miércoles, 6 de mayo de 2020

COHERENCIA





COHERENCIA Y SUPERESTRUCTURA


Se está poniendo mucho, muchísimo interés en hacer responsable de la crisis económica al virus que ha producido una pandemia global. Todos los medios, todos los muy poderosos medios que forman la poderosa constelación formadora y conformadora de la opinión pública y publicada se esfuerzan en querer demostrar que la pandemia ha ocasionado la profunda crisis económica cuando es radicalmente falsa puesto que hay una tesis económica que sostiene que la crisis es anterior a la pandemia, que todavía no ha manifestado su destructivo poder porque más de 30 millones de empleos perdidos solo en los EEUU, es solo la décima parte de la cantidad que según la OIT – Organización Internacional del Trabajo – se estima que será la cantidad de empleos perdidos en todo el mundo, más de 300 millones de puestos de trabajo.

Esta especie no puede prosperar solo porque sea falsa, o con más precisión, que se hayan invertido sus términos, sino porque aclarar su correcto planteamiento cortará la posibilidad de que se vuelva a repetir porque habrá quedado claramente establecida la necesidad del sistema de haberse visto obligado a recurrir a una excusa para justificar la crisis económica.

Esta especie no puede prosperar porque amenaza directamente la vida de la humanidad tal y como se ha desarrollado hasta hoy porque los tanques de pensamiento – organizaciones financiadas por las potentes corporaciones – que han concebido esta monstruosa acción tienen claro que el sistema no puede seguir funcionando como lo ha hecho hasta ahora, y forzosamente, la premisa les llevaría a la conclusión de tener que concebir planes futuros tendentes a imaginar que hacer con la humanidad, a la cual deberían poder controlar.

Leyendo la prensa internacional a la que se puede acceder sin estar suscrito he podido deducir lo oscuro que le parece a todos la explosión de la pandemia, así como que se empieza a tomar distancias situándose cada cual en un lado del cuadrilátero y aunque en una esquina hay algunos, con EEUU fijándose en China, en la esquina opuesta hay una mayoría que da vueltas y busca recovecos para no mirar en la dirección de ninguna superpotencia del bien a la espera de un oponente. Nadie quiere problemas porque se asume que la pandemía se aplacará aunque una mayoría de esa prensa internacional asume que habrá rebrotes, lo que implica que los dueños de los covid 19 podrán dejarlos escapar, cuando convenga, porque no es la letalidad del virus el problema sino la decisión no aclarada de saber como se ha producido el escape.

Mi planteamiento es muy escueto aunque elocuente pese a su simplicidad. Me permitiré, de nuevo, volver a plantearlo. Desde el final de la SGM el mundo se configuró de acuerdo con los criterios que fijó EEUU con el consentimiento de todos los socios europeos y de otros países a excepción de la desaparecida URSS que mantenía sus posiciones no siempre coincidentes. El mundo así configurado se dotó de los instrumentos políticos y de las instituciones necesarias para echarse a rodar por el camino trazado a la conveniencia de la potencia hegemónica, que además terminó de imponer una unidad de cuenta, el dólar, para todas las transacciones comerciales. Durante más de medio siglo el mundo ha caminado por esa senda marcada y ahora se están viendo las consecuencias, que pueden ser denominadas sin paliativos como desastrosas.

Nadie como Estados Unidos es más consciente de no poderse presentar, de nuevo ante el mundo exhibiendo una nueva crisis económica cuando todavía los efectos de la anterior estaban causando daño y por lo tanto necesitaba una excusa para presentarse ante el mundo cargando con un desastre de tal calibre, en todo el mundo y aún más, en su propio territorio, en su propio país, ante sus propios conciudadanos.

De tal calibre es el fracaso, que si tuviese que ser juzgado ateniéndose a los criterios recogidos en esa superestructura acrisolada, útil solo para aplicarla a los débiles, el veredicto tendría que ser de condena porque tenía todos los resortes en las manos para evitar la debacle del planeta y no hizo nada sino agravarla.

Había pues una crisis económica antes de la pandemia que necesitaba ser justificada, y no como se está presentando, hay una pandemia que acarrea una crisis económica.

Mi planteamiento es, esencialmente, correcto, aunque asumo abiertamente mi falta de autoridad y competencia para formularlo dado que soy un trabajador sin ninguna cualificación académica que avalen mis conclusiones y por tanto pueden, no solo ser desmontadas sino abiertamente ignoradas y despreciadas, pero no obstante, para el analista ecuánime que las evaluara encontraría coherencia en la formulación y congruencia con los acontecimientos que se han sucedido.

Siguiendo en este orden de ideas sí hay una persona con la cualificación y autoridad avalada por dos universidades que sí ha estudiado el funcionamiento del sistema y ha concluido que la crisis se hizo presente en los finales de 2018.

A esa persona le corresponde avalar y demostrar que la crisis era presente y real antes de la pandemia y a este documentado estudioso le debe de constar que todo su esfuerzo, todo el empeño de la organización de la que forma parte y dirección, el Comité pour l´abolition des dettes illegitimes está condenado a la irrelevancia si no se demuestra nada más y nada menos que ya existía esa profunda crisis antes de la pandemia.

Esa persona sí podría refrendar sus estudios sobre la crisis económica, solo sobre la crisis, demostrando que fue anterior a la letal pandemia que ocurrió después de la crisis. No le corresponde más, pero tampoco menos. Una conferencia internacional de economistas podría certificar que la crisis y su profundidad eran anteriores a la letal pandemia. No les correspondería más pero tampoco menos.

Se debe demostrar que existía la crisis y su profundidad porque no es posible pensar que un modo de producción con la capacidad de alterar con tantísima potencia a los factores que afectan a la vitalidad del único planeta habitable para la complejidad de la vida, puedan ser alterado solo a beneficio de aquellos que se han dotado de los poderosísimos medios que influyen en el hábitat común. Eso lo saben los muy bien financiados thinktank, capaces de imaginar la posibilidad de “dotar” a las generaciones futuras con micro chips implantados al nacer decidiendo la vida a capricho porque los replicantes, ya están imaginados. La necesidad de haber tenido que justificar la crisis con una pandemia, los antecedentes de experimentos anteriores un sistema sin ninguno control está exhibiendo la facilidad de abrir las puertas a la experimentación con los seres humanos como si de cobayas se tratara, y estamos obligados a no permitir esa maldad.

jmrmesas
seis de mayo de dos mil veinte







No hay comentarios:

Publicar un comentario