viernes, 8 de enero de 2016

¡NO, POR DIOS! ¡NO ES UN VETO!









CUANDO LO OBVIO NO ES TANTO COMO LO PARECE

¡Cuanto los iletrados como yo deben a las nuevas tecnologías! ¿Será por ello, que los poderosos la acotan con saña? Lo cierto es que esta posibilidad, que internet, la wikipedia y otros foros brindan, permiten a mucha gente acceder a fuentes de saber y conocimiento, que de otro modo, nos estarían vedadas, y lo digo porque esta poesía, con mala leche, que yo creía que era de Espronceda y resulta que es de Moratin: Admirose un portugués – al ver que en su tierna infancia – todos los niños de Francia – sabían hablar francés – Arte diabólico es... … etc., etc.,– retrata que lo obvio no es tan evidente, como a veces, suele parecer; al menos, no lo era tanto para el vecino portugués, que Moratín señalara en su verso, y esto viene a cuento de algún amigo que me recrimina haber vetado al PCE de no competir en contiendas electorales.

Por supuesto que no veto a nadie, pues hasta ahí podríamos llegar, por supuesto que puede competir, pero me parece que sería mucho más eficiente si lo hiciese con la perspectiva que sugiero en mi último apunte.

En las últimas elecciones, el candidato de Izquierda Unida, al que voté, es el mejor representante del PCE, y el casi millón de votos obtenido es un suelo muy sólido para un partido que no tiene presencia pública, pero la política que presenta no es la política que históricamente ha caracterizado al socialismo, a la socialdemocracia que se formó y organizó para superar al capitalismo y que se fracturó en el siglo pasado, primero, dejándose arrastrar por el parlamentarismo burgués votando con su burguesía los créditos de guerra y segundo, oponiéndose a la revolución rusa, que el aún Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (bolchevique) defendía. Esa política socialdemócrata de querer superar el capitalismo lleva ausente, prácticamente, desde entonces, y lo que queda de ella es el mero aspecto reivindicativo – una cáscara vacía –, que tan bien ha defendido Izquierda Unida, pese a los fallos y los corruptos que han medrado, ocultándose tras las siglas, mientras parecía que hacían la política asumida por la organización.

La política que defiende Izquierda Unida, y que ha sido copiada por Podemos es la mejor explicación del agotamiento limitador, del alcance limitado que es posible lograr con una política como esa, y que con alguna variación ha llevado a Syriza y a su lider Tsipras a claudicar cuando ha tenido que traspasar de la oposición al gobierno. Probablemente muchos griegos que votaron esperanzados a Tsipras y Syriza se pregunten por qué los recortes de Tsipras tengan que doler menos que los de Samaras, porque a ellos, les duelen lo mismo, sino más.

No es posible superar esa fase sin una profunda reflexión y análisis de este período de la historia, que en términos humanos es mucho pero en términos históricos y en términos de la evolución humana es apenas un soplo. El concepto tiempo es muy importante porque es el que determina el espacio material de aprendizaje y el ser humano tiene una carga genética de al menos, diez mil años de civilización, que ha sido posible datar. En esos diez mil años se acumulan terrores y comportamientos muy ancestrales con un barniz de modernidad que camuflan y disimulan los naturales temores acumulados durante milenios de dependencia de la naturaleza, de dependencia de regímenes dictatoriales, despóticos; de religiones que inculcan temor que los representantes humanos de deidades, jamás vistas se encargan de exponer con dramatismo sangriento para avivar esos temores. Semejante carga instintiva es muy bien conocida por los investigadores que en estos cortos cientos de años han estudiado el comportamiento humano, y en las últimas décadas, la investigación del cerebro y de la mente humana han arrojado estudios e investigaciones – Efecto Lucifer – poniendo en manos de los dueños de la ciencia, que es lo mismo que decir, en manos de los dueños de los medios de producción, unos conocimientos reforzados por la ingente cantidad de datos generados por el uso de los nuevos medios de comunicación, poniendo en sus manos un retrato milimétrico del ser humano actual; retrato que es celosamente velado, o como mucho, descubriendo algún aspecto digno de ser comunicado para el gran público.

Este tipo de reflexión y análisis está ausente de la lucha política, sin embargo, los estudios de mercados, los estudios de los comportamientos políticos, sociales, etc., etc., si son muy tenidos en cuenta, y su traducción en libros de texto escolares son impensables dado que lo recogido en los textos de enseñanza es el conocimiento que previamente, el poder, tolera como útiles, para el aprendizaje.

Es claro que la enseñanza, para quien puede pagarla es excelente y provista con todos los medios al alcance de quien pueda pagarla, pero, en términos generales, la enseñanza se estructura para formar gente capaces de desempeñar las tareas necesarias que demanda una sociedad altamente tecnificada, pero la formación está dirigida a la manipulación de mercancías, a la manipulación de objetos (ahora no hablamos de la manipulación ideológica, política y/o psicológica) y no, a potenciar el pensamiento, no está dirigida a enseñar a pensar en el sentido que en la Grecia clásica tenía la enseñanza, cuyo objetivo era enseñar a pensar, a reflexionar.

Mi idea de un PCE desinhibido de las absorbentes tareas del día a día, capaz de impulsar este tipo de reflexión de alcance internacional, lanzando e impulsando ideas sobre los medios de producción, sobre las fuerzas productivas, la creación de valor, el impulso de las ciencias aplicada a la industria militar, la economía pensada para engordar fortunas y no para solucionar los problemas de la gente; los estudios sobre inteligencia artificial y la robotica, me parece de alto contenido subversivo, pero lo más revulsivo y lo más subversivo sería, sin lugar a dudas, una vuelta al pasado, es decir, hacer un recorrido por la reciente historia pasada, no como un viaje de nostálgicos exploradores, sino como una reflexión de valientes buscadores de las causas del fracaso de la primera revolución popular triunfante, viaje este, al pasado, que no sería un retorno a la nostalgia ya que en ese retorno, por primera vez en la historia, no lo harían solo historiadores, investigadores sino los militantes, investidos de investigadores que además podrían ser acompañados por una enorme masa social que aún tienen la propia experiencia personal como parte viva de la propia historia.

Ese viaje es imprescindible hacerlo, porque nos lo hacen desde el otro lado y su objetividad es tan subjetiva, como subjetiva puede ser la objetividad del militante aislado que quiere encontrar una respuesta para seguir teniendo confianza en el género humano. Ese retorno a la historia es un retorno a los datos, imprescindible para saber si ha sido necesario sacrificar a varias generaciones de ciudadanos soviéticos, y militantes comunistas de todo el mundo, que creían firmemente en un proyecto trascendente y del que se apropiaron y han apropiado los burócratas políticos y el entorno de técnicos que se enriquecieron mientras apartaban al pueblo trabajador como si estos, el pueblo trabajador, no fuesen los auténticos creadores de la primera superpotencia netamente obrera, por eso, tal retorno no sería una vuelta a la nostalgia sino una reflexión interesada de la parte histórica re-expoliada por los dirigentes, en los que confiaron, y con ese contenido, un ajuste de cuentas sano, sin rencores, pero reivindicativo y de la misma naturaleza que reclamar, para el pueblo, fuente de poder y legitimidad, lo que, en el proceso histórico les fue arrebatado por la fuerza invocando deidades y conceptos que solo conocían sus únicos beneficiarios, reyes, terratenientes, comerciantes, burgueses y es necesario esta reflexión, ahora, porque no tenemos todo el tiempo por delante; por delante tenemos el nuevo reparto del mundo, que toma formas cambiantes, como en Oriente Medio, donde las burguesías veteranas de Europa y Estados Unidos enfrentan a las burguesías locales canalizando, cada una de ellas facciones religiosas con intereses adversos.

Este nuevo reparto del mundo tiene como objetivo aniquilar Europa, pero semejante pieza es demasiado grande como para atacarla frontalmente y se buscan subterfugios capaces de llevar la batalla a Europa porque la ciudadanía europea no esta por jugar ese papel, no quiere una nueva guerra en su suelo, y ese subterfugio, esa causa de alcance, capaz, cuando menos de llevar la guerra a Europa es el nuevo reparto de fronteras en Oriente Medio, imponiendo y facilitando el surgimiento de un presunto califato, imponiendo un Estado inventado, ISIS, Daesh.

La ciudadanía de los pueblos de Europa es conservadora, y según y como pueden rechazar a los refugiados, que, de otro lado, organizaciones mafiosas, canalizan hacia los Estados centrales europeos, pero ese sentimiento, potenciándolo, como se está haciendo, puede surgir un terreno abonado para el fascismo, que ya, en Ucrania, tiene asiento en su parlamento, la Duma, y en ese viaje, en ese retorno al pasado, Estados Unidos ha puesto más de un granito de arena; es decir, los sentimientos políticos se cultivan subrepticiamente porque los intereses que se defienden no son presentables, no son intereses comunes, son los intereses de una poderosísima élite.

Oponerse a este plan es construir la nación Europa, es enfrentar el interés de una élite poderosa, que no puede explicar sus planes e intereses, porque en esos planes sobran cantidades ingentes de seres humanos y los intereses materiales son los que tienen que expoliar a esas gentes, contando con la colaboración que los Estados nacionales prestan, no porque estén al tanto de ellos, no porque estén informados sino porque los Estados, en su funcionamiento son proclives a ser implicados en este tipo de estrategias, por eso, los Estados nacionales se convierten en un factor que dificultan el entendimiento de los pueblos, causando recelos, sospechas, hostilidad, porque los Estados son instrumentos de las burguesías. Acabar con los Estados nacionales, en este proceso requiere la complicidad de las fuerzas, de los luchadores que se consideran socialdemócratas, socialistas, comunistas; que quieran construir el futuro ventilando y publicando que intereses persiguen, cual es el interés común, un interés, que por su propia naturaleza ha de ser conocido porque en esa lucha por abrir camino a un nuevo modo de producción colaborativo, solidario, al servicio de las personas, de lo que se trata es preparar al pueblo trabajador para conseguir ciudadanos cultos, refinados, poderosos y solidarios en contraposición a la élite que formó burócratas cultivados, todopoderosos y ladrones, y esta enorme y gigantesca tarea no es posible acometerla sin ir precisando conceptos, principios, comportamientos, actitudes, capaces de generar una nueva realidad, porque hasta ahora, el concepto nación, el concepto propiedad, han sido los que han vertido los propietarios hacedores de naciones, que siempre han hecho primar sus intereses privados, como el interés de la nación, y por tanto, construyendo la unidad de Europa, acabando con los Estados nacionales, de lo que se trata es de poner en valor el interés común, el interés de los que no tenían poder, por encima de los que lo tienen todo.

No se si con todas estas razones mi amigo verá más claro que no se trata de vetar a un partido, al Partido, sino de aprovechar la capacidad del Partido para formar consciencia, para formar conocimiento, que el mazazo que supuso el hundimiento de la Unión Soviética, causo en la conciencia de los millones de comunistas, en todo el mundo. Observese que distingo entre consciencia y conciencia; la primera es resultado del conocimiento, mientras la segunda es consecuencia de la ideología, es decir, de una determinada manera de interpretar el conocimiento.

POR QUÉ ORIENTE MEDIO

Oriente Medio sigue siendo el Caballo de Troya del capital financiero internacional para deshacer Europa, y el peso que en ese territorio, cruce de las culturas que componen el mundo actual, tiene en ese territorio la fe islámica, potenciada por los petrodólares árabes requiere un especial cuidado para interpretar adecuadamente la desislamización de esa zona del mundo, dado que esa condición es fundamental para llevar la libertad y la igualdad a esa zona del mundo, como paso previo a la liberación del ser humano, de la magia religiosa, en general.

Conviene explicar muy bien este matiz para que se entienda, en sus justos términos ya que el socialismo no está en prohibir la fe islámica, o cristiana o cualquiera otra, pues no se trata de prohibir la religión sino que se trata de separar la religión y la política, se trata de evitar, impedir que la religión se convierta en el opio del pueblo, impedir que la religión se convierta en un factor de manipulación ideológica y psicológica, en la medida que tal capacidad de manipulación es semejante a dejar un poder incontrastable en manos de gente sin ningún tipo escrúpulos, y este sentido es en el que debe entenderse la desislamización.

En Europa la descristianización fue un proceso que fue produciéndose en la medida que se reducía la importancia social de la agricultura y crecía la industrialización. Fue Maquiavelo – El principe 1532 – el que terminó teorizando esta separación entre creencias y prácticas administrativas, Fe y política, Iglesia y Estado, sin embargo, Oriente Medio que a principios del siglo xx, tras la PGM, en el momento en que las burguesías que disputaban el reparto del mundo fueron conociendo la importancia estratégica de la zona se empezó a potenciar un Islam subyacente que creció con el descubrimiento del petróleo y el afianzamiento del Estado Saudí, en cierto modo, este, fue la respuesta a otro Estado que recien surgía de las ruinas del imperio otomano, el moderno Estado turco, Turquía, un Estado con un impulso liberador y desislamizante.

Turquía fue la obra de un liberador, Ataturk. Cuatro siglos después de la descristianización de Europa, Mustafá Kemal Ataturk comprendió que su obra no adquiriría la importancia liberadora que quería para su pueblo sin desislamizar el naciente Estado turco (en cierto modo, la política de Recep Tayyip Erdogan queriendo reconstruir el imperio otomano es una traición a la obra de Mustafá Kemal Ataturk), desislamización que Ataturk impuso, potenciando, sobre todo, la incorporación de la mujer a las tareas civiles y políticas, por eso, el apoyo encubierto que el Estado Islámico obtiene del complejo militar industrial turco–euro–estadounidense, ni siquiera es una reivindicación nacionalista sino un reforzamiento ideológico para manipular a una población atemorizada, mientras se prepara un nuevo movimiento de fronteras.

ARABIA SAUDÍ VS IRÁN

¿Donde queda Israel? —A mano derecha, según se camina. Puede parecer una humorada, pero no lo es de ningún modo. Son los teóricos de la aplicación de la Teoría de juegos a la política, es decir, de la provocación política calculada para obtener la respuesta propiciatoria, su presencia histórico–política es indiscutible, y además, cultivan la especie de ser el pueblo elegido, precisamente en el lugar más donde se debate el futuro del mundo. Es preciso insistir en la necesidad de combatir la magia de la religión desarrollando todo un arsenal de argumentos, en donde la ciencia sea el principal componente de la una especie de teorización de combate para enfrentar la cuestión religiosa, como la principal tarea para liberar al ser humano de los terrores ancestrales, que en el proceso de la evolución, el homínido evolucionante, acumuló, y que el ser humano actual conserva en su inconsciente, pero que ocupan el primer plano en la mente, tan pronto como el barniz de modernidad, se rompe. Israel, el Estado de Israel cuenta con un increíble potencial para entorpecer cualquier acuerdo en esa zona, porque sabe manejar la psicología religiosa y es aliado fundamental de la burguesía veterana de Estados Unidos y Europa, pero en Oriente Medio no se ventilan cuestiones de fe, se ventilan intereses políticos y materiales y el Estado de Israel esta en el lado de los que quieren que lo fundamental, el poder, del uno por ciento, perdure.

¿Cual es la diferencia entre Arabia Saudí e Irán? La principal diferencia que encubre el enfrentamiento religioso entre el Islam suní y el Islam chií estriba en que una y otra sociedad tienen una composición social diferente. Arabia Saudí representa el predominio del campo sobre la ciudad, que en este caso, lo cubre el petróleo, la sociedad civil árabe, la componen una legión de sirvientes, funcionarios, civiles y militares, y poco más; la macabra monarquía, anegada en sangre – solo en noviembre pasado decapitó más de cien personas, con el silencio cómplice de todos los burgueses de Europa y Estados Unidos –, se sostiene porque carece de una base social cuyo modo de vida sea independiente de la Casa de Saud, y si existe, es minoritario, por eso, las decapitaciones y el papel de la mujer, en Arabia, es la palmaria explicación de este sometimiento civil.

Irán es diferente porque si tiene una sociedad civil independiente de la composición estatal del Estado teocrático iraní, por eso, el choque entre religión y sociedad civil refleja ese enfrentamiento interno, propio, entre el pasado tradicional y la sociedad civil iraní, produciendo protestas sociales y políticas en la medida que el petróleo, en este caso, sí ha producido una industria propia, incluso una industria nuclear, que aun no ha podido probarse que sea una industria militar, aunque diciéndolo abiertamente, tiene derecho a tenerla, en pie de igualdad a Israel (lo deseable es que la industria bélica atómica sea reconvertida), por eso, el choque entre el Islam suní y el Islam chii, encubren intereses opuestos, entre el campo (la extracción de petróleo, dirigido por las multinacionales anglo americanas ) y la ciudad, la industrialización del petróleo, que Irán, nacionalizó, y tras el que hay una sociedad civil, que no daría soporte a un gobierno, que para mantenerse necesita decapitar a sus súbditos para mantenerlos en el medievo, eso sí, pagando a sus sirvientes con generosidad calculada.


¿UNAS ELECCIONES TRANSVERSALES?

¿Existe una sociedad transversal? ¿Hay alguna sociedad que no lo sea? ¿Existen partidos transversales? El galimatías de la transversalidad se empieza a aclarar, solo en relación al partido, porque para empezar todas las sociedades son transversales en cuanto que la sociedad empezó por producir la civilización y esto significa algo tan corriente como que vivir en ciudades quiere decir que en la ciudad coexisten las clases diferentes creando intersticios que hacen posible esa convivencia, pero este hecho, inevitable, no significa que que todos los intereses de las diferentes clases sean defendibles, en el mismo plano; de hecho todos sabemos que el nivel de renta apareja vivir de diferente manera, en la misma ciudad, en la misma sociedad, sin embargo, preconizar que los intereses transversales existen en el mismo partido, es una falsedad, una mentira y un engaño, que evita hablar de que intereses hablamos.

Por ejemplo, Podemos se califica de transversal, sus dirigentes aún cuando dicen tener una ideología de izquierda, pretenden poner énfasis en la defensa de los intereses transversales, pero la realidad es que se desahucia a los pobres, sean trabajadores, funcionarios o parados, se le corta la luz, el teléfono o el gas, al pobre, sea este de izquierdas o de derechas, y así, y con este esquema, sin distinción de ideología, al que no paga, ¿es posible encontrar en esta situación a alguien que no pertenezca a la clase obrera, algún funcionario de bajo nivel, a algún pequeño empresario? La clase obrera siempre ha defendido a las victimas caídas en desgracia, pero una cosa es defender a una persona, o familia, venida a menos, y otro es defender a la clase de la que procede, esa persona o esas personas caídas en desgracia, y otra, defender la clase de la que proceden, en definitivas, para eso no hace falta un partido transversal, sino un partido obrero; los partidos transversales son el Partido Popular, Ciudadanos, etc., que pueden tener en sus filas obreros, funcionarios, burgueses, pero esos partidos, con afiliados transversales, defienden el interés de los poderosos, defiende el interés del uno por ciento.

Concluyendo, estimado amigo, las recientes elecciones es la mejor demostración de la composición social del país, en este momento, en el que por arte de una legislación interesada(superestructura jurídica), la mayoría sociológica, esta en minoría parlamentaria, mientras la minoría sociológica tiene mayoría electoral, y eso es así porque la transversalidad no ha tenido la contestación de un partido obrero socialdemócrata español (de la mayoría) capaz de llamar al pan, pan y al vino, vino, por tanto, enfrascarse en este proceso, sin luchar por deslindar los conceptos entremezclados, con los que los periodistas, interesados en mantener la confusión, abundan, es una tarea perdida. Si la vuelta del Partido pudiera traer claridad en este viaje, sería mucho más ventajoso, durable y instructivo que lograr unos pocos escaños, que no aportarían mucho más, que militantes como los que hasta ahora han luchado, desde esa atalaya, han hecho. Demostrar como el cambio de la estructura económica, que ha variado, a lo largo del siglo xx, con velocidad progresiva, impulsados por unas fuerzas productivas, como nunca hasta ahora, la sociedad ha conseguido, eso, si sería subversivo, demostrar como un partido – POSDR(b)/IIIª internacional/PCUS –, al despegarse de la sociedad que le llevó a la revolución, a la primera revolución triunfante de la historia, termina aburguesándose y destruyendo la obra de millones de trabajadores de todo el mundo, eso si sería didáctico, pedagógico, instructivo, subversivo, por eso, porque crear la nueva sociedad de personas libres, iguales, requiere un arsenal de conceptos, un arsenal de valores, un arsenal de definiciones para demostrar que el pueblo es fuente de poder y legitimidad, por eso, en mi modesta opinión, la vuelta del PCE a la política sería un importante factor de progreso. Espero, amigo, que te haya quedado claro mi idea, que de ninguna manera es un veto.

jmrmesas

ocho de enero de dos mil dieciséis



















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