lunes, 31 de enero de 2011

LA UNION EUROPEA NO PUEDE SER COMPLICE


La Unión Europea no puede ser cómplice de todos los gobiernos corruptos, que la ciudadanía de los países como Túnez, y ahora Egipto y Yemen y Argelia y Mauritania, de todos estos países en donde el ejemplo del desesperado Bouazizi, convertido por sus conciudadanos en mártir de la libertad, ha enfervorecido con su ejemplo a otros émulos, igualmente desesperados a inmolarse en favor de unas condiciones de vida decentes, dignas de personas, tan capaces, cultas y preparadas como las que habitan Europa o Estados Unidos, no puede ser tan inmisericorde e indecente, repito, la Unión Europea, como para querer imponer a esos ciudadanos magrebíes o árabes, o quién sabe si en cualquier momento, también persa, también marroquí, unos interlocutores contra los que están derramando su sangre, que asustados por la revolución, encuentran la coartada del integrismo, tan sorprendido y confundido, ellos mismos, -el integrismo- como todas las instituciones oficiales, por la indignación de la ciudadanía.

La unión Europea, tiene que apoyar a la ciudadanía, que se echa a la calle a pedir justicia y libertad, dignidad y trabajo, sopena de reconocerse así misma corrupta y canalla, y si así hiciese, la ciudadanía europea tendría que desautorizar a sus gobernantes saliendo en defensa de la ciudadanía norteafricana, porque Europa no esta muerta está viva, y en este caso, la izquierda europea, no importa, que país sea el primero en convocar la manifestación solidaria, debería de ser secundada, de inmediato, por todos los demás, como movimiento de solidaridad y como autodefensa, pues, los mercados han salido de su encuentro en Davos, felices y creídos de que el monte es orégano, dispuestos a seguir ajustando las clavijas de los desheredados del mundo, porque ellos son los que dicen que es los que hay que hacer, aunque sea nocivo para la gente, y tengámoslo presente: ese crecimiento “a tres velocidades” que parece ser la consigna oficiosa, se convertirá en cada lugar en planes de reconversión, leyes contra los trabajadores, recortes sociales, porque hay que empobrecer a las masas para imponerse a ellas, pero, si algo nos dicen Túnez, Egipto, Yemen, etc., es que, eso, es insoportablemente indigno de seres humanos, y si los ministros de exteriores, puesto que los gobiernos, no son capaces, toman la abominable decisión, y el parlamento europeo,  inoperante, sigue sin enterarse, el presidente Van Rompuy, pura decoración, igualmente no desautoriza, una declaración cómplice, entonces es que es la hora de la ciudadanía europea, y por lo tanto debe de dejar constancia que la Unión Europea, no recoge el sentir de la ciudadanía.  

Los partidos, sindicatos y organizaciones de izquierdas, de toda Europa, tienen que convocar y organizar una manifestación unitaria y coordinada a la mayor brevedad para decirles a la ciudadanía árabe y norteafricana, que apoyamos sus reivindicaciones y somos solidarios con su esfuerzo.
                                                       jmrmesas.      

sábado, 29 de enero de 2011

LA LLAMA DE LA REVOLUCIÓN








Hay acontecimientos históricos, que por sí solos tienen la virtud de colocar a cada actor interviniente en la escena política, en el sitio, que históricamente ocupa en el contexto del desarrollo de la acción, y es esto mismo, lo que está sucediendo con las movilizaciones populares que están desarrollándose en toda la zona araboislámica, en donde la  lucha de masas  sacudiéndose siglos de tiranía está situando a cada quien en el lugar que quiere ocupar y que, en cierto modo le corresponde; mientras el  primero, con mucha diferencia, es el actor principal, Estados Unidos, que por boca de su presidente se está asegurando no perder influencia y por tanto conservar hegemonía, entre unas masas, por el momento muy ocupadas, como para reparar en profundizaciones.

 Esta actitud USA, de apoyo a las masas está motivada como una garantía de defensa de los propios intereses, y hasta aquí, es normal.

 El otro actor, del que se podía esperar una decidida acción para ocupar el primer plano, asegurándose así, una defensa de sus intereses, que hiciese de su papel, el rol de “surfear”  la ola de la revolución, peligroso, pero necesario, para imponerse en la escena política,  -que duda cabe- debería de haber sido la Unión Europea, cuyo más perspicaz personaje, Sarkozy, -no en vano la burguesía francesa es la más decidida- habló tarde, pero lo hizo, para apoyar las movilizaciones tunecinas, cuando ya habían conseguido el derrocamiento de Ben Alí, sin embargo, aún calla la UE, sin atreverse a decir lo dicho por el gran patrón, Obama: “apoyamos el derecho de las masas”, con lo que la acción en desarrollo le sitúa en el papel de una burguesía, rebasada por la historia, incapaz de gesta de ningún tipo, siquiera para defender el EURO;  esto es lo determinante de la omisión de la Unión Europea, callando en el  proceso de revolución pacífica, que se lleva a cabo, pues su silencio la obliga a echarse en brazos de los mercados, para mal de la sufrida ciudadanía europea, que pagará las consecuencias de la cobardía de sus dirigentes, y sitúa definitivamente a la burguesía europea para hacer mutis en la historia.

Pero, ¿Y la sociedad europea? La historia sigue siendo imprevisible y el ser humano sigue luchando por controlar su destino, y una vez que contemplamos dolorosamente la falta de liderazgo de los líderes “naturales”, estamos obligados por la necesidad a defender nuestros intereses, sino queremos ser arrollados por la historia y ocupar el papel de “reserva espiritual”, muy pobre, por lo que se impone la necesidad de levantar una bandera, una señal capaz de liderar a las sociedades a la luz de los retos que plantea el naciente siglo xxi.

La burguesía europea, tímida y lentamente, muy lentamente, dio unos pasos correctos en la dirección, que la historia requería, pero una vez comprobado su incapacidad para tomar la decisión final, la sociedad europea debe levantar la bandera de la unidad europea con todas sus consecuencias y luchar por la Unión Europea Socialista, este es el reto que puede volcar el siglo xxi en favor de las masas populares en todo el planeta, pues todos los factores materiales están presentes desde hace décadas, ciencias y tecnologías, medios de producción, madurez social y política, estas son las nuevas fuerzas productivas encorsetadas por unas estructuras sociales, que en lo político la llenan gobernantes, corruptos, ladrones, felones, que se miran unos a otros y se disculpan y perdonan, mientras fustigan a sus sociedades, exprimiéndolas;  en lo económico, las estructuras la llenan los financieros, banqueros, especuladores que ocultan el botín en los paraísos fiscales, verdaderos santuarios del terrorismo político-financiero, incapaces de poner todos los medios al servicio de las mismas sociedades humanas a las que esquilman y empobrecen.

Esperar que los expertos sociales nos digan qué soluciones hay que tomar es una espera fútil,  sin ningún contenido, porque han tenido todos estos años pasados acumulando datos que no han sabido, ni querido ni podido conjugar, y que no han querido interpretar, porque el vaso está siempre medio lleno, hasta que el torrente lo desborda de golpe, con lo que quiero decir, que las estructuras sociales, políticas y económicas se enmohecen muy rápido, en unos momentos, como los actuales, en donde el dinamismo social no para de chocar con estructuras pasadas, propias de sociedades pretéritas donde los cambios se producían con lentitud.

El debate, entre los economistas de prestigio, -Galbraith jr, Stiglizt, Krugman, Wray, etc.-    laureados, pero sensibles ante los problemas que ha puesto ante sus narices la actual crisis de la economía está motivado por la descontextualización que estos expertos hacen con la ciencia económica al considerarla ajena a la propia sociedad que la genera, y por lo tanto los parámetros separados del desarrollo social no les permiten ver que el sistema está caducado, que no sirve a la sociedad, aunque sí, a un puñado de elementos riquísimos, los “mercados”, aunque tenga que discrepar de Schwartz, o L. Solana, empeñados en hacernos creer que los mercados son los abueletes que tienen sus ahorrillos en la bolsa, por eso, en este contexto, los expertos no pueden decirnos nada, porque ahora es el momento de la política revolucionaria.

El político revolucionario no es el sujeto con una tea en una mano, y el cuchillo en la otra, esa es la imagen que venden los fabricantes de armas, los dueños del átomo, de los misiles balísticos, de los submarinos “clase Virginia”, esos que pueden destruir el mundo varias veces; el político revolucionario es el explorador, el investigador de las nuevas necesidades de la sociedad que trata de alumbrar nuevos modos de organización, para conjugar los nuevos medios a favor de la humanidad, principalmente de la humanidad doliente, pero no solo, ya que no se trata de excluir, sino de sumar; es posible que parezca increíble,  y que los responsables, parezcan ser los que se reúnen para “perfeccionar” el Pacto de Toledo, o..., cuando lo que está en el alero es el destino de todos y no son capaces de percibirlo, angustiados por complacer las exigencias de los poderes fácticos, cuando el poder de iure, está expresándose, como de costumbre derramando sangre propia: si la izquierda europea quiere hacer de notario, si su papel de agente vivo de la sociedad europea ha de ser de líder, arrebatándole a la decrépita burguesía el liderazgo oficial, entonces estos son los poderes:

UNIÓN EUROPEA  SOCIALISTA, NO DE MERCADO, ESTE ESTA CONDENADO A DESAPARECER; SU TIEMPO SE ACABÓ.
Y estas sus armas:

ERRADICACIÓN DE LOS SANTUARIOS FINANCIEROS, SESENTA AÑOS DE LATROCINIO CONSENTIDO Y TOLERADO POR LOS GOBIERNOS, NOS AUTORIZAN A EXIGIR,

CONDONACIÓN DE LAS DEUDAS, DE TODAS LAS DEUDAS,

REGULACIÓN DE TODO EL SISTEMA FINANCIERO,

ORGANIZACIÓN DE UN NUEVO SISTEMA MONETARIO INTERNACIONAL,

REORGANIZAR LOS FOROS INTERNACIONALES -ONU, FMI, BM-,

DEFINIR UN NUEVO SISTEMA MONETARIO, CON UNA MONEDA  ÚNICA,

ELIMINACIÓN DE LOS ARSENALES NUCLEARES, NO QUEREMOS GUERRAS QUE SIEMPRE PELEAMOS NOSOTROS Y GANAN ELLOS,

REPARTO DEL TRABAJO,

ENSEÑANZA PÚBLICA, PONIENDO ESPECIAL ÉNFASIS, EN LAS ENSEÑANZAS  POTENCIADORAS DE LA COLABORACIÓN Y SOLIDARIDAD,

este   tipo de reivindicaciones permitiría encarar los retos del nuevo siglo de transición hacia nuevos modos de organización y producción, con unos costes sociales soportables, que hiciesen tolerables la remoción de las viejas estructuras, y que las diversas burguesías fuesen perdiendo relevancia de una manera, mínimamente, traumática, y para acabar sería muy importante que la izquierda hiciese público, su apoyo sin reservas al despertar reivindicativo y liberador de los pueblos árabes que quieren liberarse de sus atávicas ataduras.

Esto que parece imposible es lo razonable, lo otro, que parece responsable y comedido es el terror a lo nuevo, el miedo a lo desconocido: “más vale lo malo conocido, que lo bueno por conocer”, tiene acreditado su histórico fracaso: seamos razonables y pidamos lo imposible.
                                                                  jmrmesas




jueves, 27 de enero de 2011

ARABIDAD




La civilización que fue vida y cultura durante la edad media, y que recuperó gran parte de la cultura griega, con sus traductores, está sacudiéndose siglos de corrupción y tiranía, animados por la revolución tunecina, que ha tenido la virtud de ser la chispa que ha prendido en una sociedad, que lejos del folklore, se encuentra metida en la misma problemática, que tienen las sociedades del naciente siglo xxi: los gobiernos, las jerarquías ejercen el poder, sea democrático o tiránico, siempre, de espaldas a sus pueblos.

Estas sociedades árabes, nuestros vecinos del sur, se miran más en el espejo europeo, que en el espejo yanki, y particularmente, la sensibilidad y simpatías por España, merecería un apoyo solidario, a toda la situación de cambio social que empieza a desarrollarse en toda la zona, al menos por parte de la izquierda, pues los gobiernos europeos, en principio, apoyan al poder constituido, por corrupto y canalla que este sea, y mientras estas oleadas de indignación no terminen de germinar, se cuidarán muy mucho de apoyarlas, pero la izquierda europea, y sobre todo española, no deberían de perder ni un minuto en organizar una gran manifestación en solidaridad con la arabidad reivindicadora, de cuyo éxito, solo pueden derivarse beneficios para todos; para ellos y nosotros.

El presidente Obama, se dirigía a los norteamericanos para advertirles de la perdida de liderazgo que esta teniendo Estados Unidos, a manos de China, pero particularmente creo, que si hay un liderazgo que pueda inquietar profundamente a Estados Unidos, sería el liderazgo de una Unión Europea dirigida por un gobierno central europeo, y que se atreviera a impulsar el proyecto europeo en otras sociedades, pues ese ejemplo de una unión política, la europea, que no puede ser imperialista, porque la heterogeneidad de la sociedad europea la obliga a la colaboración y el compromiso, sería el disolvente más temible para el imperialismo norteamericano, ya que el liderazgo de Estados Unidos, no puede mantenerse más que por la explotación y por la fuerza, mientras que el liderazgo europeo, tendría que ser, obligatoriamente, de colaboración y solidaridad, y este ejemplo calaría en otros ambientes culturales donde las diferencias entre los pueblos tienen en común un componente islámico que serviría de aglutinante homogeneizador, por eso, en estos momentos, sería fundamental que las sociedades musulmanas que empiezan a sacudirse trabas, vieran el apoyo de sus vecinos del norte, la izquierda sensible, apoyarles y animarles en la lucha, pues los gobiernos no lo harán ahora: esperan y temen.
                    
                                                                  jmrmesas         

martes, 25 de enero de 2011

BLOGUEROS



Un blog puede ser un desahogo en el que expresarse de las más variadas maneras, pero del mismo modo, un blog puede ser una eficiente herramienta para aclarar ideas y conceptos, que solamente se debaten en escogidos gabinetes y ambientes de documentados expertos, donde se discuten asuntos que luego tienen consecuencias en la vida de la gente corriente; yo querría hacer de mi modesto cuaderno, esto último, una eficiente herramienta, con la que aclarar los aspectos, que la brutalidad de la crisis económica ha puesto sobre el escenario del mundo, para que, sumisamente carguemos un pesado fardo, que los mercados han dejado ahí, por eso, mi propuesta, sobre todo a aquellos navegantes de la blogesfera, es debatir, con la intención de hacer luz, queriendo poner  énfasis, en que esta crisis, lejos de ser una consecuencia imprevisible, ha sido querida y provocada, por el más conspicuo “mercado”, la burguesías del complejo militar-industrial de los Estados Unidos.

Sobran datos; la información puntual, en tiempo real, llena páginas con datos de todo tipo, pero el ingrediente que vertebra toda esa información, el argumento que se desprende de semejante marejada de datos es el mismo, “nos hemos empobrecido porque  vivimos por encima de nuestras posibilidades”, argumento falaz que oculta el motivo capital de la actual crisis, y este es que dadas la internacionalización de las actuales fuerzas productivas, cuya consecuencia es la globalización de la economía, que el sistema ha perfeccionado la mercancía por excelencia -el dinero- ,que la especulación es la mercancía más rentable, y que la dirección del proceso de globalización imperialista empieza a salir de las manos de Estados Unidos, se ha hecho necesario un golpe de timón para tratar de centrar el curso del rumbo.

¿Como es esto así? En el mundo operan fuerzas poderosas, y esas fuerzas tiene sus propias contradicciones que no siempre son previsibles, y la principal característica del sistema es que impulsado por el afán de lucro, la producción más acabada es la especulación financiera, pero ésta requiere, en las actuales condiciones de avances de las tecnologías de la información y de las comunicaciones, muy poca inversión en la economía productiva, con lo que en el desarrollo del proceso, supone un freno, una barrera el de desarrollo de las fuerzas productivas, siempre pujantes, porque es lo que caracteriza una sociedad dinámica; la consecuencia más inmediata es desplazar la economía productiva hacia zonas donde la mano de obra este más atrasada socialmente, buscando mayores rentabilidades, -la deslocalización, que termina afianzándose en las economías emergentes de esas sociedades, escasamente estructuradas-  ,y ha sido en este contexto, que sin proponérselo, pero impulsadas por la necesidad de tener su propio mercado interno, que la burguesía europea ha ido dando pasos que han concluido en el euro, como vehiculo para armonizar su mercado interior; llegados a este punto, la élite de la burguesía norteamericana, ha echado un pulso al euro, vía especuladores, en un intento de evitar que la burguesía europea, forzada a tener que dar pasos para defender su instrumento de cohesión, el euro, reforzara una unidad, que la propia burguesía europea teme (Supóngase un gobierno central europeo, con una hacienda común, un ejercito común, una política común y una diplomacia común; aceptemos una sociedad integrada pero heterogénea, y que ese tal gobierno se deberá de esforzar, por aumentar el grado de cohesión entre países y regiones, aunque fuese de derechas, ¿Qué grado de influencia tendrían las diferentes burguesías nacionales en el ámbito político? Indudablemente mucha pero muchísimo menor que el que tienen en el ámbito de la política del estado nacional, y con tendencia a perder relevancia frente a una sociedad, cada vez más poderosa y culta).

Esto es lo que teme la élite del complejo militar-industrial norteamericano; lo que teme la burguesía europea, que tal vez se viera en la necesidad de hacer, como acto final de soberanía, ya que entiende, que a partir de ahí, su perdida de poder sería creciente, teniendo que entregar el testigo a una sociedad que la supliría con creces, pero, esto sería la garantía de un transito hacia una nueva sociedad global hecha con las mínimas tensiones y con un coste social favorable, para impulsar un nuevo modo de producción basado en la cooperación y en las necesidades sociales.

Evidentemente las consecuencias de esta acción europea  tendría trascendencia universal, porque las repercusiones, en primer lugar, en todo el continente de América del norte, -Canadá, USA, Méjico- serían casi correlativas.

Esta contradicción es la que nos mantiene actualmente en manos de unos mercados, cuya única baza es el empobrecimiento social de la población europea, pero también, de la propia población de Estados Unidos, como garantía de supervivencia de un sistema, el modo de producción mercantil, que no aguantará el resto del naciente siglo xxi, porque la utilidad social del capitalismo ya supone freno a la sociedad en su conjunto: veamos un sinopsis del acabado siglo xx; al comienzo del siglo había unos pocos cientos de kilómetros de vías férreas, el teléfono y el telégrafo eran inventos recientes y escaso, los cables submarinos empezaban a tenderse, no se sabía que era la electricidad, las ciencias empezaban a estructurarse y codificarse metodológicamente, etc., etc.; en este proceso han crecido las fuerzas productivas, se ha internacionalizado la economía, cuya consecuencia más evidente es la dificultad de buscar paridades a las monedas -fundamentalmente dólar/euro/yuan- ,pero no solo, los organismos internacionales están todos descompensados: la ONU es un remedo de la sociedad de naciones, cuya autoridad está hipotecada a USA, es decir, un siglo xxi capitalista será un siglo de tensiones, aventuras bélicas y empobrecimiento social y cultural, porque la cultura para la sociedad y el bienestar para los pueblos es incompatible con el sistema, por eso creo, a la luz de lo que ha sido el siglo xx, que un nuevo siglo capitalista será un siglo perdido.
 
La nueva década comenzada empieza con la revolución tunecina, y casi como una descarga telúrica, ha tenido réplicas en diferentes puntos de la geografía norteafricana; la sociedad tunecina está expectante, pero también todos sus vecinos: ¿Su futuro?, dejados a su suerte, sin el principal apoyo de las organizaciones de izquierdas y sindicatos obreros del continente europeo muy poco claro; Sarkozy ha sido el primero de los gobernantes europeos en definirse, pero todos los demás, incluida la izquierda callan, y mientras, la camarilla que se ha enriquecido se da maña para continuar.

Estos son los mimbres con los que se están poniendo las bases del nuevo siglo. Mucho tela que cortar y me gustaría animar a otros blogueros a debatir estos temas, porque, claro está otros, nos los explican de otra forma que no lo entiendo.
      
                                                         jmrmesas

viernes, 21 de enero de 2011

¿QUIEN SE ATREVE A HABLAR EN NOMBRE DE EUROPA?



Si al fugado presidente de Túnez, le hubiesen dicho dos meses antes que tendría que dejar el poder, probablemente hubiese pensado que todo lo tenía bajo control, y que la buena gente de Túnez, le quería.

Cuando un tal “Bouazizi” se quemo vivo delante de una sede oficial, y el fugado presidente de Túnez Ben Alí, fue al hospital a interesarse por la gravedad de las quemaduras del agonizante, tal vez prometiera cambios, pero ya se sabe, las cosas requieren su tiempo.  Pocos días más tarde, el presidente de Túnez hubo de salir a toda prisa, porque de repente, Túnez se convirtió en el ejemplo a seguir en otras sociedades del norte de África,  porque los “Bouazizis” se multiplican en toda la región porque las condiciones, en esas sociedades son, como copias, los tiranos, idénticos, el sufrimiento, el mismo, la carne dolorida, digna de la más tierna compasión;  de repente, la historia cobra aceleración misilística, pero los dirigentes al mando de los controles no lo ven, siguen el curso rutinario, “porque todo lleva su tiempo”, “las cosas no son de un día para otro”, pero hete allí, que las cosas sí son de un día para otro.

Obama previene a Egipto que los cambios en Túnez se hagan sin interferencias, ¿Quien, en nombre de Europa, advierte a los poderosos del norte de África? Nadie; nadie en Europa toma la palabra, para advertir a los gobiernos norteafricanos, contención porque tal vez, en Europa, la problemática europea sea tan densa como para impedir que los gobiernos europeos reparen en problemas foráneos.

Leo un artículo de Randall Wray, aparecido en la revista “Sin permiso” en el  dice que la economía sostenida hasta ahora no tiene solución porque los que controlan no quieren ver otras soluciones, para finalizar diciendo que hay volver a una política del  tipo “New Deal”, pero  el asunto es que no estamos en una situación igual, ni siquiera análoga a los años treinta del siglo xx, y no lo estamos porque han pasado, no ochenta años cualquiera, han pasado dos guerras mundiales, cuyos efectos han sido la globalización de la economía, unas comunicaciones con internet como exponente, el ser humano comienza a explorar el espacio allende las fronteras del sistema solar, y sin embargo, las estructuras sociales no se acomodan a tal potencial porque este logro de la humanidad, es un logro de una pequeñísima parte de la humanidad, este logro se lo apropian los “mercados”, porque nadie quiere ver otras soluciones y se prefiere una cierta escisión de la raza humana, la inteligencia que decide, aunque decida mal, “es preferible un putero que haga buenas leyes, a un justo que haga leyes contra la Iglesia”,  la cita me viene a la memoria leída no hace mucho de un personaje italiano, para referirse a los negocios de dudosa legalidad  berlusconianos, que serían los listos de este mundo, y el resto, a los que se les aparta de las decisiones, porque son los ejecutores, la mano de obra que es necesaria para tener la casa en orden, los estúpidos, a los que hay que mantener en la inopia, no vaya a ser que terminen considerándose iguales.
En mi artículo, que publiqué el 17 de enero, me esforzaba en hacer notar que los economistas, expertos en esta rama de las ciencias sociales, acostumbrados a valorar las decisiones económicas a la luz de la ideología dominante, no conciben que el modo de producción mercantil esté expresando su agonía, incapaz ya de seguir siendo soporte de progreso para la sociedad, y este escrito del señor Wray, recogido en la revista “Sin permiso”, confirma mi parecer: el mundo cambia delante de nuestros ojos, pero no reconocemos su mensaje, y creemos que es como siempre. ¿Es necesario que tengamos que contemplar la visión de un ser humano ardiendo, para preguntarnos por qué?
                                                          jmrmesas

jueves, 20 de enero de 2011

M A G R E B I I


Cuando comprenderán los dirigentes de las organizaciones de izquierda la importancia de los gestos de apoyo y solidaridad más allá de lo meramente táctico.

La importancia de la revolución tunecina, está animando por contagio una situación regional de unas masas ciudadanas, que en otros países del área, se identifican con sus vecinos de Túnez, porque las situaciones sociales y políticas, les hace reconocerse, como si en un espejo se viesen, así mismos, pero igualmente a sus dirigentes con la carga de corrupción, nepotismo  y brutalidad, que tales regimenes emplean contra sus respectivas sociedades, por eso sería importante un gesto de apoyo solidario por parte de las organizaciones y partidos de izquierda a los tunecinos, en primer lugar, pero también a todos los ciudadanos magrebíes,  extensible a las masas de ciudadanos egipcios, todos ellos nuestros más próximos vecinos extraeuropeos,  y por lo tanto, nosotros sus vecinos del norte, al apoyarlos estaríamos, no solo mostrándoles solidaridad cómplice sino que estaríamos mandando un aviso a los dirigentes políticos de esos países, donde la corrupción, la venalidad y la brutalidad presentan tasas de descaro insoportable, la necesidad de contención a la hora de utilizar la fuerza represiva, si se diera el caso, en otros países de la zona.

                                                                  jmrmesas

lunes, 17 de enero de 2011

I N T E R N A C I O N A L



MATERIALES
Como las condiciones de vida de los seres humanos las garantizan los medios materiales de producción, partiremos del supuesto de que el hecho material que provee las condiciones de tales medios, es el actual modo de producción mercantil, el cual validó su efectividad histórica desarrollando las fuerzas productivas.

Tales fuerzas productivas no son más que los instrumentos de producción, los cuales rompiendo las fronteras, dadas las sucesivas internacionalizaciones  producidas, han terminado teniendo todo el escenario mundial como campo de operaciones;  esto, hoy, ahora, resulta evidente para un amplio y vasto espectro de sectores populares, cuando no hace mucho, hubiese resultado harto difícil de explicar, siendo el caso más conocido el problema financiero, mediante el cual, los bancos deciden retirar de la circulación el dinero depositado en sus cuentas, y los gobiernos, presurosos,  les dan el que recaudan de los ciudadanos, precisamente, a los que tienen las condiciones más favorables, dadas por los gobiernos, para que coticen poco o nada, y es aquí que considero importante suscitar el debate sobre el contenido de la economía.

Las referencias que puedo ver en los medios, cuando hablan de la economía, presentan los hechos como si de fenómenos de la naturaleza se trataran, como si de elementos, ineluctables, dotado de vida propia, pudiesen desarrollarse, sin posibilidad de contención.

Las ciencias sociales, entre las que se encuentra la economía, explican los comportamientos de las sociedades, en una aproximación dirigida a resolver los problemas a la luz de los intereses dominantes en la sociedad, y los científicos que interpretan los comportamientos de la economía, son los economistas que enseñan en universidades y escuelas. Tales economistas son los mismos que desarrollan su quehacer en empresas, bancos, instituciones que funcionan según el modo de producción de mercancías,  cuyo motor y estímulo es el lucro, el beneficio concreto para la institución, banco, multinacional o cualquier tipo de negocio, el cual, sin dudar esta regido por la legalidad, pero ese lucro, es para la empresa que lo genera, no esta enfocado o dirigido a satisfacer necesidades sociales sino intereses particulares y concretos de una parte de la sociedad. La generalización de empresas y el intercambio comercial es la justificación para presentar el funcionamiento como utilidad social, aquello que Adam Smith decía,  la mano invisible del mercado;  hoy, la utilidad social de la producción de mercancías, no garantiza las necesidades sociales, nunca las satisfizo, pero, abiertamente, desde las últimas décadas del siglo xx, las fuerzas productivas están obstaculizadas por un mercado al que desatienden porque el objetivo es el beneficio y no satisfacer necesidades sociales, precisamente cuando existen los medios materiales, intelectuales, sociales, que podrían hacer crecer las fuerzas productivas, estas se encuentran obstaculizadas porque los dueños de tales fuerzas no encuentran beneficio para la aplicación de los medios de producción. 

Esta idea del beneficio lucrativo, es la que esta en el pensamiento de los profesionales de la economía, los cuales supongo, contemplan el supuesto teórico del final del modo de producción, como una posibilidad, que tendrá lugar en algún momento, no ahora, porque, embebidos de las ideas de la clase dominante, consideran los acontecimientos económicos desde el prisma del lucro mercantil y no del beneficio social que reportaría la utilización de los actuales medios de producción, a la luz de las ciencias.   

ECONOMIA  INTERNACIONAL  
Lo que distingue una ciencia exacta de una ciencia social, estriba en el análisis del suceso, o sucesos investigados, pues en el caso de un acontecimiento del primer tipo, el analista sea creyente o ateo, musulmán  o católico, negro o blanco, investiga según protocolos desprovistos de prejuicios que empañen o distorsiones las mediciones que arrojan el objeto de investigación; los resultados obtenidos son contrastables y una vez verificados todos los protocolos pertinentes y repetidos los ensayos y pruebas correspondiente, se aceptan los resultados;  por el contrario, un suceso económico es justificado de tantos modos posibles como sea necesario para hacer asumibles las consecuencias, porque hay que ajustar el lucro empresarial como utilidad para el cuerpo social; el interés de una parte es preciso justificarlo como interés general.

La Economía, a diferencia de la Física, se desarrolla en un determinado ámbito, y mientras la Física, es común sea quienes sean sus estudiosos, el lugar o la circunstancia que sea,  la economía ha de imponerse una sobre otra, la de USA, sobre la de Europa, o sobre la de China, o sobre la de ... ..., es decir, ha de imponerse una sobre otra, porque los intereses son contradictorios; requiere de un discurso parcial que es la política, y esta se apoya en un supuesto impersonal y pretendidamente objetivo que, los medios coinciden en llamar, los mercados, ante el cual encuentran justificación los sacrificios a los que se somete a una ciudadanía ayuna de conocimientos y organización capaz de discutirle a “los mercados” sus exigencias, pretendidamente objetivas; ante estos intereses, supuestamente objetivos, los trabajadores de FIAT, en Italia, o de NISSAN, en España, deciden rebajar sus condiciones de vida para poder seguir trabajando, y este comportamiento es generalizable allí donde se mire, porque la otra opción, la de sociólogos y economistas que ven los problemas con otra perspectiva esta puesta en sordina porque contesta, con datos, los supuestos del mercado.

Esta situación se parece, en cierto modo, al debate, que en los albores de la edad moderna, cuando se dejaban atrás los rigores teológicos del medievo, porque entre la población empezaron a proliferar escuelas de pensamientos discrepantes, y los seglares documentados y cultos discutían con los teólogos de Roma de todo lo divino y humano, que la Iglesia, se tuvo que avenir a revisar su doctrina, porque, sencillamente, los cismas se hubiesen producido, uno tras otro, de igual modo, hoy, los supuestos dogmas del mercado se discuten, vía de hechos, por una sociedad que no cree que el mercado pueda justificar la injusticia, y ayer fueron huelgas y manifestaciones en diversos países europeos, ahora es el Magreb, donde la población pone en solfa a una parte de su “mercado”  -Ben Ali, asignaba, con visión, recursos- pero toda esta situación adolece del  necesitado debate teórico sobre los problemas de una situación histórica nueva y cambiante; de como articular los medios, qué cosas priorizar, como someter los medios de producción  y la misma economía a la sociedad, la cual, no olvidemos, es soberana, y no al revés; falta explicar que los mercados son los dueños de los medios de producción los cuales deciden que se fabrica, donde se fabrica, como se fabrica, donde se vende, a qué precio se vende; falta explicar que el modo de producción de mercancías tiene fecha de caducidad, que esta caducidad la pone de manifiesto la imposibilidad de desarrollar con todo su vigor las fuerzas productivas actuales; falta explicar que la propia sociedad es la mayor de las fuerzas productivas, pero que ésta, corroída por el antagonismo de unas relaciones de producción empobrecedoras impide sacar de sus componentes lo mejor y más positivo, porque eso significaría el dejar sin relevancia a una élite para la cual, el poder lo es todo; falta explicar la especulación financiera es el testimonio vivo  de la propia contradicción de la producción de mercancías, pues crea dinero sin crear mercancía, produce valor de cambio sin producir valor de uso; falta explicar que los paraísos fiscales son el mayores centros de corrupción y crimen producidos para atacar a la sociedad, verdaderos santuarios financieros del terrorismo político-especulativo, a los que hay que poner fin, haciendo revertir sus riquezas en el conjunto de la sociedad, a la cual se le hurtó.

EUROPA Y ESTADOS UNIDOS
La fluidez del comercio mundial ha internacionalizado las fuerzas productivas en un grado, como nunca antes ha sucedido; esta fluidez de la economía mundial; esta globalización, es precursora de nuevas necesidades organizativas en el desarrollo que demanda la economía naciente, atenazada por una estructuras políticas, claramente asfixiantes e inútiles para responder a los problemas que ante sí tiene la humanidad planteados, y como la manera de facilitar esta fluidez ha sido el dinero, el cual convierte el objeto producido en un determinado valor, a condición de que el instrumento de medida sea coherente, y es aquí, precisamente donde radica el problema que tiene al mundo en un sinvivir; en noviembre pasado la conferencia que se reunió en Seúl terminó sin acuerdo, porque el problemas es difícil de conciliar; es como si los músicos de  diferentes países tocasen de oído una sinfonía que se conocen, pero cada vez que le ponen la partitura en el atril estuviese escrita jeroglíficamente, y no es el idioma universal de fusas y corcheas; la partitura es el dólar, y aquí conviene, al menos, brevemente, recordar los orígenes del problema.

A mediados de 1944, se reunieron en Estados Unidos los aliados, con objeto de diseñar el nuevo sistema monetario que entraría en vigor tras la SGM.  Ya entonces el representante europeo en la conferencia, J.M.Keynes, propuso una moneda mundial para facilitar el comercio; ya entonces, alguien, que sí era capaz de pensar en términos globales, vio esta necesidad. Se decidió un valor homogéneo para las monedas, igualándose estas al valor del oro a razón de 45 dólares la onza del metal. La moneda mundial facilitadora del comercio se lo adjudicó el dólar, por razones fáciles de entender. En los años 70, la cantidad de dólares era de tal magnitud que se le hizo notar a Estados Unidos el desajuste entre los dólares y el oro de respaldo; desde entonces las monedas están sin un ajuste de paridad -no obstante, el mundo sigue funcionando; pasa como con Bélgica, casi un año sin gobierno, y sigue funcionando; habríamos de preguntarnos sino serán prescindibles, muchos convencionalismos- y es precisamente de esta paridad que se debatió en Seúl, sin acuerdo, y se volverá a discutir en el próximo encuentro, sin acuerdo, porque lo que esta en el fondo de ese acuerdo es la hegemonía de Estados Unidos, como única fuerza dirigente.

Y es en este punto que se produce la crisis de la economía, que venía incubándose desde muy atrás, cuando al calor de la quiebra del Lehman Brothers, se desata la campaña de hostigamiento al euro, no por casualidad, sino como un movimiento estratégico para frenar a una economía, la europea, cuyo crecimiento, visto por el complejo militar-industrial norteamericano, presenta un peligro real para la hegemonía estadounidense, y esto, precisamente, por las dudas y vacilaciones de la burguesía europea, que nunca pensó llegar tan lejos como ha llegado, y que precisamente, porque comprende que más Europa no hace sino debilitarla, es lo que excita el hostigamiento de élite burguesa norteamericana, en un intento de lograr tiempo.

El desajuste de paridad entre dólares y euros, o lo que es igual, dotar al euro de la suficiente fortaleza, antes que los especuladores se atrevan a echarles pulsos, no es cuestión de baremos contables, es sobre todo, una decisión política, que la burguesía europea es incapaz de tomar, porque requiere optar por la construcción de una administración central, construyendo los Estados Unidos de Europa, y esta apuesta le resulta imposible de tomar, porque tendría que homogeneizar a la heterogénea población europea, en cierto modo muy integrada, pero sin consciencia de formar una nación, o mejor, de pertenecer a una estructura común, garante del “modo de vida europeo” -european way of life-.

Estaba escribiendo esto, cuando viene en mi ayuda, sin que yo lo pidiera, nada menos un gurú de la economía, el cual ejemplifica, lo que tanto trabajo me cuesta expresar.      

El articulo de P. Krugman, recogido en la prensa dominical, me parece contradictorio, interesado, pero interesante, porque plantea una cierta perspectiva del problema del que hablo, pero en alguien de su honestidad profesional, resulta difícil de entender, que pueda mirar hacia adelante y ver un nuevo siglo capitalista, cuando tenemos los resultados del siglo xx; un nuevo siglo capitalista solo podrá traer una sucesión de desordenes, económicos, políticos y sociales,  sino se someten los mercados al imperio de las necesidades de la sociedad en forma de garantizar las necesidades básicas de sus componentes, y ello requerirá no solamente establecer un sistema monetario sino configurar todas las instituciones internacionales, desde la ONU, FMI, OMC, etc., etc., solo así se lograría transitar el nuevo siglo que hemos recién iniciado, de una manera controlada, y más o menos armoniosa hacia una nueva forma de organización social, por eso, cuando digo que la economía es una ciencia cuyos presupuestos teóricos están embebidos de la ideología dominante, este científico de la economía, confirma mi apreciación, pero no solo eso, el articulo es interesado porque hurta la responsabilidad de los bancos estadounidenses, en la “ingeniería financiera”, esto sin negar la responsabilidad de los banqueros europeos, especialmente, alemanes, en la debacle financiera de 2008.

El artículo, no obstante, es interesante porque plantea una cierta visión norteamericana de la construcción de Europa, a la que se suman buena parte de la intelectualidad yanki, que considera la construcción de la unidad europea, como algo y ejemplo a seguir, sobre todo en lo que respecta a los avances sociales, que el mismo Krugman no tiene empacho en reconocer los efectos catastróficos, que la actual crisis está teniendo en Estados Unidos entre los trabajadores, porque ese capitulo de los derechos sociales para los trabajadores, sobre todo, los que no tienen trabajo, está por escribirse.

Calla, sin embargo, el problema de los orígenes de de la crisis monetaria, la cual ni menciona, aunque toca el problema de la vinculación del peso argentino al dólar,  como si la comparación con el euro fuera algo parecido, cuando es todo lo contrario, aunque, evidentemente, la falta de una fiscalidad común, no es producto de un descuido en la construcción de la Unión Europea, sino, más bien, una cautela de una burguesía que se ve débil, ante una sociedad culta y madura, pero falta de perspectiva, que se le niega de continuo.

Coincido con él, en que el fracaso de la construcción europea sería una tragedia no solo para Europa, sino para el mundo.

LA ORGANIZACION DE LA IZQUIERDA
De algún modo en el seno de la sociedad se está abriendo paso la idea de que las cosas deben de cambiar, supongo, que en la derecha también hay gente preocupada por entender la marcha del mundo, pero, sinceramente no creo que las soluciones puedan venir de esa dirección, a un sin negar alguna  aportación, por otro lado desconocida por mí, la solución deberá venir desde la izquierda, en su más amplia variedad.

La actual situación de cambios que demandan los mercados, a la que los gobiernos se apresuran a responder, no puede vaticinar más que penuria y estrechez, precisamente para los más explotados y menesterosos porque nadie ha sido capaz asumir la defensa de los oprimidos, de los más débiles, de la clase obrera, creadores de riqueza, que sería necesario levantar una bandera, capaz de reunir las muy amplias, pero dispersas fuerzas de la sociedad, defendiendo el derecho a existir y gozar de la vida, y no solo ser productores de plusvalía, que los privilegiados, dilapidan

Tradicionalmente, la clase obrera ha querido responder a los retos que cada época ha planteado organizándose en internacionales, y hoy, la clase obrera, en todo el mundo se halla sumida en la confusión, ideológicamente dispersa, desorganizada políticamente, y en un terrible vacío teórico, incapaz de manejar el significado de la globalización, de la crisis del sistema, de integrar en el discurso político los avances de las ciencias, porque las organizaciones políticas, aquella que tiene representación en las instituciones, están muy pendientes de los avatares administrativos electoralista, y las que no, se encierran en un dogmatismo sectario  porque están fuera de la realidad, del quehacer cotidiano, de unos problemas que les supera en comprensión, porque el debate teórico e ideológico se le ha cedido a la televisión, a toda una industria ideológica, como es el cine, las productoras de programas para la televisión, discográficas, con muchísimo dinero, y constantemente reescribiendo la historia; cualquier acontecimiento de cierto valor se traduce en una serie, en una película o en una telenovela que te interpreta interesadamente un acontecimiento, con un matiz claramente distorsionante;    hacer ideología en esta situación es claramente desfavorable, sin embargo, existe una cierta necesidad de interpretación política, que no es la que dan los medios, y que desde ciertos sectores sociales, se espera, pero construir un partido político de izquierdas, construir una internacional, capaz de expresar todas las contradicciones actuales dándoles forma programática, como guía y orientación para la acción política, no es tarea menor.  

Para la izquierda, la construcción “del partido”, es una tarea  gigantesca  porque  el partido  concentra lo mejor y más noble de los anhelos de cambio, de superación, de mejorar, de diseñar y construir el futuro, se es consciente de esto, porque el partido no es un recogedor de votos, sino el instrumento, la herramienta, el cincel con el que ir moldeando la dura realidad de la lucha de clases, y el militante que se sabe parte integrante del partido, se sacrifica y se entrega a la tarea porque es la forma, el modo de expresión vital, por lo tanto,  este articulo pretende ser un aldabonazo, un llamamiento a todos los que quieran luchar  para cambiar el mundo buscar el medio y manera de contactar, porque esta es la tarea para el nuevo siglo desbrozar el camino y abrir cauces al nuevo modo de producción que habrá de poner las bases materiales para construir el futuro, así pues, es un llamamiento a europeos, africanos, americanos, asiáticos a organizarse, a debatir el programa.

P R O G R A M A
En algún momento; de algún lugar; si esto es sentido como una necesidad histórica, como esa sensación por la que te sientes tocado y necesitas responder, entonces habrá una señal, un acontecimiento que será el inicio, el punto de encuentro donde comenzar a desplegar las fuerzas para ponernos manos a la obra; personalmente estoy convencido que mejor momento que este, difícilmente se producirá, pero, poco lejos llegaríamos si no sabemos a donde ir, por lo que cualquier movilización requiere tener claro cuales son los objetivos.  Propondría algunos puntos, en orden a articular un debate sobre un proyecto de programa.   Si conviniésemos en que el modo de producción de mercancías está agotado como instrumento y herramienta de desarrollo social para el conjunto de los seres humanos, y que por tanto no es útil para impulsar el desarrollo de las nuevas fuerzas productivas al amparo de la ciencia y la tecnología, lógicamente, este sería el punto principal de un proyecto de programa, porque, de seguido habría que decidir, en qué, en cómo y para qué, utilizar los fabulosos medios de producción, una vez, dado por descontado, que la tarea inmediata e inaplazable sería la de cubrir las necesidades básicas de la población más desvalida.

Si este punto centrase el debate como objetivo fundamental y razón de ser de la construcción de la nueva internacional, dado por descontado, que hoy, aquí y ahora, la globalización de la economía actual no quiere decir otra cosa que la internacionalización de las fuerzas productivas actuales utilizada a capricho del beneficio y lucro de un escaso puñado de ricos amos, la conclusión que se derivaría, debería ser coma articular las relaciones internacionales en un contexto de colaboración solidaria entre naciones y países.

Con esta aproximación a un tema escasamente debatido cierro, por ahora, este escrito, con la intención de volver sobre el mismo.

                                                              jmrmesas

viernes, 14 de enero de 2011

T U N E Z



Según cifras oficiales son 23 muertos en las manifestaciones que han tenido lugar en Túnez, en estos días; según la oposición la cifra es bastante más dramática, pues esta cifra se eleva hasta 66; en cualquier caso 66 cadáveres de seres humanos sacrificados en aras del mercado es insoportable, sin que se haya levantado una sola voz desde la izquierda europea en defensa del pueblo tunecino, harto de ser maltratado por un puñado del corrupto entorno presidencial.

Sean 23 0 66, me inclino a creer en 66, es aterradora cifra para un pequeño país -más o menos un tercio de España- y me importa destacar que tras la aparente calma vivida hasta la explosión de ira popular acontecida por la muerte del informático vendedor de verduras, nadie hubiese previsto que los hechos se sucedieran con la velocidad que lo hacen, sencillamente porque la contención popular se va colmando sin signos aparentes de cabreo, porque tal malestar no puede expresarse, no por falta de cauces, sino porque nadie confía en tales cauces, y además porque, de algún modo parece que las cosas “siempre han sido así”, y “siempre lo serán”, por eso cuando la chispa se produce prende rápidamente en un ambiente cargado, entonces son inevitables los muertos, siempre del mismo lado.

Está claro que los acontecimientos tunecinos tienen un primer responsable en el presidente Ben Alí, a cuya sombra, un entorno corrupto, copó negocios, tierras y beneficios, asfixiando económicamente a una población que no ha encontrado mejor respuesta que la que tiene lugar actualmente, pero hay toda una gama de responsabilidades que atañen a todos los que sabiendo los entresijos, callaron y prefirieron dejar hacer. Igualmente, la responsabilidad del policía que volcó el carro de la verdura, ni pensó de lejos inducir a su propietario a quemarse poniendo fin a su vida, pero los policías, que disparan a la multitud sabiendo de que va la cosa, son cómplices del presidente corrupto, y deben negarse a aceptar ordenes en ese terreno.

Desde aquí, desde Europa, y particularmente desde España, los sindicatos y partidos de izquierdas deben de organizar sin tardanza una manifestación unitaria en defensa del pueblo tunecino, y en general, de los ciudadanos magrebíes, por el derecho a trabajar en sus países sin tener que salir de ellos para venir a buscarse aquí una vida precaria.
             
                                                                   jmrmesas            

miércoles, 12 de enero de 2011

M A G R E B



La socialdemocracia actual es la opción política de cierta burguesía media que encuentra en la izquierda su lugar más cómodo y Felipe González recoge y expresa estas ideas con claridad e inteligencia, por eso, cuando publicó su articulo  mire queriendo entender como  ven la situación, quienes actualmente ,dirigen la UE, y si a él mismo le parece tímida la “minireforma”, está claro que las federalizaciones que Alemania y Francia discuten como propuestas, quiere decirse, que las medidas van para largo, y que sigue sin entenderse que lo que ocurre en el mundo de lo político-económico no es algo aleatorio sino decididamente buscado, pues hay una decidida voluntad de los mercados de poner a prueba la capacidad de respuesta de la eurozona, porque ese pulso a la UE es la piedra de toque de los planes del sector norteamericano ligado al complejo militar-industrial para asegurarse la hegemonía.
Ahora veamos este comportamiento a la luz de los acontecimientos que se estan disparando en el Magreb.
Mohamed Bouazizi, quería ayudar a su familia; como su titulación universitaria no le valía de nada, y a la espera de que alguna multinacional “deslocalizara” alguna industria del centro para llevarla a Túnez, este desgraciado universitario, tenia que sobrevivir vendiendo verdura; como quiera que carecía de licencia la policía pretoriana del presidente Ben Alí le tiró el carricoche y la respuesta desesperada de este joven universitario titulado fue quemarse delante de una sede oficial.
A partir de ahí, la indignación generalizada se ha disparado en Túnez, pero también en Argelia, y los muertos empiezan a ser insoportables testigos de la impotente pequeñez de la Europa política y de la Europa social, incapaz de salir en defensa de estos ciudadanos, anticipo de comportamiento de lo que podría pasar aquí, si no se le mandan a los mercados señales inequívocas de que no estamos de acuerdo con sus decisiones.

Hablar de “mercados” tiene la ventaja de no personalizar, y a diferencia de Túnez, donde los manifestantes queman retratos y fotos de su “mercado”, pues el entorno del presidente Ben Alí lo acapara todo, aquí, en el centro, los medios, que si saben quienes son los mercados disimulan la realidad hablando de mercados, queriendo presentar este acaparamiento desmedido como un acontecimiento ineluctable, y por lo tanto con entidad propia, cuando sabemos que esas decisiones de los mercados son decisiones políticas, nacidas de intereses concretos de los 225 personajes más ricos del mundo, dueños de bancos, fábricas y empresas, cuyos negocios deslocalizados empiezan a tener resultados prometedores en las economías emergentes, y por lo tanto, se impone empobrecer el centro.
Si es de este enanismo político del que habla Felipe González en su artículo, estaría de acuerdo con él, pero su visión de la crisis adolece, supongo que conscientemente, de la misma ineluctabilidad,  con la que hablan los medios, pues en sus propuestas de federalización, fiadas a largo plazo, y la critica a los gobernantes de la UE, cuando señala que, “casi un ochenta por ciento de los ciudadanos de la UE” estaría de acuerdo en que se hablara con una sola voz en los foros internacionales, mientras que los gobernantes prefieren ir separados, no es solo una contradicción, es una decisión política, que oculta la falta de una voluntad para crear los estados unidos de Europa, como única garantía europea de supervivencia en un mundo burgués, con lo que quiero expresar que esa burguesía es consciente de que esa federalización de Estados europeos, sería el acto final de su soberanía como clase dirigente, ya que, desde ese momento tendría que ir cediendo terreno ante una ciudadanía más cohesionada y más exigente políticamente, por tanto, cuestionando el modo de producción, y con ello, la legitimidad de la propiedad privada de los mismos.
Esta es la razón por la que la otra burguesía, la elite norteamericana del complejo militar-industrial, con la colaboración del primo inglés quiere poner a prueba la fortaleza de la eurozona país a país, porque saben que tras la ofensiva de los mercados no esta solo las penurias de una población, sino que esa camisa de fuerza forma parte estratégica de la defensa del mundo capitalista, porque este ha tocado techo y ya no supone una garantía de desarrollo, sino que es el comienzo de su decadencia, por eso, de igual modo, los chinos, quieren invertir sus dólares en Europa, pues en Estados Unidos no han podido comprar una parte de la industria petrolera, porque para el complejo militar-industrial esa industria es parte estratégica, como lo sería cualquier otra industria que hubiesen querido comprar -dólares le sobran- a los burócratas chinos, y estos, en su afán de defender sus intereses ven en los ahogos financieros de la UE la posibilidad de disminuir la presión de los norteamericanos, en su demanda de revalorizar el yuan.
Por eso, la situación creada en el Magreb,  merecería la atención de la Europa social, la atención de los ciudadanos-trabajadores europeos, de las organizaciones sindicales y partidos de izquierda, que habrían de movilizarse en solidaridad con los pueblos tunecino y argelinos, pues la explosiva situación de una región del mundo con fuertes contradicciones entre una sociedad cada vez más en consonancia las necesidades actuales y unas estructuras ancladas en tradiciones cuasi feudales, esta destinada a ser fuente de conflictos, como esta empezando a serlo en estos lugares, y en el que no tardaran en seguirles, marroquíes, libios, etc., y dado que el enanismo político de la Europa burguesa no hará nada, al menos la sociedad civil europea debería de levantar una respuesta solidaría, siquiera como autodefensa, aunque lo suyo sería mandar mensajes a los propios gobernantes europeos decididos a imponer lo que los mercados reclaman, austeridad, recortes sociales, empobrecimiento.
Para acabar habríamos de mandarles un mensaje a los dirigentes alemanes: la impericia, o tal vez la connivencia de los banqueros alemanes con los banqueros norteamericanos falseando sus cuentas es la causa de la actual crisis europea, así que, menos exigencias a la hora de reclamar esfuerzo, porque, en lo que toca a España no hemos dejado ni un solo día de estar dolorosamente explotados, y si el señor Zapatero quiere hacer reformas, que empiece por gravar con impuestos progresivos a los banqueros, que continué convenciendo a los dirigentes de la UE de erradicar los paraísos fiscales, y que finalice rompiendo con esa tendencia fatídica de la socialdemocracia, siempre dispuesta, históricamente, ha hacerle el trabajo, jodidamente sucio, a la gran burguesía, a la derecha más retrograda porque para eso se es estadista.
Sin embargo desde la izquierda se debería reclamar una respuesta solidaria europea coordinada continentalmente en donde un día, salir todos a manifestarnos exigiendo esto: impuestos progresivos a los banqueros; erradicación de los santuarios financieros, solidaridad con los pueblos del Magreb, y esto sin tardanza, ya.
                                                        jmrmesas   
      

sábado, 8 de enero de 2011

E U R O P A 2 0 1 1


El modelo de desarrollo social europeo, basado en una cooperación pactada puede ser desarrollado en otras sociedades para lograr un cierto tipo de mercado interno, una vez depurado de los recelos entre las diferentes burguesías nativas, y este tipo de “exportación” político-económica, es un tipo de desarrollo socio-cultural altamente disolvente para la hegemonía de Estados Unidos, y es el que está en la base del ataque de los mercados a la economía del euro.

Este modelo de desarrollo es lento, dado que los recelos entre las diferentes burguesías locales no pueden desaparecer de la noche a la mañana, pues es necesario un espacio temporal largo en donde se establecen las normas de funcionamiento.

La burguesía europea, o lo que es lo mismo, las diferentes burguesías nacionales que emprendieron este camino, lo hicieron porque tras dos guerras mundiales, comprendieron que ninguna de ellas tenía la masa crítica necesaria para imponer su hegemonía sobre las demás, y mucho menos para imponerse sobre la norteamericana, así pues, no les quedó otra solución que la colaboración y el compromiso, pero el diseño del mercado, no pasaba de un cierto compromiso para facilitar el comercio, limitado a ciertas materias; en la medida que ese comercio se amplio, estaba claro que tal estructura comercial no se sostendría sin una cierta homogeneidad política, de ahí el intento de una constitución difícilmente aceptada, pero la cima del proyecto sigue siendo la construcción de una administración unitaria, dotada de una fiscalidad, una diplomacia, un ejercito común, que es lo que daría peso y valor a una economía como la europea, y esta es la piedra filosofal del invento, pues en el mejor de los casos, para los europeos, que sería el peor de los casos para la élite del complejo militar-industrial norteamericano, supondría un doble desafío a su hegemonía, el primero de ellos sería, o es, el ejemplo, ¿paradigma?, que tal proyecto presentaría en zonas, entre otras, como África o Sudamérica o Asia, pues núcleos de poder homogéneos, terminaría por hacer cierto una pluralidad de fuerzas que se contrapondrían,  equilibrándose y haciendo difícil la hegemonía de cualquiera de ellas. Un mundo policéntrico, efectivo, no sería mala cosa, pues tendría la virtud de armonizar las tensiones de un mundo real en el que los desequilibrios siempre juegan a favor de los poderosos.

El segundo desafío para la élite del complejo militar-industrial norteamericano merece volver sobre las vicisitudes de los “eurócratas” constructores del “mercado común”, pues efectivamente, en un principio no se pretendía construir una “unión europea”, solamente un mercado, pero no olvidemos que el resultado obtenido, hoy, en la actualidad,  no era el resultado que se proyectaba. En principio, tras el final de la SGM, la pujanza de una Unión Soviética, tuvo el efecto de arrancar una serie de mejoras sociales, políticas, económicas y culturales para la ciudadanía europea de la parte occidental que supusieron un handicap para la burguesía que salía de la debacle bélica, y cuyo objetivo era sobrevivir, no construir una unidad europea, solo sobrevivir, y para ello necesitaban un mercado interior, y a ello se dedicaron.  

Al transcurrir el proceso de la construcción del mercado interior se fueron añadiendo unas cosas, depurándose otras, y no fue hasta bien entrado la década de los ochenta, del pasado siglo, que se empezó a comprenderse la necesidad de construir un pueblo europeo para un mercado europeo, y es precisamente cuando se empieza a comprender esa necesidad, que se empieza a temer las consecuencias de una población preparada, culta y politizada como algo deseable pero temible.            

Las contradicciones europeas están motivadas por razones de índole históricas, culturales, geográficas, religiosas, lingüísticas, y todas ellas han ido siendo subsanadas, hasta un cierto punto en el cual todas estas contradicciones se han  ido concentrando alrededor de la necesidad de dotar el mercado interno de una cierta estructura administrativa, que necesariamente habría  necesitado  culminar  en  la  dotación  de un aparato de poder estatal,    -todas las naciones han pasado históricamente por este trance- y dada la peculiar circunstancia en la que se está construyendo la Unión Europea, tal aparato administrativo tendría que aplicar la norma ejerciendo una política de sumas continuas tendentes a homogeneizar a una población tan heterogénea, y esto es solo posible mediante la enseñanza, la cultura como valor aglomerante y sobre todo, unas condiciones de vida dignas para enormes capas sociales.

Aquí radica el nudo gordiano del proceso, pues aceleradas las cosas por la propia fuerza de los acontecimientos, la cautela y la mesura con la que se ha ido desarrollando el proceso, ya no  es posible, pues esta mesura, los mercados, vale decir, los especuladores que manejan los fondos ocultos en los santuarios del terrorismo político-financiero, que son los paraísos fiscales, interpretan como debilidad, y por lo tanto, el punto en donde meter la cuña capaz de romper el peligro de una Europa unida.

Esta supuesta unidad europea, atemoriza a la élite del complejo militar-industrial norteamericano tanto como a la propia burguesía europea, que comprende que tal tipo de sociedad, no habría tardado mucho en plantearse la cuestión del poder como eje vertebrador, del desarrollo social, con dos posibles alternativas; suponiendo la mejor de las condiciones, a saber, la burguesía europea se aviene a ir cediendo poder político, lo que quiere decir que la economía se regula con criterios de utilidad y beneficio social, y no de acuerdo al lucro de los poseedores de los medios de producción -esto supondría un ejemplo a seguir en todo el mundo, principalmente por una ciudadanía muy preparada como la norteamericana, con efectos demoledores para el núcleo del complejo militar-industrial-  o, en el peor de los casos, entraremos en un periodo de confrontación, dura, agria y violenta, en la que la unidad europea tendría que ser perseguida con criterios netamente socialistas, y esto, igualmente sería, presumiblemente, un largo periodo de tanteos, en la medida, que la izquierda esta falta de la necesaria reflexión teórica, capaz de alumbrar el atisbo de una nueva sociedad, en la que el modo de producción mercantil tiene que ir dejando paso a unas nuevas relaciones sociales basadas en la utilización de los medios de producción con criterios de utilidad social.

Cuanto antes, este tipo de reflexión se vaya abriendo paso en las mentes más avanzadas de la sociedad, más rápido y menos dolorosos serán los traumas que causaran la confrontación, y para ello es importante saber, cuando se plantea en el ámbito nacional, la perspectiva ante las nuevas elecciones, que el problema no es si Zapatero se presentará o si será Rubalcaba el que lo hará frente a un Rajoy, que en ambos casos no dirán nada discordante, pues como dice F. González lo importante es lo que hagan con España, y aquí querría contestar el argumento de este prócer de la socialdemocracia, considerándose, él mismo, por encima de la izquierda y la derecha cuando dice que no le importa si gana el PSOE o el PP, sino lo que harán con España, pero resulta, que lo que se haga con España no es neutro, a menos que se considere que las “malditas reformas” que tendrían que haberse hecho “hace diez años”, es el ataque sin precedentes a las condiciones sociales de la ciudadanía-trabajadora, en lugar de haberse enfrentado a una desregulación del capital que puede disponer del mundo a su antojo, sin que los gobiernos se atrevan, primero, a establecer reformas fiscales para banqueros, grandes industrias y grandes fortunas gravándolas con fuertes impuestos proporcionales  ; segundo, erradicar los santuarios del terrorismo político-financiero, que son los paraísos fiscales; tercero, organizar un sistema monetario, acorde con la internacionalización de las, internacionales, fuerzas productivas.  Este tipo de reformas que estadistas de la talla de Felipe González, Zapatero, Merkel, Obama, no se atreven a hacer, retrata el color político, sobre todo, de la socialdemocracia, siempre dispuesta a votar los “Créditos de guerra” o “renunciar al marximo”,  porque lo importante es seguir ¿Adelante?  Seamos serios y pidamos lo imposible.
                                        

                                                              jmrmesas