domingo, 15 de enero de 2017

¿TODO BAJO CONTROL?



¿TODO BAJO CONTROL?

Decía en mi anterior apunte de la importancia de la información para poder conjeturar acerca de las consecuencias de los acontecimientos y resulta muy conveniente, después de la información, tratar de entender el significado más profundo de lo que suele aparecer en los medios porque siempre lo que aparece es una parte del todo y a veces no es la más reveladora.

Creo interesante resaltar el curioso dato del electo Trump, encabezando un gobierno compuesto de millonarios, de hecho, y prácticamente, los dueños del Estado, que está recibiendo una hostilidad increíble por parte del propio núcleo que compone el sistema, teniendo, este dato, que encerrar claves importantes que nos permitan entender cuales son los reales intereses que se juegan en este relevo presidencial.

La elección de Trump, pese a las apariencias, no ha debido ser una cuestión personal sino una acción meditada y apoyada por un grupo más nutrido y dispuesto a tomar el relevo porque el equipo relevado en el proceso electoral no debía de hacerlo todo lo más acorde y beneficioso para el grupo encabezado por Donald Trump, que pese a su aire vulgar y descuidado, en realidad, escondía los intereses del grupo financiero más importante, a tenor de las ganancias que están teniendo los bancos americanos, dejando claro que, que ese grupo de los capitalistas estadounidense, la parte financiera del complejo militar industrial, no estaba dispuesto a permitir que le arrebataran una victoria que consideraban suya, de ellos, amenazando, en nombre de ellos, Trump, con impugnar las elecciones, si no ganaba. La victoria de él, Trump, pese a tener menos votos que los demócratas, es una victoria de la parte financiera del complejo militar industrial de la burguesía estadounidense.

El complejo militar industrial, la burguesía, no es homogénea, ni en Estados Unidos ni en Europa – ni en el resto del mundo – y probablemente, los burgueses, individualmente tomados como interlocutores no sean conscientes que el sistema capitalista, el modo de producción de mercancías tiene, históricamente, fecha de caducidad, pero los grupos organizados que cuentan con asesoría de experto en variadas disciplinas, difícilmente pueden escapar a la realidad de las consecuencias de un modo de producción que cada vez saca a masas – fuerza de trabajo – del proceso de producción y que una sociedad empobrecida no está en condiciones de soportar, de ser soporte instrumental de una sociedad compleja como es una sociedad moderna, haciendo del funcionamiento de ella, fuente de tensiones, y aquí es donde se confrontan los intereses hostiles entre los grupos burgueses.

En las últimas semanas, antes de las elecciones, un grupo de republicanos se oponía al nombramiento de Trump, ¿estaría entre ellos el senador por Arizona John McCain?, porqué este senador republicano es opuesto a la política de Trump de combatir al Estado Islámico. Es más, el senador por Arizona ha tenido un relevante papel en el arranque del Daesh, ya que existen documentos gráficos publicados, y es de suponer, que también, otro tipo de documento, en los que el grupo que discutía las condiciones de la ayuda de USA contra al Asad, en los que estaba Abú Bakr al Baghdadi, entre otros jefes islamistas, reunidos con el senador estadounidense – y esto señala a Estados Unidos – al complejo militar industrial, el sector del capital financiero ligado a la producción de las armas de las tecnologías más caras – F35 de Lockheed Martin, portaaviones Gerald Ford de Northrop Grumman, destructor Zumwalt de General Dynamics –, como contrario a la decisión de Trump de combatir al Daesh, y por tanto, como activos discrepantes y alimentadores del descontento mediático con el advenimiento de Trump a la Casa Blanca. Estos discrepantes de todos los rincones del capitalismo estadounidenses, pero también, provenientes del Reino Unido, forman un conglomerado del capital financiero ligado al equipo saliente de la administración de Obama que alimenta la producción ligada al mantenimiento de la tensión bélica, a la violencia, en todo el mundo.

La hostilidad manifiesta contra Trump, tendría su explicación, en estas intenciones de acabar con el Estado Islámico y poner fin a las sanciones contra Rusia, ya que estas ideas son las que disparan los presupuestos militares que alimentan a grupos de lobbystas y a una administración que ha hecho de la guerra y de la violencia un modo de vida, modo de vida, con larga y amplia trayectoria, ligada a la historia de Estados Unidos, en la que se han turnado los dos partidos dominantes que paradójicamente, no se reflejan en el producto industrial que son las armas, esas armas, tecnológicamente caras, pero que fallan cual escopetas de feria, por tanto, no sería extraño que la asunción de Trump, y el desempeño de su tarea, estuviese recorrido por una etapa de violencia interior, ya que, junto a las promesas de incrementar el empleo, se abren sombras con la intención de su política de aislar Méjico, reduciéndolo a la incuria económica, y de contener el expansionismo chino.

LAS TRECE COLONIAS

Nada más elocuente que la historia de las trece colonias para demostrar la relación de las fuerzas productivas y los límites territoriales, que tanto se evita querer debatir porque mirar ahí es mirar un supuesto abismo, en el que caer, es mortal, y sin embargo la historia expansionista de las trece colonias es mucho más voraz y despiadada que el supuesto expansionsmo chino construyendo islas en el Mar de China. Las trece colonias, prácticamente toda la costa atlántica de la extensión central del continente Norte de América, de la que Inglaterra se apropió, es la historia del empuje del naciente modo de producción de mercancías. Que este hecho se desarrollase en un continente virgen, chocando con aborígenes que vivían en la edad de piedra expresa el rápido expansionismo de los europeos snob, blancos anglosajones, que tuvieron la previsión de dejar, al sur del rio Grande, territorios para que se asentaran los no blancos y los no anglosajones, porque toda la franja central, despoblada y bajo dominio del decadente gobierno español, era indefendible y toda la costa del Pacífico, de Méjico, eran el territorio natural para el crecimiento del capitalismo pujante. Todo parecía indicar que el territorio era suficiente para una población tan limitada, pero la inmigración procedente del viejo mundo durante todo el siglo xix y comienzos del xx terminaron por convencer a la élite gobernante, la posibilidad de poder controlar todo el territorio norte.

La colaboración taimada de los políticos mejicanos – la venta de armas de guerra de Estados unidos al narcofascismo mejicano, socapa de seguirles la pista, hubiese sido imposible sin la aquiescencia de ellos – revelando un consentimiento que dice más por omisión que por la propia acción, y la decisión de Trump de levantar un muro, y que los mejicanos, lo paguen, encerraría un consentimiento tácito, ¿de qué discutirían Carlos Slim y Trump en su entrevista? Mi conjetura anexionista de Trump sobre Méjico, no hay que leerla como una anexión militar, una anexión por la fuerza, sino como una política que minaría las capacidades de subsistencia de Méjico, combinada con una colaboración de la parte más poderosa de la burguesía mejicana, que finalmente aceparía una integración en pie de igualdad. Sería una política de riesgo calculado para asegurarse el dominio de todo el territorio, dado que la colaboración con Canadá – USA-CANADÁ – es mucho más estructurada.

De todas maneras, la hostilidad hacia Trump tiene muchos ángulos para los que han cultivado la política belicista, de presupuestos militaristas hinchados; ojo, que no estoy diciendo que Trump sea un pacifista, sino que este comprende que el sistema no tiene enemigos estatales, el caso chino lo miraremos en breve, y que los puntos de tensión en el mundo están, en último término, en esos presupuestos, que el terrorismo islamista, una vez desmontada la financiación petrolera a través de Turquía, de la que Erdogan, extraía dividendos jugosos, es extremadamente cara y riesgosa para que, otros erdoganes se arroguen derechos. El terrorismo islamista y el antirrusismo washingtoniano es el caldo de cultivo del malestar que recogen y expresan los medios y probable fuente de conflictos, en Estados Unidos, del sector del complejo militar industrial, apartados de la escena, y que vería amenazado su estatus de estar presentes, en todos los frentes.

El expansionismo chino tiene ciertos visos de verosimilitud, que no son, precisamente, las islas artificiales, en mi opinión, sujeta a controversia, como no podría ser de otro modo, sino que se derivaría de la potencia industrial y comercial de las fuerzas productivas chinas. El expansionismo ruso no existe. Un país expansionista no hubiese vendido parte de su territorio en América, Alaska, porque es contradictorio con la política de expansión. Rusia ha mirado, históricamente, a Europa y no como tierra conquistable sino como vecinos amigables, porque tiene un extenso territorio, fértil y vacío, con la mayoría de la población concentrada en las lineas fronterizas porque es donde se concentra la vida comercial y cultural, pero Rusia se vio obligada a intervenir en Siria, porque de no hacerlo hubiese tenido que echarse en brazos del capital financiero dominante que hubiese cortado cualquier esperanza de tener un rol de independencia política y comercial.

La hostilidad de Trump hacia China comunista – mis lectores notarán cierta mordacidad en la palabra en itálica, de un país, China, que busca integrar su moneda en la cesta de monedas que evalúan los derechos especiales de giro – se llama Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras, al que se han acogido socios europeos, incluido los británicos y que es la piedra angular de los BRICS, por cierto, muy poco mencionados últimamente; esa es, modestamente, la causa de la hostilidad de Trump hacia China, y no las islas artificiales que esta pueda crear en el Mar de China. La potencia industrial de China y los tres billones de dólares en deuda USA, que estos tienen y que podrían hundir la moneda americana, sin necesidad de ir a una confrontación militar es la causa de esa hostilidad.

En términos militares, probablemente, Rusia sea la potencia más fuere, y la alianza militar chino rusa estaría, sin duda, en términos de superioridad manifiesta, pero, políticamente, el sistema, hoy por hoy, lo lidera Estados Unidos apoyado por los burgueses de, prácticamente, todo el mundo, y Rusia y China quieren un puesto al mismo nivel.

EL DESACUERDO DE UN AMIGO

Un lector amigo me lanza, perplejo, — he leído tu último apunte sobre Podemos, y no dices nada de ellos; y la mención de Stalin no me ha gustado en absoluto. — Qué tendría que haber dicho. Pregunto. Que fue el liquidador de los compañeros de Lenin en los procesos de Moscú. ¿Habría valido eso mas? ¿No es suficientemente claro decir que convirtió al Partido en un policía? ¿Que abandonó a la clase obrera soviética?

En realidad, al lector amigo no le pareció suficiente que hiciese el paralelismo de la política staliniana y la actual política rusa de querer llegar a estar en pie de igualdad con Estados Unidos, pero ¿Qué era la construcción del socialismo en un solo país? ¿Qué implicaba la coexistencia pacífica? Implicaba la renuncia a expropiar a los expropiadores, a aceptar que sesenta personas tengan tanto dinero como la mitad de la humanidad más pobre, y mucho más poder e influencia que esa mitad de la humanidad, a la que formar y educar para que entienda lo que pasa en el mundo es una tarea ciclópea, y eso es lo que implicaba y lo que implica, que fue a lo que renunciaron los que votaron los créditos de guerra, los que decidieron tomarse un respiro para construir el socialismo en un solo país, que fue aquello del 36 de ganar la guerra y después, la revolución, que es a lo que renuncian todos los que buscan su sitio en el sistema.

Hablar de los nombres no es relevante porque, cuanto más nombre aparezcan, más particularidades y más renuncia a defender los intereses comunes. Se empezó justificando, matizando, lo de no pagar las deudas, esas deudas por las que ha habido que rescatar a los bancos europeos y americanos. Ante aquella reivindicación, Podemos era uno; los matices eran tenues, sin aristas y todos eran uno solo, pero tan pronto como se tocó moqueta, se empezó a buscar acomodo; está pasando con Podemos como con las nacionalidades, cuanto menos relevante es el objetivo, más se resalta lo particular, lo superfluo. Si en Vista Alegre no se centra el la lucha por los intereses comunes, si en Vista Alegre no se entiende la importancia internacional de la lucha de clases, si no se es capaz de entender la necesidad de construir un partido obrero internacional e internacionalista que busque un modo de producción capaz de lograr la colaboración para alcanzar una civilización tipo I, Podemos estará sentenciado, recorrerá el mismo camino que la socialdemocracia anterior a la votación de los créditos de guerra, el mismo camino que la burocracia soviética, el mismo camino que todos los que renunciaron a la lucha con identidad propia, pero el camino será mucho más acelerado y no aguantará una legislatura. Sinceramente sería muy lamentable.

jmrmesas

quince de enero de dos mil diecisiete



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