REFLEXIÓN SOBRE LA ESCENA
MUNDIAL
EL ESCENARIO
INTERNACIONAL NO ES NEUTRO
Tres mil quinientos
millones de personas que viven con menos de un dólar al día es un
mercado potencial fabuloso, pero ¿A quien le interesa despertar a
tres mil quinientos millones de consumidores que terminarán
convirtiéndose en exigentes ciudadanos?
La escena mundial se ha
tensado mucho con más de mil ciudadanos egipcios masacrados como
para preguntarnos ¿Toda esta situación se ha cocinado
solo dentro de Egipto, sin la intervención interesada de otros
agentes? ¿Era necesaria esta matanza para desautorizar la
política que el presidente Mursi estaba llevando a cabo, cuando
un movimiento popular, Tamarrud, había cogido más
millones de firmas que los votos con los que Mursi había conseguido
la presidencia de Egipto? ¿No sería esta la verdadera
amenaza que había que evitar, aun a costa de un baño de
sangre?
Cuando sobre los
acontecimientos de la situación en Egipto, los muertos empiezan a
contarse casi diariamente, algo debería decir Tamarrud sobre la
manera infame en la que el generalato egipcio ha abortado una
incipiente revolución, pacífica, en la que los ciudadanos egipcios
desautorizaban la política del presidente Mursi, que disimulaba su
impotencia para elevar el nivel de vida de los ciudadanos impulsando
la faceta confesional, repudiada por buena parte de la sociedad.
Una zona tan comprometida
como todo el Oriente Medio no puede ser un objeto descontrolado
porque actualmente es un campo propenso a la revolución por razones
diversas cuya coincidencia es la toma de consciencia de grandes
sectores de la población de los diferentes Estados que se saben
ciudadanos y no súbditos sometidos al arbitrio del déspota del
momento. Esto es así por el fabuloso poder de las comunicaciones y
de las redes sociales que han animado un flujo de ideas y
conocimientos que ha generado un debate abierto en donde se
contrastan experiencias, información, luchas, organización y
solidaridades que componen el abono que alimenta la rebeldía de una
población joven, preparada, culta y combativa, y por si fuera poco,
lindante con otra zona, no menos peligrosa, sino más, Europa, donde,
si se contara con la política adecuada, el capitalismo, estaría
viviendo el final de su etapa de omnímodo poder, por lo tanto, una
zona tan sensible y peligrosa tenía que neutralizarse antes que una
revolución en Egipto pudiese prender, obligando a Mursi a dar marcha
atrás en su politica.
La campaña de recogida
de firmas, un modo de lucha pacífica, pero comprometido, capaz de
sobrepasar el número de votos con el que el presidente Mursi había
obtenido la presidencia, no podía dejar indiferente ni a la
burguesía egipcia, ni al generalato, y mucho menos a los valedores
del generalato, los Estados Unidos que son financiadores del ejército
egipcio, así que una vez preparado el terreno -acabar con los
túneles de la franja de Gaza y hablar con los israelíes- cobra
sentido las denuncias del primer ministro de Turquía, Erdogan,
acerca de la implicación de Israel y del nuevo embajador
de Estados Unidos en Egipto, que
viene precedido de curriculum más que siniestro, aterrador.
EL GOBIERNO DEL MUNDO
Nunca el ámbito
internacional ha sido neutral pero tras la SGM Estados Unidos se
convirtió en el campeón de la burguesía; el escenario mundial se
polarizó en torno a dos concepciones del mundo, una, capitaneada por
Estados Unidos en la que la burguesía mundial se amparaba, pese a
sus recelos y otra que simbolizaba la aspiración secular de los
seres humanos a ser dueños de su destino y que veía en la URSS el
modelo a seguir, por lo tanto, nunca la escena internacional estuvo
vacía, todo lo más, en tiempos pasados, daba la impresión de ser
lo suficientemente vasta, como para no reparar más que en la
inmediatez de los movimientos de los vecinos más próximos, pero
desde finales del siglo xix y durante todo el siglo xx, el escenario
internacional ha sido es y se ha convertido, actualmente, en el campo
de operaciones determinante, donde se juega su futuro el genero
humano, o más precisamente, el destino del planeta.
En ese periodo que medió
entre el final de la guerra y el hundimiento de la URSS, se consolidó
el imperialismo estadounidense y este, en la confrontación con sus
socios dio lugar al superimperialismo, que ya no es exclusivo de
Estados Unidos, pero en el que Estados Unidos tiene una
influencia innegable; parece, sin necesidad de mucho ahondamiento,
que la zona de Oriente Medio está en su punto de mira, construyendo
un dispositivo para poder intervenir en la zona, al menos desde la
década de los noventa. Cuando en 1999 el vuelo de Egiptair se hundió
en el Atlántico, el dispositivo montado por elementos, en el
interior de la propia administración USA, pero sin el conocimiento
formal del gobierno, supo que el auto atentado de las torres gemelas
del WTC, funcionaría, y ¿Quien sería el chivo expiatorio?, el
terrorismo islamista, que años antes, la CIA había ayudado a
progresar para hostigar a los soviéticos en Afganistán. En el vuelo
990 de Egiptair de octubre de 1999, uno de los pilotos era miembro de
los hermanos musulmanes, igual que M. Atta, también egipcio y uno
de los secuestradores de los aviones que se estrellaron el 11S; es
decir, la relación de los servicios secretos de Estados Unidos con
los hermanos musulmanes ha sido y es muy fluida, por lo tanto, como
hipótesis de trabajo, el golpe del general Fatah al sisi debió
contar con el placet de Estados Unidos via Mosad. La zona, con
varios centros candentes, Iraq, Siria con puntos donde hay actividad
bélica, Irán, Turquía, Egipto y Túnez, con una actividad política
crispada, como centros más notables, y precisamente Egipto, con el
movimiento Tamarrud era el objetivo a batir por la enorme presión
popular que había conseguido aglutinar ante el peligro de
constituirse en referencia en una zona tan importante, que era
necesario cegar.
Es decir, en la medida
que el crecimiento de las fuerza productivas, que durante este
extenso periodo de 150 años, en el que se han condensado los
conocimientos de los últimos cuatro mil años de civilización,
dando lugar a varios cambios de la estructura económica, que han
configurado un determinado proceso de industrialización, que tal
vez, con otros condicionantes hubiesen producido otro tipo de
configuración estructural de estas fuerzas productivas, pero que ha
sido este, el actual, el mundo se ha empequeñecido
hasta el extremo de no poder soportar un panel de soberanías
contrapuestas, por otra parte ilusorias, ya que quien de verdad tiene
el control del mundo, o cuando menos, una influencia capaz de
condicionar su marcha, es el cartel de 147 grandes empresas, que
funcionalmente desliga la economía y la política, quedando en la
sombra su poder, mientras que los gobiernos, sus gobiernos,
aplican las decisiones previamente consensuadas entre los socios
importantes; esto me hace suponer que el mundo lleva funcionando,
como una unidad, durante un buen número de años, aunque las
apariencias presentan un juego de independencias, que de hecho
y en la cruda realidad es simplemente, apariencia, porque si
ese juego de independencias fuese real, la lucha por el reparto del
mercado, necesariamente, desembocaría en guerra, y esto no sucede.
Con esto quiero decir que
dado este esquema funcional, la escena internacional, necesariamente
estará bajo la influencia de algún tipo de estructura
supranacional, que actualmente es la que encabeza Estados Unidos en
representación informal de ese cartel de las
147 que, estúpidamente podemos ignorar y suponer que cada país
es dueño de sus decisiones, pero como se ha demostrado con wikileak
y ahora con Snowden, no existe semejante independencia; la burguesía
financiera internacional ha tejido un entramado de intereses
interpenentrados que no puede dejar al buen tuntun y por tanto,
cortará cualquier atisbo de peligro revolucionario, mientras la
izquierda no asuma esta realidad y decida retomar la lucha
organizandola internacionalmente.
Las inercias mentales e
ideológicas, en el seno de la izquierda internacional, entendiendo
por tal cosa un popurri de organizaciones diversas no ha reparado, ni
se atreve a reparar el increíble poder transformador y conformador
que tienen las fuerzas productivas, por lo tanto, sus especulaciones
ideologicas son simplemente mentales, sin apercibirse de esa realidad
transformadora. Escogiendo arbitrariamente un módulo temporal de 30
años, para hacerme una composición mental de tal poder
transformador, las fuerzas productivas presentes en 1870, no eran las
mismas fuerzas productivas de 1900, ni las de 1930 eran comparables a
las de 1900, y así es fácil notar que en 1960, 1990 y la
actualidad, la estructura económica ha variado desde aquella fecha
inicial con una velocidad que no ha sido acompañada por cambios
semejantes en la superestructura jurídica y política ni a escala
nacional ni internacionalmente, -las formas ideológicas- lo que
significa que esas inercias mentales e ideológicas de la izquierda
están ancladas en tiempos pasados, mientras que ese capitalismo
financiero internacional ha generado una élite cosmopolita muy
informada de la marcha del mundo y necesitada del nacionalismo para
controlar a la masa, mientras ellos pueden pasearse por el mundo
decidiendo las políticas económicas, las políticas sociales,
mientras su industria ideológica nos nutre de películas, series,
juegos, o lo que es lo mismo, con un modelo de vida dedicado a
apartar la mirada de los asuntos que ellos manipulan.
Matanzas como la de El
Cairo es una derrota para la ciudadanía mundial, se lleve a cabo
sobre islamistas, budistas o comunistas, que pesa negativamente en el
imaginario colectivo popular y que nos demuestra la necesidad de una
nueva organización internacional capaz de aportar luz en ese
imaginario colectivo en la organización de las luchas y
movilizaciones. Las luchas pacíficas lo son hasta que el gobierno
concernido se siente amenazado y entonces salta sobre el pacifismo
porque entiende que la continuidad de la lucha hace peligrar, no a un
gobierno, sino a una forma de Estado determinada, a una parte del
sistema, y eso era el peligro de la respuesta de Tamarrud, que la
matanza abortó, ¿Qué pasaría en cualquier país europeo, por
ejemplo, España si una protesta sostenida decidiera mantenerla hasta
hacer retroceder el artero proceder con el que se ha llevado a cabo
la privatización de la sanidad?
Existe un gobierno
mundial y se podrá negar e ignorar su existencia fantaseando con las
independencias nacionales, pero bastará con que una nación corra
peligro de alterar es statu quo para hacerla volver al redil porque
no existe consciencia internacional de ser pieza jugable en el
tablero del mundo, y esta es una cuestión determinante en el actual
proceso. El modo de vida de la ciudadanía europea está condenado
porque el capital financiero internacional ve él un peligro para la
supervivencia de la burguesía, aun sin que exista consciencia en el
imaginario colectivo de querer ir contra el capitalismo, la burguesía
ve en los derechos conquistados a la enseñanza, la sanidad y a la
seguridad en el trabajo, a las condiciones de vida digna, una amenaza
aterradora, por eso la troika no ceja en su política de recortes,
por eso se intercambian información espiando a los propios
ciudadanos, aunque se pretexte desconocimiento, por eso se atacan las
libertades políticas con excusas banales, porque todo lo que tienda
a facilitar la capacidad de formar opinión no dirigida, es
considerado un peligro latente, por eso es necesario señalar
abiertamente que los recortes no son debidos a la imposibilidad
material a una vida digna sino a una opción política del capital
financiero internacional que no variará mientras no varíe la
relación de fuerzas y para que esa relación de fuerzas cambie es
necesario una política capaz de movilizar fuerzas a escala
internacional.
POLÍTICA DE FUERZA
Poner en pie una nueva
internacional no puede ser un proceso artificial sino que debería
constituir el entendimiento desde los variados sectores de la
izquierda internacional de la necesidad de enfrentar el poder del
cartel de las 147 empresas, respaldadas por el conjunto de los
gobiernos del mundo que acuerdan políticas en las diversas cumbres
formales gubernamentales, con periodicidad frecuente, e informales en
diferentes think-tank no siempre conocidos, donde se confabula contra
la humanidad. Una tarea semejante debería estar encabezada por
alguna, algunas organización, partido o sindicato que asumiera como
propia un esfuerzo tan importante, más como impulsor y organizador
que como líder indiscutible, rechazable sin más
preámbulos, porque nadie aceptaría, ni debería aceptar una
dirección sin estar probada y carente de objetivos y programas, y en
esta tarea los objetivos y consignas serían la base de un programa
posterior. La erradicación de los paraísos fiscales es la
más importante, porque es ahí donde radica el poder del capital
financiero internacional para controlar a su capricho el flujo de
dinero usado para especular, corromper y torcer la voluntad popular.
Desde que comencé el blog, esta fue una idea motora, para tratar de
entender el poder del capitalismo; actualmente esta idea se ha visto
refrendada por el hecho que desde otros ámbitos y sin ningún tipo
de vinculación, el consorcio internacional de periodistas de
investigación -icij-
publica informes que dan cuenta del poder financiero utilizado
fraudulentamente, sin embargo este trabajo al ser desconocido por la
ciudadanía pierde toda la carga potencial para poner al sistema
contra las cuerdas, porque ningún gobierno ni quiere ni puede ir muy
lejos porque, de hacerlo estaría comprometiendo el derecho de
propiedad de la burguesía, pero, y esto es una señal de la
incompatibilidad entre burguesía y ciudadanía, el derecho de
propiedad que debe contar es el que afecta a la mayoría social -una
discordancia entre el casi constante progreso de la estructura
económica (fuerzas productivas) y la superestructura jurídica y
politica (ideología) anclada en épocas pretéritas-, y esto no
ocurrirá sin un cambio de la relación de fuerzas que ha de implicar
a una masa social suficiente.
En la lucha política,
los objetivos son los que animan y movilizan, por lo tanto es muy
importante asumirlos convencido de su fuerza y justicia, por lo
tanto, la condonación de las deudas soberanas de todos los países
es un reivindicación de justicia por más de 63 años de robar a la
sociedad el beneficio generado socialmente, ocultándolo en los
paraísos fiscales para convertir a las sociedades y a las personar
en dependientes del crédito, siempre abusivo, siempre oneroso, por
lo tanto, esta reivindicación, la segunda, igualmente compromete al
sistema forzándolo a retroceder y está claro que semejante paso
inplica una potente variación en la correlación de fuerzas.
La tercera reivindicación
se desprende de la propia evolución del crecimiento de las fuerzas
productivas, pues dada la globalización de los procesos de
producción, la ciencia, el comercio, la economía, una moneda
mundial no es otra cosa que fijar un valor consensuado a la
moneda que en la práctica es la moneda mundial, el dólar, o si se
quiere, a esa moneda virtual que son los derechos especiales de giro,
fijado por el FMI por el valor del dólar, la libra esterlina, el
euro y el yen, o lo que es lo mismo, el valor de la moneda es otra
independencia perdida pero velada porque sirve para dividir y
mantener artificialmente dividida a la humanidad, y esto, igualmente
requiere un cambio en la relación de fuerzas.
Europa se ha convertido
en la piedra de toque del panorama internacional, por eso, el
capitalismo ha decidido que el modelo de bienestar de europeo es
inviable, caro e inasumible y la troika se ha lanzado dispuesta a
terminar con él, encabezada por el presidente del BCE Mario Draghi.
Este ataque del capital financiero internacional es un ataque
político frontal a la ciudadanía más preparada del mundo,
conscientes como es el superimperialismo de las 147 empresas, de la
peligrosa convergencia social -inconsciente- entre la ciudadanía
europea, de que tal estado de opinión se volviera consciente y
militante, por eso, la primera reivindicación de la zona
Europa debería de ser Estados Unidos de Europa,
porque la mejor manera de romper con el nacionalismo favorecido por
el capital financiero internacional para dominar y dividir a la
sociedad, sería la apuesta de la izquierda por construir
una nación europea enfrentada
desde el primer momento a los burgueses europeos y al capitalismo
internacional. Una nación europea solidaria con las luchas de las
sociedades árabes y los pueblos del norte de África en sus demandas
de liberación de tiranos y clérigos que utilizan la religión sea
islámica o cristiana, en provecho propio, reconociendo el derecho a
separar política y religión en la administración del Estado.
Estas
reivindicaciones serían el mínimo común denominador para organizar
una respuesta capaz de cambiar la relación de fuerzas, siempre
teniendo en cuenta que tal batalla no podría quedar reducida a la
lucha parlamentaria, sino que tal pelea habría de llevarse al seno
de la sociedad desarrollando imaginación y métodos, haciendo de las
calles y plazas centros de debates, articulando foros electrónicos
donde debatir, opinar y proponer, desde movilizaciones a leyes,
porque solo despertando el poder creativo popular se puede actualizar
el déficit ideológico perdido, al menos durante estos casi cien
años.
La
pasividad o esperar que las direcciones políticas, atónitas ante
una situación que les rebasa tomen en consideración propuestas que
rompen el cómodo esquema de aceptar la recuperación de la crisis,
es no entender, ni querer entender que todo el desarrollo porsterior
al estallido de la crisis de 2007/2008, ha sido la ofensiva del
capital financiero internacional en el que ha probado sus fuerzas, ha
impuesto su política y ahora espera que la aceptemos como una
fatalidad inevitable, porque desde el mismo momento del anuncio de la
crisis, las direcciones políticas de la izquierda fue cogida por
sorpresa, no entendió que era lo que pasaba y ha sido incapaz de
reaccionar en estos casi seis años, porque de su imaginario
ideológico, el enfrentamiento de clase contra clase había
desaparecido, y sigue desaparecido, por lo tanto, si no se reacciona
organizando la respuesta internacional, con objetivos y metas
internacionales, cualquier protesta pacífica sostenida, sea en
España o sea en Alemania, encontrara al general Sisi de turno
dispuesto a imponer la ley que manda el superimperialismo, claro que
siempre se presentará como una cuestión nacional.
jmrmesas
veintitrés de agosto de dos mil trece
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