lunes, 10 de julio de 2017

ABDULLAH ÖCALAN Y LEOPOLDO LÓPEZ


ABDULLAH ÖCALAN Y LEOPOLDO LOPEZ

Los patrones que son objetos de referencia con los que comparar cosas, suponemos, homologables; que tienen características iguales, idénticas. Son determinantes para poder manejar cosas, objetos, piezas, pero también, ideas, conceptos, principios, que nos lleven al convencimiento de ser justos y acertados en las decisiones que se toman. En la ciencia es vital que las observaciones y medidas se atengan a los patrones de referencia con los que se manipulan aquellos objetos del estudio. En la economía, el comercio, y en las actividades conexas, finanzas, monedas, reales y virtuales, etc., los patrones son más movedizos, pero si entramos en el terreno de la política, entonces, como dijo aquél, la justicia es un cachondeo; no es que existan dos varas de medir, existen varas a petición, por ejemplo, el cuñado plebeyo, que paga por la corona, no es que no esté en la cárcel, es que se lanza un globo sonda, rebajandole la pena, para inmediatamente, aumentarla, un poquito, porque no cuela. Son las consecuencias de andar en compañía de riesgo.

La política que está poco prestigiada, que es como decir que la gente común piensa en la escasa importancia, que para su vida tiene las decisiones que tomen los políticos, salvo las de subirles el billete del transporte, luz, gas natural y así este tipo de cosas, con las que pagamos la vida de los que viven por encima de nuestras posibilidades, es decir, la gente considera a los políticos de izquierda como una especie de ejército de salvación, porque es posible que – la gente – no puedan expresar con un discurso muy bien hilvanado las categorías, pero está claro que si oyen hablar de desahucios, eres y machismos, ese tipo de cosas no se aleja mucho de los conceptos del ejércitos de salvación: seamos buenos y piadosos, que el demonio vive en los bancos, y sin embargo saben que los banqueros, multinacinales-transnacionales no pierden; puede que algunas ganen menos, pero perder, nunca. No sería posible la concentración y acumulación del capital financiero con la que nos avisa Oxfan cada año, en Davos.

Si Leopoldo López es un golpista y Zapatero va a Venezuela a sacarlo de la cárcel, debe quedar claro que Zapatero es cómplice de los que queman a chavistas – creo que van como diez quemados, uno, que se sepa, muerto a consecuencia de las quemaduras, pero muertos, hay más –, y además, habría que exigirle al PSOE, que condenara ese proceso golpista jaleado por Estados Unidos y la política del control del petroleo que dirige el duo Tillerson-Trump.

La equidistancia sobre Venezuela es nociva, pésima. Al PSOE que los militantes combativos quieren poner en el centro de la lucha habría que recordarles que la equidistancia auspiciada por la socialdemocracia, fue la que dio origen al Comité de No Intervención – casi al mismo tiempo que Franco dio el golpe –, poniendo palos en la rueda de la república mientras allanaban el camino del fascismo. Defender Venezuela de los ensayos golpista que patrocina el capital financiero USA a través de Leopoldo López y sus amigos, es la mejor manera de tender puentes, aquí en España, entre los militantes de izquierdas, que tienen la difícil tarea de sanear el Estado español, carcomido por cuarenta años de los que creen que España es su cortijo.

Si los dinosaurios socialistas quieren hacer turismo de riesgo podrían interesarse e interceder por el dirigente kurdo Abdullah Öcalan. Los kurdos han sido el pueblo preterido – ninguneado – por las potencias colonizadoras que se repartió el mundo antes que Estados Unidos tomara el relevo tras la SGM-WWII, y ahora se han convertido en algo a lo que mirar porque su posición estratégica en el cambiante panorama de Oriente Medio conviene tener presente, pues bien el señor Öcalan no es menos importante que el golpista Leopoldo López, ¿por qué este preso es menos importante? La acusación contra Öcalan tiene los mismos mimbres que López, ¿por qué se defiende a uno y no al otro? ¿Considera el PSOE que el pueblo Kurdo es de menor categoría?

Creo que el camino que el PSOE quiere hacer para dirigir la lucha, en el Estado español, es un intento complicado y lleno de trampas y la izquierda debería tender puentes porque si de algo vale el ejemplo del capital financiero, es que, ante la sociedad aparecen como serios y responsables presentándonos sus instituciones: ONU, OTAN, FMI, BM, WTO, SWIFT, mientras el trabajo sucio lo hacen las académicas aguas negras. Pontifiquemos, tendamos puentes para salvar obstáculos, pero sepamos quienes transitan por puentes y agujeros de gusano.

jmrmesas

diez de julio de dos mil diecisiete








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