jueves, 14 de septiembre de 2017

ATENTOS, PREVENIDOS, DISPUESTOS


ATENTOS, PREVENIDOS, DISPUESTOS


En las actuales circunstancias es obligado definirse en relación a la convocatoria del referéndum del día 1 de octubre. Soy contrario a la independencia de Cataluña pero creo que saber el nivel de aceptación o rechazo del independentismo sería positivo porque terminaría por aclarar la fuerzas de las opciones. La separación de Cataluña de España – caso de que un referéndum con todas las garantías, demostrase que el independentismo fuese mayoría, cosa harto difícil de saber, dado el nivel de dificultades interpuesto por el gobierno de la corrupción – sería perjudicial para la clase trabajadora, catalanes y españoles como lo es el BREXIT para los trabajadores del reino unido, porque la mejora de la clase obrera tiene que ser solidaria, o no habrá mejora, pero defiendo, abiertamente, el derecho de los catalanes a la autodeterminación.

Dicho esto, que no es gratuito, creo imperativo referirme a lo que esta debajo del cultivo interesado de los nacionalismos, ya que de no hacerlo podría aparentar que trataría de desviar la atención del problema de fondo, que no es el nacionalismo sino el reparto de la riqueza generada por la sociedad y controlada y aprovechada por una minoría.

Hay dos artículos, leídos recientemente que expresan una tendencia objetiva del capitalismo y que cualificados marxistas, algunos incluso bregado en las lides políticas, desaprovechan para hacer la necesaria pedagogía, demostrando con ella, que lejos estamos de querer poner el dedo donde duele, donde le duele al sistema capitalista, productor de mercancía, que no es otro que el de expropiar a la mayoría para controlar a esta, a través del nacionalismo, la religión, la incultura, las drogas, y un etcétera muy largo.

Un artículo es este que dice que la capacidad del sistema de internacionalizarse – tendencia objetiva – no va a decaer en los próximos años, décadas, dice el profesor, ilustrando su artículo, con los inevitables gráficos, imprescindible en alguien que es enseñante, docente, pero que además pone ejemplos de una meridiana claridad que nos enfrentan con el nacionalismo de un modo indiscutible. Una mercancía, un teléfono Apple es fabricado en EEUU, Japón, Corea del sur, Países Bajos, Francia, Italia, China y a veces incluso India y Vietnam, dice el señor Astarita, autor del artículo citado y un Boeing 787, continua, otra mercancía más, se fabrica en 66 países distintos (otra tendencia objetiva, impulsada por la internacionalización de las fuerzas productivas, pero muy poco debatida y en consecuencia, muy difícil de insertar en el sujeto colectivo). ¿No nos enfrenta esta realidad con el Estado y sus límites? ¿Donde queda el internacionalismo proletario?, me pregunto, y preguntaría a mi referente electoral, señor Garzón, bregado parlamentario y autor de este otro artículo. Alguien que mire una cronología puede ver cómo, aproximadamente, cada diez años ha variado la estructura económica del capital – las relaciones de producción – mientras que la superestructura, la que cuenta, la que define lo que es legal o no, esa, no ha variado ni siquiera milimétricamente, porque para que las relaciones de producción tenga cabida en los códigos de leyes, ha de haber movilizaciones determinadas pidiendo expresamente (como en Cataluña, el derecho a la autodeterminación) que se recojan los avances científicos en mejoras traducibles para los trabajadores y para la sociedad imponiendo tasas y gravámenes a los expropiadores. Esta realidad inapelable, la internalización de las fuerzas productivas ¿No estrecha, no encoge los límites del Estado? ¿No es ella la que hace posible la acumulación y centralización de la riqueza, que cada año produce una mayor concentración de la propiedad en menos manos? A mí al menos, me lo parece y es por eso que me parece necesario que la lucha de clases no se limite al Estado nacional. Por eso creo que los nacionalismos, sean en España, USA, Italia, Francia, Reino Unido, etc., son una escapatoria, que la izquierda recluida en los parlamentos y desvinculada de la clase obrera, ha propiciado enredada en ser el repuesto de los gobiernos burgueses eludiendo el problema que enfrenta al capital y la fuerza de trabajo.

¿POR QUÉ TODOS LOS CANALLAS QUIEREN TENER NACIÓN EN LA QUE CONSTRUIR UN ESTADO?

Es posible que, si hubiese un Estado catalán pudiese ser muy eficiente defendiendo a la burguesía catalana, pero tendría que imponer políticas públicas muy restrictivas para que el bono del hipotético Estado catalán fuese rentable, es decir, habría que machacar al pueblo de Cataluña imponiendo salarios miserables para que la inversión de los capitalistas foráneos fuese rentable, para que, por ejemplo, Boeing o Apple, invirtieran en Cataluña ¿Valdría el esfuerzo de los independentista de izquierdas una lucha enconada para no avanzar?

Otro artículo que muestra cómo los límites de los Estados europeos se han quedado desfasados, encogidos por la internacionalización de las fuerzas productivas es el interés mostrado por el presidente de la Comisión Europea, señor Juncker sobre la necesidad de dotar a la Unión Europea de una presidencia única y un ministerio de economía con atribución general en el ámbito de la UE. Esta necesidad objetiva que el señor presidente de la Comisión Europea querría solventar como un trámite, encierra el ser o no ser de Europa. La historia de Europa se podría resumir en la relación de la fragmentación del imperio romano, es decir, una unidad fragmentada por la ambición de los diferentes propietarios y hacendados que prefirieron asegurar su propiedad por encima de un Estado común. Esos Estados, los actuales Estados europeos han quedado empequeñecidos por la internacionalización de las fuerzas productivas y la superación de esa deficiencia no se puede corregir con un trámite administrativo. Requeriría un debate, que la izquierda tendría que plantear, de manera seria, abarcando a la totalidad de Europa, y no solo al ámbito de la UE, aunque para empezar estaría bien plantear un gobierno común, en la UE, con una circunscripción electoral europea única.

Es cierto que mientras que miramos a Cataluña, en el resto del Estado español ocurren otras cosas que pasan como sucesos sin relación con el problema capital de la corrupción del partido en el gobierno, como sedes judiciales que arden, donde, mire usted que coincidencia, había expedientes judiciales comprometedores. Este tipo de cosas si es importante que la oposición no lo pierda de vista, pero lo que es de vital importancia entender, y esto tiene que ver con otro artículo, es que cada paso dado por la izquierda en la dirección de un gobierno de coalición, la amenaza del fascismo estará más y más presente. El fascismo actual no es el de los años veinte del siglo pasado – en eso estaría de acuerdo con el autor –, en estos casi cien años, los socialistas que se refugiaron en el parlamentarismo haciendo de ala izquierda de los gobiernos democráticos burgueses, contribuyeron decisivamente a la alienación de la clase obrera, llevándola de decepción en decepción – razón por la cual se impone una batalla ideológica por recuperar a la socialdemocracia para el movimiento obrero –, pero el fascismo hoy se camufla con ropajes diversos, maras, narcofascismo, religión – yihadismo –, porque no se trata de ofrecer una alternativa social, se trata, sencillamente, que el capital financiero pueda disponer de la herramienta capaz de amedrentar a la población de la manera más eficaz y, repito, cada paso dado por la izquierda en la dirección de una alternativa política, cada paso dado hacia un gobierno que tenga control y pueda conocer los entresijos del Estado, el fascismo recurrirá al yihadismo del atentado brutal, algo, por el momento, que el fascismo local, no puede realizar, no por falta de ganas, sino por estar controlado, y en ese terreno el yihadismo tendría más operatividad, por eso es erróneo considerar que el fascismo tenga que identificarse con actitudes pasadas, pero la esencia de su naturaleza es la misma, por eso, la izquierda debe estar atenta, prevenida y dispuesta, porque el peligro es real, y cada conquista hecha ha de ser realizada en nombre de toda la clase obrera, y siempre, mirando a Europa que es más que la Unión Europea.

jmrmesas

catorce de septiembre de dos mil diecisiete











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