martes, 25 de enero de 2011

BLOGUEROS



Un blog puede ser un desahogo en el que expresarse de las más variadas maneras, pero del mismo modo, un blog puede ser una eficiente herramienta para aclarar ideas y conceptos, que solamente se debaten en escogidos gabinetes y ambientes de documentados expertos, donde se discuten asuntos que luego tienen consecuencias en la vida de la gente corriente; yo querría hacer de mi modesto cuaderno, esto último, una eficiente herramienta, con la que aclarar los aspectos, que la brutalidad de la crisis económica ha puesto sobre el escenario del mundo, para que, sumisamente carguemos un pesado fardo, que los mercados han dejado ahí, por eso, mi propuesta, sobre todo a aquellos navegantes de la blogesfera, es debatir, con la intención de hacer luz, queriendo poner  énfasis, en que esta crisis, lejos de ser una consecuencia imprevisible, ha sido querida y provocada, por el más conspicuo “mercado”, la burguesías del complejo militar-industrial de los Estados Unidos.

Sobran datos; la información puntual, en tiempo real, llena páginas con datos de todo tipo, pero el ingrediente que vertebra toda esa información, el argumento que se desprende de semejante marejada de datos es el mismo, “nos hemos empobrecido porque  vivimos por encima de nuestras posibilidades”, argumento falaz que oculta el motivo capital de la actual crisis, y este es que dadas la internacionalización de las actuales fuerzas productivas, cuya consecuencia es la globalización de la economía, que el sistema ha perfeccionado la mercancía por excelencia -el dinero- ,que la especulación es la mercancía más rentable, y que la dirección del proceso de globalización imperialista empieza a salir de las manos de Estados Unidos, se ha hecho necesario un golpe de timón para tratar de centrar el curso del rumbo.

¿Como es esto así? En el mundo operan fuerzas poderosas, y esas fuerzas tiene sus propias contradicciones que no siempre son previsibles, y la principal característica del sistema es que impulsado por el afán de lucro, la producción más acabada es la especulación financiera, pero ésta requiere, en las actuales condiciones de avances de las tecnologías de la información y de las comunicaciones, muy poca inversión en la economía productiva, con lo que en el desarrollo del proceso, supone un freno, una barrera el de desarrollo de las fuerzas productivas, siempre pujantes, porque es lo que caracteriza una sociedad dinámica; la consecuencia más inmediata es desplazar la economía productiva hacia zonas donde la mano de obra este más atrasada socialmente, buscando mayores rentabilidades, -la deslocalización, que termina afianzándose en las economías emergentes de esas sociedades, escasamente estructuradas-  ,y ha sido en este contexto, que sin proponérselo, pero impulsadas por la necesidad de tener su propio mercado interno, que la burguesía europea ha ido dando pasos que han concluido en el euro, como vehiculo para armonizar su mercado interior; llegados a este punto, la élite de la burguesía norteamericana, ha echado un pulso al euro, vía especuladores, en un intento de evitar que la burguesía europea, forzada a tener que dar pasos para defender su instrumento de cohesión, el euro, reforzara una unidad, que la propia burguesía europea teme (Supóngase un gobierno central europeo, con una hacienda común, un ejercito común, una política común y una diplomacia común; aceptemos una sociedad integrada pero heterogénea, y que ese tal gobierno se deberá de esforzar, por aumentar el grado de cohesión entre países y regiones, aunque fuese de derechas, ¿Qué grado de influencia tendrían las diferentes burguesías nacionales en el ámbito político? Indudablemente mucha pero muchísimo menor que el que tienen en el ámbito de la política del estado nacional, y con tendencia a perder relevancia frente a una sociedad, cada vez más poderosa y culta).

Esto es lo que teme la élite del complejo militar-industrial norteamericano; lo que teme la burguesía europea, que tal vez se viera en la necesidad de hacer, como acto final de soberanía, ya que entiende, que a partir de ahí, su perdida de poder sería creciente, teniendo que entregar el testigo a una sociedad que la supliría con creces, pero, esto sería la garantía de un transito hacia una nueva sociedad global hecha con las mínimas tensiones y con un coste social favorable, para impulsar un nuevo modo de producción basado en la cooperación y en las necesidades sociales.

Evidentemente las consecuencias de esta acción europea  tendría trascendencia universal, porque las repercusiones, en primer lugar, en todo el continente de América del norte, -Canadá, USA, Méjico- serían casi correlativas.

Esta contradicción es la que nos mantiene actualmente en manos de unos mercados, cuya única baza es el empobrecimiento social de la población europea, pero también, de la propia población de Estados Unidos, como garantía de supervivencia de un sistema, el modo de producción mercantil, que no aguantará el resto del naciente siglo xxi, porque la utilidad social del capitalismo ya supone freno a la sociedad en su conjunto: veamos un sinopsis del acabado siglo xx; al comienzo del siglo había unos pocos cientos de kilómetros de vías férreas, el teléfono y el telégrafo eran inventos recientes y escaso, los cables submarinos empezaban a tenderse, no se sabía que era la electricidad, las ciencias empezaban a estructurarse y codificarse metodológicamente, etc., etc.; en este proceso han crecido las fuerzas productivas, se ha internacionalizado la economía, cuya consecuencia más evidente es la dificultad de buscar paridades a las monedas -fundamentalmente dólar/euro/yuan- ,pero no solo, los organismos internacionales están todos descompensados: la ONU es un remedo de la sociedad de naciones, cuya autoridad está hipotecada a USA, es decir, un siglo xxi capitalista será un siglo de tensiones, aventuras bélicas y empobrecimiento social y cultural, porque la cultura para la sociedad y el bienestar para los pueblos es incompatible con el sistema, por eso creo, a la luz de lo que ha sido el siglo xx, que un nuevo siglo capitalista será un siglo perdido.
 
La nueva década comenzada empieza con la revolución tunecina, y casi como una descarga telúrica, ha tenido réplicas en diferentes puntos de la geografía norteafricana; la sociedad tunecina está expectante, pero también todos sus vecinos: ¿Su futuro?, dejados a su suerte, sin el principal apoyo de las organizaciones de izquierdas y sindicatos obreros del continente europeo muy poco claro; Sarkozy ha sido el primero de los gobernantes europeos en definirse, pero todos los demás, incluida la izquierda callan, y mientras, la camarilla que se ha enriquecido se da maña para continuar.

Estos son los mimbres con los que se están poniendo las bases del nuevo siglo. Mucho tela que cortar y me gustaría animar a otros blogueros a debatir estos temas, porque, claro está otros, nos los explican de otra forma que no lo entiendo.
      
                                                         jmrmesas

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