sábado, 16 de julio de 2011

PERSPECTIVA TEORICA



PERSPECTIVA TEORICA

Si un potente movimiento de masas coordinado intencionalmente, con la amplitud necesaria planteara las exigencias de la ciudadanía, con una visión global como para convertir el núcleo en el que se asienta el poder de la burguesía, en el objetivo a abatir, podría decirse, que el capitalismo habría iniciado su camino hacia su final, en el terreno político, toda vez, que en el terreno económico, su inutilidad social ha sido refrendada por los hechos, en cuanto a que el capital financiero es el predominante sobre la economía productiva, lo que quiere decir que las consecuencias para la sociedad en su conjunto, para el conjunto de la familia humana, se traduce a diario en un interminable suplicio de sufrimiento inútil, en un empobrecimiento no solo material sino cultural, intelectual y espiritual, que merma las posibilidades de la humanidad al apartar de la senda del progreso a enormes capas humanas, perdidas para siempre en la posibilidad de contribuir con su inteligencia a ese progreso necesario.

Esto es lo que significa la contradicción marxiana entre las viejas relaciones de producción y las fuerzas productivas, las cuales se encuentran frenadas y bloqueadas por esa superestructura internacional, anclada y detenida por el entramado legal que tuvo su origen en el final de la segunda guerra mundial, cuando toda la situación mundial era radicalmente diferente a la actual situación.

Este es el panorama de conjunto, en el que las diferencias nacionales, no obstante, ser más favorables en unos países que otros, confrontadas en su conjunto, son igualmente desastrosas.

EL OBJETIVO

Tras la segunda guerra mundial y casi a renglón seguido de los acuerdos de Bretton Woods, amparados en el secreto bancario y en el modelo bancario de Suiza, empezaron a proliferar los paraísos fiscales, que durante todos estos años, aproximadamente, 62 años, han estado ocultando a la sociedad el dinero de las grandes fortunas, grandes empresas y patrimonios personales, legales unos, ilegales otros; semejante prodigio de pretidigitación financiera es imposible hacerla sin la dedicación, supervisión y control de la banca; al comienzo, la principal preocupación de los ricos capitalistas fue guardar su dinero, apartándolo de las miradas de las haciendas nacionales, y es significativo que los principales países en prestar sus banderas amparando esa ingeniería contable que son los paraísos fiscales, fueran el Reino Unido, cuna del nacimiento del capitalismo, y Estados Unidos, la más poderosa nación, nacida, como todas las de América, como sociedades burguesas, con la única distinción de ser la más grande, por tanto, con un mercado propio que la hace líder; el concurso de la banca para organizar el entramado financiero es determinante, para convertir en el transcurso del tiempo el entramado financiero, en un entramado de poder económico, libre de todo control y atadura a las leyes, las cuales interpretan a su albedrío. El incremento de poder económico, no tarda en convertirse en poder político, al tener un conocimiento global del funcionamiento del mundo, tanto de las finanzas como de toda una telaraña de relaciones conectadas a la economía, materias primas, energías, ciencias, transportes, comunicaciones, tecnología, etcétera.

Durante todo este tiempo, los diferentes gobiernos que se han turnado en la gestión de los asuntos del mundo, han ignorado, y siguen ignorando este cubil de poder espurio, haciendo como si no fuera un impotantísimo factor de distorsión, mundial, pero no solo los gobiernos; desde la esfera de la economía oficial, a la hora de valorar los desajuste del mundo a la luz de los factores materiales que entorpecen la marcha, el tema de los paraísos fiscales, santuarios del crimen político-económico ningún analista osa mencionar el nudo gordiano de los paraísos fiscales, porque tal cuestionamiento chocaría con la libertad de movimiento de los capitales, los cuales pueden flotar libremente sin tener que dejar huellas de su paso, y así las posibilidades materiales para ejercer la especulación financiera, son ilimitadas, como lo atestiguan las mareantes cifras de billones de dólares que se mueven diariamente, en una tupida red de transacciones telemáticas soportadas por la SWIFT (sociedad mundial interbancaria financiera para las telecomunicaciones).

El objetivo de esta maraña financiera no es otro que el control del dinero, regulando su flujo como lo que son en realidad, los que controlan las válvulas que permiten que este fluya a cuentagotas, porque ahí es donde reside el núcleo verdadero del poder político de la burguesía; los fabulosos tesoros desaparecidos en la quiebra de los bancos estadounidenses, y el constante chorro de millones que sale desde Europa, tras fugaces pasos por los bancos que los tramitan, terminan diluidos en esa compleja red, que termina en un paraíso fiscal; la astronómica deuda USA, oficial, seguidas de las demás, se han diluido en los sumideros contables para remansarse en la inimaginable presa que son el conjunto de dinero oculto en los paraísos fiscales: este es el objetivo a abatir, la fabulosa presa de la red de paraísos fiscales.

LAS EXIGENCIAS DE LOS CIUDADANOS DEL MUNDO

En otro momento momento histórico pasado, esta pretensión podría parecer, quimérica, errática, desnortada, pero no hoy, cuando hay una percepción de la ciudadanía mundial de estar sufriendo un asalto, un atraco perpetrado, solamente porque el temor ha elaborar leyes para controlar esta hidra de mil cabezas, es lo que le ha permitido al capitalismo, a los “mercados”, imponer sus condiciones sin que nadie ose a cortar un juego escandaloso, en el que sociedades y países pueden ser reducidos, sometidos y doblegados a tener que adaptarse a entregar el patrimonio nacional a los banqueros para que a su vez sigan escamoteando las sumas hacia esa combinación de las presas gigantescas, las tres gargantas, Itapú y Aswan, y probablemente me quede corto, que son los paraísos fiscales, pero, ¿Es posible que tal concentración de dinero oculto, conseguido por más de sesenta años pueda ser ignorado? ¿Que tal concentración de dinero pueda pasar desapercibida? ¿Que billones de dólares negociados diariamente en el mercado de capitales puedan desestimarse sin dejar un tributo cuando utilizan el entramado social, sin pagar ni un céntimo?

Cuando esto ocurre no es posible esperar que los gobiernos tomen decisiones, -tiempo han tenido- porque no lo hacen ni lo harán si no son empujados por el movimiento popular de una ciudadanía internacional, harta de ser los eternos paganos de todo; los ciudadanos corrientes, cada movimiento que se ven obligados a ejecutar, van dejando un rastro de dinero semejante, al pulgarcito del cuento, que iba dejando un rastro de migas de pan, en el bosque para encontrar el camino de retorno; como he dicho en alguna ocasión, los impuestos, tributar es cosa de pobres; los ricos lo recogen y se lo llevan, pero las cosas están cambiando porque ahora, el común de la gente, la ciudadanía, son la piedra angular sobre la que descansa el edificio del estado, somos nosotros, con nuestros impuestos, con nuestra tributación, los que hacemos posible que el entramado social funcione, y por lo tanto estamos  en condiciones y tenemos derecho a exigir leyes que nos beneficien, que beneficien al conjunto social de la familia humana, porque somos los que creamos riqueza con nuestro trabajo, y somos los que hacemos que la sociedad funcione, porque tributamos, por lo tanto exigimos la erradicación de los paraísos fiscales.

Esta es la principal reivindicación, la que hay que exigirles a los gobiernos, la que hay que exigirles a las organizaciones y partidos obreros y de izquierdas, que organicen la lucha, la movilización, la coordinación internacional, para conseguir este objetivo capital; esta es las respuesta que se debe dar al movimiento estratégico de las agencias de calificación de riesgo, la erradicación de los paraísos fiscales y el retorno del dinero oculto para dedicarlo a la investigación científica, a la enseñanza pública y a la economía productiva; esta exigencia, que la ciudadanía debe de convencerse de la bondad de la misma, y por tanto, no dejarse engañar por otras que puedan parecer más atractivas, es el verdadero ariete para derribar un sistema caduco y obsoleto.

Esta exigencia, con sus correlatos, la condonación de las deudas soberanas y una moneda mundial, es la baza determinante para asestar a los “mercados”, a la élite de multimillonarios, dueños de bancos, complejos industriales, grandes empresas, etc., un golpe mortal, pues si un movimiento de masas, de extensión global, las exigiera, los gobiernos, que se dicen representantes del pueblo, de la nación, naciones, no tendrían excusas para desoir la voz del pueblo.

Este es el camino, aunque lo diga yo; podrían decirlo otros, más documentados y con más luces, pero, por razones que se me escapan, ha de hacerlo este jubilado, un viejo, metido a bloguero, sin más méritos que tratar de discurrir, poniendo los términos del problema en relación, porque, vamos a ver, el presidente de USA, señor Obama, atosigado por la proximidad del vencimiento para la revisión de la deuda, ofrece a sus oponentes republicanos, acortar en diez años, cuatro billones de dólares a cambio de recortes y subir impuestos a los ricos, y los representantes de los ricos dicen que subir impuestos no es una opción; diez años, para reducir cuatro billones, al mismo tiempo que se quiere aumentar el techo de la deuda, en principio, es contradictorio, pero, además, para reducir el montante en cuatro billones, habría que congelar todos los factores, desde el crecimiento de la población, a cualquier tipo de necesidad, lo cual parece, imposible, pero además, los republicanos, no aceptan esta propuesta del presidente, lo que quiere decir, que aún quieren estrujar más el limón.

Obama se encuentra maniatado porque, pese a su sensibilidad social, no puede ir contra los dueños del estado y sus instituciones, copadas y dirigidas por sus afines, -los demócratas tampoco son un partido de rojos proletarios-, pero lo que Obama no puede impedir es que los ciudadanos estadounidenses, decididos exigirles impuestos a los ricos, se organicen, se coordinen y luchen juntos a los ciudadanos europeos, y de otros países a exigir reformas fiscales e impuestos progresivos a los ricos, a exigir la erradicación de los paraísos fiscales, el retorno del dinero oculto, la condonación de las deudas y una moneda mundial; si tal cosa se hiciese, el paso de gigante que habría dado la ciudadanía mundial, permitiría encarrilar todos los graves problemas que tiene nuestro mundo actual, ahora, desde la economía hasta la contaminación; el fabuloso salto adelante, que se daría obligaría a revisar toda la legislación internacional, en diversas cuestiones, y todo ello, con una ciudadanía vigilante y en guardia.

UNA MONEDA MUNDIAL

Las fuerzas productivas son plenamente mundiales, como lo atestiguan la globalidad del mercado, sin embargo, el coste de la fuerza de trabajo no es que se pague con criterios restrictivos, es que en algunos lugares, se expolia, y se esclaviza.

Una tonelada de coltán,(el principal productor de coltán es la república del Congo) según la wikipedia, se cotiza en el mercado a 400.000 dólares, mientras que a un trabajador congoleño se le paga 10 dólares mensuales, y si trabaja en la extracción del mineral entre 10 y 40 dólares, semanales, no tendría que decirlo, pero lo haré porque, como el lector puede suponer, ni hay derechos sindicales, ni ningún tipo de derechos; el destrozo que se hace en la zona de extracción es irreparable para el ecosistema, y para la propia población que trabaja, sin ningún tipo de protección.

Los destinatarios finales del mineral son Estados Unidos, Alemania, Bélgica (creo que siguen sin gobierno), Países Bajos y Kazajistán; entre las empresas más importantes con intereses en la región está la American Mineral Fields, en la que George Bush, padre tiene notables intereses, estos datos, como he mencionado ya, los he sacado de la nada sospechosa wikipedia; es decir, en la medida que el mercado es mundial, y la producción tiene este destino global, la medida de valor para contabilizar el trabajo ha de ser una moneda global, que entre otras cosas impediría los destrozos hecho a la mayor gloria de las cuentas corrientes de personajes como los que reseño y que finalmente, terminan en las grandes presas del dinero que son los paraísos fiscales.

El dinero oculto en los paraísos fiscales, no es una mera cifra contable, primero, porque los bancos y los banqueros, no perderían el tiempo con algo que no reporta utilidad; segundo, porque el dinero oculto es un documento avalado por las autoridades emisoras, que certifican la autenticidad de su valor; tercero, porque todos los problemas derivados de la falta de liquidez, no serían reales, si el dinero no estuviese retenido artificialmente, para chantajear al conjunto de la familia humana, por todo esto, es por lo que es necesario una moneda mundial.

CONCLUSIÓN

Un movimiento de masas, sostenido y alimentado por la innumerable cantidad de intelectuales y expertos, que dieran los argumentos para variar las concepciones de la ciudadanía, muy atomizada en sus apreciaciones, porque no en vano, toda una industria del entretenimiento, se esfuerza para apartar de la mente de la ciudadanía, los auténticos problemas que ante nosotros, se abren, asestaría un poderoso golpe al sistema, de tal modo que podría decirse, que a partir de ahí se estaría alumbrando el próximo futuro, mucho más justo y agradable para el conjunto humano, porque la erradicación de los paraísos fiscales, y consecuentemente la imposibilidad de algo semejante le sustituyera, habría dejado sin la base material, a una minoría social, la burguesía, que manipulando el control del dinero, mantiene, aún un sistema, que ya no tiene utilidad social.

16/07/2011                                                      jmrmesas

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