jueves, 29 de agosto de 2013

LA GEOPOLITICA EN ORIENTE MEDIO


LA GEOPOLÍTICA EN ORIENTE MEDIO

EL OBJETIVO NO ES SIRIA

La extinción de la URSS, por la propia burocracia soviética, extremadamente diligente por repartirse la propiedad colectiva, ha generado un vacío de poder, que es el que se disputa en todo el mundo y actualmente en Oriente Medio.

Este vacío de poder podría parecer incongruente puesto que la desaparición de la URSS no ha hecho desaparecer a Rusia, pero, ya no es lo mismo, toda vez que el mismo espacio geográfico -Rusia y asociados- implicaban e implican conceptos diferentes e intereses disimiles.

Llenar ese vacío es lo que se está jugando en el conflicto de Oriente Medio, donde Siria es la pieza jugable más fácil, toda vez que Irán parece mucho más difícil de digerir que Siria, por lo tanto querer ver en la situación por la que atraviesa la martirizada Siria algo parecido, siquiera sea de lejos a la situación de Egipto o Túnez, es un error, si se hace desde la buena voluntad, y un adoctrinamiento criminal dirigido, el que se hace desde los medios afines, preparando a una opinión pública, lejos de ser informada poniendo todos los datos sobre el tapete.

El abandono de los principios revolucionarios, que la sociedad soviética abanderó durante los primeros años de la revolución de 1917, fue siendo postergado en la misma manera que la burocracia fue consolidando su poder e influencia en el partido y en la sociedad soviética, hasta convertir aquellos principios en un fetiche que airear para justificar su predominio en todos los órdenes, en el seno de una sociedad amordazada. Sin embargo, aquella situación fosilizada, vulgarmente denominada guerra fría, delimitaba espacios geopolíticos, claramente definidos, cuyos umbrales no podían ser traspasados sin graves riesgos de convertir la frialdad bélica en ardiente y abrasadora hostilidad nuclear. Fue el caso de querer equilibrar las fuerzas con la intención de plantar los misiles en Cuba -años 60-; lo que quiero decir con esto es que el cambio de la situación experimentada en Rusia y en los países en los que su influencia era determinante, cambió con el abandono expreso del socialismo, y los neo-burgueses rusos, y la buroburguesía china, al aceptar el marco impuesto por el superimperialismo de las 147, del que Estados Unidos es el portavoz, informal y policía del superimperialismo (los navy seal, que EEUU pueden desplegar en cualquier lugar del territorio de las 147, con el beneplácito de los gobiernos concernidos confirmaría este esquema), y lo que se está jugando es la relación de fuerzas entre el superimperialismo y esta reconversión de los burócratas.

Liderado por USA, con la aquiescencia de los gobiernos amigos, incluida la socialdemocracia, estén o no en el gobierno, Francia, por ejemplo, en la que la ausencia de política diferenciada del presidente Hollande, es decir, con algún indicio que demuestre una voluntad política de defender a los trabajadores de los recortes y remontar una economía torpedeada, se pretende tapar apoyando una guerra de intervención, o España, donde la incapacidad del PSOE para dar alguna respuesta, a ninguno de los problemas planteados, monarquía, nacionalismo pequeño burgués, recortes, privatizaciones, etc., demostrarían el vaciamiento político de la socialdemocracia, y lo que se está dirimiendo es un reajuste en el reparto del mundo entre el superimperialismo y esta suerte de neo burguesía, en la que el interés de la ciudadanía desaparece, para convertirse en un espantajo, mintiendo sin ningún tipo de pudor sobre el uso de armas químicas por parte del tirano Bachar el Asad.

Bachar el Asad, que sin duda es un criminal que defiende su cortijo, y con toda una experiencia heredada, no es tan estúpido como para ponerse a todos sus enemigos en contra y poner a sus valedores neo-burgueses en situación comprometida usando armas químicas, que hasta hace poco usaban los rebeldes, sin que nadie levantara la voz por semejante cosa, y de ello hay pruebas recogidas en la prensa, sin contar la posibilidad de auto-ataques, por medio de elementos camuflados para dar lugar a la intervención, sin contar con cierto príncipe saudí, -Bandar inb Sultán-, que es el ha venido suministrando armas a los rebeldes, amigo por lo demás de una familia estadounidense -familia Bush- y dispuestos a facilitar la intervención del amigo americano.

Por trágico y doloroso que resulte, en este reajuste del reparto del mundo, la población es la moneda de cambio, usada para satisfacer intereses de las facciones en disputa y ningún bando se recata en usar su nombre en vano para lograr la ventaja necesaria, el asunto, por tanto, consiste en hacer tragar a la opinión pública, que el malo, Bachar el Asad, es el que usa las armas químicas, y los buenos, los rebeldes, no las usan, pero la realidad del asunto de Oriente Medio estriba, fundamentalmente, que dado el tipo de desarrollo industrial presente, el petróleo es vital, y mirando el mapa, el camino más directo y más barato es un conducto petrolífero capaz de llevar el combustible, directamente recorriendo la península arábica, y las naciones de Iraq, y Siria para penetrar en el corazón de Europa, poniéndole trabas a la exportación rusa de gas a, digamos, su mercado natural, la Unión Europea, y de esa forma hostigar la integración rusa en el mercado, en el que tendría una ventaja decisiva facilitando el crecimiento industrial de Asia al abaratar el precio del transporte de mercancías a partir de la potenciación del ferrocarril transiberiano, mucho más rápido que el transporte marítimo e igualmente capaz de transportar el volumen de mercancías en competencia con los navíos de transportes de contenedores.

Como se podría deducir de este esquema, la población de Oriente Medio estaría destinada a soportar un castigo creciente porque ese hipotético oleoducto tendría que atravesar toda esa zona, y siempre se puede recurrir a la fe para mover montañas ..., de dinero y de cadáveres, por eso es importante mostrar los entresijos para prevenir la manipulación, como la que se está haciendo porque Dios o Alá, siempre estará con los que ganen, aunque invoquen su nombre en vano, y el infierno con los que pierdan, crean o no. La solución es la necesidad de esclarecer este tipo de conflictos y eso parece difícil mientras en la izquierda no se convenza de la necesidad de dotarse de una dirección internacional capaz de aportar luz en la lucha de los intereses que las facciones burguesas vienen jugando en las costillas de los proletarios del mundo, desunidos.

jmrmesas


veintinueve de agosto de dos mil trece

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