lunes, 6 de diciembre de 2010

MILITARIZACIÓN




La presión de los mercados sobre ESPAÑA, qué duda cabe, esta en la premura que el gobierno de Rodríguez Zapatero se ha dado en militarizar a los controladores aéreos; controladores aéreos y pilotos, pilotos del SEPLA  -Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas-  pues no todos los pilotos perciben emolumentos parecidos, forman la élite, de la clase trabajadora en ESPAÑA; clase trabajadora, que no, clase obrera, pues estos trabajadores con retribuciones muy por encima de la parte alta del salario de una tabla salarial de los trabajadores mejor retribuidos, pueden permitirse, en una mayoría de casos,  el vivir en zonas reservadas a la burguesía, y por tanto, con escaso contacto con los problemas cotidianos de los mayoría de los trabajadores corrientes, por consiguiente, que traten de asegurar su estatus me parece de lo más normal, dada su condición de aristocracia del trabajo. De cualquier modo, sus respectivos trabajos, complejos y con un plus de tensión, me permiten afirmar, que sudan la camiseta y su salario se lo ganan.  Por otro lado, que reproche se les puede hacer, si los mercados que nos han mordido y se llevan el jugoso bocado que los gobiernos se apresuraron a soltar, procedente de las arcas públicas, han sido incapaces de pedirles a los banqueros que contribuyan en el esfuerzo, que los más débiles, socialmente están haciendo, doblando la cerviz ante esos mismos banqueros investidos de mercados.

No es tolerable la militarización de un sector de la clase obrera, aunque sea la aristocracia, porque si socialmente permitimos que el gobierno tome este tipo de medidas, ahora, mañana pueden ser otros sectores, los que este gobierno u otro más a la derecha pudiera tomar, siempre argumentando que es “por nuestro bien”, por el bien de la sociedad, sobre la que ellos escupen de continuo, usando un doble lenguaje, uno para contentar, cuando menos, tranquilizar a los lastimados y otra, para garantizar a los poderosos que sus intereses están a salvo. Yo, estoy en contra de la militarización.

Sería muy útil escuchar a los sindicatos mayoritarios decir que están en contra de la militarización de un sector del mundo del trabajo, y luego, podrían argumentar si las reivindicaciones de los controladores son justas o no, pero de ninguna manera dar la callada por respuesta, porque desde el poder, desde el poder político, que toma la decisión, a los poderes fácticos, que apremian al gobierno, lo tienen claro: quien calla otorga.
                                             jmrmesas  

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