martes, 19 de octubre de 2010

ECONOMIA DE DISEÑO

Este blog tiene la pretensión de ser abierto a los problemas del mundo, en especial al de contenido económico-político, pues a raíz de la quiebra bancaria, el silencio que desde la izquierda se dio, a un hecho, que a mi juicio era una señal inequívoca de la necesidad de cambios estructurales profundos, me impulsó a dar mi propia visión de una realidad, que a mi juicio, también perciben mentes más preparadas y mejor formadas que la mía, pero que por razones que nadie se aventura a expresar, bordean el problema, hablan en clave, pretenden acomodar la situación como si fuese algo vulgar, algo que no marcara un momento relevante en el proceso del desarrollo del sistema capitalista de producción de mercancías, cuando en mi modesta opinión, ignorar el inmenso poder que los mercados han adquirido sobre la sociedad hace que todo el entramado político construido, resaltando el predominio del Estado de Derecho, se convierta en pura fantasía, retórica hueca solo útil para mantener un tinglado que sirve a los mercados, pero no a la sociedad.

Los que hablan en los medios, o escriben periódico y blog prestigiosos, hablan de los mercados como si estos fuesen algo objetivo, impersonal, realidades naturales comparables a la fuerza de la gravedad, o a la velocidad de luz en el vacío, caso este que ilustra el señor Solana, que fue presidente de Telefónica,  cuando la realidad social es que esos mercados tienen nombres y apellidos, y muchos de esos nombres y apellidos se gastan, lo que para cualquier ciudadano corriente supondría una pequeña fortuna en editar libros escritos por ellos o por “negros” en los que se tergiversan las realidades sociales presentándolas favorables a sus puntos de vista y no al conjunto de los ciudadanos corrientes, cuyos intereses, ellos, deforman adaptándolos.
Este proceso se suele dar en Estados Unidos, donde los campeones de la libre empresa, se amarran a la teta de los presupuestos estatales con sus industrias guerreras, pero estoy convencido de que es un proceder que se puede dar en cualquier parte.            Como prueba del desfase entre la opinión  de las élites y las de la población  vaya esta documentada prueba del profesor Vicenç Navarro.

Ahora, el negro panorama que se aproxima, y que cada vez parece más cercano, inquieta, cuando no aterra a grandes capas de población y se piensa, bien pensado, que si la derecha es la que ha de coger el testigo, todavía será peor, pero aún seguimos viendo el panorama en clave nacional, cuando precisamente los mercados piensan en la globalidad sobre todo, en la “globalidad europea” que es en la que tienen puestas todas sus esperanzas, pues saben que si la UE quiebra, el balón de oxígeno, probablemente pudiera suponerles la tranquilidad del nuevo siglo iniciado, pero ¿Qué hacer si todos se empecinan en presentarnos claves nacionales?   Grecia, primero, luego Francia, después España, otra vez Francia; los actuales dirigentes políticos a derecha e izquierda se niega a ver la realidad.      Hay estudios precisos, prospecciones sociales, muchas de ellas encargadas por el parlamento europeo que cifran alrededor del 80 % el número de ciudadanos de la UE favorables a que la unión sea efectivamente la que trate los problemas comunes de forma centralizada; que el problema del euro, la diplomacia, la regulación financiera, fiscalidad, etc., se hiciese de forma común, pero, en primer lugar tales informes son exclusivos para altos funcionarios, políticos, y gobiernos, y aunque pudieran ser accesibles, nadie los menciona ni hace publicidad de ellos, para que la ciudadanía se pueda hacer su propia opinión , porque el colorario de tal percepción tendría que ser un gobierno común de la UE, y eso le pone los pelos de punta al capitalismo europeo, porque terminaría por unificar a los europeos, cosa de lo más terrible para esa caduca burguesía europea que teme la unificación como a la peste, porque el trabajo fangoso se lo hacen los gobiernos nacionales.

Habría que recordar que la socialdemocracia ha sido, es, y sigue siendo el peón de brega del capitalismo desde los albores del siglo xx.      Cuando el núcleo del debate se está planteando en el obsceno descaro del capital financiero en hundir la economía productiva, esa que permite vivir a los ciudadanos normales, el capitalismo que los economistas educados en las universidades de élites plantean es el de la guerra de monedas; en definitivas, reducir el modo de producción mercantil a una sola mercancía, el dinero, o lo que es lo mismo, al dólar, y mientras el señor Gonzáles, que fue presidente del consejo de ministros de su majestad nos dice que, “lo único que hay de izquierda, de verdad, es tener un sistema de economía real, de economía productiva, capaz de generar un excedente que permita hacer una política social y mantener la cohesión,…” que es lo que él, entiende por socialdemocracia, y que lo demás es cuento.             Por lo visto, este caballero no se ha enterado de que ese “excedente” existe y que es ese 70 %, del total del dinero emitido, que no se utiliza en las operaciones normales de la economía real, a decir del señor Borrell, y que yo, añado, se oculta en los santuarios fiscales.   Ese 70 % es el dinero que los banqueros-financieros-especuladores-mercados-225, nos han robado, con el beneplácito de su gobierno, como ahora lo hace con el beneplácito del gobierno del señor Zapatero, como la hace con el beneplácito del gobierno del señor Sarkozy, o de la señora Merkel,  o del señor  Cameron, o del señor Obama.     Ese 70 % es la piedra de toque para poder explicar la situación actual, a la que ningún actor político ni de derecha, ni de izquierda, se atreve a mirar de frente, porque unos, no tienen solución, como es en el caso de España el señor Rajoy,   y desde la izquierda, porque la solución es convertir la Unión Europea en los Estados Unidos Socialistas de Europa, y eso impone una gigantesca lucha, pero es la lucha que hay que llevar, porque los “mercados” saben que es aquí en Europa donde se ha de librar el enfrentamiento entre un sistema caduco, el capitalismo, y un nuevo modo de producción, que traerá una nueva sociedad, por eso se afanan en diseñarnos el modo de vida que quieren que llevemos: largas jornadas de trabajo con sueldos bajos, empobreciendo nuestras vidas mientras ellos viven en el paraíso terrenal, y a eso, nos hemos de oponer con uñas y dientes.
                                                                jmrmesas 



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