jueves, 14 de abril de 2011

EUROPA DEBE INVENTAR LA PLAZA TAHRIR



*Condonar las deudas soberanas
*Reorganizar el sistema monetario introduciendo una moneda única global
*Erradicar los paraísos fiscales
*Restituir el dinero oculto en los santuarios fianciero a la sociedad incorporandolo a la produccion
*Reorganizar las instituciones financieras internacionales
¿Qué pasaria si desde una organización de izquierda, fuera esta un partido, o sindicato, o cualquier otra con capacidad para llegar a amplias capas sociales planteara esta propuesta de programa?

Probablemente no dejaría indiferente a nadie, pues desde todos los ámbitos surgirían opiniones que contribuirían a establecer un necesario debate acerca del enfoque de la economía, que no es solo cosa de expertos y "mercados" sino que, el otro factor económico, la fuerza de trabajo tambien podría, legítimamente, expresar sus ambiciones y necesidades, pues no se puede olvidar que además son los creadores de riqueza que cotizan a los fiscos nacionales, mientras los banqueros, grandes empresarios y grandes fortunas, evaden su contribución con argucias legales y el beneplácito de los gobiernos nacionales.

Que las cosas relacionadas con la economía, de modo formal, estan en trance de cambiar dan testimonio, detalles, que por si solos pierden relieve y pasan desapercibidos, pero mirados en conjunto expresan convinción, desde las esferas del poder, de la imposibilidad de seguir por los caminos ya abiertos sin hacer modificaciones conducirían a respuestas sociales imprevisibles, de ahí que el FMI trate de encauzar medidas cuyo norte no sea, exclusivamente, la robustez de la economía USA; de igual modo, las alarmas al continuado endeudamiento de esa misma economía cuyo montante está próximo a alcanzar el cien por cien del PIB es otro dato para uso expertos, aunque aún no es el centro del foco; otro dato es el control que empezará a llevar el banco de España de los sueldos millonarios de la banca, o el control para evitar la lucha por captar depósitos a costa de elevar la rentabilidad, es decir, existe una consciencia de la necesidad de regular la economía, que por el momento no rebasa el ámbito de los muy entendidos, y por supuesto de los gobiernos, que muy a su pesar, toman tímidas medidas, mientras las endurecen contra la ciudadanía, pero ya no es posible negar que es necesario ese control, que tendrá que ir a más.

La atonía de la respuesta mundial, dada hasta aquí, a la expropiación que los ricos, banqueros y grandes empresarios llevan contra la ciudadanía de todos los países pero particularmente, de los ciudadanos-trabajadores europeos, seguidos muy de cerca por los estadounidenses, es la señal evidente de que no es posible esperar ninguna medida que mitigue los sufrimientos, por parte de las instituciones y organizaciones políticas, que en las proximas convocatorias electorales, sean estas nacionales o supranacionales -europeas sin ir más lejos- tendran lugar en los próximos meses, pues no se atisba ninguna reacción que cuestione este asalto a las condiciones de vida, de por sí, ya dificiles, de una población duramente castigada por la voracidad de los capitalista, los mercados, dispuestos a conseguir todo, lo cual quiere decir, exigir la privatización, de cada vez más partes del conjunto nacional que pueda reportar negocio.
No es es posible esperar nada de las viejas instituciones políticas oficiales, pues los gobiernos, de derechas o de izquierdas se han aprestado a cumplir con lo que demandan los ricos, sin importar que coste social suponga para la sociedad, porque además es para nuestro propio bien, argumentan, con el descaro más indecente, por lo que empieza a quedar claro, que no serán procesos electorales formales los que torceran el brazo de los mercados, sino que esos procesos han de ser, además, pruebas de fuerza en la que la ciudadanía tendrá que demostrarle a los mercados la voluntad decidida a que las formas de entender, ejercer y aplicar las decisiones económicas tienen que cambiar porque tenemos no solo derecho, sino, además, la fuerza para que la economía se aplique en beneficio de la mayoría social y no de una minoría selecta, porque sin esa prueba de fuerza, los resultados electorales, ya se han torcido, cuando en el caso concreto de España, la política comprometida por un gobierno, el de Zapatero, ha debido de modificarse para tranquilidad de los mercados.

Y la prueba de fuerza no podrá ser solo el resultado electoral, porque como queda dicho, los "mercados" no aceptarían de buen grado la erradicación de los paraísos fiscales, ni aceptarán de buen grado una moneda mundial y mucho menos, que los capitales ocultos en los santuarios financieros se inviertan, pero eso ya lo sabemos y lo hemos comprobado, por eso creo que será necesario la prueba de fuerza, pero esta prueba de fuerza será menos costosa socialmente, si se prepara el debate, si empieza a calar entre la ciudadanía los objetivos por los que hay que movilizarse y luchar, porque siempre nos podemos inventar la plaza de tahrir, pero hay que dejar muy claro quien es para nosotros, proletarios de todos los países, nuestro "mubarak"



                                                                            jmrmesas


14 de abril                                                                                                                                 

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