viernes, 4 de marzo de 2011

REVOLUCION EN AFRICA IGUAL A REVOLUCION EN EUROPA


Me doy cuenta de estar cometiendo un error al hablar de  una burguesía europea cuando lo que existen son burgueses de segundo nivel; la burguesía europea ha resultado un  útil recurso de redacción a la hora de hablar de burguesía sin tener que diferenciar entre los diferentes burgueses, pero alemanes, franceses, italianos, españoles de tercer nivel, y nostálgicos  primos del imperio, hace tiempo extinguido, de la Gran Bretaña, que están aliviados porque los estadounidenses empiecen a tomar determinaciones respecto de la revolución de los libios por liberarse del líder, bien odiado Gadafi, y no es por el hecho de que Obama quiera entrar en Libia por la puerta de atrás, no, sino porque el dejar la iniciativa respecto de toda la zona del Mediterráneo al arbitrio de USA, sin que los burgueses de la Unión Europea sean los principales protagonistas en proponer las medidas a tomar en una zona que es de importancia estratégica para el futuro de Europa  hace del futuro de Europa algo inviable, porque si hay algo de peso en el panorama político y económico del mundo es ese proyecto inacabado de unidad europea que la hacía peligrosa por el hecho de perseguir una unidad, por otra parte, ni querida, ni deseada por las diferentes burguesías nacionales, más bien temida, pero en la medida en que el mundo se movía en un ambiente de aparente calma, el proyecto de Unión Europea, podía subsistir lleno de cautelas, pero el hecho de la quiebra económica y toda la situación posterior  está demostrando que todos los logros conseguidos están en el alero porque es unas circunstancias como las presente, o se toman decisiones que sean respaldadas en bloque, aunque no sean las mejores o la Unión Europea desaparecerá.
Puede que sea un visionario utopista, o puedo estar en lo cierto; si soy un visionario, sin sentido, nada será como yo lo veo, pero si estuviese en lo cierto, entonces alguien más debería de coincidir con mis apreciaciones, y si así fuere, la fuerza capaz de modificar el curso de la historia no serán los burgueses europeos sino esa ciudadanía remisa a actuar porque nadie se dirige a ella para explicarle por donde pasa la acción.
Trato de contrastar mis apreciaciones con los análisis, que desde la izquierda se publican en revistas como Sistema, o Sin permiso, y en esos casos, creo que los autores están más pendiente de responder al discurso oficial, que de responder a los hechos objetivos que se acumulan en el devenir, no tanto buscando una corrección política, como desestimando la pauta marxiana de la potencia de las fuerzas productivas;  porque los artículos leídos, no pasan de cierta crítica pero sin profundizar en el entramado de las relaciones internacionales, que si algo tiene la “globalización” es que hace perder relieve a los acontecimientos nacionales, si no se ponen en un contexto más amplio, y este contexto es el de la inoperancia del modo de producción de mercancías, porque esta manera de utilizar los medios de producción ha llegado al culmen de la perfección, es decir, puesto que la finalidad del modo de producción de mercancías es la de proporcionar el máximo beneficio al mínimo coste para el propietario del medio de producción que utilice, se ha llegado a la feliz conclusión que el medio de producción más útil es el que proporciona la banca (medio de producción igual a medio de cambio), y la mercancía más útil es el dinero, que proporciona la especulación financiera que crea dinero, beneficio, valor de cambio sin crear valor de uso.
Esta acumulación de dinero, en su mayor parte, oculto en los santuarios del crimen financiero, los paraísos fiscales,  que los expertos calculan  en más de la mitad de todo el dinero emitido, y que es el utilizado en las maniobras financieras para atacar la economía europea, atacando el euro, es la base de los desajustes de un sistema monetario que dejó de ser compensado en los setentas porque la burguesía acepto como moneda mundial un dólar, solamente porque la potencia militar de USA era garantía contra una URSS, que simbolizaba el peligro revolucionario -supuesto- de una clase obrera, potencialmente influenciable por el comunismo;  esta fenomenal montaña de dinero oculto, distorsiona la economía porque todo el entramado mundial facilita la especulación, haciendo aparecer y desaparecer el dinero mágicamente, porque los economistas, sociólogos  y los políticos se “gripan” ante el respeto a la propiedad privada de los medios de producción incapaces de comprender el trastorno que significan hechos objetivos como la  deuda de Estados Unidos, y detrás, todas las demás, cuyo objeto es servir de coartada para empobrecer a los pueblos y poderlos explotar, más a los más débiles; este hecho objetivo, que es el principal causante de la desestabilización del mundo, pues así como, los “mercados” atacan y especulan contra naciones mucho menos endeudadas y menos desestabilizadoras, como Islandia, Irlanda, Portugal, España, etc.,etc., etc., Estados Unidos, con casi nueve billones de dólares de deuda, que no solamente no pagará, sino que además de seguir incrementando su deuda, tiene el privilegio de transferirnos su deuda a través de su moneda, y encima, sus ciudadanos ni siquiera tienen el beneficio de la seguridad social, es una gran bolsa de fraude mundial, sin que los expertos se atrevan a proponer ningún tipo de medida, capaz de atajarla  o corregirla.
Este hecho objetivo, tampoco es tenido en cuenta por la izquierda, ni global, si existiera, ni local, que tampoco.
El sistema monetario, pactado en Bretton Woods en los años cuarenta, y quebrado en los setenta es deliberadamente escamoteado en todas las reuniones internacionales, porque desde entonces los mercados están todos repartidos y controlados por las mismas multinacionales; un obrero estadounidense, trabajando con una maquinaria determinada y un determinado tiempo cobrará un salario, mientras que otro obrero trabajando en las antípodas, con la misma maquinaria, el mismo tiempo, análoga destreza, no percibirá el mismo salario, sino menos, porque la globalización solo está contemplada para permitir la libre disposición del capital, mientras la fuerza de trabajo es incapaz de hacer valer sus derechos, porque nadie le plantea en estos términos el problema del sistema monetario, y cuyos beneficios obtenidos en este constante escamoteo, además, no tributa porque la mayoría de tales beneficios huyen hacia los paraíso fiscales, verdaderos santuarios del terrorismo político financiero, haciendo recaer todo el peso del funcionamiento político administrativo sobre los hombros de una ciudadanía, cada vez más esquilmada.
Este es el panorama, en el que se produce la revolución en el norte de África y en Oriente Medio, y dependiendo del apoyo que obtenga la revolución de los obreros y ciudadanos europeos, embarcados en el mismo proceso de latrocinio capitalista, el resultado será positivo si el empuje se produjera aún, pero si toda la defensa de la revolución se limita a la zona de exclusión aérea, tanto Estados Unidos como la difusa Unión Europea, se dedicaran a apagar los focos revolucionarios, porque esa revolución no tendrá salida sin la hoguera de la revolución europea, y la revolución europea, para abrir camino hacia una nueva etapa histórica tiene que pasar necesariamente por exigir la condonación universal de la deuda, por exigir la regulación del sistema financiero, la erradicación de los paraísos fiscales y un nuevo sistema monetario con una moneda común, y sobre todo, y de cara a Europa, convertir la Unión Europea en los Estados Unidos Socialistas de Europa, o por otro nombre, la Unión Europea Socialista, todo lo demás, son ganas de marear la perdiz.
04/03/2011                                                                jmrmesas

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