viernes, 20 de mayo de 2011

HA COMENZADO EL SIGLO XXI CON DIEZ AÑOS DE RETRASO



La sociedad se echa a la calle porque sienten que las instituciones no les escuchan y los gestores de esas instituciones, los políticos, teatralizan sus discursos cuando se aproximan las elecciones; empezó en el norte de África y consiguió dos hitos importantes Túnez y Egipto, heridas sangrantes en Yemen, Bahrein, Libia y una sociedad mártir: Siria; querían derechos y ser considerados seres humanos; la izquierda no ha sabido escuchar ser vanguardia, va por detrás, sin ideas, porque ideas no es animar a que sigan aguantando, ideas es proponer metas por las que luchar y eso que se está viendo en la primavera árabe, es luchar por liberarse de los restos del feudalismo pasado.

Pero se ha producido un hecho singular, en Europa, la política de rapiña de los “mercados” empieza a causar repugnancia y los políticos europeos, desacreditados antes sus respectivas opiniones nacionales no saben recurrir a más “idealismos” que al repugnante discurso populista para no perder el sillón -caso de la señora Merkel-, solo por citar un ejemplo de un líder político, que si en su cabeza tuviera ideas innovadoras las habría expuesto, pero si salió, populismo es porque otra cosa no había, y en esto llego DRY -Democracia Real Ya-, y todos los partidos y “analistas políticos” se sienten descolocados, cuando no asustados, porque de algún modo presienten que se está haciendo historia en Europa, aquí, en un PIGS, en España, porque la juventud sin futuro quiere tenerlo, y empieza a aglutinar en torno a ellos a otras capas generacionales, que sienten que si ellos, los viejos, lo perdieron -lo perdimos- ahora los jóvenes tienen que ganarlo, porque con ellos ganaremos dignidad, “no somos su mercancía”, está entre sus consignas, y con un variado afán de ayuda, animan a que sigan, unos y otros a que se esperen “porque hay elecciones”.

De igual modo que el medievo acabó con la caída de Constantinopla en el siglo xv, el siglo xxi es posible que sea el inicio de una nueva era en el mundo y este comienzo puede haber puesto sus cimientos en la Puerta del Sol de Madrid, porque los jóvenes que han acampado en ella están resueltos a que España cambie; no creo que estos jóvenes sean conscientes del alcance de su propósito, pero lo cierto es que, en el contexto producido por la internacionalización de unas fuerzas productivas globales, y si como ellos dicen, aguantarán hasta más allá de las elecciones del 22M, porque no se sienten, representados -psoe,pp, la misma mierda es- gritan en sus consignas, u -Europa, escucha, España esta en lucha- o esta otra, -el mundo entero, por un poder obrero-, lo cierto es que en estas condiciones, la capacidad para conmover las bases sociales de unas estructuras configuradas para beneficiar a la burguesía y a sus élites, gobernantes, entonces quiere decir que en España ha empezado algo cuyo alcance, aún no es posible calibrar, porque si es el comienzo de una revolución, esta tiene que madurar sus contenidos, y tiene que madurar una capa social que se sienta vinculada a su triunfo, jóvenes, en principio, pero con ellos una amplia capa social que vean en el triunfo de sus contenidos, aún esbozados y por tanto necesitados de nitidez y madurez, el futuro de una puerta abierta a un mundo más justo, solidario y compasivo, pero por el momento, los acampados necesitan nuestro apoyo, nuestra solidaridad y nuestro compromiso con un cambio que es inevitable, y que sería muy bonito que hubiera comenzada aquí.

20/05/2011                                                jmrmesas










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