sábado, 26 de noviembre de 2016

USA 2016 EUROPA 1917


EUROPA Y USA

ESTADOS UNIDOS 2016, TRUMP. RUSIA 1917, LENIN

El acontecimiento ruso de hace 99 años enamoró al mundo porque se percibió como una liberación para y por los oprimidos que vieron en esa revolución un proyecto liberador.

Europa quedo hechizada por el acontecimiento, que tuvo la virtud de cimbrear las consciencias y sacudir la ideología con fuerza que aun hoy sigue planteando con crudeza la esencia del problema, ¿tiene sentido el socialismo impulsado por la revolución social o es una quimera sin más valor que el sentimental?, porque en los 99 años transcurridos, el logro conseguido, la revolución social, fue vaciada de contenido por los burócratas que la dirigieron, apropiándose del esfuerzo del pueblo ruso y del apoyo que concitó en el resto del mundo.

Para desgracia del pueblo ruso y del socialismo internacional, Lenin murió a consecuencia del atentado que tuvo semanas antes, y posteriormente Trotsky y los compañeros de los primeros momentos fueron eliminados por los que, siempre, oponen las formas al fondo, porque según esa clase de gente ahora no toca justifica la traición.

No obstante, aquel acontecimiento, a pesar de su aparente fracaso sigue siendo objetivo de muchos luchadores sociales porque consideran que tuvo logros muy importantes, tan importantes que el recuerdo de su acontecimiento no ha cerrado el debate al que dio origen y que ha supuesto una división en el movimiento socialista internacional acerca de cómo conseguir los objetivos, si gradualmente, con una política persuasiva, explicativa, pedagógica, educativa y sobre todo, combativa, e in-de-pen-dien-te de la burguesía, de sus prioridades y de sus objetivos burgueses, que ésta, la burguesía, pretendía y pretende, llevando a los socialistas al parlamento, supeditar la lucha socialista, independiente y combativa, apartarla de la calle, encerrándola en los parlamentos, sacándola de este modo, de las fábricas, las empresas, los barrios, talleres, escuelas, universidades, que es lo que hacía fuerte al socialismo de entonces, a los socialistas de entonces, al conectar estos con una población ante la cual, ellos, la burguesía, se sentía fuera de su terreno, debiendo confiar su dominio de clase opresora, explotadora, sus intereses, como mucho, en la persuación de los catequistas, que iban a los barrios obreros, como a tierras de misión. Aquello se esfumó porque el progreso metió en las casas obreras, la radio y la televisión. Por supuesto, aquel comportamiento combativo, ideológico y explicativo que se continuaba en las Casas del Pueblo, en las agrupaciones sindicales y en los Ateneos dejó de practicarse y fue residual, ya, en los años posteriores a la SGM.

Por descontado la revolución, puede acelerar determinados aspectos sociales en relación con el poder y la correlación de fuerzas, pero la revolución, que no puede ser improvisada porque afecta a las concepciones, sentimientos y vivencias que empiezan a abrirse camino en los intersticios sociales, es el resultado de un proceso en el que los socialistas (iba a poner los revolucionarios, pero no hay revolucionarios sin idelolgía. Un revolucionario con ideología alternativa al marxismo, es decir, con ideología libertaria fue Buenaventura Durruti, un militante obrero al que siempre he admirado por su abnegación y entrega. El revolucionario sin ideología es un aventurero, o sea, no es un revolucionario, por lo tanto, solo se puede ser revolucionario si se cree en un proyecto político, en el que el acceso al poder de la clase oprimida puede impulsar cambios substanciales para el conjunto social), contemplando y alientando su génesis y desarrollo acorta el régimen dañino de la dominación capitalista, facilitando el empoderamiento de los oprimidos.

Aquel debate de entonces, si los socialistas deberían de apoyar una revolución, porque esta se desencadenó como un proceso sobrevenido que alteraba el curso pausado de la práctica política socialista, fue una segunda abdicación tras una guerra monstruosa, una segunda renuncia; la primera fueron la votación de los créditos de guerra de los partidos más emblemáticos y determinantes de entonces, que dejó sin dirección al movimiento obrero mundial, y también dejó claro la necesidad de introducir cambios en el comportamiento de la práctica política en el movimiento obrero para acelerar ese proceso social para el conjunto, que sí se logró, aunque la abdicación de la lucha socialista europea, principalmente y de la sección rusa, el estalinismo, que siguieron al proceso inicial, fue borrando del imaginario colectivo, los logros, que para el proletariado internacional tuvieron el acceso a la enseñanza pública, a la sanidad, a las libertades políticas, etc., que se difuminaban como concesiones burguesas, cuando sin esa revolución, nunca hubieran tenido lugar.

Todo ello, tras un duro siglo de guerras imperialistas, locales, hechas en la periferia, para volver a la casilla de salida porque los recortes, las privatizaciones in crecendo, la minimización de la ciudadanía trabajadora, los preparativos de guerra y la ausencia de una dirección socialista, es decir, revolucionaria, capaz de abrir cauces a esas vivencias y sentimientos que van aflorando en los intersticios sociales, no lo recoge el socialismo liberador sino los publicistas burgueses, para beneficio del uno por ciento y sus 147 empresas que influyen decisivamente en la economía internacional, emponzoñando la vida, pudriendo la convivencia, bestializando al ser humano, reducido a consumidor compulsivo.

No perdamos de vista la tendencia estructural del capital financiero internacional, en esta fase de su evolución; no perdamos de vista la tendencia a la acumulación y concentración del capital financiero, que sigue incrementándose y que necesita adquirir nuevos objetivos para superar la crisis económica, que los políticos burgueses dan por zanjada. Como trataré de demostrar, estamos a las puertas de acontecimientos que modificaran la historia, profundamente.

Ah, ah, ahhhh, ¿qué no he dicho nada de Trump? ¿Estás seguro, estimado lector de la necesidad de decir mucho más? ¿Esperabas morralla soez? No lo creo de mis lectores. Cada persona vive su vida como le parece. A veces, como le dejan, pero la persona, mientras no delinque, es respetable. Debe ser respetada. Me preocupa el sistema porque condiciona la vida de las personas, reduciendo a los más, a la condición de mercancía, por eso, acortar su duración – del sistema – me parece relevante, revolucionario ¿Acaso crees, con Alfonso Guerra, el intelectual del PSOE, que seguirá habiendo capitalismo dentro de otros 134 años a partir de ahora?

2017
¿VOLVER A LA CASILLA DE SALIDA? ¿ OTRA VEZ LA REVOLUCION SOCIAL?

Volveré a repasar los datos que el propio sistema plantea para tratar de elucidar qué consecuencias se derivan de los mismos. Hacia dónde apuntan. A qué objetivos inaplazables alcanzan, porque el sistema resuelve sus contradicciones generando nuevos problemas, nuevos paradigmas que por supuesto, no vienen etiquetados para que los profesores los exhiban en sus disertaciones lectivas, por el contrario, vienen enmarañados en los acontecimientos como especie de mena de la que extraer la adquisición, o las adquisiciones, y en este trabajo de extracción, siempre se corre el riesgo de no acertar, por eso es importante la reflexión colectiva, y por eso es importante la construcción del partido obrero internacional.

Un primer dato a tener muy presente porque es el que condiciona el funcionamiento del sistema, del modo de producción de mercancías, es la tendencia a la acumulación y concentración del capital. Creo suficientemente explícitos, tanto el estudio de la Universidad de Zurich, que he citado varias veces, en anteriores apuntes, en el que se explica – los informes, no yo – como un núcleo de grandes empresas, en la que están todos los bancos sistémicos, interparticipados accionarialmente, son un emporio de poder fáctico, de poder de hecho, de un poder difuso, incontrolado, es decir, lo contrario a lo que pensaba el socialista coherente consigo mismo, Fernando de los Ríos, lúcidamente, cuando pensaba que la economía debía ser sojuzgada, sometida, porque era la condición necesaria para hacer libres a los hombres. Fernando de los Ríos no acertó en su informe sobre la Tercera Internacional, pero siguió siendo marxista, no renunció y acertó en su definición de la economía; en ese terreno es un valor del socialismo que es necesario que los socialistas de base, del PSOE, conozcan frente a los dirigentes integrados. De otro lado, abundando, los informes Oxfan. En ellos al recoger el reparto y la concentración de la riqueza global producida cada año confirman el expolio, el reparto mafioso, que esa acumulación y concentración, que no es una invención maliciosa producida por los agitadores sino una realidad empobrecedora dolorosamente, es consecuencia de un entramado legislativo hecho, con la intención política de dominar al conjunto humano e igualmente, escasamente trabajada por los medios y por los luchadores sociales, porque escavar en ellos, lleva ineluctablemente a chocar con el derecho de propiedad, o dicho de otra manera, reivindicar el derecho de propiedad para la sociedad, para el pueblo trabajador, porque el derecho de propiedad sobre los medios de producción, para el conjunto humano, es la condición para sojuzgar, someter a la economía, como preveía el coherente socialista, Fernando de los Ríos, por eso el expolio anual que retratan los informes de Oxfan, son la inversa del socialismo.

Queda dicho que la tendencia a la acumulación y concentración del capital es un hecho evidente, algo que está ahí, imponiendo sus condiciones por el solo hecho de ser. De ello derivo dos consecuencias. La primera y más importante es que tal comportamiento concentrando y acumulando capital conlleva al funcionamiento del sistema como una enorme unidad de producción; es la conclusión de fuerzas productivas centralizadas sin criterio más que el que la fuerza de los propios proceso imponen y que al estar fuera de control engendran contradicciones de todo tipo y condición, aunque son solo las económicas, sobre las que se pone el foco porque envenenan acuíferos, terrenos, cosechas, clima, capa de ozono antártica, etc., porque esa enorme unidad de producción desarticulada no dispone de los factores capaces de corregir la intervención humana.

La enorme concentración de CO2 que han tenido lugar en el planeta como consecuencia de procesos telúricos se tomo su tiempo, un tiempo geológico para poder integrar aquella contaminación formando rocas de diversa naturaleza, que la contaminación producida por la intervención humana, descontrolada, no puede permitirse porque ha alterado profundamente el entorno que podría integrar el proceso de depuración y esa contaminación debe ser corregida con inversiones costosas que deben pagar, los que más contaminan y más beneficio sacan contaminando el patrimonio de todos, algo que el nuevo presidente de Estados Unidos, cuestiona.

La segunda derivada esta muy enredada y ponerla en claro es una tarea bastante dificultosa, por lo tanto, al afectar a la naturaleza del Estado, me referiré a la desazón que las últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos han tenido en el Estado Transatlántico, Europa. El sistema, al incrementarse el poder de las fuerzas productivas se ha globalizado, necesitando un nuevo marco político en el que desarrollarse. La tendencia a la acumulación y concentración que no se detiene ni se puede detener necesita un nuevo marco político institucional. Dicho sin ambages, el capital financiero necesita ser el dueño mundial, con un ESTADO MUNDIAL desde el que organizar la explotación de la sociedad, pero esta necesidad, que no es discutida, porque no se plantea abiertamente, por ningún contendiente, sí que plantea, por parte de los contendientes, de una manera indirecta y retorcida, ser tenidos en cuenta; estar en pie de igualdad con la burguesía veterana de Europa y Estados Unidos. Esta pretensión de los nuevos burgueses, es una difícil contradicción que afecta a la naturaleza del sistema, una contradicción que está destinada a fracasar porque un gobierno mundial sin un crecimiento de las fuerzas productivas, plantea un problema de poder, que Rusia y China no podrían asumir sin desmontar todo su entramado estatal para convertir esos territorios en una suerte de pequeños Estados nacionales que permitiría, a la burguesía veterana la dominación de sus ciudadanos.

Es posible que está tesis pueda ser etiquetada de delirante, pero hay múltiples indicios que señalan esta realidad. Desde la desazón de los Estados europeos por la política que quiere imponer la administración del presidente Trump y la premura del presidente saliente, Obama, visitando a los socios, prometiendoles que la OTAN seguirá ahí para aplastar a la revolución – que es realmente lo que temen los burgueses –, y por lo que se creó la OTAN.

Es imposible, para una economía globalizada no disponer de un Estado centralista, porque las crisis se deben a la carencia de esa regulación que impone el Estado, y que, mientras esas fuerzas productivas eran limitadas y los Estados nacionales tenían poder real, se producían los desequilibrios, pero la crisis de 2008 reveló que los Estados nacionales vaciaron las arcas publicas para que el sistema siguiese funcionando, y desde entonces no se han introducido correcciones, por eso, el dinero a coste cero y menos cero, no se emplea porque el capital financiero que quiere mayor concentración bancaria mundial necesita una prueba de fuerzas, que prepara, que puede ser una guerra feroz o una rendicion incondicional, pero que en ambos casos requiere un golpe contra la sociedad, para que esta, desmoralizada, acepte ser comparsa, mercancía, espectador sin voz ni voto. Una economía globalizada necesita un Estado centralista y centralizador, pero, y esa es una contradicción irresoluble, no puede integrar naciones, pero si emplear esclavos, porque su concepción de Estado es la concepción del empleador, del amo y no la del representante, por eso necesita disciplinar a la ciudadanía.

Si planteo que la enorme acumulación y concentración del capital financiero mundial es la inversa del socialismo, el negativo del socialismo, lo que estoy queriendo decir es que tal acumulación y concentración no puede ser gestionada por el capital financiero dominando al mundo porque eso es la imposibilidad de resolver la contradicción, mientras que, en positivo, la contradicción se resolvería porque se abordaría en un nuevo modo de producción, que no sería explotador, que no sería el modo de producción de mercancías, sino un nuevo modo de producción basado en la colaboración y ayuda mutua.

Todo apunta a que nos encontramos en el umbral de acontecimientos capitales que imprimirán un potente giro a la historia, como hace noventa y nueve años, la revolución de octubre, en Rusia, imprimió el sello de la liberación de los oprimidos del mundo, convirtiendo en realidad una ilusión de generaciones de seres humanos sometidos a los dictados de los dueños de la tierra. Esa revolución, sobre la que se ha volcado todo el odio y el temor de los dueños del mundo, consiguió pese a todo, importantes victorias, y ahora, a un siglo de ella, la humanidad se enfrenta a un desafío no menor sino mayor, porque un siglo atrás, existían elementos que barajaban el ánimo del cambio. En la actualidad, se están produciendo cambios ante los que se cierran los ojos porque no se sabe a que dirección volver la mirada, y al menos desde esta modesta tribuna se proclama, sin vacilación, que el socialismo sigue siendo la alternativa, y el socialismo la concepción a la que llegó Fernando de los Ríos: someter la economía para que esta sirva a las mujeres y hombres del mundo, y no al mercado, porque sometiendo a la economía se libera a los seres humanos, y hoy, esa economía es global y la tarea es mundial.

jmrmesas

veintisiete de noviembre de dos mil dieciséis

___
P.S. A la memoria de dos luchadores: Marcos Ana y Fidel Castro







No hay comentarios:

Publicar un comentario