sábado, 30 de junio de 2012

MARISCALES DE MADERA



MARISCALES DE MADERA

MARX
Cuando se habla de economía, todos se empecinan en hablar de cifras macro, de tal modo que, normalmente, alguien que no sea un experto en el tema se sentirá perdido, y en un artículo aparecido en sinpermiso, James K. Galbraith, responde a P. Krugman, de tal manera, que si no se ha seguido el discurso, se sigue sin entender de que va la cosa, porque, como sí apunta el autor del texto, en relación a una de las corrientes de pensamiento, la lucha de clases y las relaciones de poder permanecían en el corazón del análisis económico y la crisis, inevitable, llegará en algún momento, por lo que, para mi propio uso, y así, poder entender que es lo que está pasando, no hablaré de economistas, pues no se trata de acudir a la crisis del ladrillo, ni a las burbujas de diverso contenido, sino de entender de algo que no mencionan los economistas, la estructura económica de la sociedad, que a lo largo de los últimos cien años ha cambiado radicalmente el potencial de las fuerzas productivas, y para ello, acudiré a Marx, que no era economista, ya que estudio leyes, y la economía no fue un mero añadido, algo que se estudia para colocarse en un ministerio o en alguna empresa, sino que la relación de Marx con la economía fue la de una continua investigación, algo que le ocupó toda su vida, sin ánimo de lucrarse de sus conocimientos sobre esa materia, por lo tanto, su aportación a esa disciplina, comienza por situar la producción de la riqueza como una relación antagónica entre las clases sociales, materia que escapa, interesadamente, de los análisis de los economistas de cualquier signo, y sobre todo, por definir que el modo de producción de una sociedad, es algo con fecha de caducidad, por lo tanto, no es algo dado de una vez y para siempre, sino que ese antagonismo entre las clases ha ido mudando en función de las fuerzas productivas.
Lo que caracteriza esta crisis es que comenzó como una crisis económica y se ha convertido en una crisis político, económica y social, por lo tanto, en una relación global hostil, como nunca antes, la relación antagónica entre las clases sociales, se había producido, lo cual quiere decir, que históricamente, estamos al final de una era, sin que los dirigentes oficiales de la ciudadanía, sin que los dirigentes oficiales de la clase productora, se quieran dar por enterados, sin que esos dirigentes, mariscales de madera, como dijo Napoleón, cuando un avispado soldado quiso copiar la audacia de un compañero, -No necesito en mi ejército mariscales de madera- y sin embargo, la izquierda oficial está llena de mariscales de madera, sin caletre para preparar ni dirigir un malestar contenido, que podría saltar en cualquier momento, sin que la ciudadanía tenga noción de hacia donde encaminar su contenida hostilidad.
El intercambio de papeles, de roles, es, no solamente notable, sino escandaloso, y así, lo que Zapatero, los socialistas no se atrevieron a reclamar -euro bonos- Rajoy no hace más que reclamarlo, precisamente cuando dijo que no haría lo que está haciendo, y eso está corroyendo al socialismo, al psoe, en el que los enfrentamientos entre los diferentes mariscales de madera preconiza una ruptura del partido porque su seguidismo de querer unir su política al interés nacional, al interés de los burgueses, como si fueran compatibles el interés de los Bankia, Santander, CAM, con el de los mineros, enseñantes, médicos, está dejando sin argumentos a unas bases que se sienten huérfanas de referencias, políticas e ideológicas, y lo trágico, cuando se produzca la ruptura, es que no hay ninguna organización, ningún partido que tenga entre sus objetivos el de anunciar que el sistema se ha agotado, que estamos al final de una era y que la Europa que quieren unir los burgueses, tesoro único, fiscalidad común, mutualilzación de las deudas, controladas por la banca alemana, que junto a la estadounidense han disparado el hundimiento de la economía mundial, será una cárcel para cada país, si a la lucha por los Estados Unido de Europa, no se une, de forma irrenunciable la erradicación de los paraísos fiscales, si no se reclama como una exigencia irrenunciable la condonación de las deudas soberana, y si no se exige, como medio de comenzar la lucha por someter a los mercados, para poner el modo de producción al servicio de la sociedad, y no la sociedad al servicio de los mercadosuna moneda mundial, estos son los objetivos, y todo lo demás, plataformas interclasistas incluidas, es una pérdida de tiempo, lo que no quiere decir, que no haya que luchar por minar y socavar las bases del pp, pero esas bases no son la burguesía, los Ratos, Botín, Isla, Alierta, etc., sino una ciudadanía proletarizada y engañada por el partido de los gurteles

En todo este proceso, la opinión independiente de la izquierda, la opinión independiente de los representantes de la clase obrera, brilla por su ausencia porque desde los sucesivos abandonos de las tradiciones obreras, de las renuncias efectivas del socialismo, del abandono de cualquier tipo de discurso que no haya sido, y siga siendo, el plegarse servilmente al interés de la burguesía, pese a conservar el nombre, la denominación de origen, para seguir contando, disponiendo del favor de la clase trabajadora, para medrar a su costa, es terriblemente decepcionante porque revela la ausencia de alternativa, no existe una alternativa independiente porque se negó la única fuente solvente de análisis que desmenuzó y deglutió los entresijos del funcionamiento del modo de producción capitalista, el que hizo Marx, a lo largo de toda una vida, porque quería comprender porque había ricos y pobres, y al renunciar a esta fuente, se renunció a todas las demás, y lo que ha quedado no es sino un erial teórico, político y organizativo incapaz de ver que nos hallamos al final de una era, con una terrible falta de perspectiva.
Cuando oigo a determinados compañeros, con instrucción superior, decir que el discurso de Gadafi en la ONU, fue un discurso socialista, es que no han entendido que si un dirigente se hace con una fortuna personal, quiere decir que el respeto por la propiedad comunal, por la propiedad colectiva, pública, está en contradicción con el comportamiento socialista, y por tanto revela una atroz falta de coherenciaética y política, y ese comportamiento es observable en al Assad, en Milosevic, en Yeltsin, y tantos otros que se han comportado como reyezuelos, desacreditando el socialismo, lo que revela una enorme carencia de criterio, siendo dirigentes de oropel, dirigentes de fachada, mariscales de madera.
Cuando oigo, o leo, a compañeros cualificados, con instrucción superior, hablar de si hay que salir del euro, sin además avanzar una orientación sobre qué economía política adoptar, significa que esos compañeros no han entendido que el euro es el resultado de un determinado proceso histórico a la que ha sido capaz de llegar la fracción de la burguesía que tiene su feudo en Europa, y que por lo tanto, cualquier otra alternativa les está vedada porque para hacerlo de otro modo tendrían que enfrentarse a una ciudadanía funcional que se los comerían en el lapso de un breve periodo histórico, porque su supervivencia como burgueses está unida a la patria nacional, mientras que los negocios, la producción, el capitalismo es internacional por su propia dinámica, así pues, es imposible, que esta crisis político-económica, se resuelva creando empleo, porque la cantidad y naturaleza del empleo necesario, no está en consonancia con la misérrima cantidad que se va a repartir, porque a estas alturas, la cantidad de empleo a crear no solamente requiere inversión financiera, sino que necesita una concepción diferente de la sociedad que es necesario crear para que la sociedad empiece a ser dueña de su destino, liberándose de dioses, reyes y tribunos, y si esto no se entiende, no hay dirigentes, hay mariscales de madera.
No habrá creación de empleo porque de los cinco millones de parados, el porcentaje más importante los asumía la industria el ladrillo y es imposible crear una industria para absorber semejante masa humana sin una inversión cuantiosa, y una lucha sostenida, porque crear empleo de calidad significa preparación material y humana, que no puede improvisarse, y los coches, lavadoras, televisores, teléfonos, ya los fabrican los BRIC, por lo tanto, sin una nueva concepción de la sociedad es imposible crear ese empleo, en las cantidades, que requiere Europa, que requiere el mundo, y si los dirigentes actuales no lo entienden, son mariscales de madera.
El capitalismo está acabado, pero un modo de producción nuevo y superior, no se improvisa, y el abandono del debate y de la producción teórica independiente, nos obliga a tener que disputarle al capital financiero su terreno, porque la falta, tanto teórica, política y organizativa, significa que no existen ni las concepciones, el conjunto de ideas-guías, ni los cuadros, ni la organización, para ir a un choque frontal, e incluso, si se produjera un estallido social y la burguesía se viera, momentáneamente rebasada, el asumir el poder no daría lugar más que a producir otra casta de burócratas que suplantarían a la clase obrera, volviendo a reproducir los problemas de las sociedades del socialismo real, y eso resultaría empobrecedor y deprimente, por lo tanto, lo previsible será la lucha por cegar la fuente de poder del capital financiero, y esta radica en el manejo y control del dinero, el cual ocultan en los paraísos fiscales, y este combate por controlar y esclarecer la circulación del dinero será el núcleo central de la regulación del mercado, será el núcleo fundamental de la lucha por hacer que el modo de producción se someta a la sociedad y no la sociedad sometida a la dictadura del mercado, a la dictadura de los expropiadores, y tal combate, deberá ser la base en la que se articule la enseñanza, de tal modo, que junto al saber funcional, junto a los conocimientos profesionales específicos, los educandos entiendan, sepan y se aperciban, de que mientras exista la explotación mercantil, habrá seres humanos colocados en situación de subordinación política, social y económica, y por lo tanto susceptibles de ser utilizados por los que ejercen el poder, lo que quiere decir, que en el ámbito de la producción, si la sociedad decide qué se produce, en la fábrica, en la empresa, el trabajador no puede ser solamente un mero instrumento de la producción sino que al lado del propietario será un controlador, un colaborador, un responsable de que se cumpla lo que la sociedad ha decidido.
Eliminar el antagonismo en la producción significará eliminar la mercancía, pues la mercancía es el producto de una relación entre clases antagónicas, en la que el propietario, no solamente es el dueño de los medios de producción, sino que es el representante del estado, del poder político, en el ámbito de la producción, y por tanto, la producción no es solo una relación económica, sino que la economía es un aspecto fundamental de la lucha de clases, por tanto, en la medida en que la sociedad se apodere de los controles políticos del estado, el trabajador dejaría de estar, políticamente subordinado y sin posibilidades de pedir explicaciones (obviamente, estas peticiones de explicación serían a través de los órganos colectivos de los trabajadores en los centros de trabajo), y la relación laboral empezaría a tener un carácter más participativo, pero todo esto pasa por entender que los ejércitos de desposeídos, de expropiados, no se pondrán en marcha solos, esos ejércitos requieren objetivos estratégicos y estos son, junto a la lucha por los Estados Unidos de Europa, erradicar los paraísos fiscales, condonación de las deudas soberanas y una moneda mundial, Marx habría firmado esto, pero para llevar esto adelante hacen falta estrategas de clase y dirigentes conscientes, capaces de asumir la responsabilidad de levantar la bandera del cambio, y para esto sobran los mariscales de madera.
jmrmesas
1 de julio de 2012

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