martes, 7 de diciembre de 2010

IMAGINANDO UN FUTURO CERCANO. PARTE A



A MODO DE INTRODUCCIÓN

Probablemente, cuando se haga la historia de la quiebra del Lehman Brothers se vea claramente que tal acontecimiento fuese esperado, porque sería la otra cara de la moneda, la cruz,  necesaria para desencadenar, a nivel planetario la idea central, que la burguesía más decidida, y con ideas globales, tiene sobre el futuro que diseñan para todo el mundo. Primero fue el ataque consentido contra las torres del  World Trade Center, que permitió desencadenar la invasión de Irak y Afganistán, imponiendo un recorte de las libertades en Estados Unidos, que se ha generalizado en todo el mundo, so capa de la lucha contra el terrorismo. Esa fue la cara de la moneda; al final, se ha demostrado que el leif motiv de la invasión no existió: no había armas de destrucción masiva en Irak, pero un presidente, Aznar, dijo en el congreso de los diputados “Créanme, yo he visto las pruebas” y se desencadenó la tormenta, en todo el mundo, porque en todas partes, se aceptó ese tipo de argumento. Esta crisis económica es la parte central de ese diseño que esta burguesía audaz nos ofrece como parte del futuro imaginado. La burguesía norteamericana, es la única burguesía capaz de tener ideas globales, porque son los que están en una más directa relación con unas fuerzas productivas, plenamente planetarias, pero, ¿Por qué, desde todos los ámbitos del poder político, se consiente esta preponderancia de los mercados, tomando una iniciativa, a la que todos se pliegan? 

 La respuesta está en que los “mercados” representan la única alternativa práctica que
 “garantiza” la supervivencia material,  de la sociedad actual, con su modo de producción de mercancías, y eso, aún, no tiene una alternativa, porque desde la clase obrera, su vanguardia, lo que se denomina izquierda, no ofrece más que consignas vacías como, luchar contra el imperialismo, o luchar contra la pobreza, o ... ... , la idea central, que debe motivar desde ahora en adelante la movilización en todo el mundo es, EL SISTEMA ESTA ACABADO, IMAGINEMOS EL FUTURO, y sin perder de vista este objetivo, movilizarnos por hacer fracasar esta iniciativa de los “mercados” cuyo filo, lo dirigen contra el proletariado europeo, al que saben que tienen que aplastar si quieren sobrevivir, y la primera tarea de esta lucha ha centrarse en acabar con los santuarios del dinero.

La propia dinámica del capital, y una ausencia clamorosa de articulación política de las clases trabajadoras, dependientes de élites, que interpretan los intereses de los ciudadanos-trabajadores y por lo tanto, en la medida en que las condiciones sociales no están nítidas, el capital, más articulado, ha conseguido burlar a la sociedad; el trabajo asalariado, con sus largas y agotadoras jornadas, siempre prolongadas por las horas extras, es un obstáculo insuperable, para, en una sociedad compleja y cambiante, como es la sociedad actual, el ciudadano-trabajador, pueda, con una mirada, abarcar la complejidad, que a las élites dirigentes, en cualquier aspecto, les cuesta reflexión, debates, análisis y estudios, para aproximarse a un conocimiento ajustado a esta dinámica cambiante del mundo moderno.

El sistema está acabado, pero dada esta complejidad de la que hablo, imaginar el futuro es una tarea muy difícil,  porque no se trata de una imaginación individual, que de nada valdría, sino de una imaginación colectiva, social, en la que los individuos aportan sus respectivas ideas, frustraciones, anhelos, visiones, y el interés de la burguesía, hostil, a este tipo de maduración cívica, no facilitaría esta labor, por el contrario, la dejaría a su propia suerte, consciente de los mil y un obstáculos, que tal empresa debería vencer para llevar un rumbo definido, por eso, una situación como la actual, en la que la rapacidad de los banqueros nos afecta colectivamente, es la ocasión para plantearnos buscar todos los cauces posibles para hacernos una idea, tener una imagen común, de que debemos hacer, y en qué debemos centrar los esfuerzos, y  en este sentido, enfocar toda la movilización por la erradicación de los santuarios financieros, exigiendo la clarificación de cuanto es el volumen del capital oculto, quienes son sus dueños, gravándolos con impuestos progresivos y obligándolos a invertirlos en la economía productiva, es el arranque del debate cívico que podría articular una reflexión colectiva para imaginar el futuro. 

En este sentido, un movimiento europeo contra los paraísos fiscales, algo que los gobiernos querrían hacer, pero que no se atreven, porque indirectamente pone sobre el tapete la cuestión de la propiedad privada, sería la concreción que podría tomar la reflexión sobre la hegemonía de los rentistas, -los mercados-   y al  plantearse una movilización popular a gran escala, que terminaría por ser global, arrebataría la iniciativa de manos de los gobiernos, a los que, ya, no podrían negociar entre bastidores, las condiciones de la desaparición, sino que tendría que hacerse a plena luz, porque la sociedad estaría pendientes de ellos, de los gobiernos y de sus maniobras cómplices .

Y, ¿Con qué autoridad, los ciudadanos-trabajadores,  apremiarían a los gobiernos a enfrentar la erradicación de esta enorme hucha de los “mercados”, que son los paraísos fiscales?

La respuesta es simple y directa: nosotros los pueblos del mundo somos los creadores de la riqueza; nosotros los pueblos del mundo, somos con nuestros impuestos, los sostenedores de la sociedad, nosotros pagamos el estado, sus funcionarios, la infraestructura social y productiva, y exigimos, porque somos fuente del derecho, que de igual modo los rentistas, empresarios, grandes fortunas, contribuyan fiscalmente en proporción y progresión a los beneficios obtenidos; exigimos, que el dinero almacenado en los paraísos fiscales, fuente de corrupción y crimen, se documente para su inversión productiva, de tal modo que todo aquel dinero con un origen procedente del crimen de cualquier naturaleza sea incautado y destinado a un fin social, y el documentado, gravado con penalización impositiva, beneficiándose con una tributación más favorable solo si se invierte en fines sociales.                                                                           continuaré

                                                     jmrmesas

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