sábado, 14 de mayo de 2011

DISCREPANCIAS CON UN RESPETADO COMPAÑERO




La principal característica de la actual situación esta determinada por la carencia de cualquier tipo de contestación a los mercados, pues la única posibilidad de contestación fundada debería de venir desde el sector social que históricamente ha enfrentado y combatido al sistema capitalista, pero el hundimiento de la Unión Soviética, terminó por desmoronar a la izquierda, que tratando de encontrar respuestas válidas se disolvió en teorías “ecologistas”, “feministas”, “indigenistas” varias como un movimiento defensivo que trataba tapar las vergüenzas de la sumisión ideológica a la burocracia rusa, como supuesta guardiana de la ortodoxia marxista; la realidad es que la actual crisis económica demuestra la inoperancia de la izquierda porque las múltiples luchas que se producen aquí y allá están faltas de la cohesión y coordinación necesarias para ser consideradas socialmente provechosas y amenazantes para el sistema.

Cualquier tipo de contestación empieza y acaba allí donde se origina, o lo que es igual, no existe conexión entre las movilizaciones; las más lamentables son las luchas inconexas que se desarrollan en los países de cultura islámica, donde el coste en vidas humanas es el desmentido cruel a cualquier consideración sobre los derechos humanos, por los gobiernos represores, en primer lugar, y por la comunidad internacional, flagrantemente; no me extraña, a decir de los entendidos, que los gobiernos aledaños traten de jugar sus bazas, apoyando o fomentando a grupos de uno u otro signo, pues eso ha ocurrido siempre, en cualquier revolución, guerra o motín y precisamente lo llamativo en estos acontecimientos es el triste e impotente lamento de “fuera las manos de...”, cuando los que gritan esas consignas deben hacer es organizar la lucha solidaría para llevar a las poblaciones insumisas el apoyo material porque cualquier debilitamiento de la tiranía fortalece la posición del conjunto social, y no esperar los “buenos oficios” de una comunidad internacional podrida por los intereses de los mercados.

En este contexto leo un apunte de Pedro Montes aparecido en Socialismo21, que aclara mucho lo que trato de explicar; el articulo viene a ser la justificación teórica de la conferencia debate que dió Julio Anguita en Madrid en la que explicó la necesidad de romper con la actual situación porque desde ella no hay salidas y apostilló sobre la lucha contra el tratado de Maastricht, llevada en su día en el parlamento; el feo panorama que pinta no merece la pena debatirlo, porque esencialmente es así, sin embargo las conclusiones, no solo no las comparto sino que manifiestan una pérdida de vista de porque estamos así; la conclusión del articulo es que la salida de la Unión Europea es inevitable, por pavoroso que pueda ser la decisión, ya que de lo contrario todo el esfuerzo será para los mercados.

La Unión Europea es la Europa de los burgueses, construida por ellos para beneficiarse ellos y garantizarse su supervivencia, eso es Roma, eso es Schenguen, eso es Maastricht, eso es Lisboa, eso es la PESC, eso es la constitución, eso es el euro, una construcción improvisada porque las fuerzas productivas nacionales no cabían en las fronteras nacionales y la lucha por conquistar los mercados no podían dirimirla imponiéndose una burguesía a otra; ignoro si en algún momento los creadores de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero y de la asociación europea de libre comercio (EFTA), tuvieron la pretensión de disputarle a USA la primacía del mercado mundial, pero pronto comprendieron que la tarea no era posible, así que fueron puliendo una construcción de circunstancias en la que veían cada vez con mayor temor como sin proponerselo y a su pesar, la ciudadanía empezaba a tener un peso cada vez más importante y ese es el temor que les impide tomar acuerdos para terminar de controlar “su mercado”, construyendo un estado propio, un estado burgués, para garantizase su supervivencia, porque entienden que tal construcción terminaría por hacerles prescindibles a los ojos de una ciudadanía preparada, culta, desligada del interés de la clase burguesa.

La globalización, en negativo, significa el predominio del interés por la ganancia a cualquier precio de los “mercados”, los cuales dictan sus normas que los gobiernos asumen como algo impuesto por una “fuerza de la naturaleza”; en positivo, la globalización es la manifestación indetenible de unas fuerzas productivas, que no pueden desarrollarse en el actual entorno dominado por unas relaciones de producción ineficaces; mirando las revueltas árabes no son otra cosa que la lucha de un sector de la humanidad que ha vivido sumido en la edad media hasta que han tenido los medios materiales para poder acceder a otras fuentes de información, cuando menos, en pie de igualdad a las que les proporcionan desde el poder sus clases dirigentes, no es por tanto esperable que desde esas sociedades se cuestione el fundamento del sistema capitalista, sino más bien, una actualización del estatus de la sociedad civil, pero en el articulo no encuentro ninguna referencia a una situación política revolucionaria en esa parte, ni al nivel de desacuerdo, que en el terreno intelectual expresan profesionales y expertos de diversas disciplinas, de la deriva de la actual situación, que los “mercados” está llevando al mundo, más bien parece un informe presentado al consejo de administración de una empresa que una introducción política destinada a articular la ruptura del actual orden mundial; hasta un funcionario como Trichet, previene a los políticos de las dudas de que una nueva quiebra bancaria, la sociedad asumiera que los políticos les entregaran otra vez los fondos sociales, y esto, probablemente vuelva a ocurrir porque estamos inmersos en la lucha de clases global y de ella solo puede salir victoriosa, una sola y única parte, y esta ha de ser la sociedad, por eso, los “mercados” muerden y no sueltan porque como dice uno de sus capitanes Warren Buffett, ellos dirigen la lucha.

El fondo del articulo, rectifico, el fondo de Socialismo21, es la impotencia de Izquierda Unida de dar una respuesta a la actual situación porque no se trata de como superar la situación de paro y miseria a la que nos vemos enfrentado sino de como organizar la lucha para que esta salte de los márgenes nacionales al terreno europeo, porque los restos de la izquierda provinientes de los ppccs, pueden estar en contra de la Unión Europea, y por lo tanto, tratar de acabar con ella, pero esta, tiene una entidad propia imposible de ignorar, y si esto no se entiende y por lo tanto, no se está dispuesto a reconvertir esa Unión Europea, en los Estados Unidos Socialistas de Europa, la izquierda debe de proponer una construcción diferente supranacional, porque eso es lo que demandan la potencia de las fuerzas productivas actuales, pues si no se entiende que toda la globalización no es otra cosa que la manifestación de esas fuerzas productivas, no se está entendiendo nada, por eso creo que otra propuesta diferente no sería más que una improvisación y que la lucha está en arrebatar a la burguesía europea el control de los asuntos económicos y políticos, pues los asuntos sociales hace tiempo que la sociedad tiene un marcado predominio, y será precisamente esta lucha la que fortalecerá y acrecentará la potencia para dar un nuevo giro a la rueda de la historia.

Este nuevo giro empieza por propuesta de contenido internacional como es la lucha por la condonación mundial de las deudas soberanas; de todas las deuda, no la de un país concreto, sino la coartada de la “deuda soberana” como política empobrecedora, precisamente dirigidas contra las sociedades más avanzadas y preparadas, que son en donde los “mercados” (Warren Buffett,Bill Gates, Carlos Slim, Ortega, Botín, …), temen la posibilidad de respuesta; de una completa reestructuración de las organizaciones que regulan el orden mundial, -ONU, FMI, BM, GATT, OMC-, que ponen en manos de los “mercados” estadounidenses el control de los asuntos relacionados; un sistema monetario único para todo el mundo; acabar con los santuarios financieros (paraísos fiscales), este tipo de medidas son las que pueden galvanizar a una clase obrera de los países más avanzados (Europa, USA,), que es de donde deberá de producirse la respuesta contra el caduco capitalismo; ¿Qué puede perderse al proponer tales objetivos? Es muy poco marxista esperar que el comienzo de una nueva era venga de las luchas de las sociedades más pobres, diría, incluso mezquino; ¿Habremos de suponer que los ciudadanos-trabajadores de Europa y Estados Unidos están perdidos para sentir la indignación por la injusticia? ¿Pan y toros?, que decían los aristócratas españoles. ¿Pan y circo?, que decían los patricios romanos. Proponedles objetivos a la altura de su inteligencia y capacidad y os sorprenderéis de hasta donde pueden llegar.



15/05/2011                                                     jmrmesas

 A Lola, mi ex, que es una buena persona

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