viernes, 21 de enero de 2011

¿QUIEN SE ATREVE A HABLAR EN NOMBRE DE EUROPA?



Si al fugado presidente de Túnez, le hubiesen dicho dos meses antes que tendría que dejar el poder, probablemente hubiese pensado que todo lo tenía bajo control, y que la buena gente de Túnez, le quería.

Cuando un tal “Bouazizi” se quemo vivo delante de una sede oficial, y el fugado presidente de Túnez Ben Alí, fue al hospital a interesarse por la gravedad de las quemaduras del agonizante, tal vez prometiera cambios, pero ya se sabe, las cosas requieren su tiempo.  Pocos días más tarde, el presidente de Túnez hubo de salir a toda prisa, porque de repente, Túnez se convirtió en el ejemplo a seguir en otras sociedades del norte de África,  porque los “Bouazizis” se multiplican en toda la región porque las condiciones, en esas sociedades son, como copias, los tiranos, idénticos, el sufrimiento, el mismo, la carne dolorida, digna de la más tierna compasión;  de repente, la historia cobra aceleración misilística, pero los dirigentes al mando de los controles no lo ven, siguen el curso rutinario, “porque todo lleva su tiempo”, “las cosas no son de un día para otro”, pero hete allí, que las cosas sí son de un día para otro.

Obama previene a Egipto que los cambios en Túnez se hagan sin interferencias, ¿Quien, en nombre de Europa, advierte a los poderosos del norte de África? Nadie; nadie en Europa toma la palabra, para advertir a los gobiernos norteafricanos, contención porque tal vez, en Europa, la problemática europea sea tan densa como para impedir que los gobiernos europeos reparen en problemas foráneos.

Leo un artículo de Randall Wray, aparecido en la revista “Sin permiso” en el  dice que la economía sostenida hasta ahora no tiene solución porque los que controlan no quieren ver otras soluciones, para finalizar diciendo que hay volver a una política del  tipo “New Deal”, pero  el asunto es que no estamos en una situación igual, ni siquiera análoga a los años treinta del siglo xx, y no lo estamos porque han pasado, no ochenta años cualquiera, han pasado dos guerras mundiales, cuyos efectos han sido la globalización de la economía, unas comunicaciones con internet como exponente, el ser humano comienza a explorar el espacio allende las fronteras del sistema solar, y sin embargo, las estructuras sociales no se acomodan a tal potencial porque este logro de la humanidad, es un logro de una pequeñísima parte de la humanidad, este logro se lo apropian los “mercados”, porque nadie quiere ver otras soluciones y se prefiere una cierta escisión de la raza humana, la inteligencia que decide, aunque decida mal, “es preferible un putero que haga buenas leyes, a un justo que haga leyes contra la Iglesia”,  la cita me viene a la memoria leída no hace mucho de un personaje italiano, para referirse a los negocios de dudosa legalidad  berlusconianos, que serían los listos de este mundo, y el resto, a los que se les aparta de las decisiones, porque son los ejecutores, la mano de obra que es necesaria para tener la casa en orden, los estúpidos, a los que hay que mantener en la inopia, no vaya a ser que terminen considerándose iguales.
En mi artículo, que publiqué el 17 de enero, me esforzaba en hacer notar que los economistas, expertos en esta rama de las ciencias sociales, acostumbrados a valorar las decisiones económicas a la luz de la ideología dominante, no conciben que el modo de producción mercantil esté expresando su agonía, incapaz ya de seguir siendo soporte de progreso para la sociedad, y este escrito del señor Wray, recogido en la revista “Sin permiso”, confirma mi parecer: el mundo cambia delante de nuestros ojos, pero no reconocemos su mensaje, y creemos que es como siempre. ¿Es necesario que tengamos que contemplar la visión de un ser humano ardiendo, para preguntarnos por qué?
                                                          jmrmesas

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