viernes, 30 de diciembre de 2011

CONTRIBUCION DESINTERESADA AL DEBATE DEL PSOE


                                                                MARX Y MARXISMO

No soy militante del psoe ni nunca le he votado, pero como ciudadano, concernido por la política que esta organización propugna, y cuando ha estado en tareas de gobierno, ha ejecutado, y en la medida que dicha organización sigue defendiendo su adscripción a la izquierda, me considero obligado a definir mi opinión sobre los problemas que hemos de recorrer  en común, la izquierda, para superar esta profunda crisis, que yo, apoyándome en la lectura de Marx, considero, de agotamiento social del modo de producción mercantil.
Marx decía de sí, que no era marxista, y yo me pregunto que querría decir con esta aseveración, y quiero suponer con ello, que Marx no daba por concluida ni sus investigaciones, ni tampoco magnificaba su opinión haciéndola incontrovertible, y mucho menos, como algo ya resuelto, sino como el análisis de las contradicciones en su proceso, nada sacralizado por tanto, -lo cual no quiere decir que no defendiera sus propuestas- y esto, que en un pensador de su talla es de agradecer, porque no niega la posibilidad de otros pareceres, de otras perspectivas que puedan aportar luz y claridad a un objeto, a un problema, es todo lo contrario de los que, apoyándose en el calificativo, evitan entrar en el aclaramiento de los problemas para no descubrir el juego de los intereses materiales y sus ligazones con las clases sociales, por eso no puedo dejar de manifestar mi repulsión más clara a los guiños del señor Ibarra, expresidente de Extremadura, cuando en el espacio radiofónico de RNE, le he oído en alguna ocasión defender el no marxismo del exprimer ministro de su majestad, Felipe González, porque el problema no radica en que un dirigente no sea marxista (en todo caso es un contrasentido tan elocuente como si un clérigo católico niega la virginidad de María), sino en el oportunismo mañoso, poco ético, incluso corroído de traición, pues el psoe se construyó como un partido marxista, hasta la guerra, en la guerra y después de la guerra, sus militantes lucharon y murieron por sus concepciones ideológicas marxistas, no meramente republicanas, y tras la guerra fueron encarcelados y muchas veces fusilados por su ideología, por lo tanto, Felipe González, que no era marxista, debió dejar claro su no marxismo antes entrar y posteriormente,  aceptar dirigir un partido marxista.   El resultado no fueron las sucesivas mayorías absolutas del psoe en las elecciones sucesivas.   El resultado fue el ataque despiadado del psoe, a las conquistas obreras arrancadas a la dictadura franquista al precio, no pocas veces, de la vida de los luchadores obreros, que una considerable porción de la sociedad española, seguía considerando de izquierdas, vale decir marxista, y no obstante se había convertido en un partido de arribistas, carreristas, y logreros, incapaces de defender las convicciones de sus mártires, y hubieron de aceptar, los contratos basura, los recortes sanitarios, creyendo de buena fe en la necesidad de la propuesta socialista, porque, no lo olvidemos, entonces se hizo la reconversión de la banca franquista, adaptandola a los estandares europeos, a costa de esos conquistas del socialismo felipista.
Tal vez se buscase acomodar el viejo psoe a la modernidad de la socialdemocracia europea, pero visto en perspectiva, las diferentes socialdemocracias nacionales andan tan perdidas como el nuevo psoe, y buscan respuestas a una crisis que se está llevando el cuento de una Europa democrática, que ha sido el tema central con el que la socialdemocracia ha conseguido mantener los lazos con la ciudadanía trabajadora, porque la socialdemocracia europea -de las diferentes nacionalidades- han unido sus política para acompasarla a las necesidades de las burguesías nacionales, -los mercados- siendo este actual  estado de cosas, el resultado del abandono de la teoría de K. Marx, -de las diferentes socialdemocracias nacionales- es decir, la pérdida de su orientación política, y ahora que los militantes del psoe encaran la preparación de un congreso en el que lamer las heridas, causada por la política desorientada de un psoe sin referencias ideológicas y políticas, convendría que los militantes y simpatizantes socialdemócratas, reflexionen, porque no ha sido la crisis económica la causa de la derrota, sino el empeño en negar la evidencia, y cuando se acepta la crisis, plegarse a las decisiones de los mercados, es decir, de los banqueros y del ibex-35, que fugan los beneficios a los paraísos fiscales, y encima, ahora, Economia y Hacienda están manos de un ex-Lehman Brothers y de un ex-asesor financiero que aconsejaba a los empresarios como sisar a Hacienda, -De Guindos y Montoro-.
EL MISTERIO DE LA ECONOMIA POLITICA
Desearía que el próximo congreso del psoe sirviera para dos importantes objetivos, por los que particularmente lucho y animo a luchar, en la medida de mis fuerzas, que la economía sirva para enriquecer a la sociedad, empezando por los más necesitados y construir los Estados Unidos de Europa, y esto que parece poca cosa, empieza por asumir que la economía ha escapado de todo control político, ligado al estado nacional, para estar dentro de otro control político, el que ejercen los mercados, a través de los paraísos fiscales y de los think-tank, y eso es así, porque al dejar al capital operar a su libre albedrío, este entra en contradicción con la sociedad, de la que obtiene todo su beneficio, y para maximizar este beneficio es necesario que la sociedad sea pasiva, en el mayor grado posible, y la posibilidad de determinar el grado de pasividad está en hacerla dependiente e impotente, inoperante, precisamente porque utiliza el mejor medio para obcecar la razón, la mercancía, y la mercancía por excelencia es el dinero, el cual, la burguesía, los mercados, que es una forma indolora y camuflada de evitar referir la lucha de clases, utiliza como herramienta para configurar el mundo a la medida de sus necesidades, mientras que la ciudadanía, solo dispone de dinero para la subsistencia -casi la mitad de la humanidad vive con, apenas dos dólares diarios, lo cual significa que muchos días ni siquiera tienen dinero para subvenir la necesidades más básicas-, mientras que el mercado de capitales utiliza diariamente casi cuatro billones de dólares, y esa desproporción lastra a la humanidad a un estado de impotencia y pasividad que ha de romperse si queremos poner límites a la catástrofe humana y medioambiental, ahora que todavía estamos a tiempo.
Comprender la contradicción en proceso significa entender que para que los mercados dominen la economía, esta tiene que ser presentada ante la sociedad como una ciencia incontrovertible, sin discusión posible, presentando datos y cifras apabullantes, ante las que la ciudadanía se vea sin argumentos que poder oponer porque obcecados por las magnitudes acepta convencido de que vivimos por encima de nuestras posibilidades, y aquí es donde entra en juego la política y los partidos políticos, y un partido obrero que se precie, debe, tiene y puede discernir cuales son las mañas y tretas que utilizan los mercados para ejercer su dominio, a menos, que una su destino a su mercado nacional, su burguesía nacional.
La contradicción está entre un mercado global, que el desarrollo económico ha conformado, construido, rompiendo aranceles, minimizando aduanas, rompiendo fronteras nacionales, y una sociedad estable, y con estable quiero decir con una inercia social y vital en la que los cambios, a penas perceptibles que se han desarrollado, escapan al control de la opinión pública, porque todo el entramado social está diseñado para velar, ocultar, como la clase dominante ejerce su dominio, pues tal dominio, salvo en épocas de convulsión social, se hace por medio de la persuasión, para poder convencer y manipular, y la clase dominante, ese uno por ciento social, no lo sería, ni un minuto, si tuviera que emplear la fuerza como único argumento, de este modo, la política es una especie de prestidigitación, ahora lo veis, ahora no lo veis, y en este presentar y ocultar datos se evaporan millones que sin salir de un país, recorre una serie de países, vía transacciones financieras, con lo que al final  se le pierde la pista, mientras los gobiernos, ladran pero no  muerden, no actuan, porque son medidas que hay que tomar a escala internacional, y no llegaran a acuerdos, mientras las sociedades no se movilicen en defensa de sus intereses.
El proceso de esta contradicción, su dinámica,estriba en entender que la circulación de mercancías y por tanto, del dinero, es sumamente fluida, en un campo de operaciones que es todo el mundo, y que una mercancía producida en un país, con procedimiento homologables, está controlada por una élite de expertos financieros, especuladores, banqueros, con una formación cosmopolita, acostumbrados a moverse entre diferentes naciones y por tanto, con un conocimiento que les rinde beneficios fabulosos, mientras que la sociedades, por su propia estabilidad social y vital, desconocen, centrando su atención, solamente en el ámbito nacional, por tanto la contradicción estriba en que el ámbito nacional es insuficiente para poder tomar medidas que controlen un elemento, la mercancía, el dinero, el capital, cuyo ámbito es global, por eso, los burgueses de Europa, tras la SGM, buscaron el medio de ampliar su ámbito, ideando, en un laborioso proceso, lo que hoy es la Unión Europea.
Pero todo el misterio de la política económica  consiste, para cualquier gobierno, en decir a quien se quiere favorecer sobre todos los demás, dicho en otras palabras, a quienes quieren beneficiar con la economía, a los mercados o a la ciudadanía-trabajadora, y el gobierno de Zapatero, eligió, probablemente porque la ideología de Zapatero esté huerfana de referencias socialistas, de marxismo, beneficiar a los mercados, a los defraudadores de Hacienda, a esos que el ahora ministro del ramo, el señor Montoro, asesoraba para que pagaran menos impuestos, o para eludirlos, llevándolos a un paraíso fiscal.
 LA UNION EUROPEA
Todo el intríngulis del euro, todo el misterio de la construcción de Europa está determinado por el espeso revoque tras el que se ocultan los intereses de los mercados nacionales, las burguesías nacionales, pues las diferentes burguesías continentales, tras la SGM, percibieron claramente que el espacio nacional, el marco del estado nacional, era insuficiente, y decidieron tantear la unión comercial del núcleo fundador -Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Italia, Alemania, Francia-, llenos de cautelas, porque tras las bellas palabras se ocultaba la descarnada lucha de clases, el invento fue prosperando, sobre todo, porque era el dique de contención del comunismo, esa soflama marxista de la que abominan los socialdemócratas, bien vistos por el amigo de Washington, pero la lucha de clases tiene sus recovecos y en la medida en que el comunismo se convirtió en un autentico fantasma, dejó de dar miedo, y resultó que quien da miedo ahora es el invento del los burgueses continentales, y aquel esbozo de mercado se ha convertido en un socio muy pretencioso, cuya mercancía -euro- es el autentico dolor de cabeza del complejo militar-industrial estadounidense.
El ataque de los mercados estadounidenses, vía agencias de calificación al euro es el intento de frenar un potencial competidor del dólar, la Unión Europea, percibida por EEUU como el principal obstáculo al liderazgo del nuevo siglo, por eso, el capitalismo USA, ha movilizado sus recursos para torpedear el afianzamiento de la construcción europea, minando el fortalecimiento del euro, disparando la especulación contra la moneda.    Esto, que podría parecer como la definición de dos bloques burgueses definidos con nítidos perfiles, es no obstante un campo muy grisáceo, porque dentro de la UE, existen intereses en querer congelar una situación, de por sí, imposible de constreñir, y por tanto, objetivamente cooperante de la ofensiva USA, como es la City londinense, como es cierto sector del capital financiero alemán, y la contradicción está en que para salvar el euro, que no la unidad europea, la burguesía continental (en algún momento será necesario distinguir entre los capitalismos, entre las burguesías, pero en este apunte, no me resulta posible), se ve en la necesidad de unificar los medios de control sobre la moneda, sobre la productividad de determinados escenarios nacionales, pero manteniendo las soberanías nacionales, como medio de controlar a la ciudadanía-trabajadora de la UE, la cual es percibida por burgueses europeos como el enemigo latente del modo de producción de mercancías.
La hostilidad visceral que la burguesía y sus agentes profesan a Marx, viene determinada por el hecho de que este designa al modo de producción mercantil como un estadio transitorio hacia un modo de producción superior y no antagónico, poniendole fecha de caducidad, no en formato cronológico sino describiendo los síntomas característicos como el choque entre las viejas relaciones de producción y las nuevas fuerzas productivas, y precisamente estas viejas relaciones de producción se manifiestan en las convulsiones del mundo islámico, en la deslocalización de las fábricas, en los movimientos sociales, y sobre todo, en el predominio de la mercancía, el capital financiero, sobre todo el entramado que lo envuelve, el estado nacional, los estados nacionales, los 3,8 billones diarios del mercado de capitales, contra los 30.000 millones anuales que la sociedad utiliza para la subsistencia, es un testarudo hecho material, un testarudo hecho político -de la lucha de clases- contra el que no se puede
objetar más que cuentos e historietas para engañar a la gente, y esto que yo digo, no lo podrían decir ni partidos ni un sindicatos, sin romper con el compadreo con el sistema, con un modo de producción acabado, con una monarquía corroída por la corrupción, con una Europa de los banqueros, porque es posible, que en un principio, perdieran escaños y/o subvenciones, pero ganarían preponderancia y honestidad política en una sociedad que lleva esperando a los suyos, generaciones, y Zapatero y el psoe, hubiese ganado confianza y respeto si hubiese convocado elecciones cuando le dieron el ultimatun, en vez de haberle hecho el trabajo sucio a Rajoy, De Guindo y Montoro, pero para eso, hay que tener solidas convicciones de clase, marxista, y no simplemente preparación y talante.
Con estos datos, el psoe, la socialdemocracia española, enfrenta en unas semanas un congreso que puede ser muy importante, si el congreso entiende que todo el núcleo duro de la política que decidirán va a consistir en decidir y defender una economía que sirva a los de abajo, recortando prebendas y privilegios a los mercados, o si van sostenella y no enmendalla, si van a centrarse en  España o partiendo de España lucharán por una unidad europea, con un gobierno responsable ante un parlamento europeo, o Europa, tendrá que aceptar la política criminal de los mercados, dirigidos por el actual dúo germano-francés, que han decidido que la economía es para ayudar a los banqueros contra la ciudadanía-trabajadora europea, porque si decidieran un arreglo cosmético, habrán de saber, que esta UE, no tiene futuro porque va en contra de la dinámica de la historia, y el psoe, y la socialdemocracia, no solamente hispana, sino europea, se hundirán con sus mercados, porque el estado nacional ha dejado de ser útil para controlar una economía global, mundializada, y si esto asusta a los dirigentes socialdemócratas, o de cualquier otra tendencia, nunca capitanearán a una sociedad que se internacionaliza sin querer, queriendo, porque les faltará visión y perspectiva para comprender que la mercancía, el dinero, fluye en el sentido y en el caudal que los mercados deciden y eso será así mientras no se movilice a la sociedad, y a la clase obrera para erradicar a los paraísos fiscales, para reclamar el retorno del dinero oculto para dedicarlo, invertirlo, en la investigación cientifica a favor de proyectos que beneficien a la sociedad, y no a los banqueros o a la industria armamentista, es decir, en la producción, el retorno del dinero oculto, en esas cuentas, que el actual ministro de Hacienda, Montoro, asesoraba a las empresas para eludir el fisco español, para dedicarlo a la enseñanza pública y gratuita, porque encaramos una época de la humanidad, en la que la producción de conocimientos es básica en una sociedad altamente tecnificada.  El psoe, y la socialdemocracia europea deben de exigir la condonación de las deudas soberanas, porque, históricamente las cuantiosas deudas son impagables, y no son otra cosa que un chantaje a los pueblos, cuya utilidad es empobrecerlos y envilecerlos, asegurando de este modo el predominio del escaso, pero potente uno por ciento social que domina el mundo.
De igual modo, la socialdemocracia debe decidir si la economía va a facilitar la vida de la sociedad o va a facilitar la vida a los defraudadores, porque esto hay que corregirlo imponiendo políticas fiscales que graven a los poderosos y no solo a la ciudadanía-trabajadora, que impositivamente, soporta más carga fiscal que los mercados, la burguesía, las burguesías.   Deberá decidir si defenderá el euro, o si por el contrario querra estudiar y poner orden en un sistema monetario roto por Estados Unidos, cuando abandonó el patrón oro, sin que nadie levantara la voz, porque si decidiera defender el euro significaría persistir en el empobrecimiento, no solo europeo, sino en la desbarajuste del sistema financiero mundial, porque en ese sistema, quienes imponen las reglas es el complejo militar-industrial estadounidense, y la corrección es la adopción de una moneda mundial consensuada, pactada sobre la base de establecer una medida de valor para el trabajo humano, que es el que produce plusvalía.
Si el congreso optara por el sentido primigenio de la socialdemocracia, habría de reconocer el valor y el acierto de la aportación marxista, y provisto de estas herramientas estaría rectificando la deriva de una Unión Europea, camino de su implosión, y corregir esa deriva significa llevar la lucha por la unidad de Europa hasta conseguir que Europa cuente con un gobierno central responsable ante un parlamento que sea organo de la soberanía europea, con un tesoro central, con una diplomacia única.
Esto, desde mi modesto punto de vista, significa debatir sobre ideas y proyectos; los nombres tendrán valor en la medida que sean capaces de debatir de proyectos.

                        LES DESEO UN CONGRESO CLARIFICADOR Y UN FELIZ 2012.


30/12/2011                                                              jmrmesas


No hay comentarios:

Publicar un comentario