viernes, 6 de noviembre de 2015

EUROPA: CONSTRUIR UNA NUEVA NACIÓN

EUROPA ES SUJETO Y OBJETO

CONSTRUIR UNA NUEVA NACIÓN


Los Estados Unidos se construyeron hace casi dos siglos y medio para liberarse de la ambición y presión de la corona inglesa minimizando las diferencias de las diferentes nacionalidades que poblaron las colonias, y esa tónica se ha reforzado y refuerza constantemente porque los Estados Unidos son una mezcolanza de razas y el blanco, sajón, protestante sabe que el predominio que poseen, en la dirección de la nación que formaron, tiene unos límites, que saben, no pueden traspasar porque podría deshacerse y esa es la razón por la cual, cada crisis les une más, porque es una decisión política, mantenida a consciencia; la burguesía europea, recién acabada la SGM, formó el cartel del carbón y el acero porque aceptaron que Europa no tenía territorio para la competencia y era necesario buscar la colaboración frente al protagonismo adquirido por la recién venida burguesía americana, ganadora de la guerra. Nunca estuvo en el objetivo de los iniciadores de la EFTA y la CECA, crear una nación, y la izquierda no fue capaz de separarse de las concepciones de la burguesía. Esta diferencia es capital para entender que la Unión Europea no sera una nación sin la voluntad de formar esa nación, y la burguesía europea no será quien lo haga, porque su opción es la Unión Europea, tal como es, y formar la nación europea rompe todos los esquemas; es la Izquierda, pequeñoburguesa la que resalta los fallos de la construcción del euro, sin construir una fiscalidad común, ¿acaso piensan que la burguesía es estúpida y no sabían lo que hacían?, lo sabían y lo saben, pero han tenido que ir vistiendo su idea para acomodarla a las circunstancias cambiantes, por eso, cada crisis, desune.

La misma redacción de la constitución europea y la fría acogida popular demuestran que la Unión Europea es el máximo compromiso al que los burgueses europeos son capaces de llegar, y todo lo que se quiera aportar de positivo tendrá que venir de fuera, tendrá que venir de la nueva sociedad que está dispersa porque aún no ha sido llamada a ser la verdadera constructora de una sociedad nueva, igualitaria, equitativa, solidaria, culta, sensible, audaz, una sociedad europea que sería la iniciadora de un cambio, consciente, de época histórica.

Toda la historia de la civilización demuestra que son los poderosos los constructores de naciones y las clases poderosas, y entre ellas ahora, la burguesía dueña del capital financiero mundial, sabe que Europa es el elemento determinante que puede cambiar su estatus, por eso quieren desestabilizar Europa, habiendo iniciado en Ucrania el intento de ruptura, y ahora, ORGANIZANDO la traída de refugiados para forzar el clima de desestabilización, “en medio de una crisis europea repugnante”, porque no es posible considerar que los refugiados vienen espontáneamente, sino que la mafia que organiza la traída está organizada y compinchada, probablemente, por los mismos financiadores de las oposiciones moderadas en Oriente Medio, para fomentar la desunión, el nacionalismo, pequeñoburgués, o el nacionalismo imperial, por eso, en Europa, las crisis desunen, porque la burguesía es una clase acabada, porque su modo de producción, ya no puede ser, para ella misma, y una nueva sociedad debe reclamar para el conjunto humano, los instrumentos de la producción para darles un nuevo contenido, una nueva utilidad.

La burguesía, ni siquiera al comienzo del siglo xx tenía una idea del funcionamiento del mundo porque carecía del conocimiento que la ciencia ha aportado en las décadas finales del siglo xx, y mientras para el conjunto de la sociedad, el mundo "siempre ha sido así" la élite fue apercibiéndose de los cambios y de sus potencialidades, dándose cuenta de su terrible debilidad: una sociedad culta es imposible de manipular, y dirigirla, en pie de igualdad no es posible porque sería consciente de la terrible injusticia del reparto, de ahí, que las políticas públicas sean los recortes, porque hay voluntad política de empobrecer .

CONSTRUIR LA INTERNACIONAL CONSTRUYENDO EUROPA

Dadas las posibilidades, me esfuerzo en tratar de demostrar que dentro del sistema no hay solución posible y las bienintencionadas aportaciones de los economistas que creen que transfiriendo fondos de un lugar para otro sería posible remontar la pobreza creciente, es entender la economía desde una perspectiva mecanicista , que no tiene conexión con la realidad cotidiana, pues bastaría con analizar con un mínimo de atención, los movimientos mundiales, que son, dada la interrelación de las fuerzas productivas, quienes condicionan las políticas de los Estados nacionales, para ver que tales movimientos implican concepciones, psicológicas, culturales, sentimentales, que hacen de los contenidos económicos, bombas de tiempo. Por ejemplo, las propuestas del brillante economista Varoufakis, que podríamos suscribir sin más, son, algo así, como una fantasía; trataré de hacerme entender. Se está destrozando Oriente Medio, machacando las vidas de millones de seres humanos, alimentando un grupo terrorista – Estado Islámico –, porque es la manera de hacer una guerra no declarada, con tropas incontrolables desalojando territorios para transferir masas de refugiados a Europa (estimándose, en pocas semanas su número rondará los tres millones), y eso, unido a la practica política de imponer recortes, hace inviable las propuestas de señor Varoufakis, si además tenemos en cuenta que en el plazo de la última década, se han incrementado el número de robot industriales en un 72%, el llenar Europa de refugiados, necesariamente se transforma en un proceso desestabilizador, ante el que se cierran los ojos, dejando las propuestas, que podríamos suscribir, a corto, medio y largo plazo, que expone, tan notable profesional, vaciás de contenido porque fueron pensadas para una situación pasada.

Europa seguirá desunida y desuniéndose porque la burguesía es una clase superada por la historia, sin embargo, su comportamiento demuestra la necesidad de centralizar las decisiones, al menos, en el terreno que le asegura su dominio como clase; todo el empeño de Bruselas en querer hacernos tragar el TTIP yanki, no se debe a una sumisión incondicional de la burguesía monopolista europea, sino que en último término es el reconocimiento de la necesidad de supeditar a la sociedad a las que explota al arbitrio de un gobierno internacional, mundial, para los asuntos de la economía. Las crisis que fomentan la desunión europea es una práctica cultivada, de la misma manera que las crisis en los Estados Unidos de América es una decisión política cultivada desde Washington D.C. para mantener un núcleo de poder nacional.

Europa no mejorará por una adquisición graciosa de políticas públicas sino porque la ciudadanía europea, el pueblo trabajador sea llamado a construir una nueva nación, hecha por sus pueblos, superando el sentimiento nacional del lugar de nacimiento, y si eso se pudo hacer en América del norte, eso se puede hacer en Europa, si la clase trabajadora se convence de que estará haciendo su patria común, hecha por ellos, a su medida, y no arrastrando la herencia de una aristocracia y una burguesía que utilizan la patria para encadenar las vidas de los más desfavorecidos, al carro de los mercados, el núcleo de los multimillonarios, que cada vez concentran más la riqueza, producida por el conjunto global.

La historia ha formado y moldeado en el continente europeo una sociedad muy acompasada, igualitaria, culta y preparada, que se mantiene compartimentada en las cárceles de los Estados nacionales porque la burguesía no se ve capaz de formar una nación con un gobierno común; le viene bien la estructura de la Unión Europea porque aparenta independencia nacional, pero se mire por donde se mire, el mundo está formado a la escala que impuso la burguesía dominante estadounidense desde el final de la SGM, y Europa es su mayor logro, por eso, si el pueblo trabajador quiere mejorar, debe saber que no es posible tal cosa sin desmontar un sistema que ya solo beneficia al uno por ciento del mundo, y la izquierda, empezando en Europa tiene que llamar a construir un mundo nuevo, construyendo la Europa plebeya, proletaria, rompiendo con las ataduras que la unen a un pasado, que es el pasado de todas las clases dominantes que han transitado por la historia del mundo.
Es la tarea por la que tiene que optar y apostar la izquierda, si quiere deshacer sus lazos con la burguesía a la que se encadenó al comienzo del siglo xx, votando los créditos de guerra, si quiere recuperar el discurso de la construcción del socialismo, del mundo, como patria común del género humano, y eso es perfectamente posible, porque hoy construir una Europa plebeya, una Europa proletaria, una Europa para el vulgo, es una tarea perfectamente asumible, pues el vulgo, el proletariado es el que hace la riqueza, el que hace literatura, arte, filosofía, el que hace tecnología, el que hace ciencia, y para eso, es necesario construir el intelectual colectivo, la internacional capaz de iniciar la lucha para convertir Europa en la adelantada de un nuevo mundo, una nueva sociedad haciendo, inventando un nuevo modo de producción, marcándole el terreno a la burguesía y a su modo de producción, depredador, destructor, agresivo, explotador.

Si la izquierda europea no entiende que tiene romper con los modos burgueses de hacer política construyéndose como un poder frente a la burguesía, única manera de dialogar de tu a tu, asumiendo parcelas de poder, para el pueblo trabajador, haciendo partícipe al conjunto de la sociedad en la toma de decisiones, que cada vez serán más complejas, su tarea no pasará de ser simples funcionarios a las órdenes de los poderes financieros camuflados en los entresijos de las instituciones públicas y omnímodos déspotas, en sus instituciones económicas.

Es cierto que un importante handicap en la formación de una Europa plebeya como nación de naciones tiene un obstáculo difícil para transmitir sus mensajes que es el idioma. Es evidente que a corto plazo el problema no será resoluble, y que exigirá voluntad de entendimiento entre los dirigentes capaces de iniciar la tarea, pero mirándolo en perspectiva podemos saber que durante la edad media, la lengua que hacia posible la comunicación en Europa era el latín, y puesto que el latín y el griego ha tenido un importante papel en la formación de la ciencia, podrían ser lenguas comunes, sin necesidad de que las naciones que componen Europa se sintieran marginadas.

jmrmesas

seis de noviembre de dos mil quince
























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