sábado, 12 de noviembre de 2011

NO ES LA ECONOMIA: ES LA LUCHA DE CLASES, ESTUPIDOS

EL CONVENIO COLECTIVO DEL SECTOR MUNDO

La UE comenta,  en el cuarto de estar, cuando cree hallarse en familia y no oyen más que los allegados, la posibilidad de la Europa a dos velocidades, lo que quiere decir, la pretensión de la burguesía alemana de rodearse de una orla de países -Ucrania, países bálticos, Polonia,la antigua Checoslovaquia, Hungría- y los afines, Suecia, Finlandia, Benelux, dejando descolgados a los lentos del sur (Francia, se lo teme), porque lo importante es sacar adelante el negocio.

Lo malo de esto es que la etapa próspera de la UE, aquella que comenzó con el tratado de Roma, cuya alma la componían los principales actores del drama Europa, Francia y Alemania, se rompería introduciendo mucha más presión, en una caldera, no apta para la alta presión, al carecer de las válvulas de alivio, necesarias, cuando la presión es peligrosa.

Porque, a que desvariar, durante los años de bonanza había que contarle algo a la chusma, para que colaborase y no creara problemas, pero ahora, que vienen mal dadas las cosas, para subir, hay que soltar el pesado lastre de los países del sur, porque de lo contrario, la UE terminará hundida, y esto,  que la burguesía alemana teme, porque su boyante economía basada el la industria del los automóviles de lujo -mercedes-benz, porsche- bmw- de tanta aceptación entre las élites de los multimillonarios, es visto por los burgueses alemanes, con mucho temor porque las luchas sociales, en Alemania, siempre han tenido tintes revolucionarios, y mientras la UE, está en el punto de mira de la burguesía estadounidense, Alemania, confía en poder seguir financiando su deuda pública, casi 20 puntos más alta que la española, 83,2% del PIB Alemania, mientras la española está en el 65,2% , porque los mercados, parecen ignorarla, y su prima de riesgo es muy baja.   

El drama, de todos modos, es que la UE, esta UE se hundirá, porque desde el principio fue el mercado, y no las personas el objetivo de la unión, y ese mercado, en el que mandan los burgueses estadounidenses, es visto con temor, por estos, no tanto por el afán competitivo de las burguesías europeas, sino por las consecuencias que tendría una población europea que se empoderase, se adueñase de la UE, obligando a los gestores a transitar caminos conducentes al dictado de la ciudadanía, quedando las  burguesías, mermadas y desposeídas de sus funciones de dirección.

Alemania, desbordada por una crisis, que ha querido, y creído poder pilotar en solitario, tolerando el acompañamiento del francés Sarkozy, encuentra que las dificultades, cuyas causas inconfesable se hallan, primero, en un sistema monetario burlado por EEUU, y consentido por todos, segundo, por la negativa, o la incapacidad, o la complicidad mancomunada de los gobernantes de no regular los mercados financieros, cuando este mueve, diariamente,  un volumen de divisas equivalente a más de 3,8 billones de dólares (3.800.000.000.000,00 datos sacados de la red), y tal volumen, desestabilizador por sí solo, es ignorado por todos, y que es aproximadamente, el volumen que mueve Wall Street en un mes, ha topado con la cruda realidad, y esos 3,8 billones han tenido la capacidad de succión suficiente como para empobrecer al conjunto de la UE, y también, a los ciudadanos estadounidenses, haciendo saltar   los pactos de buenas intenciones, entre los gobiernos europeos de la UE, así que para salvar su economía, Alemania pretende reducir la UE, su mínima expresión, creyendo, y por tanto, equivocándose, al pensar en ser respetada, -por los mercados-   extiendo su mirada hacia Ucrania, los bálticos -Estonia, Letonia, Lituania- Hungría, la antigua Checoslovaquia, y por supuesto, a los socios Finlandia, Suecia y el Benelux, ¿Y Francia?

Esta ensoñación de la burguesía alemana, respecto a liderar su orla natural, no es más que la consecuencia de la presión sibilina de Estados Unidos, moviendo a los mercados, que ve amenazado su liderazgo, y no cesa de ejercer toda su presión e influencia, para evitar que el dólar, amenazado por el euro, como moneda de reserva, se encontrase en la tesitura de reconvertir los, casi 15 billones de dólares (14.989.754.951.289,90$) de su deuda, causando uno conmoción económica mundial, cuando más del 20 % de esa deuda está fuera del control e influencia de Washington, por eso, ante el próximo encuentro de dirigentes de la UE con dirigentes de la República Popular China, para pedirles a estos, dineros para el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, habrá un encuentro previo entre Estados Unidos y la Unión Europea, para fijar criterios y sondear a los chinos.    Este encuentro, es vital para la estabilidad financiera, y no debe ser casual  el viaje de la presidenta del FMI, Christine Lagarde, en una visita a China, en estos últimos días, advirtiendo a los asiáticos, que tampoco ellos estarían a salvo, si la economía se hunde.    ¿No resulta sorprendente tanto interés cooperativo en salvar la economía?    ¿No resulta sorprendente la confianza que se tienen entre sí?    

En realidad, todas estas componendas que se están tramando, revelan un interés llamativo por las precauciones para no incomodar a los poderosos del mundo, mientras no paran de recomendar ajustes, moderación y recortes para el 99 por ciento, es decir, el mundo se ha convertido en la factoría de hacer dinero, y todos nosotros somos la fuerza de trabajo, mientras todos estos gobiernos e instituciones, -representantes de la patronal- están pactando el convenio colectivo del mundo, como siempre, a espaldas de los curritos; o dicho de otro modo, cada vez es más claro la división del mundo entre burgueses y proletarios, y si alguien se siente molesto, pues entre ricos y pobres, y si se siguen enfadando, mercados y sociedad.    Esto quiere decir, que los gobiernos delegaron en los mercados (los burgueses, dueños de bancos y fábricas), el poder que la sociedad les entrega abandonando toda noción de reparto equitativo, de reparto para equilibrar la desigualdades, cobrándonos tributos y eximiendo a los mercados.

DIFERENCIAS

Vistas así las cosas, orientarse, políticamente resulta fácil, porque desaparecen diferencias que nos tienen muy marcados por siglos de nacionalismo, por razas y culturas, a veces muy chocantes entre pueblos, más no por ello, es posible ignorar que tales diferencias persisten, y que en épocas de efervescencia política, tales diferencias son manipulables y manipulas para causar división y enfrentamiento, apartando, de este modo, la atención de la ciudadanía del objetivo principal, que no es otro, que el de salvaguardar al poder y a los poderosos, y esto viene a cuento de Irán, cuando EEUU menciona la peligrosa deriva nuclear del régimen de Ahmadinejad, habiendo obtenido una respuesta practicamente instantánea de Cameron, y algo más renuente de Francia (tendrá algo que ver el acoso de los mercados), porque la UE está atravesando un momento muy delicado y la mejor manera de evitar que las calles de Europa se conviertan en una sucesión de ocupaciones de ciudadanos indignados estaría en provocar una intervención militar para distraer a la ciudadanía de esa decisión acariciada por la burguesía alemana de las dos velocidades.

La política es una relación de fuerzas, y esa relación de fuerzas empieza a estar cuestionada en el alma misma en donde reside el poder, no estrictamente el poder político, ese poder, que formalmente hace las leyes, las normas, sino en eso que se denominan poderes de hecho, poderes fácticos, el núcleo duro de los dueños de bancos y fábricas, que solo con una llamada telefónica a un funcionario, a un ministro, al mismo presidente, ejercen más presión, que una huelga, una manifestación, por que esos golpes de teléfonos, son constantes, y además, secretos, y precisamente, porque esa relación de fuerzas está variando, poniendo la atención en el fondo que velan las leyes, disimulando que es la protección a los poderosos y que coloquialmente se denomina sistema, es lo que empieza a estar cuestionado, es por lo que se hace necesario analizar las diferencias de esta crisis, para comprender que es lo que los hechos nos están diciendo, hacia donde apuntan y en que dirección.

En el crack del 29, la gran crisis económica, que es la referencia de todos los estudios sobre la economía capitalista, los cierres de empresas, puso millones de trabajadores en las calles en todo el mundo, pero sobre todo, tuvo especial repercusión en Europa, y particularmente, en Alemania; la profundidad de la crisis desencadeno el comienzo de la SGM, en donde las burguesías de Alemania, Francia y Gran Bretaña, disputaban quienes serían los que tendrían mayor influencia y poder en el mercado.    La más notable diferencia, en la crisis abierta tras la quiebra financiera del Lehman, en 2007, es que ninguna burguesía pretendió capitalizar la crisis, sino más bien, cómo evitar que la crisis tuviese repercusiones en la calle, tomando la increíble decisión de vaciar las arcas públicas inyectando dinero, en los bancos privados, y esto, por sí solo establece un cambio cualitativo, que es la voluntad de la burguesía de los países que lideran el control del mercado global-mundial, para resolver la crisis pactando entre ellas el modo de trasladar las consecuencias a la sociedad, manteniendo intactas las actuales estructuras.

Solo en la medida que la sociedad no acepta ese traslado -moderación, ajustes, recortes-, las causas que originaron la crisis, siguen estando pendientes y amenazando con ser aún mas graves las consecuencias, porque la correlación de fuerzas entre las burguesías, de un lado, la estadounidense, y del otro, las burguesías que componen la agonizante UE, ninguna tiene la suficiente fuerza como para derrotar completamente a la otra, sin temer consecuencias fatales para ambas, y este duelo se mide entre caballeros, quiere decirse, que al librarse en las costillas de los ciudadanos, los temas fundamentales, pendientes en la agenda oculta -sistema monetario, paraísos fiscales, regulación del sistema bancario, tributación-,  apenas si se tocan, porque en lo fundamental, esos temas son la fuente de poder de todos ellos, y ninguno, incluida la buroburguesía china, acomodada al sistema, se atreve a mencionar por temor a un desequilibrio desastroso.

Esta correlación de fuerzas entre los grandes tiene su traducción social en forma de una percepción difusa, por la ciudadanía, en la idea justa, de que el sistema solo beneficia a los banqueros y poderosos, pero sin una idea clara de las fabulosas posibilidades que se le hurtan, porque todo aparece enrevesado, y como si los diferentes factores fuesen independientes, y por tanto, comprender el problema es una tarea que se aparta de las preocupaciones cotidianas, y como para mover la correlación de fuerzas entre los burgueses, es imprescindible que la ciudadanía asuma el rol de factor principal, es vital, explicar el panorama de conjunto, hasta la extenuación porque estamos en los prolegómenos de un cambio de era, de época.

LA IZQUIERDA 

Se han cumplido 94 años de la revolución rusa de 1917, OCTUBRE, noviembre en el calendario gregoriano, y es imposible substraerse a la épica de aquella revolución que ha marcado a la izquierda mundial, unos aceptándola y otros combatiéndola, pero no dejando indiferente a nadie, porque fue la materialización de un anhelo frustrado que nos recorrió como promesa de futuro y deseos de repetirla, pero como dijo Marx, la historia no se repite, por eso es importante comprender el momento presente, para poder abrir brecha, de modo que se pueda arrancar la iniciativa de las manos de los mercados, pasando a manos de la ciudadanía.

Aquella revolución social se produjo en un ambiente bélico, por un puñado de elementos conscienciados que interpretaron los deseos de una sociedad cansada de la guerra; la militarización de la sociedad fue, prácticamente inevitable, en una sociedad mayoritariamente rural, con un proletariado escaso y localizado; el partido socialdemócrata dividido entre mencheviques y bolcheviques dio lugar al partido comunista, convertido al aislarse de la sociedad, en el único interprete de algo tan amplio y múltiple como es una sociedad.    Aquella realidad no volverá.

La realidad actual en la izquierda, encierra una amplia variedad de corrientes y enfoques, que he de reconocer, trato de etiquetar peyorativamente, como pequeñoburguesas, como medio de conservar mi propio juicio, para no dejarme arrastrar, pero que analizándolo a la luz de la complejidad social, viene a ser la una copia del sistema bipartidista, puesto de manifiesto en los periodos electorales, al querer -el gobiernos- reducir tal complejidad a la opción entre lo malo y lo peor, pero esto, que yo me reconozco, está presente, al menos en un amplio porcentaje, de las diferentes corrientes políticas, que tampoco escapan a la tentación de descalificar, considerándose, cada cual, los únicos interpretes correctos,  por eso creo, que sería bueno la proliferación de corrientes organizadas en partidos porque la sociedad se politizaría y se articularía, impidiendo, cuando menos, dificultando la manipulación de los grandes partidos, que solo, en época electoral hacen amago de explicar.    Y porque en este momento, tan crítico, internacionalmente, pero especialmente, tan determinante para los ciudadanos europeos, es por lo que me parece importante hacer esta confesión reflexiva:   la UE, nos sumirá en un tenebroso abismo,
1º.- porque todos los factores que condujeron a la crisis de la economía, están sin resolver;
2º.- porque el modo de producción de mercancías está agotado;
3º.- porque para que la relación de fuerzas se mueva, la ciudadanía tiene que convertirse conscientemente, en el factor principal;
4º.- porque es en Europa, donde el futuro del mundo se la juega, ya que Europa es el compendio de las contradicciones del mundo, y si la población más cultivada, humana, social y políticamente más preparada del mundo no es capaz de tomar la iniciativa, no lo será en ningún otro lugar;
 5º.- porque la izquierda, comprendida en su globalidad, tiene el potencial intelectual necesario para imprimir a la historia el giro más grandioso, emocionante y estremecedor, y sin duda el más difícil, titánico y consciente, emprendido nunca antes, capaz de iniciar esos anhelos que han acompañado la andadura de los seres humanos desde el comienzo de los tiempos, y hoy existen los medios materiales para lograrlo.     ¿Cómo evitar ese abismo tenebroso?

La maltrecha UE ha de ser recogida por esa izquierda mundial, y del mismo modo, que el proletariado mundial, en 1917 apoyó a la revolución rusa, porque se veía reflejado en ella, la izquierda debería asumir la construcción de los Estados Unidos de Europa, consciente de que su construcción no sería solo una fachada política sino un proyecto de transformación global, abriendo la entrada a una nueva etapa de la historia, conscientes de que los nuevos ajustes traerían el nuevo modo de producción no antagónico, vislumbrado por Marx, pero la nueva andadura de Europa, de ninguna manera, podría ser ya la Europa de los mercados, la Europa de los burgueses, de los banqueros, habría de ser la Europa de los ciudadanos, la adelantada de una nueva era de los pueblos del mundo, de las personas, y el primer paso para la transformacióne es  una alianza internacional por la exigencia indeclinable de la erradicación de los paraísos fiscales, verdadero centro de poder de la burguesía, con la exigencia del retorno del dinero oculto, para dedicarlo a la investigación científica para la sociedad,  para dedicarlo a la enseñanza pública y gratuita para todos, para dedicarlo a la economía productiva;  de igual modo habría que levantar una campaña mundial por la condonación de todas las deudas soberanas, puesto que no son otra cosa que un burdo chantaje a los verdaderos creadores de riqueza, los trabajadores, la sociedad, mientras que los mercados están exentos de contribuir; por una moneda única, para un mercado único, porque si  las multinacionales operan y obtienen beneficios de un mercado global,  el primer paso para la regulación del sistema monetario, es una moneda común.

Esto, que puede parecer utópico, es lo más realista, lo más sensato y lo  más cuerdo, porque nuestra época tiene todos los componentes necesarios para esta transformación, primero, por el grado de civilización adquirida, que garantizaría la construcción de una nueva sociedad sin merma de las libertades y derechos conseguidos, segundo, porque la ciencia y la tecnología impulsarían el despegue.    Solo existe un único y determinante problema, y así como la izquierda, entendida globalmente en toda sus capacidades tiene el potencial intelectual, psicológicamente se siente incapaz de asumir la tarea, pero si desde algún lugar alguien se atreve a levantar la bandera del cambio, se sorprenderá encontrando el apoyo, la fuerza y la voluntad para acometer la tarea.

13/11/2011                                                 jmrmesas
  



 

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