CONTRIBUYENDO AL DEBATE
En mi correo,
constituyentes.org, me hace llegar un
texto firmado, al que me ha parecido importante prestar atención
porque toca el meollo de la situación por la que atraviesa el mundo,
y he decidido comenzar por el final: -Para
sacar a España de la crisis es necesario ejercer la soberanía.,
tanto la política como la económica. Una no se entiende sin la
otra.
-
porque
en el seno de la izquierda, hay una resistencia a considerar que la
actual situación, los estados nacionales, las sociedades nacionales,
tienen salidas desligadas de lo que ha contribuido a meternos en
ella, y esta cosa que nos ha metido en una crisis, que empezó siendo
económica y ha devenido en una crisis político-económica, ha sido,
es y sigue siendo, una cierta concepción de la internacionalización
de los problemas, llamada globalización, y que cualquier posibilidad
de salida tiene que considerarse insertada en un marco internacional,
por lo tanto, no hay una salida para España, si no hay una salida
para Grecia y si no hay una salida para Alemania, y por extensión,
para el mundo, porque la globalización no es otra cosa que la
socialización de la producción, la socialización de los beneficios
a favor de los grandes monopolios del capital financiero, mientras se
privatizan las pérdidas, con
nombres y apellidos,
para los millones de ciudadanos que son citados en los juzgados para
instruirles procesos que les privan de sus casas,
les embargan los sueldos,
les cortan los fluidos de agua,
gas y electricidad,
y los despiden de sus trabajos,
porque durante décadas, creyeron que bastaba con pagar esas
facturas, mientras los partidos políticos, de izquierdas,
renunciaban al marxismo, al leninismo, a la lucha de clases, porque
habíamos entrado en la sociedad postindustrial, y los sindicatos no
hacían otra cosa que negociar,
negociar
y negociar,
y cuando algún compañero discrepaba, la -cla- le abucheaba
llamándole agente de la CIA, es decir, se despolitizaba a la clase
obrera, porque, en beneficio de la coexistencia
pacífica,
había que aceptar que en los centros de trabajo no hubiera
asambleas, porque los comunistas eran los malos, y los buenos,
defensores de los derechos
humanos,
los que no eran comunistas, pudiesen experimentar con la salud de los
guatemaltecos, evidentemente, con el consentimiento del gobierno de
Guatemala, como podían experimentar con los propios ciudadanos
estadounidenses, como podían experimentar con los ciudadanos
canadienses, todo a
la
mayor gloria de la libertad de mercado,
dictada por los mercados,
y mientras esto sucedía en los cincuenta, sesenta y setenta del
pasado siglo veinte, y mientras se creaban los paraísos fiscales a
finales de los cuarenta, amparados en el secreto bancario practicado
en Suiza, y mientras se toleraba que Estados Unidos abandonase el
patrón-oro,
y se desequilibrase el sistema monetario mundial y el sistema
financiero, y mientras se tejían las redes de empresas
multinacionales, en la que el capitalismo del complejo militar
industrial, controlaban los centros neurálgicos del mundo, los
compañeros de constituyentes, o de socialismo, pretenden discutir si
hay que quedarse en el euro o salir del mismo, haciendo abstracción
de todos estos datos, lo cual es muy mala forma de apreciar el
problema, porque la autarquía es imposibles hoy.
Como
digo en mi blog(http://unomas-jesus.blogspot.com),
no es muy coherente, teniendo en cuenta los antecedentes, decir, ...
el
euro no debía haber nacido...,
porque aparte de no servir de nada, porque ya
está
aquí,
y ha tenidos una génesis y desarrollo, que no es posible negar, sin
entender que estos datos revelan las posibilidades reales del capital
financiero europeo, hablar por tanto de salir del euro para volver a
la peseta, es negar que la estructura económica de la sociedad, no
solamente española, sino que el mundo, se ha convertido en la
sociedad anónima, y que esta realidad del
mundo económico impone unos lazos que unen el capital español
de tal modo que las inversiones realizadas en empresas y negocios de
otros países, causaría una debacle mundial, si se volviera a la
peseta, por eso ha sido rescatada la banca española a cuenta de que
los ciudadanos, privadamente, pasen por los juzgados a que les
notifiquen el embargo de sus sueldos, y colectivamente, se les
impongan recortes, y querer negar esta realidad, es asumir la
impotencia política, la impotencia teórica, y la impotencia para
ser capaz de movilizar a la sociedad para
cambiar el sistema,
porque se trata de cambiar el sistema, ya
que no es posible
una
salida nacional,
porque la naturaleza material-económica del capitalismo es
internacional, pero como la burguesía es minoritaria, socialmente,
se encuentra, políticamente, ligada a la patria nacional, esto, en
Europa, es lo que ha impedido a las diferentes burguesías formar un
estado supranacional,
porque la burguesía, que en su comportamiento personal es
cosmopolita, políticamente ha de cultivar el nacionalismo, porque un
estado europeo centralizado, la barrería en un pis-pas, porque
unificar su mercado, querría decir, hacer concesiones a una
ciudadanía, que está más homogeneizada de lo que parece, por eso
tienen que mantener las fronteras nacionales, porque así es más
fácil reprimir a una ciudadanía, cuya formación histórica la
capacita para prescindir de la dirección de la burguesía, tanto a
nivel nacional, como intereuropea.
Alguien
se explica por qué los dos países con deudas más cuantiosas no son
molestados por las agencias de calificación; Estados Unidos tiene
una deuda reconocida de 15,8 billones de dólares, que debe suponer
más del cien por cien de su PIB, y Alemania tiene una deuda de más
de dos billones, que representa el 70 por ciento de su PIB, mientras
que España ha alcanzado el 70 por ciento por el acoso de los
mercados,
cuando al comienzo de la crisis estaba sobre el treinta y tantos por ciento, y este acoso a Europa, ha sido consentido por Europa, por la
Europa, cuya deuda no ha sido incordiada por los mercados
¿No
da que pensar a los que se plantean entrar o salir del euro? ¿No es
esto una maniobra política
de los mercados?
¿No es esto un ataque de
clase contra clase
de los expropiadores a la ciudadanía de Europa? ¿Alguien
considera que la economía en una ciencia del mismo calibre y nivel
que la física? ¿Los dirigentes políticos y sindicales, que están
callados sin saber que decir, no se han parado a pensar que la
verdadera riqueza del mundo no es la cantidad de dinero oculto, sino
los conocimientos científicos, técnicos, sociales que producen
maquinarias que son verdaderas maravillas, y que el dinero no es sino
la representación de esas maravillas?
El
verdadero problema de esta coyuntura radica en la pobreza instumental
de la clase obrera, no solamente española, que carece de una
dirección capaz de explicarles el momento histórico por el que
pasamos, y proponerles los objetivos y la movilización que requiere
el desarrollo de este acontecimiento mundial,
porque el modo de producción de mercancías ya ha perdido, hace
mucho tiempo su carácter de impulsor de las fuerzas productivas, y
en la actualidad la producción se centra en dos mercancías, cuyo
valor de uso esta restringido a la propia burguesía, y estas
mercancías no son otras que el dinero, cuya utilización por la
ciudadanía está restringido a la mera supervivencia, y las armas,
única manera de tergiversar las fuerzas productivas, convirtiéndolas
en instrumento para detraer presupuesto de la ciudadanía, por eso,
el capitalismo ha llegado al límite de utilidad social, porque la
producción se ha convertido en un instrumento más para imponer
condiciones políticas, quiere decirse, condiciones de clase, de la
clase poseedora, de los expropiadores, a la ciudadanía expropiada,
ante la complicidad de todos sus dirigentes, políticos y sindicales,
incapaces de levantar la voz.
Empezar
a cambiar las tornas pasa por comprender estas carencias y comenzar
por entender que la sustitución del capitalismo, de su modo de
producción de mercancías, pasa por negar lo que el capital
defiende, y eso significa exigir que el capitalismo, que es mundial,
con una moneda mundial, de
hecho,
el
dólar,
tiene que ser regulado,
de tal modo que produzca para la sociedad, y no la sociedad para el
mercado, y el primer paso es movilizar a la ciudadanía mundial por
la erradicación
de los paraísos fiscales,
y sus consecuencias inmediatas, retorno del dinero oculto para
dedicarlo a la economía productiva, a la investigación científica
y a la enseñanza pública y gratuita; la condonación de las deudas
soberanas de todos los países, con auditación de todos los
pormenores, y una moneda mundial, regulada por un organismo mundial.
Espero
haber aportado alguna luz al debate, pues con esta intención lo
hago.
jmrmesas
04
de julio de 2012
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