sábado, 25 de mayo de 2013

USURA UNIVERSAL

USURA CRIMINAL

RAZONANDO PORQUE SOY ANTISISTEMA

Cuando se pretende prestigiar un argumento que resulta desfavorable contra alguna decisión o alguna institución  del Estado o del gobierno se suele apostillar que el crítico no es precisamente un antisistema, luego todo aquel que pretenda tener credibilidad institucional se esfuerza por no aparecer como un vulgar antisitema, pues así pretende reforzar sus argumentos, en la errónea creencia de suponer que unos argumentos, los que el sujeto pretenda validar, tendrán fuerza para ser tenidos en cuenta.

En realidad, es pueril creer que un argumento, por elaborado, matizado o documentado que este sea, tendrá validez, por el solo hecho de ser justo y benéfico, cosa que el el terreno de la política, de la lucha política está lejísimo de ser de tal modo, porque los argumentos políticos tienen un peso específico que se corresponde con los intereses materiales de las clases en disputa, por lo tanto, si algún personaje cree que sus razones van a mover una decisión que comprometa intereses de la clase que manda, estará en un monumental error, por muy favorable que sea su intención de no perjudicar al sistema -el modo de producción capitalista-, al que probablemente, crea que depurado de tal o cual comportamiento, puede seguir siendo válido; otro error que no tiene en cuenta el propio proceso histórico.

Un sistema, como conjunto de elementos o partes diferenciadas que contribuyen a la consecución de un mismo fin, común a todas las partes o elementos, incluso si alguno de sus elementos resultara sacrificable, tiene sentidoprecisamente porque la consecución del objetivo común es lo que garantiza la perdurabilidad del funcionamiento del sistema, por lo tanto, una vez alcanzado el objetivo, el sistema muta, evoluciona y/o se transforma, y si bien, esta definición podría aplicarse a cualquier sistema, si nos adentramos en un sistema concreto, veríamos como se transforma ese sistema en el curso de su desarrollo, y del sistema del que hablo es del sistema capitalista de producción de mercancías, así que ateniéndome al objetivo del modo de producción como la capacidad de impulsar el desarrollo de las fuerzas productivas durante un determinado periodo histórico, en cuyo curso vital se dota de un determinado conjunto de leyes a través de las cuales se articulan, se manejan las contradicciones sociales, veríamos como esa simbiosis entre sociedad y poder, que da lugar a la superestructura jurídica y política, esas formas artísticas, filosóficas, jurídicas, religiosas, en la que las interrelaciones entre sociedad y poder, poder y sociedad se retroalimentan produciendo una ideología que da sentido a la sociedad, estánactualmente crujiendo por todos sus costuras, porque ese traje que se cortó a medida, para un determinado periodo, se ha quedado pequeño, y no vale, por muchos arreglos y remiendos que se le pongan.

Las costuras que crujen lo hacen de diversos modos, lo que vendría a indicar, al no ser una puntual, sino el conjunto de todas ellasaunque de modo desordenado, la principal indicación, la principal señal -con las que nos estaría avisando el propio sistema- de la necesidad de prever, de anticiparnos a que ese conjunto de señales no equivalgan a la pasividad con la que los directivos de la central atómica de Fukushima despreciaron las lecturas que indicaban que el reactor no aguantaría un terremoto, como el que aconteció. Las señales -costuras- a las que me refiero van desde el deterioro del medio ambiente, contaminándolo todo -espacio, aire, mares y océanos, suelo y subsuelo, hasta la apropiación por las multinacionales de la genética de plantas, cultivadas desde el inicio de la cultura por pueblos, como su medio de vida, que actualmente se ven esos agricultores, en la necesidad de pagar derechos a esas multinacionales que se atrevieron a patentar esas semillas sin que el mundo se incendiase indignado por tamaño descaro expoliador, que ha llegado hasta la pretensión de patentar genes humanos, algo, que no debería ser tolerado desde ningún ángulo o punto de vista, por muy elaborado y erudito que se presentase el argumento, movilizando al conjunto de la sociedad internacional.

Es en el terreno de las fuerzas productivas, donde se presentan a mi juicio, las señales más evidentes del divorcio entre los objetivos de la sociedad, -que no están claramente definidos, sino que ésta, empieza a ser vagamente consciente- y los objetivos del poder, aunque, ninguno de los antagonistas -sociedad y poder- formulen objetivos conscientemente definidos (ya que eso podría dar lugar a un tipo de contradicciones cuya posibilidad de resolución desataría una abierta hostilidad, dando lugar al enfrentamiento irreconciliable), sin embargo, y dado que la élite cosmopolita está mucho más homogeneizada por sus intereses de clase que la sociedad, las propias las prácticas, las decisiones, el día a día que ambos antagonistas, toman, van ampliando la separación y consumando el divorcio.

Son aquí donde resultan más notables los crujidos del sistema porque estos crujidos han movido a los gobernantes a tomar acción formal sobre tales avisos, y las acciones tomadas son las evidentes y más primarias porque son elocuentes sin el menor atisbo de dudas: los des-acuerdos sobre los paraísos fiscales tomados en el marco de la reunión del G 20 no es otra cosa que la expresión de sentir en la nuca el aliento de la sociedad que se revuelve ante el robo y la injusticia que supone la enorme facilidad con la que banqueros grandes empresas y grandes fortunas mueven el dinero para no pagar impuestos.

El sistema, cuyo objetivo en origen era la ganancia porque en ese proceso impulsaba el desarrollo de las fuerzas productivas, ha llegado a un punto en el que el desarrollo de estas fuerzas ha pasado a un segundo plano para poner en primer término su propia supervivencia como productor de la mercancía que le asegura esta supervivencia, que es el dinero, intentando perpetuarse como sistema, que es imposible sin divorciarsesin separase de la sociedad que lo generócreando otra sociedad, y en esta pretensión de crear una sociedad a su medida apuntan todos los indicios, principalmente todos los  estudios relacionados con la investigación científica en los campos del comportamiento del cerebro, la genética, la cibernética, robótica, etc., que apuntarían a la separación del resto de la sociedad.  Esto es lo que me impulsa a ser antisistema, siendo imposible ignorar, que dada la posibilidad de utilizar la enorme capacidad de las actuales fuerzas productivas, estas, se utilicen en la industria, la gran industria, cuyo único fin es la de garantizar la existencia de una superpoderosa élite, que se puede permitir despreciar al género humano.

ES EL MOMENTO: HAY QUE RESPONDER

El momento es ahora. Todo ese dispositivo montado para ocultar el dinero, que está en la contabilidad B de los bancos. Esta suerte de contabilidad B son los paraísos fiscales, que no es otra cosa que un modo de camuflar las cuentas oficiales, y el crujido vivificante ha empezado a desvelarse porque hay una marea colectiva que ha empezado a destapar, aquí y allá, casos y más casos, y los gobernantes, que ya no pueden ignorar la presión social, han reaccionado echando capotes, para apartar la atención de la sociedad del núcleo del problema, las finanzas de los poderosos.

Decía más arriba, que los responsables de Fukushima decidieron ignorar las lecturas que los técnicos les pasaban porque el coste era lo importante, y no la seguridad del reactor, y en consecuencia, de las personas, por eso, las señales que nos llegan -toda la información que está apareciendo sobre los paraisos fiscales- las señales de alarma, no pueden eternizarse, esperando el acuerdo de los gobiernos, porque ese acuerdo no se producirá en la forma y manera que impulse a la sociedad en un salto adelante, si la sociedad no pasa a una movilización activa, arrastrando, obligando a las organizaciones políticas, sobre todo, las organizaciones políticas, sociales y sindicales de la izquierda, sobre todo, de los países más industrializados, a tomar partido contra el latrocinio organizadoconsentido y permitido por todos los gobiernos del mundo, amparando al capital financiero internacional, en el robo de lo que es nuestro, legítimamente nuestro, del conjunto de la sociedad, como demostraré.

LA ORGANIZACIÓN DE LA USURA: EL ROBO DEL CAPITAL FIJO

Lo que hace progresar a la sociedad es ese cúmulo de relaciones humanas no regladas, no articuladas por una norma concreta, pero no por ello menos importante que las relaciones reguladas y articuladas en forma de leyes o normas, pues unas y otras son relaciones de producción, y que solamente en casos muy concretos son verdaderas relaciones humanas, sin asomo de beneficio interesado, así pues, a excepción de este tipo de relaciones, todas las demás son relaciones de producción (que por supuesto la sociedad desarrolla sin ser consciente de su importancia), dejando un poso de utilidad. Ese
poso de utilidad, cada generación lo renueva y lo acrecienta, de ahí los avances de las ciencias (nanotubos de carbono, grafeno, etc.), comunicaciones (redes sociales), y en los campos tradicionales de las artes y la literatura. Este inconmensurable cúmulo de relaciones humanas, relaciones de producción, es el substrato en el que se apoya la sociedad y que nos ha convertido en lo que somos   y que hemos de mejorar y perfeccionar para ser mejores, más inteligentes, más empáticos, mejores personas, venciendo no solamente las carencias derivadas de nuestro origen natural, como especie, sino a la misma muerte. Esto, para comenzar reivindicando la utilidad de la sociedad en su amplio y diverso conjunto, pues el progreso, de forma genérica y el progreso capitalista de forma explícita, tienen validez por la sociedad y para la sociedad.

En este contexto, tras la SGM, en los inicios de la década de los cincuenta, dado el enorme potencial en el incremento de la reconstrucción de la gran industria, se decidió poner en marcha el invento de los paraísos fiscales. Aquellos que lo decidieron eran conscientes de estar minando el progreso colectivo, socapa de ocultar un beneficio privado. El dinero comienza a ser excedente cuando las fuerzas productivas abordan la construcción de medios de producción, y toda la reestructuración de la industria destruida en la guerra requirió unas enormes inversiones en infraestructuras y medios de producción, eso es capital fijo, y en la medida que el capital fijo produce plusvalía equivalente a multiplicar el volumen invertido, ese enorme beneficio, generado socialmente y escamoteado a la sociedad, para impedir su reinversión, y con ello el enriquecimiento general es el fundamento para ocultarlo.

Todo el dinero oculto en los paraísos fiscales es principalmente y en origen, expresión del capital fijo producido socialmente, y que al no revertir en la sociedad es la causa de las deudas soberanas, de las deudas privadas y del empobrecimiento social, como medio de dominio para someter a la sociedadfuente del derecho y legitimidady por tanto un robo alevoso y premeditado,  no siendo esto otra cosa que la organizaciónpor los expropiadores de la usura a escala mundial.

La ciudadanía no puede ser pasiva en el afloramiento del dinero oculto en los paraísos fiscales, ni puede ser pasiva en la regulación de las finanzas mundiales, porque eso entra dentro de la soberanía  del pueblo y no de los expertos, los cuales pueden asesorar, pero las decisiones que implican cambios en la estructuraproductivafinancieravital, es patrimonio de la fuente de legitimidad, que es la sociedad, por ello ha de movilizarse exigiendo su erradicación (de los paraísos fiscales), y los partidos y organizaciones de izquierdas no pueden dejarse arrebatar esta lucha por los gobiernos, potencialmente, aliados o cuando menos, socios del superimperialismo que organizó la ocultación de los beneficios. Desde aquí, y con la mayor cordialidad posible, brindo este guión a los compañeros de constituyente.org, que me invitaron a firmar su documento, igualmente, a los compañeros del mundo que se afanan por lograr un mundo mejor para todos a desarrollarlo, verificando de este modo lo acertado o erróneo de un proyecto que podría devenir en una suerte de programa para cambiar de época.

jmrmesas

veinticinco de mayo de dos mil trece 






























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