domingo, 4 de marzo de 2018

CONSTRUIR EUROPA O EURASIA




CONSTRUIR EUROPA O EURASIA
¿UN CONTEXTO DESVAIDO?

UNA GRAN NACION INVENTADA DESDE CERO

Me parece oportuno comenzar poniendo en el centro de esta reflexión a la nación estadounidense para tapar la boca de los que se esfuerzan en poner el nacionalismo como motor de una movilización progresista, incluso de izquierdas, porque algunos, entre los que me podría encontrar entre otros, ponemos el énfasis en la profunda crisis del sistema capitalista, a la que otros luchadores y profundos conocedores del entramado del sistema, con muchas lecturas, apenas ponen atención, dando la impresión de que este modo de producción, podría tener otros quinientos años de cuerda antes de hacer mutis por el foro.

Estados Unidos es esa nación inventada por los europeos emigrados de todos los rincones de Europa dispuestos a tener un lugar al sol –imbuidos de las ideas y sentimientos de la época, mataron y exterminaron a los anteriores naturales del territorio –, porque la civilización, de la que eran portadores, justificaba el dominio de la civilización cristiana sobre cualquiera otra. Todo el discurso sobre la necesidad de valorar y reforzar los lazos identitarios se revelan, cuando menos, poco creíbles, cuando no, insustanciales porque lo que contó –en aquella ocasión– y cuenta, en el convulso y cainita ajetreo de la lucha de clases, es el factor político del grupo principal –los padres fundadores, en aquel caso (ahora las decisiones del capital financiero dominante) y la huérfana clase obrera, hoy–, dispuestos a construir ese invento nacional que se concretó, en apenas un siglo, en los Estados Unidos de Norte América.

Paso el tiempo y los acontecimientos históricos generaron otra nación inventada, que demostró ser tan eficiente y poderosa como la primera pero concitó el temor de unos y la admiración de otros, porque unos veían al enemigo a batir y otros, el modelo a seguir, fue la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y entre esas dos naciones inventadas se estructuró el siglo veinte desde entonces hasta el momento presente. Que predominara la primera, sobre la segunda puede ser y es materia de una interesante controversia –que no es nada académica, y que se produce a diario, no obstante, envuelta en dolor, penurias y sufrimientos inventados (la pobreza inventada, de diseño), ante la perplejidad del mundo–, que el movimiento obrero necesita abordar porque encierra lecciones durísimas que en la izquierda, muchos pretenden ignorar, pero que forman parte del fragmentado mundo político del movimiento obrero mundial, carente de dirección, instituciones de análisis (thinktank, antes se denominaban ateneos obreros), de unidad para la lucha y dirigentes capaces de asumir esa dirección que acarrea incomodidades, sinsabores y a veces, peligro mortal, pero que es necesaria, porque el mundo actual que asumía, a regañadientes y con reservas, la dirección de los Estados Unidos, desaparecido el peligro, que nunca lo fue, de la dirección de una revolución mundial (hay que tener mala bilis para asimilar a Trotski con Soros) dirigida desde el Kremlim, ha entrado en crisis porque, primero, el modo de producción de mercancías, desaparecidos una cierta manera de cortesía social, que el incesante cambio de las relaciones de producción va borrando del comportamiento humano tensa las contradicciones entre las clases, dentro de las clases, entre los pueblos, en la sociedad; segundo, el propio modo de producción, basado en la obtención de plusvalía, reduce la importancia del trabajo asalariado (y esta contradicción, es la que limita el tiempo de vida del sistema de producción mercantil); tercero, los Estados-nación se desdibujan (Europa) y la formación de Estados capaces de dar respuestas a las necesidades políticas de la sociedad moderna encierra el peligro, para la burguesía, de perder el control del imaginario colectivo, sin tener una alternativa, por tanto, anular, someter, desmontar la vieja Europa es fundamental para la élite del capital financiero dominante, porque una parte del complejo militar industrial vería con alivio, y tal vez fabula dirimir las tensiones interimperialistas en el escenario histórico de las anteriores guerras mundiales. ¿Será necesario señalar? Cuarto, a lo largo del proceso histórico, los diferentes modos de producción que se han ido superponiendo, uno sobre otros han acumulado riquezas, que en ultimo término redundaban en una mejora social, de ahí el énfasis de Marx en el crecimiento de las fuerzas productivas como motor de innovación de las relaciones sociales, relaciones de producción (y no solo en las consecuencias técnico-científicas, que habitualmente se quieren entender), y como estas se ven, en cierto momento histórico, detenidas, impedidas de alcanzar nuevos estadios por la superestructura jurídica, que en ultimo término son las relaciones de propiedad, por eso, cuando reconoce que el intercambio de trabajo vivo por la mercancía (trabajo objetivado) es el último desarrollo de la ley del valor, y que la medida de este valor es el tiempo de trabajo, está señalando el tiempo de vida del modo de producción de mercancías, está profetizando su final, del que por cierto, ningún analista se atreve, osa basar sus análisis, porque nadie se los compraría, ¿tiene sentido, entonces, estimar el automatismo, el rol de la inteligencia artificial en la producción? Creo que tiene todo el sentido, porque el modo de producción que sea alternativa al modo de producción mercantil, no se podrá superponer a los anteriores sino que tendrá que implicar una ruptura, que fue lo que no ocurrió en la ex URSS, y aquella inconsecuencia, aquella incongruencia fue la que sirvió a la reacción pro burguesa para carcomer desde dentro al nuevo Estado obrero, porque si se superpone, porque si no se rompe, para cortar todos los lazos con la mercantilización, la pauperización, consustancial con acumulación, se revela como necesidad política para dominar a la sociedad, por eso, en nuestra época, la contradicción escuece, porque es inocultable y se percibe como interesada y artificial. Por eso, la pobreza actual, es inventada.

LA LEY DEL VALOR
UNA MODESTA APROXIMACIÓN

Partiremos de algunos supuestos. Creo que podríamos considerar al modo de producción de mercancías, para que el problema me resulte más fácil de manejar, en su globalidad, en vez de mirar la producción de tal o cual lugar, como primer supuesto. El segundo supuesto será aceptar que los robots y automatismos no crean plusvalía. Tercero, que la plusvalía la crea el trabajo vivo, y que este reproduce la inversión que supone su coste en una fracción del tiempo de trabajo siendo el tiempo de trabajo restante, hasta completar la duración de la jornada, trabajo no pagado, es decir, la plusvalía generada. Podríamos establecer una interrogante como cuarto supuesto, ¿si la generación de plusvalía se agota, porque no existe trabajo asalariado, ya que los robots harán todo el trabajo, estaremos condenado a la pobreza absoluta?

Convendremos que en los ciento diecisiete años, aproximados que van desde comienzos del siglo xx hasta la fecha, la estructura económica del modo de producción de mercancías habrá variado sustancialmente, pero tomando en cuenta la tecnología de esas fechas, podríamos suponer que el modo de producción (comienzos del siglo xx) dependía casi en su totalidad de la fuerza de trabajo, siendo la plusvalía la principal creadora de la riqueza (la renta de la tierra y el interés no lo tendré en cuenta porque presentar su desarrollo me supera), sin embargo, será interesante entender la velocidad con la que se han producido los cambios en la estructura económica, que a grandes rasgos, cualquier interesado puede apreciar mirando simplemente una cronología, notando como se acumulan inventos que en poco tiempo se introducen en la producción, en la industria, pues estos cambios de la estructura económica tienen una traducción en el seno de la sociedad en el sentido de escoger y priorizar los valores que determinan el espíritu, el imaginario colectivo, y en este proceso se puede notar como ha ido perdiendo puntos el ser humano, mientras sutilmente –esta sutileza —. ¿Habría sido dirigida? Apostaría que sí– lo han ido ganando los valores que la burguesía ha querido priorizar, el crecimiento económico a cualquier precio, y en este precio, las guerras de rapiña han tenido una importancia determinante, primero, porque ya en el siglo xix las guerras en Europa consolidaron el desarrollo de la industria, igual que la guerra civil en Estados Unidos potenció el desarrollo industrial del Norte, contra la burguesía algodonera del Sur, y en este proceso, que para el ciudadano corriente es inapreciable, se han ido tensando las contradicciones sociales, aún posibles de disimular desviando el foco para que –estas contradicciones– apunte al individuo, a la diferencia cultural y racial, al género, pero nunca a las clases, nunca al leonino reparto de la riqueza generada, ni al derecho de propiedad y en Estados Unidos estas contradicciones son terribles porque alberga a la minoría rica más poderosa, donde el derroche, la ostentación, el lujo contrastan con la pobreza y su marginación, produciendo choques, cada vez más difíciles de evitar.

Finalizando la segunda década del siglo xxi, podríamos aceptar que el nivel de desarrollo del modo de producción de mercancías esta adquiriendo cotas de automatismos muy notables (que no tiene que ser necesariamente algo malo, negativo) empujándonos, como conjunto humano, como sociedad a plantearnos qué hacer. La publicación estadounidense del MIT, Technology Review recoge la opinión de un importante ejecutivo chino preocupado por la competencia entre EEUU y China acerca de la importancia de la inteligencia artificial aplicada a la industria (es justo decir que estar informado sobre la marcha del mundo, algunos medios facilitan mucho la información general, internacional, RT, de donde extraigo la noticia y Busines Insider, mientras Público es la información nacional, habitualmente). Mi planteamiento es: cuando la cota de automatismo llegue al 75% u 85%, algo que parece tan cercano –para los que hoy tienen 20 o 25 años–, ¿qué generará la plusvalía? Evidentemente el sistema, como productor de mercancías se habrá acabado porque al no haber plusvalía, la fabricación de mercancías, cuyo objetivo es el valor de cambio pierde todo significado, pero entonces, ¿qué sentido tiene la acumulación de capital?, pues este no se utiliza (la contabilidad que se puede rastrear en la prensa la cifran en billones de dolares, más de cien) en crear empleo, se atesora para evitar que la sociedad crezca cultural y espiritualmente, deteriorándola mediante la pobreza inventada. ¿Estará, la élite mundial, queriendo inventar un mundo a la medida del uno por ciento? ¿No será el momento de exigir ser tenidos en cuenta como seres humanos? ¿No será el momento que los grandes planteamientos de filósofos, humanistas y pensadores, sobre el sentido de la vida, del ser humano, se aborden en un foro no elitista, no excluyente, de forma colectiva? ¿Cual es nuestro futuro? ¿Cual será el rol de la sociedad, comparsa, actores?

ESTADO Y SUS LÍMITES

La burguesía tiene dos caras. Una, reconocible sin disimulo es la de la economía, la producción, los negocios, la banca, las finanzas. Otra es la de gestor de los asuntos públicos, la política, donde, obligatoriamente ha de disimular su condición de clase para encubrir, que su gestión, aunque estuviese libre de corrupción, está dirigida a beneficiar a la clase a la que pertenece, socapa del bien común, y lo que da coherencia a la burguesía es disponer del Estado, su Estado. (el PP no abandonara el gobierno porque sabe que su abandono podría dejar al descubierto hasta donde llega la corrupción)

La característica definitoria del Estado, cualquier Estado, es imponer normas y reprimir comportamientos que las contravengan, pero el Estado, merced a los cambios funcionales que impone la producción social de la existencia humana, ha tenido que ceder competencias en terrenos que antes eran de su exclusiva dirección. En el terreno de los negocios, economía, finanzas, comercio, producción, etc., el regulador es el mercado y los acuerdos internacionales sobre estas materias imponen comportamientos que no pueden ser impunemente vulnerados, y que los Estados nacionales europeos y equivalentes aceptan, porque es una especie de macro Estado que cuenta con organizaciones oficiales especializadas, y las sucesivas cumbres oficiales y oficiosas en las que coinciden amigos y enemigos tienen funciones capitales, como es organizar el vaciamiento de las arcas publicas, organizar la pobreza y la transhumancia humana y aun y más importante, comprobar el sentido de las relaciones de fuerza entre ellos. Sin estas cumbres hubiese sido imposible que el uno por ciento se haya hecho con la riqueza del planeta, una versión aquí, dos aquí, tres aquí.

La burguesía no desaparecerá, no perderá su poder sin utilizar todos los medios a su alcance –legales o no legales– para impedir su desaparición como clase, y esto significa, que impedirá los focos de consciencia política, a como de lugar, aplastando cualquier muestra disconforme, por tanto, vigila escrupulosamente Europa, sus problemas de cualquier índole, porque si a la burguesía, en su faceta de esforzados políticos, el control y manejo del Estado le aporta coherencia, al proletariado, a la clase obrera y sus dirigentes, sean estos obreros o doctores científicos, la coherencia y la cohesión la aporta el proyecto político que el partido, la internacional lidera, y esta carencia nefasta, esta realidad eludida, la izquierda desarticulada, derrotada, parcelada en sus Estados nacionales decadentes, feudatarios del capital financiero dominado por EEUU (Francia sufrió en las carnes de sus ciudadanos el comportamiento, diré, independiente, de su actuar en Siria, y la legion extrangera USA, el terrorismo yihadista dejó su tarjeta de visita, en numerosos lugares), evita mirarla de frente, pero esta característica, el internacionalismo obrero, preterido, olvidado, borrado por el revisionismo bernsteiniano, por la traición y toneladas de tinta de los propagandistas y publicistas burgueses, que es el reverso combativo del globalismo burgués, que trasciende el aspecto económico, con el que nos lo suelen presentar el globalismo, requiere, de los luchadores honestos, darle respuesta, a la mayor brevedad posible, recuperando la utopía del socialismo científico y levantando, formando un nuevo pueblo en el corazón de Europa y vocación internacional.

Hay una coincidencia curiosa en el acuerdo de dirigentes políticos, sociólogos, periodistas de variado cariz, al expresar su creencia opinando que Europa está vacunada contra la revolución, que de Europa no pueden esperarse soluciones, que estas vendrán de otros lugares Asia-Pacifico, en términos económicos, América del Sur, en el terreno político. En este caso, discreparé del señor Formenti que cree que América del sur está, políticamente, mucho más avanzada que Europa, su articulo aquí. La burguesía, el capital financiero, al tratar por todos los medios de desarticular a la sociedad europea a través de utilizar canales dudosos, opacos, para sojuzgar la vida humana, sea organizando el terrorismo, sea organizando la transhumancia de personas (pues los refugiados son la consecuencia de expulsar de sus naciones, apetecidas por el capital financiero, a sus habitantes naturales, despoblando territorios –más fáciles de atacar y expropiar– más fáciles de montar gobiernos de conveniencia), utilizando a través de esas vías opacas a las mafias consentidas y conniventes –los bancos y sus paraísos conocen que ciertos flujos financieros tienen una procedencia delictiva, pero el dinero, no huele–, entrando en el tenebroso entramado de relaciones inconfesables, pero de indudable utilidad para organizar la transhumancia humana, dicho con respeto y solidaridad, con los desplazados, pero con la combatividad necesaria de quienes en cómodos despachos organizan la despoblación, volcándola en Europa, no para acogerla, sino para pudrir una difícil convivencia, en el seno del viejo continente.

Lo que digo puede ser discutible porque lo que avanza en Europa es la burguesía y el neo fascismo, pero movilizar a la clase obrera es mucho más difícil porque para ello se requiere un proyecto alternativo a la sociedad burguesa. Que Lenin hiciera la revolución contra las tesis marxistas, no implica que vaya a sonar la flauta siempre del mismo modo, y la disposición a la lucha no exime a los luchadores de planificar estrategias y alternativas, y todavía más, difundir y propagar los valores solidarios combatiendo el individualismo feroz del sistema, que se apropia del esfuerzo colectivo creador de riqueza y la sociedad burguesa a la que hay que superar requiere presentar ante ella un proyecto ilusionante, solidario, comprometido con el cambio social, basado en hechos que puedan ser contrastables desde los inicios. Programas apenas distinguibles hacen que el pueblo trabajador pueda ser embaucado por los medios, que el empresariado, gustosamente, financia, de forma, cuando menos dudosa y retorcida. Si la gran industria –sus empresas transnacionales– utiliza la ciencia para crecer, y durante el siglo xx la competencia se sometió a la disciplina impuesta desde Washington, si la globalización es una suerte de socialismo inverso, alentar la posibilidad de dar una respuesta alternativa desde la estrechez del marco nacional es una, cuando menos, incongruencia. Si la izquierda quiere dar una alternativa al agonizante modo de producción mercantil tiene que hacerlo constituyéndose en una unidad, un único cuerpo. Un ser humano desmembrado ni siquiera es un cadáver, es un despojo. La izquierda, reducida al feudo nacional es un despojo, inútil porque no puede elaborar una alternativa, ya que es impensable imponer criterios a otros en medio de contradicciones culturales y sociales mucho más teniendo en cuenta que la burguesía en Europa ha tenido que articular una unidad –la Unión Europea–, a la que no se atrevió ni se atreve a gobernar como un único Estado por temor a la sociedad europea, por temor a sus pueblos. El capital financiero teme como la peste una repetición del socialismo soviético inimaginable en Europa. Teme una EBPOПA rusa, y eso es inimaginable porque las condiciones son otras y la experiencia histórica cuenta. NO volverá a verse un socialismo donde la élite administrativa o la élite política se arrogue el derecho a decir, ni sobre la economía, ni sobre geopolitica, ni sobre la sociedad porque se levantarían de sus tumbas todos los asesinados por la burocracia soviética para gritarnos, para impedirnos volver a cometer el funesto error de asentir como comparsas, porque tenemos ante nuestros ojos el compendio, el resumen de aquella traición, en la figura de los nuevos ricos, la neoburguesía rusa que se apoderó de la revolución levantada con el esfuerzo de la clase obrera mundial. Los procesos de Moscú donde la burocracia asesino a honestos militantes, solo por el hecho de discrepar del líder o del partido es irrepetible, pero lo que teme el capital financiero mundial no son una repetición de esos procesos, lo que teme el capital financiero mundial es que Rusia domine Europa, que Estados Unidos quede aislado, contenido entre Méjico y Canada, que las cambiantes relaciones de fuerza convierta a Europa en aliado incondicional de Rusia, un desvarío capitalista, porque si bien Rusia nunca ha invadido Europa, Europa –Napoleón y Hitler– sí invadieron Rusia, y lo que ésta ha deseado históricamente han sido unas relaciones comerciales y culturales cordiales con Alemania y con Francia, es decir, con Europa. El temor a una Europa rusificada carece de fundamento, mucho más probable podría ser una europeización de Asia, y como hipótesis nada descabellada probablemente, un cambio en la relación de fuerzas impulsadas desde abajo, donde el rol de la clase obrera fuera determinante, pudiera hacer realidad este supuesto.

Resumiendo podríamos decir que los límites de los Estados son variables, que ejemplos como los Estados de Oriente medio hechos con tiralíneas por los eficientes funcionarios del imperio británico Sikes y el francés Picot, han de ser rehechos porque son apetecidos por el capital financiero dominante, que los Estados europeos se mantienen, solo como como contenedores de una sociedad europea muy interconectada que los políticos no se atreven a gobernar como una única sociedad multicultural porque teme que la podredumbre de la corrupción y el vaciamiento de los caudales públicos queden al descubierto siendo contestada por una sociedad proletarizada, culta y preparada, dejando en evidencia a la izquierda socialdemócrata teniendo esta que mostrar de nuevo su disposición a ser la voz de su amo incapaz de abanderar la construcción de una ciudadanía multicultural, multiétnica, solidaria, participativa, vigilante y preparada.

Que todos los experimentos financieros hechos desde 1971, con el abandono del patrón oro por Nixon, al que han seguido los nuevos experimentos con monedas virtuales –bitcoin y otros– no es más que nuevas demostraciones de cesiones de competencias, que antes eran estatales, dejada en manos del macro Estado que es el mercado para acelerar el empobrecimiento, y eventualmente, una crisis, sin solución.

Que la invasión de territorios sin previa declaración de guerra es la demostración que evidencia la asumción (asumir) de policía global de la potencia ganadora de la SGM.

Que los organismos internacionales –ONU, WTO, etc.– están al servicio de la potencia mundial porque las burguesías europeas asumieron su condición de vasallos.

Que el crecimiento de las fuerzas productivas están al servicio de la creación de medios de producción de muerte y destrucción (armas de destrucción masiva), y que pueden utilizarse, sin pudor a la mayor gloria de los que utilizan nuestros recursos en agigantar las cuentas corrientes y el ego –Elon Musk, la costosa publicidad de su coche y su cohete lanzador–, vienen a corroborar, que las fuerzas productivas, analizadas en detalle, demostrarían que el innovador se apoya en una ingente cantidad de esfuerzo colectivo, entre los que estaría una inventiva, muchas veces desinteresada, que el emprendedor, se da prisa en aprovechar, sin dar las gracias, siquiera.

Que este crecimiento exponencial no nos acerca al socialismo, porque este paso implica una ruptura consciente, y esta conlleva la recuperación del internacionalismo obrero y su partido: la internacional obrera.

Finalmente sería desairar a los sinceros independentistas catalanes silenciar la incoherencia de su lucha. Si el republicanismo catalán fuese serio no podría ser un problema local sino que los republicanos catalanes serían la punta de lanza del republicanismo español porque, siendo serios y conscientes, se entiende sin gran esfuerzo que no es posible conseguir un logro histórico, reduciéndolo a la mínima expresión; pierde todo el significado y la República de Cataluña se convierte, automaticamente en la broma de tabarnia, por tanto, si el republicanismo catalán fuese serio, un sentimiento acendrado y no un problema de pelas la situación sería muy otra, porque cuando la antigua dirección ha pasado por la judicatura, desdiciéndose ¿Qué sentido tiene un gobierno en Bruselas? ¿El exilio? ¿Incapacidad del independentismo para hacer bandera de los cambios sociales, diluidos en el procés? ¿No revela esta lucha del independentismo la subordinación de la izquierda a las iniciativas de la pequeña burguesía?

EL SOFTWARE DEL AUTÓMATA

El cuasi exponencial crecimiento de la industrialización acontecida en los últimos doscientos años, unida a la inveterada costumbre de arrojar los detritos afuera sin reparar en las consecuencias ha terminado deteriorando el mecanismo natural capaz de regenerar esos desperdicios. Flora y fauna oceánica y terrestre son incapaces de procesar toneladas de aire contaminado y aguas corrompidas porque la gran industria, al este y al oeste han decidido pasar a la sociedad, a todos nosotros, el coste del deterioro.

No es posible pensar en cambios sociales profundos que no contemplen el respeto hacia la naturaleza; su flora y fauna necesitan espacio, tiempo e inversión, porque los humanos al alterar su habitat natural deben, cuando menos reparar y proveerles de las condiciones que hagan posible su existencia.

Tiendo a considerar el planeta como un autómata primitivo, perfectamente capaz de sobrevivir en las condiciones primigenias, pero estas condiciones han sido alteradas a lo largo del proceso histórico, desajustando el programa natural, al que llamaré, haciendo uso del popular y conocido término inglés, software.

No es posible aceptar –me niego– que el proceso cosmogónico haya creado la inteligencia y esta acepte sin opción la desaparición propia sin buscar alternativas. El propio desarrollo de la ciencia, desde los orígenes remotos en el creciente fértil, el valle del rio Amarillo, en el valle del Indo y el propio origen humano en África, revelan que la vida, portadora de inteligencia, busca encontrar respuesta a la desasosegante intriga que, en los seres humanos causa la incertidumbre, el no saber acerca del origen de la vida, de la inteligencia.

La incesante búsqueda de la ciencia especializada, profesional queriendo descubrir el origen de la materia, evidenciaría incongruencia si aceptaran, indiferentes que el cosmos es una pulsión que va y viene, y que en ella desapareceremos. Aunque aceptemos que la inteligencia puede tener lugar en otros puntos del universo, por lo que a la especie humana toca, la ciencia ya ha abordado el tema y un cientifico del ya desaparecido imperio del mal, Nicolai Kardashov, ideó una escala para medir el grado de desarrollo de una civilización; según esa escala, estaríamos a 0.7?... de llegar al grado I (civilización tecnológica capaz de utilizar eficientemente todos los recursos del planeta). Mis lecturas, en este punto, son meramente aproximativas, pero entiendo que ese autómata –el planeta–, con una, digamos, disposición intestina capaz de producir convulsiones y catástrofes, terremotos y plegamientos causante de desastres cruentos y costosos, son inasumibles. Una sociedad poseedora, dueña de las fuerzas productivas, como mínimo, actuales, estaría en condiciones de impulsar las ciencias de la tierra y sus ingenieros, en condiciones de prever y proveer los mecanismos para evitar que las fricciones y plegamientos pusieran en peligro la vida. Que esas fuerzas productivas y su capacidad de destrucción y muerte este manos de gente cuyo objetivo es engordar la cuenta corriente propia es una obscenidad, contra la que es preciso revelarse.

La propia evolución estelar de nuestro sol, nos avoca ser vaporizados en su etapa de crecimiento degenerativo y la evacuación terrestre podría no ser la única opción.

Una sociedad, donde el reparto no se mida por el dinero que tengas sino por lo que seas capaz de aportar, podría solucionar ese alterado software. Porque al sumar el esfuerzo colectivo a la solución de amenazas previsibles, conocidas, escrutables, podría generar en el transito hacia la integración humana estudios y trabajos apuntando a la solución. De otro lado, teniendo en cuenta la profundidad y alcance de un esfuerzo semejante, el propio hecho de abordar el trabajo con criterios diferentes al del trabajo asalariado, los participantes, en ese esfuerzo, no estarían alienados del esfuerzo comprometido y asumido, es decir, la humanidad sería dueña de su destino.

Terminaré este largo apunte agradeciendo a mis amigos sus críticas y correcciones, diciéndoles, aunque parezca, lo contrario, que tengo en cuenta sus correcciones, pero a veces, el ejecutante, hace bueno el refrán al tropezar, más de dos y tres veces, en una piedra obstinada en no quitarse del camino. Gracias por las correcciones. Me esfuerzo en mejorar.

jmrmesas

veinticinco de febrero de dos mil dieciocho

Este apunte lo fraccioné en tres partes para facilitar su lectura, pero algún amigo me aconseja que lo rehaga en uno solo porque fraccionado pierde coherencia. Le agradezco su atención y las correcciones, mínimas, espero que lo hagan más claro.

Quiero dedicarlo a esa vanguardia abnegada que son las mujeres y que el próximo 8 de marzo nos convocan a solidarizarnos en su esfuerzo.

jmrmesas

cuatro de marzo de dos mil dieciocho