martes, 3 de abril de 2012

RAZONES PARA EL CAMBIO DE SISTEMA

LA ESPECIALIZACION

Dice es señor Dan Kervick,en la continuación de su articulo, Los ciudadanos estadounidenses poseen una empresa pública muy valiosa: un monopolio sobre la producción de la oferta de dinero nacional.

Esto es pura retórica vacía de contenido, porque si ya es difícil que los ciudadanos, estadounidenses o de cualquier otro país, dispongan de instrumentos para conocer, valorar y decidir sobre cualquier empresa pública, más allá de la participación electoral, muchísimo más complicado resulta que sin instrumentos de control, la ciudadanía pueda decidir sobre la producción de dinero nacional; esto no es verdad, en ningún lugar, ni lo ha sido, y tendremos que luchar, al precio de acabar con los centros de concentración de riqueza que escapan totalmente a su control, que dice en su primera parte, y que yo interpreto como santuarios financieros, por otro nombre, paraísos fiscales, si queremos que esta crisis económica, que ya empiezan a decir, que estamos saliendo de ella, tratando de insuflar esperanzas en una ciudadanía, harta de andar escasa de casi todo, engañándola, para que el sistema, el capitalismo, se mantenga diez o veinte años más, sin que, desde ningún lado, los poderosos se atrevan a modificar la maquinaria, porque cualquier retoque, que comporte alguna importancia, tendrá que hacerse transfiriendo poder a la sociedad, a las personas.

Mintiendo, desde que se inició la crisis, los gestores económicos sobre los que la ciudadanía no tiene ninguna posibilidad de controlar -Dragui, Monti, entre otros-, empiezan a decir que estamos saliendo, cuando anteriormente fueron los brotes verdes, y ya han pasado cinco o seis años, conteniendo, sujetando, todo lo posible, el desánimo y la indignación contenida, de los recortados ciudadanos.

Volviendo al tema de la TMM, lo que más me llama la atención de todos estos artículos sobre la dichosa teoría que aparentan un debate puramente académico sin ninguna conexión con la realidad de la lucha de clases, pues esta realidad, solo es tomada en cuenta en los periodos de hostilidad social, cuando la hostilidad no es más que la expresión para un nuevo marco tras la prueba de fuerzas, a la el sistema aboca a los que trata de someter, porque las organizaciones de la izquierda -partidos y sindicatos- carecen de la debida profundidad teórica para proponer los objetivos y metas capaces de motivar el esfuerzo social para girar la rueda del timón a favor del noventa y nueve por ciento de la escarnecida humanidad.

La primera razón es que el modo de producción de mercancías está agotado, porque en este largo proceso de más de quinientos años, la burguesía, al producir la mercancía ha aprendido ha utilizarla, no solo como medio de hacer negocio y enriquecerse, sino que la ha utilizado para conquistar influencia y poder.

En este proceso, la burguesía, aprendió que por medio de la mercancía se lograba un estatus influyente, no tanto por buscarlo específicamente como por los mecanismos y relaciones sociales, que de simple fabricante, se convirtió en factotum, no en vano heredó el poder, en una Europa muy articulada por la aristocracia, a la que sustituye, y termina por adueñarse de la dirección de la sociedad, imponiendo sus ideas, conceptos, e intereses, y si bien, en Europa, existió un largo periodo de coexistencia con la aristocracia, la realeza, con la que tiene que compartir el poder, en el nuevo mundo, todo eso es superfluo e innecesario, sobre todo en América del norte, un inmenso territorio vacío.

Este proceso, en la medida que pone en movimiento unas fuerzas productivas que no están sujetas a los ciclos naturales de las estaciones, ha acelerado todo los factores, y al acelerar los elementos económicos, ha terminado acelerando los procesos sociales y políticos, y aquel proceso de lograr influencia y poder por medio de la mercancía, ha terminado en un proceso de especialización de una mercancía, que por sí sola simboliza poder, el dinero.

El dinero, esa mercancía que resume y compendia a todas, que es fácil y cómoda de manipular, que aparenta apoliticidad, es el medio utilizado para lograr imponerse al poder político que nace de la sociedad.

¿Cómo?

La actual crisis económica viene determinada por una escasez de dinero, y su origen está el la quiebra del tristemente famoso Lehman Brother por falta de liquidez.

¿Donde fue a parar el dinero?

Porque fabricar sin dinero, supone abaratamiento, y salvo un cortísimo periodo, el abaratamiento no es tónica dominante, sino mas bien, lo contrario, la abundancia de dinero.

¿Donde está el dinero, que no está en los bancos?

Según el viejo y fiable Marx (la izquierda debe volver a recuperar a Marx, si quiere entender el funcionamiento del modo de producción mercantil y su previsible final -y digo recuperar a Marx y no el marxismo adulterado-), el dinero es el equivalente de la cantidad de mercancía producida, de la riqueza producida, por lo tanto, diferenciaré entre la riqueza consumada, cristalizada como instalaciones, infraestructuras, fábricas, edificaciones, etc., que tienen su equivalencia en dinero, y que, por el momento, no discutiré de su propiedad, y la riqueza cuantificable en dinero, cantidad de dinero, y en este sentido, como dinero, es importante hacer notar, que en tanto que dinero, es instrumento, vehículo de la circulación mercantil, que el estado garantiza, y por lo tanto, la sociedad tiene ciertos derechos sobre ese vehículo de la circulación mercantil, de igual modo que lo tiene sobre los vehículos de la circulación automotriz, a través del código de la circulación.

El estado, en tanto que único emisor de dinero, sabe que cantidad de dinero ha lanzado a la circulación, y puesto que es el único emisor de dinero, con potestad para perseguir la emisión de dinero no producido en el proceso establecido de emisión, destruyendo el dinero falsificado, por muy perfeccionado que este haya logrado alcanzar, conoce que cantidad hay.

Los bancos, son tenedores de un instrumentos de circulación, que no es de su exclusiva propiedad, y que por tanto, el estado, y a través de el estado, la sociedad, tienen ciertos derechos sobre la propiedad y el uso del dinero.

¿Que clase de derechos?

En primer lugar, es muy importante que la sociedad se aperciba, se convenza y se consciencie de que en tanto que creadores de riqueza, soporte financiero del estado y fuente de legitimidad, tiene el derecho de limitar la propiedad de instrumentos comunes, e impedir la enajenación de esos intrumentos, y, o, propiedades comunales que políticos venales, y la venalidad hay que entenderla en un amplio abanico de medios de gratificación personal, extensible al próximo futuro, tras el paso por los centros de poder, tienden a tomarse con la propiedad pública, pues la ausencia de cualquier tipo de propiedad convierte a los individuos en parias y a la ciudadanía, en forasteros en su propio país, y esta consideración de propiedad pública, comunal, debería de ser sumamente valorada y respetada, por lo tanto, (hecha abstracción, por obvio, del gravamen) el primer derecho es el de conocer cuanto y donde tiene cada banco depositado los instrumentos de circulación, así como, el derecho a limitar el tiempo que un banco puede tener inmovilizado el instrumento de circulación.

Como el dinero existe y circula, el problema reside en discutir sobre el secreto bancario en el que se escudan los banqueros para ocultar donde está el dinero, pero como el estado sabe que existe porque es el único capaz de lanzar a la circulación dinero físico, la cuestión es controlar la, digamos, creación de dinero que nace del proceso incontrolado de la especulación de cualquier tipo, y que el estado ha de validar, gratis y sin ningún control.

LLegados a este punto, es conveniente tener en cuenta algún reparo sobre el estado, porque este, el estado, es un instrumento de la sociedad, no de una clase, sino del conjunto de la sociedad, pero esta es la sociedad recorrida por todos los conceptos, ideas y valores éticos, estéticos e intereses de la clase dominante, de la burguesía, en suma, por lo tanto el estado es el garante de estos valores y conceptos fundamentales que definen a la clase dirigente, por lo cual, no socavará su propio poder, en tanto que clase, más que si como instrumento social, la parte subyugada, hace sentir su discrepancia y el estado ha de bascular la balanza del lado de la ciudadanía, y esto no se hará nunca, en primera instancia, legislando, sino que se legislará cuando la indignación popular alcance un punto que suponga, o pueda suponer, la ruptura, en cuyo caso y para evitar mayores descalabros, el estado aceptará, controlar el funcionamiento del mundo financiero.

EUTANASIA PARA EL MDPM

La extrema especialización del modo de producción de mercancías, que la burguesía propicia invalida a este como instrumento social, dado que la mercancía producida, dinero, solo puede ser utilizada como valor de uso por una exigua minoría, mientras la enorme mayoría social, creadora de riqueza, soporte financiero del estado y fuente de legitimidad, tiene que sobrevivir con sueldos muy bajos, para propiciar el endeudamiento y la proliferación de créditos, en la época de vacas gordas, mientras en tiempos como los actuales, las generaciones jóvenes, las mejores preparadas de todos los tiempos, son condenadas al paro y a la desesperación, y queda demostrado, que el capitalismo ha cumplido su ciclo vital, en un periodo histórico en el que ha desarrollado las fuerzas productivas, internacionalizandolas, pero al especializarse, ha cegado su fuente de legitimidad, dejándolo sin justificación para seguir existiendo, por lo tanto, acabemos con el sistema, acabemos con la patria de las finanzas, tengamos claro que acabar con la patria de los banqueros no es atacar Alemania o Estados Unidos, o cualquier otro país, acabar con la patria de los banqueros es acabar con los paraísos fiscales, y esto significa exigir que los bancos rindan cuenta del dinero oculto, porque como medio de circulación, la sociedad, a través del estado necesita y quiere conocer el volumen y necesita y ha de regular el flujo, de forma análoga al ordenar y controlar el tráfico rodado, para que este no entorpezca el movimiento.


La extrema especialización de la burguesía, manejando el modo de producción, exige del resto de la sociedad, proclamar el estado de alerta militante, y eso quiere decir, conociendo la dificultad de reconvertir el sistema, introducir medidas políticas profundas, Los votantes son conscientes de que las propuestas de Nicolas Sarkozy y François Hollande no está destinado a cambiar las cosas en profundidad, y que el poder político tiene cada vez menos influencia en el desarrollo social y económico. Básicamente, esta elección no es de esperanza. Este párrafo copiado literalmente de Libération expresa muy agudamente el desencanto, no solo francés, sino que es una constante en todas las elecciones, en las sociedades democráticas, de las que se desenganchan muchos votantes porque no ven voluntad, ni en las organizaciones ni en los políticos, de querer cambiar el curso ni el discurso, porque no quieren ver que la especialización del modo de producción produciendo dinero mediante la especulación, cuatro billones de dólares diarios para la especulación, frente, a penas 82 millones diarios para cubrir las necesidades cotidianas de la población, es la demostración más escandalosa, ante la que los intelectuales y marxista de salon no tienen el valor de denunciar, acabemos con el sistema, Delenda est Carthago, que dijo Catón dejando caer los higos escondidos en los pliegues de su túnica, para prevenir a los romanos de la proximidad del enemigo.


Este acabar con el capitalismo no supone hacer tabla rasa sino regular, vigilar y controlar el modo de producción poniéndolo al servicio de la sociedad, al servicio de las personas y eso pasa por conscienciar a las masas de ciudadanos, movilizandolas para erradicar los paraísos fiscales, verdadera patria de los banqueros, exigiendo el retorno del dinero oculto, exigiendo la condonación de las deudas soberanas, instrumento de empobrecimiento de la ciudadanía, supone luchar por exigir una moneda mundial, esto es lo que significa, hoy, en nuestros días, acabar con el capitalismo, y esto es lo que significa hoy, reconocer que el sistema está agotado, todo lo demás son zarandajas para no enfrentarse a la realidad de cambiar el sistema caduco, la extrema especialización del sistema es la razón fundamental para luchar por cambiarlo.

jmrmesas

03 de abril de 2012

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