sábado, 30 de julio de 2011

POLEMICA CONSTRUCTIVA



POLEMICA CONSTRUCTIVA

ANTECEDENTES

Diferenciaré entre capitalismo y modo de producción mercantil, catalogando el primero, como la ideología que justifica y glorifica la máxima de la ganancia sobre cualquier otra consideración, mientras que por, modo de producción mercantil consideraré la producción técnica de mercancías, mediante la producción de plusvalía.

El primero, el capitalismo, como ideología que glorifica y sublima la persecución de la ganancia, al precio de comprometer seriamente el equilibrio del ecosistema global, al precio de extender la pauperización de la mitad amplia de la población humana, al precio de exacerbar los conflictos entre naciones y pueblos, es posible de erradicar si las fuerzas sociales reaccionan y critican, combaten, desprestigian y desacreditan el capitalismo, negando que este sea capaz de ser el medio material de garantizar el sostenimiento material de la vida y de la civilización, pues cuando este promueve y potencia el capital especulativo, muy por encima del capital productivo, quiere decir que la motivación de la ganancia está por encima del genero humano, y por tanto, por encima de las necesidades de la conservación del la naturaleza.

En un intento, audaz, de polemizar con la revista que recoge el pensamiento más conspicuo de la izquierda ilustrada, “sin permiso”, quiero contrastar mi tesis con Anwar Shaik, es cierto, que el párrafo, que citaré, no contesta la obra de este autor, por otra parte, desconocida por mi parte, pero mi afán, no es la polémica académica, sino el debate preparatorio para sumar fuerzas ante las dentelladas del capitalismo en sus estertores agónicos, en un intento de preparar a la izquierda, europea y norteamericana, (Méjico, Estados Unidos, Canadá) pues la batalla final se dará en Europa, pues mientras Europa, la burguesía europea no sea derrotada, el capitalismo seguirá alentando en su casa solariega; el párrafo lo recojo de la presentación del número 9, leída la introducción en internet, dice el editor: “Lectora, lector, La sección de Ensayos de este número 9 de SinPermiso está enteramente dedicada a comprender la fase actual de la crisis económica capitalista. Se abre con dos ensayos del gran eonomista marxista Anwar Shaik, de la New School neoyorkina. Del primero, intitulado “La primera Gran Depresión del siglo XXI” y previamente publicado en versión reducida en nuestra página electrónica, valga esta cita: “¿Qué impide entonces a los gobiernos que creen programas de empleo público directo? La respuesta, por supuesto, es que el capital prefiere el estimulo directo a las empresas. De hecho, como el empleo directo público subordina la búsqueda de beneficios al bien social, es visto correctamente como una amenaza al orden capitalista y como “socialista”. Más aún, interferiría con los planes neoliberales de utilizar fuerza de trabajo barata internacionalmente, lo que no sólo permite un coste de producción más barato en terceros países, sino que también frena el crecimiento de los salarios en las metrópolis. La cuestión clave en nuestra época es, por lo tanto, si podemos lograr una movilización social lo suficientemente potente para hacer frente a la Gran depresión sin tener que recurrir a la guerra. Es una cuestión global, porque el paro, la pobreza y la degradación medioambiental son globales. Pero la movilización, por su propia naturaleza, es local. El objetivo es lograr dicha movilización social y extenderla, contra la resistencia de poderosos intereses y estados cobardes.” Lo destaco en cursiva porque está integramente copiado de la página de internet, en donde aparece.

Como ya he dicho, un párrafo, no recoge toda su obra, pero la cita que destaca el editor, me hace suponer, que es la que presenta el filo más agudo, y acogiéndome al texto, me pregunto, ¿Aún el señor Shaik cree que el capitalismo puede impulsar las fuerzas productivas? ¿Creen, los economistas marxistas que el sistema aun puede impulsar las fuerzas productivas? ¿Saben los economistas cuanta fuerza productiva se pierde en el proceso de producción? Para mí estas reflexiones no son ni académicas ni menores, para mí encierran las claves que Marx, definió como las señales de aviso de la proximidad del final de un modo de producción, y el modo de producción global es el modo de producción mercantil, y la tensión entre las fuerzas productivas y las viejas relaciones de producción, que se producen por doquier, en el panorama internacional sería lo que los economistas marxistas deberían destacar, y de ahí, derivar la imposibilidad de que los gobiernos creen empleo público, porque, consciente o inconscientemente, los gobiernos son partes del sistema, y el sistema no se autodestruirá, sino que deberá ser abatido, porque socialmente, ya no puede garantizar la producción de la base material de la especie humana, y debe de ser sustituido por un nuevo modo de producción no antagónico, y la base material para transitar hacia él será cuando los actuales medios de producción, impulsado por las fuerzas productivas, hoy obstaculizadas, empiecen a producir valores de uso, en objetos, cuyo valor de cambio exprese el salto cualitativo hacia una sociedad más transparente en cuanto a la obtención de la plusvalía y su utilización, y eso, no lo he leído en ningún número de la revista, de los que he leído, ni en los artículos de los economistas que escriben en la revista, y en otros medios.

En estos días de conmoción por el asesinato de jóvenes socialistas en Oslo, resulta de lo más chocante, el esfuerzo que se toman en diversos medios de Europa, y sobre todo, en el propio país, Noruega, en presentar al asesino Breivik, como solitario y desconectado, pero sobre todo, como un elemento perturbado, loco, con una idea, sin relación con el clima de hostigamiento del capital financiero contra la Unión Europea, cuando, el clima de tensión, en mi opinión, comenzó a gestarse desde muchísimo antes, en un caldo de cultivo que ha desembocado en la actual situación, precursora de movimientos de mayor enjundia, como medio de defensa de un capitalismo sin ideas de progreso, que no pasen, por las buenas o por las malas, por el sometimiento de la ciudadanía de los países más avanzados a los planes de los mercados, que yo identifico con los propietarios de bancos y grandes complejos industriales, que deciden qué se fabrica, donde se fabrica y cómo se fabrica: los “mercados”; en este proceso, que capitanea, el complejo militar-industrial de la burguesía más poderosa -USA- y con una percepción global de sus intereses, y por extensión, con el interés de la burguesía en general, la Unión Europea representa el peligro más agudo, en tanto que la formación del mercado común de una burguesía europea heterogénea y consciente de su debilidad, frente a una ciudadanía, a la que cuantos más pasos se den, en el proceso de homogeneizar un mercado europeo, más importancia tomará la ciudadanía frente a una burguesía timorata y enfeudada, al aliado atlántico, más similitudes son percibidas, en algunos medios, entre esta época y la situación de la Europa de entreguerras de los comienzos del siglo xx, y aunque el clima pueda tener similitudes, las diferencias son abismales, pues mientras en esa época se fraguaba el enfrentamiento, en el seno de Europa entre los burgueses europeos, por el reparto del mercado, en la actualidad, el mercado, ya, es global, y en su afán de asegurarse su cuota de poder y dominio, la burguesía europea, que quiere dirigir esta Europa, que nunca fue concebida como un proceso de unión, sino que se fueron añadiendo parches, porque la formación de un mercado implica la formación de un estado, y esto, una administración central europea, con potestad sobre los tributos y su distribución, y consecuentemente, con una diplomacia común y un ejercito común, burgués, por supuesto, sería imposible, sin políticas tendentes a homogeneizar, ese mercado, y por ende, a su población, heterogénea, no lo quieren los burgueses europeos, porque saben, que desde el mismo momento de su constitución empezaría la cuenta atrás de sus días de vigencia como clase dirigente, cosa que se le escapa a otro economista de referencia en “Sin Permiso”, Michael Hudson, pues “la Unión Europea nunca desarrolló mecanismos sostenibles de transferencia de capital desde sus economías más ricas hacia los países más pobres, especialmente en la periferia”, porque esto estaría en contradicción con sus intereses de clase, como he intentado argumentar, por eso, la Unión Europea, tolera la intromisión de las agencias de calificación de riesgo y el saqueo de dinero, que termina “perdido” en algún paraíso fiscal, y no hay nadie, en Europa, capaz de decir lo que el ex secretario de trabajo estadounidense, Robert Reich, "¿Quiénes son Standard & Poor para decirle a Estados Unidos cuánta deuda debe cancelar para mantener su calificación de crédito?", sino que la opinión autorizada, de Europa, expresada por una de sus cabezas rectoras -Merkel- es “el problema no son las agencias, sino la deuda”, y esto es así porque el interés de la burguesía, en la actualidad, no es la lucha por el reparto del mercado, sino que la lucha se establece, en todo el mundo, entre burguesía y proletariado. ¿Es posible que estemos hablando del viejo asunto del superimperialismo?

LA ESTRATEGIA GLOBAL

Sin embargo, Sahik hace diana cuando dice “La cuestión clave en nuestra época es, por lo tanto, si podemos lograr una movilización social lo suficientemente potente para hacer frente a la Gran depresión sin tener que recurrir a la guerra.” Y continua, “Es una cuestión global, porque el paro, la pobreza y la degradación medioambiental son globales. Pero la movilización, por su propia naturaleza, es local. El objetivo es lograr dicha movilización social y extenderla, contra la resistencia de poderosos intereses y estados cobardes.”

Si como dice Sahik, el paro, la pobreza y la degradación medioambiental son globales, ¿Por qué, la movilización ha de ser nacional, por su propia naturaleza? Es verdad, que la carencia de una organización de izquierda vertebradora, añade dificultades a la movilización, para sacarlas de los ámbitos nacionales, pero en la época de internet, y la telefonía móvil, esto no sería un grave obstáculo, sino que este, deriva de la falta de una política concreta, capaz de ser percibida por los diferentes pueblos y sociedades, como un problema común, al que hay que responder sumando fuerzas; de la primavera árabe, empiezan a brotar las contradicciones, que las fuerzas movilizadas, perseguían empujando para apartar a los diversos gobiernos caídos, pero entre ellos, hay burgueses árabes y proletarios árabes y como un magma aglutinador, el fundamentalismo islamista, que ante el silencio cobarde de las izquierda europea, incapaz de convocar ni una sola manifestación de apoyo a la movilización norteafricana y árabe, ha permitido que los burgueses europeos, estadounidenses y árabes, combinados con el fundamentalismo islamista juegen sus cartas, en detrimento de una situación, que aún es compleja y delicada para la burguesía internacional, pero la inoperancia de la ciudadanía, falta de una política de avance progresiva, hace que suene como un reproche general el lamento de los luchadores sirios “Vuestro silencio nos mata”, y silencio es el que ha dado fuerzas a los fundamentalistas para llenar las plazas en El Cairo y Alejandría.

Y Sin embargo, la estrategia global es muy simple, pero necesitada de romper abiertamente con el poder de la burguesía a decidir sobre la economía, porque habrá que recordar que la economía, nunca es una relación objetiva, sino que tras la mercancía se enmascara una relación entre personas, y en último término, una relación entre clases, y la clase dominante se arroga el derecho a eximirse del pago de impuesto y a ocultar su dinero en los paraísos fiscales, una mercancía, el dinero, que está garantizado por el estado, y sin embargo, su uso y control, se lo apropian, no la banca, ni pública, ni privada, sino una contabilidad legal, llena de agujeros que permite la fuga de enormes cantidades de dinero, controlada por la especulación y toda un entramado de mecanismos que pone en manos de estos los destinos de la sociedad, lo cual, a fin de cuentas no es sino una nueva manera de usura, por eso, la estrategia global puede ser y debe ser, una lucha indesmayable por la erradicación de los paraísos fiscales, que explicase y descubriese como tras el aparente “derecho” a buscar un tratamiento beneficioso para los impuestos de los ricos, se esconde la transformación de esta masa de dinero, en una fuente de poder, de verdadero poder político, sin ningún tipo de control que tiene fuerza para imponer, a la sociedad las políticas que deben de seguir los gobiernos, incluso el más poderoso, tiene que aguantar que el señor Sharma, le diga a “su” gobierno -USA- cuanta deuda debe cancelar; si presumiblemente, la situación en Estados Unidos, se llegase a deteriorar porque los republicanos no le concedieran a Obama el respiro del incremento del techo de la deuda, la ocasión para poner en marcha una protesta global contra los paraísos fiscales, por el retorno del dinero oculto, la condonación de las deudas soberanas y por una moneda mundial, sería la ocasión de asestarle a la burguesía un poderoso empujón, que la hiciera bajar algunos peldaños hacia el final de su poder como clase dirigente, poniendo en alza al conjunto de la sociedad.
UNA SUGERENCIA

Cómo conseguir semejante movilización, es la cuestión que plantea el señor Sahik, porque, evidentemente, una guerra no es ninguna opción que el proletariado haya elegido nunca, siempre ha sido arrastrado a ellas, precisamente por sus líderes claudicantes, y esta época, no es diferente de otras, pues desde las actuales direcciones políticas, de los partidos de izquierdas no ha salido ni una sola voz capaz de anunciar que el sistema está agotado y que hay que buscar nuevas vías, por eso me atrevo a sugerir un plan, que personalmente, y dado el alcance de este modesto blog, está fuera de mis fuerzas, sometiéndolo a debate, sin ningún afán de protagonizar nada, sino colaborando como uno entre tanto, en la medida de mis posibilidades.

El plan sería elaborar un texto de base en que algún renombrado autor o autores propusiera/n la erradicación de los paraísos fiscales, dirigiéndolo a la Asamblea General de Naciones Unidas, como foro internacional cualificado, con un plazo de recogida de firmas de al menos un año, y con una cifra ¿*? como meta a conseguir, durante el cual desarrollar campañas explicativas, coloquios y manifestaciones de apoyo, para conseguir la cifra; tal campaña habría de ser, obviamente, una campaña global, y la recogida de firmas habría de mandar copia del conjunto de ellas a los diferentes parlamentos nacionales, tal movilización sacaría el tema de los paraísos fiscales, la condonación de las deudas y de la moneda mundial del estrecho margen de los gabinetes de expertos, poniéndolo, al desnudo, delante de toda la sociedad, me atrevo a imaginar, de todo el género humano, sirviendo de acicate en la toma de conciencia, en unos momentos, críticos para la humanidad, donde las fuerzas y los problemas que generan una sociedad cada vez más tecnificada, no puede quedar en manos, de grupos de expertos y políticos que maquinan de espaldas al conjunto de los seres humanos.

Un año de campaña internacional, apoyándose en los movimientos sociales para concienciar y clarificar que es lo que se esconde tras la aparente objetividad de la economía podría dar un vuelco significativo a toda la situación política global y por descontado, un elevado número de firmas, haría imposible, que los gobiernos callasen ante las lacras que nos ofrecen, los “técnicos” de la economía, poniendo al descubierto, como tras la aparente objetividad se esconde el descarnado afán de lucro, al precio de media humanidad hambrienta y debilitada.

Finalmente, ruego a los editores de “Sin Permiso” que consideren mi modesto intento de contribuir a un debate, sin otro interés que el mismo que les anima, y por tanto, amistoso, pero convencido de que sus posibilidades de crear el golpe que despierte semejante movilización, son muchísimas y más notables, dado el prestigio de la propia revista.

Un saludo
30/07/2011                                                       jmrmesas




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