viernes, 1 de marzo de 2013

MIRANDO LA REALIDAD



DATOS PARA UNA APROXIMACION

LA ALTERNATIVA A LA CRISIS SISTEMICA NO PUEDE SER OTRA GUERRA EN EUROPA
SINO UNA REVOLUCION PACIFICA
DECONSTRUYENDO EL CAPITAL FINANCIERO

El NO A LA GUERRA, fue una movilización global, percibida en todo el mundo, como una tropelía de rapiña que demostró la capacidad de movilización de una ciudadanía consciente de su poder de contestación. El hecho de los escasos resultados de aquella movilización (Iraq fue invadido y ocupado), están en consonancia con una débil organización internacional incapaz de articular una campaña sostenida, más allá de la mera convocatoria a manifestarse, sin embargo, las manifestaciones demostraron dos cosas, la primera, que las convocatorias no tenían otra finalidad que denunciar la política de Estados Unidos, que perseguían controlar una zona estratégica, y hacer negocios, y nada más. La segunda, una voluntad de luchar, de una ciudadanía, cada vez más apercibida del ansia de controlar recursos estratégicos, del capitalismo, y por tanto, contra esa política de rapiña, unida a una carencia absoluta de cualquier clase de dirección alternativa y vertebadora.

Poner en marcha este poder, de nuevo, es la tarea de los revolucionarios, porque los políticos que están absorbidos por el sistema no pueden ni quieren ver un agotamiento inane del mismo, por lo tanto incapaz de soluciones nuevas y rupturistas. Me importa aclarar que con revolucionario estoy denominando a los políticos capaces de cuestionar el orden de valores en los que se cimenta el modo de producción de mercancías, la propiedad privada de los medios de producción y el mercadocomo medios de vertebrar la conducta social, y de ninguna manera a políticas conspirativas o nostálgicas que pretendan retrotraernos a épocas pasadas.

El deterioro de las condiciones políticas de España, zarandeada por la crisis económica y escarnecida por los casos de corrupción, está demostrando más alla de toda la prudencia necesaria, la falta de esa política alternativa, que no puede venir ni vendrá de las instituciones porque estas, conscientes de la falta de esa alternativa, demora las diligencias necesarias, en un intento de ganar tiempo, a la espera de momentos más propicios, pues investigar los casos que afectan al partido popular y a la casa real, convierte a la investigación en un material muy volátil y desintegrador, que desde los partidos con representación parlamentaria, difícilmente, podrían controlarse.

Es esta certeza, la que hace del ex tesorero del pp, Bárcenas, el chivo expiatorio perfecto para centrar en su conducta todos los males que ha destapado la crisis económica, y que viene arrastrando la situación por un barrizal de corrupción y miedo a que la investigación haga aparecer a personas y al mismo partido de gobierno, que deberían estar, por encima y libre de toda sospecha, porque de confirmarse que tales personas están y eran conscientes de las actividades del ex tesorero Bárcenas, todo el entramado institucional habría de ser recompuesto, y tal cosa no se podría hacer porque la cabeza del Estado, el rey, está afectado por personas de su entorno familiar, encausados judicialmente, por casos de, dudosa honorabilidad, o cuando más, de corrupción, y en estas circunstancias, está más que justificado decir que el régimen que sustituyó a la dictadura franquista estaría acabado, debiéndose abrir un nuevo proceso constituyente, y esto, en el momento presente, con la situación internacional, y con la situación abierta en Italia, Grecia y las perspectivas electorales en Alemania, son de un contenido de alto poder transformador, según sea el enfoque de la solución.

EL PRIMERO: CORRUPCION

Una prueba más, si es que hacía falta otra, la expresa la dimisión papal, según sus propias palabras porque el demonio ensucia a la Iglesia, y esa suciedad no son tanto los pecados de la carne, que digo yo, como las finanzas vaticanas y los negocios de algunos destacados cardenales, y le faltan la vitalidad y la fuerza necesaria, y tanto si es así como si es porque los príncipes de la Iglesia han forzado su renuncia, la realidad es que la corrupción -saltarse las normas establecidas que garantizan los procedimientos, iguales para todos- es la norma para el poder, sea este, celestial, o terrenal, es decir, empresarial, judicial, social, político, económico, que el poder siempre tiene la opción de burlar, (el celestial es el perdón divino, y eso es un milagro, porque Dios ve el interior humano, pero fuera de Él, todo es terrenal y juzgable en términos humanos), a veces, legalmente con decretos excepcionales, que confirman la regla, a veces soterradamente, y por tanto, desconocido en su momento, pero que, siempre, la investigación histórica termina por mostrarnoslo.

La corrupción es norma en la sociedad humana, solo que, cuanto más culta, organizada y politizada es esa sociedad, la corrupción es más excepcional, está más embridada y los que la ejecutan toman todo tipo de medidas para evitar ser pillados, pero el abundante numero de casos de corrupción financiera, que la prensa internacional ha desvelado a lo largo de estos años de crisis económica, en diferentes países, socialmente avanzados, mostradonos a importantes personajes del mundo financiero, manipulando información sensible, en provecho propio, a lo largo y ancho del mundo, en España, esta excepción, se ha convertido en la norma, como están poniendo de manifiesto la prensa aireando la corrupción en el partido popular, en el entorno real, y en otros personales como los Pujol, Mas, etc., por eso, luchar por aclarar toda esta podredumbre es la mejor manera de poner las bases de una sociedad más justa e igualitaria, porque la corrupción es la consecuencia natural de esta ley de la selva humana, de la ganancia al coste que sea, cuanto mayor, más éxito, mas poder, y porque se desprecia al débil, al indefenso, al incapaz, y mientras en la naturaleza, eso se solventa convirtiéndote en comida del depredador, en una sociedad organizada según la feroz competencia, eso se solventa apartando a los débiles, indefensos, incapaces al terreno de la marginalidad, a la indigencia, a la manipulación, para utilizarlos en los trabajos más abyectos e indignos, asesinos, camellos, proxenetas, putas, que es el resultado natural de la cosificación de las personas, de convertir a las personas en mercancías, reduciéndolas a la condición de subespecie, de sub -humano, y cuando esto sucede de una manera tan manifiesta en sociedades avanzadas y con un alto grado de preparación técnica, quiere decir, que esa sociedad debe de tensar las fuerzas para cambiar los modos y usos, dotándose de normas mejores y más acordes a la naturaleza de los seres humanos.

SEGUNDO: ECONOMIA

Los economistas quieren explicarnos la evolución de la crisis económica desde la perspectiva, y desde la lógica que imponen los mercados, denominación eufemística del capital financiero mundial, y si bien tiene sentido desde esa óptica, desde la percepción del proceso histórico, en el que se inserta, la perspectiva cambia radicalmente porque, en este proceso no es posible valorarlo desde los intereses de un solo grupo sino del conjunto, que es como decir desde el interés del género humano y no de un grupo particular, por eso, si escucho a un economista pontificar sobre la crisis, no puede por menos que negarme a aceptar sus opiniones, tan válidas como las de cualquier otro, porque no está explicando economía, sino opinando sobre un conjunto de valores determinados por un reducido grupo de propietarios, con intereses concretos y personales, y en ese sentido sus opiniones no valen más que las de otro cualquiera.

Cuando Marx acaba El Capital, en los finales de los sesenta del siglo 19, Europa es el centro del mundo, y todo lo que era Europa ya estaba construido por una cultura, netamente europea, es decir, universal, su arte, su ciencia, sus corrientes de pensamiento, algo que podría considerarse el alma europea estaba definido por esa cultura, que aparentaba inmutabilidad porque todavía, la naciente industrialización, los procesos de organización dependían de fuerzas limitadas, y las relaciones de producción parecían inconmovibles porque la ciudadanía, el proletariado, no tenían más referencias, no tenían otra información que la del estrecho círculo en el que se desarrollaban sus agotadoras jornadas de trabajo.

Relaciones de producción y fuerzas productivas parecían marchar de la mano y ver tensiones entre unas y otras, solamente era posible imaginarlas con una visión intelectual de sus interacciones, por lo que la sociedad se configuraba en relación con una burguesía poderosa e incontestable. Fueron los años, la época dorada de la burguesía, en los cuales, al lado de su vertiente productora, se desarrollaban sus capacidades intelectuales, artísticas y cientificas.

Sin embargo, en el seno de esa sociedad tenían lugar los elementos que habrían de llevar a la sociedad burguesa a la situación de descomposición actual, y no me estoy refiriendo a las corrientes de pensamiento que impulsaron el socialismo, sino que me estoy refiriendo a los progresos que la investigación científica empezó a definir, cuantificar y manipular, produciendo las fuerzas que están resquebrajando la sociedad burguesa: 1869, el científico ruso Mendeleiev anuncia su tabla de elementos, que daría lugar a la actual tabla de elementos periódicos; 1900, el científico Max Planck define un nuevo campo para la física, la mecánica cuántica; 1905, otro científico alemán Einstein anuncia su teoría especial de la relatividad; 1913, el danés Niels Bohr, presenta su modelo atómico; 1915, Einsteín termina sus investigaciones con la teoria general de la relatividad. Toda esta producción científica, se llevaba a efecto como un proceso en el que los investigadores han ido recogiendo la antorcha de otros anteriores, porque ese deseo de conocer es inherente a la especie humana, sin distinción de razas, y se que me dejo a muchos por citar, pero como hitos que muestran el crecimiento acelerado del conocimiento, en un corto lapso de tiempo que daría lugar o otros tantos descubrimientos y máquinas, que conforman nuestra sociedad actual, creo que resulta suficiente.

Estos conocimientos son los que están en la base de las modernas fuerzas productivas, y esas fuerzas productivas son internacionales, mundiales, por lo tanto estas fuerzas productivas son las que están chocando con las viejas relaciones de producción, configuradas durante el siglo 19, en el esplendor de la sociedad burguesa de la Europa, centro del mundo, en medio de una sociedad semi analfabeta, y mientras las fuerzas productivas y el elemento humano se han renovado de cabo a rabo, las relaciones de producción se han anquilosado, ahogando a la sociedad actual, como un insoportable corsé que impide y constriñe el desarrollo de un cuerpo sano, por eso, me resulta insoportable escuchar a economistas, que además, blasonan de marxismo, cuando tratan de explicar la crisis económica a partir del estrecho marco de los intereses del capital financiero internacional, disfrazado de los mercados, cuando de lo que se trata es de hacer conscientes a la sociedad de que si se puede cambiar a mejor, si se rompen esas viejas relaciones de producción, porque todas las movilizaciones actuales, tanto las de Europa, como la de nuestros vecinos de Oriente Medio y del norte de áfrica, están chocando constantemente con esas viejas relaciones de producción, que aseguran la dirección y el dominio de una élite, minoritaria pero muy poderosa, a la que hay que apartar del poder, pacíficamente, pero firme y sin condiciones.

Esas fuerzas productivas han configurado la actual economía, internacional, porque los Estados dejaron hacer al capital, a lo largo de ese proceso de los últimos 150 años en el que las fuerzas productivas crecieron vertiginosamente impulsadas por el empuje ciclópeo de las ciencias, y ante el repliegue de la lucha de clases, reducida a la estricta supervivencia cotidiana, tras dos guerras mundiales por el reparto del mercado, el capitalismo ha sabido utilizar las viejas relaciones de producción para armonizar sus intereses, establecer alianzas e imponer sus criterios a una ciudadanía sin capacidad de visualizar ese complicado proceso. Según investigaciones realizadas por una organización independiente estadounidense, 147 empresas multinacionales de diferentes países, que controlan el 40 % de las acciones en el mundo, de las cuales, tres cuartas partes son entidades financieras, son las que determinan el comportamiento de la economía mundial; esas empresas constituyen una red de lazos económicos-financieros que han terminados por convertirlas en empresas sistémicas, lo que quiere decir que sus actividades marcan el comportamiento del conjunto, por lo tanto, ignorar este hecho y tratar de querer diseñar políticas, que no quieran ver esta realidad, está destinada a andar en círculos, sin llegar a ninguna parte.

Este hecho determinante es ignorado por todos los partidos de izquierdas, que se encierran en ver la política desde una atalaya nacional, cuando los discursos sobre soberanismoindependentismo, están destinados a estrellarse contra la dura realidad del control accionarial de un reducido núcleo de empresas, convirtiendo tales narrativas en puro teatro destinado a engañar a los pueblos, a la ciudadanía, a los trabajadores, porque como queda demostrado, los Estados han ido dejando de controlar las economías, porque, sólo el nivel de protección de los inversores es estadísticamente relevante, como dice el enlace del trabajo que cito, por eso considero que ante la potencia de las actuales fuerzas productivas, solo es posible una sola y única salida, arrebatar el modo de producción de mercancías de las manos de ese núcleo poderoso del capital financiero internacional, para ponerlo al servicio de la humanidad; producir para la humanidad, y eso, dará un nuevo impulso al crecimiento de las fuerzas productivas, que pasará por la incorporación de grandes masas sociales al área del conocimiento científico y tecnológico.

TERCERO: EUROPA

Por suerte, prefiero pensar de este modo, y no, por desgracia, el mundo consta de una gran diversidad de razas y culturas, que complican la armonización de medidas, enriqueciendo el acerbo humano, pero la historia del mundo, en los últimos 2500 años, que es tanto como decir el resultado del momento presente ha estado modelado por lo que ha sucedido en Europa, y lo que haya de ser el resultado que sustituya al modo de producción mercantil, que la presente crisis ha destapado, pasa por la respuesta que se de en Europa, desde Europa, siendo conscientes de que las decisiones que se tomen sobre el desarrollo de la crisis, que es más que una crisis económica, es una crisis del sistema capitalista, que afecta desde la economía, a todo el orden de valores que han definido la cultura occidental, dicho esto sin ánimo de menoscabar a las demás culturas humanas, tendrá fuerza de ley, valor de ejemplo a seguir para otros pueblos y culturas, por lo que las medidas políticas han de ser sumamente cuidadosas, por radicales que puedan parecer.

El trabajo que he citado, y que ha sido publicado por la organización estadounidense -plosone.org- parte de un estudio, apartado del estrecho interés económico, es decir, ideológico, que es lo que distingue a la economía al uso, de una verdadera ciencia, dicho con otras palabras, el interés del estudio se realiza con la intención de llegar a conocer la verdad (que hay de verdad cuando se dice que en el mercado, la libre competencia se acabó porque un grupo de grandes empresas tienen el control), y no con la intención de justificar los intereses concretos de un grupo, por lo tanto, una respuesta europea a esta crisis, que afecta de modo tan determinante al viejo continente, pasa por entender que las medidas políticas de las naciones que componen la Unión Europea, son sumamente fluidas para el capital mientras que para las personas son extremadamente controladoras, y seguirán ese curso, mientras Europa siga siendo un continente compartimentado por las fronteras, sin otra finalidad que dificultar la respuesta de las personas, la organización y articulación de la sociedad civil, para controlar ese poder, no estoy diciendo, acabar de un plumazo, sino controlar ese poder, para empezar a desmontarlo, y para que eso sea así, hay que empezar por coordinar las diversas economías nacionales, que son el reducto de la viejas relaciones de producción, toda vez, que como demuestra el estudio, y confirma la realidad cotidiana, los mercados, el capital financiero internacional puede moverse por todo el mundo sin dificultad.

La tarea es difícil, y no se llevará a término, mientras que un grupo, un partido, un pueblo, no abandere el proyecto de unión política. Sería deseable que ese grupo fuese una unión de pueblos, o cuando menos, un grupo heterogéneo de ciudadanos de diversas naciones persuadidos de la necesidad de luchar unidos por la unión de pueblos y naciones, por los Estados Unidos de Europa, incluso sería épico, que en un momento como el que atraviesa España, un partido o un grupo definiera la necesidad de una segunda transición, empezando por reivindicar la necesidad de la nación europea y se constituyera en el abanderado de la lucha por los Estados Unidos de Europa, desde el sur hasta el norte, desde Tarifa a los Urales.

Tal lucha por la unidad de Europa no puede ser solo una lucha política, es decir, la lucha por la unidad de Europa tiene que rentabilizarse con una serie de mejoras perceptibles por la ciudadanía, en todos los terrenos, trabajo, vivienda, sanidad, educación, arte, cultura, libertades, creando vínculos entre los ciudadanos y las nuevas metas propuestas, y eso significaría luchar por la erradicación de los paraísos fiscales, única forma de empezar a desmontar los cimientos que garantizan el control y dominio del capital financiero internacional, dotando de transparencia a las finanzas, que por ley habrían de ser públicas, tantos las estatales, que ya lo son, como las de las sociedades, y a partir de una determina cuantía, las privadas, luchar por la condonación de las deudas soberanas, que es la manera con la que el capital financiero y los gobiernos pactan el control de los gobernados, eso que, cínicamente llaman gobernanza, luchar por una moneda mundial (el dólar ya lo es, pero ni siquiera lo controla el gobierno USA), controlada por una institución internacional.

Esto que parece quimérico es un atisbo de solución. Por supuesto, que definir un bosquejo, esquematizar una solución, es solamente un comienzo que pretende reconocer que el problema actual es ese choque nuevas fuerzas productivas y viejas relaciones de producción, que llevan alterando el orden de valores establecidos, y que no encontrará respuesta dentro del orden actual, dentro del sistema, porque el sistema actual ha caducado, y cuanto antes se extienda el certificado de defunción, antes saldremos de este doloroso duelo.

Otras soluciones tradicionales -guerras locales, o peor continentales- no harán más que agravar el duelo.

jmrmesas

uno de marzo de dos mil trece  

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