¿SON TRANSFERIBLES LAS MOVILIZACIONES
CATALANAS?
Si España
es una nación, las movilizaciones ciudadanas de Cataluña deberían
tener un eco en el resto del Estado porque deberíamos suponer que
los problemas particulares de un rincón patrio habrían de tener un
origen común. ¿Cual sería el origen? La independencia, no creo,
porque somos
dependientes de un conjunto de relaciones
económico-político-financieras
que nos atan y cuya ruptura supondría graves
problemas que España contraería con sus socios
comerciales-financiero-políticos de la Unión Europea,
y con su aliado-ofensivo-defensivo
estado-otannato-unidense, y deberíamos ver con
preocupación como el problema local empieza a adquirir un carácter
más estatal porque en el fondo está esa bienvenida que el joven
parlamentario, señor Rufian grita a entrar en la República que
terminara enterrando al franquismo en la urna el día uno de octubre.
En el fondo es exactamente eso, el régimen del
78 fue una pantomima que el pueblo trabajador, la ciudadanía tragó
porque estaba avalada por la legalización del PCE el sábado santo
del 77 aceptando la monarquía y la bandera. Que unos meses más
tarde se votase una constitución que dejaba todo, prácticamente
igual, es decir, que los luchadores antifascistas no tuvieran el
merecido reconocimiento y que el franquismo fuese respetado, en pos
de una reconciliación que nunca fue aceptada por los vencedores de
la guerra revolucionaria, convertida en incivil, es la que nos ha
traído hasta este barrizal de corrupción, donde un gobierno
corrompido, que ha tenido que ir a Washington, a pedir instrucciones,
dice defender la ley, que según los expertos en leyes, viola.
Hasta aquí llegamos porque el compadreo de los
dirigentes políticos de la izquierda con los dirigentes, herederos
del franquismo, ni fueron claros, entonces, ni son claros, hoy y
sería de agradecer que el partido – PSOE –, hoy, con
representación legal en el parlamento del Estado hiciera saber al
gobierno que no avalaran su actuación, porque no le reconocen
autoridad moral para multar y detener, y mucho menos, encarcelar a
ciudadanos, que pacíficamente quieren votar, quieren decidir sí o
no a una independencia, que quien esto escribe, está en contra, ni
va por la defensa del señor Artur Mas, incapaz de haber arrostrado
su decisión, escurriendo el bulto muy poco elegante, pero si está
de acuerdo con el derecho a decidir de los catalanes que sienten la
necesidad de reconocer el grado de compromiso que quieren tener con
el pueblo trabajador del Estado, de España, para construir un Estado
solidario, democrático y republicano, en una verdadera Unión
Europea, regida por un gobierno común, responsable ante el
Parlamento Europeo.
Creo que la lucha, hasta ahora, pacífica de
los catalanes debería ser un muestra a seguir para conseguir las
reivindicaciones democráticas, sociales, económicas,
culturales y políticas que deben ser recogidas en leyes que
garanticen su inviolabilidad por mercados y banqueros.
¿Cual es el origen de un problema local que
está empezando a convertirse en un dolor general? Es ese gobierno,
pero no solo, es también la cobardía política de los partidos
que pretenden nadar y guardar la ropa, sin querer aceptar que un
mundo donde 8 propietarios tienen tanto capital como algo más de la
mitad de la humanidad, no es posible conseguir, sin más, que una
anciana muera de frio porque no puede pagar la factura de la energía,
sino que pasa por organizar ese tipo de manifestaciones pacíficas
para que el sistema cambie. Sino, la pantomima, continuará y siempre
se optará por buscar una salida, nacional, sea el Brexit o la señora
Merkel, y un séquito de fascistas alt- right o la
república catalana.
jmrmesas
veintinueve de septiembre de dos mil diecisiete
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