martes, 16 de febrero de 2016

¿QUÉ TEME LA OTAN?


¿QUÉ TEME LA OTAN?

EL CERCO MILITAR A RUSIA ¿CONTRA QUIEN VA?

La lógica respuesta es contra Rusia, pero a mi parecer, no es exactamente así. Veamos si es posible desenredar la aparente maraña. No todo va a ser prensa extranjera, así que hojeando u ojeando, ...hojas no tiene el formato digital, y yo casi no tengo ojos, el caso es que lo he visto en Público, que Rusia se prepara teniendo en consideración una próxima crisis, lo que vendría a confirmar lo que los expertos vaticinan, y que conjeturando – en anteriores apuntes míos – sobre la pasada crisis, de hace ocho años, sobre el aplazamiento de los efectos más dañinos en una próxima, vendría a significar una crisis a un más profunda que la pasada y eso solo puede significar que estaríamos entrando en una espiral sistémica del modo de producción mercantil, que un asesor del presidente ruso denomina economía 4.0 como quitando hierro al asunto, pero que no por eso significaría menos dramatismo, ni que esa economía viniera a resolver los problemas planteados por el desarrollo humano, pues esa resolución no puede venir más que asumiendo al conjunto de la humanidad, en pie de igualdad con los actuales poseedores que toman las decisiones, y eso significa la democratización del poder, que de hecho, no es democrático.

Esa economía no supondría el final del modo de producción de mercancías, implica que no hay mercado al que vender una producción de subsistencia, teniendo esta que ser prácticamente cedida porque habría que sostener una sociedad mínimamente estable, soportada por subsidios mínimos, mientras que la producción importante, la gran producción industrial que comprendería la industria militar y la industria creadora de medios de producción, en manos privadas, escaparía de cualquier medida de control social porque el dinero, las finanzas tienen un grupo muy reducido de dueños que controlan las empresas que tienen el control económico. Como es de suponer, este tipo de panorama exigiría un control policial y leyes de excepción para controlar a una población en extremo desacuerdo con un funcionamiento tan restrictivo. Sería el 1984 de Orwell, casi anticipada 70 años por el visionario autor de Homenaje a Cataluña.

Pero la economía, ahora, hoy aparentemente embridada no es la única referencia que demostraría la descomposición social y evidenciar el lío del afán de la OTAN por acercar sus fuerzas a las fronteras rusas es una táctica; tratar de desentrañar la enredada madeja que demostraría que no es Rusia el principal objetivo, requiere analizar algunas actitudes que nos dicen que las instituciones internacionales no funcionan, como cuando un Estado, Turquía puede usar su artillería contra los kurdos de Siria sin declarar la guerra y sin acudir a pedir la intervención de Naciones Unidas, eso solo quiere decir que el orden natural se ha perdido y los Estados cuidan su interés a su aire, sin que nadie se inquiete o se preocupe de la trascendencia de la iniciativa turca, o aún peor, que Turquía es el alfil de piezas mucho más importante.

Siguiendo ese razonamiento, que Arabia Saudita pretenda intervenir con tropas en el tablero sirio, vendría a reforzar esa descomposición de un orden, antes incuestionable; más aún, que Arabia use bombas de racimo en Yemen, prohibidas internacionalmente, nos estaría diciendo, todo ello, que el orden internacional, antes celosamente observado, ya no lo es porque no garantiza los intereses y valores incuestionables y cada Estado pretende sacar lo más posible; nos estaría diciendo que las formas se pierden y los valores ético-políticos ya no es el escudo que esgrimir para tapar la rapiña, cada vez más descarada.

Que Turquía pueda defender el terrorismo islamista financiándolo, dando cobertura al robo de petróleo sin ningún problema, hasta que el próximo atentado en territorio civilizado, vuelva a estremecer al mundo, mientras los estrategas del islamismo cultivado en los despachos de los thinktank practica la carnicería en otros ámbitos, es el suma y sigue de un orden en descoposicón, que ya forma parte de la superestructura jurídica y política obsoleta.

TODO ESTÁ INTERCONECTADO, PORQUE EL MUNDO ES UNO

La próxima crisis para la que se prepara Rusia, es la misma que tiene a China en graves dificultades financieras, la misma que tiene Estados Unidos, que escudriña las condiciones económicas actuales en busca de las señales, la misma que tiene Europa, que tiene África, es decir, socialistas que teníais a Marx como referencia de sagaz e inteligente teórico, las fuerzas productivas están estrechamente ligadas y eso compromete el funcionamiento del mundo, necesitado de una dirección homogénea, que ya no garantiza el orden actual, esta superestructura jurídica y política violada continuamente, sin que la ONU, encargada de velar ese orden, tenga nada que decir.

En teoría, la ONU, asumiendo que existen varios centros de poder debería vigilar que todos respetaran los acuerdos adquiridos, y si es más tolerante con unos que con otros, admite de hecho que el orden es ineficaz, y sus integrantes cuestionan la validez de la institución encargada de garantizar el orden, así pues, el capital financiero internacional, sus teóricos, sus estrategas diseñan los planes que garantizarían su poder por encima de las instituciones políticas y esos planes y ese interés son lo que garantizan los acuerdos transatlánticos –TTIP– y los acuerdos transpacíficos –TPP–, y más recientemente y a nivel más cercano EXGAE, devenido en Xnet, por razones obvias; la burguesía tiene claro cual es su interés y a quien hay que temer, ¿la sociedad es igualmente prevenida? Desde luego la clase obrera, abandonada por sus direcciones históricas, políticas y sindicales no lo es, pues el horizonte que pinta el líder de CCOO está muy alejado de una defensa de los valores socialistas, por muchas conexiones que quiera ver.

EL PARTIDO PANEUROPEO

Creo que para el observador atento queda, o debería quedar claro que toda esa disposición de acuerdos internacionales de tipo comercial están destinados a burlar a la sociedad en la medida que ponen a las empresas a un nivel de poder que escaparía del control de la sociedad, que esta ejercería por medio de la política, por lo tanto, en un intento de escapar a la reglamentación de los Estados, se recurre a unos tratados que judicializarían las decisiones políticas dejando a los ciudadanos indefensos; siendo machacón, remachando hasta el límite posible, lo que habría de dejar muy claro, y yo lo intento, es que hoy, como nunca antes, la política debe de concentrar su atención en como hacer consciente a la clase obrera, vanguardia de la sociedad, de disputarle a la burguesía el control del poder, y eso solo es posible hacerlo señalando que la sociedad, fuente de poder y legitimidad ha de tener capacidad para controlar la economía. La economía, la producción tiene que dirigirse a satisfacer las necesidades sociales y no ha satisfacer el mercado, y esto solo es posible si la clase obrera, vanguardia de la sociedad construye su partido.

Construir el partido tiene que estar animado de la idea de disputarle al capital financiero internacional el control del mundo, y aunque el partido paneuropeo, quiero suponer que va en una buena dirección, su ideario programático no está animado de esta idea; en el programa, recorrido por el afán de lograr el máximo nivel de transparencia carece de la idea de señalar a la burguesía, al capital financiero internacional, estructurado en sus organizaciones económicas, políticas y sociales como responsable de querer mantener la situación de carestía mundial porque le garantiza el control de la sociedad, y esta carencia, los dirigentes de ese partido, cuando menos, parece que no la consideran fundamental pues, Varoufakis, promotor del partido se siente impactado por el deseo de la burguesía de no renunciar a cobrar las deudas, relatando de primera mano los objetivos de la Troika, incapaz de cejar en su empeño de cobrarle a Grecia, a costa de la ruina de la misma, sin extraer, por tanto, la conclusión que una tal discusión no es posible con una actitud de subordinación, discutiéndoles por tanto, a la Troika, representante, de hecho del capital financiero internacional, la responsabilidad por la marcha del mundo, pero para eso, el partido paneuropeo debería de estar animado del espíritu de ser la dirección del movimiento obrero mundial, por lo tanto, el partido recién constituido, estará limitado a causar más ruido, que seguirá sin ser la solución, y esto, nos lleva a la pregunta inicial.

EL CERCO MILITAR A RUSIA ¿CONTRA QUIEN VA?

Rusia está demostrando interés por querer llevar la situación internacional por cauces democráticos, diplomáticos y pacíficos, tiene interés por trabajar dentro de esa marañas de instituciones económicas, políticas y sociales estructuradas por el capital financiero internacional, no obstante enseña musculo militar, dejando entrever que no será objeto de manipulación, aunque se haya en condiciones de acordar y negociar lealmente, luego ¿Qué teme la OTAN?

El capital financiero mundial está preparando la segunda edición de la crisis internacional de 2008, y con el nivel de información en tiempo real, que las nuevas tecnologías dotan a los dueños del mundo, esa crisis la dispararán cuando tengan todos los datos en sus manos, y ellos saben que en esta ocasión todo va a ser diferente, saben que los ex burócratas devenidos en nuevos burgueses, incluso los buroburgueses chinos, son fiables, pero el pueblo ruso no lo es, porque el pueblo ruso, como el europeo o como la ciudadanía estadounidense está muy alejada del nivel de riqueza de los poseedores de los consorcios empresariales rusos, y ellos, el pueblo llano ruso, como el resto de Europa, es el enemigo a batir. Eso es lo que teme la OTAN, teme a la revolución, al pueblo consciente, al pueblo enardecido, por eso estrecha el cerco sobre los rusos.

La OTAN, la burguesía internacional organizada militarmente teme a la revolución, para eso nació y para eso se prepara, por eso nunca se disolverá, su disolución implicará la derrota internacional de la burguesía, y aunque parezca un sinsentido, esto sucederá acabando con los paraíso fiscales, imponiendo gravámenes fiscales a las grandes fortunas, organizando el Estado Europa y acordando una moneda mundial, y para eso es necesario construir la internacional que alumbre el nuevo modo de producción, que ya no pondrá el trabajo objetivado como medida del trabajo vivo. Si el partido paneuropeo ayuda en este sentido será un paso audaz, sino, será solo ruido y la OTAN nos tiene en su punto de mira.

jmrmesas

dieciséis de febrero de dos mil dieciséis















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