el significado del agotamiento del modo de producción de mercancías. Un modo de producción basado en la obtención del beneficio privado, a cualquier precio, y que en el transcurso del proceso histórico, la clase dirigente se ha especializado en la dos únicas mercancías que solo la élite maneja, dinero y armas. Todo lo demás es accesorio, y si no se entiende con esta perspectiva, no hay posibilidad de solución, porque la sociedad siempre estará frenada por los jerifaltes que minimizan los daños que sufre el pueblo llano, la ciudadanía, que es fuente de legitimidad, pero no hace valer sus derechos.

La ciudadanía debe exigir responsabilidades, con los partidos de izquierdas a la cabeza, empezando por la dimisión de la cúpula del ministerio de sanidad, y la consejería de sanidad de la Comundad de Madrid, cuya austeridad administrativa llevó al desmantelamiento de la única unidad especializada en la capital del Estado. El tema tiene la suficiente enjundia como para plantearle al gobierno, la necesidad de su dimisión y la convocatoria de elecciones anticipadas, pero esto, seguro que es pedir demasiado.

jmrmesas

diez de octubre de dos mil catorce
















lunes, 6 de octubre de 2014

UN BALANCE SILENCIADO


UNA CUESTIÓN INCOMODA

ABORDAR EL BALANCE DEL FRACASO DEL SOCIALISMO REAL

O

ESTAR OBLIGADOS A CALLAR POR CARECER DE POLÍTICA

El debate suscitado en Berlín entre el gobierno merkeliano y Die Link, rápidamente resuelto en torno a la disolución de la RDA, evitando adjetivar la desaparecida República Democrática, encierra el ser o no ser del comunismo, es decir, del rol que los partidos comunistas, quieran tener en el panorama actual, pues no puede ser más triste el panorama de esta, auto disuelta internacional, condenada al ostracismo, o cuando menos a tener que cubrirse con ropajes de camuflaje, caso de Izquierda Unida, por no atreverse a sacar, públicamente, las conclusiones de una etapa histórica, llena de adquisiciones notables, pero con un balance terrible por no haber sido consecuentes hasta el final.

El señor Gregor Gysi, tiene, evidentemente, un balance de esa etapa, como cualquier militante, mínimamente informado, tiene el suyo propio, pero lo verdaderamente fundamental de tales balance, no es que se tenga – no se puede hacer política, careciendo de criterio, a menos, que estés en política para forrarte, en cuyo caso, mejor, no tener ninguno, y esto no es aplicable a los cientos de miles de militantes obreros, que siempre pusieron más, porque luchaban y luchan por objetivos comunes –, sino que el balance personal sea contrastado orgánicamente, que orgánicamente se obtengan conclusiones sobre donde radicó el fallo, y que debió de haberse hecho para evitar tan terrible consecuencia, y aquí, es donde está el núcleo fundamental del balance, pues, ni Die Linke, ni los demás partidos comunistas han abordado tal balance, y mucho menos, hecho públicas, las conclusiones, de haberlas.

Este hecho es de vital importancia, en el momento presente, porque según mi propia valoración, el modo de producción de mercancías se ha especializado en dos únicas mercancías de uso exclusivo de la élite que maneja el capital financiero, y estas son la industria de las fuerzas destructivas, industria armamentista, manejadas por complejo militar industrial y la creación de dinero ficticio, es decir, sin valor de uso para la sociedad, disparando la especulación, como forma de producir ese dinero vacío, y esto unido a unas fuerzas productivas que eliminan de la producción, cada vez, a mayor cantidad de fuerza de trabajo, es lo que ha producido una crisis económica, que por sus características intrínsecas no es una crisis más, es la crisis, es decir, el evento cuya resolución alumbrará un cambio social, a partir del cual, el sistema habrá mudado toda la fundamentación que sustentaba al modo de producción de mercancías, de tal modo que sin una respuesta social, contra este modo de producción, no será posible más que un retroceso terrible, porque ese retroceso será producido por una guerra en el continente europeo.

Tal es la importancia del debate, que se oculta, que oculta la izquierda, cuando no quiere plantearse, organizadamente, que fue lo que acabó con la URSS, y las repúblicas populares.

Entiendo muy bien que en un momento de esperanza alumbrado por el ascenso electoral de Podemos, sacar el tema de un balance terrible y que es terrible por la expropiación teórica, social, política, y fundamentalmente, económica, de la élite, de la dirección obrera, que en principio, tenía la confianza del pueblo revolucionario, es un serio obstáculo, precisamente porque siempre se dejará la iniciativa de sacarlo, al enemigo de clase, al enemigo político, que presentándose como un demócrata pretende colar que todos defendemos lo mismo, cuando es radicalmente mentira.

La democracia como modo de hacer política es desigual y tendenciosa, porque no es la misma democracia la que defiende el banquero, un poder en si mismo, que un trabajador. No tiene la misma libertad un burgués que un obrero; ni en el plano económico, ni el el plano político, ni el el plano cultural, por tanto cuando un poderoso dice defender la democracia, defiende su, democracia, la forma en que su, clase entiende su, libertad, su, democracia, su, ley, sus, derechos, que nunca son equiparables a los del ciudadano corriente, y esto es muy arduo defenderlo, porque no es cómodo, es retorcido, y defendible solo cuando se tienen las ideas muy trabajadas, y para estos previos, sin un partido revolucionario internacional, es una tarea gigantesca, por eso toda la saña, toda la vesania de la burguesía, del capital financiero mundial se vuelca contra el comunismo, porque la lucha por la democracia obrera no es equiparable a la democracia burguesa, porque entre ambas están los intereses materiales, de clase; quien se beneficia del producto social y en que medida.

Han hecho falta cien años para que un radical de izquierdas diga que los partidos socialistas se han vuelto del lado del capital, han hecho falta cien años y dos guerras mundiales desarrolladas en el continente europeo, para que algunos empiecen a darse cuenta que en Europa hay más caniches de Washington que Sarkozy, y que, en realidad, no son tales, sino consecuentes ante una ciudadanía que va tomando consciencia de su orfandad política, mientras tantea medios para organizarse, pues esto es el superimperialismo, y acabar con el será el alumbramiento de un nuevo orden social, que no será dirigido en concreto por ninguna superpotencia, y si lo fuera, no sería un nuevo orden social sino el viejo orden social, con un nuevo ropaje.

En un país podrido como es España, donde la élite burguesa se mantiene porque toda la gobernanza está podrida, el reciente caso de las tarjetas negras, en la que una fracción de los que hacen posible tal gobernanza tenía libre disposición de crédito, enjugado y enjuagado como error como errores contables, los implicados, culpables sin paliativos, no son los principales culpables que hicieron uso de esas tarjetas, sino quienes ponen esos intrumentos a disposición de los corrompibles, pero la trampa no es solo buscar culpable en los usuarios de tales medios, ni siquiera en la empresa que puso el instrumento en manos de los corrompibles, sino entender que tal hecho, conocido por las instituciones oficiales es un instrumento institucional para asegurar un funcionamiento fluido del sistema, y contra esa trampa, solo se puede luchar si un partido tiene un balance de lo que ha supuesto la lucha de clases, desde la traición de la socialdemocracia mundial votando los créditos de guerra, hace cien años, y que ahora, un radical de izquierda dice que los partidos socialistas se han vuelto del lado del capital, cuando eso ya era conocido, pero sigue silenciándose, porque existe la falsa idea de ir todos juntos, pero sin programa, y el programa, sin balance es un programa retocable, o dicho en términos populares, recortable.

EL BALANCE

La clave del cambio del modelo de sociedad está en entender que esta crisis no es coyuntural sino estructural, que no saldremos de ella como se ha salido de otras anteriores, es decir, sin tocar la estructura de la propiedad y por tanto el poder, porque como dice Marx (GRUNDRISSE, tomo 2,– Contradicción entre la base de la producción burguesa (medida del valor) y su propio desarrollo. Máquinas, pag. 227,228 editorial siglo xxi), al acortar la magnitud del tiempo de trabajo, y actualmente se acorta drásticamente de año en año se derrumba el fundamento de la producción de mercancías porque el proceso de creación de valor de uso, se independiza de la fuerza de trabajo, y este proceso es el detonante que hace movilizarse a la sociedad, en la búsqueda de respuestas. Esta es la percepción del actual proceso político, que sostengo desde este blog, con fortuna incierta. De ahí, la importancia del enfoque con el que hay que abordar las tareas políticas actuales. Si no se entiende así, se buscaran respuestas coyunturales, sea para los desahucios, el empleo, la democracia, etcétera, y entonces, se irá diluyendo la fuerza porque no se habrán tocado los fundamentos del sistema, ya que los dirigentes, optando por la vía de la menor resistencia, no plantearán, ante la ciudadanía trabajadora la necesidad de tener voz y voto en el proceso económico – qué hay que producir y para qué –, pues este derecho ha sido expropiado por la burguesía, al conjunto de la sociedad, invocando el derecho de propiedad.

En tiempos de la URSS, las tareas de la revolución se aparcaron porque había que defender el socialismo en un solo país (no puede existir el socialismo en un solo país porque el socialismo es el inicio de un nuevo modo de producción, y un modo de producción, con unas fuerzas productivas mundiales solo puede ser un modo de producción global, y es eso, o retroceder a las cavernas), cuya práctica política era la coexistencia pacífica, y eso suponía tiempo para que los burócratas fueran comiéndole el terreno a la sociedad, a la dueña de los instrumentos de producción y de cambio, mientras se transferían las riquezas sociales a las cuentas privadas de los burócratas que terminaron convirtiéndose en los neoburgueses – púdicamente, oligarcas –, y ese balance histórico es el fracaso del socialismo soviético; hoy, ese balance equiparable es el que defiende este blog, es decir, las tareas políticas han de estar recorridas por la necesidad de explicar que el sistema no tiene continuidad porque está agotado, y la solución, desde la óptica del superimperialismo euro-estadounidense es el sometimiento de todo el planeta a los dictados del poder fáctico que emana de las 147 empresas que controlan la economía mundial, y eso es así, al precio de ir a una guerra, hecho este, en el que la ciudadanía trabajadora mundial perdería porque sin una dirección revolucionaria, perderían referencias, carentes de ideología serían carnaza del sistema renacido y de sus ideólogos, sería el predominio del terrorismo de Estado.

Que la situación sea favorable para la ciudadanía mundial solo puede venir de una política tendente a movilizarla como una fuerza independiente de los criterios burgueses, y a eso responde la lucha contra las condonaciones de las deudas nacionales (los dueños de las deudas suelen ser los banqueros nacionales), la lucha, organizada, contra los paraísos fiscales, santuarios del terrorismo económico contra los pueblos, la lucha por el gravamen prgresivo y la publicación de las finanzas y las fortunas, la lucha por una medida de valor – moneda – mundial, la lucha contra las expropiaciones, impulsando lo público, evitando las privatizaciones, sanidad, enseñanza, cultura, todo lo que hace a una persona, consciente y capaz, posibilitando tomar opciones conscientes. Todo eso puede ser acelerado si la izquierda radical europea se organiza en torno a un mínimo programa común, entendiendo esto como parte consciente del conjunto social que estará poniendo las bases de una nueva sociedad.

El agotamiento del sistema no es una invención personal. El agotamiento se mide por el endeudamiento creciente de las naciones, por las expropiaciones que las transnacionales hacen de los recursos de los pueblos, pero sobre todo porque el sistema financero y monetario están bordeando la bancarrota, y eso impulsa políticas de hostilidad hacia los Estados, que el superimperialismo considera enemigos potenciales, como es el sacar del sistemas de compensacion de pagos internacional – SWIFT – a Rusia, pero sobre todo, el que el dólar ha dejado de ser una moneda confiable, y que todo el oro monetizable se agota rápidamente (Estados Unidos no puede devolver a Alemania el oro depositado en sus bancos, porque Estados Unidos ha dispuesto de esos depósitos), y estos hechos encierran el peligro potencial de resolver el impass mediante la guerra, que ya está a las puertas de Europa, por la actitud de Turquía, respecto a la guerra de baja intensidad, que ya vive Oriente Medio.

UNA INTERNACIONAL

Esta ha sido la manera de organizarse la clase obrera, el socialismo desde los tiempos de Marx y Bakunin, y esta debe ser la manera de organizar al pueblo trabajador, hoy. Un partido mundial, internacional se hace a impulsos de acontecimientos cuya trascendencia tienen un marcado carácter que va más allá de las propias fronteras, y las fuerzas productivas actuales no se pueden circunscribir a los límites estrecho, ni siquiera de las naciones Estados más grandes, si Podemos entiende que no es ese su rol, es incomprensible la actitud del núcleo Iglesias–Monedero, de querer ir como partido, y es más acertado la posición Rodríguez–Echenique, de abrirse a asambleas populares. Durante la transición que siguió a la muerte de Franco, las asamblea en las fábricas y empresas, muchas veces se continuaban en la calle y esa movilización ciudadana era un obstáculo que los dirigentes políticos que negociaron con los franquistas se dieron maña para ir reduciéndolas, hasta hacerlas desaparece. Aún con toda la tecnología disponible, las asambleas en fábricas, calles y plazas es el instrumento más directo para contactar con la ciudadanía, sin que eso suponga desestimar las ventajas que las redes sociales, que pueden ser potenciadas y hacerlas un instrumento para impulsar la lucha.

El complejo mundo en que vivimos necesita debatir sobre todos los puntos que afectan, en conjunto a la sociedad, desde la producción y las finanzas hasta el calentamiento global, pasando por las nuevas formas de familia, el derecho a vivir y el derecho a morir y un partido internacional puede ayudar a dirigir tal debate, aunque, según Marx, no es la consciencia de los hombres la que determina la realidad; por el contrario, la realidad social es la que determina su consciencia, así pues, es cuestión de estar muy atentos a como se desarrollan los acontecimientos para encontrar el camino que no lleve a la victoria, o de lo contrario, será la tumba de nuestros desvelos. En cualquier caso, la única garantía es unir nuestra propia lucha con la de nuestros afines.

jmrmesas

seis de octubre de dos mil catorce